Capítulo 36

-"¡Abuelos!"

La serpiente, que voló por encima de las cabezas de los ancianos, giró como un espiral y desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

Antes de que pudieran averiguar a dónde se había ido, dos personas aparecieron delante de los ancianos.

Uno era una niña a la que habían estado esperando durante mucho tiempo, y el otro era un joven llamado Jegal-hyun, que aún seguía inconsciente.

-"¿Él es el espíritu de Imugi?"

Los ancianos miraron al niño con la boca abierta. El niño estaba desnudo después de convertirse en humano.

-"¡Bien!"

Al bajar al suelo, Cheorinwa se quitó rápidamente la chaqueta y la envolvió en el cuerpo de Imugi. Después de asegurarse de que no tenía heridas, suspiro y se volvió a mirar a los ancianos.

-"Abuelos, ¿estaban preocupados?"

En cuanto vi que ella sonreía alegremente con la cara arañada y sucia, mi ira se desvaneció.

Quería regañarla por lo que había hecho, pero después de verla sana y salva todo desapareció como si se lo hubiera llevado la corriente.

Los ancianos se apresuraron a correr hacia ella y la examinaron para ver si no tenía alguna herida grave.

-"¡Cariño qué fue lo que paso! ¿Cómo te has hecho daño así?"

-"¿Qué fue lo que te dijo tu abuelo? ¡No puedes confiar en las facciones!"

-"¡Cuántas veces te hemos dicho que no todos son amables, gentiles, buenos y lindos como tú!"

-"¿Cómo puedes vivir en este mundo cruel siendo tan amable? No puedes. ¡Tendrás que quedarte cerca de este viejo a partir de ahora!"

Hacía mucho que el Rey del veneno no decía algo tan cierto.

-"Voy a tener que trasladar mi palacio al de la señorita."

-"Ya paren. No ven que la niña debe de estar asustada. Gracias por volver sana y salva."

El más sensato de los ancianos sonrió con ternura y abrazo a Cheorinwa.

Los demás ancianos cerraron la boca, abrazaron fuertemente a la niña y le susurraron: "Gracias".

Cheorinwa, que se movía en brazos de los ancianos, bajó al suelo y se acercó a Cheonma.

Ella movió los dedos y levantó la cabeza con cuidado.

-"Papá..."

-"Sígueme."

Cheonma se dio la vuelta con una expresión fría. Cheorinwa miró a los ancianos con los ojos muy abiertos.

Una expresión de lástima apareció en sus rostros arrugados. Los ancianos quisieron correr a abrazarla, pero no pudieron.

Y es que podían adivinar al menos un poco cuál debía ser el estado de ánimo de Cheonma, que había estado al borde de perder la cordura.

Cheorinwa con los hombros caídos, camino tras Cheonma con un niño tras ella.

-"Parece que el gran maestro esta muy enfadado."

-"Mi niña, ¿y si la regañan mucho?"

-"¿Qué tal si intentamos hablar con el maestro? Sinceramente, no fue su culpa, ¿verdad?"

-"Todos sabemos que no fue su culpa. Pero pienso que esta vez no debemos meternos entre padre e hija. En vez de echarle más leña al fuego pensemos en una forma de mejorar el estado de animo de la niña."

Los ancianos giraron la cabeza en dirección de una niña que sería regañada por su padre. El rey del veneno fue el primero en hablar.

-"¡Tengo una gran idea!"

-"¿Qué es?"

El rey rojo sonrió y todos los ancianos susurraron el plan.

Hasta el final, el aturdido Jegal-hyun tuvo que permanecer solo en el suelo sin la atención de nadie.

***

Cheorinwa estaba inquieta y sonrió.

-"Hola, papá. Estabas preocupado, ¿verdad?"

-"....."

Cheonma miro a Cheorinwa en silencio.

Cheorinwa al notar el ambiente, evito actuar linda ya que sabía perfectamente que esta vez no funcionaria.

-"Sabes, me dirigí al lugar que mi papá dijo… pero Jegal-hyun se desmayó y yo no pude simplemente dejarlo ahí. No tuve otra opción… enserió."

-'Qué linda.'

A pesar de que a Cheonma le parecía muy lindo la forma en que Cheorinwa le contaba como pasaron las cosas, él se obligó a mantener una cara seria.

-"....."

-"Papá, ¿estás enfadado?"

Cheorinwa miro a Cheonma con ojos llorosos. Al verla en ese estado, Cheonma suspiro.

Nunca estuve enfadado con ella desde el principio. Todo mi enfado estaba en la facción que puso en peligro la vida de mi hija.

Para ser sincero, quería exterminar a todos los que conformaban las facciones.

Al principio, cuando todo paso dirigí mi ira hacia Yeon. Sin embargo, él fue quien salvo su vida, aunque mi hija corriera algunos riegos.

Por más que lo odie, no le podía hacer nada ya que ella se pondría triste si algo le pasara a Yeon.

-"¿Qué es eso?"

Cheonma señalo al niño que estaba sentado junto a Cheorinwa en la mesa.

Imugi estaba devorando caquis secos con un montón de azúcar alrededor de su boca.

-'No puedo creer que estés comiendo tan tranquilo.'

Cheorinwa le dio un pequeño golpe con el pie al niño junto a ella.

Imugi, que se atrevió a sentarse frente a Cheonma con las piernas estiradas, tenía una mirada despreocupada.

Cheorinwa trato de hablar ente dientes.

-"…Deja de comer."

-"Dijiste que podía comer hasta que estuviera lleno."

-"¿Es que acaso no te das cuenta de la situación?

-"¿Qué situación?

-"En la que no puedes comer como si nada importara."

-"Pero tengo hambre."

Las pequeñas fosas nasales del niño que contenía su ira se agitaron. Cheonma contuvo su risa.

-"Ahora dime de donde lo sacaste."

-"Ah, esto... Él es un niño que conocí en la cueva. Al principio pensé que era una de las muñecas de ginseng. Pero resulto ser Imugi."

El pequeño niño con la boca llena de azúcar intervino.

-"No soy un Imugi, soy una serpiente."

-"¡De todos modos! Así fue como paso, papá. Imugi es una criatura espiritual fuerte, ¿verdad? Así que decidí hacerlo mi subordinado."

Se decía que Imugi era fuerte, así que lo hizo su subordinado. Pero no creo que esa haya sido la única razón.

En el Imugi, puedo sentir la forma única de vivir de un animal que disfruta de la carne humana.

Probablemente intento comerse a mi hija.

-'Tú te atreviste ah…'

Cheonma entrecerró los ojos, e Imugi que sintió el cambio de ambiente salto de repente y se alejó un poco.

-"¡Agh!"

Imugi gritó violentamente. Los ojos grises se rasgaron horizontalmente, y unos afilados colmillos se revelaron a través de la boca entre abierta.

La apariencia que había sido gentil durante todo el tiempo tenía una mirada feroz que no se podía reconocer.

Sin embargo, Imugi, que tenía caquis secos en una mano y azúcar en la boca, parecía una broma.

Cheonma levanto las comisuras de su boca y sonrió. En cambio, Imugi aún seguía con el ceño fruncido.

Tal vez porque tenía los instintos de un animal, y al notar algo peligroso reacciono así.

Imugi murmuro.

-"El me da miedo."

-"¡Oye! ¿Qué quieres decir con eso? ¡Él es mi papá!"

-"Papá da miedo."

-"¡No lo puedes llamar así!"

-"¿Entonces?"

-"Como no eres miembro de la escuela... llámalo maestro Cheonma."

-"De acuerdo. Dile a Chuma que no me coma."

-"¡No es Chuma, es Cheonma! Y mi papá no te comerá porque ahora eres mi subordinado."

-"¿No dijiste que era tu mascota?"

-"¡Eh! No, espera... era una broma."

Cheorinwa miro avergonzada a Cheonma.

-"¿Tu mascota?"

Cheonma estalló en una carcajada que había estado conteniendo.

Mientras que su padre casi fue devorado por su energía interna porque creía que algo malo le había pasado a su hija, ella estaba jugando con Imugi como si fuera su mascota.

Solo ella que era su única hija, sería capaz de tener al Imugi como mascota.

-"¿Cómo lo conseguiste?"

-"Use algo que me dio uno de mis abuelos."

Si fue uno de los ancianos, lo más seguro es que fue el rey del veneno quien se lo dio.

Sin embargo, Imugi que es una criatura que reboza de energía, lo más seguro es que este siendo manipulado por la soledad.

La soledad hace efecto en cuanto entra en contacto con quien la toma. Sin embargo, entre más fuerte sea la persona que la soledad manipula, más rápido se debilita y el control desaparece.

No puedo creer que un gran espíritu como el cayera en algo como esto.

Tarde o temprano, Cheorinwa no tendrá ninguna influencia sobre el espíritu en cuanto este sepa que está siendo manipulado.

Así que necesita otra manera para ponerle una correa.

Los espíritus son fieles a las palabras. Así que ellos no pueden mentir ni faltar a su palabra.

Y lo que se necesita para ganarse la lealtad de un espíritu, es con el nombre.

Cheonma apoyo su barbilla sobre la palma de su mano y hablo.

-"Dale un nombre al espíritu."

-"Pero iba a dejarlo ir después."

-"Si no tienes pensado dejarlo ir ahorita, dale un nombre mientras tanto."

-"Bueno está bien. Le daré un nombre."

Cheonma sonrió y habló con severidad.

-"Tendrás que declarar en una reunión con los altos cargos mañana por la mañana. Todo lo que paso en la cueva, ¿Puedes hacerlo?"

-"¡Sí! ¡Yo puedo hacerlo!"

Cheorinwa que levanto la cabeza en alto, hablo con decisión. Cheonma sonrió y alzo los brazos.

-"Ven aquí."

-"Uh... ¿ya no estás enojado?"

-"Dame un beso. Entonces creo que me sentiré mucho mejor."

La cara de Cheorinwa, que era de vergüenza, se iluminó. Ella corrió hacia Cheonma con una brillante sonrisa.

En cuanto Cheonma sintió en pequeño cuerpo sobre él, su corazón helado se derritió.

Un largo suspiro salió de su boca.

-"Tienes más energía."

-"¿Cómo lo sabes? Casi me muero cuando Jegal-hyun se desmayó, pero concentre toda mi energía, y ceo que ahí fue cuando sucedió.

Cheonma supuso que no era toda la historia. Si se pudiera alcanzar el máximo de la energía con solo concentrar la energía interna, no habría porque entrenar tanto hasta el grado de estar entre la vida y la muerte.

Ella tuvo que haber estado al borde de la muerte para lograr esa iluminación en su energía.

-"Debiste haber tenido mucho miedo."

Cheorinwa abrió los ojos de par en par, como si le hubieran echado un balde de agua fría. Luego susurró, con los labios temblorosos.

-"....En realidad, estaba muy asustada. Estaba muerta del miedo."

-"Si. Yo también."


Traducción: Jiho

Corrección: Jiho