Capítulo 34

Cuando salí del nido de Imugi, apareció un espacio completamente diferente. El suelo estaba lleno de musgo y podía oír el goteo del agua desde algún lugar.

Era un lugar diferente, como si se tratara de un cambio de espacio. Miré a mi alrededor con un estado de ánimo extraño y tomé aire.

Supongo que este es el lugar donde come. Los huesos blancos estaban esparcidos por muchos lugares.

-"Espera, vamos por agua. Tengo mucha sed."

Inhalé mucho polvo y estaba nerviosa, y mi garganta estaba casi seca.

Intentando no mirar los huesos blancos, me dirigí hacia donde podía oír el sonido del agua.

No era una llovizna, era un sonido de goteo. Aunque sea poco, me servirá para poder mojar mi garganta.

-"¿Qué?"

Pero por más que buscaba, no pude ver el agua. Claramente escuche el goteo del agua, ¿o fue mi imaginación?

Volví a mirar a la niña que me esperaba y le pregunté.

-"¿No hay agua aquí?"

-"No."

-"Eso es raro... creí haber escuchado el sonido del agua."

-"¿Tienes sed?"

La niña me miró fijamente. Respondí rápidamente, para que me dijera donde había agua.

-"Sí, tu maestro tiene sed. Dame algo de beber."

Ella trató de morderse la muñeca con toda naturalidad. En ese momento, fui más rápida y le agarré la muñeca a la niña con cara de sorpresa.

-"¡Oye! ¿Qué estás haciendo?"

-"¿Eh? ¿Dijiste que tenías sed?"

-"¿Cómo puedes darme sangre?"

-"No crecerás si eres exigente."

-'Acaba de usar mis pablaras, ¿verdad?'

Me acerqué a ella y estiré mi mano.

Palmeé la parte superior de la cabeza de la niña que estaba a media altura por debajo de mí y le dije.

-"¡Soy más alta que tú!"

-"Yo soy más alto."

-"¿Qué...?"

El aspecto de la niña cambió en un instante. La piel clara se agrieto y aparecieron escamas negras y brillantes. El cuerpo, que era más pequeño que yo, creció tanto que no se podía ver a simple vista.

Tragué saliva mirando el cuerpo largo y grueso que llenaba el espacio. Es la primera vez que veo una serpiente tan grande delante de ti.

Puse la expresión más discreta posible para no parecer aterrorizada.

-"Eso es una falta. Hiciste trampa."

-"Sssssh."

Con el sonido de un chasquido en la lengua, Imugi volvió a ser un humano. Con algo que no debería estar ahí, colgado entre las piernas.

-"...."

Abrí los ojos. Fue un impacto mayor que cuando se convirtió en una serpiente.

-"¿Tú... eras hombre?"

-"Sí."

-"¿Por qué no me lo dijiste?"

-"Nunca me preguntaste."

-"Es cierto, pero... "

Fue mi culpa en deducir que era una niña, ya que tenía unos rasgos muy bonitos.

Mientras el niño se transformaba, recogí su ropa con lágrimas en los ojos, y los envolví alrededor de el con la cabeza girada, por supuesto.

El niño se preguntó, del porque mi actitud había cambiado de repente.

-"¿Porque tienes la cara roja?"

-"... Es porque tengo sed."

-"Tengo algo que puedes beber."

-"No beberé tu sangre."

- "No es mi sangre, es otra cosa."

-"¿Eh?"

El niño se fue a un rincón y volvió a mirarme después de quitar las plantas que se habían enredado como lianas.

-"Aquí."

Lo observé profundamente y luego me acerqué.

Había una enorme roca escondida entre el musgo que se extendía como una tienda de campaña.

En el centro, había una ranura que tenía la profundidad de un dedo, y en su interior, había agua.

¿Era este el sonido del agua que escuche antes?

-"Pero puede que te duela el estómago si la bebes."

-"¿Has probado esto?"

-"Sí."

-"¿Y te dolió el estómago?

-"Me dolió."

-"...."

¿Me estás tomando el pelo?

Intenté darme la vuelta y me detuve. Esto fue porque las siguientes palabras de Imugi eran inusuales.

-"Pero después de que el dolor se fue, me hice más fuerte y capaz de hablar con los humanos."

-"¿Te has vuelto más fuerte y has sido capaz de hablar? ¿Desde qué tomaste esto?"

-"Sí."

-"Espera un minuto."

Esto no es aceite sagrado, ¿verdad?

-"Oh, no puede ser."

El aceite sagrado era una medicina eterna que sólo se encontraba en lugares pequeños donde la espiritualidad se concentraba y se formaba un líquido lechoso.

Giré la cabeza y miré a Imugi, que desprendía su energía espiritual. Luego volví a girar los ojos y vi la pequeña cantidad de líquido lechoso en la roca.

Lo que Imugi me dijo, se repitió una y otra vez en mi cabeza.

-"Me volví más fuerte y capaz de hablar."

-"Me volví más fuerte y capaz de hablar."

-"Me volví más fuerte y capaz de hablar."

-"...."

Con mi mano tome una pequeña cantidad de aquel liquido lechoso. Cerré mis ojos con fuerza y me llevé mi mano a la boca.

En ese momento, mi Danjeon se llenó de energía rápidamente. Y no solo fue la energía que había perdido, si no que parece que se llenó a tal punto de casi reventar.

-"Uh..."

-"¿Qué pasa?"

Estaba llena de energía. Me sentía tan ligera que podía volar por el cielo.

Abrí mis ojos y grité de la emoción.

-"¡Esto es aceite sagrado!"

Lo único que aumentaba tu energía interna era el aceite sagrado.

Saque de mi bolsillo una botella de las que me había dado el abuelo verde, la vacié y la llene con el aceite sagrado.

-"Maestro, ¿qué estás haciendo?"

Preguntó el niño, inclinando la cabeza de un lado a otro.

Lamí el resto de aceite sagrado que quedo en la piedra y conteste suavemente.

-"Nunca debes de dejar la comida que te han ofrecido, de lo contrario serás castigado."

-"Pero si ya te has bebido toda el agua blanca. ¿Al maestro le gustan las piedras?"

-"...."

La cantidad de aceite público era demasiado pequeña. Así que no quería dejar nada.

Tome la botella que había llenado, la cerré bien y la guarde en mi bolso.

Aun después de cerrar mi bolso, volví a atar mi bolso unas 3 veces más. Solo para asegurarme de que no llegue a abrirse.

-'El espíritu de Imugi, aceite sagrado, ¡y la iluminación!'

Mi corazón se aceleró con la tremenda suerte.

Quería salir de aquí rápidamente y hacerle saber a Cheonma lo mucho que había crecido.

-"¿Cuánto tiempo tardaremos en llegar a donde me encontraste?"

-"Aproximadamente medio día."

-"¿Tan lejos está? ¿Aun con tu ritmo?"

-"En apariencia humana, sí."

-"¿Y en tu forma original?"

-"En poco tiempo."

Odio la idea, pero no puedo evitarlo, así que di la orden con altivez.

-"Vamos a montar la espalda de una serpiente. Transfórmate."

***

¡Boom! ¡Boom!

Un rugido estalló desde el interior del centro de entrenamiento cerrado.

Los ancianos que esperaban afuera saltaron fuera del bosque.

-"¡El campo de entrenamiento cerrado se ha derrumbado!"

-"No puede ser, entonces mi señorita..."

-"¡Cariño!"

Los ancianos gritaron y corrieron hacia el frente del campo de entrenamiento cerrado.

Tras la conmoción, el área alrededor del centro de entrenamiento quedó devastada.

Los árboles de algunas zonas fueron arrancados y arrastrados por el viento, y la tierra estaba dividida como un campo de arroz de sequía.

En lugar de la puerta, los ancianos miraron atónitos la gran roca que bloqueaba la entrada al centro de entrenamiento cerrado.

-"Eh, cómo ha pasado esto..."

-"¿Autodestrucción?"

-"Creo que tiene un olor único a carbón. Esto es un suicidio."

-"¿Qué? Eso no tiene ningún sentido."

La única manera de hacer una explosión tan grande era liberar la fuerza interna de una vez.

Para ello, tienen que recoger primero la energía, y los ancianos no pudieron percibirla.

Pero nadie notó nada. Era increíble.

El anciano blanco, que miraba el centro de entrenamiento cerrado con el corazón en vilo, levantó la mano.

-"Todos tranquilícense. La señorita está a salvo."

-"...."

Sólo entonces los ancianos se concentraron. Y como dijo el anciano blanco, el frío único de Cheorinwa se detectó débilmente.

-"¡Oh, lo sabía! ¡Sabía que mi señorita estaría a salvo!"

A partir de la exclamación del anciano verde, las expresiones de los ancianos se liberaron.

En ese momento, con un viento feroz, alguien bajó frente al centro de entrenamiento cerrado. Los ancianos inclinaron sus cabezas a la vez.

-"¡Gran maestro!"

Cheonma miró el centro de entrenamiento cerrado en silencio.

Ni siquiera preguntó qué había pasado. Simplemente busco en silencio la energía de Cheorinwa.

-"Eunyeong".

Eunyeong, que apareció como el humo, estaba inusualmente avergonzado. Sus ojos que siempre estaban tranquilos, estaban enrojecidos.

-"¿Por qué no pudiste detenerlo?"

-"Fue un plan muy elaborado. Lo siento."

Eso quiere decir que fue alguien que domina muy bien la energía. ¿Pero qué tan bueno puede ser para haber engañado a Eunyeong? Incluso a mí.

Pero entre ellos no había nadie que pudiera ser capaz de hacerlo algo tan grande.

-"Vete."

Eunyeong bajó la cabeza y desapareció. Fue un error vergonzoso para él, cuya misión era proteger a su hija.

Cheonma miró la entrada al campo de entrenamiento cerrado y dijo.

-"Voy a abrir la entrada."

Si fueras un gran maestro como Cheonma, podrías abrir la entrada sin destruir la cueva.

-"Pero primero tengo que saber dónde está mi hija, para poder evacuarla antes de empezar con el cloruro."

El Cloruro era una bola de fuego extrema que derrite todo lo que existe en un rango amplio en un instante.

Pero ningún niño con poder de hielo podía sobrevivir en ella.

A diferencia del rey rojo, el rey verde, que parecían estar avergonzados, hablaron con voz temblorosa.

-"Pero, ¿dónde se puede refugiar? Tampoco sabemos cómo es ahí dentro."

-"Y cuanto más dentro estés, más difícil es detectar la energía."

-"Si la señorita va muy adentro, será difícil encontrarla."

Los rostros de los ancianos estaban teñidos de negro por la preocupación.

Para poder salvarla, tengo que utilizar el arte de cloruro, pero para ello, ella tiene que entrar en el laberinto por su cuenta para que el cloruro no la alcance.

-"Maldita sea."

Cheonma que escuchaba la conversación de los ancianos, se mordió los labios con impaciencia.

¡Boom! ¡Boom! ¡Boom!

Mi corazón latía como un loco y no podía respirar. Mi vista se volvió negra al pensar que mi hija podría morir.

En ese momento Yeon tiro de la ropa de Cheonma sin darse cuenta.

-"¡Maestro!"

Mi mente se nublo en el momento en que supe que ella podía morir, así que mi cuerpo se movió por sí solo.

Lo único que pasaba por mi mente era que no quería que ella muriera.

Yeon volvió a hablar.

-"Conozco un camino."


Traducción: Jiho

Corrección: Jiho