Brahms, Johannes - Geistliches Wiegenlied (Canción de cuna espiritual) Op. 91, no. 2

Johannes Brahms (1833-1897)

Geistliches Wiegenlied, op. 91, no. 2

Canción de cuna espiritual

Texto original español de Lope de Vega (1562-1635)

Versión alemana de Emanuel von Geibel (1815-1884)

Traducción de esta: Saúl Botero-Restrepo

 

Texto de Lope de Vega:

Pues andáis en las palmas,

ángeles santos,

que se duerme mi niño,

tened los ramos.

 

 

 

Palmas de Belén

que mueven airados

los furiosos vientos

que suenan tanto,

no le hagáis ruido,

corred más paso,

que se duerme mi niño,

tened los ramos.

 

 

El niño divino,

que está cansado

de llorar en la tierra

por su descanso,

sosegar quiere un poco

del tierno llanto.

Que se duerme mi niño,

tened los ramos.

 

 

Rigurosos yelos

le están cercando;

ya veis que no tengo

con qué guardarlo.

Ángeles divinos

que vais volando,

que se duerme mi niño,

tened los ramos.

Versión alemana de Emanuel von Geibel

Die ihr schwebet

um diese Palmen

in Nacht und Wind,

ihr heilgen Engel,

stillet die Wipfel!

Es schlummert mein Kind.

 

Ihr Palmen von Bethlehem

im Windesbrausen,

wie mögt ihr heute

so zornig sausen!

O rauscht nicht also!

Schweiget, neiget

euch leis und lind;

stillet die Wipfel!

Es schlummert mein Kind.

 

Der Himmelsknabe

duldet Beschwerde,

ach, wie so müd er ward

vom Leid der Erde.

Ach nun im Schlaf ihm

leise gesänftigt

die Qual zerrinnt,

stillet die Wipfel!

Es schlummert mein Kind.

 

Grimmige Kälte

sauset hernieder,

womit nur deck ich

des Kindleins Glieder!

O all ihr Engel,

die ihr geflügelt

wandelt im Wind,

stillet die Wipfel!

Es schlummert mein kind.

Traducción española de la versión alemana

Vosotros que voláis

sobre estas palmas

en noche y viento,

ángeles santos,

¡aquietad las ramas!

Mi niño duerme.

Palmas de Belén,

con furioso viento,

¿cómo hoy podéis

rugir airadas?

¡No hagáis tal ruido!

Callad, bajad

suaves y blandas,

¡aquietad las ramas!

Mi niño duerme.

 

El niño del Cielo

sufre fatiga,

está cansado

del dolor terrenal.

Ahora que duerme

plácido y dulce,

calmad su pena,

¡aquietad las ramas!

Mi niño duerme.

 

Riguroso frío

sopla de arriba,

¿con qué cubriré

del niñito el cuerpo?

Ángeles todos

que vais volando

en raudo viento

¡aquietad las ramas!

Mi niño duerme.

 

                                                     *********************