Brahms, Johannes - Der Jäger (El cazador)
Johannes Brahms (1833-1897)
Der Jäger - WoO. posth. 37 no. 11
El cazador
Texto: Canción folklórica
Traducción: Saúl Botero-Restrepo
Bei nächtlicher Weil, an ein's Waldes Born,
tat ein Jäger gar trauriglich stehen,
an der Hütte hängt stumm sein güldenes Horn,
wild im Winde die Haare ihm wehen, ja wehen.
Die du dich im Träumen gezeiget mir,
traute Nixe, schaff Ruh meiner Seelen,
du meines Lebens alleinige Zier,
was willst du mich ewiglich quälen, ja quälen?
So klagt er, und rauschend tönts hervor
aus des Quelles tief untersten Gründen.
Wie ein Menschenlaut zu des Jägers Ohr:
Komm herein, so tust Ruhe du finden, ja finden.
Da stürzet der Jäger sich stracks hinein
in die Tiefe, bald ist er verschwunden,
dort unten empfaht ihn das Liebchen fein,
seine Ruh hat er endlich gefunden, ja funden
En la noche, junto a una fuente del bosque,
estaba triste un cazador,
en la cabaña colgaba mudo su cuerno de oro,
y al viento sus salvajes cabellos flotaban,
flotaban.
Tú que en sueños a mí te mostraste,
dulce ninfa, dame descanso para mi alma,
tú, único ornamento de mi vida,
¿por qué eternamente me torturas, me
torturas?
Así se lamentaba, y un clamor brotó
de lo más profundo de la fuente,
que cual voz humana al oído del cazador llegó:
Ven acá, y descanso encontrarás, encontrarás.
Se lanzó en inmediato el cazador adentro,
en la profundidad, desapareció,
allí abajo su bella amada lo recibió,
y finalmente descanso encontró, sí, encontró.
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