289 Combate Mortal

- ¡Por la puerta Oeste, ingresa Vlad Cerrón, trigésimo séptimo Campeón del Gran Anfiteatro Imperial! -

Una puerta de rastrillo se abrió en frente de Bryan y de ella emergió un guerrero completamente cubierto por una armadura de placas. No se podían ver sus facciones bajo el casco, pero sabía que no se trataba de un impostor, porque la sensación opresiva y amenazante que emitía le era bastante familiar.

Vlad Cerrón avanzó hacia el centro de la Arena y Bryan lo imitó. Cada paso se sentía bastante pesado, pues sabía que podía estar caminando hacia su muerte. Era bien consciente de que el hombre que se aproximaba quería y podía matarlo.

Bryan tenía miedo y no se sentía mal por ello. Lo normal era tener miedo. Sería estúpido no tener miedo. Lo que era imperativo era canalizar ese miedo para convertirlo en energía y no dejarse paralizar por ello. Todo o nada. Victoria o Muerte. Estaba listo para esto.

- Una vez que la barrera se levante no podrán salir hasta que uno de ustedes muera. Esta es su última oportunidad de retirarse. - Los previno un hombre que actuaba como maestro de ceremonias: - ¿Desean continuar? -

- Si. -

- Si. -

- Entonces el destino de ambos se decidirá en Combate Mortal. - Exclamó el hombre amplificando su voz con magia para que todos los espectadores pudiesen escuchar y esto arrancó una oleada de aplausos emocionados.

Nunca había sucedido que alguien se arrepintiese de participar en un combate en el Gran Anfiteatro una vez que salían a la Arena de Combate, porque la vergüenza los marcaría de por vida y toda la ciudad los tildaría de cobardes. Pero aun así siempre existía el temor.

Inmediatamente el suelo comenzó a brillar levemente, prueba de que la Matriz estaba a punto de activarse y generar la barrera junto con el terreno de combate. Los aplausos se incrementaron. La multitud estaba hambrienta de un sangriento espectáculo.

- ¡Saludad al Emperador! - Exclamó el maestro de ceremonia señalando hacia el palco imperial.

- ¡Salve, Majestad Imperial! - Dijo Bryan mirando hacia el Emperador Juliano que lo observaba atentamente junto con su hijo Antonio y toda una corte de aristócratas importantes; entonces hizo una reverencia y repitió la fórmula que le enseñó Emily: - ¡Los que vamos a morir o no, te saludan! -

Vlad Cerrón también se giró e hizo algo parecido a una reverencia, pero no dijo nada. La mayoría de los espectadores seguramente asumió que su voz no se escuchaba por su casco o por el ruido de la multitud. Pero los más experimentados se dieron cuenta de que era un desafío a la autoridad del Emperador Juliano. En el palco principal muchos aristócratas fruncieron el ceño, pero no todos. Y menos el Príncipe Antonio, que casi no consigue contener una sonrisa presumida.

Bryan no dijo nada al respecto porque esto le convenía. Cuanto más desafiase Cerrón al Emperador, mejores serían los honores si lograba vencerlo. Ahora era el momento de concentrarse. El Maestro de ceremonias se había marchado a toda prisa y la Matriz comenzaba a materializarse con todo su esplendor, modificando el entorno, encerrándolos a ambos dentro de una dimensión artificial en la que los espectadores podían ver y escuchar todo lo que sucedía en su interior, pero ellos dos no podrían ver a nadie ni recibir ayuda.

¡Vamos, dime algo!” Pensaba Bryan en su interior mirando a Vlad Cerrón: “Necesito que presumas. Tengo que provocarte antes de comenzar. ¡Intenta insultarme! ¡Vamos!

Una parte fundamental de su estrategia era alterar el ánimo de Vlad Cerrón antes de que comenzase la pelea. Si bien había planificado el combate, esto no era una coreografía y había una inmensa cantidad de factores imprevistos que podían escapar de su control. Por eso Bryan necesitaba realizar la mayor cantidad de movimientos antes de que la batalla comenzase, porque entonces sería demasiado tarde.

Finalmente, la barrera dimensional estaba lista y todo el entorno se convirtió en una gran caverna oscura apenas iluminada por algunos cuarzos resplandecientes de muchos colores. El techo se encontraba a unos ocho metros de altura y tenía varias estalactitas de las que caían gotas de agua ocasionales. Todo el espacio era rocoso, la superficie tenía bastantes secciones irregulares, pero en el centro había un gran espacio que era relativamente plano.

La primera vez que supo de este terreno fue el día que se infiltró con Emily para examinar el artefacto que generaba la barrera. Entonces pudo examinar las placas que representaban los diferentes escenarios de combate y en esa ocasión Bryan pensó que este se parecía un poco a la gran cámara de piedra donde se entrenó durante un mes con Cyrano Constantino y ahora podía confirmarlo en persona.

- Una parte de mí pensó que escaparías, Bryan el Necromante. - Dijo Vlad Cerrón con sorna en cuanto la barrera estuvo lista y desaparecieron las vías de escape. Entonces levantó la visera de su casco para poder mirar a Bryan a los ojos: - Pero has sido lo bastante estúpido como para venir a enfrentarme sólo porque el Manto Oscuro te lo pidió, así que mi preocupación estaba de más. Eres como una oveja enviada al matadero. -

Al escucharlo Bryan sonrió en su interior, aunque por fuera mantuvo una expresión indiferente. Si él mismo hubiese comenzado con los insultos, no habría tenido el mismo efecto psicológico, porque a los ojos de Vlad Cerrón (y de la mayoría) entre los dos Bryan era el joven menos experimentado. Así que todo lo que dijese podía ser descartado como una simple bravata que no debía tomarse en serio. Pero fue el propio ex Caballero quien inició el diálogo, tal como deseaba.

- Vaya, sí que sabes ladrar. ¿Pero puedes morder? - Le preguntó Bryan en tono burlón e inmediatamente añadió: - ¿Es verdad que lloraste como una perra cuando Cyrano Constantino te hizo morder el polvo un día como hoy? -

Inmediatamente las pupilas de Vlad Cerrón se redujeron y aunque su rostro parecía impasible, Bryan se dio cuenta de que el ritmo de su respiración había cambiado.

- Iba a decapitarte luego de hacerte sufrir un poco. - Susurró Vlad Cerrón con una suave sonrisa que de algún modo parecía bastante aterradora: - Pero ahora creo que primero cortaré tus piernas y luego tus brazos. Finalmente te arrancaré la carne del rostro y la arrojaré en dirección al palco de tu noviecita.

Ella habrá venido a verte. ¿Cierto? Quiero que te vea convertido en un pobre muñeco roto, sin extremidades y sin cara, como un trapo sucio que se lo lleva el viento. Puedes estar orgulloso, patético Necromante, de que una leyenda viviente como yo va a esforzarse para convertirte en un juguete para mi diversión. -

- Lo único que veo frente a mí es a un “legendario perdedor”. - Respondió Bryan sonriendo sarcásticamente gracias a que ya se imaginaba lo que Cerrón le diría y por eso consiguió mantener la calma:  - Pero no te preocupes, amigo fracasado. Porque verás, aunque me gustan las leyendas, yo siempre prefiero concentrarme en lo que es concreto y seguro.

Aquí y ahora te informo de un hecho concreto: Para cuando esto termine, tu volverás a estar en el suelo llorando… - Entonces bajó la voz para susurrar cruelmente, aunque lo hizo en un tono perfectamente audible: - Como la pequeña perra que siempre has sido. -

Vlad Cerrón no respondió nada, aunque su sonrisa se volvió más pronunciada, pero Bryan dedujo que esa expresión era tan indicativa de violencia como los arrebatos histéricos de la difunta Sigrid Bazán.

Y se demostró que no estaba equivocado, porque Vlad Cerrón se bajó la visera del casco y el Aura de Batalla color plateado estalló como una tormenta a su alrededor mientras su espada larga emergía de su vaina.

Bryan abrió los ojos con fuerza y sonrió salvajemente mientras activaba de golpe todo el poder de la Esencia Mágica en su interior, provocando que sus ojos se tornasen de color carmesí. Al mismo tiempo su Anillo Espacial resplandeció y dos espadas aparecieron en ambas manos: El Desgarrador Sombrío en la derecha, la espada hecha con metal de meteorito en la izquierda.

Entonces dio un pisotón en el suelo y avanzó con una velocidad inconcebible hacia Vlad Cerrón, con sus armas listas para desatar una serie de golpes mortales. El ex Caballero no pareció sorprenderse, porque no hizo ningún movimiento o gesto que lo diese entender, pero lo que sí sucedió fue que el brillo del Aura de Batalla alrededor de su espada se transformó en un intenso resplandor dorado que iluminó la cueva oscura como un segundo sol, justo antes de que el Sesgo Dimensional saliese disparado para partir a Bryan en dos.

*****

En las gradas había un silencio inusitado. Las personas afuera del Gran Anfiteatro Imperial, que lamentaban su mala suerte por no poder asistir o no consiguieron llegar a tiempo antes de que el edificio se llenase al máximo de su capacidad, miraban hacia esa inmensa mole de piedra, extrañados por la ausencia de aplausos, ovaciones y gritos emocionados, que usualmente resonaban hasta el punto de escucharse por casi media capital.

El motivo era la escena frente a los ojos de los espectadores.

Al principio el combate comenzó como se esperaba: Un intercambio de insultos y bravatas. El campo de batalla era una dimensión artificial, así que era posible hacer muchas cosas, como mostrar distintos puntos de vista, modificar el ritmo de las imágenes mostradas e incluso corregir la perspectiva para que los espectadores no se perdiesen de nada. Y además existía un encantamiento que amplificaba los sonidos de las voces para que fuesen audibles, aunque tardaba un poco en funcionar y por eso al principio se escuchaba entrecortado.

- … Eres como una oveja enviada al matadero. -

- Vaya, sí que sabes ladrar … ¿lloraste como una perra cuando Cyrano Constantino te hizo morder el polvo un día como hoy? -

- Iba a decapitarte luego de hacerte sufrir un poco…. cortaré tus piernas y luego tus brazos. Finalmente te arrancaré la carne del rostro… patético Necromante, de que una leyenda viviente como yo va a esforzarse para convertirte en un juguete para mi diversión. -

- Para cuando esto termine, tu volverás a estar en el suelo llorando… Como la pequeña perra que siempre has sido. -

Aunque no lo escucharon todo, la multitud reunida estaba encantada por los insultos viscerales de ambos y comenzaron aplaudiendo emocionados.

Pero entonces vieron el estallido de poder de Vlad Cerrón, que era mucho más intenso de lo que la mayoría de ellos había visto en su vida. Luego vieron algo aún más inesperado, pues el necromante, que todos esperaban invocaría una Criatura Oscura o buscaría incrementar la distancia, sacó de pronto un par de espadas mientras que su cuerpo dejaba escapar destellos de color carmesí, antes de desaparecer de su vista para precipitarse hacia Vlad Cerrón más rápido que una saeta.

Sus mentes todavía no acababan de procesar lo que veían sus ojos, cuando de pronto vieron el resplandor dorado característico de un Supremo… y muchos de ellos resbalaron de sus asientos por la sorpresa.

Estaban mudos de asombro.

El combate continuó, pero la rapidez con la que se desarrollaba era tan intensa que era muy difícil entender lo que estaba pasando. Por fortuna los magos espaciales que controlaban la barrera del Gran Anfiteatro eran bastante habilidosos y estaban acostumbrados a combates de alta velocidad, así que hicieron ajustes para compensar las imágenes, de manera que todos pudiesen distinguir mejor lo que sucedía.

Cuando lo vieron, todos los espectadores soltaron un grito colectivo de incredulidad.

*****

Bryan tenía una experiencia “de primera mano” con el poder cortante del Sesgo Dimensional y por eso sabía bien cuál era el rango de este ataque. Todavía estaba avanzando cuando de pronto dio un giro en el aire desplazándose a la derecha, sin detenerse, pero evitando por centímetros la energía cercenadora. Sin embargo, aún quedaba el problema de la onda destructiva que le seguiría debido al vació de aire.

Por fortuna ya tenía una sencilla solución para esto, que era ganarle a la onda expansiva y alejarse de su trayectoria. Esto habría sido imposible si su vuelo estuviese regido por el viento, como sucedía con los pájaros. Pero en su caso era la magia lo que lo impulsaba para avanzar aún en medio de un vacío atmosférico. Además, en ese momento su cuerpo estaba lleno de poder y también tenía un físico superior que le permitía resistir fuerzas y moverse de formas imposibles para un humano nativo de ese mundo.

De modo que Bryan esquivó rodeando la trayectoria de Vlad Cerrón y evitó por completo el daño sin dejar de reducir la distancia, pero siempre girando alrededor de su presa como un tiburón. Al mismo tiempo liberó a sus Espectros Oscuros para que observasen el entorno constantemente. Y es que su velocidad en ese momento era demasiado intensa y también lo eran las modificaciones que debía hacer para variar de curso, evitando así las rocas u otros obstáculos en su camino. En esas condiciones incluso sus sentidos sobrehumanos tenían problemas para mantenerse al día con los cambios del terreno, pero con sus criaturas podía compensar este defecto.

Por su parte el ex Caballero pareció sorprenderse por primera vez, pero luego de respirar volvió a arrojar su energía destructiva y esta vez el Sesgo Dimensional salió volando hacia Bryan con una trayectoria horizontal. De este modo su poder destructivo consiguió abarcar una zona mucho más amplia y destrozó bastante el entorno.

Sesgo Dimensional

Bryan ya había pensado en esta posibilidad, pero una cosa era su imaginación y otra muy distinta la realidad. En ese momento no tenía tiempo para meditar en lo que convenía hacer, así que aceleró hacia un lugar donde el suelo era relativamente plano y se deslizó con las piernas por delante, pegándose lo más posible para que la energía cortante pasase por encima suyo. Luego se levantó y voló hacia arriba con el mismo impulso para esquivar la onda de viento, aunque apenas lo consiguió.

Llegó hasta un lugar con muchas estalagmitas, lo cual reduciría un poco su capacidad de acelerar, pero lo ocultaría de la vista. Comenzó a moverse de lado a lado para esquivar las rocas en su camino, siempre lo más pegado al suelo posible y atento a los movimientos de Cerrón. Una sonrisa involuntaria se insinuó en sus labios cuando confirmó que su enemigo había asumido que Bryan estaría en una posición más alta cuando volvió a arrojar su movimiento asesino, lo cual le facilitó un poco el esquivarlo antes de salir de la formación rocosa, como un tigre emergiendo de la espesura en dirección hacia su presa.

Bryan se había movido tan rápido, que ahora estaba detrás de Vlad Cerrón, aunque lo separaban varios metros. Un nuevo corte fue dirigido hacia él repentinamente, pero no llevaba consigo esa característica luz dorada, así que no se trataba del Sesgo Dimensional.

Teoría confirmada. “Pensó Bryan sonriendo mientras lo esquivaba de un salto sin cambiar de dirección, porque sabía que el viento no vendría detrás.

- ¡¿Cómo?! - Exclamó Vlad Cerrón sorprendido y retrocediendo por primera vez con su espada preparada.

La sorpresa del ex Caballero era porque Bryan había conseguido ponerse detrás suyo sin que él lo notase. Uno tenía que reconocer su increíble habilidad: Antes incluso de sorprenderse, Vlad Cerrón había atacado. Solo después se permitió lanzar su exclamación.

Muy pocos sabían del poder especial para la detección de enemigos que poseía Vlad Cerrón, pero los escasos sobrevivientes que intentaron asesinarle y sobrevivieron, concluyeron que era imposible tomarlo por sorpresa, porque el miserables siempre sentía las miradas malintencionadas sobre su persona, y luego localizaba al enemigo en menos de un segundo. Pero Bryan había conseguido llegar de tras suyo y Vlad Cerrón no lo sintió venir hasta que estuvo ahí.

- ¿Cómo hizo eso? - Se preguntó Cerrón: - ¿Y cómo es posible que sea tan rápido? -

La única respuesta de Bryan, que se había detenido un instante para respirar, fue sonreír y entonces desapareció por un segundo. Vlad Cerrón se demoró menos de un suspiro en asimilar que su oponente había vuelto a incrementar aún más su ya vertiginosa velocidad, cuando tuvo un presentimiento, así que cambió el agarre de su espada para sujetarla con una mano, incrementando así su rango al máximo. Entonces se dio la vuelta justo a tiempo para interceptar un tajo vertical contra su cabeza. Ese corte de Bryan lo habría alcanzado si se hubiese demorado un instante.

En ese momento consiguió ver el rostro de Bryan y resopló a pesar suyo por la astucia de su oponente.

Bryan tenía los ojos cerrados.

Sin embargo, Vlad Cerrón seguía siendo uno de los combatientes más poderosos y experimentados. Sus instintos funcionaban incluso cuando su habilidad para percibir al oponente estaba fuera del juego y también ocurría lo mismo con sus reflejos. Así que no perdió tiempo e inmediatamente cambió su postura a toda velocidad para arrojar un tajo diagonal desde abajo, con la intención de golpear las piernas de Bryan.

Pero a pesar de que tenía los ojos cerrados, Bryan dio un salto en el instante correcto e hizo una vuelta de campana por encima de la cabeza de su oponente. Ahora ambos estaban espalda contra espalda, solo que Vlad tenía los pies en el suelo y los de Bryan apuntaban al techo. Aun así, Bryan consiguió girar en medio del aire para lanzar una terrible estocada recubierta de Fuego Glacial púrpura contra la nuca del ex caballero. Solo que este ya había girado y se protegió usando el dorso de su mano izquierda cerrada en puño, que por estar reforzado con placas de armadura y el Aura de Batalla resultaba casi tan duro como el mejor de los escudos y consiguió resistir el aguijón del Desgarrador Sombrío.

Por supuesto esto significaba que su mano derecha, con la que sujetaba la espada, estaba libre. Con ella lanzó un tajo horizontal para cortar a Bryan por la mitad, más para su sorpresa este se alejó volando hacia el techo primero.

- Espectros Encadenados. -

Varias decenas de fantasmas con forma de criaturas esqueléticas, que parecían tener cuerpo de serpiente y cabeza de felino, avanzaron en sucesión como los eslabones de muchas cadenas en dirección a Vlad Cerrón, quien inmediatamente comprendió que se trataba de un ataque espiritual, así que la física sola no podría desviarlo. De modo que se concentró y arrojó su Aura de Batalla como una oleada resplandeciente que destruyó a los espectros, aunque esto no fue inmediato.

En ese momento Bryan podría haber atacado, pero eligió no hacerlo. Antes bien se agachó en cuclillas mientras observaba y recordaba los movimientos de Vlad Cerrón para asimilarlos. Ya sabía de antemano que una puñalada por la espalda jamás mataría a un combatiente tan experimentado, así que su propósito principal no era realmente emboscarlo, aunque le hubiese encantado que su oponente se confundiese y pensase que este realmente era su objetivo.

Eso lo haría cometer errores.

Bryan respiró con fuerza. Los movimientos que estaba haciendo le exigían a su cuerpo todas sus capacidades y se parecía mucho a un ejercicio anaeróbico, así que necesitaba el oxígeno. Su corazón estaba latiendo con todas su fuerzas. Sabía bien que si cometía una sola equivocación perecería.

¿Cómo era posible que Bryan estuviese moviéndose de esta manera? Incluso con sus habilidades semejante velocidad y sobre todo la maniobrabilidad debería ser imposible.

Este era el resultado de la combinación de dos magias para volar, necromancia y demoníaca, junto a sus capacidades físicas. Todos los Archimagos podían usar Magia de Levitación, pero Bryan no le prestó mucha atención a este hechizo porque su Arte del Noveno Diagrama Celeste tenía más velocidad y movilidad. Sin embargo, cuando se entrenaba en el Bosque Oscuro, descubrió que, si usaba la Levitación para oponerse a la fuerza de gravedad, entonces podía concentrar toda la magia del Diagrama Celeste únicamente en los actos de acelerar en el aire y cambiar la dirección.

¡De este modo su velocidad de vuelo se triplicaba!

Sin embargo, moverse tan rápido excedía incluso lo que sus poderes de percepción eran capaces de procesar. Las imágenes que veía se distorsionaban mucho cada vez que cambiaba bruscamente de rumbo y no podía controlarlo del todo.

Lo peor era que ni siquiera el triple era suficiente para sobrevivir al Sesgo Dimensional.

La respuesta que encontró para solucionar el problema era volar lo más cerca posible del suelo, impulsándose usando sus piernas. Y también patear una superficie bastante dura cuando quería cambiar de dirección bruscamente, lo cual le daba ese impulso final que necesitaba. Para una persona común podía parecer que estaba corriendo a gran velocidad, pero en realidad se deslizaba por el aire y usaba el entorno para cambiar de dirección. Aun así, se golpeó muchas veces contra los árboles antes de conseguir apenas un poco del control que necesitaba.

Ese fue uno de los motivos que lo llevó a elegir este campo de batalla: Conocer el entorno perfectamente era indispensable para que su técnica de movimiento, que bautizó como “Paso Sombrío”, pudiese ser ejecutada. Al estar dentro de una caverna tendría varias superficies rocosas a su alrededor, incluso en las paredes o el techo, que podía usar para propulsarse y cambiar de dirección. Tampoco había vientos inesperados que alterasen su curso. Y la oscuridad del entorno dificultaba más que Vlad Cerrón lo viese con claridad, evitando que este pudiese seguir del todo sus movimientos.

Por supuesto que incluso esto habría sido inútil sin la constante vigilancia de los Espectros Oscuros. Ellos no solamente le permitían saber en tiempo real su propia ubicación en el entorno y la de su oponente, mucho mejor de lo que podría con sus propios ojos; sino que además le ayudaban a moverse con los párpados cerrados, evitando así la detección de su enemigo, que se basaba en sentir su mirada.

Vlad Cerrón terminó de destruir a los Espectros Encadenados, pero tampoco atacó de inmediato. No estaba cansado, pero necesitaba asimilar lo sucedido. El joven que lo enfrentaba prefería usar dos espadas para atacarlo a pesar de ser un mago, lo cual de por sí ya era tan inesperado que resultaba absurdo. Pero además se estaba moviendo con una rapidez inconcebible que incluso lo superaba a él. Vlad Cerrón también podía moverse muy rápido, pero no demasiado lejos ni durante tanto tiempo.

Además, las espadas que estaba usando su oponente eran extrañas, porque la más grande, la que bloqueó primero, le dejó la mano un poco entumecida, lo que significaba que era excesivamente pesada. En cambio, la pequeña le pareció un poco más normal al bloquearla, pero la punta extremadamente afilada llegó a sentirse sobre su piel. Además, el extraño encantamiento que la recubría le dejó helada la mano, a pesar de la protección de su Aura de Batalla.

Antes del encuentro había escuchado informes sobre Bryan, pero las habilidades que estaba demostrando excedían bastante incluso a sus proyecciones más exageradas. Además, este joven estaba peleando con los ojos cerrados, lo que significaba que sabía sobre sus habilidades de percepción.

Pero más importante que eso: Bryan no mostró la más mínima vacilación ante el brillo dorado de su Sesgo Dimensional, como si ya supiese que él era un cuasi Supremo. Se suponía que ese día era la primera vez que lo mostraba en público, pero el joven en frente suyo no solamente conocía su técnica, sino que incluso ya tenía una estrategia para contrarrestarla.

En su imaginación apareció por primera vez la posibilidad de que quizá pudiese perder este encuentro. Era minúscula y casi imposible, pero existía. Quizá el payaso en frente suyo realmente pudiese tener una oportunidad de vencerlo.

Un sudor frío recorrió su espalda.

La humillación que sufrió frente a Cyrano había sido terrible, pero en cierto modo aceptable, porque se trataba de un oponente que lo superaba evidentemente. Pero si perdía contra un Archimago que estaba dos reinos por debajo suyo…

¡Ridículo! ¡El ridículo caería sobre mí! ¡Yo! ¡¿Yo en ridículo?!” Pensó Vlad cerrón y debajo de su casco su expresión se desencajó por la furia al mismo tiempo que cambiaba el agarre de su espada para sujetarla con ambas manos, el signo más claro de que iba a ejecutar su Sesgo Dimensional.

 - ¡No! ¡Antes morir! - Gritó en el momento en que se lanzó al ataque.

*****

EN EL PALCO IMPERIAL

- Impresionante. - Susurró el Emperador Juliano Augusto Máximo sentado majestuosamente en su trono, desde donde observaba todo lo que sucedía, tanto en la Arena de Combate como en su palco: - Honestamente creí que el Maestre Cándido estaba exagerando, pero en realidad no le hizo justicia a este joven. ¡Tiene poderes impresionantes! -

- ¿Cómo es posible que se pueda mover a esa velocidad? ¡Tengo problemas para comprender el combate! - Comentó el Senador Cornelio que había sido invitado por el emperador: - ¿Es posible ajustar más las imágenes de la matriz? -

- No, excelencia. - Respondió un sirviente que servía como contacto entre el palco y los encargados de controlar todo en el Gran Anfiteatro: - La matriz ya está funcionando al máximo de su capacidad para ajustar el tiempo. No podemos ralentizarlo más. -

- La rapidez con la que se mueven es inconcebible. - Dijo el Senador admirado.

Los aristócratas en el palco lanzaron exclamaciones similares de asombro. Todos menos uno. El Príncipe Antonio permanecía en silencio, tratando de mantener un comportamiento impasible. Pero sus labios se habían convertido en una fina línea por lo mucho que los estaba apretando. Se suponía que Vlad Cerrón vencería fácilmente y entonces él podría presumir de forma indirecta acerca de cómo el ex Caballero era uno de sus hombres, asustando de ese modo a todos en el palco, sobre todo a su padre, que estaba perdiendo poder político. De ese modo no tendría que rendir explicaciones sobre muchas cosas, como la presencia del propio Cerrón.

Pero esto solo funcionaría siempre y cuando Vlad Cerrón ganase.

El príncipe Antonio hizo un esfuerzo para controlar su respiración mientras se humedecía los labios. Las cosas estaban alejándose del escenario que imaginó al principio y esto no le gustaba para nada.

- Por cierto, querido hijo. -

Finalmente escuchó esas palabras que no deseaba oír.

- ¿Si, padre? -

- Cuando le ofreciste un indulto a Vlad Cerrón sin consultarlo conmigo, te dije que lo discutiríamos más tarde. -

- El emperador es siempre infinitamente generoso con todos. - Respondió Antonio sonriendo amablemente: - Aceptó darme la oportunidad de explicarle en un momento conveniente. -

- Sí, aunque mi paciencia también tiene un límite, querido hijo. - Continuó Juliano, cogiendo de forma distraída unos frutos secos que le acercaban unos esclavos. Se introdujo la comida en la boca mientras observaba al príncipe, que, sentado muy firme en su trono, mantenía ahora la mirada fija en el combate entre Bryan y Vlad Cerrón que volvía iniciar. El emperador volvió a hablar sin dejar de mirarlo: - Sí, también la paciencia de un padre tiene límites. -

El Príncipe Antonio suspiró y pareció relajarse un poco.

- Está claro que no es inteligente abusar de la paciencia de mi padre Imperial. - Dijo Antonio entonces: - Y mucho menos sensato es despertar su ira. -

- Exactamente, hijo mío. Veo con alegría que el Segundo Príncipe me entiende a la perfección. -

Antonio decidió no tensar más la cuerda aquella jornada. No era el momento. Podía sentir la rabia de su padre y tenía claro que la situación no estaba bajo su control. Si tan solo Vlad Cerrón hubiese ganado en los primeros minutos las cosas serían a la inversa, pero de momento era mejor no seguir por ahí.

Emperador Juliano en el palco imperial

Por el contrario, Juliano prosiguió con su ataque.

- Vlad Cerrón es un cuasi Supremo. No mencionaste ese detalle en tu informe. -

- Si, para mí también ha resultado ser una sorpresa. - Dijo Antonio como si estuviese admitiendo una torpeza, aunque sonrió: - Pero eso lo vuelve un activo importante que deberíamos conservar y no ofrecer a otros países. -

- Me extraña este descuido tuyo. - Dijo Juliano alzando una ceja, dando a entender con ello que no creía ni media palabra: - Por más que lo recomiendes como un activo para el imperio. Si te engañó a ti, quién le permitió volver a pesar de sus crímenes, ¿qué garantía tenemos de que no nos traicionará? Debes tener cuidado, querido hijo. - Agregó volviéndose a mirar el combate sin dejar que Antonio pudiese contestar. Realmente quería castigarlo, pero no tenía suficiente poder político para hacerlo sin que la facción que lo respaldaba se lo impidiese. De modo que se limitó a decir: - La gente podría asumir que el Segundo Príncipe no tiene madera de gobernante, si te engañan así de fácil. -

Antonio solamente pudo tragarse la humillación en silencio.

EN LA ARENA DE COMBATE

Tras esquivar el Sesgo Dimensional Bryan aceleró al máximo nuevamente, deslizándose con los ojos cerrados para evitar que Vlad Cerrón lo sintiese y se posicionó a su espalda. Pero su oponente ya se esperaba esto y estaba constantemente girando sobre su propio eje a intervalos, de manera que era difícil saber cuándo aproximarse.

Por ese motivo Bryan atacó primero con la espada pesada para debilitar la defensa de Cerrón un instante, usando un doble giro y luego lanzó una estocada con el Desgarrador Sombrío el cual estaba imbuido del Fuego Glacial Místico púrpura.

El Aura de Batalla del ex Caballero era mucho más fuerte que la de Odón Ascher y sabía que no podría congelarlo completamente, pero el frío estaba haciendo algo de efecto y además era preferible usar este poder en un espacio cerrado.

Vlad Cerrón reaccionó contraatacando con su espada, usando un corte ascendente, pero Bryan consiguió contrarrestarlo y volvió a alejarse justo antes de que la espada larga de su oponente resplandeciese con el brillo dorado letal.

Bryan notó entonces que el ex Caballero soltaba una maldición de forma involuntaria. Ese último movimiento suyo le reveló a Vlad Cerrón que Bryan conocía el estilo de Cyrano Constantino de defensa y ataque, lo cual había vuelto a sembrar dudas en el corazón de su oponente.

 Era el momento del siguiente paso.

En su mente tenía bien presente las palabras del niño como si estuviese ahí mismo, hablándole a su costado:

“Entonces te diré el punto débil de Vlad Cerrón. En realidad, son dos: Primero, tiene un sentido especial que le hace darse cuenta inmediatamente si alguien lo mira con malas intenciones y puede localizar su posición exacta a trescientos metros de distancia.”

“Afortunadamente este don no funciona si tienes los ojos cerrados o si usas tus Espectros Oscuros para verlo, aunque sentirá que lo están vigilando y se pondrá alerta.”

“Su Segunda Debilidad es que su Sesgo Dimensional es una técnica demasiado especializada. Después de ejecutar uno, Vlad Cerrón necesita un intervalo de siete segundos antes de usarlo nuevamente o podría sufrir un terrible retroceso.

Además, ese tiempo de espera puede duplicarse si no tiene la postura correcta cuando la ejecuta. No es un margen muy grande, pero puedes aprovecharlo si te mueves a altas velocidades. Pero me refiero a mucho más rápido de lo que has conseguido hasta ahora. ¡Tendrás que ingeniar una solución!”

Bryan sonrió mientras saltaba de roca en roca, zigzagueando alrededor de Vlad Cerrón para atacarlo cada vez que podía con la técnica de Cyrano y enfriándolo con cada contacto. Pero a pesar de la velocidad de Bryan, el tiempo de reacción de Vlad era impresionante y consiguió desviar, bloquear e inmediatamente contraatacar a cada golpe, motivo por el cual Bryan solamente podía hacer contacto con su oponente una vez, antes de tener que retirarse inmediatamente para no ser cortado por la mitad.

Vlad Cerrón tenía Aura de Batalla y Bryan no. Solamente necesitaba tocarlo una vez para derrotarlo y ambos lo sabían.

Sesgo Dimensional.

La luz dorada cortante vino en horizontal hacia él en el instante en que retrocedió un poco más de lo necesario, pero Bryan consiguió arrastrarse por debajo y entonces comenzó a contar.

7…

6…

- ¡Niebla Negra! - Gritó Bryan desapareciendo entre la neblina oscura, con los ojos cerrados para no ser detectado.

4…

3…

2…

Repentinamente Bryan salió a toda velocidad por la espalda de Vlad Cerrón y se acercó todo lo posible. En ese momento abrió los ojos como si fuese atacar.

El ex Caballero sintió la mirada maliciosa detrás suyo y se giró como una serpiente lista para morder a su presa, pero aún le faltaba un segundo para poder usar su mejor técnica, de modo que inconscientemente miró a Bryan a los ojos antes de cortarlo.

Y en ese mismo instante un resplandor misterioso, que no tenía nada que ver con la magia demoníaca, brotó de la mirada de Bryan para dirigirse directamente hacia las pupilas de Vlad Cerrón, quien de súbito sintió que su cuerpo se volvía bastante pesado y sus músculos se acalambraban. Fue tan solo un segundo, pero sirvió para que su Sesgo Dimensional saliese ligeramente desviado cuando blandió su espada y Bryan consiguió esquivarlo con un poco más de facilidad.

Así fue como por primera vez consiguió llegar a cinco metros de Vlad Cerrón cuando este no había preparado del todo su guardia. Bryan inmediatamente arrojó al Desgarrador Sombrío contra su oponente para golpearlo, pero no con la punta, sino con el pomo.

El motivo era el Aura de Batalla, que generalmente protegía todo el cuerpo de los Caballeros, aunque en caso de un ataque repentino ellos generalmente concentraban esa energía en proteger los lugares donde su armadura fuese más vulnerable, como el bajo vientre, el cuello, las axilas o las rodillas.

Por supuesto que un Gran Caballero cuasi Supremo como Cerrón no tenía necesidad de hacer esto, pero conservaba el instinto que era muy difícil de cambiar.

El hombre es un animal de costumbres, después de todo.

Vlad Cerrón asumió que Bryan estaba usando su espada como arma arrojadiza con la intensión de atravesarle el estómago y rápidamente defendió ese lugar con su energía. Pero el verdadero objetivo del necromante era la placa del pecho, por eso usó el pomo para tener más poder contundente.

El plan de Bryan era algo muy diferente. Porque esta vez el Desgarrador Sombrío no resplandecía con la llama púrpura, sino con la carmesí del fuego abrasador, la cual se desató con todo su poder en el momento en que el arma mágica hizo contacto.

En general es más difícil enfriar algo que calentarlo. Por eso Bryan se había tardado dando esos golpes con fuego congelante. Pero ahora que la armadura helada de Vlad Cerrón fue expuesta repentinamente a una magia super caliente… ocurrió una explosión.

Vlad Cerrón salió disparado varios metros, aunque consiguió recuperarse aún en el aire y aterrizó de pie, como si apenas hubiese sufrido daños. Su armadura también se veía bastante bien a pesar de lo que había sufrido, lo cual revelaba su excelente calidad. Pero, aunque se movía por instinto, el ex Caballero parecía un poco mareado y además estaba rodeado por una nube de vapor que le impedía ver bien.

Al mismo tiempo estaba Bryan, que también fue sacudido por la explosión, aunque no tanto, porque a propósito se mantuvo un poco alejado. Por eso ya había saltado para atrapar en el aire al Desgarrador Sombrío y ahora volvía a atacar a su presa para incrementar el daño antes de que su oponente pudiese recuperarse del todo.

A la multitud en el exterior les parecía que la puntería y precisión de Bryan eran increíbles por haber arrojado su arma de ese modo, contra semejante enemigo y aun así conseguir recuperarla de un modo casi instantáneo. No sabían que el Desgarrador Sombrío era controlado por la mente de su dueño. Los aplausos por la pericia de Bryan y la forma en que Vlad Cerrón había conseguido sobrevivir fueron realmente estruendosos. ¡Nunca habían visto un enfrentamiento como este y el público estaba completamente embelesado con ambos combatientes!

Por su parte, Bryan no estaba demasiado sorprendido de que Vlad Cerrón hubiese sobrevivido sin apenas daños a la explosión de vapor, porque también estaba dentro de sus predicciones. Sabía que se trataba de un oponente formidable al que no podría matar por métodos normales. Esto solamente había sido un paso más de su estrategia largamente pensada.

Vlad Cerrón aún estaba retrocediendo por culpa de la onda expansiva cuando vio que Bryan venía directamente hacia él. De modo que clavó la punta de su espada en el suelo para obligar a su cuerpo a detenerse y con la misma postura aprovechó para bloquear el ataque frontal de la espada pesada de Bryan, así como el siguiente tajo a su espalda que el Necromante le arrojó después de volar nuevamente por encima de su cabeza para posicionarse fuera de su vista.

Bryan seguía saltando e impulsándose con el entorno a velocidades impresionantes. Pero Vlad Cerrón acabó dándose cuenta de que el Necromante necesitaba patear las superficies para acelerar o cambiar de rumbo, así que comenzó a observarlas para predecir su trayectoria.

Pero cuando estaba a punto de liberar su Sesgo Dimensional tuvo que mirar a Bryan a los ojos y este le devolvió la mirada.

Inmediatamente volvió a sentirse acalambrado. Esta vez eligió cancelar su ataque para asumir una postura defensiva justo a tiempo, porque Bryan ya estaba volando directamente hacia él, propulsándose desde el techo, para golpearlo con su espada pesada. Vlad Cerrón interceptó el golpe bloqueando hacia arriba, pero la fuerza de ambas armas acabó generando una terrible onda de impacto, que rompió el suelo donde el ex Caballero se paraba y por un momento el polvo de las rocas los cubrió a ambos.

Unos instantes después, Vlad Cerrón salió retrocediendo a toda velocidad de la nube de tierra para esquivar la mortal mordedura de una inmensa Sierpe del Abismo.

Vlad salió disparado varios metros pero aterrizó de pie...

Nota del Traductor

Hola amigos, soy acabcor de Perú, donde tal vez tengamos políticos muy corruptos, pero al final estos SIEMPRE acaban presos. Es miércoles 26 de abril del 2023 y cumplo años este sábado. Un año más cerca de mi muerte… ¡Yeee!

Bueno, este capítulo fue bastante intenso y dinámico. Ni siquiera hablaré del original porque el concepto es completamente diferente. Se que muchos se preguntarán porque no hay Criaturas Oscuras hasta el final, pero hay un motivo para esto y se explicará en el siguiente capítulo. ¡Es todo parte de la diversión!

La frase “Los que van a morir te saludan” que vemos en las películas de gladiadores en realidad no es verdadera, en el sentido de que no era una regla decirla antes de un combate a muerte. En cierta ocasión unos condenados a muerte saludaron de este modo al Emperador Claudio y cuando dijeron la parte de “vamos a morir…” el bueno de Claudio los interrumpió añadiendo “o quizá no” a la frase. Yo la coloqué completa como un tributo a este personaje histórico.

Lo cierto es que he estado muy ocupado e imaginar todo esto no ha sido fácil, pero espero que se sintiese como una pelea de anime, porque ese era mi objetivo. Conseguir las imágenes no ha sido para nada sencillo, pero al final creo haber logrado algo bastante interesante.

Algunos físicos me dirán que una explosión de vapor no funciona así. Lo sé bien. Pero es fantasía, así que puedo tomarme algunas licencias. Me costó bastante pensar en los motivos de cada paso en el combate de Bryan con Vlad Cerrón, pero no ha sido nada sencillo y me disculpo si hay alguna incoherencia.

Pero déjame saber tu opinión en los comentarios: ¿Qué te pareció la batalla? ¿Se entendió todo lo que sucede? ¿Qué les parecieron los diálogos? ¿Y la tensión entre el emperador y su hijo? ¿Qué opinas del plan de Bryan? ¿Pareció creíble?

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¡Nos vemos en el siguiente capítulo!