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- ¿Qué…? ¡¿Qué es esto?! - Exclamó Bryan asombrado.
Se encontraba en un vasto espacio que parecía desmoronarse y reconstruirse a su alrededor. El suelo bajo sus pies era duro e irregular, como si fuese una roca toscamente tallada. A su alrededor, podía ver varias plataformas flotantes similares a la que se encontraba, como grandes rocas suspendidas en el aire que no eran afectadas por la gravedad. Todas parecían moverse a un ritmo extraño, desplazándose de forma casi imperceptible, como si respondieran a una fuerza invisible. Más allá, todo el horizonte estaba envuelto por una niebla espesa que se agitaba como una cortina al viento, desdibujando las fronteras entre lo que existía y lo que no.
Sin embargo, lo que más le desconcertaba era el cielo. En lugar de estar claro o nublado, sobre él se extendía un vasto patrón caleidoscópico. Colores vibrantes y formas geométricas se entrelazaban o expandían en un vaivén continuo, creando una danza de luces que cambiaba gradualmente. Cada destello parecía un latido y cada cambio en el patrón reflejaba una alteración en el ambiente que rodeaba a Bryan. De alguna manera, sintió como si ese patrón tuviera una conexión directa con lo que sucedía a su alrededor, como si al moverse, también pudiera manipular lo que sucedía en el mundo bajo sus pies.
Incluyendo el suyo, Bryan conocía tres conjuros de clase Dominio, pero nunca antes había visto uno que modificara el entorno de esta manera. Era como si una dimensión completamente distinta se hubiera manifestado a su alrededor, una que no podía reconocer ni comprender. Un cosquilleo de incertidumbre comenzó a recorrerle la piel, pero intentó no dejarse dominar por la sensación.
Pensando en obtener más información, Bryan decidió mirar hacia arriba para examinar el misterioso patrón caleidoscópico, pero en ese mismo instante, su cabeza se volteó hacia abajo.
- ¿Eh? -
Nuevamente trató de levantar la mirada, pero de inmediato descubrió que algo no estaba bien. Cuando quiso mover el cuello, sus pies empezaron a retroceder, y antes de que pudiera entender lo que sucedía, se tropezó. Su instinto lo llevó a poner las manos hacia adelante para amortiguar la caída, pero su cara golpeó el suelo de lleno porque de algún modo sus manos se levantaron sobre su cabeza, como si hubiera intentado darse un clavado contra la fría piedra.
- ¡¿Por qué ocurre esto?! - Exclamó mientras trataba de levantar su frente del suelo.
La respuesta llegó desde lo alto, como un eco lejano, pero claro.
- Arriba es abajo, derecha es izquierda, atrás es adelante y viceversa. - La voz de Dean Emma resonó, mientras su figura levitaba a unos diez metros sobre él, suspendida en el aire sin mostrar esfuerzo alguno: - Quizá no lo sepas, pero la debilidad más grande de la Magia Espacial es que no es muy buena para ejecutar o contrarrestar hechizos que alteren la mente de los enemigos sin recurrir a procesos muy complicados. La dirección y la distancia son factores cruciales para nuestro arte, así que generalmente somos vulnerables a las ilusiones de otros magos. Este Dominio Inmensurable compensa precisamente eso, generando un hechizo constante que afecta a todos los que están atrapados dentro, haciendo que confundan las direcciones y las medidas. -
Bryan no pudo evitar luchar para mirar a su alrededor, tratando de encontrar alguna forma de orientarse, pero de algún modo acabó rodando en el suelo hasta quedar boca arriba. Emma continuó, su voz resonando con una calma perturbadora.
- En realidad, la extensión de este Dominio no es tan grande. Para escapar de él, solo tendrías que atravesar el muro de niebla que lo limita. - Dijo, haciendo una pausa: - Pero, ¿podrías hacerlo con los sentidos completamente desorientados a este punto? La palabra “Inmensurable” de mi Dominio no significa que sea verdaderamente infinito, sino que es imposible para los atrapados medir su extensión. No puedes escapar de lo que no puedes percibir. -
Bryan apretó los dientes y canalizó su Esencia Mágica, llevándola directamente a su mente en un intento desesperado por rechazar el efecto del hechizo. Durante unos momentos, creyó que había logrado resistir, pero pronto entendió que Emma no había exagerado. El efecto desorientador no solo era potente, sino que se ejecutaba de forma constante.
Al comprender que liberarse del hechizo era imposible, Bryan optó por un enfoque distinto. Concentrándose al máximo, comenzó a reinterpretar las señales que sus sentidos le enviaban. Si avanzar significaba moverse en diagonal hacia la derecha, ajustaría sus pasos. Si la derecha era ahora hacia atrás, adaptaría su postura. Con movimientos lentos y cautelosos, empezó a descifrar la lógica detrás de la confusión. Después de un esfuerzo titánico, consiguió ponerse de pie, aunque seguía tambaleándose.
Emma, que observaba desde lo alto, arqueó una ceja con una mezcla de sorpresa y admiración.
- Asombroso. - Declaró, cruzándose de brazos: - Normalmente, solo los Caballeros más hábiles logran reajustar su percepción tan rápido. Sin embargo… - La rectora extendió una mano hacia el cielo, y el patrón caleidoscópico comenzó a girar de nuevo, sus formas y colores transformándose en un espectáculo hipnótico y vertiginoso: - …este hechizo tiene una contramedida para ellos. -
En el instante en que el cielo cambió, Bryan sintió cómo todo lo que había logrado reorganizar en su mente se desmoronaba. Su equilibrio se perdió al instante, y las señales que ya había comenzado a interpretar ahora parecían más confusas que nunca. Un mareo repentino lo obligó a caer de rodillas mientras la confusión volvía a apoderarse de él.
- ¡Maldita sea! - Gruñó con frustración, apoyando sus manos a duras penas en una plataforma irregular para evitar caer del todo nuevamente.
Respirando con dificultad, llegó a una conclusión: no podía confiar en sus sentidos. Entonces, cerró los ojos con fuerza y cambió de estrategia. Dado que no podía confiar en sus sentidos, tendría que ignorarlos por completo. Se forzó a bloquear todas las señales de su entorno, dejando que su percepción mágica se convierta en su único faro.
Su intención era orientarse únicamente por el poder mágico que emanaba de la rectora.
Emma soltó una carcajada, genuinamente impresionada.
- ¡Eso es! Una respuesta rápida y precisa. Ignorar tus sentidos y depender de la percepción mágica es el único camino lógico. Pero ahora que lo sabes… inténtalo. Trata de atacarme. -
Bryan no esperaba que ella terminara de hablar. Inhaló profundamente, ignorando el vértigo que todavía luchaba por derribarlo, y comenzó a conjurar con los ojos cerrados. Tres Lanzas de Hueso aparecieron en frente suyo, flotando con un leve brillo pálido. Bryan calculó con cuidado, sintiendo el flujo de la magia en el aire, y las disparó una detrás de otra con toda su fuerza hacia donde sentía que Emma estaba.
La primera jabalina falló, pasando a varios metros de distancia. La segunda se desvió aún más lejos. Pero la tercera salió disparada hacia su objetivo. Por un momento, Bryan sintió una chispa de esperanza. Sin embargo, justo cuando la jabalina surcaba el aire, el patrón caleidoscópico volvió a cambiar. Una nueva sensación de vértigo lo sacudió, y Bryan comprendió lo que eso significaba.
Un segundo después, un sonido seco llenó el aire: algo sólido siendo perforado.
Cuando por fin se atrevió a entreabrir los ojos, un escalofrío le recorrió el cuerpo. La Lanza de Hueso estaba clavada justo enfrente de él, apenas a unos centímetros de su cuerpo.
Emma sonrió suavemente desde lo alto, su figura era apenas visible contra el caleidoscopio del cielo, pero en ese momento a Bryan le parecía gigantesca:
- Mis felicitaciones, Bryan. Has demostrado mucha tenacidad, pero aquí dentro, los vectores de tus ataques me pertenecen. Cada flecha, cada hechizo, cada movimiento… todo vuelve a ti. Este es el más grande poder de mi Dominio Inmensurable. -
No importaba qué tipo de ataque se intentase: Magia, Aura de Batalla o un simple golpe físico. En todo combate, la mitad del esfuerzo residía en generar el poder necesario para causar daño, mientras que la otra mitad se centraba en definir la dirección correcta para que el golpe conectara con el objetivo. Generalmente, ambos procesos ocurrían de forma casi simultánea, en un delicado equilibrio ajustado por la voluntad del atacante. Pero cualquier intento de definir esa dirección era inútil.
En el Dominio Inmensurable, no solo era imposible ajustar la dirección de un ataque, sino que incluso si lo lograbas, la dirección podía ser revertida o alterada al antojo del Mago Espacial. Era una jaula sin barrotes, donde cualquier intento de dañar a Emma se volvía en contra del oponente.
En pocas palabras… atacar era imposible.
Cada vez que el patrón caleidoscópico en el cielo cambiaba, ajustaba tanto los vectores de los ataques como la percepción de los sentidos, operando como un único mecanismo de control absoluto. Incluso si uno sabía en dónde estaba la salida, jamás podría alcanzarla en esas condiciones.
Eso significaba que huir también era imposible.
Aquellos atrapados en el interior de este Dominio no podían hacer otra cosa más que soportar los ataques de su invocador, sin que pudiesen devolver el golpe. No solo incapacitaba a sus víctimas; las despojaba de toda esperanza. Era por eso que el Dominio de los Magos Espaciales era conocido por un apodo muy particular.
- La Cárcel Definitiva... - Murmuró Bryan aterrado.
Desde las alturas, Emma sonrió al oírlo.
- ¡Ah, conoces ese apodo! - Exclamó con aparente satisfacción: - Veo que no has descuidado tus deberes. -
Su tono era tranquilo, pero sus palabras llevaban un peso aplastante.
- La Magia Espacial es principalmente táctica. - Continuó, como si diera una lección: - Nos cuesta más que a otros magos reunir la Fuerza Mental necesaria para ejecutar hechizos devastadores directamente sobre el enemigo. Pero con este Dominio… nada de eso importa. Incluso si nuestro adversario es más poderoso, podemos retenerlo aquí tanto como queramos. -
Bryan alzó la mirada hacia el cielo, donde el caleidoscopio seguía girando lentamente, como una maquinaria divina que dictaba las reglas de ese espacio. Apretó los dientes, mientras su mente buscaba desesperadamente una salida, pero cada intento era como chocar contra un muro invisible.
Emma observaba sus esfuerzos con una mezcla de respeto y diversión.
- El oponente más fuerte que tuve encerrado aquí fue un dragón que intentó atacar la capital hace varios años. - Comentó con tono casual, como quien recuerda una anécdota lejana: - Recuerdo que resistió durante mucho tiempo y estaba seguro de que al final ganaría, confiando en que sus escamas lo protegerían lo suficiente para que mi Fuerza Mental se agotara y el Dominio desapareciera. -
Hizo una pausa deliberada, disfrutando del impacto de sus palabras.
- Debo reconocer que esa bestia era increíblemente inteligente, pero, lamentablemente, ignoraba algo fundamental: las propiedades de los Dominios. ¿Recuerdas la Ejecución Irrefutable? -
Sin esperar respuesta, Dean Emma agitó una mano con elegancia, y al instante, cientos de discos de energía de medio metro de diámetro aparecieron flotando a su alrededor. Bryan los reconoció de inmediato: se trataba del conjuro Gravitón. Estas estructuras mágicas podían disparar rayos que aumentaban drásticamente la fuerza gravitacional al impactar, provocando un efecto similar al devastador golpe de una catapulta. Aunque no eran tan poderosos como un hechizo de Magia de Luz, su verdadera ventaja residía en la capacidad de invocar grandes cantidades de ellos al mismo tiempo, especialmente cuando uno alcanzaba el nivel de Archimago.
Emma, siendo una Gran Maga, manejaba más de una centena sin esfuerzo alguno.
- Quizá ya conozcas este conjuro. - Comentó, con un tono ligeramente didáctico: - Es ideal para desatar una lluvia de ataques mágicos. Estos discos disparan a mi voluntad, y su único inconveniente sería el aumento proporcional del consumo de energía según el número convocado. Pero eso es en circunstancias normales, donde tengo que calcular cuidadosamente el flujo de Elementos Mágicos y usar Fuerza Mental para compensar las fallas. -
Dean Emma levantó una mano y los discos comenzaron a alinearse, formando un patrón organizado que rodeaban a la Rectora como un enjambre de estrellas dispuestas para atacar.
- Sin embargo, dentro de este Dominio, donde mis conjuros se ejecutan con un cien por ciento de probabilidad, ese problema desaparece. Aquí puedo invocar tantos como desee sin preocuparme por cálculos innecesarios. -
Sin previo aviso, los discos se alinearon en dirección a Bryan. Antes de que pudiera reaccionar, un aluvión de rayos gravitatorios fue disparado con una velocidad aterradora. Los proyectiles atravesaron el aire, dejando estelas de luz en su camino, y chocaron contra las rocas flotantes del entorno con un estruendo ensordecedor. Los impactos eran tan poderosos que las plataformas estallaban en pedazos, enviando esquirlas de piedra en todas direcciones.
El aire se llenó de polvo y fragmentos flotantes. Bryan apenas tuvo tiempo de cubrirse el rostro mientras sentía la fuerza de las explosiones retumbando en su pecho. Cuando el estruendo finalmente se detuvo, el paisaje a su alrededor había cambiado por completo: las plataformas cercanas estaban pulverizadas, y el vacío etéreo del Dominio se veía plagado de escombros.
- Ejecución Irrefutable es bastante útil. - Continuó Dean Emma cuando el terrible estruendo y el polvo se asentaron: - Libera a los magos de la necesidad de una Matriz de apoyo para realizar conjuros complejos. -
Sus ojos se encontraron con los de Bryan, quien se mantenía en pie con dificultad entre los restos.
- Ahora, ayúdame con la demostración. - Continuó Emma, y su tono de voz se volvió más serio: - ¿Podrías conjurar una Criatura Oscura con buena defensa? -
Bryan todavía estaba luchando por mantenerse de pie mientras asimilaba todo lo que había aprendido, pero reprimió sus quejas. Tras varios intentos, finalmente logró conjurar una Abominación frente suyo. La enorme masa de la criatura era capaz de resistir numerosos golpes, pero, aun así, Bryan se alejó instintivamente de ella.
- Mejor no te muevas, joven Bryan. No quisiera herirte por accidente. - Dijo la voz de la Rectora.
Bryan obedeció y se quedó completamente inmóvil. En ese preciso instante, Emma levantó una mano y los discos de energía que flotaban a su alrededor comenzaron a reunirse en un remolino vertiginoso. Los discos giraban alrededor de un punto central, a gran velocidad, hasta adoptar la forma de un círculo de energía pura concentrada, que alcanzó aproximadamente un metro de diámetro frente a las palmas extendidas de la Rectora. Por un momento, Bryan pensó que estaba viendo un escudo, hasta que escuchó a la anciana murmurar:
- Ruptura. -
El círculo resplandeció y salió disparado a una velocidad impresionante, recorriendo los veinte metros que lo separaban de la Abominación en menos de un parpadeo. Bryan estaba esperando algún tipo de explosión, pero, para su asombro, la energía concentrada se expandió en una tormenta de puro poder. La criatura fue absorbida por la tormenta, disolviéndose por completo en apenas unos segundos. Era como si nunca hubiera existido.
Bryan miró el suelo y vio que la roca sobre la que la Abominación había estado parada ahora estaba ahuecada, como si una sección de una esfera perfecta hubiera sido arrancada de la superficie.
- Con suficiente fuerza de gravedad comprimida y arremolinada en un pequeño espacio, es posible hacer algo como esto. - Explicó Emma, sonriendo con satisfacción: Básicamente, se trata de un conjunto de conjuros encadenados que se despliegan, arrasando todo a su paso con una fuerza devastadora, pero manteniendo un epicentro que parece un núcleo de energía pura. Incluso la defensa más dura no puede resistirlo, como descubrió el amigo dragón en el pasado. -
La Rectora hizo una breve pausa antes de continuar:
- Ahora bien, si intentase hacer esto fuera de mi Dominio, necesitaría consumir toneladas de Fuerza Mental para lograrlo. Y aun así, habría un veinte por ciento de posibilidad de que fallara. En esas condiciones, supongo que podría usar Ruptura unas cuatro o cinco veces. Pero dentro de este Dominio, es mucho más eficiente y me demoro menos en terminarlo. Tampoco tengo que preocuparme por los cálculos ni por mantener el conjuro en ejecución. Basta con dominar la teoría y mantener una reserva suficiente de Fuerza Mental. -
Bryan tragó saliva inconscientemente, completamente impresionado. Ese ataque parecía aún más peligroso y preciso que el Maelstrom de Oscuridad de Emily. Sin embargo, lo que realmente lo dejó sin palabras fue que Emma acababa de decir que podría usarlo al menos cinco veces, incluso sin el apoyo del Dominio Inmensurable.
- Entonces, joven Bryan. - Continuó la Rectora, mirándolo con una sonrisa astuta: - Ahora que has visto lo suficiente de mi Dominio, quiero que pienses en cómo romperlo. Dado que no puedes atacar ni huir, solo tienes una opción: construir un Dominio que se oponga al mío y tratar de crear una abertura. -
- Usted dijo que el Dominio mejor construido siempre acabará ganando. - Objetó Bryan cuando por fin pudo levantarse: - ¿De qué serviría intentar generar uno ahora? -
- El Dominio mejor construido terminará imponiéndose, pero esto no es algo que suceda de inmediato - Respondió Emma: - Cuando dos Dominios se enfrentan, algunas de sus propiedades suelen cancelarse temporalmente. Por lo general, la primera en fallar es la Ejecución Irrefutable. También podrías anular algunos de sus efectos, como la desorientación sensorial que estás experimentando. Imagina que durante unos diez segundos pudieras recuperar el control de tu cuerpo. ¿No sería suficiente para escapar? -
Bryan asintió, comprendiendo finalmente:
- Este ejercicio te familiarizará con el uso de la Quintaesencia, ya que es el único modo de generar un Dominio lo suficientemente estable como para luchar contra el mío. Además, podría salvarte la vida en el futuro, si por alguna razón te enfrentas con otro Gran Mago. -
- ¡Ya comprendo! - Exclamó Bryan, emocionado, mientras trataba de sobreponerse a la desorientación e invocaba sus poderes mágicos. Sin embargo, luego se detuvo, pensativo, y preguntó: - Honorable Rectora… El Dominio Inmensurable no es su carta de triunfo, ¿verdad? Si me enseña a romperlo, ¿eso no sería un problema para usted si alguna vez traicionase al imperio? -
- Oh, no te preocupes por eso. Yo confío plenamente en ti. - Respondió Emma, restándole importancia con un gesto despreocupado de la mano: - Entonces vamos a comenzar. -
******
“Confío plenamente en ti. Claro, como no. Más bien: <<Estoy segura de que no podrás lograrlo.>>” Pensó Bryan, ligeramente frustrado.
Dean Emma acababa de teletransportarse de regreso tras acompañarlo toda la noche. Aparentemente, tenía otros objetos que servían como guía y las barreras defensivas en la Academia Babilonia no la atacarían a ella. Antes de marcharse, Bryan no dejó de agradecerle en ningún momento.
Sin embargo, en cuanto estuvo solo, no pudo evitar suspirar con frustración. A pesar de todos sus esfuerzos, ni siquiera logró un avance relativo y permaneció completamente incapacitado hasta que la Rectora dio por terminada la lección.
- Tienes que aprender a controlar mejor la Quintaesencia, pero ya estás en el camino correcto. - Le había dicho antes de desvanecerse: - No te sientas frustrado, joven. El Dominio Inmensurable es el más poderoso cuando se trata de atrapar a otros, así que es natural que no hayas podido contrarrestarlo en una sola jornada. -
Dijo eso, pero Bryan no podía evitar sentirse decepcionado consigo mismo. Aun así, la información que había obtenido de primera mano sobre los Dominios era invaluable, y gracias a la Rectora ahora tenía una idea mucho más clara de lo que debía hacer. De manera que ahora no deseaba hacer otra cosa que ponerse a entrenar su magia.
Pero antes de ponerse a ello, debía asegurarse de dejar todo bien encaminado en Valderán. La formación de los Triarios había avanzado lo suficiente como para no requerir su supervisión directa, pero todavía quedaban problemas importantes con la infraestructura de la fortaleza que necesitaban ser resueltos.
Con la ayuda de las Criaturas Oscuras, Bryan y sus legionarios lograron reparar de forma provisional la extensa muralla que bloqueaba el acceso a la cordillera de Etolia. Posteriormente, se enfocaron en excavar de nuevo el viejo foso frente al muro, esta vez haciéndolo aún más profundo. Finalmente, trabajaron en reacondicionar un antiguo torreón medio derruido situado en el centro de la muralla.
Construido en tiempos del emperador Valderio Augusto Constantino, este bastión era originalmente uno de tres que vigilaban el paso estratégico de la cordillera. Ahora, solo esta estructura permanecía en pie, aunque el tiempo y los conflictos habían dejado su huella. A pesar de su deterioro, era evidente que en su apogeo había sido una fortaleza imponente.
El torreón se alzaba sobre una base de piedra irregular, reforzada con contrafuertes que todavía conservaban algo de su antigua majestuosidad. Sus paredes agrietadas tenían un grosor suficiente para resistir asedios prolongados. En la planta superior, una estructura poligonal con almenas todavía mostraba indicios de sus antiguas defensas, aunque algunas secciones habían colapsado, dejando al descubierto lo que antaño eran robustos pasadizos. Una torre central más alta, ahora parcialmente derrumbada, se elevaba como un recordatorio de los días en que esta construcción dominaba el horizonte, vigilando los caminos cercanos y sirviendo como refugio en caso de emergencia.
Debajo del nivel visible, el Torreón albergaba una red de niveles subterráneos sorprendentemente bien conservados. Estos espacios, tallados en la misma roca, resultaban ideales para proteger provisiones, resguardándolas del clima y de posibles saqueadores. Estas grandes cámaras también podían servir para guardar suministros esenciales de la guarnición, de manera que optaron por utilizarlos como almacén para los alimentos y las valiosas armas de repuesto.
Ahora el plan era restaurar este bastión lo mejor posible, incluso ampliarlo si era posible, para transformarlo en la sede del comando de las Legiones en Valderán. Hasta el momento, el recién nombrado Barón y terrateniente de la provincia había tenido que operar desde una tienda de campaña, que, aunque espaciosa y práctica, no era adecuada como residencia permanente para un Procónsul de Itálica. Convertir este torreón medio derruido en un castillo plenamente funcional no solo consolidaría la autoridad de Bryan en la región, sino que también representaría un símbolo de estabilidad y poder en el territorio.
A ambos lados del Torreón, y próximos a la muralla, se extendían los campamentos de las Legiones. La VI se encontraba al extremo izquierdo y la V al derecho, ambos delimitados por sólidas empalizadas de madera. Bryan había dispuesto esta distribución para poder ascender a lo alto del Torreón y garantizar que sus oficiales tuvieran una vista clara de ambos campamentos en todo momento, asegurando así que la disciplina no se relajara.
Frente al campamento de la V Legión, se habían erigido viviendas provisionales para los cientos de artesanos, constructores y trabajadores profesionales encargados de reparar la fortaleza, reacondicionar los caminos y acometer otras tareas esenciales. Estas edificaciones, aunque temporales, tenían el potencial de evolucionar en un asentamiento permanente, un objetivo que Bryan anhelaba alcanzar. Si los trabajadores se animaban a establecerse allí, no solo ahorraría los costos de traer profesionales desde regiones lejanas, sino que también reforzaría la economía local. Con este propósito en mente, Bryan había comenzado a planificar la construcción de un altar a los dioses, un mercado, una taberna y, de forma pragmática, incluso una sucursal del burdel de Odisea, ya que estos servicios eran esenciales para fomentar el arraigo de los pobladores.
La ubicación del futuro pueblo no era casual. Bryan había preferido asignarlo al lado del campamento de la V Legión porque todavía desconfiaba de los hombres en la VI, cuyos integrantes fueron los peores criminales y todavía estaban en proceso de rehabilitación. Aunque sus progresos eran notables, sobre todo después de haberse deshecho de Luccar y Germánico, el Procónsul no estaba dispuesto a arriesgarse a que algún incidente indeseado perturbara a los trabajadores civiles.
En el margen izquierdo, frente al campamento de la VI Legión, pero convenientemente apartado, Bryan había ordenado la construcción de un laboratorio de Alquimia. Este estaría protegido por gruesas paredes de piedra, tanto para garantizar la seguridad de los alquimistas como para mantener en secreto los experimentos que se realizarían allí. Además, este laboratorio serviría como depósito para almacenar los proyectiles mágicos diseñados para sus recién adquiridos fundíbulos.
Finalmente, alineado frente al torreón, Bryan había dispuesto el campo de entrenamiento para los Triarios. Este espacio se diseñó como un lugar estratégico donde sus tropas de élite podrían prepararse para cumplir con las exigencias de las futuras campañas.
Con esta distribución sencilla pero funcional, la Fortaleza de Valderán podía funcionar con una eficiencia aceptable, pero esto apenas era el comienzo de las grandes ambiciones de Bryan. Dado que tenía una considerable fortuna, y necesitaba hacer todo lo posible antes de la llegada de los fiscalizadores enviados por Tiberio Claudio, sabía que este era el momento de actuar con rapidez.
Una de las prioridades de Bryan era reunirse con los maestros artesanos en cuanto finalizasen las reparaciones urgentes de los muros. Su intención no era solo discutir los costos de reforzar las defensas existentes, sino también explorar la posibilidad de implementar nuevas mejoras estratégicas.
El primer paso de su plan era instalar trampas mortales en el fondo del foso. Esto incluiría estacas afiladas ocultas bajo el agua, mecanismos que se activarían para colapsar ciertas secciones del terreno, y zonas resbaladizas para dificultar la retirada de los invasores. De esta forma, cualquier intento de ataque de caballería se convertiría en una empresa suicida, mientras que los soldados a pie sufrirían un gran número de bajas mucho antes de llegar a la base de los muros.
Después, quería colocar los cimientos de una segunda muralla detrás de la principal. Luego prolongaría este nuevo muro alrededor para rodear completamente su fortaleza junto con los asentamientos. Así dejaría de ser un simple puesto defensivo y se convertiría en una auténtica ciudadela con defensas dobles, desde la cual podría asegurar toda la región.
Naturalmente esto sería un desafío monumental, no solo porque implicaba levantar estructuras gigantescas, sino también por los detalles arquitectónicos necesarios para mantener la vida dentro de la fortaleza. Los sistemas de drenaje, por ejemplo, serían fundamentales. No solo necesitaría asegurar que el foso no se inundara, sino que también tendría que mantener el interior de la fortaleza seco para que los soldados pudieran vivir sin la constante amenaza de la humedad.
Las construcciones habitacionales también serían una prioridad. Tendría que asegurarse de que tanto los soldados como los oficiales y los trabajadores civiles dispusieran de lugares adecuados para vivir, sin descuidar los espacios para visitantes ilustres que podrían llegar en algún momento. Además, necesitaría pozos y cisternas que aseguraran un suministro constante de agua potable, libre de cualquier posibilidad de envenenamiento.
Las cocinas serían otro elemento esencial. Con un asedio prolongado, las tropas necesitarían una fuente confiable de alimentos, por lo que los hornos tendrían que ser lo suficientemente grandes como para abastecer a un ejército entero. También sería imprescindible contar con carpinterías, herrerías y salas de alquimia donde pudieran fabricarse armas, reparar herramientas y preparar los proyectiles mágicos necesarios para sus fundíbulos.
La fortaleza también debería estar equipada con puertas fortificadas, provistas de rastrillos y mecanismos de defensa capaces de resistir embestidas. No podía permitir que la estructura fuera vulnerable a ataques directos. Afortunadamente contaba con el regalo de sus amigos enanos, pero ahora tenía que ir más allá. Por eso, también planeaba construir pasadizos secretos que sirvieran tanto para evacuaciones estratégicas como para realizar ataques sorpresa en caso de ser necesario. También habría que levantar torreones adicionales. Estos permitirían maximizar la línea de visión desde las murallas y mejorar la coordinación defensiva.
Finalmente, quería crear espacios comunales. Un mercado interno, un templo de verdad y un patio central donde se podían realizar reuniones y ceremonias, que serían clave para mantener el orden y la moral en la fortaleza.
Por supuesto que nada de esto sería barato ni sería sencillo de construir. Pero Bryan creía firmemente que si su última moneda de oro le compraba una fortaleza inexpugnable que lo convirtiera en el amo absoluto de la provincia, valía la pena invertirlo.
“El problema es que no sé mucho de arquitectura militar, salvo lo que aprendí durante mi adiestramiento como legionario. Pero afortunadamente Phoebe me ha enviado a un grupo de profesionales.” Pensó con algo de alivio mientras reorganizaba los planes relacionados con las reparaciones. Ahora que su ánimo estaba más alto, podía concentrarse en los detalles: “Los trabajos más urgentes deben estar avanzando rápidamente, así que mañana mismo debería organizar una reunión con...”
En ese instante, un documento específico llamó su atención.
- Espera, ¿qué...? - Murmuró, desconcertado: - ¿Los trabajos van a detenerse? ¡¿Por qué habrían de detenerse?! ¡Todos estos días han estado avanzando bien! -
Bryan comenzó a revisar los papeles frente a él con rapidez, tratando de comprender lo que ocurría. Y lo que descubrió lo dejó completamente sorprendido.
- ¡Lictores! - Exclamó furioso, levantándose de su asiento de un salto.
Al instante, sus guardaespaldas entraron, alertas y preparados ante la reacción.
- ¡Presentes mi general! - Respondieron al unísono.
- ¡Convoquen a los jefes de los artesanos! ¡Los quiero a todos aquí, de inmediato! ¡A todos! ¡Ya! - Ordenó Bryan, con voz firme y determinada: - ¡Y que vengan los Tribunos que no estén entrenando! ¡Quiero ver cómo me van a explicar esta tontería! -
Bryan irritado
Hola amigos. Soy Acabcor de Perú, y hoy es jueves 23 de Enero del 2025.
Finalmente, Donald Trump ganó el poder en EE.UU., y todos los progres están llorando, lo que me da ganas de celebrar. Es difícil creer que hubo una época en la que realmente me tomaba el tiempo para escuchar sus argumentos. Hoy en día, simplemente presto atención a las causas que defienden y, por defecto, voy en sentido contrario. Asumo que, si condenan algo, es porque eso es muy bueno. Y si defienden algo, debe ser voluntad de Satanás. Suena extremo, pero no me siento culpable; ellos se lo buscaron.
Esta semana hubo un gran escándalo porque se reveló que en el videojuego Kingdom Come: Deliverance II había un personaje homosexual o una opción de diálogo al respecto. De pronto, las páginas que sigo dieron un grito al cielo, y la verdad es que yo también estaba bastante enfadado al principio. Esto no tiene nada que ver con que el personaje sea homosexual. De hecho, siempre que esté bien construido narrativamente, un personaje homosexual podría incluso estar entre mis favoritos.
Tal fue el caso de Honjo Kamatari en el anime Samurai X , en la saga de Makoto Shishio. Si no lo han visto, lo recomiendo muchísimo (me refiero a la versión original, no la readaptación de 2023). Para quienes no conozcan a este personaje, basta decir que usaba una guadaña inmensa con una cadena para pelear. ¡Era un jodido Shinigami en la vida real! Eso ya bastaba para disfrutar de sus peleas. Pero además resulta que es un personaje extremadamente complejo, cuya homosexualidad juega un importante papel para la trama.
Y es que, a pesar de saber que nunca conseguirá el amor de la persona que quiere, Honjo Kamatari está dispuesto dar su vida para ayudarlo a lograr su ambición. ¡Pero eso no es todo! Sino que este personaje tan bien construido también sirve al propósito de resaltar las virtudes de la protagonista contra la que lucha, Kamiya Kaoru, y también funciona para que esta evolucione. Finalmente, y contra todos los pronósticos, es uno de los pocos villanos del grupo de Shishio que no tiene un final trágico. ¡Es una narrativa perfecta!
Entonces, ¿cuál que hay de malo en incluir un personaje homosexual en KCD II? En principio, nada. El problema es, como siempre, la INCLUSIÓN FORZADA que la cultura Woke nos impone. No es que un personaje homosexual sea un problema, sino “cualquier” personaje colocado únicamente para llenar una casilla y sin propósito narrativo. Eso inevitablemente resulta en una sección de trama mediocre que destaca negativamente, especialmente cuando el resto de la historia es muy buena. La comparación hace que los defectos sean más evidentes, como una mancha sobre una superficie limpia.
Los RPG son precisamente el tipo de juegos donde uno construye libremente a su personaje. En títulos como Mass Effect, el protagonista podía desarrollarse en múltiples direcciones, incluido el romance homosexual. Esto no fue un problema en Mass Effect 1 y 2, porque el romance era opcional y las opciones de romance homosexual estaban diseñadas de tal modo que había que buscar específicamente esa ruta para desbloquearla.
Sin embargo, cuando salió Mass Effect 3, el wakeismo estaba en alza y se hizo francamente irritante tener que soportar que ver cómo las tramas con contenido gay sobresaturaban el juego. Antes, había que buscar ese desarrollo; En Mass Effect 3, bastaba con cualquier conversación aleatoria para activar una trama de amor homosexual. ¡Y se suponía que era el juego final de una guerra intergaláctica en la que dependía el destino de toda la vida orgánica! ¿Es realmente el mejor momento para que el chofer de la nave nos cuente lo triste que está porque perdió el suéter que le tejió su novio?
Eso es lo peor: realmente no les importa. Estos defensores de la inclusión no buscan representar a nadie; solo quieren hacer ruido. Si de verdad quisieran luchar por la inclusión, estarían creando personajes fascinantes como Honjo Kamatari. Pero no. ¿Qué tienen en común la Angrboda negra de God of War Ragnarok, la Mary Jane empoderada pero carente de encanto en Spider-Man , o el druida zoofílico de Baldur's Gate 3 ? Que tienen las misiones más aburridas del juego, y lo único que cualquiera piensa al jugarlas es cuánto desearía poder omitirlas. Esto siempre ocurre con contenido diseñado para complacer a los Woke, al lobby LGTBQ, las feministas cualquier activista ambiental: aburren e irritan.
Tiene sentido, ¿verdad? Todos lidiamos con problemas reales, como llegar a fin de mes, jefes molestos o lo políticamente correcto. Pasamos la semana caminando sobre cáscaras de huevo. Y cuando finalmente llegamos a casa para desconectarnos viendo una película o jugando, ¡lo último que queremos es que esos problemas nos sigan hasta allí!
Bueno, cosechan lo que siembran. Ahora, los woke feministas y lobbistas han conseguido exactamente lo opuesto a lo que supuestamente buscaban: nos han vuelto intransigentes. Nos han acosado tanto que ya no queremos escucharlos, verlos ni saber de sus problemas. Si mañana alguien se deshace de todos ellos, estoy seguro de que muchos aplaudirían.
En fin, hasta aquí dejo esta reflexión. Por mi parte, espero jugar el nuevo Kingdom Come porque sinceramente creo que será bueno. Al menos eso espero. Lamento que el creador esté irritado, pero espero que entienda que gran parte de la indignación se debe a que la contracultura nos ha dejado paranoicos, y ahora justos pagan por pecadores.
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¡Nos vemos en el siguiente capítulo!