178 Un Monstruo peludo, feo y apestoso

- Hombre Malo ¿crees que el abuelo Caspian estará bien? - Preguntó la pequeña Angélica con una expresión que desgarraba el alma.

Eso depende.” Pensó Bryan, pero se guardó muy bien de mencionarlo: - Dime algo princesita ¿sabes a dónde se fue tu abuelo? -

- El abuelo dijo que no le contara a nadie. - Respondió Angélica muy seria.

- ¿Nada de nada? -

- Mmmm. - La pequeña se quedó un momento pensando, pero finalmente dijo: - Los Druidas son abuelos de nuestro pueblo que hablan con los dioses. Por eso, cuando volví a casa, Mamá y Papá le pidieron por favor al abuelo Caspian que me enseñara magia hasta que fuese mayor.  -

- Ya veo. -

- Hace tiempo, cuando me cuidada… ¡Un Dragón muy malo apareció y quemó el bosque! -

- ¡¿Un Dragón?! - Exclamó Bryan asombrado.

- Si, un gran dragón con alas muy rojas. - Dijo Angélica asintiendo: - ¡Hacía mucho ruido y botaba fuego por la boca! El abuelo Caspian puso una barrera brillante para que estuviera a salvo y luego fue a espantar al dragón… Pero el árbol grande fue quemado. -

- ¿El árbol grande? -

- Es uno de los árboles blancos. - Explicó Angélica haciendo gestos adorables con las manos para indicar que se trataba de una planta muy grande e importante: - Dicen que viven para siempre y son un regalo de los dioses. -

- ¿Entones era un Árbol Sagrado? ¿El fuego lo destruyó? -

- ¡No! Los árboles blancos no pueden morir, viven para siempre. - Dijo Angélica: - Solo dan una fruta cada muchos, muchos, muchos, muchos años. Los abuelos druidas las cuidan. Pero mientras el Árbol Blanco se quemaba, el ratero aprovechó y se robó la semilla.  -

- ¿Quién es ese ratero? - Preguntó Bryan.

Semilla del Árbol Sagrado

- No lo sé. - Respondió Angélica: - Pero el abuelo lo llamó “el malvado ratero”. Él se robó la semilla que el abuelo Caspian tenía que cuidar y escapó rápidamente. Pero el abuelo puede hablar con la semilla, así que emprendió el viaje para recuperarla y me trajo para mantenerme a salvo.

El abuelo siguió al ratero muchos días y casi lo atrapa varias veces.  Cuando finalmente lo alcanzó, lo castigó convirtiéndolo en una planta. -

- ¡¿Lo convirtió en una planta?! -

- Si. - Dijo Angélica: - el abuelo dijo que el castigo por robar la semilla del Árbol Blanco es convertirse una planta por cien años, pero luego los dioses lo perdonarán y podrá irse. -

- Ajá. - Comentó Bryan con mucho cuidado, imaginando el terrible destino de tener que ser un árbol durante un siglo. Para Angélica podía sonar como un castigo muy benévolo porque era una elfa y la forma en que contaban el tiempo era diferente. Pero decidió no decir nada al respecto: - ¿Y recuperaron la semilla? -

- No. - dijo Angélica apesadumbrada: - El ratero se la había entregado al tipo odioso y ya no la tenía. -

- ¿El tipo odioso? - Preguntó Bryan esforzándose por descifrar el significado de las palabras de angélica.

- Sólo lo vi una vez y desde muy lejos. - Respondió Angélica asintiendo con un aire sabio que resultaba tierno: - Pero me parecía un tipo muy odioso. Por eso, es el tipo odioso. -

- … Ah. -

- Seguimos el rastro del tipo odioso, pero el abuelo dijo que era muy peligroso ir de frente a su casa para recuperar la semilla… Así que esperamos aquí hasta que pasara el invierno. -

- ¿Por qué necesitan esperar? -

- Porque en la primavera los poderes del abuelo Caspian son más fuertes. -

- Claro. - Dijo Bryan entendiendo: - ¿Pero por qué Caspian decidió ir en este momento y de un modo tan intempestivo? -

- No lo sé. - Respondió Angélica tristemente: - El Abuelo sólo dijo que tenía que ir ya o algo malo pasaría. Dime hombre malo ¿crees que estará bien? -

Bryan no respondió de inmediato, sino que se puso a pensar cuidadosamente. Hasta el momento había entendido que durante el ataque de un Dragón Rojo alguien aprovechó para robarse un objeto sagrado. Caspian persiguió al ladrón para castigarlo y lo condenó a un destino terrible, pero el saqueador ya había vendido el objeto a otra persona.

Sea quien fuese debía ser alguien poderoso, quizá un oficial de la Legión Grifón. Porque Caspian no había querido ir directamente a recuperar el objeto, sino que estaba esperando pacientemente a la primavera. Sin embargo, algo había ocurrido repentinamente, algo que lo estaba obligando a moverse en ese mismo momento.

A juzgar por lo que dijo Angélica, el Druida es capaz de saber en dónde se encuentra el objeto sagrado, así que tal vez percibió que estaban por moverlo al interior del país. Si permite que se adentre en una nación humana, es posible que nunca pueda recuperarlo. Eso explicaría el que se haya ido así, dejando a esta pequeña a mi cuidado… Ahora Caspian debe estar metido en un buen lío del que quizá no salga bien parado” Dedujo Bryan. Pero no iba a decirle eso a la pequeña, así que en su lugar mintió: - Claro que estará bien. Yo he visto luchar al Maese Caspian y es extremadamente poderoso. ¡Estará aquí antes de que te des cuenta! -

Sin embargo, Angélica seguía viéndose apesadumbrada y muy preocupada. Entonces la niña lo miró con ojos adorables antes de preguntar: - ¿No puedes ayudar a mi abuelo, Hombre Malo? -

- No puedo, princesita. - Respondió Bryan con un gesto triste: - No sé a dónde ha ido Caspian ni sé con quien tiene que enfrentarse. -

- ¡Mentiroso! ¡Tú si sabes qué hacer! ¡En el bosque siempre sabías que hacer! - Respondió Angélica malhumorada: - La hermana Nía lo dijo. “ese hombre malo siempre hace cosas increíbles”. ¿Por qué ahora no quieres ayudar al abuelo? -

- No es que no quiera. - Respondió Bryan: - Pero le prometí que te cuidaría. Además, aún no ha pasado el tiempo que me pidió esperar. Te prometo que intentaré hacer algo mañana por la noche. -

- Entonces lo esperaré aquí. - Dijo Angélica sentándose en el suelo: - Cuando vuelvas con el abuelo te diré “muchas gracias” pero hasta entonces… ¡Bhu! -

No es que le molestase que la pequeña elfa mostrase tanto cariño hacia Caspian, pero Bryan tenía que hacer muchas cosas, entre ellas coordinarlo todo para la misión del día siguiente. De modo que no podía esperar en ese cuarto todo el día. Además, si la dejaba sola el misterioso enemigo de Caspian podría venir o enviar algún esbirro para secuestrar a la pequeña y usarla para amenazarlo. Lo mejor era que la mantuviese a su lado.

- Vamos princesita. - Dijo intentando hablar cordialmente: - Iremos con la tía Candice para que juegues un rato y comas un poco. -

- ¡No quiero! ¡Esperaré al Abuelo Caspian! Hasta entonces, ¡Bhu! -

- ¿Bhu? -

- ¡No has traído al abuelo todavía! ¡Así que, Bhu! - Dijo Angélica cruzándose de brazos en el suelo y haciendo un puchero.

- Ajá. - dijo Bryan llevándose una mano a la frente: - Bueno, no sé lo que eso significa. Pero la verdad es que no tengo tiempo para eso, de modo que… -

Y tras decir esto, Bryan dio un paso adelante y rápidamente levantó a Angélica por la cintura, sujetándola con un brazo como si fuese una bolsa. Luego abandonó la habitación.

- ¡Déjame ir! ¡Quiero esperar aquí al abuelo! - Chilló Angélica pataleando y haciendo un furioso berrinche, pero Bryan siguió impertérrito hasta el segundo piso: - ¡Eres un Hombre Malo! ¡Un gran pervertido! ¡Suéltame, pervertido malvado! -

- Si claro, lo que tú digas. - Dijo Bryan sin prestarle mucha atención: - Si quieres agregarle más palabras a tu estribillo no me molesta. Pero igual vendrás conmigo porque le prometí a tu abuelo que te cuidaría. -

 - ¡Déjame ir! ¡Hombre malo y sinvergüenza! - Angélica siguió maldiciéndolo durante todo el camino hacia la habitación de Candice. Con cada segundo parecía que el volumen de su voz se hacía más fuerte, así que finalmente Bryan no pudo soportarlo más y le tapó la boca con una mano, pero justo en ese momento…

- ¡Suelta inmediatamente a esa niña! -

Quien le gritaba era uno de los mercenarios de Candice. El escándalo de la pequeña naturalmente fue escuchado por estos curtidos guerreros, que inmediatamente aguaitaron la situación en el pasillo de forma disimulada.  Cuando reconocieron a Bryan asumieron que no había peligro, pero uno de ellos parecía pensar diferente.

Se trataba de un hombre de aspecto feroz gracias a su barba que le crecía descuidadamente junto con el resto de sus cabellos y tenía varias cicatrices en su rostro. Su contextura era bastante fornida y llevaba en la espalda una gran hacha de guerra.

- ¡Oye Davis! ¡Espera! ¡Él es el señor Bryan, que es amigo de nuestra capitana! - Dijo una segunda voz. Se trataba de un mago que aparentemente compartía la habitación con el corpulento espadachín y parecía tener toda la intención de calmar los ánimos.

 - ¡Cállate! - Lo cortó violentamente el tal Davis: - ¡No me importa quién sea! ¡No permitiré que traten así a una pequeña tan adorable en mi presencia! -

- Otra vez con tus manías. - Dijo el mago suspirando exasperado: - Este señor es el que nos ha pagado el alojamiento y la comida. ¡Además no está lastimándola! -

Pero Davis no parecía querer escuchar. Simplemente llevó una mano hacia el pomo de su hacha, como queriendo decir que atacaría y bramó: - ¡Pon a la niña en el suelo! -

Bryan estaba pensando en si debería ignorar a este aspirante a “héroe de los niños” o simplemente darle una paliza para ahorrar tiempo, pero por suerte en ese momento otra puerta se abrió y Candice salió de su habitación mirando alrededor con una expresión malhumorada, como si acabase de despertar por el escándalo. Pero cuando vio lo que estaba pasando abrió los ojos muy sorprendida: - Hola Bryan ¿Se puede saber por qué estás cargando así a la pequeña Angélica? -

- No es nada serio. - Contestó Bryan encogiéndose de hombros: - Su tutor me pidió que la cuidara. Por eso tengo que mantenerla cerca. -

- Relájate Davis, solo es un malentendido - Dijo Candice riendo divertida: - ¡No hay necesidad de que te unas al escándalo de esa niña! -

- ¡No pienso retroceder! - Bramó Davis testarudo sin dejar de mirar a la pequeña: - Hasta que esa adorable pequeña lo diga, asumiré que está en peligro. -

- Sea pues. - Dijo Bryan retirando su mano de la boca de Angélica: - Si insistes en perder mi tiempo… Oye, princesita. Explícale a este señor que solamente te estoy cuidando. -

Pero apenas pudo abrir la boca, la pequeña Angélica lo maldijo en voz alta volvió a desatar un escándalo furioso contra Bryan, a quien miraba iracunda: - ¡Hombre malo! ¡Eres un hombre muy malo! ¡Me estás secuestrando! ¡Me estás secuestrando! -

Esas palabras funcionaron como un gatillo. Davis inmediatamente aferró con fuerza su hacha mientras apuntaba el filo hacia Bryan y gritó: - ¡Suelta a esa pequeña de inmediato o haré que te arrepientas! -

- Por el trueno, Davis. ¿No es evidente que la niña está jugando? - Dijo Candice mirando al guerrero exasperada y con un leve rastro de irritación en la voz: - ¡Ya deja de meter las narices en asuntos que no te consienten! Si tienes tanto tiempo libre ve alimentar a nuestros caballos o échales aceite a las correas de las sillas para para que la nieve no las desgaste. Pronto tendremos que salir y no quiero caerme mientras cabalgamos. -

Todo miembro de Fuego de la Guerra sabía que la irritación de Candice era el primer paso antes de que se desatase su ira, la cuál era temida por todos. A pesar de doblarla en contextura, la voz de su líder hizo que Davis tragase saliva y retrocediese un paso de forma inconsciente. Pero entonces el mercenario volvió a contemplar a la adorable pequeña que en ese momento seguía pataleando llena de indignación y pareció recuperar su valor.

 - ¡Capitana, con respeto esta vez no voy a escucharla! -

- Vaya, eso lo cambia todo. - Dijo Candice sonriendo con una ironía que ocultaba espinas peligrosas: - Normalmente te diría que “eres un estúpido”, pero después de lo que has dicho creo que voy a decirte… ¡Tú vas a obedecerme, maldito estúpido! -

Davis volvió a retroceder otro paso, pero sus problemas recién estaban comenzando. Porque este mercenario ya se había vuelto demasiado molesto y finalmente Bryan terminó por hartarse de su presencia. De modo que comenzó a examinarlo atentamente: Un ligero temblor en sus manos cuando observaba los saltitos de Angélica, la forma en que intentaba sonreírle inconscientemente a la vez que adoptaba una postura que pretendía ser de un “hombre justo” y la pequeña exhibición de fuerza…

Si, Bryan ya había visto suficiente para juzgar. Cada hombre tiene su pasión, al igual que cada fruta su gusano. Y si bien Davis no llegaba a ser un depravado en toda regla, era evidente que su impulso protector hacia las niñas era excesivo hasta llegar al absurdo. En otras palabras…

Es un clásico lolicon

- No te enojes con él, Candice. - Dijo entonces Bryan con un tono que pretendía ser conciliador: - Tal vez este valiente mercenario no puede evitar comportarse así. Quizá simplemente haya… otro motivo por el que no quiere dejar a esta niña sin importar quienes se opongan. Dijiste que te parecía “una niña adorable” ¿no es verdad? -

- ¿Qué estas insinuando? - Preguntó Davis entornando la mirada confundido.

- Yo no insinúo nada. - Dijo Bryan abriendo los brazos: - ¿Acaso no me has dicho aquí mismo y en frente de todos que “te entregue a esta niña o me arrepentiré”? -

- Sí, claro que… ¡Pero eso no quiere decir!... - Dijo Davis dándose cuenta de pronto de lo que Bryan estaba implicando en realidad y abrió los ojos con mucha fuerza: - ¡Deja de tergiversar mis palabras! Yo nunca… -

- Ahora que lo pienso, Davis, nunca te he visto salir con ninguna de nuestras compañeras veteranas y cuando vamos al burdel tu siempre pides el “servicio especial” y luego nunca nos cuentas de qué se trata. - Dijo de pronto su compañero mirándolo con recelo.

- No, eso. Simplemente hay una muchacha que sabe hacer… ¡Pero ¿qué me estás haciendo decir en público?! - Bramó Davis con pánico.

- Y si mal no recuerdo. - Agregó Candice de repente, cruzando los brazos y con una sonrisa socarrona: - Siempre te veo coqueteando con las meseras recién contratadas… A ti siempre te han gustado jovencitas, ¿verdad? -

- Pues, claro… ¡Pero eso no quiere decir que...! -

Era evidente que la mercenaria estaba vengándose por la falta de respeto de su subordinado, pero Davis estaba tan nervioso que no se dio cuenta.

- Te entiendo perfectamente. - Intervino Bryan asintiendo con una expresión que pretendía ser amable: - Es algo de lo que no puedes hablar ¿verdad? Pero eso no quiere decir que puedas andar recogiendo niñas por ahí. Digo, los dioses siempre están mirando y la justicia del cielo acabará llegando. -

- ¡Pero ¿qué dices?! ¡Además, el único que está secuestrando a una niña eres tú! -

- ¿Eso crees? Pues veámoslo. - Dijo Bryan e inmediatamente dejó en el suelo a la pequeña Angélica y la empujó unos pasos hacia Davis mientras decía: - Ahí tienes, princesita. Un valiente guerrero dice que quiere liberarte. Puedes irte con él ahora, pero después no vengas a molestar porque ya no me preocuparé por ti. -

Acto seguido dio media vuelta y caminó hacia la habitación de Candice sin mirar hacia atrás, como si se hubiera olvidado por completo de Angélica o la promesa que le había hecho a Caspian.

- Ven pequeña, te pondré a salvo. - Dijo Davis amablemente mientras avanzaba extendiendo una mano hacia Angélica.

Para su sorpresa la pequeña lo observó un momento confundida, como si recién se diese cuenta de que Davis estaba ahí. Pero tras mirarlo una sola vez se estremeció de repente mientras apartaba de un golpe la mano que le ofrecían. Después pareció enojarse y corrió rápidamente para darle una patada en la canilla mientras gritaba: - ¡Vete de aquí, monstruo feo, apestoso y peludo! ¡¿Por qué me hablas como si me conocieras?! ¡Debes ser un pervertido que quiere secuéstrame como dijo el abuelo! ¡Bhu! -

Y después de tratar a Davis como si fuera una piedra en su camino, la pequeña Angélica corrió a seguir a Bryan mientras le reprochaba: - ¡No puedes irte, Hombre Malo! Le prometiste al abuelo Caspian que me cuidarías, así que tienes que llevarme contigo. -

El mercenario se quedó congelado en su sitio con la mano extendida y con una expresión de imbécil. No solamente lo habían tratado como un estorbo, sino que acababa de hacer el ridículo en frente de su jefa, su patrocinador y el resto de mercenarios que seguramente habían observado todo lo que ocurría de forma disimulada. Muy pronto fue evidente que se estaba poniendo colorado incluso a pesar de su tupida barba.

Candice entonces lo miró con una sonrisa condescendiente y le dijo: - Bueno, espero que hayas aprendido una lección de esto. Antes de lanzarte como un héroe para salvar a una damisela en apuros, tendrías que asegurarte de que realmente esté en apuros. Voy a ayudarte para que no lo olvides. ¡Durante toda esta semana te tocará limpiar el excremento de los caballos! ¡Ahora lárgate de una vez antes de que vuelvas a hacer el ridículo! -

Y con esas palabras Candice se marchó siguiendo a Bryan.

Davis por su parte se quedó parado unos momentos más mientras trataba de asimilar lo que le había pasado. Finalmente suspiró y se marchó a buscar la pala con la que recogían el excremento. Normalmente todos los mercenarios se rotaban diariamente para esa molesta tarea, pero sabía que la ira de su capitana por no haberla obedecido inmediatamente no se calmaría tan rápido y no le convenía protestar.

"Se trataba de un hombre de aspecto feroz gracias a su barba que le crecía descuidadamente junto con el resto de sus cabellos"

Nota del Traductor

Hola amigos, soy acabcor de Perú, hoy es 25 de marzo y estamos cerca de las elecciones presidenciales. Yo recomiendo votar por Rafael López Aliaga porque sus propuestas son las que mejor se entienden y parecen realizables. También apoyo a King Kong en la próxima película que saldrá del Monsterverse: Sé que Godzila es más poderoso, pero lo que hizo ese mono gigante en su última película fue demasiado chévere.

Este capítulo les parecerá bastante corto. Pero, aunque no lo crean, después de toda la historia que yo le agrego se ha vuelto 3 veces más grande. El original apenas tenía 2 páginas.

La historia de Angélica es un invento mío para justificar las acciones de Caspian, porque en el original su forma de proceder no tiene sentido. Intenté que sonaran como lo que diría una niñita MOE típica de anime, espero que me quedara bien.

Luego cambié todo el sentido de los diálogos para que fuesen mucho más cómicos que el original y el diálogo con el compañero mago también es mío.

No le cambié el nombre a Davis porque se supone que es alguien desafortunado y hasta patético, justo como un personaje del anime Digimon 02 que detesté enormemente. Aunque para ser justos lo que detesté fue todo el anime en sí, más incluso que su protagonista, por arruinar con su pésima historia la obra maestra que fue su predecesora, Digimon 01. Esta es sólo mi opinión personal y no refleja necesariamente la realidad. Sobre gustos y sabores…

Y hablando de obras maestras acaba de salir el anime de Mushoku Tensei y yo recién lo veo porque tenía miedo de que fuera a ser arruinado por el CGI como fue el caso de Arifureta… ¡Por suerte mis miedos eran infundado! Hasta el momento está quedando genial y si lo continúan hasta el final debería ser uno de los mejores Isekai sino el mejor. Lo recomiendo de veras.

Bueno, eso es todo por ahora. Como siempre dejen su opinión en los comentarios. ¡Cada vez son menos! Eso es bastante triste, porque siempre intento estar atento a los nuevos. A ver, te pregunto ¿Cuál fue tu parte favorita? ¿Quedó adorable la pequeña? ¿Te pareció chistoso los que pasó con Davis? ¿Apoyas a King Kong o a Godzilla?

Como siempre por favor patrocíname si es posible, aunque sea con unos dolaritos para que pueda mantener esta traducción usando el enlace de Patreon y recomienda esta traducción con todos los que puedas para hacernos conocidos.

Nos vemos en el siguiente capítulo.