170 Propasándose durante el Sueño (+18)

Este capítulo tiene contenido de naturaleza erótica que puede no ser del agrado de todos los lectores. Se recomienda discreción.

“¿Qué demonios?” Pensó Emily al ver lo que ocurría.

Tras pasar varios días recopilando información la hermosa Archimaga finalmente había regresado a la Posada de Pequeño Valen. Chester la recibió inmediatamente, pero un leve temblor en la expresión del ladrón le hizo darse cuenta de que algo extraño estaba sucediendo, aunque nunca se imaginó esto.

La que originalmente era la Cámara de Torturas en su escondite ya no se veía para nada como una. Alguien había llevado una alfombra que anteriormente estaba en su habitación y colocado encima una mesa con dos cómodas y mullidas sillas. Belinda, ahora completamente libre de todas sus ataduras, estaba sentada frente a Bryan, conversando alegremente, tomado té y comiendo unos bollos calientes.

- ¡Hola querida, finalmente has vuelto!  - Saludó Bryan sonriéndole cariñosamente, pero Emily simplemente se quedó mirándolo muda de asombro e incapaz de comprender.

Se necesitó un minuto entero para que la Archimaga consiguiese volver en sí. Entonces le hizo una señal para que saliera de la habitación, así que Bryan asintió y se disculpó (¡Se disculpó!) con Belinda por tener que dejarla sola unos momentos.

Cuando estuvieron solos, Emily cruzó los brazos mientras cerraba los ojos para evitar mirarlo, porque en ese momento sentía unas ganas increíblemente fuertes de atacarlo y así aliviar un poco del impulso furioso que en ese momento pugnaba en su interior.

 Finalmente reunió suficiente calma como para articular una interrogante:

 - ¿Acaso realmente te acostaste con ella? -

Bryan no se esperaba ese tipo de pregunta, pero rápidamente recuperó el sentido y le explicó: - Para nada. Simplemente llegué a un acuerdo con la Señorita Belinda. -

Las cejas de Emily temblaron de rabia al escuchar su respuesta y sus labios se apretaron con fuerza, pero consiguió controlar su voz antes de continuar: - ¿Y por ese acuerdo tenías que liberar a la “señorita” Belinda de sus ataduras? -

Emily enfadada

- ¡Pues claro! ¡¿Qué clase de persona forma una alianza con alguien restringido?! Por cierto, ¿cómo fue que la ataste? ¡No sabes lo que me costó soltar esas correas! -

- ¿De dónde salió esa mesa? - Preguntó Emily ignorándolo y aparentemente indiferente, pero estaba apretando con fuerza los dedos sobre sus propios brazos para contener su furia.

- Ah, estaba guardada en el depósito, no quería que ella viese el resto de nuestra base secreta así que utilicé a unos zombis para que me la trajeran… -

- ¡¿Has perdido completamente la cabeza! - Gritó Emily sin poder contenerse por más tiempo.

- ¡¿Qué?! -

- ¡Ella es del Culto de Caelos! ¡Una persona proscrita en todo el mundo! Sólo darle asilo es un crimen que se castiga con la muerte… ¡Mucho menos hacer cualquier trato con ella! ¡Y encima la liberaste de sus ataduras y le convidaste un té! -

- ¡Cálmate! ¡Por favor escucha primero lo que tengo que…! -

- ¡¿Qué me “calme”?! ¡¿No entiendes que si no estuviese enamorada de ti ya te habría ejecutado por traición y arrojado tu cadáver a los perros como advertencia para los demás?! -

Tras diez minutos de gritos y reclamos, Bryan finalmente consiguió calmar a Emily lo suficiente como para explicarle los detalles de su nuevo plan.

- Escucha bien, querida. Belinda es una brillante Alquimista y seguramente esconde en su interior muchos otros trucos para sobrellevar cualquier interrogatorio. Tratar de sonsacarle información por la fuerza sólo terminará siendo un esfuerzo inútil.

Pero tras conversar con ella he confirmado que su único objetivo es eliminar a la familia Ascher. Fue por eso que Fausto se infiltró en la Ciudad de Valen y por eso intentó realizar la invocación parcial del dios Nécora: quería sacrificar a todos los habitantes para destruir con un solo golpe la principal fuente de riquezas del Duque Odón. -

- ¡¿Dices que a ellos no les importó matar a toda la población de la ciudad sólo para debilitar a sus enemigos?! ¡¿Y aun así quieres hacer un trato con ella?! -

Bryan la miró seriamente antes de responder: - Emily, no niego que esa mujer y los suyos están bastante mal de la cabeza. De hecho, si estuviera seguro de poder matarlos a todos, mucho menos evitar pactar con ellos… ¡Los aniquilaría ahora mismo para liberar al mundo de su existencia!

Pero no puedo hacerlo, ni tampoco el Manto Oscuro ha podido durante todos estos años. Si ejecutamos a Belinda ¿tienes idea de cuánto tiempo pasará antes de que el Culto de Caelos envié a un nuevo grupo de personas con las mismas intenciones? ¿Podemos estar seguros de que no hay más agentes suyos en camino a la Ciudad de Valen o si quizá ya están en su interior? -

Emily finalmente lo miró en silencio, pues no sabía cómo responder.

- En cambio, si hacemos un pacto con Belinda. - Continuó explicando Bryan: - Podremos tener una idea aproximada de cuáles serán los movimientos del Culto de Caelos. Si los ayudamos un poco, podemos encausar sus acciones de tal modo que provoquen el menor daño colateral posible. Y vigilando sus movimientos aprenderemos muchos más secretos sobre esa orden malvada que si intentamos interrogar a Belinda por la fuerza. -

Emily continuó en silencio mientras cavilaba. Era evidente que ya no estaba tan segura de que pactar con Belinda fuese algo totalmente negativo, pero la infamia del Culto de Caelos era muy profunda e inevitablemente la asustaba.

- También hay otra cosa que me preocupa: - Continuó Bryan mientras la tomaba de la mano para tranquilizarla: - Nuestro objetivo es obtener evidencias de la traición del Duque Odón para que el emperador se las presente en el Senado. Y también debemos intentar debilitarlo lo más posible. ¿Pero realmente podemos hacer más de lo que ya conseguimos con la muerte de Clark? Lo más seguro es que cualquier documento incriminatorio estará guardado en la Fortaleza de Kerlan y ni siquiera nosotros podemos infiltrarnos ahí sin ser descubiertos. ¡Necesitamos una distracción! ¿No es perfecto para nosotros que el Culto de Caelos haga su movimiento en este preciso momento?

Además, seamos sinceros. Con la Legión Grifón y la Fortaleza de Kerlan, Odón Ascher será un terrible peligro para el Emperador. Incluso si todas las pruebas de su traición terminan expuestas para que todo el mundo las vea eso no garantiza nada. La corrupción de estas legiones no comenzó ayer, sino que lleva años enraizada. No me sorprendería que todos los oficiales estuviesen implicados. ¿Acaso dejarán caer al Duque Ascher sabiendo que seguramente serán los siguientes en ser juzgados? ¡Solo lo que acaban de hacer al apoderarse de la Ciudad de Valen es un crimen capital!

Tal vez algunos se rindan, pero la mayoría no lo hará. Y lo más probable es que esto termine convirtiéndose en una sangrienta Guerra Civil que nos dejará vulnerables a un ataque de nuestros enemigos. ¿No es verdad? -

 - Es como dices. - Respondió Emily mirándolo entristecida. Como aristócrata estaba feliz de luchar contra los enemigos del imperio, pero una Guerra Civil implicaba que peleasen hermanos contra hermanos, hijos contra padres y vecinos contra vecinos. No había gloria en ello, solo arrepentimiento.

- Entonces, si esta persona representa tal peligro para nuestro Imperio. ¿Por qué las instrucciones que recibimos del Manto Oscuro son “debilitar” al Duque Odón y no directamente matarlo? - Preguntó Bryan con calma.

Emily le devolvió una mirada en donde combatía una gran cantidad de emociones. Era evidente que quería decirle algo, pero que no podía por muchos motivos complicados y estaba debatiéndose entre el deber y el amor.

Eso fue todo lo que Bryan necesitó para confirmar sus sospechas.

- ¿Odón Ascher es realmente un Gran Caballero? ¿O ya se ha convertido en un Caballero Supremo? - Preguntó Bryan mirándola con tranquilidad y pronunciando cada palabra con cuidado.

Emily abrió los ojos con fuerza y exclamó: - ¡¿Qué?! ¡¿Pero como has…?! -

- Belinda lo sabía. - Le aclaró Bryan: - Y si el Culto de Caelos lo sabe no me imagino que el Manto Oscuro no lo sepa… Dime la verdad Emily. ¿Han ocultado esa información a propósito cuando nos enviaron aquí? -

Lo que Bryan temía era que el Manto Oscuro a sabiendas los hubiese enviado a acosar a un Caballero Supremo, lo cual era el equivalente a una misión suicida o una condena a muerte. ¿Acaso la organización también deseaba deshacerse de ellos?

- ¡No es así! - Respondió Emily de inmediato, dándose cuenta de cuáles eran sus preocupaciones: - Desde hace meses nos llegaron algunos rumores sobre la posibilidad de que Odón Ascher hubiese alcanzado el grado de Caballero Supremo en secreto, pero personalmente los confirmé y descubrí que eran falsos.

Sin embargo, muy poco antes de partir mi hermano encontró una pista de que tal vez (tal vez) estuviese cerca de convertirse en uno. Así que les pedí a mis subordinados que lo confirmasen justo antes de irme y desde entonces estuve esperando una respuesta. -

- ¿Por qué me lo ocultaste? -

- Cuando nos reunimos pensé en decírtelo, pero creí que hacerlo sin primero confirmar la fuente era inútil e irresponsable. - Aclaró Emily rápidamente: - Además, estando aquí nosotros tenemos mejor oportunidad de averiguar la verdad que cualquiera de nuestros espías. Pero no es que el Maestro Cándido o la Dama Cecilia lo hayan sabido y no quisieran decirlo, de hecho, me ordenaron que tuviese extrema precaución y me rindiese con obtener las pruebas si se confirmaba el rumor. -

Bryan suspiró aliviado de que el Manto Oscuro no los hubiese traicionado, pero luego preguntó con gesto preocupado: - Si Belinda tiene razón y Odón Ascher realmente está cerca de ser un Caballero Supremo… ¿No será mucho más fuerte de lo que esperábamos? -

- Muchísimo. - Contestó Emily apesadumbrada: - La situación sería mucho más desastrosa de lo que podríamos haber imaginado, porque un Supremo equivale al poder de un ejército completo. Pero incluso si sólo está cerca de serlo, será casi imposible infiltrarnos en la Fortaleza y peor aún salir de ella. Me parece que tendremos que abortar esta misión y cambiar los planes. -

- ¿Podemos permitirnos fallar? ¿Con el destino del imperio en juego? - Preguntó Bryan mirando a Emily con seriedad: - Sin las pruebas que necesitas ¿Puede el Senado quitarle la autoridad al Duque Ascher con tiempo suficiente para evitar la invasión del Imperio Kasi? -

El silencio de Emily fue respuesta suficiente.

- Si es así, entonces realmente necesitamos entrar en ese lugar y también necesitamos toda la ayuda posible… sin importar de dónde venga. -

Emily suspiró profundamente antes de contestar: - Ahora entiendo que estás pensando en usar el poder del Culto de Caelos como una espada prestada para matar a Odón Ascher.

Todo lo que has deducido es cierto, pero aun así es muy riesgoso aliarnos con ellos. No sabemos en verdad por qué esos malvados quieren matar al Duque. ¿Y si terminamos provocando un mal mucho peor que una guerra civil por ayudarlos? ¡Es imposible controlar sus acciones! ¡No podemos arriesgarnos! -

- No pretendo “controlarlos” - Respondió Bryan: - Lo único que quiero es “soltarlos”. No tengo ni la más mínima intención de aliarme con estos animales con forma humana. -

- ¿Qué? -

- Independientemente de lo que suceda, es un hecho que el Culto de Caelos intentará asesinar a Odón Ascher. - Explicó Bryan sonriendo: - Entonces dejemos que la serpiente y el águila se maten entre sí. Nosotros simplemente ayudaremos un poco indicándoles la dirección correcta. Si tienen éxito o no, es problema de ellos.

A cambio de su libertad y de ayudarla un poco, le hice prometer a Belinda que no volvería a intentar nada que pusiese en peligro a ninguno de los ciudadanos. -

- ¿Y de verdad le crees? - Preguntó Emily escéptica.

- Por supuesto que no. - Respondió Bryan: - No les creería si me dijeran que es de día, aunque estuviese viendo el Sol directamente.

Pero si Belinda cree que me está engañando, se esforzará un poco por mantener la mentira y quizá consigamos que se confíe. De ese modo podremos enterarnos de muchas cosas, sobre todo cuando ella vaya a comunicarse con sus superiores.

No olvides que ya sabemos quién es, pero ella no tiene idea de quiénes somos nosotros. -

- Sigue siendo demasiado arriesgado. ¡Estás jugando con fuego! El Culto de Caelos ha podido arruinar a naciones enteras… Si no tenemos cuidado nos destruirán también. -

- Entiendo eso mejor de lo que crees. Es por eso que tengo una pequeña ventaja. -

- ¿De qué hablas? -

- No puedo entrar en detalles, pero mientras ella estaba inconsciente utilicé una magia secreta sobre Belinda que me permite hacerme una idea aproximada de su ubicación en todo momento. - Explicó Bryan sonriendo malévolamente: - Y cuando llegue el momento podré matarla sin importar en dónde se esconda. -

Los ojos de Emily se abrieron por la sorpresa, pero luego le devolvió la sonrisa y finalmente parecía dispuesta a proceder. Entonces ambos regresaron juntos a la cámara de piedra.

- Señorita Belinda, estuve hablando con mi asociada y está dispuesta a cooperar mientras se mantengan las condiciones que acordamos. También espero que cualquier malentendido entre nosotros quede atrás a partir de ahora. - Dijo Bryan cortésmente.

- Pero por supuesto. - Respondió Belinda sonriendo bajo su velo facial: - Todo eso ya es historia y nuestro Culto no los incordiará en lo más mínimo. -

- Entonces ahora mismo la liberaremos y luego nos pondremos en contacto con usted en el lugar acordado. Sin embargo, debo pedirle que soporte una última incomodidad, porque por diversos motivos necesitamos vendar sus ojos. -

- Por supuesto que acepto. - Respondió Belinda sin perder el tiempo.

*****

El resto fue bastante complicado.

Había que sacar a Belinda de la base secreta sin que Caspian o los Mercenarios que todavía se alojaban ahí se dieran cuenta de lo que ocurría. En esto los ayudó la Magia Oscura de Emily que los volvió invisibles durante buena parte del camino.

Luego tuvieron que viajar levitando hasta la carretera principal, donde Chester ya los estaba esperando con un grupo de caballos listo para trasportar a Belinda hasta los límites del bosque desde donde se podía ver la ciudad. Sólo entonces le quitaron la venda de los ojos.

Muchas cosas pudieron haber salido mal: Monstruos o animales en su camino, patrullas de la Legión Grifón u otros incidentes. Pero por una vez tuvieron la buena suerte de su lado y todo procedió según lo planeado. Finalmente, Belinda se marchó con rumbo desconocido, no sin antes decirle a Bryan dónde podrían reunirse.

- Muy bien, la loca se ha marchado y la marca mágica que le puse funciona de las mil maravillas. - Dijo Bryan sonriendo cuando regresaron a su escondite.

- Eso es bueno, pero aun así no debemos confiarnos. - Agregó Emily que seguía preocupada e inmediatamente le hizo un gesto a Chester para que se retirase, algo que el astuto ladrón hizo de inmediato.

- Lo sé amor mío. - Respondió Bryan seriamente en cuando estuvieron solos: - Pronto haré una movida y conseguiré a un poderoso aliado para que nos proteja durante el resto de la misión. Mientras tanto, cuéntame ¿Qué noticias has averiguado? -

- No te imaginas quién se encuentra en estos momentos en la Ciudad de Valen. - Respondió Emily frunciendo ligeramente el ceño: - Tu amiga Phoebe, la líder del Gremio Mercante de los Bootz. -

- ¿Qué hace ella en la ciudad de Valen? - Preguntó Bryan desconcertado.

- Mis contactos me dicen que el Duque quedó muy decepcionado con el Gremio McGrady cuando se enteró de su fracaso en el Bosque Oscuro, así que le pidió ayuda al Gremio Mercante de Bootz para que trasportasen un cargamento a la ciudad.

Al principio no estaban interesados en realizar un mero servicio de trasporte, pero Odón Ascher les ofreció una suma astronómica y finalmente aceptaron. Phoebe acaba de llegar en persona trayendo consigo las armas de asedio. -

La expresión de Bryan se ensombreció al considerar las posibilidades y finalmente preguntó con cierto apremio: - ¿Esto podría afectar a Phoebe? -

- Eso depende. - Respondió Emily: - En un mundo ideal, mientras que ella demuestre que no sabía cuál era el auténtico contenido de lo que estaba trasportando, podría salir libre sin muchos contratiempos. Después de todo, un Duque ostentando el cargo de Cónsul le ordenó no revisar el contenido y ella no podía negarse.

Pero el mundo de los negocios no es precisamente justo y hay varios burgueses que desean la ruina del Gremio Mercante de Bootz para poder ocupar su lugar como los líderes del comercio en el Imperio Itálico. Seguramente harán un escándalo, sobornarán Tribunos y presentarán falsos testigos. Entonces podría ser ejecutada por traición o la condenen a prisión perpetua. -

- ¡Debo prevenirla! - Exclamó Bryan muy preocupado: - ¿Sabes dónde se está hospedando en este momento? -

- ¡Mira cómo reaccionas? ¿Así es como esperas que crea que “no tienes ningún sentimiento por ella”? - Dijo Emily frunciendo los labios enfadada.

- ¡Maldición, Emily! Este no es el momento. - Respondió Bryan, pero contrario a sus palabras abrazó fuertemente a la Archimaga para besarla apasionadamente hasta que la dejó sin aliento, luego le dijo: - Phoebe es mi socia económica y política. Es una amiga leal. Le debo mucho y necesitaré su ayuda en el futuro. ¡No puedo permitir que le pase nada! -

Emily resopló, pero al final abrió un mapa para explicarle dónde se encontraban los alojamientos y la mejor ruta para llegar. Finalmente se despidió diciéndole: - ¡Ten mucho cuidado! Mientras Phoebe no haya entregado las armas de asedio estoy segura de que Odón Ascher tendrá cerca a varios miembros de la Legión Grifón para vigilarla.

*****

Visitar a Phoebe implicaba volver a infiltrarse en la Ciudad de Valen.

Al anochecer Bryan comenzó a escalar furtivamente los muros defensivos sin poder evitar suspirar de vez en cuando y no solamente por el esfuerzo. De haber podido le hubiese encantado simplemente usar el Arte del Noveno Diagrama Celeste para volar por encima de la muralla, pero los grifos tenían muy buena vista e incluso si no eran nocturnos por naturaleza existía la posibilidad de que pudiesen verlo. Y no sentía ningún deseo de enfrentarse a esos jinetes voladores en ese momento.

En cuanto pudo se dejó caer directamente al suelo y aterrizó con gracia. Para su buena suerte la seguridad se había relajado un poco gracias al tiempo trascurrido desde su última visita, pero el toque de queda aún estaba en efecto. Tuvo que dar muchas vueltas y usar callejones poco transitados para evitar a las patrullas de legionarios que rondaban por todas partes haciendo resonar el suelo con sus pisadas marciales.

Tras muchas peripecias llegó a un sector de la ciudad donde no había estado con anterioridad. Se trataba de hilera tras hilera de galpones de madera en donde se guardaban los productos de comercio que llegaban todos los días a la ciudad. Y como el Gremio Mercante de Bootz era el más poderoso e influyente entre todas las organizaciones comerciales del Imperio Itálico, naturalmente poseía sus propios edificios: un bloque de viviendas construidas con ladrillos y argamasa.

La Ciudad de Valen por la Noche

En el piso inferior se encontraban las habitaciones destinadas a las actividades comerciales, las bodegas con encantamientos especiales para mantener una temperatura estándar y otros tipos de dependencias. En el segundo nivel había toda una serie de viviendas privadas para los empleados más importantes y con las comodidades necesarias para vivir.

Toda la estructura estaba construida alrededor de un patio central, por el cual pasaban de vez en cuando una patrulla de cuatro o cinco guardias bien armados.

Bryan se desplazó de sombra en sombra, usando sus oídos para saber cuándo debía ocultarse de los vigilantes. Descubrió a varios miembros de la Legión Grifón posicionados en lugares estratégicos, pero ninguno de ellos alcanzó a notarlo gracias a las habilidades que había pulido cuando viajaba sólo en el Bosque Oscuro.

Cuando finalmente llegó al segundo piso la cosa se puso bastante difícil, pues en el primero había encontrado cajas u otros objetos tras los cuales podía esconderse, pero ahora sólo tenía un pasillo común recto y varias habitaciones con las puertas cerradas. No tenía tiempo de ir revisando cada una o correría un serio riesgo de ser descubierto. Así que cerró los ojos y comenzó a olfatear.

Al igual que el resto de sus sentidos, su nariz también era bastante sensible, aunque usualmente no dependía demasiado de ella. Pero esta vez estaba buscando algo muy específico. Y en efecto, al poco tiempo percibió ese aroma floral a jazmín que sabía era el favorito de Phoebe.

Entonces siguió el aroma desplazándose rápidamente hasta que encontró la última habitación en el extremo oeste del edificio. El problema era que la puerta estaba bien cerrada y custodiada por 3 guardias que evidentemente pertenecían a la Legión Grifón. Así que decidió dar un rodeo completo y tuvo suerte de no toparse con nadie más hasta que encontró lo que buscaba: un balcón.

Usando el Arte del Noveno Diagrama Celeste no tuvo problemas para levitar en completo silencio e introducirse en los aposentos que resultaron ser una oficina de trabajo con un gran escritorio bellamente tallado y repleto de documentos. Al frente se encontraba una puerta que seguramente daba al dormitorio. Entonces sus oídos percibieron el sonido de la respiración de Phoebe que a estas alturas era bastante familiar para él.

Bryan Ingresó al interior sin dudar un momento y se topó con unos espaciosos aposentos con un lujoso mobiliario. En el centro se alzaba el dosel de una gran cama con cortinas blancas tan finas, que incluso en la penumbra podía ver la silueta oscura del cuerpo de Phoebe que dormía detrás de ellas, iluminada tan solo por la luz de la luna.

Precisamente acababa de entrar cuando notó que la silueta de Phoebe se movía. Pensando que la Maestra de Espadas lo había escuchado o que estaba a punto de despertarse, Bryan dio unos pasos hacia adelante y estaba a punto de saludar cuando de repente…

- Mmmm… -

Sus finos oídos escucharon algo que se parecía a un gemido, pero sonaba extraño, agudo y dulce al mismo tiempo. Fue algo tan misterioso, que Bryan se quedó paralizado ahí mismo sin saber qué hacer. Luego sus agudos ojos notaron que el cuerpo de Phoebe comenzaba a moverse, temblando y retorciéndose, como si estuviera teniendo un sueño muy vívido. Sus piernas se frotaron una contra la otra, mientras que de vez en cuando sus manos acariciaban su cuerpo curvilíneo, como si estuvieran danzando sensualmente.

Entonces Bryan comenzó avanzar directamente hacia la cama atraído por una misteriosa fuerza que parecía estar jalándolo. Era como una polilla atraída por la luz o un pedazo de hierro expuesto al magnetismo. Su mente le gritaba que debía detenerse, pero terminó viendo su propia mano moviéndose como si no fuese suya sino la de un tercero, para apartar las cortinas que ocultaban la cama de Phoebe.

Cuando la tela se retiró, incluso antes de poder ver nada, su sensible nariz se sintió completamente embriagada por un delicioso aroma almizclero, privándolo por completo de cualquier rastro de raciocino.

Phoebe estaba acostada en la cama y se había descubierto de las sábanas de seda. Vestía un hermoso pijama que consistía en una camisola corta con tirantes bastante escotada y que la cubría hasta las caderas, pero dejaba descubierta su hermosa espalda junto con sus hombros. El tejido era de una fina gasa con varias trasparencias, encajes, lasos e incluso algunos bordados.

Se veía increíblemente sensual.

Sus hermosos ojos estaban cerrados con fuerza, sus mejillas se veían enrojecidas. De vez en cuando rodaba en la cama mientras se acariciaba el cuerpo. Cada cierto tiempo exhalaba un soplo de aire que terminaba en un adorable gemido.

- No… Bryan… ¡No sigas!

Una tímida protesta salió de los labios de Phoebe en ese momento y el sonido de su propio nombre hizo que Bryan recuperase un poco de su conciencia. Naturalmente creyó que la doncella lo había visto y quería hablarle, pero lo siguiente que ocurrió hizo que el saludo muriese en su garganta.

Una de las manos de Phoebe se deslizó por su vientre directamente hacia sus pechos y empezó a desvestirse, como si un calor abrazador estuviese luchando por salir de su interior e incluso la delicada tela que apenas la cubría fuese un obstáculo para su alivio. La otra mano se deslizó suavemente hacia la parte baja de su vientre y desde ahí se introdujo directamente en el glorioso espacio que había entre sus piernas. Entonces sus dedos comenzaron a moverse suavemente al principio, pero poco a poco aceleraban el ritmo mientras las rodillas de Phoebe iban de un lado a otro cada vez que su cuerpo sufría un cautivador espasmo en el que incluso su espalda se arqueaba ligeramente.

- ¡Bryan, no podemos!... ¡Por favor suéltame!... ¡Por favor! -

¡Está teniendo un sueño erótico!... ¡Y está teniéndolo conmigo!” Alcanzó a pensar Bryan con la poca mente que le quedaba, pues en ese preciso momento todo su ser estaba completamente fascinado por la visión de Phoebe. Era como una diosa dormida que danzaba a la luz de la luna, prometiendo un placer infinito a quien pudiese bailar con ella. Bryan sintió que su boca se le secaba y el corazón le daba un vuelco cada vez que la escuchaba susurrar su nombre. Antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo dio un paso adelante… ¡Y se introdujo en la cama con Phoebe!

Frente a semejante visión ningún hombre podría permanecer indiferente y Bryan no era un experto en controlarse cuando se trataba de la lujuria. No supo exactamente cuándo fue que se quitó su capa o su armadura, pero en algún momento las había dejado de lado.

De pronto estaba acariciando la espalda de Phoebe con una mano y sus dedos danzaron en el borde de sus hermosas caderas. Para sorpresa suya, la joven respondió inmediatamente, adaptando rápidamente su cuerpo para pegarse al suyo, como si sus movimientos hubiesen coincidido perfectamente con los del amante en sus sueños. Phoebe sonrió dormida, pero pegó sus caderas a las de Bryan con bastante más fuerza de lo que uno podría esperar.

El tacto del cuerpo de Phoebe era muy distinto al de Emily. La hermosa Archimaga era una mujer sensual y muy suave, aunque con bastante firmeza. En cambio, Phoebe era esbelta, atlética, pero inesperadamente delicada. Era una contradicción, sí, pero una gloriosa contradicción. Bryan sintió inmediatamente la presión del trasero firme y redondo contra su entrepierna y su miembro viril despertó de inmediato. Rápidamente usó su mano libre para desplegarlo, pero antes de que pudiese hacer nada, las propias piernas de Phoebe se abrieron casualmente para aferrarlo. No la estaba penetrando, pero la presión de esos muslos bien tonificados era más que suficiente para cumplir cualquier expectativa de placer que se pudiera imaginar y sentía claramente la humedad que brotaba de los labios en la propia entrepierna de Phoebe.

Sonriendo como una bestia, Bryan perdió de golpe toda inhibición y llevó sus manos directamente hacia el escote de Phoebe para abrir su pijama, dejando al descubierto unos pechos firmes y hermosos. La doncella tembló cuando sus pezones se enfriaron de pronto e intentó cubrírselos, pero antes de que pudiese hacerlo las manos de Bryan ya estaban aferrándolos firmemente, mientras de vez en cuando sus dedos pellizcaban suavemente esa pequeña superficie endurecida por el frío. Entonces pegó sus labios al cuello de la espadachina y comenzó a besarlo apasionadamente, haciéndole cosquillas.

- ¡Oh… Pervertido! - Murmuró Phoebe en sueños, pero sonreía a pesar de su protesta. Inconscientemente cubrió con las suyas las manos de Bryan que acariciaban sus pechos, pero no hizo nada para retirarlas y más bien parecía invitarlo a incrementar la presión que estaba usando, invitación que el libidinoso joven no dudó en aceptar. Al mismo tiempo Phoebe presionó todavía más sus nalgas contra su entrepierna, como si quisiese sentir aún más la invasión del miembro viril y apretó sus delgadas piernas con más fuerza.

El estímulo fue tan fuerte que Bryan rugió como un león e inmediatamente atacó el enrojecido cuello de Phoebe con un alud de besos mientras que sus manos palpaban hasta el más íntimo recodo de esos sensuales pechos femeninos.

Finalmente, no pudo más y llevó una de sus manos hacia la entrepierna de Phoebe, listo para violar directamente el mismísimo centro de su sexo. Pero estaba tan absorto en su pasión, que no pudo evitar mover sus caderas para embestir a Phoebe antes de tiempo y terminó golpeando sus nalgas con un poco de fuerza. Algo en el movimiento debió sorprenderla, porque de repente la doncella abrió un poco los ojos y se volvió para mirar a Bryan con una clara expresión de deleite y placer.

Phoebe estaba acostada en la cama y se había descubierto de las sábanas de seda...

Nota del Traductor

Que tal amigos, soy acabcor de Perú hogar del Mono Huapo Colorado, uno de los más raros del mundo.

Quiero empezar dándoles las gracias a mis estimados Mecenas sin los cuales no podría ni pagar la luz, pero también quiero pedir ayuda a cualquier buena persona que quiera patrocinarme porque la cuenta del internet se ha incrementado y tengo que conseguir algo de dinero como sea. Así que si te sientes con ganas de ayudar a este humilde traductor... ¡Por favor anímate! Mi vacía billetera te lo agradecerá y yo también.

Hoy me enteré de que un curita ha conseguido milagrosamente que les donen oxígeno gratuitamente para el pueblito de Quillabamba en Cuzco donde está muriendo mucha gente... ¡Y los hijos de puta del Estado izquierdista dirigido por Francisco Sagasti le han obligado a pagar flete para trasportarlo! O sea, el señor consigue lo que ellos deberían y encima en lugar de ayudarlo le roban.

Bueno, mejor me detengo ahí porque tampoco quiero deprimirlos más de la cuenta.

¿Qué tal este episodio? Me esforcé bastante porque el original es espantosamente corto: hay un par de líneas y de inmediato pasamos a la situación caliente con Phoebe. Yo tenía que cambiar eso.

Siendo sinceros, una cosa es el erotismo, que a pesar de todos sus detractores nadie puede negar que se trata de un arte propiamente. Otra muy diferente es la pornografía, que no solo no es un arte, sino que encima oculta realidades horribles de mujeres explotadas de forma espantosa.

Yo siempre intento transformar las partes pasionales en una más erótica que descriptiva, porque eso es lo que más disfrutamos. Cualquiera puede entrar a internet y ver imágenes sucias cuando desee, no necesitamos mangas o narraciones para ello. De hecho, la industria entera del porno está en decadencia precisamente por eso, porque según los expertos cada vez es más difícil llamar la atención con un morbo sexual que se está volviendo más cotidiano que el coronavirus. En cambio, el erotismo, la propia promesa de la pasión envuelta en el adorable contexto de una adecuada narración... ¡Eso es mil veces más valioso y difícil de conseguir!

Y no se equivoquen, no tiene nada de malo disfrutar de la belleza de una mujer hermosa, pues una invitación al amor. Muchos creen erróneamente que la religión cristiana se opone a la sexualidad porque la televisión siempre manda ese mensaje. Eso es una falsedad inmensa como una casa, lo único que solicitan es que esa pasión se viva de una forma adecuada en que se pueda disfrutar y sin degradarla.

Pues para esta escena pasional tuve varias dificultades, pero eso no fue malo, sino positivo. Me dio tiempo de pensarlo mucho y gracias a eso pude inventarme todas esas conversaciones iniciales entre Emily y el protagonista. Mi intención era que quedasen cómicas y espero haberlo conseguido.

Además, los eventos en el original ocurren tan rápidamente y uno tras otro que se siente vertiginoso y muy improbable ¿cómo es posible que tantas cosas pasen en un solo día? En el original el protagonista escapa con Lisa y esa misma noche ocurre que regresa al Cementerio de la Muerte, luego Belinda los ataca y hay una lucha espantosa. Al día siguiente, sin que ninguno pueda descansar ni un momento, el protagonista se entera que es más fuerte, usa su hechizo sobre Belinda, hace el trato con ella y luego se marcha hacia donde está Phoebe... ¡Demasiadas cosas! Yo tuve que inventarme más días para que fuese más creíble e incluso así siento que hay partes que parecen demasiado forzadas. Espero haber hecho un buen trabajo.

Nuevamente me salvó el hecho de haberme inventado el Asentamiento de Pequeño Valen. El describir a Bryan volviendo a tener que infiltrarse hace que sea más creíble todo el tiempo trascurrido en lugar de poner "3 días después" al final de un párrafo.

Para los almacenes me basé en una descripción de los galpones que los romanos usaban y sus Insulae, que eran unos edificios donde había muchas tiendas en el primer piso mientras que las habitaciones estaban en el segundo, tercero y cuarto. ¡Ah, esos romanos! ¡Nuestros maestros para todo! Esos edificios eran prácticamente iguales a nuestras actuales residenciales de apartamentos.

Al narrar el acto sensual entre el protagonista y Phoebe decidí cambiar el modo en que se presenta. En el original el protagonista simplemente se mete en la cama apenas ve que la chica tiene un sueño húmedo como si fuera un adolescente pervertido. Una cosa es ser un protagonista malvado y otra muy diferente es ser un protagonista patético. Se supone que él ya sabe sobre relacionarse con mujeres ¿por qué se comporta de pronto como un pirañita estúpido de 15 años? Pero eso era lo que describía el capítulo e incluso estaba en el título. Yo modifico y cambio cosas, pero tampoco debo pasarme demasiado. Sin embargo, me pareció demasiado vulgar.

Después de pensarlo mucho me pareció que el 90 % del problema no estaba tanto en la situación como en el modo que el autor la cuenta. Así que cambié el enfoque a uno distinto. Era importante presentar una serie de eventos que llevasen al protagonista a ese estado: La tensión por evitar a los guardias, el hecho de que justo estuviese usando otros sentidos a parte de la vista para localizar a Phoebe y finalmente una adecuada sucesión de eventos: Entra por sorpresa (+) Sus oídos perciben algo extraño (+) la silueta sensual se revela a través de las cortinas (+) al abrirlas el aroma de la mujer inunda sus sentidos. Todo esto debía ocurrir antes de que él entendiese lo que estaba sucediendo realmente, de modo que el propio lector se identifica con el protagonista y entiende sus acciones posteriores.

El resto ya lo han visto ustedes.

Creo que me quedó muy bien, pero, aunque no lo crean aún tuve otro problema: las imágenes. Debían ser de buen gusto y me tomó 4 días enteros encontrar una que trasmitiese más o menos la situación. Esta finalmente fue la escogida y, aunque no es una cama, creo que trasmitió bien la idea de cómo se veía Phoebe en ese momento.

Pero por favor déjenme saber su opinión en los comentarios. Es bien triste cuando reviso y solamente veo las opiniones de 3 o 4 personas. ¡Vamos gente! ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Lo habrían hecho de otro modo? ¿Les pareció que la narración era coherente? ¿Encuentran algún defecto?

Y por favor no dejen de compartir este trabajo con otras personas para hacerlo popular y así conseguir más patrocinadores que me ayuden a pagar el mantenimiento de mi pequeño apartamento.

Nos vemos en el siguiente capítulo.