06 El desafío del Héroe

León Brave era el típico personaje con el rol de "elegido", que llevaba en su sangre un rasgo innato heredado de sus ancestros, lo cual lo volvía el único capaz de derrotar al Rey Demonio. En un escenario realista, una persona así vendría de una antigua familia de aristócratas, pero los desarrolladores sabían que el público prefería la historia del hombre común que asciende desde abajo hacia la cima, así que le dieron un trasfondo en el que nace como plebeyo. A pesar de esto, de algún modo consigue tener un historial académico perfecto, un físico privilegiado y, por supuesto, el atractivo que lo hará ser amado por una gran cantidad de heroínas.

Sí, es un poco estúpido. Pero nadie busca realismo absoluto en una fantasía. Claro que la trama debe ser coherente. Hay quienes prefieren tramas complejas o desgarradoras, mientras que otros se inclinan por lo sencillo. Todo eso está muy bien, pero lo principal es que la historia sea divertida y emocionante. De lo contrario, estaría calculando mis impuestos en lugar de jugar.

La primera entrega de DunBrave, con su enorme abanico de misiones, tenía un poco para todos los gustos. De ahí que fuese tan popular.

Pero volvamos a León Brave y hablemos de su fuerza. Naturalmente, sus estadísticas iniciales también son sobresalientes. Es cierto que su nivel no es más alto que el del resto de los estudiantes y que al principio del juego no es particularmente poderoso, pero lo que tiene a su favor es que su clase inicial es Caballero Rúnico, lo cual le permite dominar tanto el combate cuerpo a cuerpo como la magia. Esta clase es tan rara que, según el lore del juego, solo una persona entre varios millones nace con ella. Y en toda la historia de DunBrave, solo dos personas la han tenido.

- ¡Vaya…! - No pude evitar exclamar cuando León se levantó de su silla. Ahí estaba el personaje con el que había jugado tantas veces, pero ahora estaba vivo y caminando a unos metros de mí. Mis sentimientos eran bastante extraños en ese momento. Por un lado, era como conocer a un ídolo al que has seguido desde hace mucho tiempo y del cual sabes mucho, pero, al mismo tiempo, era como encontrarte con un completo desconocido. Y es que, durante todo este tiempo, León Brave hacía y decía básicamente lo que yo le ordenaba con mi control, así que tenía mucha curiosidad por saber cómo sería esta persona ahora que tenía una personalidad propia.

Sin embargo, mientras yo hacía esfuerzos por contener mi alegría, León pasó a mi lado. Cuando nuestras miradas se encontraron, por un segundo vi cómo me lanzaba una mirada de profundo desagrado antes de continuar. León no me dijo nada y siguió sonriendo mientras se dirigía hacia el escenario, pero yo me quedé congelado por un momento. ¿Qué estaba pasando? Todavía no me había acostado con ninguna de sus heroínas, así que no debería haber motivos para que me odiara.

“Mierda, ¿será que de algún modo conoce el futuro? ¿Es posible que pueda intuir...? No, pero él nunca ha tenido poderes de precognición. No debería haber manera de que sepa esto en este punto...” Inmediatamente, mi cerebro se llenó de teorías para intentar explicar lo que estaba sucediendo, pero me obligué a calmarme para poder pensar con claridad: “La descripción preconfigurada del personaje de León es la de alguien que tiene un fuerte sentido de justicia y detesta la deshonestidad. Quizá también ha escuchado sobre la reputación de mi familia e interpretó mi discusión con el profesor como una muestra de desdén por las reglas. Sí, debe ser algo por el estilo.”

Mientras tanto, León ya había llegado al centro del escenario, donde el anciano profesor lo esperaba para estrecharle la mano efusivamente.

- Felicidades por haber obtenido el primer puesto, estudiante León Brave. Eso te convierte en el representante de todos los nuevos estudiantes, así que, por favor, da el discurso de bienvenida. -

- ¡Entendido! - Respondió León.

Inmediatamente, volvió su atención hacia la multitud de estudiantes que lo observaban, y en ningún momento su expresión vaciló. Cualquier otro habría tenido nervios, pero era evidente que el protagonista tenía el talento natural para liderar a otros y no temía hablar en público. Además, seguramente los profesores lo habían prevenido de antemano sobre lo que iba a suceder, así que ya tendría un discurso preparado.

- Es un gran honor presentarme ante ustedes como el representante de los nuevos estudiantes en la prestigiosa Academia de Artes Arcanas y Bélicas. - Dijo con una voz clara, en un tono agradable de escuchar. Cada palabra suya era pronunciada con total seguridad.

Sin darme cuenta, me incliné hacia adelante. En el juego, esta parte siempre estaba cortada e inmediatamente saltaba a una cinemática, así que tenía curiosidad por lo que el joven héroe iba a decir.

- Vengo de una honesta pero humilde familia de plebeyos, así que jamás podría haber llegado hasta aquí por mí mismo. Debo mi puesto a la gran bondad de mi amiga de la infancia, que me ayudó con mis estudios, y al conde Uranus, que accedió a ser mi tutor. Es por eso que deseo iniciar este discurso agradeciendo a todos aquellos que me han ayudado a mí y a mi familia en este recorrido. También quiero saludar con respeto y gratitud a todo el personal docente de esta noble institución que me ha brindado la oportunidad de aceptarme como estudiante, y a todos mis compañeros de clase, con los que espero forjar lazos de amistad. -

- Mmm... lo que dice es más o menos lo que se espera, supongo. -

Si bien no estoy seguro de cuál sería el discurso más apropiado para este tipo de ceremonias, las palabras de León me parecían las de alguien que estaba jugando a lo seguro. Sus modales eran perfectos, pero lo que decía no tenía nada destacable. Quiero decir, era el héroe de un videojuego. Esperaba algo como: "¡Me convertiré en el más fuerte!" o "¡Voy a proteger este mundo!". Pero al final, me sentí un poco decepcionado.

“Oye... ¿esto es real?”

El tipo me mira como si fuese Íñigo Montoya a punto de decir: "¡Tú mataste a mi padre!". Y, siendo el veterano que soy en odiar al personaje de Zenón Baskerville, normalmente le habría dado la razón. Pero el problema era que yo no le había hecho nada... al menos, todavía. Mi mente trataba desesperadamente de juntar piezas de un rompecabezas que no entendía, y en ese momento se me ocurrió una terrible posibilidad:

“¿Tal vez León Brave es una persona reencarnada como yo?”

Quiero decir, si me pasó a mí, eso significa que la posibilidad es mayor que cero. Pero, si ese es el caso, la situación daría un vuelco de 180°. Ahora mismo, mi fuerza y la de León son similares, pero dentro de muy poco, el atributo de la Sangre del Héroe comenzará a entrar en acción y acelerará su crecimiento a un ritmo incomparable. Me superará fácilmente, especialmente si resulta ser un jugador veterano del juego, con conocimientos acerca de las misiones principales y secretas.

“Si ese es el caso... ¡Necesito desaparecer ahora mismo!”

Con mi habilidad, no es imposible que pueda vencer a León Brave. El problema es que no puedo matarlo bajo ninguna circunstancia, ni siquiera en defensa propia, porque si él muere, no habrá nadie que pueda derrotar al Rey Demonio, lo que significaría el fin del mundo. Da igual cuánto me fortalezca o cuántos objetos de altísimo nivel reúna, yo no tengo la Sangre del Héroe.

Y si León realmente es otro jugador como yo, que conoce ambas entregas de DunBrave... lo primero que hará será tratar de matar al "netoreador" Zenón Baskerville. Quiero decir, yo lo haría, y con una maldita sonrisa en el rostro.

- ¡Cálmate! - Susurré para mí mismo, mientras pensaba furiosamente. Por más que le daba vueltas, algo no encajaba: “A ver, supongamos que yo estuviese en el cuerpo de León Brave... ¿cómo me desharía de Zenón Baskerville? Lo más seguro sería invitarlo a acompañarme a un laberinto donde no haya testigos y luego asesinarlo a sangre fría mientras está ocupado peleando con un monstruo. En realidad, ni siquiera tendría que matarlo. Gran parte del motivo por el que Zenón pudo hacerle todo lo que le hizo a León en DunBrave II fue porque este confiaba en su amistad.”

Cuanto más lo pensaba, menos probable me parecía la posibilidad de que León Brave fuese un reencarnado. Si realmente fuera un jugador, lo más lógico sería fingir que no conoce las malas intenciones de Zenón Baskerville. En cambio, este héroe prácticamente acababa de declararme la guerra frente a todo el mundo. No tenía sentido que me pusiera sobre aviso.

“¿Pero entonces...? ¿Por qué está pasando esto? No hay ninguna escena como esta durante la ceremonia de entrada en DunBrave. A no ser... ¡No puede ser! ¿Es un Efecto Mariposa producido por mi llegada? ¡¿Será que mi presencia aquí está cambiando la trama del juego?!”

DunBrave II es radicalmente diferente a la primera entrega debido a que los desarrolladores de mierda sufrieron algún tipo de colapso mental por culpa de alguna mujer o algo parecido. Esto resultó en una trama con muchos elementos narrativos que nunca terminaron de encajar.

El propio Zenón Baskerville era una prueba de ello. En DunBrave, no era más que un NPC con nombre que ocupaba el segundo lugar, pero casi no aparecía en el juego y ni siquiera tenía un arte conceptual. Su existencia solo servía para recalcar la superioridad de León en el examen de ingreso y para que el número de estudiantes premiados durante la ceremonia de entrada fuese cinco en lugar de cuatro, ya que en Japón se considera un número de mala suerte. Zenón no tenía ningún tipo de trasfondo, ni diálogos, y su apellido solo se mencionaba en el lore como parte de las familias aristocráticas, sin ninguna misión relacionada con ellos.

Recién en DunBrave II, Zenón se volvió repentinamente el centro de atención, promovido al papel de antagonista. Fue entonces cuando inventaron eso de que su familia controlaba todo el inframundo criminal del Reino Slayer. Pero desde el principio esta trama se sintió demasiado forzada. Es casi seguro que esta historia no formaba parte del escenario original que los desarrolladores habían planeado. Zenón Baskerville no era ni un villano ni un protagonista, y convertir a su familia en un grupo de criminales probablemente fue una idea de último momento para justificar lo injustificable.

Entonces, si este mundo estaba basado de algún modo en la combinación de las tramas de DunBrave y DunBrave II, los agujeros en el guion tendrían que manifestarse como grandes cambios que alterarían los acontecimientos de la primera entrega, provocando que los eventos ocurrieran de forma diferente.

Inconscientemente, apreté los dientes y puse cara de pocos amigos. No tenía idea de cuán cierta era mi teoría, pero a falta de una mejor explicación, lo único seguro era asumir que todo lo que sabía del juego (especialmente los tiempos y la forma en que se desarrollarían los elementos clave de la trama en el futuro) no necesariamente sería confiable. Pensándolo bien, las versiones del juego para PC y consola tenían Parches diferentes, e incluso los eventos de los DLC variaban ligeramente.

“¡Mierda, mierda y recontra mierda!” Pensé para mí mismo, apretando los puños. “Eso quiere decir que, incluso si me mantengo completamente al margen de lo que ocurra a partir de ahora, nada garantiza que la historia de la trama original se desarrolle sin problemas. León Brave podría fracasar en derrotar al Rey Demonio y no obtendrá su final feliz. Incluso si Zenón desaparece de la ecuación y jamás se roba a las heroínas, el mundo podría terminar siendo destruido de todos modos si el héroe es derrotado.” Respiré hondo y exhalé profundamente: “No tengo más opción que involucrarme o mi nueva vida quizá no dure mucho tiempo.”

- Ah… Alumno Brave. Es bueno que te esfuerces por competir para mejorar junto con tus compañeros de clase. Pero por favor no lo lleves demasiado lejos. -

El mismo profesor que me había tratado como a un criminal por no haberme levantado a tiempo del asiento, reprendió suavemente a León con una sonrisa y lo instó a regresar a su asiento. León terminó su discurso, o mejor dicho, su desafío, y me miró una última vez antes de volver a su lugar. Pero yo no le devolví la mirada, ni me enojé por la injusticia de la situación. En ese momento, sabía que tenía problemas mucho más serios que un viejo senil al que ya lo estaba llamando la tierra o un héroe desubicado. Tenía que hacer planes, y necesitaba hacerlos cuanto antes.

- Ahora, me gustaría presentarles a los profesores que serán sus instructores durante los próximos tres años... -

A partir de ese momento, la Ceremonia de Ingreso continuó, pero yo ya no presté la menor atención. En mi mente, consideraba sombríos escenarios de un futuro que podía llevarme a la perdición, pero tenía que afrontarlo si quería tener alguna esperanza de sobrevivir.

Esa tarde, sin embargo, no logré encontrar una solución.