240 Un Lugar Misterioso

Muchas de las erupciones volcánicas que habían azotado la tierra resultaron ser parte de la interferencia dimensional provocada por el Ifrit cuando intentaba atrapar a todos sus enemigos. Cuando esta desapareció gran parte del territorio montañoso regresó a su apariencia anterior, como si todo lo ocurrido no hubiese sido más que un sueño. Sin embargo, la primera explosión en la laguna de aguas termales si había sucedido, así que ésta ya no existía más y una gran parte del entorno estaba destruido o en llamas.

Justo encima de este lugar apareció un agujero dimensional y poco después una barrera esférica salió llevando consigo a la Gran Maga Cabiria.

Después de alejarse a una distancia prudencial, la Gran Maga deshizo sus defensas y procedió a beber toda el agua que podía. Después se acomodó en el suelo para descansar, pues a pesar de sus grandes poderes la edad ya le estaba pasando factura y esta aventura la había llevado casi al límite de sus fuerzas.

- Mi tesoro. - Susurró tristemente Cabiria al recordar al Corazón de la Primera Llama que yacía en los dominios subterráneos del Ifrit.

Invirtió años de tiempo, esfuerzo y dinero para encontrar este lugar y llegar a su destino. Se había atrevido a dejarse atrapar en una interferencia dimensional demoniaca, nada menos que una realidad artificial que podría haber adquirido cualquier forma inesperada que desease ese monstruo. No dudó en sacrificar las vidas de sus mejores asistentes. Utilizó un invaluable Pergamino Antiguo que solamente podría servirle dos veces antes de desaparecer para siempre. Y finalmente consiguió manipular a dos peligrosos individuos para que le ayudasen a abrirse paso por los dominios secretos del Ifrit… Todo para tener una oportunidad de conseguir ese premio…

Pero al final todos sus esfuerzos resultaron inútiles.

La ocasión había pasado y ahora el Ifrit estaría en guardia en caso de que alguien quisiese robar ese valiosísimo orbe. ¡¿Quién podía decir cuándo volvería a tener ocasión de obtenerlo?! ¡¿Cuándo volvería a suceder que tantas entidades poderosas se reunieran para luchar contra ese demonio?!

- Pero no puedo rendirme. No debo. - Se decía Cabiria con voz cansada. Durante su aventura consiguió obtener muchos tesoros invaluables, pero todos ellos no valían nada en su mente cuando los comparaba con el Corazón de la Primera Llama.

Lo cierto era que debería escaparse rápidamente, ya que el Ifrit podría salir en su búsqueda. Pero estaba al límite de sus fuerzas y necesitaba descansar. Antes de darse cuenta, sus viejos párpados se cerraron durante un tiempo del que no fue consciente.

Los ojos de Cabiria se volvieron abrir cuando sintió un repentino incremento de energía y pensó que el Ifrit había venido por ella. Comprobó que el sol apenas se había movido de su sitio, así que no debía haber pasado mucho tiempo desde que se quedó dormida. Pero antes de que pudiese correr, levitar u ocultarse, el suelo donde solían estar las aguas termales se rompió como si una lanza hubiese brotado de la tierra y un rayo de luz blanca salió de las profundidades más rápido que el pensamiento. Poco después ruido del estruendo correspondiente se puso al día, seguido por una onda expansiva de aire caliente.

- ¡¿Qué demonios?! ¡Imposible! - Exclamó Cabiria cuando distinguió algo descendiendo del cielo, así como unas voces conocidas.

*****

- ¡Lo conseguimos! - Exclamó Sofía sonriendo mientras dirigía al Corcel Alado hacia el suelo: - Y parece que ese Ifrit no nos está persiguiendo. -

Sin embargo, Bryan permaneció en silencio. Su única respuesta fue abrazar con más fuerza la cintura de la Paladín.

- Eh… Señor Bryan. ¿Puedes soltarte? - Inquirió Sofía ruborizándose un poco.

- Por favor desciende. - Susurró Bryan finalmente

- ¿Qué? -

- Desciende. -

Sofía lo hizo y Crisaor se posó en el suelo con garbo. Entonces la paladín se volvió para hablar con Bryan, pero antes de que pudiese decirle algo, el joven se bajó de un salto y comenzó a besar el suelo.

- ¡Si! ¡Estoy vivo! - Exclamó Bryan repentinamente.

- ¿Señor Bryan? - Volvió a preguntar Sofía preocupada.

- ¡Tierra! ¡Suelo firme! -

- ¡Por favor mantenga la compostura, Bryan! -

El grito de Sofía sacó a Bryan de su estado anormal y por fin se dio cuenta de que estaba haciendo el ridículo. Así que se levantó de un salto con una expresión compuesta a toda prisa y dijo: - Doncella Sofía, yo nunca he perdido la compostura. Estos son… Si, religión. ¡Son los rituales religiosos que realiza mi familia luego de una batalla! -

- Ajá… - Murmuró Sofía levantando una ceja, pero entonces pareció comprender algo y dijo: - ¡Lo lamento! ¡Debí advertirte que si no tienes el pacto con Crisaor la velocidad…! ¡Estaba tan concentrada en salir que no pensé en eso! -

- No importa. - Dijo Bryan encogiéndose de hombros: - Vivir es más importante que cualquier otra cosa. -

- Es verdad… Pero igual debí advertirte. - Respondió Sofía avergonzada, pero volvió a sobresaltarse: - ¡Tu tesoro! Esa gema resplandeciente que nos defendió del calor… ¡Debió quedarse atrás en el dominio del Ifrit! -

- No importa. - Respondió Bryan tranquilamente: - Cumplió su función y de todos modos no debería durar mucho tiempo más. Además, dudo mucho que lo necesite en el futuro, pues en lo personal ha visto suficiente lava para el resto de mi vida y no pienso acercarme un lugar parecido en el futuro. ¡Si! ¡Oficialmente detesto la lava! -

- Me alivia escuchar eso. - Dijo Sofía sonriendo divertida: - ¡Es gracias a tus esfuerzos que puedo volver a contemplar la luz del sol! Si encuentro un tesoro parecido al que perdiste, prometo que encontraré un modo de enviártelo en pago por el que has perdido. -

- No es necesario. Hablo en serio cuando digo que no le quedaba mucho tiempo. - Dijo Bryan levantando ambas manos para pedirle que se detuviera, pero entonces algo llamó su atención y continuó: - Y hablando de cosas a las que no les queda mucho tiempo… ¡¿Cómo se encuentra, Maestra Cabiria?! ¡Veo que has encontrado un buen lugar para descansar! ¡Si quieres, puedo ayudarte a que descanses aquí permanentemente! -

La anciana había intentado irse disimuladamente, pero se volvió en cuanto escucho su nombre. Entonces se encontró con los ojos de Bryan que la miraban como a un cerdo camino al matadero. Sofía también reparó en ella y desenvainó su espada, mientras que Crisaor relinchaba con furia al sentir la agresividad de su ama hacia esta anciana en frente suyo.

Al ver esto, Cabiria forzó una sonrisa que más bien parecía una mueca y habló con un tono pausado: - Los felicito a ambos por sobrevivir pese a todos los obstáculos. Pero espero que no me guarden rencor por lo que ocurrió en ese momento. -

- ¡¿Qué no te guardemos rencor?! - Exclamó Sofía indignada: - Te aconsejo que pronuncies con cuidado tus siguientes palabras, pues bien podrían ser las ultimas. -

- No pienso darte excusas, doncella Sofía. Simplemente hice lo que era necesario para conservar mi vida. - Respondió Cabiria preparando su báculo: - Es lo mismo en este momento. ¿Acaso hay algo que ustedes no harían para sobrevivir? La experiencia me dice que ese joven necromante entiende de lo que hablo. ¡Joven Bryan, no digas que no harías lo mismo si hubieses estado en mi lugar! -

- No, anciana. - Respondió Bryan negando con la cabeza: - Es cierto que quiero vivir, pero no a costa de cualquier cosa. -

No estaba mintiendo. Podría haberlas abandonado cuando lo estaban buscando, pero eligió quedarse por el bien de Sofía.

- Miéntete a ti mismo si quieres. - Se burló Cabiria: - Pero si ahora intentan matarme, más vale que lo hagan preparados para morir. Yo he tenido tiempo de recuperar algo de mi poder mientras descansaba. ¿Cuántas posibilidades creen tener? -

Cabiria en actitud de batalla

Los tres se miraron listos para la batalla. Sin embargo, era cierto que todos ellos estaban agotados y casi al límite de sus fuerzas. Incluso si ganaban la batalla contra Cabiria, podrían quedar tan heridos o cansados que luego no fuesen capaces de abandonar el Bosque Oscuro con seguridad.

Imagina si sobrevivimos a todo esto solamente para acabar en la panza del primer monstruo de bajo rango que nos encuentre.” Era el pensamiento compartido por todos.

- Dejemos que esta arpía se marche. - Masculló Bryan finalmente con algo de dificultad.

Sofía lo miró un instante y después a Cabiria, pero finalmente envainó su espada. Entonces le sonrió a Bryan mientras decía: - No vale la pena desperdiciar nuestro aliento con este tipo de persona. Marchémonos, Señor Bryan. -

- Tienes toda la razón, doncella Sofía - Respondió Bryan preparándose para irse, pero antes se permitió un instante para mirar a Cabiria con mucha atención y finalmente sonrió cruelmente antes de emprender el vuelo.

La Gran Maga suspiró con alivio, pero un escalofrío persistía en su corazón. Los ojos de Bryan y su sonrisa le habían transmitido claramente una intención.

Ya encontraré ocasión de vengarme.

*****

Sofía voló en Crisaor junto a Bryan, quien por más que le insistiese se negaba cortésmente a volver a subir al lomo de la bestia divina. Con el tiempo dejaron atrás los humos y el calor del valle montañoso de manera que, cuando llegó el atardecer, estaban bastante lejos de los dominios del Ifrit. Además, las nubes negras en el horizonte anunciaban la proximidad de una lluvia que seguramente ayudaría a prevenir que el incendio forestal se extendiese.

Bryan siguió concentrado durante un tiempo en la Marca Oscura que había colocado en el Zombi, la cual le indicaba que la transformación de su criatura continuaba sin contratiempos. Y si ese demonio realmente creía que ese capullo era una especie de huevo, lo más posible era que lo protegiese.

No podría haber pedido un mejor guardián para mi nuevo Zombi Elemental, pero espero que cuando finalmente esté listo, ese Ifrit no me dé demasiados problemas… Bueno, no es que vaya a estar terminado en unos días. Para entonces debería haberme fortalecido o podré ingeniar algún modo de llevármelo sin muchas complicaciones.

Además, cuando su criatura estuviese lista, tal vez podría usar sus habilidades para obtener todos esos tesoros que habían quedado sin recolectar.

- Creo que es tiempo de que nos separemos. - Dijo de pronto Sofía.

Bryan tenía una excelente impresión de esta mujer paladín, que había estado dispuesta a luchar a su lado con honor hasta el final. Además, sus belleza era verdaderamente hechizante y el simple hecho de verla era un auténtico deleite que daba alegría a su espíritu. Tampoco dejó de notar que, si bien esta doncella podría haberse marchado hacía mucho, estaba retrasando su partida para acompañarlo y asistirlo por si sus heridas le causaban problemas.

Sonriendo, Bryan descendió sobre la rama de un árbol y el Caballo Crisaor se posó con su hermosa jinete en una que se encontraba en frente suyo. Entonces Bryan realizó una profunda reverencia y dijo: - Noble Sofía. Nunca había conocido a un Caballero con tanta nobleza. Es un honor para mí el haberte conocido durante esta aventura. ¡Que los dioses te guarden en tus batallas! -

Sofía lo miró con una sonrisa misteriosa durante un buen momento antes de responder, como si quisiese memorizar cada uno de sus rasgos, pero finalmente habló: - Valiente Bryan, es un honor para mí el haber luchado a tu lado. Si alguna vez viajas al Imperio Kasi, no dejes de visitarme. Te garantizo que te brindaré la mejor hospitalidad. -

- Os lo agradezco. - Respondió Bryan alegremente: - ¿Cómo hago para encontrarte si mis caminos me llevan ahí? -

Sofía lo miró con curiosidad y preguntó riendo: - ¿En verdad nunca has oído hablar de mi o de nuestra familia? -

Bryan negó con la cabeza: - Me confieso el peor de los ignorantes. -

- Cuando llegues simplemente pregunta a cualquiera en dónde se encuentran los dominios de Justino, el Caballero Supremo, que también es mi padre. - Respondió Sofía alegremente: - También puedes intentar algo un poco más obvio y buscarme directamente. Descubrirás que soy la única Paladín que monta un Caballo Alado. - 

Sofía la hermosa Paladín

Al oírla Bryan tuvo que luchar para contener una carcajada, pues cuando lo pensaba un poco era evidente que Sofía tenía que ser conocida por su bestia guardiana. Pero para no quedar como un completo despistado justo al final, decidió arriesgarse a despedirse con una pisca de picardía: - Para estar más seguro quizá deba preguntar por la Mujer Paladín más hermosa y sensual que exista. ¿Qué opinas de ello? -

- Esa es una idea interesante. - Respondió Sofía sin dejar de sonreír misteriosamente: - Pero seguramente lo será aún más si me lo dices el día en que vuelvas a tener cabello. ¡Adiós, sinvergüenza interesante! -

Y con esas palabras, la hermosa doncella guerrera agitó las riendas doradas de Crisaor, que relinchó con orgullo antes de galopar hacia los cielos.

- Ja, ja, ja. Adiós, diosa de la guerra. - Dijo Bryan suspirando después de soltar una carcajada. Se había olvidado que en ese momento estaba calvo, sin cejas o pestañas debido a las quemaduras y que seguramente se veía ridículo vistiendo nada más que un pantalón. 

Luego se puso a pensar en la identidad de Sofía y volvió a suspirar. La hija de un Caballero Supremo seguramente era alguien importante, porque la cantidad de guerreros que alcanzaban ese nivel en los diferentes países casi siempre podían contarse con los dedos de una sola mano.

No importaba si eran Magos, Caballeros o Espadachines, el epíteto de Supremo casi siempre estaba reservado para aquellos individuos que habían alcanzado el pináculo de la fuerza mágica o marcial en los distintos países. Naturalmente los Supremos recibían la mayor cantidad de influencia, honores y reverencias, pues sus poderes eran tan grandes que podían influenciar por sí solos el resultado de una batalla. De hecho, la cantidad de Supremos que existiesen en una nación solía ser el principal indicador de la fuerza total de dicha nación e incluso los emperadores los tratarían con cierto respeto.

Ahora entiendo por qué se sorprendió tanto de que no la conociera. Obviamente la familia capaz de producir a un Supremo tiene que tener renombre internacional.

En general Bryan sabía que los Supremos eran el límite del poder para los mortales en este mundo. Sin embargo, había escuchado de un grado superior: Los Divinos. Se supone que eran individuos cuyos poderes ya eran tan vastos que eran considerados como semidioses. Teóricamente eran la auténtica cúspide de lo que los mortales podían conseguir, pero muchos dudaban de su existencia porque no se había visto a ninguno en siglos. En general, los Magos Divinos o Caballeros Divinos eran los padres fundadores de las diferentes naciones y las historias acerca de sus vidas casi siempre eran consideradas simples leyendas inventadas a posteriori para ennoblecer el origen de los países.

*****

Una vez que Sofía se marchó, Bryan se sentó un momento para reponer sus fuerzas y mientras tanto su expresión se fue volviendo severa, pues tenía un nuevo problema por resolver.

Cuando Cabiria los traicionó, él podría haberse levantado de inmediato para atacarla con su Desgarrador Sombrío o el Fuego Glacial, pero con el Ifrit enfrente suyo no quería arriesgarse a luchar con dos enemigos, porque la situación podría haberse salido de control. Pero además había otro motivo: Tenía en mente una forma mucho más efectiva para matarla en cuanto regresaran a la superficie.

Bryan imaginó que, independientemente de cómo terminaran las cosas, los tres estarían al límite de sus fuerzas cuando volvieran a verse, pero él tenía una carta de triunfo con la que nadie contaba: Gilberto.

Como creía que el Dragón Negro estaría esperándolo fuera de los dominios del Ifrit, Bryan se sentía seguro de que su sirviente se apresuraría a ayudarle una vez que comenzase la pelea con Cabiria, y así podrían terminar con ella teniendo un cierto margen de seguridad. Una Gran Maga siempre era una oponente peligrosa, pero con su poder tan mermado quizá ni siquiera podría ejecutar su conjuro de Dominio.

Pero en cuanto salieron, Bryan descubrió que la conexión que tenía con el Dragón Negro se había cortado de algún modo y no podía sentir su presencia ni su estado. Sin embargo, el sello de esclavitud continuaba existiendo, lo que significaba que Gilberto no estaba muerto.

¿Qué significa esto? ¿Qué le sucedió?

Naturalmente Bryan quería apresurarse a buscarlo, pero en su estado debilitado podría convertirse en un problema más que una ayuda, por eso se marchó con Sofía sin luchar contra Cabiria y ahora estaba aprovechando para reponer sus fuerzas.

Cuando sintió que ya había recuperado un tercio de su Esencia Mágica, Bryan bajó de las ramas y liberó a sus Espectros Oscuros para que buscaran pistas. A través de los ojos sobrenaturales de sus criaturas, confirmó la presencia de rastros que se alejaban del territorio del Ifrit, principalmente las huellas enormes del cíclope junto con las de algo que serpenteaba por el suelo y que probablemente había sido dejado por el Dragón Dorado. A cierta distancia había un rastro similar que se unió más tarde a los dos primeros, aunque era un poco más pequeño y sutil.

Entonces el Cíclope escapó seguido de cerca por el Dragón Dorado. Tal vez sea una coincidencia o tal vez el dragón quería cazarlo, porque creo que su presa originalmente era ese gigante. ¿Pero dónde entra Gilberto en todo esto? ¿Quizá se puso a acechar a esos dos?

Como estaba escapando, el Cíclope no se preocupó por disimular, sino que avanzó sin importarle cuantos árboles, rocas o animales destrozaba en su camino. A Bryan no le costó mucho seguirle el rastro. En cambio, el rastro Dragón Dorado era más difícil de notar y el de Gilberto era tan sutil que desaparecía por momentos. 

Siguiendo rastros en el bosque

La noche estaba al caer, pero Bryan todavía no había encontrado nada. La oscuridad no representaba problemas para él, pero le preocupaba el sonido de truenos que escuchaba a la distancia, porque si comenzaba a llover todo sería mucho más complicado. Le hubiese encantado moverse más rápido, pero tenía que tener cuidado de pasar desapercibido porque a esa hora las criaturas más peligrosas en el Bosque Oscuro salían de cacería y no quería encontrarse con ninguna de ellas en ese momento.

Maldita sea. A juzgar por el rastro los tres continuaron hacia el Oeste, adentrándose aún más en las profundidades del bosque. ¡Si esto continúa estaré en grave peligro!

Bryan continuó siguiendo el camino de árboles destrozados por lo que parecía ser una colina cubierta de follaje. Las grandes gotas de una lluvia intensa comenzaron a caer, llenando el Bosque Oscuro de sonidos que hacían muy difícil reconocer el movimiento de unas ramas de los pasos de un animal. El suelo se comenzó a convertir en una mezcla lodosa, dificultando aún más reconocer las pistas en el camino.

De repente la forma de las huellas comenzó a cambiar, como si algo nuevo hubiese sucedido. En cierto lugares Bryan tuvo que acercar su rostro hacia el suelo para estar seguro, pero finalmente concluyó que en ese lugar había comenzado algún tipo de combate.

Quizá el Cíclope se dio cuenta de que el Dragón Dorado lo seguía. Quizá el Dragón Dorado se cansó de perseguir al gigante y atacó. En cualquier caso, espero que el primer golpe no lo diese Gilberto… Lo bueno es que no parece que este conflicto haya durado mucho.

Los rastros de la pelea continuaban adentrándose y finalmente llegaron hasta el margen de la cima de la colina. Entonces Bryan encontró un agujero en medio del follaje que parecía mucho más grande que los demás y descendía como una especie tobogán hacia las profundidades del bosque.

Aparentemente los monstruos habían continuado luchando, pero cuando llegaron a este sitio de algún modo se habían resbalado y acabaron rodado colina abajo, provocando la aparición de esta especie de túnel en la maleza. Bryan tanteó el suelo y confirmó que se trataba de un corrimiento de tierra, seguramente provocado por el peso de esas criaturas moviéndose violentamente sobre un terreno que desde un principio era inestable.

Bryan suspiró y comenzó a deslizarse hábilmente colina abajo, donde continuaban los rastros de conflicto. Era evidente que los combatientes habían continuado peleando incluso mientras caían.

Cuando llegó a la base de la colina… se encontró con un lugar extraño.

En frente suyo había un territorio envuelto en una especie de neblina tan densa que parecía casi sólida, como una especie de muro. Tenía un resplandor mágico particular que se destacaba en la oscuridad de la noche, pero que seguramente sería muy difícil de ver si estuviesen a plena luz del día. Bryan envió a sus Espectros Oscuros para revisar y descubrió que la neblina estaba cubriendo un radio de más de tres Kilómetros.

Solamente ver la neblina provocaba que los instintos de Bryan le gritaran: ¡Peligro! Claramente se trataba de un fenómeno mágico muy peligroso, que seguramente implicaba peligros desconocidos. Bryan intentó sondear la neblina con su Fuerza Mental pero esta fua absorbida inmediatamente, antes de que pudiese entender algo sobre su naturaleza.

En cualquier otra circunstancia Bryan habría dado media vuelta. Pero los rastros de las criaturas luchando se internaban en ese lugar, como si se hubiesen metido sin darse cuenta.

Que imbéciles.” Se dijo suspirando irritado.

Entonces decidió enviar a uno de sus Espectros Oscuros para investigar el interior.  Pero cuando su criatura atravesó la neblina… la conexión que Bryan tenía con su espectro se cortó repentinamente. Ya no podía sentirlo ni mucho menos recibir imágenes suyas.

Si antes Bryan estaba preocupado, ahora realmente sentía miedo. La conexión que tenía con Gilberto se debía principalmente al Juramento Inquebrantable, pero los Espectros Oscuros habían sido creados en base a su propia sangre, lo que significaba que su vínculo con Bryan era una parte misma de su verdadera esencia. ¡Que terrible magia debía ser esta para cortar una conexión tan fuerte!

Esto no le había sucedido nunca, ni siquiera en los dominios del Ifrit.

¡No, pero si esto es genial! ¡Maravilloso! Acabo de escapar de la sartén de un demonio solo para tener que meterme al fuego… ¡o lo que sea esta maldita neblina!” Pensó Bryan sarcásticamente con una expresión ensombrecida: “¿Ahora qué hago? Si entro ahí, quizá no pueda salir nunca. Pero si no entro y Gilberto está en aprietos, podría perder a mi sirviente para siempre. ¡Ah, maldición! ¡Quizá debería dejar morir a esa lagartija inútil por meterme en este problema! ¡Si, eso sería mejor!

A pesar de sus quejas, Bryan finalmente suspiró y activó la Esencia Mágica en su interior para fortalecer su cuerpo lo más posible.

Después se introdujo en la neblina.

*****

- ¡Aaaaaa…! - Gritó Bryan desesperadamente.

Al principio ingresar en la neblina no le provocó ningún daño, pero repentinamente fue atacado por una avalancha de emociones externas que luchaban por ingresar en su mente y la sobrecargaban. La ira, el miedo, el terror y todo tipo de sentimientos negativos de arrepentimiento arremetieron contra su conciencia sin que ninguna de sus defensas pudiese hacer nada para detenerlas, como si hubiesen sido diseñadas específicamente para destruir la mente de un mago y arrastrarlo a la locura. Era un tipo de invasión mental muy diferente a todas las que había experimentado hasta ese momento, porque no se trataba de una única entidad tratando de poseerlo, sino de miles de sentimientos, pequeños pero letales, que lo asaltaban como un enjambre de cuchillos. Por eso la Esencia Mágica no podía defenderlo.

- ¡Maldita sea, no me vas a matar! No sé qué o quién seas… ¡Pero no pienso morir en este lugar! - Exclamó Bryan sobreponiéndose al dolor con pura fuerza de voluntad y sacando al Desgarrador Sombrío de su interior.

- ¡Deimos! -

Bryan había pronunciado el encantamiento de magia demoníaca que absorbía el poder de toda emoción negativa en una campo de batalla y lo convertía en energía. El Desgarrador Sombrío había sido imbuido con esta propiedad, así que comenzó a absorber todos esos ataques mentales que intentaban imponerse sobre su mente.

El dolor se redujo hasta un nivel tolerable e incluso descendió por debajo de ese umbral. Suspirando aliviado, Bryan miró su arma mágica, que continuaba devorando las emociones que lo rodeaban como si estuviese sedienta de ellas y estaba fortaleciéndose. Normalmente tendrían que pasar años antes de que se pudieran notar los cambios en el Desgarrador Sombrío, pero la sobreabundancia de estos sentimientos de desesperación estaba provocando una transformación tan rápida que incluso podía verse a simple vista.

Bryan sonrió por esta inesperada ganancia. Quien creó esta maravillosa defensa seguramente jamás imaginó que vendría alguien con el poder de transformar esas mismas emociones en una fuente de poder, pero a él le había venido de perlas.

Ahora que su mente estaba despejada, Bryan descubrió que su conexión con Gilberto y el Espectro Oscuro se habían restaurado. Aparentemente la neblina podía bloquear el contacto con el exterior, pero no en el interior. En ese momento podría haber encontrado rápidamente al Dragón Oscuro, pero prefirió explorar un poco el entorno para orientarse correctamente y prepararse adecuadamente contra los peligros de este misterioso lugar.

En ese momento se encontraba en un paraje de apariencia desolada, desprovisto por completo de árboles y solamente podía distinguir los contornos de rocas desnudas, porque la oscuridad lo envolvía todo y ni siquiera los ojos de Bryan podían ver más allá de unos diez metros. El cielo brillaba de un modo extraño, como si estuviesen en un eclipse solar, lo cual no correspondía para nada con el exterior.

Que interesante.

A cierta distancia escuchó el murmullo de un arroyo, pero cuando lo encontró descubrió que sus aguas tenían una tonalidad verdosa fosforescente que casi parecía artificial. Pese a todo decidió seguir su cauce, usándolo como referencia para orientarse en este oscuro territorio donde no había referencias para distinguir el norte del sur.

Después de unos minutos distinguió los contornos de algo que parecía alguna clase de monumento de piedra, junto al cual se encontraba esperando el Espectro Oscuro que había perdido. De modo que utilizó su conexión recientemente restaurada para observar este monolito y descubrió que se trataba de un gran obelisco de piedra que tenía inscripciones cerca de la base.

Entonces decidió acercarse para mirarlo de cerca.

El cielo brillaba de un modo extraño, como si estuviesen en un eclipse solar, lo cual no correspondía para nada con el exterior...

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú y hoy es miércoles 27 de Abril (¡pasado mañana cumplo años!)

Este capítulo puede parecer corto, pero está lleno de detalles importantes que servirán para el futuro.

Lo primero que hice aquí fue decidir la escala de poder. Porque en el original nos dicen que Odón Ascher era un Caballero Supremo y que estos son la cúspide visible de este mundo… Pero si es tan fuerte ¿por qué necesita al Imperio Kasi para ayudarle? Es por eso que decidí bajarle un poco el poder al convertirlo en un Gran Caballero.

Un problema muy serio con toda la novela es que los niveles no están correctamente nombrados o pensados siquiera. Al principio los Rangos de los Caballeros y Magos son diferentes, lo cual tiene perfecto sentido porque se supone que son disciplinas distintas. Pero a partir del grado de Archimago y Caballero de la Tierra… es como si al autor ya no le importase. Simplemente a todos les dice gran mago, mago supremo, mago sagrado, caballero supremo, espadachín supremo, etc. Hasta se olvida que originalmente el título era Caballero de los Cielos y ahora de repente los llama Caballeros Supremos.

Es confuso, molesto y realmente un descuido terrible, pareciera que realmente no le importase. De hecho, originalmente los Espadachines, debido a que Phoebe aparece más, tienen más grados que los Caballeros, como si el autor se hubiese olvidado de ellos. Esto puede deberse, creo yo, a la tendencia de las novelas chinas en colocar niveles cuyo título generalmente es vago, pero no importa porque lo único que hay que comprender es que un grado es más alto que el anterior. (Etapa de la fundación, transformación corpórea, Xiantian, etc. Siempre tienen nombres que realmente no importa recordar)

Entonces estoy pensando en aplicar la siguiente lógica: Hasta el nivel de Archimago, Caballero de la Tierra o Maestro de Espadas hay diferencias en los títulos, pero a partir de ahí como son seres tan poderosos ya no importa realmente si usan magia o Aura de Batalla.

En el original Bryan escucha el sonido de la pelea de las criaturas y los sigue a toda prisa sin tomarse el tiempo para descanzar, pero no llega a tiempo antes de que entren en la niebla. En cambio, pensé que sería mejor una historia de rastreo en la oscuridad de la noche para justificar que Bryan pueda hacer tantas cosas pese a estar agotado y que tampoco pareciera que todos estos eventos suceden uno detrás de otro.

El interior de la niebla está inspirado en la imagen, que seguramente muchos reconocerán como el de uno de los finales de Dark Souls III. De ahí también quería una imagen de la neblina que hay antes de la habitación de un jefe, para que fuese el ejemplo de la niebla que atraviesa Bryan, pero sorprendentemente no encontré ninguna.

En el original no queda claro cómo es que Bryan sobrevivió al ataque mental, pero no se debe a la Esencia Mágica, pese a que esta sustancia ya lo defendió de la maldición del Ojo de la Oscuridad. ¿Por qué aquí no lo ayudó? Y entonces ¿cómo sobrevivió? Es un poco vago.

Por suerte ya había profundizado un poco en conjuro que absorbe las emociones anteriormente e incluso le coloqué nombre, así que esta vez pude justificarlo todo de la siguiente manera: Los ataques son emociones mágicamente fortalecidas para atacar la mente, pero no son pensamiento o voluntad, por eso la Esencia Mágica no las registra como un ataque. En cambio, la nueva magia aprendida le permite absorber suficientes emociones negativas como para mantenerse cuerdo en ese lugar.

Pero déjame saber tu opinión en los comentarios, como diría Luis Dewitt. ¿Crees que debo cambiar algo más? ¿Te parece que las modificaciones van bien? ¿Se entiende la historia hasta el momento? ¿Hay alguna falta de ortografía que se me haya pasado?

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¡Nos vemos en el siguiente capítulo!