123 ¿Acaso te robaste el tesoro de un dragón?

Después de abandonar el Cementerio de la Muerte, ambos tomaron caminos separados. Emily aún tenía que reportarse con sus superiores y tomar medidas para terminar con su misión, de modo que no podía quedarse al lado de su amante por más que lo quisiera. Bryan por su parte se enfrentaba a un nuevo dilema.

Hacía mucho tiempo que no regresaba a la Academia Babilonia y se moría de ganas por ver a Fanny, pero ahora que estaba completamente comprometido en una relación con Emily y todo esto era un problema que le provocaba retorcijones en el estómago porque ya no sabía cómo tenía que enfrentar a su primer amor o si debía olvidarse de ella por completo.

Así estuvo dudando sin saber que hacer por un buen rato, hasta que al final sacudió la cabeza con fuerza y finalmente optó por dejar el problema para otro momento. Primero decidió ir al Gremio Mercante de Boozt para confirmar si Phoebe había podido reunir parte de los materiales que necesitaba para crear al Zombi Élite de Tierra.

No había pasado mucho tiempo desde que hizo esta complicada solicitud, pero el poder del Gremio era bastante formidable, así que tal vez ya tuviesen la mayor parte de sus materiales; y aunque en un principio él había estado preocupado por los fondos, ahora tenía en sus manos el enorme botín que había obtenido de los Troll del Bosque y ya no se sentía presionado por el dinero. Incluso estaba pensando en cambiar los objetos más valiosos directamente en el Gremio por dinero, de modo que no despertase las sospechas de sus propietarios originales. También necesitaba conseguir el resto de las raciones que le había prometido a sus amigos enanos y ordenar nuevas provisiones para mantener a la tribu de los Troll del Bosque o correría el riesgo de que se descontrolasen.

Cuando llegó a las puertas, los guardias no le impidieron el paso. De hecho, lo saludaron amablemente y hasta con cierto respeto, pues desde que Grover había sido derrotado por Phoebe esta se había hecho firmemente con el control de todo el Gremio y el personal ya estaba familiarizado con Bryan. Así pues, no tuvo problemas para ingresar directamente al salón privado para los clientes más importantes, donde las sirvientas le sirvieron exquisitos aperitivos.

Mientras esperaba, los agudos oídos de Bryan percibieron la voz de uno de sus conocidos, nada menos que el primer contacto que hizo en el Gremio: Fabián. Parecía que el obeso mercader estaba dándole una serie de lecciones a otra persona en la habitación continua:

- Tu padre ha invertido varias monedas de oro para ayudarte a ingresar a nuestro Gremio, ¡pero aun así no puedes descuidarte! Un mercader siempre debe estar dispuesto a trabajar duro y con responsabilidad porque manejamos una gran cantidad de riquezas que no nos pertenecen directamente, sino a la organización en su conjunto. Es por eso que siempre debemos ser extremadamente meticulosos cuando hacemos nuestros registros para conocer exactamente en dónde se encuentra o se ha gastado hasta la última moneda de cobre. Recuerda que, si alguna vez llegases a presentar un informe equivocado, ni siquiera con mi influencia podré protegerte. -

- Lo entiendo, tío. Te aseguro que no te defraudaré. -

Bryan abrió los ojos con sorpresa cuando escuchó a la persona que respondió, porque su voz era la de alguien que conocía muy bien. Tal fue su impresión que se levantó rápidamente e ingresó a la habitación sin acordarse siquiera de llamar, sorprendiendo por completo al desprevenido mercader.

- ¡Pero quien se atreve a ingresar de ese modo a mi estudio! - Bramo Fabián con indignación.

- Discúlpeme, Maese Fabián. Pero estaba tan emocionado que no pude evitar esta descortesía. - Respondió Bryan con una sonrisa amistosa y entrando con paso firme.

En cuanto lo distinguió, el mercader suspiró aliviado y se levantó para saludarlo con gran alegría mientras decía: - ¡Pero si es mi estimado benefactor, je je! ¿Qué te trae hoy por aquí, señor Bryan? ¿Acaso has venido ver a nuestra señorita? -

Mientras Fabián hablaba, el otro individuo se levantó para recibir al invitado y no era difícil notarlo porque también estaba subido de peso. En cuanto esta persona vio a Bryan, soltó un grito de alegría y sorpresa:

- ¡Bryan, eres tú! ¿También trabajas en el Gremio Mercante de Boozt? ¿Será que volveremos a ser compañeros? -

Quien le estaba hablando era el Gordito Jack, su primer y único amigo en los tiempos en que fue un esclavo recadero. Con el pasar del tiempo se había hecho un poco más alto, pero parecía haber crecido mucho más hacia los costados. De hecho, estaba tan gordo que sus pisadas resonaron con fuerza cuando se movió un poco rápido.

- ¡Cuánto tiempo sin verte, camarada! ¿Cómo has venido a trabajar en el Gremio? - Preguntó Bryan con alegría y genuinamente dichoso por poder volver a ver a su amigo. La última vez que se habían encontrado Bryan le entregó una generosa cantidad de dinero, así que estaba seguro de que Jack regresaría a su casa durante mucho tiempo porque ya no tenía que ser sirviente de nadie. Jamás pensó que se lo volvería a encontrar en la ciudad de Itálica.

- ¿Ustedes dos se conocen? - Preguntó Fabián sorprendido mientras los observaba.

Bryan asintió sonriendo y le explicó: - Cuando era sirviente en la Academia Babilonia, Jack trabajaba conmigo como recadero en la escuela necromántica. No solamente era un colega, yo lo considero mi mejor amigo de aquellos tiempos. Siempre estaré en deuda con él. -

- Si tío. Bryan es mi mejor amigo, pero él es verdaderamente increíble y siempre estaba haciendo cosas extraordinarias. ¡Nunca pensé que me lo encontraría aquí! ¡Esto hay que celebrarlo! - Dijo Jack encantado.

- Maese Fabián, me gustaría hablar con su sobrino por unos momentos para ponernos al día. ¿Estaría bien que viera a la Señorita Phoebe un poco después? Realmente se lo agradecería. -

Bryan había salvado la vida de Fabián y Phoebe en muchas ocasiones, también habían sido colegas en su aventura para obtener el control del Gremio. Todo esto, unido a la gran cantidad de productos valiosos que Bryan les había traído en más de una ocasión, provocaron que el veterano mercader lo viera como una persona de gran fortuna y con la que siempre era beneficioso estar en buenos términos. Por eso inmediatamente asintió a su propuesta, pero antes de irse se volvió hacia Jack para guiñarle el ojo como si estuviera insinuándole algo.

Lamentablemente el gordito Jack aún era demasiado inocente y además estaba bastante emocionado por encontrarse con su amigo, así que ni siquiera se dio cuenta del gesto de su tío. Bryan en cambio era mucho más versado en los asuntos del mundo y no pudo dejar de notarlo, así que reprimió una carcajada en su interior. Apenas estuvieron solos hizo la pregunta:

- Cuéntame la historia amigo mío. ¿Cómo acabaste trabajando aquí? -

- Después de que me diste esas monedas de oro renuncié a mi puesto como sirviente y regresé a mi casa en el pueblo, pero no estaba seguro sobre qué hacer con el dinero, así que me puse a ayudar a mi padre en su negocio de carnicero matando los corderos y cortando la carne para venderla.

Con el tiempo me di cuenta de que el negocio familiar no estaba marchando bien, entonces cambié unas cuantas monedas de oro por plata para depositar dinero en secreto en la caja de la familia, pero al final me descubrieron.

Mi padre estaba muy asustado de que tuviese tanto dinero y yo tuve que convencerlo de me lo había encontrado para que se tranquilizase. Después de hablarlo mucho terminó por creerme, pero decidió que no podía seguir viviendo como carnicero. De modo que guardó la mitad del dinero para una emergencia y el resto se lo envió a mi tío Fabián, que acababa de asegurarse una posición de poder en el Gremio. Ese dinero sirvió como cuota para que me aceptasen oficialmente como aprendiz y ahora estoy comenzando a estudiar contabilidad con personas que realmente saben de negocios.

Así fue como terminé aquí y me está yendo muy bien. ¿Pero qué hay de ti? ¿Cómo has entrado en contacto con el Gremio? Veo que mi tío te aprecia bastante y hasta te respeta. ¿Cómo se conocieron? - Preguntó Jack mirándolo con sorpresa y algo de confusión.

Bryan hubiera querido decírselo, pero involucraba demasiado secretos tanto suyos como de los nuevos jefes de su amigo, así que le dio una excusa al azar y luego dirigió hábilmente la conversación hacia otros temas. A partir de su charla pudo deducir que Jack realmente estaba feliz dedicándose a los negocios y la administración, así que se sentía alegre por su amigo.

Lo cierto era que, a pesar de que no tuvo una vida tan miserable como la del esclavo Bryan, el gordito Jack había sufrido bastante cuando no era más que un sirviente recadero en la Academia Babilonia, donde era obligado a trabajar de día y de noche e incluso tenía que soportar los abusos de los estudiantes y los otros sirvientes mayores que él. En cambio, ahora se había convertido en aprendiz en el gremio mercante más poderoso del Imperio Itálico, donde además tendría la protección de un miembro relativamente influyente como Fabián. Así que era poco probable que alguien se atreviese a meterse con él sin ningún motivo y, dada su amable personalidad, seguramente no haría muchos enemigos. También parecía muy interesado en la actividad comercial e inclusive podía verse un brillo de pasión en su mirada cuando explicaba los trabajos que hacía.

Sí, no era de extrañar que a Jack le gustase trabajar en el Gremio. Bryan sonrió al ver la alegría de su amigo y decidió decirle unas palabras a Phoebe acerca de él, pues estaba seguro de que su gran aliada no sentiría mucho hacerle el favor de cuidar a su viejo compañero.

Los amigos continuaron conversando durante un buen rato, hasta que Fabián vino en persona a informarles que Phoebe ya lo estaba esperando. Entonces Bryan le dio unas palmadas a Jack en el hombro y se despidió con una sonrisa: - Adiós Jack. Tengo pensado hacer muchos negocios con el Gremio Mercante de Boozt en el futuro, así que tendremos oportunidades de encontrarnos con cierta frecuencia. -

- Adiós amigo, no te retrases más por mí. Pero ven a verme cuando puedas porque, aunque estoy feliz aquí, siempre se extraña la presencia de un verdadero compañero. -

- Tú lo has dicho hermano, recuerda que cuentas conmigo para lo que sea. -

Después de abandonar el estudio de Fabián, los finos oídos de Bryan escucharon como el veterano mercader instruía a Jack inmediatamente, diciéndole que siempre debía mantener una buena relación con Bryan, porque era una persona de gran fortuna que de seguro se volvería bastante influyente en el futuro.

Bryan sonrió mientras se alejaba pensando: “No tienes que molestarte Fabián. La auténtica amistad es demasiado difícil de encontrar en este mundo y no pienso desperdiciarla. Jack es mi hermano, así que sus amigos verán en mi a un aliado, sus enemigos en cambio…

*****

Phoebe seguía siendo tan impresionantemente hermosa como siempre. En esta ocasión vestía una elegante túnica verde bien ceñida que se ajustaba a la esbelta forma de su cuerpo y realzaba aún más su belleza natural. Un leve maquillaje había sido aplicado profesionalmente sobre sus mejillas, ocultando apenas el encantador rubor que las adornaba. Sus brillantes ojos destacaban sobre su rostro, que parecía haber sido cincelado por el mejor de los artistas para ser proporcionalmente perfecto e impecable.

- Llevas desaparecido casi un mes. ¿Qué asuntos te traen por aquí en esta ocasión? - Preguntó Phoebe con una expresión intrigada y una voz suave. Las criadas se habían retirado apresuradamente tras servirles a ambos una taza té que ahora su ama estaba bebiendo elegantemente. Ambos se encontraban completamente solos.

- Es verdad que he estado ausente durante mucho tiempo, pero no lo había notado hasta verte. No lo creía posible, pero me parece que se vuelto aún más hermosa, señorita Phoebe. - Respondió Bryan con un dejo de picardía, aunque en verdad decía lo que pensaba. Ella era una mujer extremadamente bella, pero esta era la primera vez que la veía con maquillaje y vestida de un modo especialmente diseñado para realzar sus atributos.

Estaba realmente deslumbrante.

Al escuchar su halago, los ojos de Phoebe se iluminaron y el tenue rubor de sus mejillas de extendió lentamente. Una leve pero encantadora sonrisa se asomó desde sus labios cuando respondió con un tono suave: - Parece que has madurado mucho desde que te vi por última vez. -

Bryan se rio con ganas por el comentario, después se sentó en frente de su amiga y levantó su taza de té. Primero tomó un sorbo y saboreo la fragancia de la deliciosa infusión, luego dijo: - Quiero pedirte algo antes de que nos pongamos a hablar de negocios. Un amigo mío está trabajando en tu Gremio y te agradecería mucho si lo protegieras. Si además pudieras ayudarlo a ascender un poco te estaría aún más agradecido. Por supuesto, jamás te pediría que le asignes nada fuera de sus capacidades. -

Phoebe no se sorprendió y asintió levemente unas dos veces antes de responder: - Fabián acaba de mencionármelo. Aún me cuesta creer que alguien malvado como tú sea el mejor amigo de una persona tan buena y honesta como ese joven. Ustedes se parecen como el día y la noche. -

Bryan soltó otra alegre carcajada y se rascó la cabeza antes de decir: - Es mi hermano y siempre estaré en deuda con él. Pero a juzgar por tus palabras parece que ya lo tienes en cierta estima. También deduzco que no tienes una muy buena impresión de mí. ¿Acaso te parezco un villano? -

- ¡Humph! No un simple villano. ¡Eres la personificación del mal! ¿O todavía pretendes que te tome por una persona honorable después de todas las cosas malas que has hecho? -

Bryan tomó un sorbo de té para ocultar su incomodidad y luego dijo con torpeza: - Detalles, detalles. El pasado ya es historia, dejémoslo de ese modo. Pero todavía no te he escuchado aceptar mi petición. -

- No hay problema, lo protegeré por ti. No es difícil ayudarte con un asunto tan pequeño y la verdad es que ese joven tiene cierto potencial. Pero tu anterior solicitud si es un poco más complicada. - Dijo Phoebe con una expresión preocupada.

Bryan la miró con cierto recelo antes de preguntar: - ¿Te refieres a los materiales? -

Phoebe se quedó en silencio por unos momentos, pero después asintió con pesar. Bryan la miró angustiado, pues si tan sólo uno de esos elementos faltaba nunca podría completar al Zombi Élite de Tierra; pero ya había incluido a esas criaturas en sus planes y no pensaba rendirse sin haberlo intentado todo

- ¿De qué problemas hablamos? - Preguntó con cautela.

- Nuestro Gremio está acostumbrado a tratar con artículos únicos y escasos. Siempre que tuviesen un precio estaba bastante segura de que podíamos obtener cualquier ingrediente por más exótico que fuese. Pero después de hacer una investigación exhaustiva descubrí que el costo total de los materiales que pediste es exorbitante. - Dijo Phoebe negando con la cabeza y frunciendo ligeramente el ceño mientras suspiraba con suavidad: - Según mis cálculos, necesitamos al menos trescientas mil monedas de oro. El Gremio posee ese capital, pero incluso si tengo la autoridad no puedo mover tantos fondos para una operación que es puramente personal en última instancia. -

Bryan soltó de golpe todo el aliento que había estado conteniendo por la tensión y después no pudo evitar reírse a carcajadas. Cuando escuchó que había problemas para obtener los materiales pensó que serían imposibles de obtener o que estaban en posesión de algún ser poderoso que se negaba a venderlos. Pero si se trataba de dinero eso ya no era un problema porque actualmente poseía tantas monedas de oro que ni entraban en su Anillo Espacial.

- ¿Se puede saber de qué te ríes? Ya sé que tienes algunos ahorros, pero trescientas mil monedas de oro no es una suma pequeña. ¡Normalmente esa cantidad es lo que invierte el Imperio cuando moviliza a una legión estándar para sus campañas militares!

Yo puedo reunir unas diez mil monedas para ti de mis fondos privados, pero no puedo acceder a los ahorros que me dejó mi padre antes de cumplir los veinticinco años, así que no puedo ayudarte hasta entonces. ¡¿Por qué te sigues riendo?! ¡Estoy hablando de un asunto serio! -

Phoebe había pasado los últimos días tratando de pensar en un plan para ayudar a Bryan, pero ahora que compartía sus inquietudes él, de pronto lo veía reírse despreocupadamente y eso naturalmente la enojó bastante.

- Ahora que lo pienso, nunca he sabido tu edad. ¿Cuántos años tienes? - Preguntó Bryan con curiosidad en cuanto dejó de reír.

El rostro de Phoebe se enrojeció bastante y su actitud se volvió un poco tímida de pronto. Al principio vaciló, pero luego le lanzó una mirada furtiva mientras decía: - Tengo veintitrés. ¿Y tú? -

- Yo tengo diecisiete. - Respondió Bryan, aunque por dentro pensó: “Al menos en esta vida”.

Los ojos de Phoebe se abrieron bruscamente por la impresión, luego su mirada se tornó cautelosa y hasta un poco asustadiza mientras exclamaba: - ¡Eso es imposible! ¡No hay modo de que alguien que se ve y habla como tú aún tenga esa edad! -

Cuando pensaba en ello, Bryan recordaba haber tenido unos 37 años justo antes de trasmigrar a este mundo, pero el cuerpo del esclavo Bryan era el de un adolescente extremadamente desnutrido y huesudo. Lo que ocurría era que la Esencia Mágica había reconstruido su cuerpo en varias oportunidades durante su entrenamiento y eso también incluía sus procesos de pensamiento y carácter. Si a eso se le sumaba las múltiples experiencias cercanas a la muerte que había vivido o los terroríficos dolores padecidos durante su búsqueda del poder, no era extraño que su apariencia fuese más parecida a la de un adulto en el mejor momento de su vida.

Después de pensar en eso, Bryan decidió que era mejor no decir la verdad en esta ocasión y dijo sonriendo: - Solo bromeaba, tengo 27 años. -

Inmediatamente Phoebe soltó un suspiro de alivio y sonrió divertida por el “humor” de Bryan durante unos momentos. Después volvió a mirarlo con seriedad y dijo: - Hablemos en serio. Tenemos dos años antes de que pueda acceder a mi herencia y hasta entonces no podré ayudarte. Debemos pensar en un plan que nos permita reunir los fondos. ¿Qué opinas si realizamos una inversión? Quizá podamos encontrar algún aristócrata que requiera de… -

Pero antes de que pudiese continuar, Bryan volvió a sonreír mientras chasqueaba los dedos de la mano donde tenía el Anillo Espacial. En ese instante un enorme tesoro compuesto de oro, joyas y todo tipo de piedras preciosas se derramó por el suelo del salón iluminando la estancia con tal esplendor de opulencia que incluso opacaba las riquezas de una cámara real.

- ¿Crees que esto será suficiente? - Preguntó alegremente mientras contemplaba la expresión pasmada de Phoebe, quien estaba hundida en un estado de profundo estupor. Y es que las riquezas dentro de la sala eran la mejor selección de un tesoro que había sido acumulado durante varias generaciones por los más infames saqueadores del Bosque Oscuro. Incluso alguien tan versada en el intercambio de riquezas como la mismísima líder del Gremio Mercante de Boozt estaba complemente impactada por esta visión.

- Esa joya está compuesta por amatistas refinadas en las minas de Lurengard. Este anillo está hecho de Oricalco y tiene un diamante tallado por los artesanos de Helios, uno que sólo puede obtenerse tras la explosión de los más grandes volcanes en Volterra. Ese es el sello del Emperador, pero de hace quince generaciones. ¿Y eso no es un collar de la familia real de Argento? Esto es… no… no puede ser… ¡¿No me digas que es una esmeralda de Acadia?! ¡Se supone que solamente producen una cada treinta años y están talladas a la perfección!... ¡Nunca he visto una en el mercado! ¡Y esa diadema pertenece a la Orden de las Sacerdotisas de Lindan! ¡Estos rubíes solo pueden venir de las minas de Kaazad- Elión! ¡Eso es un relicario hecho con marfil obtenido en Autumno con una perla de... -

Phoebe comenzó murmurar los nombres de las joyas que reconocía mientras el asombro en su interior se incrementaba por momentos, hasta que finalmente no pudo contenerse más y comenzó a recoger las joyas con sus delicados dedos para examinarlas detenidamente mientras susurraba títulos cada vez más increíbles.

Después de un buen rato la joven volvió a sentarse y respiró varias veces para recuperar su compostura. Luego miró a Bryan con mucha seriedad antes de decirle: - Aquí hay demasiados tesoros de la más alta calidad. ¿Acaso te robaste el botín de algún dragón legendario? -

Bryan negó con la cabeza mientras reprimía otra carcajada: - No estás muy lejos de la verdad. Pero ahora mismo eso no tiene importancia. Lo que realmente quiero saber es si esta cantidad es suficiente para conseguir los materiales que necesito. -

- Eh… Aún tengo que tasarlos apropiadamente, pero a primera vista puedo estimar que el valor de estos tesoros debe ser igual o incluso superior a las trescientas mil monedas de oro que necesitábamos conseguir. - Respondió Phoebe lentamente mientras lo miraba fijamente con sus hermosos ojos claros.

Bryan se permitió mostrarse genuinamente complacido al escuchar esto. Luego la miró con seriedad: - Muy bien pues. Estos tesoros son muy hermosos, pero no son sustanciales para mí, así que realmente no tengo un uso concreto para ellos. Prefiero dejarlos en el gremio para que los vendas a un precio razonable y luego podemos arreglar cuentas en otro momento, pero ahora mismo necesito los materiales en el menor tiempo posible. También tengo que llevarme el resto de las raciones que aún quedan pendientes y necesito comprar un Anillo Espacial para mí uso personal que posea una mayor capacidad. -

- Muy bien, pero estas dejando todos estos valiosos bienes a mi entera disposición. ¿No tienes miedo de que te engatuse con los precios para perjudicarte? - Preguntó Phoebe mirándolo divertida y con el rastro de una leve sonrisa insinuándose en sus labios.

- No lo creo, porque eres una de las pocas personas en las que confío. - Respondió Bryan sonriendo: - Además, si realmente lo quisieras, podrías haberme traicionado en demasiadas ocasiones. Así que no tengo dudas sobre tu honorabilidad. -

Phoebe sonrió encantada con su respuesta. Luego se levantó para despedirlo, pero justo cuando Bryan estaba a punto de retirarse dejando atrás todos esos tesoros, la expresión de la joven vaciló un momento antes de que le hablase: - ¿Por qué no te quedas a almorzar? -

Esta propuesta repentina lo dejó un poco confundido al principio, sobre todo porque aún tenía muchos asuntos que lo preocupaban demasiado y tenía que pensar en un modo de resolverlos. Pero la verdad era que Phoebe lo estaba ayudando mucho, así que no parecía correcto declinar su invitación.

De todos modos mis problemas ya son demasiado serios como para que empeoren en el tiempo que demora una comida.” Pensó Bryan mientras asentía con decisión. 

****

Bryan siguió a Phoebe esperando ser conducido a uno de esos comedores grandes que tanto gustaban a las familias burguesas. Pero para su sorpresa la muchacha lo condujo a la hermosa glorieta en el jardín, muy cerca de ese lugar donde ambos se escondieron tan íntimamente hacía tanto tiempo. El lugar fue embellecido por varios jardineros talentosos, que combinaron su saber con los carpinteros que construyeron el encantador espacio. Flores, arbustos y un hermoso césped rodeaban el sitio al que se accedía por un hermoso camino de piedra y una enredadera de jazmines crecía sobre la madera que había sido tallada finamente para armonizar con el conjunto.

Ambos se sentaron frente a frente en una mesa donde los sirvientes les sirvieron una serie de platos, cada uno acompañado por un excelente vino.

Durante todo ese tiempo Bryan luchaba con su nerviosismo y sin que pudiera evitarlo su mirada se dirigía constantemente hacia la grieta de la roca en que se había escondido con Phoebe, recordando los sensuales momentos que acontecieron esa noche.

La muchacha en cambio se veía bastante cómoda mientras comía y en ningún momento pareció prestar la más mínima atención a ese lugar. En cambio, se comportó como una perfecta anfitriona, explicando cada platillo conforme llegaba y animándolo a degustar los licores. Este contraste con su propio nerviosismo solo incrementaba la incomodidad de Bryan.

El tiempo fue pasando y el almuerzo terminó, así que comenzaron a conversar mientras bebían una taza de café caliente. Hasta el momento el intercambio entre ambos se desarrolló de un modo bastante ameno, pero poco a poco la actitud de Bryan fue cambiando. No es que el licor lo afectase, porque él no podía emborracharse realmente gracias a que su Esencia Mágica eliminaba de inmediato cualquier toxina que ingresase a su cuerpo; pero después de experimentar tan vívidamente las maravillas de relacionarse con una mujer, su propia apreciación del sensual momento compartido con Phoebe adquirió un nuevo significado dentro de su mente y sus miradas hacia la muchacha pasaron de ser cordiales a “seductoramente cordiales”.

Phoebe era una mujer muy inteligente y no dejó de notar este progresivo cambio de actitud. Tal vez fuese por eso o por el propio efecto del vino, pero las mejillas de la joven comenzaron a ruborizarse, incrementando aún más su hermosura. Y a medida que su fría fachada se iba retirando, la belleza de Phoebe continuó aumentando, haciendo que a Bryan le resultase más difícil mantener la compostura o evitar tener pensamientos bastante inapropiados. 

Phoebe angelicalmente hermosa...

Nota del Traductor

Cómo están amigos, soy acabcor de Perú donde los golpes de Estado son bien recibidos por el pueblo, pero luego despedimos a los dictadores a patadas.

Es 8 de septiembre del 2021.

La razón del comentario es que nuestro presidente está pensando cerrar el congreso porque no le aprueban reformas legales para “combatir la corrupción” aunque en realidad lo único que intenta es legalizar el aborto para complacer a los que financiaron la campaña de su partido y dictar sentencias judiciales en favor de sus amigos y él mismo, algo que además es ilegal dado que el ejecutivo no puede decirle al legislativo qué leyes tiene que aprobar.

El congreso le recuerda al presidente que tiene como 11 investigaciones relacionadas con el caso de mega corrupción de Odebrecht y que no es nadie para enseñar sobre honestidad, aunque ellos mismos son una cornucopia de escándalos y actos ilegales que van desde el narcotráfico a la venta de comida en mal estado.

Pero eso no le importa a nadie, porque todos amamos una buena bronca entre los poderes y nos divertimos viendo bailar a estos bufones que en otro sitio llaman políticos. Todo irá bien mientras no suba el precio del pollo.

Amo mi país, amo América Latina. Y el motivo principal, sin dejar de lado la hermosa belleza natural, la gente, las costumbres, la cultura y todo eso, es que NUNCA ME ABURRO. Siempre pasa algo increíble, absurdo y gracioso que nutre nuestro buen humor.

En este capítulo cambié algunos diálogos para enriquecerlos. Ustedes saben que el autor a veces es un poco simple a la hora de realizar ciertas conversaciones, haciendo que en nuestro lenguaje suenen un poco “sencillas”.

También me pareció que la cantidad original que Phoebe le daba a Han Shuo (30,000) era demasiado pequeña, así que la incrementé porque la líder de un gremio Mercante debería poder reunir esa cantidad. La conversación con Jack también fue arreglada para ser más amena y provechosa, aunque la base ya estaba bien hecha por el autor. Demás está decir que me ocupé de la redundancia.

Bueno, eso es todo por ahora. ¡Ah! En cuanto a mi comentario anterior, descubrí que sí soy Intolerante con algo… a la Lactosa ¿Eso cuenta? ¿Ustedes que opinan? Por qué las chicas (si eran mujeres) que mencioné anteriormente siguen acosándome cuando paso junto a ellas e intentan convertirme en un miembro de su partido.

Ahora me están diciendo que soy un miembro del “patriarcado que domina el mundo”. Yo respondí que eso era imposible porque la definición de patriarcado es la de –una sociedad donde los padres de familia ostentan el poder político- como en las tribus, pero actualmente los padres de familia no tienen ninguna autoridad legislativa o ejecutiva y solo pueden considerarse un generador económico. Ergo, toda su premisa no tenía el más mínimo sentido.

Después de eso me gritaron, luego me insultaron y finalmente se sintieron ofendidas… En ese orden. ¿No lo encuentran adorable? Yo sí.

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Nos vemos en el siguiente capítulo.