26 Entrando en el Estado Mental Tenebroso

Cuando Claude ya se encontraba cerca, Bryan lanzó un gemido bajo mientras fingía un espasmo de dolor, aprovechando el gesto para agacharse y ocultar la cabeza. Rápidamente llevó sus manos a uno de sus tobillos, como si examinara una lesión particularmente dolorosa.

A su lado, Cal frunció el ceño involuntariamente y se prestó a sostenerlo con una mano mientras le decía: - ¿Qué ocurre? ¿Es el tobillo? Déjame verlo, podrías tener una ruptura. -

- No te preocupes. Solo hice un mal movimiento y me lo torcí un poco - Respondió Bryan en voz baja con la cabeza caída y el cuerpo inclinado, pero sin dejar de vigilar a Claude por el rabillo del ojo. El joven aristócrata se había reunido con un grupo de amigos que parecían apurados para reservar una sala de entrenamiento. Ninguno de ellos lo reconoció, pues entre los presentes había muchos que estaban heridos o incapacitados, de modo que Bryan no atrajo demasiado la atención.

Claude apenas llegó a lanzar un breve vistazo en su dirección, pero no notó nada y siguió caminando mientras charlaba y se reía con sus compañeros.

A decir verdad, el tobillo de Bryan sí estaba torcido y ya se había inflamado, pero el dolor no era nada comparado con el peligro en el que había estado. Por eso Cal emitió un suave jadeo cuando lo vio: - ¡Demonios, sí que está hinchado! ¡Déjame que te ayude a llegar hasta tu casa! -

Por su parte, Bryan no perdía de vista al grupo de Claude y al ver que se iban alejando, se levantó rápidamente moviendo un poco el tobillo junto con los dedos de los pies. Entonces le sonrió a Cal mientras decía: - No me lo vas a creer, pero de repente me siento mucho mejor. ¡Gracias Cal, no te preocupes por nada, puedo llegar yo sólo sin problemas! -

Apenas terminó de hablar, Bryan se alejó caminando rápidamente y antes de que nadie se diera cuenta había desaparecido a la vuelta de una esquina sin dejar ningún rastro o emitir el más mínimo sonido.

 Cal parecía bastante perplejo y negó con la cabeza mientras miraba en la dirección por donde Bryan se había ido mientras murmuraba: - ¡Qué persona tan rara! -

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Bryan arrastró su cuerpo maltratado de regreso a hasta la Facultad de Magia Oscura y llegó a los edificios de la Escuela Necromántica cuando estaba a punto de oscurecer. Ahora que sus tareas de limpieza habían sido asumidas por Carey y Borg, ya no necesitaba desperdiciar demasiado tiempo, así que se fue a la cocina nada más llegar y se puso en la cola para recibir sus raciones de la cena. Luego comer se fue directamente al almacén. Una vez en su cuchitril, cerró la puerta y de inmediato comenzó a usar la Esencia Mágica para volver forjar su cuerpo.

Cada centímetro parecía querer gritarle de dolor. Su piel, tendones y huesos habían sufrido daños severos. La Esencia Mágica circulaba en su interior una y otra vez de acuerdo a los principios del Reino Sólido, reparando fisuras y fortaleciendo músculos, hasta que poco a poco fue sintiendo como la fuerza regresaba a sus agotadas articulaciones.

Y conforme ocurría todo este proceso, la Esencia Mágica parecía ir creciendo y fortaleciéndose poco a poco, como si el mismo proceso regenerativo también mejorara gradualmente a la propia Esencia Mágica. Bryan no dejaba de sorprenderse por las propiedades de esta maravillosa sustancia, parecía que tendría que soportar este tipo de lesión en un futuro próximo si quería volverse poderoso rápidamente.

Pasaba la medianoche cuando el dolor en su cuerpo finalmente mitigó. Bryan decidió cambiar de entrenamiento y se dedicó a practicar el Conjuro de Fuego Glacial-Místico en ese momento. Distribuyó la Esencia Mágica a las yemas de sus dedos y las palmas de sus manos de acuerdo con las instrucciones de las memorias de Chu Cang Lan.

Con forme iba meditando se fue hundiendo en un extraño e inconsciente estado mental, en el que el tiempo pasaba volando sin que él lo notara. Ya no había distracciones en su mente, sólo existían la perseverancia y tenacidad para entrenar. Hacía tiempo que había olvidado el dolor o las lesiones de su cuerpo, simplemente siguió circulando la Esencia Mágica tal y como tenía que hacerlo para dominar el Conjuro de Fuego-Glacial Místico.

En todas las ocasiones anteriores Bryan siempre tenía cuidado de controlarse cuando practicaba la Magia Demoníaca, de modo que siempre despertaba en un momento determinado. Pero nunca antes se había sumergido como lo había hecho hoy. Esa fue la primera vez que se perdió a sí mismo, olvidando el paso del tiempo, olvidando la conciencia de dónde estaba y todas las distracciones mundanas.

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¡BAM!

La pequeña puerta del almacén se abrió de golpe provocando un estruendo que sorprendió a Bryan, sacándolo fuera de su ensueño. Su ceño se ensombreció, a la vez que su mirada caía como un rayo sobre helado al cuerpo de Jack.

En ese momento la intensidad de su mirada era tal que su amigo se estremeció por un momento. Pero luego el gordito suspiró aliviado en cuanto vio que el relámpago de cólera se desvanecía del semblante de su amigo: - Bryan, que bueno que estabas en el almacén. ¡Pensé que te había pasado algo! -

Para entonces Bryan ya se había recuperado de la sorpresa y comprobó la condición de su cuerpo. De inmediato notó que la mayor parte de sus heridas ya habían sanado y que la Esencia Mágica que circulaba dentro de su cuerpo era un poco más fuerte que antes. Su Fuerza Mental también se había incrementado y con ella su capacidad de percepción.

- Te preocupas demasiado, mi estimado amigo. ¿Qué creíste que podría sucederme? Solamente me quedé dormido un día entero, eso es todo. De todos modos, Borg y Carey están limpiando por mí, así que no tengo nada que hacer. - Bryan hizo crujir su cuello rígido, luego se levantó de la pequeña cama de madera y estiró su cuerpo. ¡Entonces todas las articulaciones de su cuerpo comenzaron a crujir con fuerza! “¡CRACK! ¡CRACK! ¡CRACK!” El sonido dejó a Jack atónito y con la boca abierta.

Después de un buen rato, Jack finalmente se recuperó de la sorpresa. Entonces gritó involuntariamente: - Uh, Bryan, no has estado durmiendo por un día. ¡Hace seis días que nadie te ha visto! ¡Estuve tocando la puerta durante mucho tiempo! ¡Pensé que algo terrible te había ocurrido o que estabas muerto dentro de la habitación y por eso rompí la puerta! -

Ahora fue Bryan el que quedó estupefacto al escuchar las palabras de Jack. “¡¿Cómo es posible que me quedara entrenando casi una semana sin darme cuenta?!” Arrugó la frente y luego repentinamente recordó una mención de algo llamado "entrar en un Estado Mental Tenebroso" dentro de los recuerdos de Chu Cang Lan.

Durante el entrenamiento mágico algunos aprendices podían entrar de forma totalmente impredecible en una especie de trance muy singular. Los efectos de entrar en este estado variaban mucho dependiendo de las características del aprendiz, pero solían manifestarse en un comportamiento anormal que era Agresivo o Pasivo. 

Las mentes de quienes entraban en la primera variante sufrían un incontenible frenesí violento o un anhelo descontrolado por la sangre y el asesinato. Sus cuerpos no sentían ningún dolor, todas sus habilidades físicas y mágicas se veían increíblemente aumentadas y mejoradas. Pero el demérito radicaba en que serían incapaces de controlarse o detenerse, limitándose únicamente a buscar destruir de forma continua a todo y todos los que tuviesen la mala fortuna de cruzarse en su camino. Al menos eso era lo que ocurría cuando el Estado Mental Tenebroso se manifestaba de un modo Agresivo.

El otro tipo era el que Bryan acababa de experimentar sin darse cuenta. Era un estado más impreciso, nebuloso e indetectable para el aprendiz, pero sus procesos internos y la circulación de la Esencia Mágica se veían aumentados considerablemente en comparación a las condiciones típicas del entrenamiento. El estado Pasivo ocurría sin previo aviso y el aprendiz entraba en un estado semi inconsciente, donde no era capaz de percibir los cambios que ocurrían en su cuerpo hasta que se despertaba, entonces descubría que sus poderes y habilidades se habían incrementado.

De acuerdo con las memorias Chu Cang Lan, el Estado Mental Tenebroso Agresivo normalmente ocurría si la mente racional del aprendiz se perdía a sí misma debido a alguna severa interferencia. Y si el aprendiz era lo bastante afortunado como para no morirse durante el curso de los interminables asesinatos estimulados por su sed de sangre desenfrenada, las energías de su cuerpo quedaban gravemente dañadas junto con otros molestos efectos secundarios. En comparación, el estado demoníaco Pasivo que había experimentado era una opción mucho más preferible. La mayoría de los aprendices entraban en este extraño reino mental durante el entrenamiento y en lugar de debilidad, experimentaban un enorme incremento de poder.

- Oh… bueno. ¿Me creerías si te dijera que últimamente me he quedado despierto hasta muy tarde y por eso me quedé profundamente dormido? Pero ya no hablemos de mí, mejor hablemos de ti ¿Necesitas que te ayude en algo, estimado amigo? - Mientras inventaba una excusa, Bryan se dio cuenta de que su estómago se sentía terriblemente vacío e inmediatamente recordó que su cuerpo necesitaba mucho alimento y nutrición después de seis días sin comer.

Al ver que su amigo se frotaba el estómago, Jack cortó un pedazo grande de pan negro y se lo arrojó: - Pues yo he estado muy preocupado por ti y además hoy la Maestra Fanny me dijo que te dijera que fueras a su laboratorio. ¡Oh, sí! Lisa estaba preguntando por ti también. No sé si quiere volver a darte problemas. -

- Ya veo. Hmm. Primero voy a ir a buscar a la Maestra Fanny. ¡Vamos! - Bryan masticó el pan de Jack mientras salía del almacén.

Fue muy bueno que antes de ponerse a entrenar hubiese empujado al Pequeño Esqueleto junto con su balde debajo de la cama. Por eso Jack no había visto nada extraño cuando entró. Después de acomodar de algún modo la puerta que su amigo había roto, Bryan se dirigió directamente al laboratorio de Fanny, se detuvo frente a la elegante puerta y levantó la mano para llamar.

TOC TOC TOC TOC

- ¡Adelante! - Exclamó la voz suave y gentil de la hermosa profesora desde el interior de la habitación.

Había varios manuscritos mágicos colocados sobre una especie de pedestal en el centro del laboratorio. Cada uno tenía dibujos misteriosos y exquisitos diagramas mágicos resplandecientes. Incluso un completo novato como Bryan, que acababa de poner los pies en los primeros peldaños hacia el dominio de la magia, podía sentir las fuertes corrientes mágicas que emanaban los pergaminos.

En ese momento, Fanny estaba recitando un encantamiento mientras se inclinaba hacia el pedestal y dibujaba una matriz mágica con unos hermosos trazos en un pergamino en blanco. Para ello utilizaba una larga pluma de ave bastante elegante, que sumergía en una solución mágica de color marrón junto a ella. Esas líneas delicadas parecían una compleja serie de polígonos geométricos superpuestos, pero rápidamente comenzaban a resplandecer misteriosamente.

Fanny terminó de esbozar sus nuevas inscripciones después de un rato y luego inyectó magia en el pergamino sin dejar en ningún momento de recitar su encantamiento hasta que un aura desolada, solitaria y oscura comenzó a emanar del papel y una pizca de luz marrón destelló sobre el pergamino. Luego se enrolló automáticamente.

Después de guardar el pergamino mágico terminado, Fanny levantó la cabeza y sonrió involuntariamente. - Oh, eres tú Bryan. ¿Cómo está tu espalda? -

- Gracias por su preocupación, Maestra Fanny. Las heridas en mi espalda están todas curadas. - Respondió Bryan mientras asentía.

A estas alturas empezaba a intuir que ya no podría seguir jugando al tonto. Aunque continuar con la farsa todavía le traía algunos beneficios, a la larga le crearía más problemas. Siendo así, era conveniente ir cambiando poco a poco su imagen ante los demás y dejar que el resto de personas fuesen aceptando su nuevo yo sin darse cuenta. De ese modo le sería más fácil ir maniobrando sin despertar sospechas, porque todos simplemente pensarían que se había ido recuperando hasta volver a sus cabales.

El dueño original de su actual cuerpo, el esclavo Bryan, había sufrido una interminable tortura física y mental durante sus años sirviendo en la Escuela Necromántica. El Bryan actual no lo olvidaba, ni tampoco el juramento de venganza que había hecho en nombre del desafortunado esclavo la primera vez que emergió de las profundidades del cementerio. Ese juramento comenzaba a cumplirse en menor o mayor medida con las lecciones que les había enseñado a Carey, Borg, Bach y Lisa dentro de lo que sus posibilidades le permitían. Pero el principal motivo por el que todavía permanecía en la Escuela Necromántica era para sentar las bases de sus planes futuros.

Gracias a su constante actitud de prestar atención a todo lo que lo rodeaba, Bryan había obtenido una idea aproximada del mundo en que se encontraba y la realidad a la que tendría que enfrentarse. Ahora entendía que, si quería sobrevivir, tendría que hacerse mucho más poderoso de forma sistemática, sin descuidarse en ningún momento. La Academia Babilonia de Artes Mágicas y Militares era el lugar ideal para cumplir sus propósitos. Primero actuaría de forma sutil y sin que nadie reparase en él, luego de forma abierta. Mientras permaneciese en la Academia estaría cerca de una enorme cantidad de recursos que no encontraría tan fácilmente reunidos en otros lugares y que le servirían para mejorar aún más en todos los aspectos de su formación, incluyendo la fuerza, el conocimiento y una comprensión más plena de este mundo.

Así pues, “Bryan el loco estúpido” tenía que desaparecer en algún momento y era tiempo de ir preparando nuevas formas de desenvolverse.

- Oh, eso es maravilloso. Estamos a punto de hacer una excursión para que los estudiantes pongan a prueba sus habilidades mágicas en el mundo real. ¡Ven con nosotros! Puedes unirte al grupo y yo podría tener tiempo para examinar tu condición corporal en el camino. ¿Qué dices Bryan? - Fanny dejó los objetos que tenía en la mano y le sonrió.

Bryan se quedó inmóvil por un momento, luego lo pensó un poco y concluyó que esta era una oportunidad que podía aprovechar. Así que respondió:

- ¡Yo vivo para servir, Maestra! -

Nota del Traductor

Buenas, este es un capítulo reeditado el 14 de abr. de 21

Aquí lo que hice fue corregir las frases para que sonasen más coherentes, eliminé la redundancia y cambié el nombre Estado Mental Demoníaco a Estado Mental Tenebroso porque no me parecía lógico el nombre.

Espero que les haya gustado y nos vemos en el siguiente capítulo.