71 Un momento tentador antes de un asesinato

Después de pasar un día entero preparándose, Bryan y Phoebe esperaron a que anocheciera y tomaron un carruaje para ir al Gremio Mercante de Boozt en la parte sur de la ciudad. Ahora viajaban sentados juntos, hombro con hombro, pues en los asientos frente a ellos habían colocado un par de ballestas rudimentarias decoradas con tallados intrincados que seguramente les daban propiedades mágicas. Además, también había una daga que resplandecía levemente con un tono azul oscuro.

 

- Esta ballesta y la daga son armas muy superiores en calidad a las que obtuviste de los Jinetes Wargos la última vez. Voy a dártelas gratis. - Phoebe estaba sosteniendo un pañuelo de seda brillante que usaba para limpiar cuidadosamente la delgada hoja de su espada mientras hablaba fríamente con Bryan.

 

Pero a este no parecía importarle en lo más mínimo la actitud distante de su “socia” y en su lugar disfrutaba encantado con las armas, examinándolas y jugando con ellas como un niño que ha descubierto un nuevo juguete. Sonrió satisfecho por la generosidad de Phoebe mientras respondía: - Pues muchas gracias. Pero espero sinceramente que no cuentes demasiado conmigo para esta “operación” porque no soy tan fuerte como pareces pensar. Mi propósito principal será ayudarte a explorar y estar atento a todo lo que pueda ocurrir. Dependiendo de la situación me uniré a ti para apoyarte, pero me temo que tendrás que ocuparte de la mayor parte del trabajo. -

 

- Lo sé, solo escucha mis órdenes cuando lleguemos. Te voy a decir qué hacer entonces. - Respondió Phoebe algo enojada y puso los ojos en blanco.

 

En ese momento, Bryan sacó dos pequeñas botellas de su Anillo Espacial, la primera parecía contener un extraño polvo y la segunda un poco de miel silvestre. Asegurándose primero de que sus guantes de cuero estuviesen bien ajustados y que no tuviesen ningún agujero que dejase expuesta su piel; Bryan se puso a mezclar el polvo con la miel hasta que tuvo una sustancia oscura y pegajosa. Luego procedió a embadurnar lentamente cada una de las puntas de los virotes de la ballesta y el filo de la daga con la mezcla que había hecho. En cuanto terminó, guardó las armas y sacó un segundo frasco lleno de vinagre, con el que comenzó a limpiar minuciosamente sus guantes, asegurándose no dejar ningún rastro del polvo.

 

Las acciones de Bryan despertaron la curiosidad de Phoebe, que movió su cuerpo ligeramente más cerca de él para observar con cuidado todo lo que hacía durante un buen rato. Finalmente, no pudo contenerse más y preguntó aparentemente perpleja: - ¿Qué estás haciendo? -

 

Una leve pero exquisita fragancia, similar al olor del jazmín, flotó hacia la boca y la nariz de Bryan cuando la muchacha se le acercó. Su corazón se sacudió involuntariamente y tuvo voltear a mirarla. El atuendo que Phoebe había elegido era un traje ajustado de color negro como la noche y reforzado con cuero curtido en algunas partes, perfecto para moverse ágilmente en la oscuridad. El propio Bryan había elegido una indumentaria muy similar por esos motivos; pero dentro del carro iluminado con lámparas de aceite y con sus sentidos amplificados por el entrenamiento mágico, el traje que tendría que camuflar a Phoebe no hacía más que evidenciar casi a gritos su maravilloso y exuberante cuerpo. Para colmo de males, los rasgos faciales de la chica parecían haber sido cincelados como la escultura de una diosa y una belleza deslumbrante emanaba de ella con cada movimiento de sus ojos claros. Todo este hermoso conjunto, visto desde tan cerca, causó que el corazón normalmente inamovible de Bryan comenzara a galopar cual caballo desbocado mientras luchaba con una creciente necesidad de ponerse a dar cabriolas como un mono de circo.

 

¡Malditas mujeres! ¡Maldito sea el poder que poseen para destruir todas las seguridades de los hombres hasta volvernos imbéciles! ¡¿Por qué tiene que ser tan hermosa?! ¡Muy bien, calmémonos! Calma, calma, calma. Yo ya tengo Fanny, o la tendré, pero al final viene a ser lo mismo... Y aunque esta Phoebe es muy bonita, su personalidad es demasiado fría, no es nada inocente, además viene con un trasfondo bastante peligroso. Mejor evitemos este problema antes de que empiece.” Bryan término de auto convencerse y apartó la mirada del rostro de la chica para volver a concentrarse en sus preparaciones. En algún momento hizo una pausa para responderle con un tono despectivo: - No es nada importante, sólo estoy aplicando un polvo venenoso a mis armas. -

 

- ¡Maldito desvergonzado! ¡¿Acaso no tienes honor?!  Eso va en contra de todas las leyes del Imperio. ¡Si alguien supiera lo que has hecho, estarías en grandes problemas! - El rostro de Phoebe parecía lleno de desprecio mientras hablaba fríamente.

 

- Es curioso que menciones la ley del imperio, porque algo me dice que infiltrarse en una casa ajena para cometer homicidio también va en contra de dicha ley. Pero supongo que esa parte no la incluyeron en tu código penal...

 

Mira, no importa cómo lo digas, lo que estamos por hacer no puede ser considerado una tarea honorable. ¡Además, nadie se enterará de esto! Je, je, ahora mismo yo soy tú cómplice y no creo que seas tan tonta como para arruinar todas tus maquinaciones confesándole cosas a la guardia de la ciudad. Y si lo haces, pues nos mataran a ambos, pero al final lo único que cambiaría es que en el registro de nuestras condenas a muerte habrá un párrafo más en el mío que en el tuyo. - Respondió Bryan sonriendo malévolamente mientras celebraba su audacia con un dejo de orgullo.

 

Por un instante Phoebe luchó para no insultarlo por lo indignada que estaba, pero como ella era la que le había pedido ayuda, realmente no podía decir mucho más. Así que tuvo que contentarse con resoplar y ponerse en su actitud de reina del hielo.

 

Cuando Bryan terminó de aplicar el veneno a todos los virotes de la ballesta y al filo de su puñal, se puso a pensar por un momento. Luego sacó su espada corta junto con unas cuantas agujas de hierro que escondía cerca de su muslo. Entonces repitió el mismo proceso para envenenar pacientemente todas sus armas y sin el más mínimo rastro de incomodidad. A su lado, Phoebe volvió a bufar enfadada. Aunque esta vez no dijo nada, parecía que realmente no estaba dispuesta a aceptar los métodos de Bryan.

 

Cuando todas sus preparaciones estuvieron listas y sus armas correctamente equipadas, Bryan se acomodó en el asiento y se volvió hacia Phoebe para preguntarle: - Bueno, y a todo esto ¿por qué mejor no matas directamente a Grover en lugar apuntar a sus dos (dado que aún vives) ineficaces esbirros? -

 

Phoebe miró de reojo a Bryan y le explicó con cierta reticencia: - Grover tiene en su poder algunas piezas de información críticas sobre el funcionamiento del Gremio, que ha dejado con una amante de confianza. Si el anciano muere, su amante seguramente va a revelar públicamente esa información. Eso tendría un impacto terriblemente destructivo para nosotros. Así que antes de matar a Grover, tengo que encontrar primero a su amante y recuperar el control de esa información. -

 

Cuanto más grande se hacía un Gremio de Mercaderes, mayor era la posibilidad de que comenzase a involucrarse con ciertas transacciones no oficiales. Un buen ejemplo de ello eran los artículos saqueados por los Jinetes Wargos que Bryan les había vendido la primera vez. Técnicamente todas esas cosas pertenecían a las tiendas de la ciudad de Drol, pero a esas alturas era imposible saber de quién era qué cosa. Sin embargo, el Imperio ya había dado una proclamación oficial ordenando que todo ciudadano en posesión de artículos recuperados de los Orcos tenía que entregarlos de inmediato a las autoridades.

 

La transacción de Bryan y Fabián había violado los reglamentos del Imperio. Si algún oficial se enteraba que el Gremio Mercante de Boozt estaba comerciando con esos artículos, no tardarían en pedirles cuentas o comenzar auditorías que sólo podían terminar descubriendo más transacciones ilegales. Al final el castigo sería terrible. Y toda esa peligrosa información era manejada por el líder del gremio, que en este caso era Grover. No era extraño que Phoebe no se atreviera a actuar directamente contra él.

 

Los dos siguieron discutiendo algunos otros detalles en voz baja hasta que el carruaje se detuvo. Entonces el cochero les habló en voz baja: - Señorita, hemos llegado a la puerta trasera del Gremio. -

 

- ¡Vamos! - Phoebe lo miró y bajó primero. Bryan en cambio prefirió asomar su cabeza para dar un buen vistazo a los alrededores y solo entonces abandonó el carruaje.

 

Un anciano vigilaba una pequeña puerta destinada para los sirvientes. En cuanto vio a Phoebe se hizo a un lado para dejarlos pasar y rápidamente le habló en voz baja: - Señorita, tienes que darte prisa y ten mucho cuidado. Grover acaba de reunir a un grupo de guardaespaldas muy fuetes y ha salido del gremio. No tengo idea de a dónde han ido, pero estoy seguro de que regresarán antes de que amanezca. -

 

- ¡Gracias por todo! ¡Me has servido bien y no voy a olvidarlo! - Le respondió Phoebe al viejo, luego le hizo un gesto con la cabeza a Bryan y juntos ingresaron al gremio a toda prisa. La muchacha comenzó a avanzar corriendo en silencio con la seguridad de quien conoce bien el camino que sigue, pero Bryan se mantenía cerca de su espalda moviéndose rápidamente.

 

- Aunque Grover tiene el control de la mayoría de los hombres, todavía tengo la lealtad de algunos de los empleados más antiguos y me cuidé bien de ocultar mi relación con ellos. Pero hay muchos guardias expertos en el interior, así que tenemos que ser muy cuidadosos y no dejar que nadie nos vea o nos reconozca. De otro modo no solamente fallaremos con el asesinato, sino que será difícil salir vivos de aquí. - Le susurró Phoebe mientras avanzaba manteniéndose en la oscuridad.

 

Phoebe estaba muy familiarizada con el funcionamiento interno de su gremio y conocía todos los lugares por donde los guardias hacían su ronda. Por eso pudieron avanzar sin encontrarse con nadie e incluso pudo explicarle cosas a Bryan en el camino.

 

Ahora estaba completamente oscuro. No había luna esa noche y el cielo estaba cubierto por una densa capa de nubes negras que absorbían completamente toda la luz. A esa hora se habían apagado la mayoría de candiles y lámparas, por lo que los pasillos y ventanas no brillaban demasiado. Tras unos minutos se encontraron en el enorme jardín interior alrededor del cual crecían los bloques principales del enorme edificio del gremio. La joven espadachina le hizo una señal para que lo siguiera y se adentraron juntos en la espesura.

 

Phoebe tenía todo el poder de un Maestro de Espadas. La gracia y agilidad de cada movimiento de su cuerpo sorprendió en gran medida a Bryan, pues la muchacha parecía volar en silencio mientras se desplazaba rápidamente en la oscuridad, esquivando rocas, macetas y árboles como si ni siquiera existiesen.

 

Supongo que ya es hora de emplearme a fondo o no podré seguirle el paso.” Pensó Bryan para sí mismo. Entonces la Esencia Mágica se agito violentamente dentro de su cuerpo de una sola vez y cuando se calmó, este descubrió que todos sus sentidos se habían amplificado. La oscuridad de la noche era ahora incapaz de obstruir el rango de su visión. Incluso sin luz podía ver la silueta de los peces que nadaban dentro del arroyo formado por la cascada artificial, la textura de los troncos de los árboles o de las rocas naturales que algún hábil maestro jardinero había colocado intencionalmente para realzar la belleza de todo el conjunto del jardín. También podía oír a lo lejos los pasos de quienes caminaban en el interior de los edificios y los murmullos bajos de quienes conversaban dentro de las habitaciones.

 

El paso de Bryan también era ágil y rápido, mucho más de lo que nunca hubiera imaginado. Ahora se movía como un guepardo, acechando a su presa, siguiendo a la joven silenciosamente mientras avanzaba. Entonces de súbito sintió algo, así que se acercó rápidamente a Phoebe y la sostuvo por un brazo, luego la arrastró bruscamente y se metió con ella en el interior de una grieta en medio de las rocas decorativas del jardín.

 

El espacio era extremadamente estrecho y ambos tenían que pegar fuertemente sus cuerpos uno contra el otro para mantenerse ocultos. Bryan podía sentir claramente los hermosos pechos de Phoebe apretados fuertemente contra él, mientras luchaba para mantenerla dentro de la grieta. Por supuesto que la muchacha enfureció y su encantador rostro le dio una mirada tan furibunda, que parecía capaz de echar fuego por los ojos.

 

- ¡Shhh, guarda silencio! -Bryan le lanzo una mirada de advertencia y se llevó un dedo a los labios para advertirle que había una situación inesperada.

 

La ira en el rostro de Phoebe no se disipó por ese gesto. La vergüenza de la muchacha estaba tiñendo su esbelto y blanco cuello con un rubor rojizo. Sus dos muslos estaban un poco enredados y se frotaban uno contra el otro, incluso podía sentir el latido del corazón de Bryan a través de sus suaves pechos fuertemente presionados. Una atmósfera demasiado íntima para poder ignorarse comenzó a envolverlos a los dos.

 

Phoebe no fue capaz de soportar el mirar a Bryan a los ojos, así que pego su rostro al de él, de tal modo que sus mejillas se juntaron y sus labios se abrieron paso hasta sus oídos. Entonces le habló con un susurro muy bajo mientras su exquisita fragancia de flores lo envolvía: - Si no hay nada, voy a matarte. -

 

La expresión de Bryan era muy acorde con la ironía que estaba viviendo, mientras regulaba su respiración y se concentraba sin decirle nada. En ese momento escuchó claramente unos pasos muy ligeros que se aproximaban en su dirección. Alguien los había escuchado y ahora se acercaba a investigar. Bryan se asustó, por eso intentó sacudir la cabeza muy suavemente para advertirle a Phoebe que el peligro era inminente.

 

Pero en ese momento la muchacha movió el rostro y frunció los labios para volver a susurrarle algo. Los dos movimientos se cruzaron y los deliciosos labios de Phoebe terminaron aplastándose directamente sobre las mejillas de Bryan, de un modo tal que en cualquier otra circunstancia sería confundido con un apasionado beso de pareja.

 

La respiración agitada de Phoebe indicaba que estaba a punto de estallar de furia, así que Bryan tuvo que usar más fuerza para pegarse contra ella y mirarla directamente con una expresión muy decidida, que claramente quería decir “¡Cállate ahora mismo!”.

 

Por suerte Phoebe era una Maestra de Espadas entrenada para el combate y sabía cómo mantener el control de sus emociones en los momentos críticos. Comenzó a inhalar y exhalar muy despacio para tranquilizarse, el problema fue que esa forma de respirar hizo que tuviese que alzar el pecho y sus senos se presionaron con más fuerza contra Bryan, revelándole que no solo eran deliciosamente suaves, sino que también poseían una firmeza envidiable. De modo que ahora fue él quien tuvo que luchar para mantener el control y no soltar algún sonido involuntario.

 

- Qué raro. Estaba seguro de que algo había perturbado mi barrera de aire, pero no hay nada aquí. ¿Sería un roedor? Con mi velocidad no hay forma de que alguien tenga tiempo de esconderse. Tal vez estoy siendo un poco paranoico. - De repente pudieron captar los murmullos de un hombre que hablaba para sí mismo en voz baja, quizá para calmar sus propios nervios.

 

El ruido de unos pasos muy leves siguió al sonido de la voz. Si Phoebe no hubiera aumentado su concentración al máximo, le habría resultado extremadamente difícil detectar esa presencia a menos que el hombre estuviese bastante cerca de ella, en cuyo caso sería inútil ocultarse.

 

Quien se aproximaba era nada menos que un mago de viento, y como tal podía utilizar las corrientes de aire para disminuir el peso de su cuerpo en gran medida. Es por eso que no sólo era capaz de moverse a una velocidad muy superior a la de un mago normal e incluso al de la mayoría de guerreros, sino que también podía hacerlo casi sin hacer ruido. No era extraño que incluso una Maestra de Espadas como Phoebe no pudiera percibir sus movimientos hasta que fuese demasiado tarde.

 

El mago siguió inspeccionando los alrededores durante un minuto entero hasta que finalmente decidió que no había nada y comenzó a alejarse sin emitir sonido alguno. Mientras tanto Bryan y Phoebe permanecían ocultos en la oscuridad, con los cuerpos bien tensos y respirando muy despacio.

 

Sin embargo, Phoebe no se atrevió realizar ninguna acción imprudente esta vez. Ahora sabía que sus sentidos podían equivocarse y tenía miedo de echarlo todo a perder. Por eso se quedó quieta, pegada al cuerpo de Bryan y sin apartar los ojos de su rostro, como queriendo adivinar por su expresión qué era lo que estaba pasando.

 

Después de un buen rato, Bryan exhaló muy suavemente y susurró: - ¡Se ha ido! -

 

Tan pronto como escuchó esas palabras, Phoebe utilizó sus manos y pies al mismo tiempo para empujar a Bryan y salir a toda prisa de la grieta. Luego bajó la mirada y habló con una voz entrecortada por la ira: - Esta vez voy a dejarlo pasar. ¡Pero si vuelve a suceder, más te vale encontrar un sitio más espacioso o no van a poder reconocer tu cadáver! -

 

Phoebe rodeó la zona después de que terminó de hablar y estaba a punto de dirigirse en otra dirección cuando se dio cuenta de que Bryan no la estaba siguiendo. En lugar de eso permanecía parado en su sitio, sonriendo irónicamente, como si la ira de la hermosa espadachina no pudiera importarle menos. Entonces Phoebe puso ambas manos en la cintura y lo reprendió rápidamente: - ¿Quieres el mineral de Oro Negro o no? -

 

O sea que además de detectar a los enemigos desconocidos tengo que encontrar los escondites adecuados para que su majestad no se sienta incómoda.” Pensó Bryan con sorna, pero al final volvió a seguirla, aunque con cierta resignación.

 

A partir de ese momento ya no se encontraron con más sorpresas inesperadas. Phoebe guio a Bryan por un camino más largo, evitando los sitios que recorrían los guardias y finalmente llegaron hasta la habitación de Darnell y Yuna.

 

- ¡Ahora vamos a prepararlo todo! ¡Tenemos que estar listos antes de que esa pareja de animales regrese! - En cuanto estuvieron a dentro, Phoebe le habló a toda velocidad con los dientes apretados. Parecía que realmente odiaba a ese par y no podía evitar ventilar la ira que sentía por ellos.

 

Así que pusieron manos a la obra y empezaron los arduos preparativos para asesinar a los dos lacayos más leales del viejo Grover justo en su propia habitación antes de que regresasen.

Phoebe en traje de asesina

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú. Donde el “día después de mañana” no quiere terminar. Las inundaciones continúan, aunque parecen estar remitiendo lentamente. Mientras tanto uno solo puede continuar trabajando.

En este volumen me enfrenté con un problema típico de las novelas chinas. Por una parte, me dicen que el mundo donde se desarrolla la historia es similar a la Europa Medieval, pero cuando describen sus mansiones usan palabras que solo pueden pertenecer a la de la Antigua China.

Un ejemplo de ello era la descripción del Gremio Mercante de Boozt, que tenía rocas decorativas en el jardín, tipo Feng Shui y una cascada artificial. Otro detalle era la arquitectura del edificio, dividida en “pabellones”, como en las casas chinas tradicionales en lugar el edificio de un solo bloque de las mansiones europeas (mucho más elegantes si me preguntan mi opinión).

En este capítulo la mayoría de la acción ocurre en un jardín donde hay “Montañas artificiales”. Un término que ya aparece mencionado en la academia Babilonia “Las montañas artificiales a la espalda de la academia”. Esto es obviamente alguna cosa decorativa de los chinos, pero no tengo idea de que sea y menos cuando en textos anteriores me dicen que el cementerio está cerca de estas “montañas artificiales” ¡¿Qué diablos serán estas montañas artificiales y porqué alguien pondría un cementerio cerca de una cosa decorativa?! Por no mencionar que no se relacionan en nada con un paisaje europeo.

Como la brecha cultural es demasiado grande, tengo que improvisar. Por suerte yo soy un experto en Arte Barroco Europeo de España, Francia e Italia. El Arte Barroco fue el primero de la Edad Moderna en descubrir el arte de la jardinería y unir el concepto de Mansión + Parque. Así que usé este conocimiento para colocar algunos parches en las descripciones de la mansión de Phoebe, el jardín del gremio, entre otras cosas.

Por supuesto que quise darle un toce medio oriental y por eso cambie Montaña Artificial por Roca decorativa, que evoca los jardines japoneses y de paso el Rococó (donde también amaban mucho lo oriental) entre otros pequeños detalles que no vale la pena mencionar.

Si les gustó este capítulo por favor dejen su opinión en los comentarios, compártanlo con otros para que seamos más populares y si es posible por favor patrocínenme para que pueda comer algo de carne.

Nos vemos en el siguiente capítulo.