181 ¡Lo encontré!

Los cuatro grilletes que sujetaban las extremidades del Druida eran supresores de poder mágico especialmente poderosos, que constantemente drenaban al anciano en un estado debilitado. Era evidente que quien hubiese diseñado la jaula sabía bien lo que hacía, porque Caspian estaba completamente atrapado en el interior. También se le veía bastante lastimado, muy envejecido e incluso hablar parecía ser una tarea muy ardua para él en esos momentos, pero sus ojos trasmitían claramente su angustia.

- ¡Debemos liberarlo! - Urgió Bryan.

- Hay una enorme cantidad de barreras mágicas. - Dijo Emily examinando la jaula: - Incluso han inscrito runas explosivas de fuego y agua en los barrotes, diseñadas para activarse si alguien intenta manipularlas. Primero tengo que desarmarlas. -

Bryan entendía claramente que Emily era mucho más versada que él en diferentes tipos de magia, así que asintió: - Mientras lo liberas, yo revisaré este lugar. ¿Qué debo buscar? -

- Alguien cómo el Duque necesita organizar su información. - Respondió Emily: - Debe haber por aquí algún tipo de registro de sus posesiones y actividades. Seguramente estará encriptado, así que lo reconocerás con facilidad. -

De pronto los ojos del Druida se abrieron de golpe. Entonces el anciano levantó con mucha dificultad uno de sus dedos para apuntar en una dirección y murmuró: - La semilla. -

Al escucharlo Bryan se volvió hacia ese lugar. De inmediato notó un armario de madera con varias puertas, cajones y estanterías. Podía notar que había varios objetos encima, pero entre todos se destacaba un recipiente que contenía lo que a primera vista parecía ser el capullo de una flor hecha enteramente con cristal plateado y que resplandeció brevemente cuando el druida la señaló.

Eso es lo que Caspian buscaba” Dedujo Bryan e inmediatamente se dirigió al armario. Había una barrera colocada como defensa, pero la destruyó fácilmente con un tajo de su Desgarrador Sombrío. Luego se le ocurrió que, si la semilla de Caspian estaba ahí, bien podría haber otras cosas importantes y se puso a revisar atentamente cada resquicio.

Al principio no encontró nada, ni siquiera el abrir todos los cajones, que dicho sea de paso eran muchos. Pero no se rindió y continuó revisando minuciosamente. Finalmente le pareció notar que uno de los compartimientos era más pesado de lo que debería. Así que lo sacó por completo, para después arrojarlo contra el suelo de piedra sin ningún miramiento. La madera se partió en pedazos. Tal y como pensaba, se trataba de un cajón con un doble fondo y en el interior había un pequeño cuaderno con una tapa de cuero rojo.

- ¡Lo encontré! - Exclamó Bryan sonriendo eufórico: - ¡Tenías razón al suponer que estaría encriptado! -

- Aún no existe un código en el mundo que el Manto Oscuro no pueda descifrar. - Respondió Emily sonriendo, sin dejar de trabajar en las barreras: - ¡Listo, las matrices están desactivadas! ¡Ahora puedes romperla! -

Bryan le entregó a Emily el diario mientras que examinaba la jaula donde estaba Caspian. Los barrotes de hierro eran formidables, pero como cualquier prisión estaba diseñada para evitar que algo saliera y no tanto para evitar que alguien entrara. Bryan utilizó hábilmente la doble naturaleza de su Conjuro de Fuego Glacial Místico para congelar completamente la cerradura y después calentarla, repitiendo el proceso varias veces para debilitar su estructura. Luego reforzó su cuerpo con Esencia Mágica y desató una serie de furiosas patadas hasta que se escuchó un fuerte crujido. 

Inmediatamente después abrió la puerta y rompió los grilletes que neutralizaban la magia del Druida con la fuerza de sus dedos. El anciano había quedado inconsciente después de hacer un último esfuerzo por hablar, pero su semblante pareció mejorar apenas estuvo libre. Bryan entonces sintió un calor en el bolsillo donde había guardado la Semilla del Árbol Blanco, así que la sacó para ponerla en la mano de Caspian.

Entonces el cristal comenzó a emitir un misterioso rocío de luz, que cayó sobre todo el cuerpo del anciano, sanando sus heridas y restaurando su vitalidad, hasta el punto que pareció rejuvenecer varios años.

- ¡Gracias por salvarme, joven amigo! - Dijo Caspian abriendo los ojos y levantándose con dificultad, mientras guardaba la semilla del árbol blanco entre sus ropajes. Entonces su rostro se mostró asustado y exclamó: - ¡¿Dónde está Angélica?! -

- No temas, la dejé bien protegida por los mercenarios de Fuego de la Guerra en la posada. ¡Nadie le hará daño! Aunque está muy preocupada. - Respondió Bryan tranquilizando al anciano: - Pero nunca creí que nos encontraríamos aquí. ¿Qué fue lo que pasó con usted, venerable? -

- El hombre que domina en esta fortaleza es un villano miserable que está obsesionado con muchas cosas. - Respondió Caspian con un gesto de desagrado: - La Semilla del Árbol Blanco es un objeto sagrado encomendado a los druidas por los dioses ctónicos como símbolo de que somos sus adalides en este mundo. Tiene muchos poderes, pero sólo sirven para aquellos que hayan hecho el juramento de obediencia. Para los hombres mortales es solamente una joya especialmente grande. -

- ¿Odón Ascher sabe lo que es esta semilla? - Preguntó Bryan extrañado.

- Sí lo sabía y aun así la mantuvo en su poder. - Contestó Caspian enfadado.

- ¿Por qué lo hizo? -

- Para poder atraerme a su trampa. Ese hombre sabía bien que incluso si tenía mis sospechas, no podía dejar de intentar recuperar la semilla sagrada. Cuando me infiltré en esta fortaleza ya me estaba esperando con todos sus esbirros y por eso le fue relativamente sencillo derrotarme. - Respondió Druida suspirando: - Está inútilmente obsesionado con aumentar sus poderes. -

- ¿Qué significa eso? - Preguntó Bryan intrigado.

Caspian se tomó un momento para responder: - Por lo que entiendo estuvo muy cerca de convertirse en algo que los hombres llaman “Supremo"; pero en su prisa por fortalecerse consumió una serie de ingredientes cuestionables para acelerar el proceso y cometió un terrible error que lo dejó permanentemente estancado en el rango de Gran Caballero. -

- ¡¿No se convertirá en un Caballero Supremo?! - Exclamó Bryan eufórico y Emily también se volvió para escuchar al anciano.

- Eso sería imposible. De momento es más fuerte que otros guerreros en su mismo rango, pero ha dañado su cuerpo de forma irreparable y solamente se hará más débil con el paso del tiempo. - Explicó el Druida: - Creo que él lo sabe, aunque se niega a admitirlo, pero en cualquier caso intentó que le dijera un método para volverse un Supremo o por lo menos que reparase su cuerpo a su estado anterior. -

- Y lo encerró aquí hasta que le dijese como curar su condición. -

­- Los Druidas somos los sacerdotes de los Elfos del Bosque, así que muchos creen que sabemos el secreto para que otras criaturas puedan incrementar sus podres, obtengan una mayor cantidad de vida o incluso alcancen la inmortalidad. ¡Son ilusos! Nadie puede comprar más años al destino. Tampoco podemos retroceder el tiempo y deshacer ese tipo de daños, pero por más que se lo expliqué no me quiso escuchar.

He conocido muchos hombres malvados, joven amigo. Pero este es uno particularmente perturbado. ¡Está desesperado por volverse más fuerte!

Creo que todos sus hijos han muerto hace poco tiempo y su deseo de venganza fue lo llevó a cometer el error de intentar forzar su crecimiento. Ahora tiene que pagar el precio de su imprudencia. Yo asumo que la desaparición de su progenie debe haberlo vuelto loco. -

- Ah, pues eso es… ¡que tragedia! - Dijo Bryan mirando hacia otro lado para que sus ojos no se encontraran con los del anciano y luego le susurró a Emily en secreto: - ¡Mierda! Parece que al matar a Clark provoqué que Odón Ascher intentase acelerar su transformación a Supremo usando métodos artificiales y por eso terminó arruinándose. -

- ¡Como sea, esas son excelentes noticias! ¡Nos conviene que ese traidor nunca pueda convertirse en una auténtica potencia! - Respondió Emily emocionada.

Mientras que Caspian se recuperaba, Bryan continuó preguntándole cosas sobre la condición de Odón Ascher mientras que Emily seguía explorando los alrededores. Así supo que, alrededor del tiempo en que Claude murió, el Duque intentó forzar su avance hacia el rango de Supremo por primera vez para poder acelerar sus planes y se lastimó gravemente.

Luego de algún modo Odón Ascher se enteró de la Semilla del Árbol Blanco, y la mandó robar creyendo que su poder curativo podría mantenerlo a salvo mientras volvía a intentar convertirse en Supremo. Pero este empeño estaba condenado al fracaso por los motivos que Caspian había explicado y además el Duque lo intentó justo después de la muerte de Clark, cuando el dolor por su pérdida aún era reciente. El deseo de vengar a su primogénito fue lo que motivó a Odón Ascher a intentar incrementar sus poderes a la fuerza para poder vengarlo, sin embargo, esa fue su ruina, porque los daños que sufrió en esa ocasión fueron ya irreparables.

Así pues, Bryan había sido el responsable indirecto del predicamento del Duke Odón Ascher, porque al matar a sus hijos provocó que este se lastimara hasta este punto, y destruyera él mismo todas sus esperanzas de convertirse en un Caballero Supremo.

- ¡Mira lo que tenemos aquí! - Dijo de pronto Emily, llamando la atención hacia ella.

Mientras los hombres conversaban, la hermosa Archimaga había estado leyendo atentamente el diario de Odón Ascher y descifrando un poco de su contenido. Se trataba de una larga lista de todos sus negocios ilegales, las direcciones de depósitos secretos, nombres de contactos e incluso inventarios de armas. Tomaría mucho tiempo descifrarlo todo, pero serviría de maravilla para desbaratar la organización de los Ascher.

Después Emily en persona revisó toda la habitación, buscando especialmente cualquier rastro de magia. Entonces encontró un compartimiento camuflado hábilmente en el suelo. El agujero estaba mucho más protegido que la propia jaula de Caspian, hasta el punto que necesitó usar un pergamino de un solo uso imbuido con un poderoso Encantamiento de Magia Espacial para poder atravesar esa poderosa barrera y finalmente extrajo un cofre pequeño.

- ¿Habrá algunas joyas que podamos saquear? - Preguntó Bryan con una mirada avariciosa mientras acariciaba su Anillo Espacial.

- Por favor tranquilízate. - Lo cortó Emily mirándolo exasperada: - La mayor parte del dinero de los Ascher está bien seguro en los bancos, invertido en propiedades o territorios. No encontrarás mucho para robar aquí a excepción del tesoro público en lo alto de la torre. Ahora por favor, ¿podrías abrirlo? -

Bryan tomó el cofre con una sonrisa y usó su poderosa fuerza para arrancar la tapa. A pesar de las palabras de Emily todavía esperaba ver algo valioso adentro, pero suspiró decepcionado al ver que solamente había un rollo de papel escrito de un modo formal.

Sin embargo, la Archimaga se mostró eufórica en cuanto lo leyó y dijo: - Misión cumplida. -

- ¿Qué es? -

- Esto, mi amado. - Dijo Emily con gesto encantador: - Es el testamento de Odón Ascher. -

Por un momento Bryan no comprendió, pero entonces recordó que en este mundo los testamentos no eran hechos por abogados sino por sacerdotes, pues se consideraban objetos rituales, con carácter religioso y legal. Eran documentos jurídicos, pero no podían ser leídos por nadie hasta el día de la muerte del que ordenaba hacerlo. Era por eso que muchas veces las personas escribían en sus testamentos lo que verdaderamente sentían e incluso confesaban cosas de las que eran culpables, sabiendo que nadie podría enterarse hasta que fuese demasiado tarde.

- ¿Qué cosa dice? - Preguntó Bryan emocionado.

- Cavó su propia tumba. - Dijo Emily mientras lo leía: - El Duque debió estar muy seguro de que esto solamente se leería después de su victoria. Aquí se proclama así mismo como “Emperador de Itálica” y también afirma ser un dios en forma humana. Sus hijos también son dioses, por supuesto. A Claude Ascher le heredaba la parte occidental de todo el imperio y a Clark Ascher tendría el oriente, donde está el dinero.

Este testamento no solamente prueba que tenía intenciones de tomar el poder, sino que también demuestra que el Duque pensaba traicionar al Imperio Kasi después de que lo ayudasen a invadir. ¡Es hilarante! ¡Nunca había conocido a alguien tan megalómano cómo este Duque! No me explico cómo ha vivido tanto. -

El Testamento de Odón Ascher

- Bueno, por suerte parece que no vivirá mucho tiempo más precisamente por esa ambición suya. - Comentó Bryan encogiéndose de hombros y luego preguntó: - ¿Nuestros emperadores son adorados como dioses? -

- Sí, pero después de muertos. - Respondió Emily guardando el testamento en su Anillo Espacial: - Ninguno jamás se atrevió a ser adorado en vida. Eso es un sacrilegio terrible. ¿Te imaginas lo que pasará cuando este documento sea leído en el Senado? -

- Pero creía… - Dijo Bryan: - Creía que los testamentos no pueden ser leídos en vida del que lo mandó redactar. ¿No es un terrible sacrilegio? -

- Claro, pero todo depende de la situación. - Explicó Emily: - Hay que esperar el momento oportuno. Entonces revelaremos parte del contenido a la población en general, haciendo que crezca la indignación. Luego usaremos ese mismo escándalo para presionar al Pontífice Máximo y pedirle que nos dé un “permiso especial” para revisar el testamento que “casualmente” se haya en nuestro poder y comprobar que no hay nada “indecoroso” en la voluntad del duque. El resto caerá por su propio peso. -

- No sabía que podías ser tan malvada. - Comentó Bryan mirándola gratamente sorprendido mientras se la imaginaba intrigando con los senadores.

 - Es un mundo cruel. - Respondió Emily sonriendo.

- ¿Qué pasa si alguien duda de su autenticidad? -

- Lo firmó con tinta hecha con su propia sangre y tiene puesto su sello personal. Es imposible que alguien lo confunda con una falsificación. -

- Entonces ya es nuestro. - Dijo Bryan sonriendo: - En cualquier caso, tenemos el diario y el testamento. Creo que hemos abusado demasiado de la hospitalidad del Duque Ascher. ¿Puedes correr, venerable Druida? -

- Mis poderes están regresando lentamente, pero ya puedo moverme e incluso pelear un poco si es preciso. - Respondió Caspian: - Estoy deseando regresar junto a mi joven pupila cuanto antes. -

- Entonces deberíamos emprender la graciosa huida. -

*****

Cuando Emily, Bryan y Caspian regresaron a la habitación de Odón Ascher encontraron que las puertas estaban completamente destrozadas y Gilberto descansaba descuidadamente sobre una pila de cadáveres. El dragón parecía estar agotado, pero sonrió alegremente al verlos mientras agitaba una lanza que sostenía en una mano.

- Malvado maestro, finalmente has regresado. ¡No estaba seguro de poder resistir más tiempo! -

- ¿Cómo va todo? -

- Al principio no fue difícil, pero entonces comenzaron a organizar ataques mientras se relevaban. Hace un momento han retrocedido, pero pronto volverán. Puedo escucharlos. -

- Nos vamos ya mismo. ¡Quédate detrás de mí! -

Bryan susurró un conjuro y aparecieron cuatro Abominaciones masivas que corrieron hacia adelante como si fuesen arietes de carne.

Al final del pasillo estaba esperando una pequeña multitud de guardias armados con escudos y ballestas, listos para disparar contra cualquiera que intentase salir. Su plan era mantener encerrados a los invasores hasta que llegasen los refuerzos, pero nunca se esperaron ver de pronto a unas criaturas macizas y horribles, tan grandes como para ocupar el corredor entero, cargando violentamente hacia ellos. Inmediatamente dispararon, pero las flechas por sí solas no eran muy efectivas contra las Criaturas Oscuras.

Sin embargo, no por nada la Legión Grifón era tan temida en todo el mundo. Su capacidad de reacción era impresionante y rápidamente formaron un muro de escudos, que avanzó contra las Abominaciones. El impacto fue atronador, pero la fuerza combinada de todos los legionarios logró detener el avance de las masivas criaturas. Después su centurión les dio una orden y los legionarios desenvainaron sus espadas cortas sin dejar de empujar con sus escudos, desatando una lluvia de terribles cuchilladas contra las Abominaciones. Parecía cuestión de tiempo para que las convirtiesen en carne picada, pero en ese momento…

- ¡Explosión de Cadáveres! -

Si alguien hubiese detonado un cañón en medio del pasillo no podría haber conseguido provocar un efecto tan devastador. La presión entre ambos, legionarios y Abominaciones, creó una situación similar a la de un corcho de botella, más aún en ese pasillo estrecho.

Parte del techo colapsó sin remedio, las matrices defensivas se rompieron y el muro de escudos fue destrozado. Los hombres en la primera fila acabaron muertos, el resto estaban heridos o inconscientes.

- Eres increíblemente poderoso, maestro. - Exclamó Gilberto impresionado por la devastación provocada: - Ahora podemos matarlos fácilmente. -

- No estamos aquí para eso. - Dijo Bryan tajante: - Ese hechizo me ha costado una buena parte de mis poderes. Aunque valió la pena porque nos deshicimos de los defensores por el momento. Pero el ruido de esta explosión habrá llamado la atención de toda la fortaleza sobre nosotros. ¡Tenemos que irnos ahora o luego será demasiado tarde! -

Continuaron la marcha siguiendo la misma ruta por la que habían venido. Por suerte no se encontraron con ningún otro guardia y consiguieron salir de la torre. Entonces Emily conjuró una barrera para cubrirlos a todos, pues los defensores en las almenas llegaron a notar su presencia y naturalmente les dispararon una letal lluvia de flechas hasta que finalmente el conjuro de la Archimaga los ocultó de la vista.

Pero los poderes de Emily no eran infinitos y también había estado combatiendo arduamente, así que deshizo la barrera en cuanto estuvieron lo bastante lejos.

- Pero ¡¿qué paso aquí?! - Exclamó Caspian sorprendido.

- Usamos a unos dementes para enfrentar a otros dementes. - Respondió Bryan mientras miraba la escena desastrosa. Había cientos de cuerpos sin vida de legionarios, cuyo tono de piel morado demostraba que habían sido envenenados de algún modo. Por doquier podían verse varios montones de escombros de edificios medio derrumbados. Y a lo lejos resonaba el estruendo de los golpes de una terrible batalla.

Al poco tiempo vieron a una multitud de legionarios atacando al Gólem Blindado divididos en grupos compactos y haciendo relevos cada cierto tiempo para mantener las bajas al mínimo. La estrategia estaba funcionando, pues el coloso metálico se veía bastante aboyado y sus movimientos parecían muy irregulares, como si le costara continuar. Liderando a los distintos grupos estaban los guardianes del Duque Ascher, usando una combinación aterradora de Magia y Aura de Batalla para apoyar a los soldados y luchando de un modo tan intenso que destrozaba el mismísimo suelo.

Cerca de ahí estaba el Caballero Malvado Taquión bastante maltrecho por el combate. Había perdido su yelmo, botaba sangre por la boca y parte de su armadura estaba destrozada. En ese momento intentaba aprovecharse de que el Gólem acaparaba la atención de todos los legionarios, para intentar sacarse una flecha que se le había incrustado vergonzosamente en el trasero.  A su lado estaba asistiéndolo el último de los cultistas que todavía respiraba, pues el resto parecían haber muerto hacía mucho.

Belinda estaba rodeada de unos artefactos extraños que derramaban nubes de un veneno mortal con el que estaba manteniendo a raya al resto de legionarios, aunque a duras penas. Su apariencia ya no era pulcra y su respiración parecía irregular.

De repente la Alquimista alzó la vista y se dio cuenta de que el grupo de Bryan estaba a unos metros de ellos. Entonces pareció recuperar los ánimos, mientras que agitaba sus manos alegremente y daba un grito de euforia: - ¡Amigos, únanse a nosotros! -

Bryan le devolvió la mirada. Luego observó a Taquión jadeante y agotado. Después contempló la marea de legionarios que cargaban como una terrible unidad contra el Gólem Blindado y finalmente vio a un terrible guerrero que rugía como un león mientras su cuerpo emitía un brillo plateado que casi llegaba a ser dorado y lo asemejaba a una deidad. Era el Duque Odón Ascher, blandiendo su enorme alabarda con la que mandó a volar al coloso de metal varios metros tras dejarle una terrible muesca sobre ese cuerpo gigante.

Si, estas matemáticas son muy fáciles.” Pensó Bryan asintiendo para sí mismo y le respondió a Belinda con una sonrisa: - ¡Muchas gracias, pero mejor no! ¡Prefiero que digan de aquí corrió que aquí murió! -

Y ante la mirada estupefacta de Belinda, todo el grupo de Bryan echó a correr en la dirección contraria. 

Odón Ascher con armadura y alabarda

Nota del Traductor

Hola amigos, soy acabcor de Perú y hoy es 7 de abril del 2021.

Mis muy estimados lectores. Hoy quiero decir que este capítulo, aunque corto, me costó bastante y espero que sea del agrado de todos ustedes. ¿Qué tal la Explosión de Cadáveres? ¿Se entendió todo lo que pasaba? ¿Quedó bien lo del testamento? Me inspiré mucho en la cultura romana para esa parte. Espero que gustase, pero al final ustedes decidirán como siempre.

Las imágenes esta vez fueron un auténtico dolor de cabeza, sobre todo la del final.

Por favor patrocínenme su pueden, para que pueda continuar trabajando en estos terribles tiempos de pandemia. Señalen sin miramientos cuando encuentren algún error de ortografía, porque yo reviso cada cierto tiempo todos los comentarios para hacer cambios. Y por favor no dejen de compartir este proyecto con otras personas para que nos hagamos más conocidos.

Nos vemos en el siguiente capítulo.