208 El Ojo Púrpura del Demonio

Finalmente, la taberna se había convertido en una Fortaleza increíblemente peligrosa gracias a la Matriz del Escenario de Masacre Espectral. Cualquiera que intentase entrar sin la autorización de Bryan sería atacado inmediatamente por los fantasmas vengadores, que invadirían la psiquis del invasor hasta enloquecerlo y forzarlo a suicidarse.

En ese momento la Matriz estaba camuflada, de modo que todo a excepción de los pilares se veía normal. De hecho, considerando los arreglos que Bryan hizo en el interior, la taberna incluso se veía algo acogedora. Pero a pesar de esto, Phoebe, Emily y hasta Gilberto tuvieron problemas para dormir la primera noche al recordar a esas horribles entidades que se encontraban ocultas y se despertaron muchas veces ante el menor ruido por miedo a que algo los atacase.

Naturalmente, Bryan controlaba todo lo que ocurría en el interior de la Matriz. Nada malo sucedió esa noche, ni la mañana del día siguiente.

Al mediodía Trunks se presentó a lomos de su bestia, pues escuchó de la Banda de Drakar que sus amigos se habían instalado en la Taberna Maldita. Naturalmente notó los altos pilares de color blanco puro que se habían erigido alrededor e inmediatamente supo que algo malo podía pasarle si entraba sin avisar, por eso llamó con voz fuerte.

- Blaz me mandó decir que han estado pasando cosas muy raras por aquí. ¿Acaso la maldición se activó o algo así? - Preguntó Trunks cuando finalmente se atrevió a ingresar al patio, aunque se parecía bastante reacio a acercarse al edificio principal.

- Nada de eso. - Respondió Bryan sonriendo y explicó: - En realidad, destruí la maldición que había en este lugar hace mucho. Lo que ocurrió es que coloqué una poderosa defensa mágica alrededor. Ahora no hay un sitio más seguro que este para nosotros en todo el Valle del Sol. Hasta te dejé una habitación libre para que te instales. -

- Olvídalo. - Respondió Trunks reprimiendo un escalofrío: - Escuché demasiadas cosas horribles sobre este sitio y no pienso ni acercarme cuando el sol no esté en lo alto… ¡Menos aún quedarme a dormir aquí! -

- ¿Este insolente que se atreve a dudar de las palabras de mi malvado maestro? - Exclamó Gilberto enojad. Aunque más que defender a Bryan, parecía deseoso de desahogar parte de la frustración que sentía por haber sido despreciado por tantas personas últimamente.

- ¿Y este quién es? - Preguntó Trunks sobresaltado, porque no había notado la presencia del recién llegado, pero se dio cuenta de que su Mantícora se estremecía de pronto ante la sola visión de Gilberto e incluso retrocedía como si le tuviese miedo. Su bestia nunca antes se había amilanado ante ninguna criatura, ni siquiera la Gorgona, así que naturalmente esta extraña reacción hizo que se pusiese en guardia.

La Mantícora era una bestia legendaria que naturalmente era sensible a muchas cosas y podía darse cuenta de la verdadera naturaleza del Dragón Negro. De inmediato quiso gruñir para advertir a su amo, pero Gilberto la miró directamente a los ojos y esto fue suficiente para que cualquier sonido muriese en la garganta de la Mantícora.

- Estas ante un primogénito de la raza dracónica, mortal. Soy el futuro señor de todos los dragones negros. ¡El poderoso Gilb…! - Proclamó el dragón con una expresión arrogante, casi como si fuese un dios descendiendo desde las alturas, pero no lo dejaron terminar.

- Te presento a Gilberto. - Lo cortó Bryan de golpe: - Es un dragón que me ha jurado lealtad en el mundo subterráneo. Ahora es algo así como mi mascota. -

Gilberto casi se atragantó por el comentario de Bryan e inmediatamente quiso protestar, pero la exclamación de sorpresa de Trunks fue más rápida y volvió a cortarlo.

- ¡Eso es increíble! Yo estaba orgulloso de haber domado a una Mantícora, pero tú has ido más allá y domesticaste a un Dragón. ¡Ahora realmente tengo que quitarme el sombrero ante usted, señor Bryan! -

La palabra “domesticado” fue como un puñal atacando el orgullo ya herido de Gilberto. La indignación lo dejó mudo por un instante, pero entonces Bryan lo remató con un comentario final mientras se encogía de hombro.

- Aunque no lo creas, no fue tan difícil. Simplemente aproveché la oportunidad e hice que lo golpearan hasta dejarlo medio muerto. ¡Después suplicó descaradamente por su vida! -

Si uno se concentraba bastante, era posible ver al fantasma de la supuesta dignidad de Gilberto, desplomándose detrás suyo al igual que un edificio derruido.

Bryan sonrió cruelmente al ver al Dragón Negro, quien finalmente se había quedado mudo. Sus reacciones eran tan divertidas, que no podía dejar de sentir una cierta satisfacción al humillarlo. Sin embargo, el motivo de sus acciones era otro.

Después de pasar tanto tiempo con Gilberto, Bryan había entendido como funcionaba su mente. Es cierto que era extremadamente poderoso, pero también tenía una serie de defectos en su personalidad que lo hacían vulnerable a todo tipo de peligros. Y el peor de todos era la excesiva soberbia que tenía.

El propio Gilberto había admitido que no conocía el mundo exterior. Además, se fugó de su hogar antes de haber madurado por completo y gran parte de sus poderes todavía no se habían desarrollado. No obstante, se arriesgó a luchar directamente contra una de las razas más temidas en el Mundo Subterráneo, sin siquiera trazar un plan, porque asumió que no lo necesitaba.

Todo eso terminó mal para el Dragón, que al final se vio obligado a subyugarse para sobrevivir. Y a pesar de todo esto… ¡Gilberto todavía no aprendía la lección! Seguía asumiendo que era invencible, despreciaba a todos aquellos que no fuesen Bryan y su primera respuesta condicionada ante cualquier dificultad siempre era atacar sin más.

Por ese motivo Bryan no podía permitir que Gilberto se acomodase demasiado o eventualmente bajaría la guardia y cometería un grave error. Al incordiarlo y humillarlo cada cierto, tiempo también se aseguraba de que los reflejos e instintos del Dragón continuase afilados.

- Bueno, socio. - Dijo Bryan, ya hablando en serio: - Cuéntame las novedades. ¿Hay algún cambio o problema con nuestros mercenarios? -

- Conseguimos más miembros. - Dijo Trunks adoptando la misma actitud: - Cuando la noticia se esparció entre mis antiguos camaradas, muchos hicieron el viaje para llegar hasta aquí y ahora están con nosotros. No te preocupes, se comunicaron conmigo antes de llegar al Valle del Sol, así que pude arreglar que entrasen en secreto. -

- ¿Seguro que Sorin no lo sabe? -

- Ni siquiera Dalibor lo sabe o de otro modo no habría estado tan amigable como para pedirle a Blaz que me avisase sobre lo que ocurrió aquí. -

- Bien - Dijo Bryan sonriendo maléficamente: - Eso está muy bien. Ahora que estoy aquí, los ojos de todos nuestros enemigos, actuales y futuros, deberían concentrarse sobre este lugar. Aprovecha el tiempo para fortalecernos en secreto, porque estoy seguro de que muy pronto Sorin no podrá con su genio e intentará atacarme. ¡Espero que lo haga en persona! Así podrá disfrutar de toda la hospitalidad que mi nueva matriz defensiva tiene para ofrecerle. -

- ¿Entonces piensas actuar como carnada? - Preguntó Trunks frunciendo el ceño.

- Algo así. - Respondió Bryan: - El único problema es que aún no estoy seguro de cuantos serán realmente nuestros enemigos, así que aprovecharé este tiempo para ver quiénes hacen un movimiento. -

*****

Contrario a sus predicciones, ni Sorin, ni Egon se animaron a molestarlo durante los siguientes días. Pero Bryan no estaba preocupado por eso, porque sabía que era cuestión de esperar pacientemente.

De modo que permaneció en la taberna maldita todo el tiempo, sin moverse ni una sola vez. Phoebe salía todas las mañanas a hacer tratos comerciales, Emily se dirigía a la base del Manto Oscuro para coordinar los informes; pero ambas regresaban al atardecer porque sabían que, cuando llegase el ataque, seguramente ocurriría por la noche por miedo a una intervención de la Banda de Drakar.

Gracias a este breve periodo de paz, Phoebe finalmente consiguió reunir todos los materiales que Bryan necesitaba para refinar al Zombi Élite de Madera y también consiguió concretar muchas alianzas comerciales importantes para asegurar la influencia de su Gremio en el Valle del Sol. Además, conoció a un grupo de traficantes bastante habilidosos que le ayudaron a vender algunas de las joyas que había en el botín de los troles.

Trunks casi no se dejó ver, pues estaba muy ocupado coordinando las primeras misiones de Los Cancerberos y entrenándolos par que volviesen a trabajar en equipo de forma eficiente.

Bryan decidió compensar un poco a Gilberto y le entregó una buena suma de dinero para que se lo gastase en los burdeles, aliviando así algunos de los impulsos pervertidos del Dragón, con la condición de que no revelase su identidad o verdadera forma, ni tampoco faltase en regresar antes del anochecer. Esto fue suficiente para que el Dragón Negro perdonase todos los insultos que había recibido de Bryan. No pasaría mucho tiempo para que su nombre fuese famoso, o mejor dicho extremadamente infame por su depravación, entre todas las prostitutas del Valle del Sol.

De vez en cuando, aprovechando que tanto Phoebe como Gilberto abandonaban el lugar, Bryan y Emily hacían el amor apasionadamente, aliviando de este modo buena parte de la tensión acumulada que tenían. El resto del tiempo Bryan lo dedicó a una sola cosa: La Necromancia.

Y es que, con sus poderes tan fortalecidos, Bryan sentía que el momento era el adecuado. No durmió, ni comió durante varios días seguidos, sino que se entregó por completo a tratar de ejecutar la antigua magia de Dominio Necromántico.

En un principio apenas había podido manifestar el hechizo como un pequeño fenómeno que bajaba la temperatura a su alrededor. Pero ahora, después de varios intentos, sus poderes convocaban ominosas nubes en el cielo alrededor de la Taberna, que eran lo bastante grandes como para bloquear por completo los rayos del sol y sumergir todo el entorno en la más completa oscuridad.

Cada vez que realizaba un intento, los Fantasmas Vengativos en el interior de los pilares de hueso parecían reaccionar y emitían fuertes pulsos de poder mágico como si quisiesen danzar inmediatamente bajo las nubes negras.

 El propósito fundamental de Dominio Necromántico era trasformar el entorno en uno donde el poder de la muerte fuese abundante, de modo que todas las Criaturas Oscuras en el interior verían sus poderes incrementados y los enemigos en cambio se sentirían débiles y sin energía, pues perderían poco a poco su Fuerza Vital.

A estas alturas, Bryan ya dominaba perfectamente todas las artes mágicas que un mago experto debía conocer y también podía ejecutarlas con maestría. Si en ese mismo momento regresase a la Academia, no tenía dudas de que conseguiría el rango de Licenciado.

Sin embargo, no pensaba volver pronto. Lo cierto era que necesitaba ser independiente cuanto antes y la Academia Babilonia ya tenía poco que ofrecerle. Lo que Bryan preferiría sería quemar todas las etapas posibles y obtener directamente el rango de Adepto. De ese modo podría graduarse con honores para luego enfocarse completamente en hacer méritos con el Manto Oscuro para alcanzar el poder militar que necesitaba.

Ese era el escenario ideal. El problema por supuesto era Fanny.

A pesar de tener el amor de Emily y Phoebe, la hermosa profesora de necromancia era para Bryan un ideal que simplemente no podía dejar de lado, llegando al punto de ser prácticamente una obsesión. Por eso le disgustaba la idea de separarse tan rápido de la Academia, aunque al mismo tiempo recordaba la promesa de amor que se habían hecho, dónde ella le prometió ser su novia si se graduaba. Esto lo animaba esforzarse todavía más por conseguir poder, incluso si para hacerlo tenía que realizar acciones ligeramente… extremas.

La última vez ganó una enorme cantidad de conocimientos al absorber el alma de Fausto. También ocurrió cuando realizó la Asimilación Vital, aunque en ese momento principalmente recuperó energías, pero también hubo una mejora en sus poderes. Todo esto era gracias principalmente al Infante Sanguinario que tenía en su interior, el cual podía alimentarse tanto de su sangre como de la energía vital de otros.

Con cada día que pasaba, Bryan se preguntaba si no sería más eficiente dedicarse a absorber el poder de sus enemigos. Sus entrañas le decían que eso era algo muy malo y que no debía hacerlo con tanta facilidad; pero una segunda voz, más sutil y a la vez oscura, sugería que debía intentarlo. Estaba pensando en esas cuestiones, cuando finalmente decidió descansar un poco y durmió por primera vez en varios días.

*****

Después de mucho tiempo, estaba de vuelta en el extraño lugar.

“¿Ahora quieres ser un vampiro, Bryan?” preguntó el chico mirándolo con una ceja levantada.

“Ah, eres tú. No nos vemos hace mucho”

“Nos vemos todo el tiempo Bryan, es solo que…”

“Si ya sé, no recuerdo nada al despertarme. Aunque muchas de nuestras conversaciones encuentran un modo de llegarme inconscientemente.” Respondió Bryan: “Por cierto, muchas gracias por tu último consejo.”

“Emily y Phoebe son buenas personas, se merecían que confiases un poco más en ellas.”

“¿Las conoces bien?”

“Demasiado bien. También sé por qué las amas tanto: Emily representa tu gratitud, Phoebe es tu lealtad y Fanny es tu compasión.” Respondió el chico sonriendo. “Aún faltan más, pero pronto tú también las conocerás. Y te deseo suerte en ese momento.”

“¿Suerte?”

“Hay un buen motivo por el cuál la poligamia es un crimen en casi todos los mundos, Bryan. Y muy pronto sabrás el motivo de esto.”

“¡¿A qué te refieres?!”

“No te voy a arruinar la sorpresa…” Respondió el niño riendo: “Hoy estoy aquí para darte dos advertencias.”

“¿Dos?, casi siempre me das una.”

“Hoy estoy de buen humor.” Contestó el chico encogiéndose de hombros: “La primera es que nunca asimiles el alma de nadie que no sea tu enemigo.”

“¿Por qué?”

“Las consecuencias de absorber un alma, incluso si es un fragmento insignificante, son más terribles de lo que te puedas imaginar y tienen consecuencias inmediatas sobre tus seres queridos.”

“¡¿Sobre mis seres queridos?!”

“Causa y efecto, Bryan. Nadie está libre de esta ley. Cuando haces algo terrible desatas consecuencias terribles. Y la justicia siempre termina alcanzándote, para golpearte donde más te duele.” Explicó el niño mirándolo seriamente: “En tu caso, eso no sería haciéndote daño a ti, sino a aquellos que amas. Para evitarlo, tendrás una protección especialmente otorgada por mí, pero debes asegurarte de nunca absorber la vida de alguien que no sea hostil hacia ti. ¡Por favor no lo olvides!”

“¡¿Cómo puede ser justo que otros paguen por mis errores?!”

“Porque tu vida es tuya, pero no se trata de ti.”

“¡Otra vez con eso!”

“Si, hasta que finalmente lo entiendas.” Respondió el niño mirándolo con ternura, como si fuese un adulto mirando a un infante pequeño y torpe: “No te sorprendas si te toma tiempo. A ti jamás te interesó ser justo con nadie, así que no sabes nada sobre la justicia o su significado. No esperes ahora entender fácilmente estos conceptos que ni siquiera los sabios pueden comprender por completo.”

“¡Pero…!”

“Mi segundo consejo.” Dijo el niño interrumpiendo sus quejas: “Nunca asumas que ya has considerado todo lo que puede ocurrir y recuerda que incluso al mejor cazador se le va la liebre a en ocasiones. Ahora por ejemplo está a punto de pasar algo que no esperabas y que fácilmente podría destruir todos tus preparativos.”

“¿De qué se trata?”

“Un viejo problema que pateaste lejos sólo para volver a encontrártelo más adelante.” Respondió el niño encogiéndose de hombros y entonces sopló hacia su cara de forma repentina. Luego le dijo sonriendo: “Pero esta vez te ayudaré desde el principio, así que deberías poder superarlo y beneficiarte de ello.

Cuando despiertes presta mucha atención, porque si no puedes darte cuenta de lo que sucede antes del anochecer… morirás.”

“¡¿Qué?!”

“Presta mucha atención… ¡ahora despierta!”

*****

Bryan abrió los ojos repentinamente y comprobó por las sombras a su alrededor que no habrían pasado ni unos minutos desde que decidió dormir. Sin embargo, sentía una especie de escalofrío, como si algo malo estuviese por suceder. No había un motivo concreto, solo una sensación incómoda.

De inmediato volvió a cerrar los ojos, pero ya no para dormir sino para concentrarse. Sus oídos podían captar hasta el más mínimo sonido a su alrededor, pero no descubrió nada sospechoso a parte algunos insectos correteando entre las rocas fuera de la taberna, el eventual chapoteo en las aguas que provocaba el Kelpie en el interior del pozo o el sonido de las personas hablando a varios metros de distancia.

Qué raro” Pensó Bryan, porque la sensación de incomodidad no desaparecía, sino que se hacía más intensa. Así que se levantó para revisar los alrededores, pero todo parecía estar en orden. Sin embargo, esto no hizo sino aumentar sus sospechas de que algo malo estaba sucediendo en algún lugar sin que él lo notase.

“Nunca asumas que ya has considerado todo lo que puede ocurrir.”

De modo que Bryan continuó mirando, buscando e investigando cada centímetro de la Taberna Maldita. Todo estaba en orden, todo parecía correcto.

El sol se estaba poniendo y Bryan estaba a punto de rendirse, cuando se apoyó sin querer en uno de los pilares de hueso. Fue entonces cuando lo sintió. No es que la Matriz del Escenario de Masacre estuviese funcionado mal, pero al entrar en contacto con ella activó un poco de su Necromancia y entonces percibió una especie de llamada bastante débil, pero familiar, que intentaba comunicarse con él desesperadamente.

Debido a que había estado practicando el Dominio Necromántico, que llenó el ambiente a su alrededor de energía de muerte y que la llamada era de por sí bastante débil, Bryan no había podido percibirla inicialmente. Pero ahora era consciente de su existencia y se dio cuenta de que se trataba de su Pequeño Esqueleto, pidiéndole ayuda desde el Inframundo.

Así que inmediatamente recitó en conjuro para invocarlo y nuevamente apareció un extraño agujero dimensional en frente suyo. Solo que esta vez la forma del portal se parecía ominosamente a una rajadura o el corte de alguna clase de arma sobre una superficie plana.

Poco después, el Pequeño Esqueleto salió volando a toda velocidad, aleteando desesperadamente con sus siete púas. Detrás suyo, Bryan vislumbró la silueta oscura de un ser enorme que le recordó a un Caballero del Mal empuñando una espada de dos metros de largo. Sin embargo, este ejemplar parecía ser mil veces más peligroso que el que Fausto había invocado en la Ciudad de Valen. Tan grande era su poder que el propio Bryan podía sentir como la energía de esta criatura comenzaba a inundar el área alrededor suyo y supo que incluso a él le costaría mucho derrotarlo, aunque emplease toda su fuerza.

Por suerte, incluso un ser tan poderoso como este Caballero del Mal no podía ignorar las leyes que los primeros dioses impusieron para evitar que los no-muertos abandonasen el Inframundo a voluntad. En cuanto el Pequeño Esqueleto puso un pie en el mundo mortal, la grieta se cerró y la terrible presencia de esa criatura desapareció sin dejar rastro.

En cuanto se recuperó de la impresión, Bryan se volvió hacia su criatura y comprobó que el Pequeño Esqueleto volvía a estar en un estado lamentable. Esta vez parecía haber gastado una gran cantidad de sus poderes, porque sus movimientos se veían bastante lentos. Quizá por eso su llamada de auxilio resultó tan débil que ni siquiera su invocador lo notó.

¡Si no me hubiera puesto a explorar en busca de algo sospechoso, este pequeño podría haber terminado destruido sin que me enterase!” Pensó Bryan muy asustado e inmediatamente se adelantó para revisar los daños.

En ese momento el oscuro parche que el Pequeño Esqueleto llevaba desde hacía tanto tiempo finalmente para cubrir la mitad de su cara, finalmente se rompió debido a los daños que había sufrido durante su pelea. Su cuerpo estaba tan lastimado, que se sacudía con cada movimiento, así que el parche terminó cayéndose por completo, dejando al descubierto la joya púrpura que supuestamente el dios Datara dejó al cuidado de los Troll del Bosque, el Ojo Púrpura del Demonio.

De inmediato estalló una poderosa fuerza desde el interior de la gema. Era como un violento maremoto de poder que intentaba apoderarse de sus mentes destruyendo su cordura.

- ¡Vuelve a ponerte el parche, rápido! - Gritó Bryan aterrorizado mientras su cerebro era atacado por un dolor espantoso, sin que ninguna de sus defensas pudiese hacer nada para protegerlo.

El Pequeño Esqueleto se había desplomado en el suelo y se sacudía horriblemente debido al extremo dolor que sentía, pero alcanzó a escuchar la orden de Bryan e intentó recoger el parche, consiguiéndolo a duras penas. Entonces volvió a colocárselo y el dolor que los asaltaba a ambos desapareció.

Bryan se había caído de rodillas por el dolor, pero justo cuando estaba exhalando un suspiro de alivio, tuvo un presentimiento y miró fijamente al Pequeño Esqueleto. Entonces vio un rayo de luz violeta que salía disparado de su cuenca ocular, quemando el parche de cuero a su paso, hasta que se volvió cenizas.

Deidad Esqueleto

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú, es 15 de septiembre del 2021 y el clima sigue estando extrañamente gélido en Lima Metropolitana.

Disculpen la tardanza, pero he estado muy ocupado últimamente para traducir y la verdad es que mi situación económica es bastante preocupante. Por eso le pido a cualquiera que dese apoyar esta traducción que por favor me ayuden.

En este capítulo me ocupé de extender un poco el tiempo y también de realizar varios cambios en los diálogos para que resultasen más claros. También agregué la discusión con el personaje del niño misterioso y quité mucha de la redundancia. No me explayaré más porque deseo publicar el capítulo cuanto antes, pero si lo comparan con el original seguramente podrán ver las diferencias.

Si les gustó esta adaptación, por favor dejen su opinión en los comentarios, porque saber sus impresiones siempre es de gran ayuda. Compartan esta historia con todos los que conozcan usando sus redes sociales, para que pueda tener más seguidores. Y por favor, por favor, si puedes ayúdenme patrocinándome en mi cuenta Patreon para que pueda continuar este trabajo.

Nos vemos en el siguiente capítulo.