17 Una Amable y Malvada Sonrisa

Fanny se precipitó a entrar en la habitación en cuanto notó que Bryan parecía gravemente herido. Sus largas, hermosas y esbeltas piernas la ayudaron a cubrir rápidamente la distancia que los separaba. Pero entonces…

- ¡Aaaah!... -

Bryan lanzó un chillido de angustia y miró con pánico a la hermosa hechicera mientras tartamudeaba por encima del dolor: - Maestra… Fanny, tú... ¡estás pisándome la mano! -

Fanny era bastante miope y en su prisa había entrado demasiado rápido, sin prestar atención a lo que estaba debajo de sus pies. Además, en su intento por presentar una escena bastante convincente, Bryan había extendido sus dos manos en el suelo. Y todo eso se tradujo en la situación actual.

La hermosa maestra llevaba puestas unas botas altas hasta la rodilla con tacones puntiagudos y delgados… uno de los cuales se incrustó firmemente en la mano izquierda de Bryan. El sufrimiento que expresó ya no era fingido en lo más mínimo, pues le parecía que el dolor penetraba profundamente hasta su médula ósea. Definitivamente al destino le gustaban las ironías: No había sufrido ninguna lesión importante en su pelea con los abusivos, pero ahora Fanny estaba cobrándole sin querer los intereses que debía por su osadía.

- ¡Ooh!... ¡Lo siento Bryan, no me di cuenta que tu mano estaba tan extendida! - Fanny se horrorizó y se disculpó apresuradamente. De inmediato levantó su pierna de la mano izquierda de Bryan, moviéndola a un costado… ¡Para descender rápidamente en el preciso y exacto lugar en que su mano derecha estaba extendida!

Por suerte en esta ocasión Bryan estuvo más atento y consiguió retirar su mano del camino justo a tiempo con una velocidad tan pasmosa que pasó desapercibida. Luego disimuló el gesto limpiándose los "rastros de sangre" en su rostro. Una vez que se supo a salvo, recordó por qué estaba fingiendo y señaló al grupo que se encontraba detrás de él mientras soltaba un grito que parecía un clamor de justicia:

- ¡Ellos me golpearon! -

El rostro de Fanny se ensombreció tan pronto como escuchó estas palabras. A pesar de que Carey, Borg y compañía tenían múltiples heridas en el rostro, se habían limpiado apresuradamente los rastros de sangre cuando oyeron que alguien se acercaba, por ese impulso instintivo de “pretender que nada había pasado”. Además, como tenían tanto miedo de ser interrogados, se habían dejado llevar por el pánico y se pusieron a limpiar los restos de sangre de sus armas en el momento que entraron los profesores. Para colmo de males, cuando notaron la mirada iracunda de la Maestra Fanny, cometieron otra estupidez: Intentaron arrojar sus garrotes improvisados de forma descarada.

Era el típico caso de mentalidad juvenil en el que todos asumen que el grupo entero mantendrá la boca cerrada para evitar problemas y se olvidará de todo lo ocurrido como si fuese un mal día. ¡Pero lo que nunca imaginaron fue que Bryan sería tan hijo de puta como para darles la paliza de sus vidas y luego echarles toda la culpa!

Los hermosos ojos de Fanny, aunque miopes, eran perspicaces. Echó una mirada hacia el grupo de sirvientes y rápidamente se dio cuenta de que, aunque sus ropas estaban desordenadas, no parecían haber heridas serias en sus rostros. Lo que si notó fue los rastros de sangre sobre algunos de los palos de madera que acababan de arrojar al suelo.

Luego hecho una última mirada hacia abajo, para observar la sangre en la espalda y la cara de Bryan e inmediatamente “dedujo” lo que había sucedido aquí. ¡Carey, Borg y sus amigos se habían juntado para golpear al pobre Bryan! ¡La sangre en los palos de madera era la prueba!

- Voy a informar a las autoridades escolares de lo que ha ocurrido aquí. Y todos ustedes recibirán el más severo castigo. ¡Son despreciables! ¡¿Pero cómo se atreven a juntarse para abusar del pobre de Bryan?! ¡¿No ven lo frágil y delgado que es?! - Fanny miró a todo el grupo de abusivos como si no fuesen otra cosa que basura, mientras trataba de moderar la furia en su voz.

- ¡Maestra Fanny, eso no es lo que pasó! ¡Le puedo jurar que él es quien nos golpeó a nosotros! Jack, tú lo viste todo. ¡Por favor di la verdad! ¡Di que fue él quien nos golpeó! - Carey estaba tan asustado por cómo estaban sucediendo las cosas que entró en pánico.

Las piernas del gordito Jack seguían temblando sin control. El pobre estaba completamente consternado por las acciones de Bryan. Por eso al principio respondió con una mirada distante al oír las palabras de Carey. Pero entonces vio que Bryan le estaba un gesto de complicidad disimulado con la cabeza mientras yacía en el suelo.

Podría estar asustado, pero Jack sabía dónde estaba su lealtad. Su confianza regresó de inmediato, sacó el estómago y señaló una mano rechoncha al grupo, hablando como un apersona bastante moralista que ha presenciado una injusticia: - Ya deja de mentir Carey, no te tengo miedo ahora que la Maestra Fanny está aquí. ¡Ustedes se juntaron para emboscar a Bryan solamente para divertirse! ¡¿Y ahora quieren que mienta para encubrirlos?! ¡Mis padres no criaron a un cobarde traidor! -

Carey y su grupo todavía querían decir algo, pero fueron detenidos por la mano levantada de Fanny, junto con su fría sentencia: - ¡Ya dejen de esparcir sus mentiras, plebeyos! ¡Limítense a esperar su castigo! -

Luego se volvió para ver al "triste y lastimado" de Bryan y lo levantó por el cuello de su camisa mientras le hablaba con ternura: - Ven, deja que te cure tus heridas. ¡Eres mi sujeto de estudio y no puedo permitir que te lastimes tan a menudo! -

El olor del perfume floral que usaba Fanny flotó hacia la nariz de Bryan y en ese momento le pareció tan delicioso como para olvidarse del dolor en su mano pisada. 

Pero antes de irse echó un vistazo desde la espalda de la maestra para hacerle a Jack un gesto, indicándole que se marchara. Y luego le sonrió muy amablemente a Carey, Borg y el resto su grupo.

Sin embargo, para estos chicos que primero habían sido envenenados, luego apaleados y finalmente responsabilizados unilateralmente por todo el incidente... ¡La sonrisa amable que Bryan les estaba mostrando ahora les parecía la más malvada y aterradora que habían visto en toda su vida!

*****

Diez minutos después, en el laboratorio de Fanny.

A parte de la Maestra, Lisa también se encontraba presente. Había venido con el pretexto de querer consultarle algunas dudas sobre su última clase, pero la evidente alegría en su expresión cuando contemplaba a Bryan mientras caminaba junto a ellos era bastante extraña y le daba muy mala espina.

Fanny le pidió a Bryan que se acostara sobre una mesa en cuanto llegaron a su laboratorio y buscó un frasco lleno de solución medicinal. Justo cuando estaba a punto de aplicársela, Lisa soltó una leve carcajada y tomó la pomada de manos de la profesora mientras le sonreía: - Maestra Fanny, no llevas puestos tus lentes. Déjame hacerlo por ti. -

La Maestra no lo pensó demasiado y asintió: - Hmm. Muy bien, limpia sus heridas mientras encuentro la gasa. ¡No sé dónde la habré puesto! -

Fanny comenzó a hablar consigo misma mientras rebuscaba por su laboratorio. Lisa sostenía el frasco en su mano izquierda y aplicaba la pomada a la espalda de Bryan con la derecha. La muchacha examinó de cerca su cuerpo y dijo en voz muy baja: - ¿Eh? Esta herida ya no parece reciente. ¿Por qué ha comenzado a cerrarse en la parte superior? -

Bryan sintió un estremecimiento y luchó con todas sus fuerzas para que no se dieran cuenta de cuán consternado se sentía. Sabía que podía sanar rápido, pero había subestimado las capacidades de su cuerpo. La Esencia Mágica no solamente curaba sus heridas cuando circulaba sobre ellas, sino que cada vez que regeneraba las partes lastimadas también incrementaba su resiliencia[1] hasta el punto en que las lesiones que había sufrido hacía tan sólo unas horas ya estaban cicatrizando.

Y la joven bruja lo había notado.

Claro que Bryan eligió fingir que no había escuchado nada y se quedó callado. No tenía ningún interés en que otras personas conocieran sus habilidades mientras fuese un esclavo indefenso. Por suerte estaba seguro de que Lisa lo consideraba un estúpido chiflado.  Así que siguió haciendo ruidos de dolor con su boca, como si la herida le doliera mucho.

Pero en este momento que una oleada de ardor recorrió su espalda. Bryan soltó un grito que esta vez fue en serio y rápidamente giró su cabeza para mirar a Lisa… sólo para descubrir una alegría maliciosa en su mirada. Era claramente la felicidad de haber descubierto un secreto. Bryan sintió que en ese momento la mirada de Lisa era más dolorosa que sus heridas, pero tenía que mantener la fachada, así que soltó un gemido y volvió a fingir su expresión de estúpido sonriente después de decir: - Duele -

- Bryan, ¿ha pasado algo? - Preguntó Fanny después de escuchar su grito atormentado. Todavía estaba buscando la gasa en algún lugar.

- Oh, disculpe Maestra Fanny. Accidentalmente toqué su herida hace un momento. ¡No hay problema, voy a ser más cuidadosa esta vez! -

- ¡Entonces ten cuidado! - Fanny no prestó más atención a lo que estaba pasando después de oír su respuesta.

Inmediatamente después la nariz de Bryan percibió un olor seductor, al mismo tiempo que un aire cálido soplaba en su oído. Era Lisa, que se había inclinado hacia él para susurrarle en voz muy baja: - Maldito Bryan, ¿crees que no me doy cuenta de que estás fingiendo? ¿Aaah? Primero me asustaste fingiendo estar muerto y luego me diste un método incorrecto para preparar medicina. Si no hubiera sido lo suficientemente inteligente como para experimentar con Carey y Borg, habría sufrido hasta la muerte por tu culpa.

Voy a ser franca contigo. Llegué la sala de entrenamiento antes que esos tontos y escuché toda tu conversación con Jack usando a una de mis Apariciones. Vi claramente la golpiza que les propinaste a esos sirvientes. Eres realmente inteligente ¿no es verdad? ¡Incluso conseguiste volver el plan de otros en su contra! ¡Jeje, no está mal, no está mal! -

Lisa siguió aplicándole la solución mientras hablaba, pero a intervalos presionaba con fuerza sobre la herida de Bryan para hacerlo sufrir. Obviamente estaba aprovechando para desquitarse lo más posible. Pero el dolor físico no era nada en comparación con el temor que estaba experimentando en ese momento. Porque recién comenzaba a tomar conciencia de que había cometido muchos errores: Haberse peleado con Bach enfrente de Lisa, lo que ocurrió en la sala de entrenamiento y muchas otras cosas.

Le había permitido a la joven bruja ver demasiado de su verdadero ser. Ahora ella lo sabía y Bryan no tenía ni idea de lo que planeaba la muchacha. Tampoco estaba seguro de cómo proceder sin hundirse aún más. Por eso no se atrevió a quejarse o alertar a la maestra, aunque la herida le doliese. Sólo pudo contentarse con morderse los dientes para aguantar el dolor mientras reprimía sus gritos.

Lisa se dio cuenta de que Bryan estaba luchando por permanecer en silencio y su sonrisa se volvió más pronunciada. Entonces la joven acercó aún más sus hermosos labios rojos, hasta que su deliciosa fragancia se volvió casi embriagadora. Pero cuando susurró, lo hizo sin sonreír y trasmitiendo una cólera reprimida: - La última vez en los campos de entrenamiento… ¡Maldito seas! ¡Incluso me besaste! Y.… y ¡me tocaste allí! Esta vez no vas a librarte. Te estaré esperando en las lomas detrás del edificio de clases esta misma noche. ¡Eres un hombre muerto si no te presentas! -

Entonces apretó con fuerza su herida abierta después de soltar esa última amenaza, mientras sonreía de un modo arrogante. Sólo se detuvo cuando Bryan no pudo soportar más y dejó escapar un quejido de dorlor. Entonces Lisa se dirigió a Fanny para entregarle el frasco de con la medicina, diciendo: - Maestra Fanny, he terminado de aplicarle la pomada. De repente me he acordado de que tengo algo que hacer, así que me voy a retirar por ahora. ¡Mejor te haré las preguntas mañana! -

- Oh, claro, adelante - Respondió Fanny alegremente y luego exclamó: - ¡Eh! ¡Aquí estaba la gasa! No recordaba haberla puesto ahí. -

Las hermosas piernas de Fanny se dirigieron hacia Bryan y estaba a punto de vendar sus heridas, cuando de pronto se inclinó para mirar de cerca. Entonces preguntó con una voz cargada de curiosidad: - ¿Eh? ¿Cómo es que el exterior de las heridas parece estar cerrándose? Estaba segura de que necesitaría suturar por lo menos algunas, pero… -

Bryan estaba acostado boca abajo preocupado por las acciones de Lisa, luchando con todas sus fuerzas para mantener la calma. No sabía cómo demonios debía enfrentarla esta noche ni qué diablos le tendría preparado. Pero al oír las palabras de la maestra, el corazón le volvió a dar un vuelco se dijo a sí mismo con pánico “¿Et tu Fanny[2]? ¡Vamos! ¡¿Dos personas me van a descubrir en una sola noche?! ¡No puedo tener tanta mala suerte!”.

Fanny frunció el ceño por un minuto entero, pero rápidamente alisó su frente, exclamando maravillada: - ¡Aaah! Ahora recuerdo que el moretón en tu cabeza también se desvaneció rápidamente cuando Fitch te golpeó la última vez. ¿Todo esto será causado por la Agonía del Alma? ¡Oh esto es demasiado increíble! -

Bryan: - ... -

Se había quedado sin habla al ver la facilidad con la que los pensamientos de Fanny se desarrollaban en la dirección que más le satisfacía. “¿Realmente su imaginación es tan creativa como para aceptar una excusa tan irracional para algo que obviamente es un fenómeno físico sin relación con el alma?

La Maestra Fanny se enfrascó en una ronda de suposiciones y reflexiones durante un buen rato, hablando más para sí misma que para Bryan, que apenas podía entender su monólogo con sus escasos conocimientos. Pero aun así se dedicó a cubrir las heridas de Bryan y lo hizo muy pulcramente, empleando movimientos suaves que no lo lastimaron ni siquiera una vez.

“La Maestra Fanny es increíblemente buena en esto. ¡Es el cielo y la tierra en comparación con Lisa!” Pensó Bryan agradecido. Estaba punto de girar la cabeza para agradecerle, cuando por el rabillo del ojo vislumbró la figura de una persona alta que los observaba en secreto, con la envidia y el odio escritos en toda su cara. Se trataba de Fitch, el estudiante de Necromancia, que desapareció inmediatamente en cuanto notó que Bryan lo había visto.

[1] Resiliencia: Es la capacidad que tiene algo de regresar a su estado original tras haber sufrido un fuerte daño. También se refiere a la capacidad de adaptarse a las circunstancias adversas y obtener resultados positivos cada vez que se reacciona. En esencia, el protagonista no solamente se cura más rápido, sino que cada parte curada es más difícil de dañar la siguiente vez.


[2] Referencia a las palabras de Julio César “Tú también, Bruto” cuando lo asesinaron a traición

La mirada de Fitch estaba llena de celos y odio...

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú donde una casa puede tener muros, piso o hasta un techo sin terminar… ¡Pero definitivamente tendrá una TV 4k instalada!

Bueno, este capítulo fue pura reedición debido a que lo más complicado fue escribir las cosas en orden. Había tanta redundancia que no sabía qué hacer, así que leí todo el capítulo primero y luego escribí a manera. Espero que lo hayan disfrutado porque me costó bastante más de lo que me esperaba.

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Nos vemos en el siguiente capítulo.