133 ¡Yo también quiero Matarlo!

- Entiendo que se trata de un alumno sobresaliente dentro de la Escuela Necromántica, pero teniendo en cuenta que tiene un trasfondo tan ordinario, ¿realmente se merece tanta atención por su parte? - Preguntó asombrado el espía.

- ¡Ja ja ja! ¡Te aseguro que no hay nada “ordinario” en ese joven mago! Hay tantos secretos rodeándolo que ni siquiera puedo hacerme una idea concreta sobre su verdadera naturaleza. Es una persona demasiado interesante. - Respondió Lawrence con una sonrisa.

- Muchas cosas extrañas han estado ocurriendo últimamente. - Dijo el espía con un tono algo cansado: - Es casi seguro que el objetivo de Clark originalmente eras tú. Todos nuestros contactos nos advirtieron que la familia Ascher estaba confabulada con ese Archimago Duke del Imperio Kasi para averiguar todo lo que pudieran de tus orígenes y después eliminarte, pero a mitad de camino sus preparativos se interrumpieron de forma repentina. Luego Duke abandonó nuestro país con su escolta sin motivo alguno. Todo este asunto ha sido demasiado peculiar. -

Lawrence asintió con la cabeza, pero luego permaneció en silencio durante unos momentos antes de que finalmente dijera: - Muy bien, puedes retirarte de momento. Por si solo Clark Ascher no se atreverá a intentar nada contra mí en la Escuela de Caballeros mientras no tenga un plan claro que le permita retirarse con seguridad y (sobre todo) limpio de cualquier sospecha. Pero es cierto que se ha convertido en una ficha demasiado importante para su familia, así que tengo que actuar primero y encontrar un modo de eliminarlo. -

El espía no dijo mucho más después de escuchar sus nuevas órdenes y salió por el techo dejando solo a Lawrence en la habitación. El joven patricio continuó bebiendo tranquilamente como si nada hubiese sucedido, mientras contemplaba el amanecer.

*****

El espía se había marchado rápidamente hacia las montañas detrás de la Academia y Bryan no podía arriesgarse a seguirlo descaradamente ahora que el sol brillaba. Además, había descubierto demasiadas cosas misteriosas y era necesario meditar al respecto, así que regresó a la Escuela Necromántica.

Los estudiantes aún seguían durmiendo y faltaba mucho para las primeras lecciones, así que Bryan se pasó la mañana arreglando su habitación de modo que no despertase sospechas en los sirvientes que la limpiarían en cuanto él se fuera.

Al sonar la campana se dirigió a clases. Sin embargo, aunque pretendió seguir las explicaciones del Maestro Gene, lo cierto era que todo lo que hacía era pensar en cuál sería la verdadera identidad de Lawrence y el motivo por el cual Clark querría matarlo.

El mediodía llegó señalando el fin de las primeras lecciones. Entonces los alumnos abandonaron alegremente las aulas para almorzar antes de las clases prácticas.

Cada una de las grandes disciplinas tenía su propio comedor independiente y la Facultad Oscura no era la excepción. Tenía una capacidad para albergar unas quinientas personas y estaba dividido en dos niveles diferentes, siendo el inferior un bufet libre para todos aquellos que hubiesen pagado su matrícula. Pero, aunque los alimentos eran buenos, no se trataba de ninguna exquisitez y no tenía el mejor de los sabores.

En cambio, el nivel superior poseía varios cocineros que preparaban platillos gourmet personalizados para cualquier estudiante que pudiese permitírselo económicamente, sobre todo los hijos de los Patricios más adinerados.

Naturalmente este tipo de comensales exigía mucho más de los cocineros. Existía un complejo repertorio de modales y buenas costumbres que los aristócratas observaban a la hora de comer, así que los platillos tenían que adecuarse a esto, ya fuesen los cubiertos específicos para determinados alimentos, el modo de servirlos o la atención que requerían. Todos estos factores provocaron que el segundo nivel fuese considerado una zona exclusiva para la élite de la Facultad, aunque las normas de la Academia Babilonia no lo permitían.

Técnicamente hablando, todos los magos adquirían un estatus que los volvía parte de la aristocracia en mayor o en menor medida. Por ese motivo la escuela se esforzaba por tratar a los alumnos de un modo generalmente equilibrado, pero aun así existían varias de estas “reglas no escritas” que nadie criticaba porque se trataba de una realidad con la que inevitablemente tendrían que lidiar.

Siendo un esclavo Bryan nunca había podido subir a ese prestigioso lugar ni tan siquiera para recoger los platos sucios. Pero ahora era el campeón de su Facultad en el Torneo Anual de la Academia y poseía vastas riquezas tanto en su Anillo Espacial, ya fuese en monedas o en Letras de Cambio; así que no detuvo sus pasos y subió por las escaleras.

Al principio uno de los criados intentó cerrarle el paso, pero una sola mirada suya bastó para obligarlo a retroceder asustado. Cuando finalmente ingresó fue recibido por el silencio indignado y casi rayando en lo sepulcral de todos los comensales, pero Bryan no se inmutó en lo más mínimo e inmediatamente se sentó en una de las mesas mientras dejaba caer un saco lleno de monedas de oro a su lado.

Los sirvientes no sabían cómo proceder. Por un lado, Bryan era reconocido como el ganador del torneo, uno de los mejores estudiantes de la Academia y además fue felicitado por la mismísima Decana, ¡¿con qué autoridad podrían pedirle que se fuera?! Pero también era evidente que todos los estudiantes a su alrededor lo despreciaban. Y es que, aunque gracias a sus esfuerzos la Facultad de Magia Oscura obtuvo la victoria, el resto de sus integrantes sentían que habían sido ridiculizados públicamente por Bryan en frente a todos los alumnos y visitantes, así que muchos le lanzaban miradas asesinas. ¡Si los sirvientes no hacían nada, se ganarían la mala voluntad de la mayor parte de sus clientes!

En su desesperación, uno de los meseros intentó darle a Bryan algunas indirectas con la mirada para llamar su atención al hecho de que todos a su alrededor lo consideraban indeseable, pero si el pobre sirviente esperaba que la presión social sirviese de algo no podía estar más equivocado. En la mente de Bryan todos esos jóvenes magos apenas eran unos púberes sin ninguna experiencia de vida real y no representaban una amenaza, mucho menos eran dignos de su atención.

Cuando la tensión parecía a punto de llegar hasta el límite dos nuevas personas subieron por las escaleras atrayendo la atención de todos los presentes.

- ¡Estas aquí! - Exclamó Lisa alegremente. La joven sonriente se acercó hacia su mesa despreocupadamente, pero no venía sola, sino que estaba acompañada por Lawrence, quien lo saludó con un gesto de la cabeza. Ambos se acercaron a su mesa.

Ah, finalmente.” Pensó Bryan.

Lisa fue la primera en sentarse con el aplomo que tanto la caracterizaba, luego lanzó una mirada tan altiva y orgullosa a su alrededor que tuvo suficiente intensidad para intimidar a todos los que la observaron a pesar de sus hermosas facciones. Luego dijo con un tono airado: - ¡¿Tienen algo que decir?! -

Si bien la joven bruja no pasaba de ser una estudiante destacada en la Escuela Necromántica, tan venida a menos en la actualidad, su mal genio sí que era legendario en toda la Facultad Oscura. Lisa sólo tuvo que hablar malhumorada una vez para que todos los estudiantes desviaran la mirada rápidamente, fingieran que nada pasaba o simplemente mascullaran un par de maldiciones antes de volver a sus asuntos.

- No les prestes atención, solamente están celosos de tu triunfo. - Dijo Lisa mientras se volvía con una sonrisa encantadora, la cual contrastaba como el día de la noche en comparación a la expresión que tenía cuando se dirigió a los estudiantes.

Bryan le devolvió la sonrisa de buena gana y respondió: - Déjalos ser. No podría importarme menos que me odien por algo tan tonto como un torneo competitivo, donde hay reglas establecidas y árbitros. ¡Ni siquiera se me permitía hacerle daño real a mi oponente! Ahora bien, si alguien que me diera una excusa de legítima defensa para ser libre de emplear todos mis trucos y provocar heridas o incluso… ¡Bueno, hay tantas magias que he aprendido y aún no he tenido oportunidad de probar en un cuerpo humano! Somos Necromantes después de todo, siempre necesitamos nuevos materiales de investigación.  -

Al principio su respuesta fue en voz baja, pero se fue elevando apenas lo suficiente para que todos pudieran oírlo. La amenaza implícita terminó calando en el corazón de todos los presentes y si alguno todavía albergaba el deseo de maquinar alguna mezquina venganza mientras estuviesen en el comedor, lo abandonó de inmediato. Todos habían visto lo fácil que Bryan se había desecho de los mejores estudiantes de dos Facultades y también fue obvio que todo ese tiempo había estado conteniéndose, así que era perfectamente capaz de llevar a cabo las terribles acciones que prometía.

Por lo tanto, cuando Bryan emitió su ultimátum con una mirada bastante ominosa, aquellos que no habían abandonado sus actitudes hostiles después de las acusaciones de Lisa finalmente agacharon lentamente la cabeza.

- Je je ¡Parece que eres bastante impopular! - Dijo Lawrence sonriendo junto a Lisa después de que el sirviente recibiera su pedido.

Tras el pequeño evento nadie volvió a molestar a Bryan, así que los sirvientes tomaron su orden y la comida llegó sin problemas. Los tres disfrutaron de un excelente almuerzo.

En ese preciso momento llegaron Amy y Athena de la Escuela Necromántica. Cuando Lisa las vio dudó unos momentos, pero luego se levantó diciendo: - Voy a sentarme con mis amigas, ustedes hombres pueden hablar de sus asuntos. -

Luego se fue caminando alegremente.

Los últimos platos fueron retirados y les trajeron una excelente botella de vino que decidieron compartir. Al principio no hablaron de nada en particular, pero cuando llegó el momento Lawrence cambió el tono de voz a uno un poco más serio después de darle un largo sorbo a su copa.

- ¿En serio piensas hacer lo que dijiste a los estudiantes o simplemente faroleabas? -

Bryan sonrió mientras se encogía de hombros: - Yo creo que en este mundo uno puede mentir sobre cualquier cosa, excepto cuando está amenazando. Una amenaza vacía es lo mismo que una declaración de rendición. Pero tampoco soy algún tipo de loco sanguinario y nunca mato sin motivo. Ni siquiera el miedo es suficiente para motivarme a usar la violencia, porque estoy muy seguro de que puedo tener poder sin recurrir a ella. -

- Tienes razón, de hecho, empatizo profundamente con tu perspectiva. - Respondió Lawrence sonriendo con elegancia: - Pero no creo que estos estudiantes te asusten. ¿verdad? -

Bryan soltó una honesta carcajada y dijo: - No. A diferencia de los Caballeros, que se entrenan desde su nacimiento, los magos somos personas con un talento innato. Eso significa que nuestro poder no suele ir acompañado de la madurez que sí tendría un guerrero.

Puedo afirmar que casi todos los que están aquí todavía son simples niños con demasiado tiempo libre, por eso pueden darse el lujo de estar celosos en lugar de dedicarse a mejorar. Ya les tocará despertar cuando tengan que luchar por sus vidas afuera en el mundo. Mientras tanto creo que lo mejor es darles una dosis de realidad y nunca ser muy amable con ellos, porque no sabrán apreciarlo y en su lugar creerán que les tienes miedo. -

Ambos se rieron y volvieron a beber durante otro rato. Luego Lawrence volvió a hablar, pero lo hizo con un tono de voz particularmente bajo, lo suficiente para que nadie a su alrededor pudiese oírlo.

- Ya que hablamos de Caballeros y Guerreros, ¿sabes que Clark Ascher está de nuevo visitando nuestra Academia? -

- … -

- Escuché que el segundo día desde su llegada se vistió muy elegante y fue a visitar la Escuela Necromántica para cortejar a la Maestra Fanny, pero eso no debió salirle bien porque cuando regresó todos lo vimos bastante alicaído y hasta furibundo, diría yo. -

Si claro” Pensó Bryan. “El maldito jamás volvió, sino que se quedó acosándome toda la tarde. Seguramente Lawrence está inventando el resto para ocultar lo de su espía.”

Ambos permanecieron en silencio otro momento mientras disfrutaban el vino antes de que Lawrence continuara.

- ¿Sabes que Clark no es exactamente como se presenta ante el mundo? -

- ¿En serio? - Preguntó Bryan fingiendo ignorancia, aunque por dentro sentía ganas de sonreír y con sorna. Durante toda la comida no había dejado de examinar a Lawrence cuidadosamente con sus sentidos amplificados a fin de memorizar cuidadosamente hasta sus movimientos más sutiles. El lenguaje corporal podía decirle a uno mucho más que las palabras y ahora mismo los gestos del joven sentado frente a él le indicaban que intentaba maniobrar para guiarlo en una dirección concreta.

- Siempre aparenta ser un hombre controlado, digno, un perfecto caballero. Pero en realidad es mucho más… “pasional” de lo que parece. Algunos dirían que es impulsivo, llegando al punto de ser demasiado intrépido y algo rencoroso con sus enemigos. -

- ¡No me digas! -

- Ahora que recuerdo. ¿No parecía tener alguna querella contigo la última vez que se vieron? Espero que todo aquel asunto se aclarase finalmente. -

- ¿Quizá has notado que el señor Clark Ascher guarda algún rencor contra mi persona? - Preguntó Bryan alzando una ceja.

- ¡Nunca me atrevería a afirmarlo! - Respondió Lawrence inmediatamente con una sonrisa, como si todo el asunto no fuese más que un simple comentario sin importancia.

- ¡Cuánto me alegro! ¡Nada me afligiría más que haberme ganado el odio de un noble aristócrata! -

- Por supuesto. - Dijo Lawrence de forma tranquila, como quien hace un simple aporte a la conversación: - Claro que tampoco puedo negarlo categóricamente. ¡Tantas son las historias de pasiones y discordias que se forman sin que las víctimas de tal ira hayan hecho nada para merecerlas! Por ejemplo, el amor puede hacer que un hombre se comporte de un modo imprevisible e incluso irracional. -

- Ciertamente es posible. He escuchado historias de mujeres tan hermosas que sin desearlo terminaron desatando auténticas guerras entre las naciones, así como la trágica muerte de tantos héroes y varones esforzados. - Respondió Bryan y luego agregó: - ¿Quizá el noble Clark está poseído por un amor fatídico similar? -

- Yo no diría eso, aunque tampoco lo descartaría por completo. ¿Quién es capaz de ver el interior de una persona para saber exactamente lo que siente? -

- Por supuesto. -

Ambos volvieron beber su vino, pero, aunque parecían unos simples amigos conversando ambos estaban analizando las reacciones del otro con mucho disimulo.

Finalmente, Lawrence reanudó la charla: - ¿Sabes qué pienso, Bryan? -

- Por favor dime. - Respondió Bryan mientras pensaba con ironía: “¿Qué es lo que ‘NO’ me quieres decir esta vez?

- Quizá convendría que tomases algunas precauciones. -

- ¿Acaso estoy en peligro? -

- No digo eso. Es solo que Clark es un hombre bastante apasionado. Y podría llegar a verte como un rival en el amor si piensa que la Maestra Fanny no le corresponde porque está interesada en ti. -

- ¡Me sorprende escucharlo! ¿Acaso ese noble caballero a dicho o hecho algo que dé a entender eso? -

- Nunca lo ha dado a entender. Yo solo menciono que la posibilidad existe. -

- No veo cómo. Si la Maestra Fanny ha rechazado su cortejo es porque simplemente no está interesada en él, no veo como esto pueda llegar a involucrarme. -

Finalmente, Lawrence lo miró a los ojos y dijo sonriendo: - Bryan, Bryan. ¿Acaso no somos amigos? ¿O es que te he hecho alguna ofensa para que quieras mentirme? Los rumores sobre el supuesto encuentro nocturno de la Maestra Fanny contigo fueron la comidilla de toda la Facultad Oscura hace poco tiempo. Y si bien no creo los detalles más ridículos o escabrosos, la verdad es que cuando el río hace ruido es porque piedras trae. Tampoco creo que no pase nada entre tú y esa bella dama. -

Bryan también lo miró a los ojos sonriendo. Entonces dijo: - Si somos amigos, trátame como uno y deja de hablarme como un político. Nadie nos escucha ahora mismo, así que puedes decirme lo que quieras sin necesidad de darle tantas vueltas al asunto. -

Lawrence dudó cuando sintió un extraño cambio en la actitud de Bryan, pues de pronto le pareció que un gato astuto se había trasformado de repente en un tigre agazapado, aunque sólo fue por unos instantes. Rápidamente se recuperó para decir: - Clark ya te ve como un enemigo e intentará matarte, si no lo ha intentado ya. Sea porque lo hayas ofendido, porque sospeche que mataste a su hermano o por el despecho que siente debido a su amor por la Maestra Fanny; no importa al final, porque ahora no va a detenerse ante nada… Bryan, somos amigos ¿verdad? -

- Yo diría que sí. - Respondió Bryan tranquilamente mientras dejaba su copa en la mesa.

- Entonces créeme cuando te digo que Clark es peligroso y pronto hará un movimiento. - Dijo Lawrence mirándolo seriamente.

- Soy consciente de ello. - Respondió Bryan con tranquilidad: - Por eso no dormí en mi habitación esta noche después de encontrarme con él ayer y cuando volví esta mañana ¡oh, sorpresa! Encontré un agujero en mi colchón. Solo tuve que sumar dos y dos para deducir quién era el responsable. -

Al oírlo Lawrence sonrió honestamente: - Como pensaba, eres un verdadero sobreviviente. ¡Así que te preparaste de antemano! Supongo que me preocupé inútilmente. Pero ya que me tratas como un amigo, creo que puedo ayudarte a lidiar con el problema de Clark. -

 “Y así es como llegamos al tema principal.” Pensó Bryan mientras permitía que un atisbo de asombro se asomase en su mirada. Entonces bajó la vista hacia su copa, simulando que observaba el vino mientras decía en voz baja: - ¿Cuándo dices ‘lidiar’ significa que te unirás a mí para matarlo? -

Lawrence abrió los ojos mientras sentía que un escalofrío le recorría la espalda. Luego miró a su alrededor antes de decir: - ¡¿Qué dices Bryan?! ¿Cuándo he hablado de matar a alguien? -

Bryan lo miró borrando su sonrisa antes de contestar con seriedad, para que Lawrence le prestara su completa atención: - Tú me lo acabas de decir, mi estimado amigo. Seguro eres un misterio para la mayoría de la gente, pero no me es difícil percibir un ligero brillo asesino en tu mirada cada vez que mencionas el nombre de Clark, aunque reconozco que lo ocultas muy bien.

Ahora mismo estas sujetando la copa con más fuerza porque tu pulso se ha elevado y no quieres que nadie vea el temblor de tu mano, pero las pupilas de tus ojos se dilataron por unos momentos cuando te dije que sabía la identidad del intruso en mi habitación y también contuviste la respiración.

Ja, ja, já. Te digo esto no porque desee molestarte. Simplemente quiero que entiendas que no tiene ningún sentido intentar ocultarme algo a mí o guiar mis pensamientos en modo alguno.

Se perfectamente que debes tener un motivo personal para deshacerte de esa sabandija y no tienes que decírmelo si te incomoda. Después de todo, somos amigos. En serio. Pero no me digas que no quieres matarlo también, porque insultas mi inteligencia y eso no sería bueno para ninguno.  -

Bryan le dijo todo eso a un asombrado Lawrence usando el mismo tono neutral que empleaba para realizar una exposición en clase. Pero en su último comentario volvió a mostrar esa sonrisa que tan terrible y tan bondadosa podía ser, según su voluntad.

Esta vez Lawrence se había quedado completamente sin palabras y en su lugar se quedó mirando a Bryan como si lo conociera por primera vez. Permaneció de ese modo por un minuto entero antes de soltar un largo suspiro para decir: - Es de grandes hombres reconocer cuando otros lo superan en algo. Te saludo, señor Bryan y me inclino ante tu perspicacia. Tienes toda la razón ¡Yo también quiero matarlo, es preciso y debe suceder! -

- Para mí se ha convertido desde hace mucho en un verdadero problema del que tenía que ocuparme en algún momento. Pero él mismo me ha dado un buen motivo para acelerar mis planes cuando intentó atacarme anoche. - Susurró Bryan con tono práctico.

- ¿Nuestros intereses coinciden, entonces? - Preguntó Lawrence mirándolo con cuidado.

- Coinciden perfectamente, mi estimado amigo. Pero este no es el mejor lugar para continuar esta conversación y ahora mismo tengo muchas cosas que arreglar. Por favor reúnete conmigo mañana, si te conviene, entonces decidiremos lo que debemos hacer. -

Después de decir esto último, Bryan ya no miró a Lawrence directamente y en su lugar se concentró en beber su vino mientras mencionaba detalles irrelevantes sobre el torneo, las clases de la academia o el clima. Lawrence procedió de un modo similar, comentando aspectos técnicos de los combates de la Escuela de Caballeros o alguna que otra anécdota.

Ante los ojos de todo el mundo eran un simple par de amigos que compartían una botella de buen vino antes de comenzaran las clases de la tarde. Y cuando llegó el momento, Bryan se levantó de su asiento para despedirse cortésmente antes de abandonar el comedor.

Solo entonces Lawrence se permitió relajarse mientras se bebía de un solo trago toda la bebida que aún quedaba en su copa. Luego se secó con disimulo el sudor de la frente y miró la espalda de Bryan mientras murmuraba:

- ¡Que tipo más aterrador! -

*****

Tras abandonar el comedor, Bryan no le dio mayor importancia a todo lo que acababa de suceder, pues siendo de naturaleza practica sabía que no tenía sentido intentar resolver todos sus problemas de una sola vez y en su lugar decidió concentrar sus esfuerzos en lo que podía hacer en ese mismo momento. Por ese motivo abandonó rápidamente la Academia Babilonia (eludiendo hábilmente a cualquier maestro que pudiese preguntarle por qué se salteaba las lecciones de la tarde) y contrató un carruaje que lo llevase al Gremio Mercante de Bootz después de asegurarse que nadie lo seguía.

Ese mismo día era el que había acordado para acompañar a Phoebe en su reunión y también necesitaba confirmar el estado de sus dos pedidos principales: Las raciones de alimento para mantener bajo control a los Troll del Bosque y los materiales para refinar al Zombi Élite de Tierra.

También tenía que ir pensando en lo que necesitaría para la invocación de los Espectros Oscuros, aquellos que estaban un nivel por encima de sus Espectros Originales, si bien para esto aún tenía que desarrollar sus poderes hasta alcanzar el Reino de los Demonios Verdaderos.

Por suerte ya tengo asegurado el Emplazamiento de Tierra Extremo en el Cementerio de la Muerte y el de Madera en la guarida de los Troll del Bosque. Tengo que pedirle a Phoebe que se concentre en conseguir primero los materiales para comenzar a refinar esos dos Zombis. Los demás tendrán que esperar hasta que encuentre los lugares apropiados.

Cuando finalmente llegó al Gremio fue recibido por Fabián, quién le informó que Phoebe aún no había llegado, pero había dejado instrucciones para que Bryan fuese atendido mientras esperaba, pues su reunión era en la noche.

Sabiendo que tenía tiempo libre hasta la hora señalada, Bryan pidió ver a su amigo el gordito Jack y lo condujeron hasta el despacho donde trabajaba. Ahí se reunieron efusivamente y comenzaron a conversar alegremente de muchas cosas.

Jack le dijo que, gracias a su amistad, la señorita Phoebe lo valoraba bastante y estaba recibiendo la mejor educación en materia de negocios, contabilidad y administración. Aparentemente pensaban prepararlo para ser un miembro importante que estuviese en el mismo rango que el propio Fabián cuando llegase el momento.

Bryan se sintió muy agradecido con Phoebe por asegurar el porvenir de su mejor amigo y esto ayudó a que dejase de lado muchos de los miramientos que aún tenía sobre el evento de esa noche. 

*****

Finalmente, Phoebe regresó y ambos se saludaron cordialmente, luego la muchacha le dijo: - Estuve buscando toda la tarde, pero finalmente logré encontrar un conjunto de ropas apropiadas para ti. Ven a mi recámara y cámbiate, necesito ver si te quedan bien. -

Cuando Bryan supo que Phoebe había estado ocupada escogiéndole ropa, experimentó una emoción extraña en su corazón que lo hizo sentirse muy confundido mientras la seguía hasta sus aposentos.

La doble naturaleza

Nota del Traductor

Hola amigos, soy Acabcor del Perú, donde se acaban de determinar más días de cuarentena. Al menos hasta abril. Hoy es 23 de marzo del 2020 por cierto.

Nuestro presidente (aunque yo sigo sosteniendo que es un dictador solapado) se ha pronunciado por enésima vez. Siempre comienza diciendo cosas que todo el mundo ya sabe si ha estado viendo las noticias. Todo es parte de su estrategia política para caerle bien a la gente: “El día de mañana también saldrá el sol” y la gente dice “Tiene razón ¡realmente estoy de acuerdo con este presidente!”

Donde lo arruina es cuando comienza a cambiar el nombre de las cosas: En vez de “toque de queda” dice “inmovilización social obligatoria” en vez de “alimentos” dice “artículos de primera necesidad” y en lugar de una cuarentena dice “#yo me quedo en casa”. Ridículo si lo piensan, porque no creo que seamos niñitos a quien haya que dorarle la píldora. Al final solo hay que poner los últimos 15 segundos de su mensaje para enterarnos de cual era realmente la novedad.

Estas medidas por supuesto son necesarias y están evitando la propagación del virus, eso es un hecho que nadie debería negar y estoy de acuerdo con Vizcarra en esto, pero el problema está en otro sitio. Alemania tiene casi 40,000 contagiados, pero solo 222 muertos hasta hoy, o sea el 0,05 %. En cambio, Perú ya tiene 580 contagiados, pero 9 muertos o sea el 1,6 % un porcentaje muy superior que además ocurrieron por motivos ridículos (Uno de los casos fue el de un anciano que fue 2 veces a Essalud pero nadie le diagnosticó la enfermedad) ¿Qué pasaría si mañana tenemos 3,000 contagiados?

El sistema de salud no está preparado y se han hecho gastos ridículos como las “píldoras del día siguiente” gratuitas que costaron varios millones, los mismos que hoy en día se podrían usar para comprar las pruebas del coronavirus.

Luego están cosas como el famoso Referéndum que costó 108 millones y las últimas elecciones congresales que costaron 338 millones. ¡Ah! Y las consultas de PPK para enseñar a los niños de primaria sobre las políticas LGTYZ@ (cada año aumentan las letras) costaron 900 millones. Todo ese dinero que hoy en día nos serviría, pero la gente no aprende la lección y sigue creyendo que el problema del Perú se arregla cerrando el congreso ¡Si así fuera hace siglos que lo habrían hecho! Es triste saber cuántas personas dicen en la calle “¡El congreso no hace nada!” pero pregúntemeles si saben Exactamente-Cuáles-Son-Las-Funciones-De-Un-Congreso, ninguno te dirá nada más halla de “¿Hacer leyes? Duh”.

Sin embargo, no aprenden la lección y ahora el señor Vizcarra está pidiéndole al congreso facultades para legislar, lo cual no estaría mal dada la situación de emergencia, pero al igual que una Postdata está incluyendo de taquito un paquete de leyes que nadie tiene que ver, como el derecho a nombrar a los jueces o cosas relativas a la aprobación del aborto…. ¿Tendrán algo que ver con la Pandemia? Me pregunto ¿Acaso hay alguien con la necesidad de hacer cambios en las denuncias judiciales últimamente? (LOL)

En fin, en este capítulo toda la tensión dramática se encuentra en los diálogos entre Lawrence, el espía y la conversación con Bryan. Yo la he modificado para fuesen más largas y también agregué muchas frases para que fueran más coherentes.

Mucha de la inspiración para este intercambio entre los personajes provino de series como Sherlock, The Mentalist o Boston Legal. No falto la influencia de libros como el Conde de Montecristo y películas como El Padrino.

La parte en la que Bryan llega al comedor fue enriquecida, porque el original simplemente describía el típico evento de bullyng silencioso en una cafetería escolar. Pero ya se estableció que los magos son aristócratas y por eso todo, incluso sus groserías, deben ser más refinadas y dignas.

Finalmente, la imagen del final es del videojuego de PS2 Prince of Persia 3, uno de mis favoritos. Se supone que es una alegoría para Han Shuo disfrazado de persona que en realidad es un demonio. Espero que todos los cambios gustaran y por favor no se olviden de valorar la novela si aún no lo hace

Nos vemos en el siguiente capítulo.