224 Contrataque

- ¿Qué haremos ahora? - Preguntó Trunks: - ¿Nos involucramos en la lucha? -

- No. - Respondió Bryan y negó con la cabeza para enfatizar su negativa: - Las aguas del Valle del Sol son demasiado turbias. Nuestro grupo es todavía demasiado pequeño y no tenemos ninguna oportunidad de vencer si peleamos directamente con los bandos más fuertes. Todavía no es nuestro momento.

El día de matar a Sorin llegará. Debe morir. Es preciso y sucederá. Pero por ahora vamos a dejar de lado cualquier acción en contra de ellos. En lugar de eso nos enfocaremos en escalar el conflicto entre los 4 poderes lo más posible, sin apoyar a ningún bando en concreto. Nuestro objetivo es que todos estén demasiado ocupados matándose entre ellos como para prestarnos atención.

Mientras tanto, nosotros reclutaremos más personas e incrementaremos nuestra influencia lentamente. “Lentamente” es la clave, Trunks. No importa si al final Falce Segador obtiene el control del Valle del Sol, si es la Casa de Menlo o la Banda de Drakar. -

- ¿Por qué no importa? ¿Acaso no estaremos en problemas si Dalibor pierde? - Preguntó Trunks un poco preocupado por la propuesta de Bryan de detener las hostilidades contra Sorin, sin embargo, recordó que su amigo había dicho “Debe morir” y eso lo tranquilizó.

- El asunto es que ninguno de los poderes quiere realmente asentarse en el Valle del Sol. - Explicó Bryan: - Sorin es simplemente una pieza del Templo de Idramón para ingresar en el Imperio Itálico. La Casa de Menlo tiene como fin último regresar a su nación. La Banda de Drakar está por el dinero, pero no posee ningún tipo de respaldo detrás suyo, así que no pueden arriesgarse a perder demasiados miembros porque no existen refuerzos a los que puedan recurrir. La Tribu de Katar no tiene ni la inteligencia ni la imaginación para gobernar, y además son universalmente odiados por ser unos bárbaros.

Oh, no dudo de que les encantaría matar a sus rivales. Cualquiera de ellos vería sufrir al otro con una sonrisa de oreja a oreja. Pero no tienen el valor de hacer los sacrificios necesarios para lograrlo. Ninguno querrá combatir hasta las últimas consecuencias o gastar muchas cartas de triunfo para ganar la guerra a pesar de saber que tienen que pelearla.

Solo hay una manera de que una de las cuatro facciones sea destruida… Y es que por lo menos dos o tres de ellas formen una alianza secreta para emboscar a una tercera.

Pero ahora, gracias a los últimos acontecimientos, hemos conseguido que la desconfianza entre los 4 poderes aumente como nunca antes. ¿Sabes cuál será el resultado? -

- Que la guerra será larga. - Respondió Trunks de inmediato abriendo los ojos por la sorpresa: - Nunca habrá un ganador claro porque la victoria depende sobre todo de que sus enemigos cometan muchos errores o que se concrete una improbable alianza. -

- Exacto. - Dijo Bryan: - Son gente que sabe pelear. Muy buenos tácticos. Pero ninguno es realmente un estratega militar y tampoco están dispuestos a darlo todo por el Valle del Sol. Tu capitán volvió a Falce Segador la única fuerza dominante porque realmente quería hacer su vida en este lugar. Pero los demás solo actúan como si estuviesen de paso, son viles, traidores y no están dispuestos a morir. -

- Ya veo. Eso significa que, incluso si alguien gana, no podrá controlar efectivamente este sitio. - Exclamó Trunks como si hubiese tenido una revelación.

- El verdadero ganador no se decidirá en esta guerra… ¡Sino en la siguiente! - Confirmó Bryan: - Esta batalla solo servirá para que al menos una o quizá dos de las fuerzas queden demasiado débiles como para seguir interfiriendo. Predigo que al final solo quedarán dos grupos lo bastante poderosos y entonces, luego de un periodo de paz, comenzará el conflicto decisivo para elegir al ganador.

Es para ese momento que nosotros tenemos que estar listos para llenar el vacío de poder.

Aprovecharemos esta primera guerra entre las 4 facciones para pulir nuestras habilidades. También debes prestar atención a cualquier persona talentosa que actualmente no esté afiliada a ningún grupo, por si podemos reclutarlo.

El mejor momento para fortalecernos vendrá cuando el conflicto se intensifique, porque muchos mercenarios sin facción preferirán vivir en la periferia del asentamiento por seguridad y estarán en nuestra esfera de influencia. -

- Se hará como dices. - Respondió Trunks.

Bryan sonrió antes de continuar: - Por ahora vamos a abandonar temporalmente el asentamiento Valle del Sol de forma parcial y concentrarnos únicamente en fortificar nuestro bastión. De ese modo estaremos mucho más seguros. También nos veremos más atractivos para cualquier nuevo miembro que muestre interés en unírsenos.

Mientras tú te encargas de eso, yo fingiré irme para despistar a los miembros del Templo de Idramón y haré que se corra la noticia de que estoy escondido en el Bosque Oscuro. Tengo que hacerlo pronto o realmente podrían causarnos serios problemas.

Pero en realidad regresaré trayéndote provisiones, dinero y herramientas de los enanos. Entonces me dedicaré a realizar operaciones furtivas para asegurarme de que todas las facciones pierdan bastante en cada batalla.

Cuando la guerra decisiva inicié, todos estarán debilitados. Nosotros entonces podemos salir a la luz y apoderarnos del Valle del Sol. -

- ¿Y Dálibor? - Pregunto Trunks alzando una ceja.

- No es nuestro amigo y apenas somos aliados. - Respondió Bryan tajante: - No me cabe la menor duda de que vendería nuestras vidas a la primera oportunidad, si creyera que eso le trae beneficios. -

- ¿Lo matamos si surge la oportunidad? - Preguntó Gilberto sonriendo. Parecía bastante ansioso por hacerlo.

Bryan lo pensó por unos momentos, pero al final negó con la cabeza. Porque al escuchar las palabras de Gilberto sintió que la Esencia Mágica temblaba en su interior, como si ese camino le resultase atractivo. Pero ahora él sabía que no podía confiar del todo en la voluntad de la sustancia que le daba sus poderes, pues también trataba de destruirlo.

- Yo creo… que luchar, sufrir y morir es parte de la vida. Ser traicionados, tener enemigos y pasar dificultades es inevitable. - Respondió Bryan meditabundo, como si estuviese hablando consigo mismo en lugar que con otros. Pero su tono tenía una extraña seriedad que de inmediato llamó la atención de Trunks y Gilberto: - Para sobrevivir podemos ser duros, crueles e incluso despreciables; pero si no nos ponemos límites, si no seguimos algún principio, entonces nuestra vida simplemente no tiene propósito y lo mejor sería no haber nacido nunca.

Con eso en mente, quiero proponer esta regla: ¡Nosotros jamás traicionaremos a nadie, que no haya intentado traicionarnos primero! -

Y en el momento que pronunció esas palabras, le pareció que Esencia Mágica se sacudía en su interior, pero de un modo extraño. De algún modo sintió que era como si una persona guardase silencio en medio de una discusión, porque su contrincante había dado un argumento imposible de rebatir.

Los poderes de Bryan se estabilizaron como no lo estaban desde que ingresó al Reino de la Sed de Sangre. Naturalmente esto llamó su atención, pero no tuvo tiempo de meditar en ello porque Trunks y Gilberto asintieron a su propuesta en ese momento.

- Tiene sentido, te apoyo Bryan. -

- Como ordenes, Maestro Malvado. -

- En cualquier caso… - Continuó Bryan: - No tomará mucho antes de que Dalibor haga algún movimiento contra nosotros. De hecho, hay que hacer todos nuestros preparativos con la idea de que un ataque de la Banda de Drakar es inevitable. Nuestra alianza con ellos solamente es un modo de retrasarlo. -

 - Entendido. -

- Ahora bien, quiero dejar algo en claro. - Enfatizó Bryan: - Todo el éxito de nuestros planes a partir de ahora depende de que esta primera guerra dure mucho tiempo. Dije que es muy improbable que se forme una alianza entre las facciones, pero eso no está escrito en piedra. Asegúrense de que todos nuestros hombres tengan los oídos y ojos bien atentos por si Falce Segador, la Casa de Menlo, la Banda de Drakar o la Tribu de Katar hacen algún tipo de acuerdo. ¡No importa si sólo se reúnen! ¡Nosotros tenemos que saberlo! -

- ¿Qué hacemos si nos enteramos de que se concretó alguna alianza? - Preguntó Trunks.

- Inmediatamente apoyaremos a la parta que sea atacada. - Respondió Bryan tajante: - Lo ideal sería hacerlo en completo secreto, pero si es necesario lo haremos abiertamente. Recuerden siempre que nuestro objetivo es que la guerra dure el mayor tiempo posible. -

- El problema es que en este momento no tenemos suficientes recursos como para mantener una vigilancia constante en el Valle del Sol. -

 - Entonces hablaré con Emily. - Respondió Bryan luego de pensarlo un rato: - Veré si puedo cobrar algunos favores en el Manto Oscuro para obtener esa información. Tú ocúpate de que los hombres estén listos para actuar en cualquier momento. Yo haré lo demás. -

******

Cinco minutos después habían llegado al asentamiento y el familiar bullicio de personas comprando o vendiendo los envolvió, al igual que la vista de los destartalados edificios construidos con tantos materiales distintos e incoherentes.

En poco tiempo se habían mezclado con los transeúntes. El Valle del Sol hacía honor a su infame reputación de contar con todo tipo de mercadería prohibida. Una de las tiendas poseía un horroroso escaparate con cabezas reducidas, muy parecidas a las que lucían los Elfos Oscuros en las cinturas. Dos puertas más abajo había otro local en frente del cual tenían expuesta, en plena calle, una gran jaula plagada de arañas negras gigantes.

Mientras caminaban, Bryan notó a dos brujos que claramente practicaban algún tipo de artes oscuras, negociando para intercambiar un paquete de velas envenenadas con una mujer que cargaba una bandeja de algo que se parecía horriblemente a uñas humanas enteras.

Estaba a punto de comentarle a Trunks y Gilberto al respecto… cuando de pronto sintió una repentina sensación de peligro. Era el mismo escalofrío que Bryan sentía cada vez que un monstruo se acercaba para acecharlo en el Bosque Oscuro y de ese modo supo que entre la multitud se ocultaban enemigos que lo habían hecho su objetivo.

La Esencia Mágica respondió a su inquietud y amplificó sus sentidos a una escala sin precedentes. La precisión sensorial de Bryan era tan fuerte tras alcanzar el Reino de la Sed de Sangre, que podía sentir a alguien mirándolo incluso en medio de tanta gente.

De inmediato los 3 Espectros Oscuros comenzaron a volar en busca de cualquier individuo sospechoso y en poco tiempo descubrieron a dos personas que los estaban siguiendo.

La primera era la Arquera Elfa Miriel, que se camuflaba magistralmente con un atuendo con capa y capucha, que confundía al espectador, aunque sin llamar la atención. Estaba fingiendo interés en los puestos por los que pasaba, pero sostenía con discreción un arco distinto al que usualmente utilizaba, mucho más pequeño y que podía ser parcialmente ocultado bajo su capa.

Desde el lugar en que se encontraba el grupo de Bryan sería imposible ver este arco pequeño, pero los Espectros Oscuros otorgaban múltiples perspectivas de un mismo individuo y no tuvo problemas para reconocer el arma.

El segundo enemigo era el Archimago Dolón, cuyo desagradable rostro era demasiado conspicuo como para pasar desapercibido a pesar de que se había puesto un viejo manto para ocultar sus ropas. Quizá por eso se mantenía un poco más lejos que la elfa.

Por lo menos no lleva su báculo en la mano como un imbécil.” Pensó Bryan con ironía, pero luego se detuvo en una de las tiendas, donde comenzó a examinar una serie de herramientas metálicas. Trunks y Gilberto lo miraron extrañados.

- ¿Pasa algo, Maestro Malvado? -

- Hace tiempo vi a una serpiente del campo, que estaba demasiado concentrada en acechar un ratón. Y por eso no se dio cuenta del águila que se cernía sobre ella. - Respondió Bryan en voz alta, mientras levantaba un cilindro metálico a la altura de sus ojos, como si le interesase mucho comprarlo. Pero justo cuando terminó de contar la historia, giró hábilmente el artefacto para que la figura de Igor se reflejase en su brillante superficie.

- Esa es una anécdota interesante. - Respondió Trunks de inmediato: - En fin, ya me contarás el resto cuando nos volvamos a encontrar. Ahora debería ir a ocuparme de ese asunto. -

- ¿Debes? Entonces acompáñalo Gilberto, puede que necesite un par de manos extra. -

- Entendido, Maestro. - Respondió el Dragón.

Trunks había vivido muchos años en el Bosque Oscuro y en su interior había visto de todo. Era poco probable que una historia sobre una simple serpiente distraída realmente llamase su atención. Al decir “Es una anécdota interesante” lo que realmente quería dar a entender era “estoy de acuerdo con tu plan”.

Normalmente nadie se arriesgaría a intentar un asesinato a plena luz del día por temor a las represalias de la Banda de Drakar, cuya función era mantener el orden. Pero con el intento de asesinato de Dalibor la vigilancia se había concentrado en la Gran Caverna, dejando de lado otros sitios hasta el punto en que una ejecutora tan habilidosa como Miriel podría llegar a tener éxito.

Los elfos eran una raza con una enorme cantidad de ventajas, una de las cuales era un oído extraordinario. Por eso Bryan no había querido decirles directamente lo que estaba sucediendo. Además, quería aprovecharse de la situación para “emboscar a estos emboscadores”.

*****

Miriel ya era una asesina nata cuando todavía era joven, y ahora que tenía consigo siglos de experiencia se creía completamente infalible a la hora de matar por la espalda. Quizá habría tenido cierto recelo de intentar sorprender al Cazador de Monstruos, pero se encontraban en el Bosque Oscuro y estaba segura de que bastaba con aumentar un poco más su precaución para evadir los instintos de Trunks. Aunque, por seguridad, hizo que Dolón caminase a una distancia de diez metros suyo.

Sus últimas dudas desaparecieron cuando escuchó a Trunks despidiéndose y luego lo vio desaparecer entre la multitud seguido por el misterioso hombre bruto con fuerza extraordinaria cuya identidad todavía no conocían, aunque ella estaba segura que se trataba del Dragón Negro que mencionaron los sobrevivientes de la batalla en el Muro Bajo de su bastión.

Pero ahora mismo importaba muy poco quién fuese ese sujeto desconocido o qué asuntos tenía que ir a resolver el Cazador de Monstruos. Lo único que la elfa veía era la espalda del hombre al que tenía que matar.

El Maestro Costel habló de capturarlo, pero yo reconozco a un problema cuando lo veo. Es mejor para todos si este pequeño engendro se muere cuanto antes.” Pensó para sí misma Miriel justo antes de hacerle una señal a Dolón para que estuviese listo.

Tenía preparado un dardo muy especial. La punta estaba embadurnada con un veneno de acción rápida que no tenía antídoto. Obtener solo una gota de esa sustancia tóxica requirió muchos años de esfuerzo y costó una fortuna, pero Miriel tenía ambos. Bastaba que rosara la piel de su víctima para que un dolor espantoso la atacase, destruyendo las funciones nerviosas de su cerebro hasta el punto de provocarle la muerte.

Miriel estaba segura de que podía acertar con mucha facilidad a la espalda de Bryan si le daban unos segundos de tiempo. Pero incluso si por algún motivo el veneno no era suficiente, Dolón lo remataría con un relámpago. Luego usarían su magia de levitación para escapar de la multitud y evadir a los mercenarios de Drakar.

En ese mismo momento Bryan estaba caminando tranquilamente, sin dirigirse a ningún lugar en específico. A veces se detenía en frente un puesto para examinar las mercancías. Miriel lo observaba atentamente en busca de una oportunidad. Solo necesitaba unos segundos en que no hubiese nadie entre ellos, para poder dispararle con precisión milimétrica incluso a más de 10 metros de distancia. Pero en el instante en que apareció el agujero entre la multitud y Miriel hizo un ademán para sacar su arco… Bryan volvió a ponerse en movimiento, zigzagueando alegremente entre los grupos de personas.

¿Acaso me habrá visto?” Se preguntó Miriel la tercera vez que sucedió: “No, es imposible. No he cometido ningún error. ¡Es imposible que me vea sin tener ojos en la espalda!

Y en verdad parecía imposible. Bryan no daba ninguna muestra de estar sospechando. Sus movimientos eran relajados, tranquilos y casuales. La primera vez que logró salvarse de permanecer en la línea de tiro fue porque aparentemente había visto algo que le llamaba la atención en el puesto al otro lado de la calle, la segunda vez fue porque se le cayeron unas monedas y se agachó para recogerlas, la tercera vez fue porque aparentemente discutió con el vendedor, la cuarta se tropezó, la quinta fue cuando ingresó repentinamente en una tienda como si tuviese exactamente lo que necesitaba.

A veces Miriel llegaba a perder su rastro, como si estuviese esquivándola. Pero antes de que la elfa pudiese considerar retirarse, la figura de Bryan volvía a aparecer casi con la misma velocidad que desaparecía. Tentándola a continuar la cacería.

Lentamente Miriel comenzó a estresarse. Como asesina, muchas veces tuvo que esperar horas e incluso días hasta que se diese la oportunidad perfecta, pero era la primera vez en muchos años que había estado tan fastidiada con un objetivo. Cada vez que sentía que ya lo tenía, se le escapaba, como si en vez de un hombre estuviese persiguiendo un espejismo. Y así su incomodidad crecía por momentos. La situación empeoraba porque estaba controlando cada movimiento de su cuerpo para mantenerse fuera de la visión de su víctima, pero eso naturalmente era bastante incómodo.

Si la elfa hubiese sabido sobre los Espectros Originales que vigilaban cada uno de sus movimientos, volviendo inútiles todos sus esfuerzos por mantenerse escondida, quizá hubiese sufrido un ataque de furia y habría roto su propio arco por la rabia.

Cuando estaba teniendo problemas para mantener calmada su respiración, de pronto Bryan dio un giro inesperado y se perdió de vista por un momento. Pero el motivo fue que ingresó en lo que solo podía describirse como una oportunidad perfecta: Uno de los pocos callejones estrechos en todo el Valle del Sol que era casi recto, con tiendas de productos muy poco solicitados y pocas personas transitándolo.

Si Miriel hubiese estado más tranquila quizá hubiese sospechado que semejante suceso podía ser un regalo deliberado de su enemigo. Pero estaba tan confiada en sus habilidades y tan deseosa de ejecutar a su presa, que de inmediato corrió hacia el callejón.

La elfa se desplazó a una velocidad impresionante y con tanta precisión, que las personas a su alrededor no notaron su presencia, incluso si ella cruzaba justo en frente de sus ojos. En segundos había llegado a la entrada del callejón estrecho, pero no ingresó de inmediato, sino que fiel a su costumbre se detuvo en la entrada para mirar el interior de reojo y confirmar que no fuese una emboscada. Vio entonces la espalda de Bryan, que en ese momento estaba caminando rápidamente en línea recta, pero sin volverse a mirar atrás, aparentemente ajeno a cualquier peligro.

Entonces Miriel hizo su jugada y dio un salto silencioso como un gato para esquivar un grupo de cajas, después se adelantó hasta que llegó a una distancia de siete metros.

Era imposible ella fallase esta vez y lo sabía, pero la elfa no dejó nada al azar, sino que se permitió esperar tres segundos mientras tensaba la cuerda de su arco, solo para asegurarse que la flecha golpease exactamente donde ella quería. El dardo silbó llevando la muerte consigo y finalmente atravesó limpiamente el cuello de Bryan con una facilidad absurda.

Demasiado limpiamente.

Miriel estaba a punto de sonreír cuando notó que el cuerpo de Bryan no se sacudía por el impacto, no gritaba de dolor, no había sangre… ni nada. Simplemente seguía caminando, completamente indiferente y sin ninguna herida, casi como si estuviese hecho de humo.

¡¿Qué?! ¡¿Cómo?!

- ¡Qué sucedió! - Exclamó Dolón, quien recién se había puesto al día con la elfa y acababa de entrar corriendo en el callejón. Incluso si su condición física era superior la mayoría de los magos, seguía siendo muy inferior a una asesina como Miriel en ese aspecto.

Pero lo último que el Archimago esperaba en cuanto la alcanzó, fue verla con una actitud de completo estupor. En cambio, Bryan seguía caminando tranquilamente a pocos metros de distancia.

Miriel todavía no terminaba de procesar lo ocurrido, cuando sus instintos entraron en acción e intentó gritar para advertirle a Dolón. Aunque ya era demasiado tarde.

Trunks saltó de los tejados donde se ocultaba con su hacha de guerra lista para descargar un tajo mortal en la cabeza de la elfa, quien reaccionó bloqueando con su arco y usando las dos manos. Otros hubiesen dudado, pero Miriel no era ninguna tonta e inmediatamente sacrificó su arma para bloquear el golpe. La madera quedó destrozada, pero la elfa ya se había alejado varios pasos, al mismo tiempo que sacaba un par de cuchillos largos. Entonces inició un rápido e intenso combate con el Cazador de Monstruos, porque sabía que no podía darse el lujo de distraerse ni siquiera un segundo.

Exactamente al mismo tiempo que Trunks saltaba, el verdadero Bryan también descendió. Cuando entró al callejón se elevó por los cielos usando el Arte del Noveno Diagrama Celeste, pero dejó en su lugar a un Espectro Oscuro disfrazado como él, para engañar a la elfa. Luego se acostó en uno de los techos e hizo su truco de reducir sus signos vitales para esconderse.

Si se hubiese asomado en persona por la cornisa para vigilar lo que ocurría en la calle, la elfa tal vez podría haberlo detectado, pero con sus Espectros Oscuros eso no era necesario. Además, Trunks era el compañero perfecto para realizar una emboscada, pues no había necesidad de que le explicasen nada y naturalmente eligió el mejor momento para atacar.

Bryan hizo lo mismo y aterrizó silenciosamente a espaldas de Dolón. El Archimago llego a verlo por el rabillo del ojo, pero antes de que pudiese hacer nada, Bryan usó su mano derecha para sujetar la de Dolón con un agarre de hierro y con la izquierda blandió el Desgarrador Sombrío de arriba hacia abajo, cortando limpiamente la extremidad del Archimago por la articulación.

- ¡AAAhhhhh…! ¡Mi mano! - Gritó el Archimago desesperado mientras se alejaba de Bryan lo más posible.

- Ya no es tuya. - Respondió Bryan burlándose mientras levantaba la mano cortada de Dolón. Sabía que existía la posibilidad de que se la volviesen a colocar con algún tipo de arte mágico, así que la congeló instantáneamente con la llama púrpura del Hechizo de Fuego Glacial Místico. Luego la arrojó al suelo y la pulverizó con un solo pistón frente a la impotente mirada del Archimago.

- ¡No! ¡Maldito hijo de puta! -

- No te preocupes, pronto todo dejará de importarte. - Exclamó Bryan dando un paso para rematarlo, pero notó que el cuerpo de Dolón resplandecía y saltó inmediatamente para retirarse, consciente de que no tendría tiempo de interrumpir al Archimago.

- ¡Muere! -

- ¡Cuidado, Maestro! -

Dolón podría estar herido, pero seguía siendo un Archimago del Relámpago y muchas de sus habilidades eran increíblemente peligrosas. En ese momento estaba tan furioso por haber perdido una mano, que desató de golpe todo el poder mágico que tenía para arrojar una descarga de energía eléctrica con la mano que le quedaba.

Estos rayos eran capaces de fulminar a una persona normal en segundos e incluso desfigurar a un Caballero de la Tierra si lo recibía directamente. El propio Bryan podría haber resultado seriamente lastimado, pero el Dragón Gilberto se dejó caer en frente suyo y bloqueó el ataque con su propio cuerpo. En ese momento seguía en su disfraz humano, pero incluso así la resistencia natural a la magia de su especie le permitió soportar los rayos con apenas algunas heridas serias, las cuales se regenerarían en muy poco tiempo.

Dolón se alejó tambaleándose por el esfuerzo mientras trataba de apretar su muñón sangrante. Bryan estaba a punto de arrojarle su Desgarrador Sombrío, cuando un fogonazo iluminó el callejón dejándolos ciegos a todos temporalmente.

¡Un artefacto mágico! ¡Seguramente un regalo del viejo Costel!” Pensó Bryan enojado y dudando en cómo proceder. Aun sin su vista era muy consciente de todo lo que ocurría gracias a sus Espectros Oscuros, pero Gilberto estaba justo en frente suyo, también deslumbrado a su pesar y tropezando por momentos. Si en ese momento atacaba, podría darle por accidente debido al poco espacio del callejón.

Miriel y Dolón no intentaron atacarlos, sino que escaparon inmediatamente usando la levitación del Archimago. Segundos después, todos recuperaron la vista.

- ¡Desgraciados! ¡Déjame perseguirlos, Maestro! -

Bryan lo pensó por un instante, pero luego negó con la cabeza.

- Déjalos ir. Por ahora es suficiente con haber cortado la mano de Dolón. Los conflictos están prohibidos en el asentamiento y la Banda de Drakar es la encargada de mantener el orden. Aunque no creo que se enojen si matamos a sus enemigos, existe la minúscula posibilidad de que Dalibor interprete que no respetamos su autoridad y nos antagonice antes de tiempo. -

Lo cierto era que a la distancia ya se escuchaban los gritos de personas que pedían ayuda. Además, Bryan vio a través de sus espectros que Dolón y Miriel estaban huyendo precisamente en dirección a donde estaban los puestos de la Banda de Drakar.

De modo que decidieron escapar también.

- Es una pena que no haya podido matar a esa asesina. - Masculló Trunks mientras corrían para perderse entre las callejuelas oscuras: - Es la primera vez en muchos años que alguien escapa completamente ileso después de un ataque sorpresa mío. ¡Esa elfa tiene un sentido del peligro verdaderamente agudo! -

- Si, es una pena. ¡Realmente nos convendría que esa mujer esté muerta! En cierto sentido es mucho más peligrosa que Sorin, porque un solo enemigo oculto es peor que diez visibles. Tienes que tener mucho cuidado con ella, porque también podría ir tras de ti. -

*****

Los tres ya no se encontraron con ningún problema y en cuanto estuvieron lejos del peligro se detuvieron en una taberna para beber un trago antes de continuar. Recién entonces cayeron en cuenta de que, con toda la conmoción, de algún modo habían llegado a una parte del asentamiento que estaba bastante lejos de su destino original.

Bryan no había visitado antes esta zona que se veía aún más paupérrima y caótica que el resto. Era el lugar a que donde llegaban los marginados entre los marginados. Aquellos que sobraban incluso en el Valle del Sol, que en su mayoría estaba poblado por criminales y proscritos. Y sin embargo también este lugar había algunas mercaderías, aunque por supuesto no interesaban a la mayoría.

Pero Bryan no era la mayoría y rápidamente sus ojos se fijaron en una tienda tan destartalada, que parecía a punto de colapsar sobre sí misma.

En cierta ocasión una persona había colocado un letrero a modo de broma con la frase “La tienda del Orco maltratado”. Pero, ya fuese porque el dueño fuese increíblemente flojo o porque no le importase, nunca nadie sacó el letrero de dónde estaba. Así terminó convirtiéndose en el nombre oficial del local.

Sin embargo, a Bryan el letrero o la apariencia de la tienda no podían importarle menos. Solo miraba las bandejas llenas de hierbas extrañas que estaban expuestas afuera. Rápidamente avanzó y comenzó a examinarlas con atención, sonriendo finalmente cuando confirmó sus sospechas. Entonces comenzó a seleccionar varias de estas plantas como si fuesen un auténtico tesoro y finalmente dijo: - Acompáñenme al interior de la tienda. -

Trunks y Gilberto se miraron perplejos, pero lo siguieron.

Las bisagras de la puerta chirrearon como si nunca las hubiesen engrasado. El suelo temblaba y crujía de un modo espantoso. Parecía que no había un solo lugar que no tuviese más de una capa gruesa de polvo.

Pero lo peor era el dueño del local. Se trataba de un viejo orco, pero la palabra “maltratado” no bastaba para describirlo. Para empezar la mitad de su cara estaba llena de cicatrices y tan deforme, que uno podría creer que alguien le arrojó un balde de ácido. Pero lo peor era que le crecía una infinidad de gusanos sobre toda la piel entre el hombro derecho, su cuello y su torso, que estaba llena de agujeros. Una de sus manos había sido reemplazada con algún tipo de garfio. Sólo tenía tres dedos en la otra.

- Que asco. - Murmuró Gilberto.

- Es un orco. - Respondió Trunks: - Siempre son así. Aunque a juzgar por esos gusanos este debe tener algún tipo de maldición. Mejor que no lo toques. -

Bryan no les hizo caso, sino que inmediatamente se puso a ver lo que había en los escaparates y sonrió para sí mismo antes de preguntar: - Amigo, ¿puedo escoger alguna de estas hierbas? -

El orco lo miró un momento y simplemente gruñó en respuesta, como si no lo importase.

- Lo tomaré como un sí. - Respondió Bryan e inmediatamente comenzó tomar varias hierbas de formas intrincadas, una raíz multicolor, un par de frutos rojos tan deformes que parecían trozos de carne y muchas cosas más.

Gilberto y Trunks no entendían por qué de pronto Bryan actuaba de esa manera, ni por qué estaba tan interesado en unas plantas tan peculiares. Pero ya estaban acostumbrados a su comportamiento excéntrico y decidieron no decir nada.

No podían saber que esas hierbas, consideradas basura venenosa para la mayoría de la gente, era en realidad tesoros invaluables para la magia en el mundo del cual provenía Chu Can Lan. Bryan terminó con ambas manos llenas de estas plantas extrañas y desconocidas, luego caminó hacia donde estaba el orco.

- ¿Cuánto por todo? -

El orco lo miró y volvió a gruñir, pero finalmente murmuró: - Quince oros, cuarenta platas y diez bronces. -

- ¡¿Qué?! ¡¿Tanto dinero por esta basura?! - Exclamó Trunks indignado.

- ¡No importa! - Lo cortó Bryan de inmediato y puso cincuenta monedas de oro en frente del orco: - ¡Mas! ¡Voy a llevarme más! Dime, ¿tienes otras cosas? -

El orco lo miró como si estuviese aburrido o quizá era su expresión normal, porque tomó rápidamente el oro con la mano que le quedaba y luego señaló con su garfio a una puerta destartalada.

- Ahí dentro. -

- ¡Gracias! ¡Vamos! ¡Hay que ver si hay más tesoros adentro! - Exclamó Bryan emocionado.

"El Orco Maltratado"

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú, hoy es 6 de enero del 2022 y espero que todos hayan tenido un año mejor. La vida es difícil para mí, porque salgo a la calle y veo a muchas personas celebrando o yendo a la playa… como si los miles de muertos por covid fuesen poca cosa. No se ha erigido un solo monumento, no se ha hecho ninguna investigación, no se ha pronunciado ni siquiera una ceremonia. Nada. Miles de peruanos han muerto, mi padre entre ellos y a nadie parece importarles. Notarán que estoy bastante deprimido y es precisamente por eso que me he demorado mucho con este capítulo. La tristeza me corta la inspiración.

Sin embargo, seguimos adelante, como no puede ser de otro modo. Por lo menos tengo mi fe que me sostiene a pesar de todo y le da propósito a mi vida. Sin eso, estaría perdido.

En este capítulo tuve un problema. No quiero que toda la historia sea conversaciones sobre conspiraciones, pero Ni Can Tian puso una de nuevo así que me esforcé por darle más sentido. Espero que no los esté aburriendo. Digo, creo que hace como 4 capítulos que Bryan está planificando lo que hay que hacer en el Valle del Sol y cada vez parece algo diferente. En parte es mi culpa porque el autor da muchos vacíos en los que nuestros personajes no hacen nada, así que naturalmente yo los pongo a conversar. También ocurre que el autor se pone a hacerles conspirar demasiado en este libro V. Digo, ustedes leen esto una vez por semana y quizá tenga sentido, pero me pregunto si lo tendrá cuando se lee de corrido.

Por eso puse especial atención a la emboscada de la arquera elfa. Lo cambié por completo porque la versión original es muy poco seria. De hecho, ya me olvidé como iba. En cambio, aquí quise que todo fuese como una película de espías o Misión Imposible, espero haber tenido éxito.

Me arriesgué un poco haciéndolo desde la perspectiva de Miriel, pero creo que esa parte quedó muy bien. En el original Gilberto se trasforma en medio de la calle para atacar a Dolón, pero (y no lo van a creer) “lo hace tan rápido, que nadie nota al dragón”. O sea que por un momento Gilberto es Flash.

Naturalmente eso tenía que cambiar y por eso lo hice bloquear el ataque, una participación más creíble e igualmente significativa.

Finalmente cambié la escena de la tienda del Orco y al personaje. En el original Bryan se pone a recoger… flores. Si, el orco vende muchas flores junto con sus hierbas mágicas. Me pareció anticlimático así que lo cambié por cosas menos específicas. El orco está inspirado en varias descripciones de los personajes del videojuego Shadow of War.

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Nos vemos en el siguiente capítulo.