177 Planificación Estratégica

La Fortaleza de Kerlan había sido diseñada como un “nido de águilas”[1] que se alzaba sobre un promontorio rodeado de montañas. La forma de acceder por tierra era un sendero fácilmente defendible que llevaba hasta la única puerta que se habría en las altísimas murallas, las cuales caían a pico sobre un precipicio.

Por la parte trasera, el recinto amurallado se apoyaba contra un pico rocoso cubierto de hielo durante casi todo el año, el cual que superaba en altura al de la fortaleza en al menos unos mil pies.

Fortaleza de Kerlan

Una segunda forma de acceder hubiese sido volando, pero…

- ¡Mierda! - Susurró Bryan muy a pesar suyo. Había llegado arrastrándose hasta el promontorio, vestido con una capa blanca para confundirse en la nieve, pero sólo pudo acercarse a unos quinientos metros antes de detenerse forzadamente.

El motivo eran las nubes de patrullas de Jinetes de Grifos que vigilaban cada resquicio existente entre el cielo y la tierra alrededor de la fortaleza. Ni siquiera él, con todas sus habilidades, era capaz de avanzar unos metros más sin arriesgarse a que esas malditas bestias lo vieran con sus agudos ojos de águila. 

Quizá si el Zombi Élite de Tierra estuviese completo podría usar sus poderes para ayudarlo a acercarse excavando túneles subterráneos, pero de cualquier otro modo era imposible avanzar más.

Sabiendo que había magos poderosos en el interior de la fortaleza, Bryan no se atrevió a enviar una Aparición para usarla como espía. Por suerte sus propios ojos eran sobrehumanos y sólo necesitó entonarlos para poder observar el interior desde lo alto del promontorio… Aunque esto contribuyó en nada a mejorar su humor.

Primero notó que había varias torres de vigilancia con centinelas muy profesionales y muchas armas terribles empotradas, como escorpiones y catapultas defensivas. Además, cada dos horas la puerta principal se abría para dejar entrar o salir a varias patrullas de trescientos soldados de caballería, las cuales vigilaban minuciosamente todo el territorio entre la Fortaleza de Kerlan y la Ciudad de Valen. Durante el camino Bryan tuvo muchos problemas esquivándolos, pero ahora sabía de dónde salían.

Lo peor sin embargo estaba dentro de las murallas, porque ahí se encontraban las viviendas de los legionarios. Bryan hubiese estado muy feliz de verlos holgazaneando, pues ese tipo de soldados era el más sencillo de tomar desprevenido. Pero el lugar era un hervidero de hombres aguerridos realizando todo tipo de actividades: Afilando armas, limpiado corazas, reparando lanzas, cocinando, dando de comer a sus caballos, reparando botas, cociendo pan, moliendo trigo con sus propias piedras... ¡Todo estaba perfectamente organizado!

Uno podía decir muchas cosas malas del Duque Odón Ascher, pero claramente sabía cómo mantener la fuerza de sus soldados. Porque cuando un legionario no estaba realizando ninguna de las actividades anteriormente mencionadas, entonces se dedicaba a entrenar, entrenar y entrenar en los distintos tipos de combate.

Claramente estos soldados vivían de un modo tan estricto y disciplinado, que para ellos ir a la guerra debía ser lo mismo que vacacionar.

Más allá de donde vivía la tropa se alzaba una segunda muralla con torres defensivas fuertemente vigiladas y espacios planos para que los Grifos descansasen. Detrás estaban los almacenes militares, los edificios estratégicos y finalmente una imponente Torre de Homenaje mucho más alta que la muralla y con varias torres secundarias adosadas. Este era el último punto de defensa para esta impresionante fortaleza que en realidad podía ser considerada inexpugnable, siempre que el cielo estuviese bien controlado y hubiese el mínimo de soldados necesarios para defenderla.

Claramente Kerlan había sido mejorada drásticamente desde los tiempos del Emperador Valente o de otro modo ni siquiera con grifos se hubiera podido tomar por la fuerza.

Justo detrás de la Torre de Homenaje, debajo del pico nevado, se habían construido unas estructuras de piedra cubiertas de tierra y madera que parecían ser túmulos. Pero en realidad se trataba de los criaderos donde se cuidaban muy celosamente los huevos de los futuros Grifos.

Ahora entiendo por qué el Emperador no quiere atacar a Odón Ascher sin antes debilitarlo. ¡Es un suicidio de otro modo!”. Pensó Bryan apesadumbrado y comenzó reptar silenciosamente para irse. Aunque recogió un pedazo de roca de la montaña en donde estaba, pues repentinamente recordó una historia curiosa que escuchó en su otra vida y que quizá fuese de gran ayuda en esta ocasión.

*****

- ¿Entonces crees que puedes causar una distracción lo bastante fuerte como para entretener a los soldados del Duque? - Preguntó Lawrence.

- Las rocas del promontorio son de Caliza. - Explicó Bryan: - Belinda lo confirmó rápidamente tras darle un vistazo a un trozo que traje. Con la ayuda de Phoebe y Candice puedo obtener varios galones de vinagre que me darán el resultado deseado. Lo único que Tarquino Prisco debe hacer es conseguir de algún modo que el Duque Ascher no se encuentre dentro de su Torre de Homenaje y debería funcionar… O por lo menos eso espero. -

- Cuando les expliques el plan, no digas “eso espero”. - Dijo Lawrence riéndose: - Para poder mandar, los líderes deben siempre verse seguros, incluso si no lo están. -

- ¿Tu finges seguridad? - Inquirió Bryan antes de tomar un trago de vino.

- Todo el tiempo. -

Después de esa noche intensa de pasión en que le confirmó a Emily su amor eterno, Bryan había salido para ver de cerca la Fortaleza de Kerlan y comenzar a planear el modo de infiltrarse. Durante tres días enteros estuvo observándolo todo atentamente sin dormir, pero únicamente consiguió frustrarse, hasta que finalmente tuvo una idea al amanecer del cuarto día. Así que regresó a toda prisa para compartirla primero con Emily, luego con Belinda y finalmente visitó a Lawrence en su residencia secreta para escuchar sus opiniones.

El joven príncipe lo felicitó por el plan y prometió ayudarlo.  También compartió mucho de su sabiduría con Bryan.

- Explícame algo entonces, estimado Lawrence. ¿Por qué crees que hacemos esto? –

- ¿A qué te refieres Bryan? - Preguntó el joven aristócrata alzando una ceja.

- No entiendo por qué tenemos que arriesgarnos tanto para obtener pruebas que presentar en el senado. - Dijo Bryan mirando un momento al cielo mientras compartía algo que realmente le preocupaba: - Incluso si todavía no se ha convertido en un Caballero Supremo, con el poder de la Legión Grifón, sumado a la ayuda que le dará el Imperio Kasi, me parece que Odón Ascher ya tiene todo lo que necesita para obtener el poder. ¿De que servirá exponerlo ahora mismo? ¿Por qué el Emperador insiste en pasar por el tedioso proceso legal para destituirlo si al final la fuerza terminara decidiendo el final de esta historia? -

Lawrence soltó una carcajada antes de responder: - ¿De veras crees que el poder militar es lo más importante para gobernar una nación? ¡De ser así no serían necesarios los ministros, senadores y otros tantos funcionarios! Si todo lo que necesitásemos fuesen armas, héroes y soldados ¿por qué crees que existen esos cargos para empezar? -

- Sé que la política también es importante, pero… -

- No, te equivocas amigo. La política no sólo es “importante” … ¡Es lo ÚNICO que importa! - Lo cortó Lawrence sin dejar de sonreír. Quizá fuese el vino o el hecho de que finalmente tuvieran una estrategia, pero la lengua se le estaba aflojando y los verdaderos pensamientos del Tercer Príncipe Imperial salían a la luz.

- Dime algo Bryan ¿sabes jugar con una baraja? - Preguntó Lawrence con un tono curioso, como si estuviese por cometer una travesura.

- ¿Baraja? ¿te refieres a las cartas? -

- Exacto… Las cartas. -

- Nunca lo he intentado. -

- Pues entonces. - Dijo Lawrence levantándose: - Hoy jugarás conmigo. ¡Vamos a ello! Y usaremos una de mis posesiones más valiosas. Un juego de naipes que me regaló mi padre cuando cumplí la mayoría de edad. ¡Eres el primer amigo con el cual las comparto! -

El joven sacó entonces un cofre, el cual guardaba bajo llave dentro de un cajón en su escritorio. En su interior había un juego de 48 naipes bastante antiguos. Lawrence le explicó durante una hora la forma en que se jugaba el juego, las cantidades que debían apostar en cada turno, cuál combinación de cartas vencía a cuál, cuándo se ocultaban las jugadas, en qué momento se podían incrementar las apuestas y muchas otras cosas.

Después comenzaron el juego apostando poco dinero al principio, bromeando mientras conversaban y bebían. Uno de ellos comenzaba barajando las cartas y el otro las repartía, luego intercambiaban roles y así continuaron bastante tiempo.

Bryan descubrió para su sorpresa que, a pesar de que parecía improductivo, disfrutaba bastante de jugar este juego de baraja. Sin embargo, al pasar el tiempo cayo en cuenta de que la suma de dinero que tenía era cada vez menor y la de Lawrence se incrementaba de forma inexorable. Con sus agudos sentidos sabía bien que el aristócrata no estaba haciendo trampa al repartir las cartas y su mente mejorada no tenía problemas con los cálculos matemáticos. ¿Cómo era entonces posible que lo estuviesen “esquilando” tan fácilmente?

No es que a Bryan le importase demasiado perder el juego, pero si le molestaba no entender el motivo por el que estaba perdiendo. De hecho, en su juventud había sido razonablemente bueno en las Damas, el Mahjong o el Weiqi[1]. Incluso tenía algo de experiencia con los dados. ¿Por qué era tan malo en esto?

¿Qué demonios?¡Si empecé bastante bien y hasta gané las primeras manos! ¿Por qué ahora estoy perdiendo?” Se preguntaba intrigado Bryan. Acababa de mostrar tres cartas con el mismo número y otras dos iguales, era una jugada fuerte que no debía perder con facilidad. Pero de pronto resultó que Lawrence tenía cinco cartas con el mismo Palo, una jugada llamada “Color”, a pesar de que estaba seguro de que eso era imposible.

- No entiendes por qué pierdes ¿verdad? - Preguntó Lawrence sonriendo cuando se llevó todas las ganancias después de varias horas de juego.

- En realidad no, mi estimado amigo. - Respondió Bryan irritado: - Supongo que no tengo talento para este juego. -

- ¡Eso no es cierto! - Le explicó Lawrence mirándolo con seriedad: - Lo que sucede es que o has entendido el auténtico propósito de este juego. Así que realmente no perdiste por incompetente sino por ignorante. -

 Bryan asintió sonriendo, pues no podía negar los hechos: - Ilumíname, pues. -

- Cuando comenzamos a jugar pensaste que se trataba de un juego de azar, pura suerte. De hecho, fue en ese momento cuando lo hiciste mejor. Luego creíste que se trataba de realizar cálculos matemáticos, pero aun así perdiste. - Explicó Lawrence y entonces comenzó a sacar cuatro cartas del número 1, cada una de un Palo diferente: Un Hombre con un Garrote, Monedas de Oro, unas Estrellas y finalmente las Espadas.

- Las Espadas representan el Poder Militar, la fuerza de los ejércitos. - Explicó Lawrence señalando cada símbolo en las cartas: - Las Estrellas representan la Religión. Las Monedas de Oro siempre tienen la efigie del rey, representan la Legitimidad Real. Finalmente, Bastos o el Hombre con el Garrote, representa el Amor del Pueblo, que puede quererte un día y ajusticiarte a pedradas al siguiente.

Cada una de las combinaciones que te enseñé, cada jugada de cartas, es en realidad una Opción Política. Otro elemento del juego muy importante es el dinero que apostamos, pues representa la economía. Y cada vez que comenzamos a jugar siempre barajamos primero las cartas… Eso representa la suerte, el azar o si prefieres el Destino, que puede estar de tu lado o en contra.

Todos los humanos tenemos que vivir jugando a tomar decisiones con las cartas que nos han tocado al inicio. Luego, si la inteligencia nos alcanza, podemos obtener una mejor mano. ¿Por qué crees que mi COLOR le ganó a tu combinación? Cinco cartas del mismo palo. Piénsalo. ¿Te imaginas cuanto poder tendría una persona con el monopolio de tan sólo una de estas cuatro fuerzas? ¿Sean la Fe, la Ley, el Ejército o el Amor del Pueblo? Por supuesto que para eso tendrían que invertirse muchos recursos y poseer una suerte envidiable. -

Entonces Bryan abrió sus ojos y sonrió comprendiendo: - Nosotros, los jugadores, también somos piezas en el juego ¿verdad? -

- La pieza más importante. - Contestó Lawrence sonriendo: - Los jugadores somos los Políticos. Verás, estimado Bryan. En todo el mundo puede que cambien los contrincantes, puede que se usen otros símbolos para las cartas, puede que hasta se trate de otras razas humanoides… No importa, porque el juego siempre es el mismo. Sin importar de qué país se trate, estas cuatro fuerzas siempre jugarán un papel fundamental.

La Religión concentra los principios morales de una nación. Cuando hay muchos cultos o ninguno, el país se trasforma rápidamente en una decadente masa amorfa sin ninguna moral que está condenada a desaparecer. Cuando existe un solo culto fuerte, los principios morales son los mismos, es más fácil que los ciudadanos se pongan de acuerdo en lo que quieren y el pueblo puede unirse fácilmente para emprender grandes obras.

Si el Pueblo no Ama a sus gobernantes, el país se convierte en un concentrado de traidores que no sienten ningún deseo de protegerlo. La caída es inevitable. En cambio, si el líder es amado, los ciudadanos estarán dispuestos a seguirlo hasta la muerte si es necesario. Así es cómo se crean los grandes imperios.

Cuando el gobernante no participa en las batallas, no se involucra con su pueblo o deja de hacer aquello que le da Legitimidad Real, se vuelve un títere impotente sin poder y pronto el país se trasforma en un barco sin rumbo destinado a encallar. En cambio, los gobernantes Legítimos son reconocidos por todos y sus decisiones pueden ser llevadas a cabo porque incluso si resultan incómodas, no serán consideradas injustas.

Y sin un Ejército poderoso que disuada a los enemigos… ¡Da igual lo que hagas, porque lo perderás todo cuando alguien más decida invadirte! En cambio, si tienes una poderosa Fuerza Militar, incluso si no te respetan por lo menos te temerán y podrás negociar con otros pueblos de igual a igual. -

- Entonces este juego es como la vida misma. - Dijo Bryan tomando una de las cartas y mirándola como si fuera la primera vez: - ¿Cuáles son las cartas de Odón Ascher? -

- ¡Aún no ha revelado toda su mano! - Dijo Lawrence muy feliz de que Bryan estuviese comprendiéndolo: - El dinero le faltará muy pronto, aunque quizá el Imperio Kasi lo ayude en ese aspecto. De momento la suerte le está siendo adversa, pues su hijo acaba de morir.

Pero en cuanto a sus cartas… Tiene una buena mano de Poder Militar en la legión Grifón y la Fortaleza de Kerlan, el cual se elevará por los cielos si realmente consigue convertirse en un Caballero Supremo.

En cambio, sabe que nunca obtendrá el Amor del Pueblo por la forma en que se comporta regularmente, así que no perderá el tiempo intentando ganarse sus corazones. Los Templos tampoco no se han pronunciado al respecto, así que siguen siendo una incógnita.

Entonces podemos decir que hasta ahora tiene Espadas a favor, Oros en peligro, Bastos en contra y Estrellas todavía sin pronunciarse. Cómo ves su posición, aunque a primera vista pareciera ser muy segura, en realidad es tremendamente complicada. Si Odón Ascher realmente aspira a volverse el nuevo emperador u obtener el poder de algún otro modo, tiene que obtener la Legitimidad Real. Ese será el punto de inflexión en esta Guerra Civil y que decidirá si los Ascher prevalecen o desaparecen.

Y sólo hay una forma de que obtenga la Legitimidad: Necesita que uno de los Príncipes acceda a ayudarlo cuando intenten asumir el control.

Sin embargo, los Príncipes también son jugadores. Ellos sí que necesitan tener de su lado al Ejército, la Religión, el Amor del Pueblo y la Legitimidad Real. ¡Lo necesitan mucho más que Odón Ascher! ¿Sabes quiénes son los que otorgan legitimidad en nuestro país, Bryan? -

- El Senado. - Respondió Bryan asintiendo con entusiasmo. Ahora entendía por qué el Emperador invertía tanto esfuerzo y hasta se arriesgaba a enviar a un hijo suyo para obtener pruebas. Si el Senado, el organismo más prestigioso dentro del imperio, repudiaba a Odón Ascher como traidor… ¿qué Príncipe lo querría unido a su causa? ¿Cómo le explicarían eso al pueblo? ¡Todo sería mucho más complicado! Podría desertar al Imperio Kasi. ¡Pero ahí no sería un prestigioso Duque, sino un refugiado!

 - ¿Pero si se convierte en un Caballero Supremo no tendría suficiente poder para tomar el gobierno por la fuerza? -

- No es demasiado probable. Es cierto que la Legión Grifón es poderosa, pero hay otras que también lo son. Y aunque es cierto que un Caballero Supremo es una de las potencias más grandes en este mundo, tampoco sería el único que hay en el Imperio.  - Respondió Lawrence sirviéndole una nueva copa de vino: - Pero incluso si de algún modo lograse apoderarse del trono, no debes olvidar que obtener el poder es una cosa y mantener el poder es otra completamente distinta.

El poder de las Legiones

Digamos que Odón Ascher se convierte en un Supremo y consigue volverse emperador, aunque el Senado no lo acepte o los obliga a investirlo por la fuerza. Ante el mundo entero Odón Ascher no tendría la Legitimidad Real… ¿Cómo mantendrá bajo control a todo el Imperio Itálico con sólo un par de legiones? Estallarán revueltas en todos los territorios y hasta donde sé, ni siquiera un Caballero Supremo se puede dividir. ¿Y crees que el Imperio Kasi lo tratará como un aliado? ¡Se convertiría en el esclavo de este nuevo poder!

No, Odón Ascher solo puede sacar provecho de su traición únicamente si gana en los cuatro aspectos: Fuerza, Religión, Pueblo y Legalidad. Uno solo no es suficiente. -

- ¡Salud por eso! - Exclamó Bryan extendiendo su copa hacia la de Lawrence, pero después de unos momentos frunció el ceño y preguntó: - ¿Y qué hay del Imperio Kasi? -

- Ah, ellos. - Dijo Lawrence con un gesto de hastío: - Sólo mirando la situación actual puedes deducir lo bien que han jugado sus cartas esta vez. No importa si los Ascher tienen éxito o si fracasan, el hecho es que el Imperio Itálico terminará debilitado y eso sólo puede beneficiarlos. ¡Tienen buenos políticos ahí! -

- ¿Cómo debería nuestra nación proceder con ellos? - Preguntó Bryan intrigado.

Lawrence sonrió y bebió un poco antes de responder: - ¡Un juego a la vez, Maese Bryan! No es posible estar atentos a cómo se mueve cada potencia ni debemos intentarlo siquiera. Si te concentras demasiado en los demás, dejarás de ser un jugador para convertirte en un simple espectador.

Tampoco tiene sentido estar demasiado preocupado, porque muchas cosas inesperadas pueden ocurrir antes incluso de que termine este invierno. Y hasta la mejor conspiración entre los países se puede arruinar por un detalle aparentemente insignificante. Primero concentrémonos en lo que podemos hacer ahora y ya le plantaremos cara a lo que tenga que venir. -

- Que así sea. - Respondió Bryan muy contento. Había aprendido más de política en esa tarde que en todas sus dos vidas juntas. Gracias a esta conversación con Lawrence ahora tenía una nueva forma de ver las cosas, mucho más amplia. Se sentía bastante agradecido, aunque no lo expresase con palabras.

 - ¿Jugamos otra partida, estimado Lawrence? - Preguntó Bryan sonriendo mientras sacaba un nuevo montón de oro de su Anillo Espacial.

- ¡Cuantas quieras, mi estimado Bryan! ¡Cuando quieras! -

*****

Los siguientes días fueron extremadamente atareados para Bryan, pues había muchas cosas que hacer y decidir. Usando los contactos de Phoebe, consiguieron meter de contrabando varios barriles llenos con cientos de litros de vinagre muy concentrado y todas las noches Bryan llevaba se uno en su Anillo Espacial hasta el promontorio rocoso a quinientos metros de la Fortaleza de Kerlan y vaciaba su contenido en una grieta natural que había excavado aún más con ayuda de sus Zombis.

Naturalmente le preguntaron el motivo, así que les explicó que el vinagre reaccionaría de una forma bastante intensa al combinarse con los minerales en la piedra caliza que abundaba en la montaña y que verían el resultado cuando llegase el momento.

Al mismo tiempo el Manto Oscuro envió mucha inteligencia sobre la Fortaleza de Kerlan, incluidos unos planos muy detallados del interior. Resultó que la Torre de Homenaje tenía numerosos mecanismos de defensa, tanto mágicos como ingeniados: Ventanas diseñadas especialmente para que los arqueros vieran bien hacia afuera desde el interior, pero que eran casi invisibles desde el exterior, trampillas que dejaban caer rocas, escalones diseñados para hacer tropezar a quienes los subiesen muy deprisa y muchos otros detalles que formaban un conjunto bastante diabólico.

- Definitivamente no podemos abrirnos paso. - Dijo Emily mirando los mapas con el ceño fruncido: - ¿Qué dijo ese tal Tarquino Prisco? -

- El mejor momento para hacerlo será cuando se realice el funeral público de Clark. - Contestó Bryan: - Hay un templo en el sector más interior diseñado para tal fin. Cuando inicie la ceremonia todos estarán reunidos, lo que significa menos hombres defendiendo la muralla externa. Lo que Tarquino nos ha prometido es dejar abierta la primera puerta y reducir la guardia en la segunda. Pero más que eso es imposible incluso con su autoridad. -

- Los espías también han confirmado lo del nivel secreto. - Dijo Emily irritada: - Justo debajo de los almacenes han excavado una cámara secreta donde seguramente esconden las Armas de Asedio, pero estará muy bien defendida. ¿Será cierta la información adicional? -

- Según Lawrence, Tarquino Prisco le aseguró varias veces que el Duque Ascher tiene un acceso secreto personal que le permite ir directamente hasta la cámara secreta sin pasar por los guardias. No creo que hiciese tanto énfasis por nada. -

- Entonces tenemos que atravesar invisibles la primera puerta y ayudar a al Culto de Caelos hasta que logren atravesar la segunda e intenten matar a Odón Acher. Al mismo tiempo necesitamos una distracción que aleje a la mayor cantidad de soldados de la batalla entre Taquión y el Duque, mientras nosotros nos infiltramos en la Torre de Homenaje… ¡Lo veo demasiado justo! Todo depende de muchos factores y si tan sólo uno sale mal seremos capturados. - Comentó Emily con un gesto preocupado.

- No creo que esté tan mal. - Dijo Bryan: - Todo depende de que tengamos suficiente poder de ataque y que cada uno esté donde deba estar en el momento correcto. Ahora mismo me ocuparé de afinar los detalles. -

De modo que se puso a ello, involucrándose activamente en cada parte del plan. Emily controlaba toda la situación en general, mientras que él funcionaba como enlace para evitar que Belinda tuviese que encontrarse con nadie del Manto Oscuro, con Phoebe, Candice o sus mercenarios.

En su tiempo libre, sin embargo, Bryan se dedicó a una nueva tarea. Su encuentro con Lawrence le dejó bien claro que le faltaba mucho conocimiento, así que le pidió a Emily que le enseñase los modales propios para poder desenvolverse cuando tuviese que interactuar con los aristócratas. A fin de cuentas, como mago, técnicamente ya era un hidalgo.

De modo que Emily, muy trabajosamente, comenzó a instruir a Bryan en el arte de comportarse. No iba a ser sencillo, pues los aristócratas no necesitaban “instrucción” sino que aprendían únicamente observando a sus mayores, pero el amor hizo que la hermosa Archimaga lo intentase con entusiasmo. Bryan descubrió entonces que, para la alta sociedad, él era prácticamente un troglodita.

Para empezar, ignoraba que tenía la obligación de saludar siempre, ya sea que conociese o no a la persona. Resultó que retirarse sin decir nada también era una grave falta de respeto.  Otro detalle importante que ignoraba era su obligación de recordar bien el nombre y los títulos de cualquiera que fuese mayor o de una posición social más elevada, pues no hacerlo se consideraba un insulto.

Lo más triste era que, en su caso, esto último se aplicaba prácticamente a todo el mundo en la aristocracia. Todos eran más importantes que él.

Luego Emily comenzó a apabullarlo con los detalles del protocolo: quiénes podían entrar primero a una estancia, la conducta que se debía tener en una mesa, en qué lugar podía sentarse y dónde no debía hacerlo. Le enseñó que era muy importante que comiese con la misma velocidad y ritmo que la persona sentada en el asiento principal. Cómo se debía beber un brindis. Pero, sobre todo, le enseñó a hablar de forma educada, sin revelar nada y cómo fingir que escuchaba con interés a las personas que le hablasen.

Finalmente vino la parte más complicada: Los títulos de nobleza.

Bryan necesitó mucho tiempo antes de entender que un hidalgo era apenas un aristócrata. La jerarquía más importante del imperio Itálico comenzaba por los Señores, que dentro de sus dominios podían ordenarle a los Caballeros y poseían un Castillo.

Luego estaban los Barones, que podían administrar más de un castillo e incluso gobernar una ciudad en nombre del emperador. En ciertas circunstancias les asignaba un ejército, aunque usualmente no se esperaba que saliesen de su territorio.

Los Condes eran los grandes nobles en el interior del país y concentraban gran cantidad de riquezas provenientes de la agricultura, la minería o la industria. Tenían autoridad sobre todos los funcionarios civiles dentro de sus territorios, llamados “condados” y también sobre los Barones y los Señores.

Los Marqueses eran los gobernantes de un territorio fronterizo creado especialmente para defender al Imperio de un vecino belicoso. Tenían autoridad de comandar ejércitos enteros cuando recibían el cargo de Procónsul. Los Condes debían obedecerlos en cierta medida y naturalmente los demás aristócratas también les debían obediencia.

Finalmente estaban los Duques, que tenían autoridad sobre todos los Condes y Marqueses. Eran parientes de la familia Imperial e incluso era posible que llegasen a ser emperadores si el soberano moría sin dejar descendencia. De hecho, el príncipe que era designado como heredero del trono recibía además el título de Archiduque.

Casi siempre los Duques eran quienes ostentaban el prestigioso rango de Cónsul en tiempos de guerra, lo que les daba la autoridad de comandar ejércitos invasores para conquistar nuevos territorios, entre otras cosas.

- Así que por eso Odón Ascher tiene tanto poder. - Comentó Bryan.

- Así es. - Explicó Emily: - Pero recuerda que, aunque los títulos nobiliarios duran toda la vida, la autoridad militar es temporal, porque viene del emperador. Legalmente en el Imperio Itálico sólo debe haber dos Cónsules sirviendo a la vez y su Imperium dura un año.  Odón Ascher debió haber sido reemplazado hace mucho como comandante de la Legión Grifón por cualquier otro Duque, pero consiguió quedarse en el puesto debido a una Ley de Emergencia que nunca fue adecuadamente eliminada o corregida. -

- Ya veo. -

- Además, aunque en teoría la jerarquía es vertical, en la práctica todo puede pasar. Si un Conde es lo bastante buen político y sabe maniobrar bien, puede llegar a adquirir un poder superior incluso al de los Duques. Eso ha sucedido antes. Todo depende de la habilidad. -

- Y de la suerte. - Comentó Bryan.

- Sí, El Destino siempre es lo más importante al final. -

*****

Una mañana Bryan regresó a la posada después de haber vaciado el último barril de vinagre en el mismo sitio de siempre. Estaba a punto de buscar a Phoebe para decirle algo, cuando repentinamente se encontró con el Druida Caspian.

Hasta el momento el anciano sacerdote no había cruzado más de dos palabras con él, así que estaba seguro de que este encuentro era una coincidencia. Bryan lo saludó con una reverencia e iba a continuar su camino, cuando de repente…

- Espera un momento, joven amigo. Necesito decirte unas palabras. -

Bryan se detuvo con un gesto de sorpresa, pero rápidamente sonrió: - Por favor dígame si puedo serle útil en algo, venerable. -

Caspian respondió sonriendo: - En realidad hoy necesito pedirte que me hagas un favor muy importante. Tendrás mi eterna gratitud si accedes a concedérmelo. -

Esta petición dejo a Bryan en un aprieto. Si no fuera por Caspian seguramente no habría podido salvar a todos de Belinda durante su último enfrentamiento. Se lo debía. Pero si la petición del Druida perjudicaba de algún modo su misión tendría que negarse.

Finalmente, la deuda de gratitud sacó lo mejor de él.

- Considérelo hecho, Maese Caspian. -

- Hablemos en privado. - Respondió el Druida agradecido y lo guio hasta su habitación en el tercer piso. El lugar estaba repleto de macetas de las que crecían diversas plantas, las cuales irradiaban un poder mágico impresionante. Y ahí, en medio de todo, estaba la pequeña Angélica escribiendo en unas hojas de papel muy blancas.

- ¡Ah! ¡Hombre malo! ¿Qué haces aquí? - Preguntó la pequeña sorprendida.

- Angélica. - Dijo Caspian reprendiéndola dulcemente: - Te he enseñado que debes ser cortés y llamar a las personas por su nombre. Esos son buenos modales. -

- ¡Perdón, abuelo! - Respondió Angélica bajando la mirada arrepentida, pero le sacó la lengua a Bryan en cuanto Caspian le dio la espalda. Luego ordenó rápidamente sus papeles y corrió rápidamente para mirarlos a ambos con mucha curiosidad.

Ambos se sentaron frente a frente, guardando silencio. Uno sin saber muy bien lo que se esperaba de él, el otro sin saber cómo expresar correctamente su petición. Finalmente, el propio Bryan deicidio abrir la conversación.

- Venerable Caspian, usted me ha ayudado mucho y estoy en deuda. Por favor no dude en pedirme lo que quiera, pues haré todo lo que esté en mi mano para cumplir su orden. -

- Eres muy educado joven. - Dijo Caspian negando con la cabeza: - Tú me ayudaste casi tanto como yo te ayudé a ti. Así que no es necesario que te sientas en deuda. Ocurre que me enfrento a un gran predicamento y no conozco a nadie más a quien pedir auxilio. -

Bryan deseaba ayudarlo, pero el día en que se infiltrarían en la Fortaleza de Kerlan estaba cada vez más cerca. Todo dependía de cuándo anunciasen el funeral de Clark. ¡Podía ser esa misma tarde o la siguiente! Así que decidió ser honesto.

- Lo cierto es que dentro de muy poco también tendré que lidiar con varios problemas, pero intentaré hacer lo mejor para asistirlo antes de eso. -

Caspian asintió con una sonrisa amable y reflexionó en silencio por unos momentos. Finalmente dijo con un suspiro: - Tengo que salir a… realizar un importante recado. Debería estar de regreso mañana en la mañana a más tardar. Pero no puedo llevarme a esta pequeña conmigo. Verás, le prometí a sus padres que la protegería mientras fuera mi pupila. Y jamás la hubiera sacado del Bosque Oscuro si un motivo de fuerza mayor no me obligase a venir hasta aquí. Pero no tengo opción.

Quiero pedirte que por favor protejas a Angélica hasta que regrese. ¡Asegúrate de que no esté en peligro! ¡Por favor! -

- ¿Puede decirme a dónde se dirige o cuál es el problema? -

- Lo lamento, pero es un asunto secreto de suma importancia. -

Tiene que ser algo muy serio para que ni siquiera pueda decirme de qué se trata.

Bryan cerró los ojos mientras pensaba en todos los preparativos que había estado haciendo. ¡Tanto se había invertido para esta misión! Pero al ver la expresión del Druida sintió que no tenía modo de negarse y dijo: - Juro por mis dioses que mantendré a esta niña a salvo de cualquier peligro con todas mis fuerzas. Pero sólo puedo hacerlo hasta la tarde del día de mañana. Usted debe estar de vuelta para entonces o no podré protegerla. -

Con el poder de Caspian seguramente no habría muchos obstáculos que no pudiese superar. Tenía que estar en un problema realmente terrible si necesitaba hacerle semejante petición a último momento.

- Abuelo, déjame ir contigo. - Dijo la pequeña alarmada: - ¡He aprendido mucho y te puedo ayudar con mi magia!¡Te protegeré! -

La expresión de preocupación de la pequeña Angélica terminó por confirmar las sospechas de Bryan: Caspian iba a enfrentarse con una situación muy peligrosa en ese mismo momento y no podía garantizar la seguridad de la pequeña.

Naturalmente el anciano se negó tajantemente a llevar a Angélica, por más que esta no dejó de rogarle una y otra vez. Finalmente, la pequeña comenzó a llorar, pidiéndole a Caspian que por favor no se fuera. Pero el Druida le explicó con mucha ternura que tenía un deber sagrado que cumplir. Finalmente, Angélica pronunció unas palabras con un tono tan dulce, triste y desgarrador que hasta Bryan se sintió conmovido.

- ¡Por favor regresa a salvo, Abuelo! -

- Te prometo que regresaré. - Dijo Caspian sonriendo, pero a Bryan le parecieron las palabras de un padre despidiéndose de su hija antes de ir a la guerra. 

Tras darle una última palabra de agradecimiento, el bondadoso anciano salió de la habitación y el sonido de sus pasos desapareció como si se hubiese desvanecido en el aire justo tras cerrar la puerta.

[1] Se refiere a que la construcción está sobre una montaña muy elevada, como un nido, al que es difícil acceder.

[2] Ajedrez Chino conocido en Japón como GO

Nota del Traductor

Hola amigos, soy acabcor de Perú, hoy es 21 de Marzo de 2021 y este capítulo está dedicado muy especialmente a mis nuevos mecenas: D4rth007 y Esteban, que generosamente me han dado una mano en una hora de gran dificultad. Por supuesto no dejaré de mencionar a mi único Gran Mecenas El Chuck, sin el cual probablemente este trabajo no podría continuar.

En mi país están tratando de legalizar el aborto… No entiendo por qué. Tenemos miles de muertes por el COVID. Justo ahora necesitamos nuevos ciudadanos ¿quieren reducirlos aún más? Lo peor de todo es que dicen que es “por el bien de los más pobres”. ¡VAMOS! Una persona pobre no suele estar preocupado de pagarse una carísima carrera universitaria o manteniendo el puesto de CEO en una empresa internacional o planificando un viaje espacial. En pocas palabras, los pobres no tienen motivos para no apreciar tener hijos. Usualmente eso es lo más valioso que tienen.

Quienes usualmente creen que tener hijos es “una carga innecesaria para sus vidas” son aquellos que tienen otras aspiraciones a lo que pueden hacer en la vida. En pocas palabras, los que tienen dinero para poder pensar en seguir sus sueños, ya sean nobles o ridículos. En cambio, los pobres sólo están preocupados por una cosa: sobrevivir al día. Y claro que tener hijos es duro, pero ser pobre ya es una existencia dura, tengan o no tengan hijos. Ellos no están pensando en la comodidad, porque para ellos eso nunca fue una opción.

Bueno ahora los cambios.

Estuve esperando este capítulo durante meses para poder modificarlo. Casi todo fue agregado mío y me encantó cómo me quedó. Las descripciones de la Fortaleza de Kerlan es en realidad la de un legendario bastión conquistado por Alejandro Magno llamada la Roca Sogdiana. Sabía que memorizar su disposición me serviría un día ¡y finalmente ocurrió! ¿verdad que me quedó fenomenal?

El hecho de que Bryan decida echar vinagre en la montaña es en realidad una referencia a un hecho que “podría” ser real. Se cuenta que Aníbal Barca usó vinagre para despejar el camino cuando atravesaba los famosos Alpes. Algunos piensan que se trata de un mito, pero en este caso estoy usándolo como una verdad exagerada.

El juego de cartas entre Lawrence y Bryan está inspirado en el Póker moderno y la Baraja Española. Antiguamente muy pocos sabían leer y escribir, por lo que todos los juegos servían para enseñar algo y el de las cartas se utilizaban para que la gente desarrollara habilidades políticas. Es un hecho histórico y pueden confirmarlo si buscan el origen de los símbolos en los naipes, por si tienen curiosidad. Lo único que he cambiado es la Carta de la Religión, porque en la vida real el símbolo es Copas, haciendo referencia al Santo Grial o el Cáliz de la Comunión Católica, pero en ese mundo no hay cristianismo así que lo cambié por las “estrellas” porque los primeros cultos usaban mucho la astrología.

Esta escena de las cartas fue muy importante porque en el futuro Bryan deberá tomar decisiones que tienen que ver con la política y lo hace demasiado bien, como si ya tuviese una noción de estos asuntos. Eso no tiene sentido dado su origen, pero gracias a esta escena agregada por mi persona se explica este desarrollo. También agregué la parte en que lo instruyen en modales por el mismo motivo.

Las imágenes de las cartas las encontré en internet y las edité con Photoshop para complementar la historia.

La situación política del Duque Odón nunca es claramente explicada en la novela, yo lo he agregado basándome en un análisis personal que me parece apropiado. ¿Se entendió bien? Porque, aunque en mi cabeza puede tener sentido espero que no sea confuso para los lectores. Por favor pongan sus dudas o inquietudes en sus comentarios y en la versión final y compilada haré las correcciones respectivas.

Los títulos nobiliarios son los que se usaban en la Edad Media, pero cada país les daba un peso diferente. Yo escogí la Francia Medieval, porque fue la nación más ilustre de ese período hasta que fue superada por el Imperio Español en la Edad Moderna.

Otro cambio importante es la conversación con el Druida Caspian. En el original simplemente dice que una persona lo retó a un duelo y por eso tuvo que irse dejando a Angélica al cuidado del protagonista… Eso no parecía tener sentido.

Caspian es un Druida del Bosque Oscuro. El autor quiere que pensemos que alguien se metió en esa selva para dejarle una carta de desafío y él abandonó su hogar seguido tan sólo por una párvula, para llegar hasta una posada en medio de la ciudad donde vive su enemigo (porque en el original todo esto pasa en la urbe) y para batirse en un duelo singular en medio de la noche. Es muy raro.

Por eso he querido dejar el motivo de su salida como un misterio, enfocándome más en las emociones de Bryan y las reacciones de la niña. Creo que me quedó un poco vago, pero espero haber cumplido con las expectativas.

Pero por favor déjame saber tu opinión en los comentarios. ¿Cuál fue tu parte favorita? ¿Te gustó la escena del Póker? ¿Qué te parecieron las explicaciones políticas? ¿Se entendió bien? ¿Detectas algún error? Por favor comenten porque es muy triste cuando reviso y solamente leo poco más de cuatro opiniones. Y no dejes de compartir este trabajo con quienes puedas para que seamos más populares. Además, por favor patrocíname si puedes con unos cuantos dolaritos usando el enlace de abajo y nos vemos en el siguiente capítulo.