203 Magia Salvaje

Era el mediodía en ese momento. Y a pesar del calor, las calles del Valle del Sol estaban repletas de diferentes personas comprando, mirando y negociando en cada uno de los diferentes puestos. Las tabernas operaban a toda marcha e incluso algunos burdeles parecían estar funcionando, aunque más discretamente que en la noche.

- Realmente abundan los sujetos asquerosos. - Murmuró Emily con desagrado al ver a un pequeño grupo de sudorosos compañeros, que salían apresuradamente de uno de esos locales de mal vivir, donde desahogaban su lujuria. Ya de por sí era una realidad incómoda de ver, pero hasta Bryan pensaba que esos sujetos eran demasiado descarados realizando esas actividades a plena luz del día.

Sin embargo, el propio Bryan se sentía bastante relajado en ese momento y apenas les dedicó una mirada irónica antes de continuar su camino, sin decir nada al respecto.

- Por cierto, olvidé decirte que Phoebe vino a buscarte más temprano, pero le dije que estabas ocupado con una misión importante. - Comentó Emily de repente y hablando de tal forma que únicamente él la podía oír.

- Ya veo. ¿Dijo el motivo por el que me buscaba? -

- No lo mencionó con exactitud. - Respondió Emily con un tono indiferente en apariencia, pero que ocultaba algunas espinas en el interior: - Pero parecía desilusionada. Y seguramente no se trataría de algo que querría hablar conmigo, en cualquier caso. -

- ¿A qué te refieres? - Preguntó Bryan alzando una ceja.

- Phoebe no es estúpida, Bryan. - Contestó Emily con sequedad: - Puedes estar seguro de que, si no tiene sospechas, es sólo porque no quiere sospechar. Esa mujer es demasiado inteligente como para no intuir lo que está pasando entre tú y yo. -

- Lidiaré con eso cuando llegue el momento. - Dijo Bryan mirando al frente, pero reprimiendo las ganas de tragar saliva.

- Seguro que, cuando finalmente lo sepa, va a intentar matarte. -

- No me cabe la menor duda. -

- También tendré que decidir si no te mato yo misma. - Agregó Emily con amargura.

- Por supuesto, querida. - Respondió Bryan sonriendo con tristeza: - En todo este mundo eres la única que tiene derecho de asesinarme. Si llega el momento, lo aceptaré por completo. -

- ¿Crees que al decir eso te librarás? - Preguntó Emily mirándolo de soslayo con una mirada en la que combatían al mismo tiempo la curiosidad y la ira.

- Solo estoy constatando un hecho. - Dijo Bryan devolviéndole la mirada: - No te merezco y lo sé. Además, ni siquiera he podido darte todo mi amor, sino una parte. Pero aun así te quiero a mi lado y no te dejaré ir nunca. Soy en efecto un monstruo. -

- No eres un monstruo, eres un maldito infiel. - Respondió Emily mirando al frente enojada, pero luego suspiró y dijo: - Pero no serías ni el primero ni el último de los aristócratas en tener muchas mujeres y concubinas. Si me hubiesen obligado a casarme por segunda vez, no hay garantía de que mi esposo no tuviera a varias amantes a las que tendría que eliminar o tolerar, según los intereses políticos de mi familia.

Mi propio padre adoptivo, el noble general Aurelio, el anciano a quien quiero mucho más que a mi propio progenitor, tiene más bastardos en su haber de los que puede recordar y todos ellos están viviendo por ahí con sus respectivas amantes.

No soy ajena a esos asuntos. Al menos contigo puedo decir que tengo suerte de haberme enamorado primero, porque de ese modo… -

- Emily, a mí la política no me importa cuando se trata de ti. - La interrumpió Bryan de forma tajante: - Te amo y punto. Si para tenerte a mi lado tuviese que enfrentarme al mismo tiempo al emperador en persona y todo el senado en su conjunto, lo haría sin vacilar.

Pero al mismo tiempo, también amo a otras mujeres y tú mereces algo mejor que eso. No pienso engañarme al respecto. Así que no necesitas darme argumentos para justificar mi conducta. Ya he decidido que voy a amarte y también cargaré con las consecuencias por ser un maldito infiel. -

- Hump. ¡Hablas como lo haría algún tipo de héroe! ¡Pero al final sólo eres un perro lujurioso! - Dijo Emily bufando, aunque Bryan pudo detectar un leve temblor en su voz, que indicaban la gran cantidad de emociones complicadas con las que la hermosa Archimaga estaba lidiando en ese momento.

- Pero soy tú perro lujurioso. - Respondió Bryan irónicamente: - Al menos nunca te has quejado cuando te desnudo y… -

- ¡No te atrevas a decir nada más! - Susurró Emily con una mirada extremadamente peligrosa.

- Lo siento, querida. -  Respondió inmediatamente Bryan y bajó la cabeza.

Continuaron caminando entre varios callejones, pero tuvieron que desviarse porque en una de las esquinas se había juntado un grupo de malabaristas, y su espectáculo terminó provocando una gran aglomeración de personas. Además, en ese momento comenzaron a llegar varios cargadores llevando carretillas con productos a diversas tiendas, lo cual empeoró todavía más el tránsito. Bryan y Emily tuvieron que dar un rodeo, el cual los terminó llevando por una calle en la que se encontraban relativamente solos.

Después de unos segundos de incómodo silencio, Emily aprovechó para preguntarle: - ¿Ya poseíste a esa jovencita? -

- ¿Qué? -

- Cuando hablamos en la mañana, fue evidente que Phoebe no deseaba prolongar su conversación conmigo para no revelarme nada por accidente. - Explicó Emily con un tono medio avergonzado: - Asumí que su comportamiento se debía a que ustedes ya habían pasado la noche juntos. De ser así, tengo que prepararme para que, cuando hable con ella, no deje… -

- ¡No he tenido relaciones con ella! - Contestó Bryan nervioso. Había utilizado una gran cantidad de su determinación para decirle a Emily sus verdaderos sentimientos hacía tan sólo unos instantes y no esperaba ser cuestionado tan rápido sobre un asunto delicado.

¡De pronto se sentía entre una espada y la pared!

- Bueno, aunque así sea. Tratándose de ti, será cuestión de tiempo para que te aproveches de esa joven. - Afirmó Emily con frialdad y mirándolo como si fuese una mancha particularmente molesta en su pared: - Asegúrate de hacerlo de tal modo que no perjudique sus negocios, porque si la relación entre ustedes se torna peligrosa… -

- ¡Por los dioses, Emily! - Objetó Bryan y esta vez tuvo problemas para moderar el temblor de su voz: - ¡¿Por qué hablas de mí como si fuese un criminal?! ¡¿Acaso crees que voy a asaltar a Phoebe como si fuese algún tipo de bárbaro?! -

- ¡¿Ah?! ¡Pero qué poca memoria tienes de pronto! - Respondió Emily con una mirada y un tono extremadamente venenosos: - ¡¿Tengo que recordarte que me violaste el mismo día en que nos conocimos?! -

-…-

- ¿Qué pasó, mi amor? ¿Te mordió la lengua el gato? - Preguntó Emily con desprecio.

Ante la duda… ataca.” Pensó Bryan para sí mismo. Entonces apeló a todo su valor para responder con una sonrisa descarada: - ¡Pero querida! ¡Eso ocurrió por circunstancias muy únicas y especiales! Y tú también tuviste la culpa… -

- ¡¿Que has dicho?! -

- Eres demasiado hermosa, poderosa e inteligente. - Le expuso Bryan, elucubrando un auténtico alud de cumplidos en ese mismo momento: - Tu cabello resplandece como el ébano mejor pulido, tus ojos brillan con mayor belleza que cualquier joya hecha por hombre o inmortal, tus labios son dulces como la miel silvestre y el calor de tu piel desnuda es como el abrigo de mil pétalos de rosas flotando en el infinito. ¡El sol y la luna se avergüenzan de brillar en el mismo mundo donde tu belleza existe! ¡¿Cómo podría haberme resistido a semejante diosa apareciendo en medio del bosque?! ¡Yo también soy un hombre! -

- ¡Ya deja de decir tonterías, maldito villano! - Respondió Emily con un gesto de furia, pero fue evidente que la respuesta de Bryan la había dejado satisfecha, porque no continuó con el interrogatorio.

Cuando Bryan estuvo seguro de haber evitado al monstruo de los celos, decidió preguntar sobre un tema mucho más serio: - Hace poco los mercenarios de Drakar enviaron un mensaje, pero… ¿Cómo supieron en dónde encontrarnos? ¿Acaso saben que somos del Manto Oscuro o que la tienda es una fachada? -

Contrario a lo que esperaba, Emily asintió y entonces comenzó a explicarle: - El Valle del Sol es un lugar demasiado caótico y también pequeño, por eso es básicamente imposible disimular todos nuestros movimientos. - En este punto la Archimaga sonrió con un cierto matiz irónico, como burlándose de la situación: - Por supuesto que ellos saben quiénes somos. Y también saben que nosotros sabemos que ellos saben. Aún así, pretendemos que no sabemos que ellos saben y ellos hacen lo mismo. -

- ¿Pero todo el mundo sabe? - Preguntó Bryan perplejo.

- Si. -

- ¡¿Y eso no es un grave problema?! - Exclamó Bryan medio alarmado y medio confundido.

- No en este caso particular. - Respondió Emily sonriendo: - La independencia del Valle del Sol es su posesión más valiosa, pero solo pueden mantenerla debido a que “no vale la pena” conquistar este sitio. Si hacen algo en contra del Manto Oscuro, el Imperio Itálico los masacrará de inmediato. Lo mismo se aplica a las fuerzas de las otras naciones.

La política oficial de quienes viven en el Valle del Sol es hacer como si no existiésemos y dejarnos operar a voluntad. Además, cualquier cosa que hagamos estará principalmente dirigida hacia afuera, contra nuestros enemigos, y no los afectará a ellos mientras que no se metan. Eso lo tienen muy claro. -

- “Vive y deja vivir”. - Comentó Bryan.

- En este caso sería más bien: “Deja vivir para que te permitan vivir”. - Aclaró Emily sonriendo maliciosamente: - Recuerda que, a diferencia de los orcos, los mercenarios no pueden ocultarse bajo la tierra por mucho tiempo. -

Continuaron caminando entre los corredores menos transitados en dirección a la salida este del Valle del Sol, donde se supone que estaban la base de los mercenarios de Drakar. Repentinamente una figura encapuchada cayó rápidamente desde los tejados y aterrizó en frente de ellos, cortándoles el paso.

Emily retrocedo inmediatamente mientras llamaba a las sombras alrededor suyo. Bryan ya tenía el Desgarrador Sombrío firmemente sujeto en una mano y estaba a punto de saltar para un ataque preventivo, pero entonces reconoció al individuo frente a ellos y le hizo un gesto a la Archimaga para que no atacase.

- Bryan. - Saludó Trunks retirándose la capucha para exponer su rostro.

- Amigo, veo que tuviste una buena caza. - Dijo Bryan acercándose y dándole un apretón de manos. Las ropas del Cazador de Monstruos estaban cubiertas de sangre seca en muchos lugares, pero una atenta mirada bastaba para darse cuenta de que no había cortes serios o agujeros en su armadura. Eso significaba que la sangre no era suya, sino de sus víctimas.

- ¿Qué pasó con tu compañero? - Preguntó Bryan buscando a la mantícora.

- Lo dejé afuera. - Respondió Trunks sonriendo: - No es que pueda pasar desapercibido en este lugar. Y, además, mi bestia puede escuchar mi silbido a más de un kilómetro y venir volando. Es casi lo mismo que si estuviese aquí.

¡Pero ahora dime si conseguiste matar a esa rata cobarde de Sorin! -

Parece que eso le importa bastante.

- Lamento decir que sus hombres lograron salvarlo en el último momento. - Respondió Bryan suspirando, pero luego agregó encogiéndose de hombros: - Aunque lo dejé bastante lastimado. No puedo tomar todo el crédito por ello, pero me atrevo a decir que permanecerá inconsciente por lo menos un mes y necesitará de otro para recuperarse por completo. -

- ¡Ja! Eso es lo sufrientemente bueno. Uno de mis objetivos al venir aquí, era encontrar una oportunidad para matar a ese infeliz. ¡Se la tengo jurada hace muchos años! ¡Y parece que me has ayudado con la mitad del trabajo! - Exclamó Trunks riéndose de buena gana.

- Imagino que debe haber toda una historia detrás. - Comentó Bryan sonriendo mientras miraba a su alrededor, deteniendo sus ojos por un segundo en cada esquina o ventana en donde ya había descubierto la presencia de una cierta cantidad de miembros del Falce Segador mirando en su dirección. Parecía que estaban tratando de vigilarlos en secreto, pero no eran lo suficientemente sutiles, al menos no para personas con las habilidades de Bryan, Trunks o Emily. De hecho, era evidente que estos aspirantes a espías estaban luchando con las ganas de salir y matarlos ahí mismo, lo cual los hacía todavía más conspicuos. Su problema era que la calle no estaba tan vacía de testigos, era mediodía y además estaban cerca de la base de los mercenarios de Drakar; así que no podían hacerles nada. Sólo podían seguir mirándolos con enfado y lo único que despertaba dudas, era si odiaban más a Bryan o a Trunks en ese momento.

- Para resumir, hubo un tiempo en que luche codo a codo con ellos y hubiese estado feliz de dar mi vida para salvar a cualquiera. Hoy en cambio, me ofrecería como voluntario para matar hasta el último. - Dijo Trunks sonriendo con descaro hacia los hombres que los seguían y luego gritó: - ¡Perros traidores! ¡Díganle a la puta de Sorin que finalmente he vuelto para vengarme por el Capitán y la pequeña Anita! ¡Y haré que todos ustedes también paguen con sus vidas! -

Supongo que ese discurso acabó de inclinar la balanza.” Pensó Bryan divirtiéndose al ver como se desencajaban las expresiones de los mercenarios de Falce Segador al mirar hacia Trunks. Sin embargo, parecía que le tenían más miedo que odio, porque ninguno de ellos se atrevió a sostener su mirada y más bien comenzaron a irse en diferentes direcciones, pues no tenía sentido seguir fingiendo ahora que todos habían sido descubiertos.

- ¿Ves? Son cobardes, todos y cada uno de ellos. - Dijo Trunks y escupió en el suelo.

- No lo dudo. - Respondió Bryan.

En ese momento un grupo de personas comenzó a transitar por la calle. Parecía que la aglomeración de la avenida principal por culpa de los malabaristas había empeorado, así que más personas eligieron buscar una ruta alternativa. Bryan le hizo una señal a Trunks para que los acompañase, pues su grupo de tres ya destacaba bastante y lo haría aún más si se quedaban parados en medio de la calle.

- ¿Cómo fue que se ganaron tu odio? - Preguntó Bryan.

- Es una larga historia, como has adivinado. - Respondió Trunks caminado a su lado: - Pero no es el mejor lugar para hablar de ello. Busquemos una taberna y te contaré al respecto. ¡Recuerdo que aguantabas bien el alcohol! -

- Estoy segura de que sería algo muy interesante. - Intervino Emily: - Pero tendrá que esperar un poco. Dálibor nos ha convocado y no podemos hacerlo esperar demasiado. -

- Cierto, casi lo olvido. - Respondió Bryan y dijo: - ¿Por qué no nos acompañas, Trunks? Tenemos una especie de reunión con el líder de Drakar, donde seguramente se dirán cosas interesantes. Podemos hablar en el camino. -

- Si, recuerdo bien a ese loco de Dalibor y también conozco la ruta. - Respondió Trunks asintiendo: - Los acompañaré. -

- Eso es genial. ¿Puedes decirme algo del sitio al que vamos? -

- Claro, pasé muchos años aquí en mis tiempos. - Dijo Trunks: - El lugar más seguro en todo el Valle del Sol es una especie de gran caverna con aguas subterráneas, donde se puede cultivar y vivir bastante bien, si sufrir demasiado el frío o el calor extremos, como una especie de invernadero natural.

Sólo tiene una entrada, se trata de un largo túnel rocoso que es muy fácil de defender, hasta por pocos hombres. De modo que cualquiera medianamente inteligente puede hacerse fuerte ahí durante mucho tiempo.

La Gran Caverna está justo detrás del asentamiento y siempre ha sido el lugar donde residen quienes ostentan el primer grado de autoridad. En cambio, los otros poderes tienen que contentarse con vivir al norte o al oeste, entre formaciones montañosas y depresiones geológicas, donde la vida es mucho más incómoda.

Yo crecí en ese lugar cuando era miembro del Falce Segador. En ese tiempo éramos el primer poder del Valle del Sol y lo habíamos sido durante varios años. Pero naturalmente lo perdieron cuando el viejo Capitán fue traicionado por esa rata de Sorin y desde entonces es el hogar de la banda de Drakar. -

Después de caminar durante una hora llegaron al lugar que describía Trunks: Era un agujero en una pared rocosa tras el cual discurría un túnel de piedra. Cada diez metros había una pequeña empalizada donde estaban estacionados algunos guardias de la Banda de Drakar, todos fuertemente armados, y que debieron haber sido prevenidos de su visita, porque no les cerraron el paso. De hecho, ellos no eran los únicos visitantes, sino que había muchos grupos pequeños de personas entrando y saliendo del túnel en ese mismo momento, aunque esto no era extraño. Los mercenarios de Drakar eran al mismo tiempo los administradores del Valle del Sol y quienes imponían el orden, así que seguramente realizarían muchos trámites en su propia base.

Bryan avanzaba con cierta reticencia, debido a que el lugar le recordaba bastante a la descripción que le dio Lisa sobre el escondite secreto de la familia Addison y el lugar dónde su padre libró la última batalla, antes de encontrar su trágico final. Sin embargo, decidió no decir nada al respecto y se esforzó porque su semblante no revelase su turbación.

Al final del túnel no había realmente una caverna, pero el lugar podía ser descrito como una. Se trataba de un amplio espacio cubierto por muros y un techo de rocas naturales, con algunos agujeros por los entraba la luz del sol. En este sitio irregular alguien había construido algunos edificios de piedra que estaban cubiertos de musgo debido a la gran cantidad de riachuelos que brotaban de la tierra y lo llenaban todo de humedad. 

Era una ciudadela bastante mediocre, pero parecía la cúspide del lujo si lo comparabas con el caótico asentamiento del Valle del Sol, donde la mayoría de edificios eran de madera, a excepción de aquellos en la periferia, que servían como soporte para los muros defensivos.

*****

- Me disculpo por la molestia, pero ha ocurrido un problema que ha retrasado al capitán Dalibor. - Dijo uno de los guardias que los recibió cuando llegaron a la entrada del edificio principal: - Debería solucionarse pronto. Mientras tanto, me han indicado que los invite a nuestra taberna privada, donde pueden pedir cualquier cosa que deseen. La casa invita. -

Bryan alzó una ceja y se concentró para escuchar. Entonces percibió a la distancia los gritos de una mujer histérica que gritaba algo en el interior del edificio, mientras un hombre gemía con dolor a su lado.

- ¿Puedo saber cuál es el problema? - Preguntó Bryan tanteando los ánimos.

- Nada muy serio. - Respondió el guardia encogiéndose de hombros: - Un hombre violó al pequeño hijo de un comerciante, así que el padre vino a pedir permiso para matarlo. Pero resulta que antes de irse, el sujeto le arrojó unas moneadas de plata al mocoso como pago y este las recogió del suelo, así que técnicamente no fue una violación sino prostitución. -

- Pero si el padre no dio el permiso, entonces es violación. El niño es su propiedad y no puede prostituirse si su permiso. - Comentó Trunks con tono hosco, pues ni siquiera alguien como él era insensible a semejante atrocidad.

- Eso dijo el padre. - Explicó el mercenario con hastío: - Honestamente no entiendo por qué alguien tiene que follarse a un mocoso cualquiera, cuando hay tantos burdeles por aquí.

Aun así, no podíamos darle el permiso para vengarse sólo por la palabra de su hijo. Pero parece que el comerciante encontró un modo de capturar al tipo ese durante la noche y le cortó el pito. Encima utilizó un chillo oxidado.

 Y ahora la esposa del violador ha venido trayendo a su marido castrado y está exigiendo que hagamos justicia y ejecutemos al comerciante junto con su hijo. ¡No ha dejado de hacer escándalo desde hace dos putas horas! -

- ¿Piensan hacerle algo al comerciante? - Preguntó Bryan con tono indiferente, pero reprimiendo en su interior un relámpago de cólera al saber que existía un desgraciado que podía hacerle algo tan monstruoso a una criatura y tener luego el descaro de venir a exigir “justicia”.

- No me corresponde decidir a mí. Pero no lo creo. Aunque al final dependerá sobre todo de cuánto eco se desate por este asunto. - Respondió el mercenario: - En cualquier caso, por favor esperen en la taberna. Todo es gratis. -

- Muchas gracias. -

Se alejaron caminado hacia el establecimiento que les indicó el guardia, pero el estado de ánimo era bastante deprimente. La dura realidad de este mundo ya no le sorprendía tanto a Bryan, pero escuchar de este incidente le había quitado cualquier apetito. Emily en particular parecía bastante enfadada y hasta a Trunks se lo veía un poco más hosco de lo habitual.

De modo que pidieron una jarra de vino, más para tener algo que hacer que por el deseo de beber. A pesar de todo, el alcohol los ayudó un poco a recuperar los ánimos.

- Este tipo de mierdas no pasaban cuando mi capitán estaba al mando del Valle del Sol. - Comentó Trunks hablando con nadie en particular, mientras apuraba un trago: - Tengo que matar esa puta traidora de Sorin o nunca volveré a estar tranquilo. -

Bryan miró a su alrededor y se dio cuenta de que estaban relativamente solos en la taberna, así que preguntó: - Entonces, Trunks. ¿Cuál es la querella entre tú y el bastardo de Sorin? -

Trunks lo miró unos momentos sin decir nada y continuó bebido, pero Bryan no insistió porque se daba cuenta de que la historia que estaba por oír no debía ser fácil de contar, ni siquiera para el Cazador de Monstruos. Trunks sólo habló cuando terminó su primer vaso de vino y se sirvió el segundo.

- Yo fui miembro del Falce Segador cuando no era más que un simple Espadachín Principiante. En aquellos días era un mocoso de quince años, pero el viejo capitán se ocupó de mí y me cuidó como un padre. Crecí junto a su hija, Anita y nos queríamos como verdaderos hermanos.

La vida de un mercenario es la de una espada de alquiler. La mayoría mueren muy jóvenes sin tener ni siquiera un sitio de enterramiento. Pero el Falce Segador fue lo más parecido a una familia que alguna vez tuve. El capitán era duro, sí, pero también era justo con todos nosotros. Y la vida era tan buena como podía serlo en estos lares olvidados por reyes y emperadores.

Sin embargo, todo se fue a la mierda cuando Sorin llegó.

Al principio parecía un sujeto confiable, fuerte y digno de admirar; por eso recibió un trato especial desde el día en que se unió. Debí haber sospechado en ese mismo momento, porque el capitán nunca confiaba en nadie que no se hubiese ganado el puesto a base de méritos. Pero Sorin era un mago de gran talento y eso hizo que ignorase todos mis instintos. También Anita lo admiraba bastante e incluso yo llegué a confiar ciegamente en él como si fuese un nuevo hermano. Ni siquiera protesté cuando el capitán anunció que le daría la mano de Anita a Sorin, para que fuesen una pareja en adelante y este fuese su sucesor cuando muriese.

Pero el objetivo de Sorin era controlar al Falce Segador en el menor tiempo posible y no pensaba esperar a que el capitán muriese de forma natural. No sé cómo consiguió convencer a un grupo de bárbaros para que viniesen aquí desde el gélido norte y le tendieran una emboscada al viejo capitán. Yo estuve ahí ese día. ¡Desde el principio nos superaban en número! ¡Y era evidente que alguien les había revelado todos nuestros movimientos!

El capitán murió a traición, Anita desapareció y yo mismo estaba seguro de que era mi fin.

Algún dios debió apiadarse de mi destino, porque desperté tres días después, cubierto por varios cadáveres de mis compañeros. Pero estaba vivo, aunque apenas podía moverme.

Y fue ahí, mientras trataba de salir de la montaña de cuerpos, que escuché la voz de Sorin. El desgraciado había venido a confirmar la muerte del capitán y estaba negociando con los bárbaros como si fuesen viejos conocidos. Así supe quién nos había traicionado.

Logré pasar desapercibido haciéndome el muerto, pero para cuando conseguí arrastrarme hasta un lugar habitable, mis heridas se habían infectado. Estuve al borde de la muerte por mucho tiempo y cuando finalmente conseguí volver a caminar, Sorin ya había tomado el completo control del Falce Segador e incluso invitó a una gran cantidad de nuevos miembros poderosos, seguramente enviados por el Templo de Idramón. La posición de ese bastardo estaba demasiado consolidada cuando yo regresé.

Aun así, traté de vengarme. Reuní a unos cuantos que éramos leales al viejo capitán e intentamos matar a Sorin en varias oportunidades. Pero en esa época yo era demasiado débil y terminamos derrotados en cada ocasión. Muchos de mis amigos perdieron sus vidas inútilmente, hasta que al final tuvimos que escapar para sobrevivir.

Entonces tomé la decisión de irme al Bosque Oscuro para hacerme fuerte y reunir más poder a mi lado. Permanecí varios años ahí. Sólo abandonaba el bosque durante el invierno para viajar al norte, donde habitan las tribus bárbaras. Me tomó mucho tiempo buscar entre esa inmensa cantidad de pueblos semi nómades, hasta que finalmente encontré a los responsables de emboscarnos y los cacé como los animales que son. No dejé vivos ni a las mujeres ni a los niños. Hoy en día me arrepiento de ello, porque al final sólo eran herramientas de ese bastardo traidor, pero simplemente no podía soportar que ellos siguieran existiendo.

Aun así, mi objetivo siempre ha sido y siempre será Sorin. Ese desgraciado tiene que morir y hace mucho que lo hubiese matado, si no fuese porque está protegido por muchos poderes terribles, como el Templo de Idramón. -

Bryan y Emily guardaron silencio por unos momentos mientras digerían la información. Ya habían imaginado un escenario muy parecido, pero saberlo era algo distinto. Finalmente fue Bryan quien dijo: - ¿Tienes algún plan? -

Trunks asintió: - No un plan en concreto, sino más bien una táctica. Mis amigos me han informado que alguien está presionando a Sorin para que se convierta en el primer poder del Valle del Sol en los próximos años. Eso los pondrá en conflicto con la Banda de Drakar y no me sorprendería que sufriesen pérdidas serias, incluso si ganan al final.

En alguna de esas luchas por el poder, la defensa alrededor de Sorin tendrá que reducirse. Entonces aprovecharé para matarlo. Ése es el motivo principal por el cual he regresado al Valle del Sol. ¡Esta vez no escapará! -

Todo ese tiempo, Trunks había hablado con un tono calmado, como si estuviese relatando la historia de un tercero que no tenía nada que ver con él. Pero Bryan y Emily podían ver claramente que, detrás de esa aparente indiferencia, había un odio de proporciones inconmensurables esperando la oportunidad para desatarse.

Bryan sabía lo que quería hacer, pero primero miró disimuladamente a Emily, pues ahora ella era su compañera más confiable y no pensaba dejarla fuera de esta decisión. La hermosa Archimaga sonrió discretamente para demostrar su aprobación, entonces Bryan también sonrió y dijo: - Pues bien, mi querido amigo, parece que podemos volver a unir fuerzas. Sorin se ha convertido en un jodido problema del que necesito librarme, así que te daré todo mi apoyo para matarlo. La muerte de esa rata ya es un hecho, simplemente es cuestión de cómo y cuándo. -

- “Cómo y cuándo” en efecto. - Respondió Trunks sonriendo con confianza y brindando junto con Bryan para sellar este nuevo pacto. Al Cazador de Monstruos tampoco se le había escapado la sutil mirada de su amigo dirigió hacia Emily unos instantes atrás. De modo que, después de beber unos tragos, se atrevió a preguntar: - Por cierto… ¿Qué pasa ahora entre ustedes dos? Según recuerdo esa dama era tu prisionera la última vez que nos vimos, pero ahora los veo caminando juntos con tranquilidad y bastante íntimos. ¿No quería matarte con una maldición, o algo así? -

Bryan soltó una carcajada de buena gana y respondió guiñándole un ojo: - A veces hay una delgada línea entre el amor y el odio… ¡Sobre todo entre mujeres y hombres! -

- Jajá, entiendo. ¡Salud por eso! - Respondió Trunks echándose a reír mientras se servía otro baso y brindaba alegremente.

- ¡Ya cállense, par de idiotas! - Resopló Emily un poco enojada y avergonzada por sus palabras, e hizo ademán de levantarse. Pero Bryan se movió rápidamente para sujetarla por la cintura y la obligó a sentarse a su lado, dejando bien en claro que eran amantes. La hermosa Archimaga protestó y le dio un buen pellizco para castigarlo, pero al final consintió en quedarse a su lado y finalmente también celebró con ellos durante un rato.

Poco después, cuando los ánimos se habían tranquilizado, el mismo mercenario llegó para avisarles que Dalibor ya había terminado y podían ir a verlo, luego se marchó a otro lugar. Entonces Bryan miró por la ventana de la taberna y vio a un curioso grupo de personas que acababan de salir del edificio principal y ahora avanzaban muy despacio por el camino.

Se trataba de una mujer de aproximadamente cincuenta años, con las vestiduras arrugadas y el cabello enredado. Detrás de ella caminaban dos esclavos, cargando en una camilla a un gordo desagradable, con calvicie incipiente, que vestía tan sólo una túnica y no dejaba de llorar como un perro apaleado. La nariz de Bryan incluso percibió un poco de olor a sangre.

- Trunks, quiero quitarme un mal sabor de la boca. - Dijo de pronto Bryan mirando al Cazador de Monstruos con frialdad: - ¿Tienes algún veneno que mate de forma lenta y dolorosa? -

- Eso depende. - Respondió Trunks sacudiéndose el humor del alcohol: - ¿Es para matar a un mago o tu objetivo es alguien que posee Aura de Batalla? -

- Una… persona. No, mejor dicho, una basura cualquiera. -

Trunks entonces miró en la misma dirección que Bryan y descubrió quienes se aproximaban por el camino. Rápidamente conectó los puntos y sacó una pequeñísima botella mientras decía: - Eso es más fácil. Esta mezcla de hongos hará que sufran durante varios días, hasta que la sangre les salga por los ojos. Estoy seguro que nadie por aquí conoce cuál es el antídoto, pero el veneno tiene que entrar en el torrente sanguíneo para funcionar. -

- Eso no es problema. - Respondió Bryan mientras tomaba cuidadosamente el veneno, pues estaba acostumbrado a usarlos. Luego se concentró bastante para conjurar dos Púas de Hueso extremadamente delgadas y las encogió todo lo que pudo con sus podres, hasta volverlas finas como agujas.

Bryan uso magistralmente su necromancia para mantener estas pequeñas púas levitando a la altura de su mano, a pesar de que normalmente habrían salido disparadas de inmediato. Y mientras tanto, las cubrió con el polvo que Trunks le había dado, de un modo muy disimulado.

- ¿Puedes ayudarme para que no me vean, querida? - Preguntó Bryan con discreción.

- Será un placer. - Respondió Emily, que para entonces ya había comprendido lo que su amante quería hacer. Normalmente ella sería la voz de la razón, pero el crimen que ese sujeto había cometido y el descaro de la esposa por haber querido vengarse, a pesar de saber lo que su marido hizo, la habían indignado hasta el límite. Emily susurró un conjuro de Magia Oscura alrededor de la mano de Bryan, de modo que nadie pudiera ver las púas levitando sobre su palma.

Los tres salieron de la taberna, caminado como si no sucediese nada, por el mismo camino que había tomado el grupo del violador castrado y su esposa histérica. Cuando estuvieron lo bastante cerca, Bryan hizo su movimiento.

Las dos Púas de Hueso, cubiertas por el veneno, volaron rápidamente y se clavaron profundamente en los cuellos de la pareja. Cuando la magia desapareció, las Púas de Hueso se desintegraron, destruyendo cualquier evidencia de lo sucedido, salvo unas pequeñas marcas, pero dejando el veneno en sus víctimas. La magia de Emily mantuvo la ilusión de que Bryan no se había movido en lo absoluto.

Por supuesto que la pareja comenzó a chillar, denunciando que alguien los había atacado mientras se llevaban las manos al cuello. Pero esos dos habían estado haciendo un berrinche insoportable durante horas y ninguno de los guardias alrededor llegó a notar nada. La pareja tampoco podía señalar quienes “supuestamente” los habían atacado. De modo que nadie les prestó la menor atención y los instaron a irse rápidamente.

Eso sí, unos instantes después, la pareja que se retiraba comenzó a toser de forma bastante audible y comentaron que se sentían mareados. Bryan, Emily y Trunks sonrieron maliciosamente sin decir nada, mientras se dirigían al edificio principal, donde el capitán Dálibor los esperaba. 

****

El edificio principal de la base de Drakar era una gran estructura en forma de bloque rectangular, dentro del cual había dos grandes cámaras continuas. Cada una poseía una serie de gradas de piedra para sentarse alrededor de un patio, en el centro del cual ardía un fogón central. De modo que todo tenía una apariencia que recordaba a dos salas de teatro cuadradas y robustas, construidas una junto a la otra.

La primera habitación servía como una especie de antesala. Sobre las gradas se juntaban pequeños grupos de mercenarios para conversar diversos asuntos, mientras que el patio se había convertido en algún tipo de campo de entrenamiento improvisado, en el que muchos guerreros curtidos se encontraban entrenando, ya fuese combatiendo entre ellos o golpeando objetivos. También había algunos magos, un poco apartados del resto, practicando magias de distinto tipo.

- Cuando yo vivía aquí, este sitio era utilizado como sala de reuniones para exponer nuestras estrategias de batalla. ¡Estos tipos de Drakar ni siquiera saben usar el espacio de forma eficiente! - Masculló Trunks con un tono que solamente Bryan y Emily pudieron escuchar.

De repente el vicecapitán Blaz, que se encontraba en uno de los grupos, dejó a sus compañeros y saludó con un tono irónico al Cazador de Monstruos: - ¡Bueno, pero si es Trunks! ¡¿Qué te trae por aquí, pedazo de mierda?! -

- ¡Blaz! ¡Cuánto tiempo sin verte, hijo de puta! ¡Te veo mucho más fuerte ahora! ¡¿Pero cómo es que Sorin sigue con vida?! ¿Ya no quieres vengarte por lo que te hizo? - Respondió Trunks sin enojarse realmente, pero utilizando el mismo tono socarrón que el vicecapitán.

- ¡Yo nunca tuve que escaparme de ese maricón bastardo con la cola entre las piernas, después de que me dieran una paliza, Trunks! - Exclamó Blaz con una sonrisa cruel.

- ¡Hay una primera vez para todo, Blaz! ¡Ya te tocará hacerlo! - Respondió Trunks devolviendo la sonrisa.

- ¡Bésame el culo, Trunks! -

- ¿Qué pasa, Blaz? ¿Quieres que te regale un cuadro mío calato? Si no es así, ya deja de perder el tiempo hablando conmigo y llévanos con Dalibor. ¡El día no se detiene! - Dijo Trunks burlándose.

- ¿Tienes cuadros tuyos en pelotas? - Preguntó Blaz reprimiendo una carcajada.

- Si, pero Sorin ya me los pidió todos. - Respondió Trunks sarcásticamente.

- ¡Vamos de una vez! -

Blaz los condujo hacia la segunda cámara, que estaba casi vacía…. en cierto modo.

En el centro de la sala había un hombre musculoso de casi dos metros de altura, pero con una apariencia tan salvaje, que más bien parecía un hibrido de oso y humano. Llevaba el pecho desnudo, mostrando unos pectorales muy marcados, como si fuesen más bien una armadura de metal, antes que carne o músculos. Sobre la espalda estaba sosteniendo un pedrusco cuatro veces más grande que su propio cuerpo y lo utilizaba para hacer sentadillas como si fuese una simple pesa de entrenamiento. El suelo temblaba cada vez que el tipo daba un salto, pero no parecía tener el más mínimo problema para moverse.

Cuando los vio llegar, el gigante dejó de hacer sus ejercicios y arrojó el inmenso pedrusco a un lado con una facilidad absurda, cual si fuera de un fardo de paja. Pero el estruendo que provocó al estrellarse contra el suelo fue suficiente para demostrar que no se trataba de ninguna falsificación. Luego el tipo recogió un paño del suelo y comenzó a sacarse los ríos de sudor que caían desde su cuello. Finalmente tomó sus prendas, las cuales tenían varios objetos rústicos tallados, hechos con huesos, dientes o trozos de madera, similares a amuletos, y con runas mágicas resplandecientes que habían sido grabadas en la superficie.

Este tipo usa Magia Salvaje” Pensó Bryan en cuanto lo vio.

La magia que los humanos utilizaban se basaba principalmente en utilizar Fuerza Mental para controlar, desatar y producir fenómenos mágicos. Solía clasificarse usando los niveles como el de Adepto o Archimago. En cambio, la “Magia Salvaje” era aquella que existía previamente a ese sistema, cuando los “magos” propiamente dichos no estaban claramente definidos y se utilizaba el poder mágico que existía naturalmente en el interior del cuerpo.

Podría decirse que el sistema mágico con Fuerza Mental era similar a una persona que comía utilizando platos y cubiertos, poniendo la mayor cantidad de distancia posible entre el comensal y el alimento. En cambio, usar la Magia Salvaje sería como comer usando directamente las manos. Era una metáfora un poco burda y simplista, pero fácil de entender.

La Magia Salvaje actuaba directamente sobre el cuerpo del usuario para funcionar y era naturalmente impredecible, de modo que nunca se podía saber con exactitud lo que ocurriría al usarla, incluso si uno tenía un maestro que ya hubiese experimentado con ella.

Un ejemplo de Magia Salvaje sería la que utilizaban los Druidas. Estos elfos básicamente se fusionaban con los poderes del bosque para transformarse en entidades de la naturaleza y al final se convertían en otra especie diferente. Su tasa de éxito era mucho más alta debido a que eran asistidos por el poder de sus dioses y el enorme conocimiento que poseían gracias a su longevidad.

Pero en los humanos era cada vez más extraño que alguien practicase la Magia Salvaje también conocida como la Magia Antigua. Esto se debía a que nueve de cada diez personas que intentaban dominarla acababan muriendo por diversos motivos o se trasformaban en monstruos aberrantes, sin racionalidad. Normalmente a estos usuarios solamente se les encontraba entre los pueblos más bárbaros y primitivos, donde cosas como la lectura o el conocimiento académico eran una rareza.

El signo característico de un usuario de Magia Salvaje era el empleo de múltiples amuletos mágicos o tatuajes, que los ayudaban a utilizar sus poderes. Así fue como Bryan lo reconoció. 

Dalibor, capitán de la banda mercenaria de Drakar, era claramente de origen bárbaro. La presión que ejerció cuando dirigió su mirada hacia ellos era terrible y sólo podía provenir de un guerrero que se a abierto paso a través de océanos de sangre y violencia. La más afectada por esta presión fue Emily, que, aunque era muy poderosa por derecho propio, no era alguien acostumbrada a ese tipo de presencia, tan salvaje e incivilizada.

Bryan entonces dio un paso adelante, para colocarse entre la Archimaga y Dalibor. El Capitán de la banda de Drakar fijó entonces su presión sobre él, pero este le devolvió el gesto con una mirada fría y sin emoción, revelándole claramente que también era un monstruo al que no debía provocar.

Dalibor sonrió como si hubiese escuchado algo gracioso y habló empleando una voz extremadamente ronca: - ¡Bienvenidos! Lamento haberlos recibido con estas fachas, pero tuve que escuchar a una gallina cacarear durante horas y necesitaba hacer un poco de ejercicio para desestresarme. - Luego se fijó directamente en el Cazador de Monstruos y preguntó: - ¿Qué te trae por aquí, pequeño Trunks? -

- Salve, Dalibor. - Respondió Trunks mirando al gigante ligeramente sorprendido y con curiosidad: - Por tu físico puedo decir que ya eres el Berserker más poderoso que jamás se haya visto. ¿Acaso has conseguido una tercera fase del legendario Frenesí? -

Así que es un Berserker.” Se dijo Bryan mientras intentaba mantener una expresión indiferente: “Creo recordar que son guerreros capaces de entrar en un estado momentáneo de intensa locura homicida, mientras que sus cuerpos se vuelven prácticamente invulnerables. Sin embargo, muy pocos pueden soportar la trasformación sin quedar dementes de forma permanente. Además, el número de veces que pueden entrar en ese estado suele ser una vez al día y sólo durante unos minutos, los más poderosos pueden hacerlo dos veces y hay leyendas que hablan de algunos sujetos terroríficos que fueron capaces de hacerlo tres veces en un mismo día. Si Dalibor es uno de ellos… es alguien a quien no conviene que antagonice.

Dalibor, sin embargo, simplemente sonrió de forma extraña y no contestó la pregunta de Trunks. En cambio, miró a Bryan y le habló por primera vez:

- ¿Tu eres el tipo que casi mató a Sorin? -

- Soy yo. - Respondió Bryan asintiendo: - ¿Cómo puedo ayudarte, capitán Dalibor? -

- Hay un par de asuntos que quiero discutir contigo. - Respondió Dalibor como si no fuese nada digno de importancia: - Pero primero quiero ver si puedes sobrevivir a uno de mis golpes… ¡Para ver si vales pena! -

Y acto seguido, Dalibor se movió con la fuerza y velocidad de una explosión, mientras arrojaba uno de sus gigantescos puños directamente contra el rostro de Bryan y este, a pesar de todos sus poderes y habilidades, fue tomado completamente por sorpresa.

Cuando reaccionó e intentó esquivar, descubrió que algún extraño poder le impedía cualquier otro movimiento que no fuese el de avanzar y también supo que el poder del golpe de Dalibor era suficiente para arrancarle la cabeza de cuajo.

Vas a morir si no peleas.” Dijo una voz en su interior.

En apenas unos microsegundos, la Esencia Mágica se despertó en su interior como una serpiente lista para atacar y Bryan se abalanzó contra Dalibor mientras sus puños se cubrían con la llama purpura del Fuego-Glacial Místico. 

Dalibor el Berserker

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú, donde continuamos con un gobierno ilegítimo e ilegal.

Para la primera parte de este capítulo me inspiré mucho en un lugar de mi propia ciudad, el emporio de Gamarra, donde usualmente trabajan todos aquellos que tienen algo que ver con ropa. El lugar es un auténtico laberinto de tiendas, con multitudes y todo tipo de eventos; peligroso, pero al mismo tiempo fascinante.

La conversación original entre Bryan y Emily acerca de Phoebe era demasiado infantil, así que la cambié por completo. Fue bastante difícil porque, aunque me gusta el género Harem, no lo encuentro lógico y me cuesta encontrar frases que suenen coherentes para justificarlo. La infidelidad no es cosa de broma, así que me cuesta ser ligero al respecto. Además, se supone que Emily es una aristócrata, así que no puede emplear los mismos términos que una persona común. Espero que el diálogo haya quedado creíble y al mismo tiempo aceptable.

La escena inicial de Trunks cayendo del tejado y el diálogo con Bryan fue modificado y alargado para que fuese más creíble. En el original la mantícora está con ellos, pero yo decidí retirarla, porque no tenía sentido que dejasen a Trunks meter a ese bicho en el pueblo.

La descripción de La Gran Caverna que es la base de los mercenarios de Drakar fue enriquecida por mí para darle un mejor contexto, mucho más fantástico. Y también explicar por qué motivo todos quieren vivir ahí.

En la novela original, Trunks le cuenta toda la historia de su pasado a Bryan durante el camino a la base de Dalibor, a pesar de que eso se contradice con su deseo original de hablar en privado. No tenía asentido, así que realice 3 grandes cambios para extender toda esa circunstancia.

El primero fue inventarme el caso de la mujer reclamando por el destino de su esposo violador. Esto ayuda a reflejar la dura realidad que vivían los pueblos antiguos, pues está basado en eventos históricos de la Europa precristiana y en algunos que actualmente suceden en países orientales como la India o Pakistán. Lamentablemente eso es una realidad. Yo lo presento de un modo más o menos irónico, para que no suene tan morboso, pero también para dar esa sensación de “estas cosas espantosas son algo cotidiano en el mundo donde está Bryan”. También cumple el doble objetivo de hacernos sentir que el difunto capitán de Trunks habría evitado esto y que la vida era mucho mejor en todo el Valle cuando él estaba al mando.

Lo segundo que hice fue agregar muchos más detalles a la historia de Trunks para hacernos simpatizar más con él. Esto solo pude conseguirlo después de haber extendido la historia hasta la taberna. Quería que el evento fuese desgarrador, pero concentrándose más en la acción de Trunks durante su pasado. Porque él se nos describe como un sujeto muy rudo y alguien como él no perdería tiempo sintiendo, sino que actuaría. En lugar de “pobrecito” deberíamos sentir “se metieron con el tipo equivocado”. Creo que lo conseguí, la historia es triste, pero también emocionante. También nos explica bien el motivo por el cual Trunks se especializó tanto en cazar monstruos solo durante tanto tiempo, pues seguramente estaba evadiendo a los asesinos de Sorin, mientras que no dejaba de fortalecerse.

La tercera parte es la celebración entre los amigos y el asesinato del violador mediante el envenenamiento, lo cual ayuda a cerrar de forma satisfactoria un suceso desagradable y también nos demuestra que los tres (Trunks, Emily y Bryan) son personas igualmente capaces de ser crueles con quienes despiertan su ira. Aquí me esforcé en encontrar un modo para que Bryan matase a esas personas sin ser descubierto por los mercenarios, pero que no pudiese volver a utilizar por segunda vez, porque entonces uno pensaría “por qué Bryan no hace lo mismo con otros enemigos suyos”. En este caso Trunks es quien provee el veneno que es único, y además sus víctimas no poseen ni magia ni Aura de Batalla.

Finalmente, el cambio más importante fue inventarme lo de la Magia Salvaje. Es algo que estuve pensando durante mucho tiempo, porque Ni Can Tian nos presenta primero un mundo donde hay Magos de la Luz, Magos de Oscuridad, Magos de Fuego, etc. Pero de vez en cuando nos saca cosas como los Druidas, los Berserker y los Chamanes Troll. ¿Cómo entran ellos en el sistema de magia? ¿Cómo se clasifican? La solución fue este invento, y el ejemplo de diferenciarlos como “comer con cubiertos” y “comer directamente” es algo que se me ocurrió en el último momento, pero que me pareció apropiado. Espero que les gustase.

El intercambio de diálogos sarcásticos entre Blaz y Trunks pretenden ser parecidos a los que tendrían un par de soldados del mismo rango que se encuentran para fastidiarse. Espero haber tenido éxito al representarlos así.

Las imágenes fueron muy difíciles de conseguir. Los Berserker son guerreros del ideario escandinavo, pero no encontré ninguno que me convenciese lo suficiente y que además estuviese con el torso desnudo como nos lo presenta Ni Can Tian en esta escena. Admito que el que yo escogí recuerda más a un guerrero indígena de américa, si uno presta mucha atención a los detalles. Pero el nombre original que el autor le daba a este berserker era Laureton, un nombre que no parece nórdico ni a balas, así que creo que yo puedo permitirme esta pequeña licencia.

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Nos vemos en el siguiente capítulo.