66 La Cueva de los Espectros

Justo cuando Bryan sentía que había logrado su objetivo y se preparaba para aceptar la invitación, otro enano se aproximó e interrumpió de repente: - ¡Bennett, que estás haciendo! ¡¿Acaso olvidas que nuestro patriarca ha prohibido la entrada de humanos en nuestra aldea?! -


- ¡Pero Benson, acaba de salvarnos la vida! ¡Una deuda como esa no debe pagarse únicamente con palabras! ¿Acaso olvidas que sin su ayuda esos troles nos habrían asesinado? - Bennett miró al enano que había hablado y respondió.


- ¡Estos de acuerdo contigo, en serio! ¡Pero es preciso pedir primero la aprobación del patriarca antes de llevar a un desconocido a nuestro pueblo o seremos castigados! - Argumentó Benson obstinadamente.


- No se preocupen, nobles enanos. Lo último que deseo es causarles complicaciones con los suyos. Si mi presencia es motivo de disputa, prefiero declinar la invitación esta vez. Me siento honrado de haberlos conocido y más aún de haber podido asistirlos en su lucha. Últimamente estaré recorriendo estos lares en busca de aventuras, así que bien podríamos encontrarnos nuevamente. Adiós. - Bryan se dio cuenta de que no convenía precipitarse a la hora de tratar con estos enanos porque eran desconfiados por naturaleza y no iba a ganarse su confianza o amistad en un primer encuentro. Era más prudente retroceder ahora e intentarlo después.


- Querido benefactor, te pedimos disculpas por este trato. Por favor acepta este odre de cerveza que nosotros elaboramos y considéralo un gesto de nuestra gratitud. Espero que puedas perdonarnos. - Bennett sacó un pellejo de cuero de cabra lleno del preciado licor y se lo entregó a Bryan mientras le hablaba claramente apenado.


En realidad, Bryan hubiese preferido mil veces que forjaran un arma para él, pero se guardó muy bien de expresar ese pensamiento. Sonrió y aceptó la cerveza con una actitud respetuosa y luego se marchó junto con su Pequeño Esqueleto.


Si su magia demoníaca hubiese llegado hasta el nivel del “Reino de los Demonios Verdaderos” podría refinar armas mágicas por su cuenta, pero por ahora tendría que depender de otros sí quería obtener una hoja decente. Por eso le convenía que los enanos lo hicieran por él.


Existía un tesoro mágico conocido como el Desgarrador Sombrío. Su diámetro oscilaba entre el medio metro, de modo que no llegaba a ser tan larga como una espada larga, pero superaba en tamaño a una daga. Se trataba de una hoja recta de doble filo, perfecta para apuñaladas rápidas y letales, aunque sus bordes increíblemente afilados también permitían que realizase cortes perfectos. 


El Desgarrador Sombrío era perfecto para matar a cualquier enemigo por si solo, pero su tamaño lo hacía también idóneo para usarse en combinación, ya fuese con un escudo o con una espada más larga. De hecho, en las memorias de Chu Can Lan había también un sentimiento remanente, que podría ser interpretado como “temor” hacia los guerreros que combatían usando la letal combinación de espadas larga y corta, siendo esta última el Desgarrador Sombrío.


Pero lo más aterrador de esta arma no eran sus características físicas. El Desgarrador Sombrío era un tesoro mágico vinculado directamente a la voluntad de aquel que realizase el encantamiento para crearlo. 


Que el mago dominase perfectamente la Asimilación de Tesoros Mágicos y tuviese una comprensión perfecta de la Ley de Eficiencia de Objetos Encantados era crucial para su elaboración, pero si tenía éxito, entonces obtendría un arma capaz de desatar increíbles poderes en combate. Si su dueño lo deseaba, el Desgarrador Sombrío podía volar a una velocidad vertiginosa, amputando extremidades, degollando o apuñalando en el corazón a sus enemigos con absurda facilidad. Era un arma increíblemente aterradora que Chu Can Lan se había asegurada de guardar en su memoria.


Cuando un mago demoníaco quería crear algo semejante, lo usual era aplicar una gran cantidad de Esencia Mágica directamente sobre los minerales necesarios y luego realiza run complicado encantamiento. En ese momento Bryan no tenía las habilidades ni la Esencia Mágica suficiente como para crear un Desgarrador Sombrío desde cero, pero si se creía capaz de encantar un prototipo hecho por un tercero y luego refinarlo lentamente. 


Por eso quería la ayuda de los enanos y sus habilidades como maestros forjadores. Estaba seguro de que ellos podrían hacerle un arma base que luego podría refinar con magia para que le sirviese hasta que, cuando sus poderes se desarrollaran, pudiera ir perfeccionándola hasta conseguir al Desgarrador Sombrío perfecto.


“Bueno, por ahora es mejor tener paciencia.” Se dijo a si mismo Bryan mientras caminaba de vuelta: “Ya habrá tiempo para conseguir que los enanos me fabriquen esa arma. Mientras tanto, creo que hay otros encantamientos malvados que puedo ir practicando con mis poderes actuales. Cualquier ventaja es buena, y hay una en particular que realmente me gustaría obtener cuanto antes.” 

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Después de regresar al Cementerio de la Muerte, Bryan se puso a buscar un terreno que sirviera a sus propósitos, hasta que encontró una parcela vacía muy cerca del foso rodeaba la muralla exterior. 


Había fragmentos de huesos esparcidos por todo el suelo, el cielo estaba envuelto en una gruesa y espesa capa de nubes grises, los rayos solares nunca llegaban a tocar al Cementerio de la Muerte o sus alrededores gracias al encantamiento que lo mantenía oculto y Bryan sentía que la tierra negra, junto con la espesa aura de melancolía que la inundaba, era muy adecuada para las Criaturas Oscuras de los Necromantes.


- ¡Almas de los guerreros caídos, escuchen la llamada del heraldo oscuro y revelen su existencia! - Bryan recitó un encantamiento y varios Guerreros Esqueléticos comenzaron a materializarse lentamente uno tras otro. Cuando tuvo cinco, sintió que su Fuerza Mental comenzaba a agotarse un poco, así que detuvo la invocación.


Era cierto que sus poderes necrománticos se habían incrementado considerablemente en comparación a sus principios, pero todavía tenía muchas limitaciones. El poder de un Necromante podía medirse tanto por el número como por la calidad de Criaturas Oscuras que era capaz de invocar y controlar eficazmente. En ese momento sólo podía manejar un total de seis Criaturas Oscuras incluido a su Pequeño Esqueleto negro.


Después de liberar su magia, Bryan dio unas cuantas órdenes para que sus esqueletos se pusiesen a excavar lentamente una serie de agujeros y surcos en el suelo usando sus dagas.


En un principio estos trabajos parecían aleatorios, pero vistos desde arriba uno podría notar que cada agujero estaba conectado al resto con uno o más surcos de forma predeterminada con un surco central que los conectaba a todos y dividía la obra de forma simétrica. Bajo la guía de Bryan los guerreros esqueletos continuaron con su trabajo, esculpiendo el terreno hasta que todo el conjunto comenzó a adquirir la forma de un rostro fantasmal de al menos seis metros de diámetro. Cada agujero formaba la nariz, ojos y los oídos de un ser aterrador con una expresión claramente siniestra y malvada.


Esta era "La Cueva de los Espectros", una matriz de magia demoniaca contenida en los recuerdos de Chu Cang Lan que servía para la creación de siervos oscuros o entes al servicio del hechicero que la construyese. 


Para utilizarla el mago debía tomar el control de 18 fantasmas e introducirlos al mismo tiempo dentro de los agujeros. Una vez ahí, la magia de la matriz forzaría a los fantasmas a destruirse y devorarse mutuamente en un terrible combate por cada uno de los agujeros y surcos, hasta que solamente quedaran los tres más poderosos. Esos tres serían trasformados y refinados para convertirse en “Espectros Originales”.


Pero el proceso no era rápido. “La Cueva de los Espectros” tenía que funcionar durante 36 días como mínimo y durante todo ese tiempo estaría absorbiendo el Poder de la Oscuridad del cielo y de la tierra. Para mantenerla funcionando, Bryan tendría que alimentar cada día a la matriz con tres gotas de su propia sangre fresca e introducirle parte de su Esencia Mágica. Gracias a eso, cuando los “Espectros Originales” estuviesen listos, tendrían un vínculo mental directo con su creador.


Un Espectro Original tenía el poder de invadir los cuerpos de sus oponentes silenciosamente y una vez dentro podían consumir automáticamente la sangre y vitalidad de su enemigo.


Según los recuerdos que Bryan había discernido hasta el momento, los Espectro Originales pertenecían un grupo de entes denominado “Generales Espectrales”. Los magos demoniacos podían refinar hasta cuatro tipos, dependiendo de su poder y grado de maestría en la magia. La fuerza de estas criaturas variaba de acuerdo con su jerarquía y se dividían respectivamente en: Espectro Original, Espectro Oscuro, Espectro Místico y Espectro Supremo


De entre estos cuatro, los Espectros Originales eran en realidad los más débiles tanto en poder ofensivo como en habilidades especiales y por eso también eran los más fáciles de crear. La única dificultad era encontrar un lugar donde se concentrase el poder de la Oscuridad del cielo y la tierra, sobre el cual construir la matriz. Pero por suerte eso era algo que abundaba de forma natural en el Cementerio de la Muerte. Después simplemente había que soportar la incomodidad de estar cediendo sangre regularmente.


Por supuesto que eso también significaba que los Espectros Originales eran bastante vulnerables a muchas cosas. El poder del fuego o el hielo era bastante dañino para ellos y había otras magias especiales que podían destruirlos. Tampoco podía confiar demasiado en su habilidad ofensiva principal de invadir el cuerpo de otros, porque, si su enemigo era lo bastante fuerte, sería capaz de destruirlos desde el interior de su cuerpo.


Sin embargo, con su poder actual, Bryan solo podía refinar a los Generales Espectrales más débiles. Además, incluso si tuviese los medios para intentar refinar a un Espectro más poderoso, como el Espectro Místico, no conocía el método para hacerlo porque esos recuerdos seguían bloqueados.


Pero a Bryan no le interesaban estas criaturas por su poder ofensivo. Lo que él quería era utilizarlos principalmente como herramientas de exploración y como un último recurso contra sus enemigos, si alguna vez se encontraba en una batalla difícil, pues la invasión de los Espectros Originales seguramente desconcentraría a su oponente lo suficiente como para que Bryan pudiese hacer un movimiento que le diese la vuelta al combate o aprovechar la oportunidad para escapar. Y si el enemigo era demasiado débil, entonces la invasión de los Espectros Originales sería una forma interesante de deshacerse de alguien que se hubiera ganado su odio.


Cuando la “Cueva de los Espectros” estuvo terminada, Bryan retiró a los Guerreros Esqueléticos. Ahora su plan era utilizar la esfera verde que servía como llave del Cementerio de la Muerte para entrenar su Fuerza Mental, tal como lo había hecho con anterioridad. Y así lo hizo durante toda la noche.

****

En el segundo día, Bryan utilizó casi todos sus poderes mágicos para invocar a dieciocho “Apariciones” e introducirlas en la matriz.


Las Apariciones eran Criaturas Oscuras que se parecían mucho a los “Fantasmas” que Bryan conocía por las memorias de Chu Cang Lan y parecían compartir la misma naturaleza. Con su dominio de la Necromancia Bryan no necesitaba aventurarse en una interminable cacería de fantasmas, porque con un simple conjuro podía procurarse sustitutos adecuados. Esta era una afortunada coincidencia en la que los poderes mágicos de este mundo se complementaban con su magia demoniaca.


En cuanto las dieciocho Apariciones ingresaron dentro de la “Cueva de los Espectros” un viento frío comenzó a soplar con fuerza por todo el entorno y el ambiente gélido que imperaba por todo el Cementerio de la Muerte pareció converger en la matriz. La concentración del poder de la Oscuridad en el entorno había excedido en gran medida las expectativas iniciales de Bryan.


En ese momento recordó de pronto que tanto la Necromancia como la Magia Demoniaca eran poderes que caminaban por el sendero del mal. Y aunque parecían tener muchas diferencias, ambas eran consideradas como disciplinas nefastas por muchos en sus respectivos mundos. No era extraño que tuviesen cosas en común y por eso, cuando combinaba ambos poderes, obtenía coincidencias inesperadas que le permitían ahorrarse mucho esfuerzo o conseguir resultados en la mitad del tiempo que hubiese necesitado si sólo dominase una de esas magias.


Cuando la Cueva de los Espectros hubo absorbido una cierta cantidad de poder oscuro, comenzó a brillar, retorcerse y cambiar constantemente de tal modo, que la figura del rostro fantasmal parecía tener vida propia. De todos los agujeros comenzó a emanar una humareda de un color intensamente oscuro.


Al ver esto Bryan supo que la Matriz se había activado por completo y que todas sus suposiciones eran correctas. Las “Apariciones” funcionaban perfectamente como sustitutos de los “Fantasmas” y comenzarían a transformarse. Entonces se mordió el dedo índice y dejó caer tres gotas de sangre fresca sobre la matriz mágica, luego comenzó a infundirle su Esencia Mágica.


De inmediato las dieciocho Apariciones comenzaron a emitir gritos espantosos y entraron en un violento frenesí que las forzaba a destruirse unas a otras. Durante los siguientes días continuarían combatiendo y devorándose entre sí para poseer las gotas de sangre.


- Está listo. ¡Sólo necesito ser paciente y dentro de 36 días tendré Espectros Originales! – Exclamó Bryan satisfecho mientras contemplaba su obra y giró la cabeza para mirar a los guerreros esqueléticos que se mantenían en espera detrás de él. Entonces noto que el Pequeño Esqueleto que había refinado parecía estar mirando la “Cueva de los Espectros” como si algo le llamase la atención. De pronto comenzó a caminar hacia la matriz sin que se le diera ninguna orden y se sentó muy despacio junto a uno de los agujeros con las piernas cruzadas y en una extraña postura con la que casi parecía estar…


“¿Esta?... ¡¿Está disfrutando?! ¡¿Cómo es posible?!”


Bryan estaba atónito. Todo lo que sabía le decía que era imposible que una Criatura Oscura manifestara una sensación tan compleja como el “placer” y estaba a punto de usar su Fuerza Mental para obligarlo a alejarse de la matriz demoníaca; pero en ese momento algo en su interior comenzó a trasmitirle la alegría del Pequeño Esqueleto, sorprendiéndolo de nuevo. Se quedó mirando pasmado a la Criatura Oscura que reposaba relajadamente frente a la “Cueva de los Espectros”.


Después de un buen rato Bryan seguía sin entender lo que estaba pasándole a su esqueleto. Pero observó con detenimiento el flujo de energía mágica dentro de la matriz y comprobó que seguía funcionando como se suponía. Las Apariciones continuaban luchando entre sí intentando destruirse, sin que la presencia de la criatura les afectase. Finalmente, Bryan sacudió la cabeza y murmuro para sí mismo: - Este Pequeño Esqueleto se está volviendo cada vez más extraño. Pero no parece que su presencia afecte negativamente a la matriz demoniaca. ¡Qué diablos, lo dejare ahí! -


Bryan se dirigió al interior del Cementerio de la Muerte con la intención de ponerse a estudiar el libro que acababa de obtener de la biblioteca. Se ocuparía de dos frentes al mismo tiempo y avanzaría de forma simultánea con su magia demoniaca y la necromancia.

La Aparición, una Criatura Oscura que reemplazará a los Fantasmas

Nota del Traductor

Hola a todos soy acabcor de Perú. Donde celebramos por cualquier cosa si hay música, Pisco y buena cerveza involucrados. Y esta versión fue reeditada el 31 de mayo del 2021.

 

En este capítulo tuve muchos problemas para describir el Desgarrador Sombrío, porque el original es muy poco claro. Para empezar, Ni Can Tian lo llama Filo Asesino de Demonios, pero ese nombre no tiene sentido porque el que lo usa técnicamente es un Demonio. Además, era muy largo. Por eso lo cambié por uno más corto. Creo que fue algo mejor.

 

Luego estaba el problema de la descripción física. El original es muy vago y al principio yo me inspiré en la punta de un arma Celta, pero luego me pareció que fue algo sin sentido por cómo el protagonista lo usa después. Así que al final me basé más en un Gladio, la espada romana, que ha sido considerada como la más letal de toda la historia en el sentido de que ha matado más personas que ninguna otra. No es que sea demasiado superior, sino que es muy práctica, por eso se usado muchísimo.

 

Luego tuve que lidiar con la descripción de la matriz demoníaca. En la novela original la denominan “formación”, que es un término muy ambiguo y su descripción tampoco es clara. Así que tuve de deducir la mayoría de la información al respecto.

 

Básicamente cuando los chinos hablan de matrices se refieren a esos diagramas o dibujos geométricos que se suelen colocarse en el piso o en una pared para hacer una magia más compleja. Algo así como los círculos de trasmutación en Full Metal Alchemist (Recomiendo mucho esa serie, sobre todo Brotherhood).

 

Las matrices varían en formas y propósitos, pero en esencia son lo mismo, porque concentran magia o poderes de un modo particular para lograr un resultado particular. Así que asumí que la “Cueva de los Demonios Originales” (ese era el nombre original) era una de esas, solo que súper extrema y muy malvada.

 

Al final, después de analizar la descripción de las criaturas creadas, decidí que simplemente no parecen demonios propiamente dichos sino otra cosa. Son básicamente sirvientes malvados. Por eso pensé ¿recuerdo a algún sirviente malvado que me sirva para esta descripción? Y así recordé: Los Nazgul, los 9 Espectros del Anillo. De ahí que modificara todo para adaptarlo más bien a la palabra “Espectro”.

 

A veces me cuesta mucho encontrar el término correcto. Hay veces que leo términos tan imposibles como “Luz Negra” o “Viento Oscuro” y no puedo evitar pensar… ¡La luz no puede ser negra, estas describiendo una sombra! o ¡El viento no tiene color! ¿O quieres hablarme de un gas extraño? Jajajaja, sé que me paso un poco, pero no puedo evitar ser quisquillosos con los detalles.

 

En esos casos simplemente hablo de un “resplandor ominoso” o una “ventisca perniciosa”.

En este caso particular, reemplacé “viento negro” por “humareda negra”, que tiene más sentido en mi opinión.

 

Otra cosa que tuve que reemplazar fue el nombre “Ki de tipo Yin” por “Poder de la Oscuridad”. Sé que la novela, el prota y sus poderes son chinos, pero no suena bien en este contexto. Yin significa oscuridad y Ki es energía así que realmente estoy traduciéndolo casi literalmente. De ese modo parece que hablo de algo mágico y prohibido, en vez de un ejercicio de Thai Chi.

 

Por último, está el lenguaje formal que el protagonista o los personajes a su alrededor suelen usar cuando no hay mucha confianza entre ellos. Puede ser que suene demasiado cortés, pero recuerden que en épocas antiguas los modales eran lo más importante, porque si no los usabas te mataban.

 

Si alguien te preguntaba “¿Qué opinas de esta señorita?” y tu respondías “Es una chica muy amable” … ¡Estabas frito! Porque para ellos hablar con tanta confianza de alguien que no fuese tu esposa o tu hija era lo mismo que llamarla prostituta. Y si tú decías “¡Yo no quise decir eso!” el otro respondería “¡Me estas llamando mentiroso!”. Así que no había otro modo de resolverlo que un juicio por combate o duelo a muerte.

 

Suena ridículo hoy en día, pero así eran las cosas hace sólo 200 o 300 años.

 

Decidí reflejar esta realidad un poco para darle un toque especial al texto. Cuando Bryan no hable de forma cortés, es porque está con gente con quien tiene confianza o con alguien a quien quiere insultar deliberadamente. El estilo lo saque principalmente del Señor de los Anillos, donde por suerte hay enanos y muchas frases referentes a ellos.

 

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Nos vemos en el siguiente capítulo.