218 La Llamada

La Casa de Menlo había ocupado el extremo septentrional del Valle del Sol, en un intrincado paraje rocoso y elevado, con algunos árboles escuálidos y que era muy difícil de transitar en invierno, debido a la acumulación de nieve.

Su base principal estaba protegida por una poderosa matriz defensiva, pero para controlar su irregular y extenso territorio, la Casa de Menlo tuvo que construir varias fortificaciones pequeñas. La mayoría eran simples empalizadas de madera, pero las principales si fueron reforzadas con muros de piedra. Estas últimas, sin embargo, no eran el objetivo de los Cancerberos esta noche.

Todas estas empalizadas estaban dispersas entre las montañas y frente a los lugares que eran habitables, como las cuevas o alguna que otra mina improvisada. Muchos de estos ambientes habían sido excavados y modificados para convertirse en los depósitos donde se almacenaban armas o productos, pero como el exterior era de madera, debería ser posible quemarlos.

Bryan esperaba encontrar dos o tres incendios, pero su sorpresa fue grande al darse cuenta de que más de una docena de fortificaciones estaban en llamas y las columnas de humo se elevaban como si fuera el día del fin del mundo. Cuando descendió un poco, pudo ver que había varios cadáveres de mercenarios esparcidos por muchos lugares, junto a los de unos guerreros desconocidos.

Volviendo a elevarse para ver mejor, Bryan confirmó que el grado de destrucción era bastante elevado. Demasiado para lo que sus mercenarios deberían poder hacer, incluso aunque todos fuesen Caballeros Veteranos.

¿Es posible que un tercer involucrado haya tenido algo que ver con esto? Espero que mi gente esté bien.” Pensó Bryan preocupado mientras enfocaba su oído para captar cualquier sonido sospechoso. Finalmente detectó lo que estaba buscando: el inconfundible ruido de pisadas que se movían sigilosamente en la nieve.

Tenía que reconocérselo a Trunks, era el mejor infiltrándose en un terreno complicado mientras llevaba a otros consigo. Los mercenarios se movían a sus órdenes como una sola unidad, empleando técnicas especiales para borrar las huellas de sus botas. La mitad de ellos se dedicaban a colocar las Armas de Falce Segador cuidadosamente en el terreno o incluso en los cadáveres de los mercenarios de Menlo, de tal modo que su presencia pareciese accidental. El resto llevaba sacos repletos con el botín que ya habían obtenido y estaban rapiñando todo lo que podían de un modo bastante metódico, dejando de lado todo aquello que pudiese retrasarlos en caso de que tuviesen que retirarse rápidamente, sin importar su valor. Todo eso implicaba bastante autodominio y disciplina.

Viendo que sus mercenarios parecían estar bien, Bryan suspiró aliviado. Pero repentinamente sus oídos percibieron otro sonido de pasos a la distancia, que eran muy diferentes. Para empezar, no hacían esfuerzos para ocultarse, sino todo lo contrario. Además, se escuchaban bastante pesados.

Muy pronto los vio bajando por las montañas. Se trataba de varios Guerreros de la Casa de Menlo que evidentemente venían atraídos por el incendio. Sus movimientos tenían que ser cuidadosos, porque estaban moviéndose entre la nieve helada y resbalar podía significar la muerte, por eso su velocidad se veía un poco reducida. Pero era evidente que se traba de tropas de élite y no pasaría mucho antes de que se encontraran con el grupo de los Cancerberos.

De modo que Bryan descendió rápidamente y aterrizó al costado del Cazador de Monstruos.

- Menos mal que eras tú. Casi te disparo. - Dijo Trunks en cuanto estuvo a su lado. Naturalmente se había dado cuenta de que alguien los observaba desde el cielo y preparó disimuladamente su ballesta, pero gracias a sus habilidades reconoció que se trataba de Bryan y por eso no dio la alarma.

- Gracias por eso. -

- ¿Cómo resultó todo por tu lado? - Preguntó Trunks con tono casual mientras se arrodillaba para rematar a un mercenario que todavía seguía agonizando, usando una de las espadas de Falce Segador, que luego dejó calvada en su víctima.

- No te voy a mentir. Terminó siendo mucho más complicado de que creía originalmente, pero el resultado se consiguió. Muchos de ellos han muerto y además averigüé bastante sobre los que están detrás de Sorin, aunque lamentablemente ahora ellos también saben acerca mío.

Pero hablamos después. Hay un grupo de mercenarios que está viniendo en esta dirección y creo que es tiempo de emprender la graciosa huida. -

- Totalmente de acuerdo. - Respondió Trunks y se llevó dos dedos a los labios para silbar de un modo muy peculiar, que era ruidoso por al mismo tiempo podía confundirse con graznido de un pájaro: - ¡Nos vamos ya! -

Todos los mercenarios inmediatamente se reunieron en cuatro grupos pequeños que comenzaron a escapar eficientemente, usando diferentes rutas. Bryan junto con Trunks eligieron uno de ellos y comenzaron a trotar.

En el camino siguieron conversando.

- … Entonces aproveché un momento de distracción para escaparme en las narices de ese Gran Mago de la Luz. Luego aterricé con mucha elegancia para descansar un poco antes de alcanzarte. -

- ¡Costel! ¡Ese monstruo estaba aquí! ¿Deberíamos decirle a Dalibor? -

- No, no vamos a decirle ni media palabra todavía porque Dalibor podría acobardarse y pensar en pactar con Sorin. - Respondió Bryan sonriendo: - Primero esperemos a que su conflicto con Falce Segador llegue a un punto irreconciliable. -

- ¿Y si Costel se revela antes a Dalibor? -

- No lo hará. Solo vi un segundo, pero ese viejo me pareció el tipo de persona que teme mucho por su reputación y dignidad. No buscará reunirse con un plebeyo inferior mientras exista otra salida, ni tampoco intervendrá en el conflicto de unos mercenarios, a no ser que se quede sin opciones. Hay que recordar que Egon también está aquí y no creo que el viejo Costel desee arriesgarse a exponerse, sabiendo que un enemigo tan terrible podría estar al acecho. -

- Ya veo. Pero tengo que decir que la situación me pone los pelos de punta… ¡Dos Grandes Magos en el Valle del Sol! Jamás pasó algo como esto en mi infancia ni escuché que haya sucedido en el pasado. -

- Si, las apuestas son más altas, pero las recompensas también prometen más. - Dijo Bryan sin dejar de sonreír: - Por supuesto que tomaremos algunas precauciones. De momento prefiero que todos crean que tú eres el único líder de los Cancerberos, porque de ese modo Costel se fijará en mí y los pasará a ustedes por alto. -

- ¿Estás seguro de que Costel te perseguirá? -

- Usé magias necrománticas demasiado poderosas. - Respondió Bryan refiriéndose al Dominio Necromántico: - No, no creo que me dejen tranquilos. Pero esto también podemos aprovecharlo a nuestro favor, porque estarán tan concentrados en mí, que tendrás libertad de hacer muchas cosas. Pero ya que hablamos de “aprovechar” … ¿cómo lograste hacerles semejante daño a los refugios de la Casa de Menlo? -

- Ahora te lo diré. -

****

Unas horas atrás.

Trunks llegó en pocos momentos a la base de los Cancerberos gracias a las habilidades de su mantícora, pero no podía llevarla consigo en la siguiente misión, porque resaltaría demasiado y muchos sabían que él era su dueño.

Luego reunió a todos los guerreros, salvo un mínimo necesario para proteger la base, y partió con ellos directamente hacia el territorio controlado por la Casa de Menlo. En los tiempos en que Trunks perteneció a Falce Segador, el Viejo Capitán había logrado tener toda esa área bajo su control. Eso, sumado a las habilidades de Trunks para orientarse que había desarrollado en el Bosque Oscuro, les permitió a los Cancerberos desplazarse a una velocidad increíble a pesar del abrupto terreno, sin ser detectados.

Así fue como llegaron al primer almacén, casi al pie de las montañas. Se trataba de una mina agotada que había sido modificada para convertirse en un espacio habitable. Estaba protegida por sólo una docena de guardias, porque todos sabían que ese territorio le pertenecía a uno de los 4 poderes del Valle del Sol y no creían que nadie tuviese la audacia de atacar.

Trunks y sus compañeros ya habían seleccionado a sus primeras víctimas y estaban a punto de saltar sobre ellos, cuando el Cazador de Monstruos escuchó un sonido sospechoso.

Por seguridad, Trunks detuvo toda la operación momentáneamente. Luego se dirigió a investigar y descubrió a nada menos que un gran grupo de bandidos.

Los bandidos eran la principal peste que pululaba en esos lares y también el motivo principal que obligaba a que los mercaderes tuviesen que pagar fuertes sumos de dinero por seguridad, guardaespaldas y escoltas, casi al momento en que llegaban al Valle del Sol.

 Usualmente estos bandidos se mantenían alejados del asentamiento o sus alrededores, más aún de los grupos poderosos como la Casa de Menlo. Pero parecía que esta pandilla en particular no era consciente de dónde se encontraban. Seguramente habían querido aprovechar la oscuridad de la noche para hacer alguna terrible acción, pero terminaron perdiéndose.

Inmediatamente Trunks sonrió y cambió por completo la estrategia. Al igual que una manada de Leones acechando un hato de búfalos, el Cazador de Monstruos organizó rápidamente a los Cancerberos en varios grupos diminutos de tres integrantes, con los que rodearon a los bandidos. En el momento en que estos se detuvieron para descansar, los Cancerberos comenzaron a dispararles flechas para desatar el pánico. Luego el propio Trunks emergió de las sombras y mató con espantosa velocidad al que era su comandante.

De ese modo ocurrió lo que tenía que suceder. Los bandidos comenzaron a perseguir furiosamente a Trunks para vengar la muerte de su líder, sin el cual ya no había nadie que pudiese darles órdenes precisas. Por su parte, el Cazador de Monstruos fingió escapar desesperadamente, llevando a la horda de bandidos hacia la empalizada y desapareció de su vista justo a tiempo como para que dedujesen erróneamente que de ahí venía su atacante.

Los mercenarios se detuvieron unos momentos ante esta pequeña fortificación y naturalmente también llamaron la atención de sus defensores. Si en ese momento hubiesen hablado tal vez podrían haber evitado el conflicto, pero los Cancerberos no les dieron la oportunidad. Al igual que al principio, los grupos de tres individuos, que se escondían a una distancia prudencial donde no podían ser vistos, comenzaron a disparar varias flechas de tal modo, que los bandidos creyeron que estas provenían de los mercenarios y viceversa.

Los bandidos atacaron salvajemente para vengarse y mataron rápidamente a la docena de guardias, pero no antes de que ellos encendieran las antorchas para dar la alarma. Entonces diferentes grupos de mercenarios de la Casa de Menlo (que protegían las otras empalizadas) comenzaron a reunirse para formar un nutrido batallón con el que castigar a estos invasores.

En cambio, los bandidos se distrajeron porque el depósito tenía algunas cosas valiosas. La codicia los hizo incapaces de irse sin intentar llevarse el botín y tampoco se cuestionaron sobre la identidad de las personas que estaban atacando, cosas que no habrían pasado si su líder aún estuviese vivo.

La suerte estaba echada y muy pronto la pelea se convirtió en un auténtico enfrentamiento a muerte entre ambos bandos, que se extendió por gran parte de la montaña. Los bandidos eran muchos más y combatían de un modo especialmente sanguinario, así que avanzaron hacia las siguientes empalizadas sin pensar en otra cosa que la recompensa, confiados en que ganarían con la misma facilidad que en un principio. El que estuviese oscuro y nadie pudiese ver exactamente cuántos eran en cada bando, no ayudó que los bandidos hiciesen un buen juicio. En cambio, los miembros de la Casa de Menlo eran mercenarios profesionales que estaban defendiendo su territorio y finalmente consiguieron rodear a los bandidos en un estrecho camino montañoso, donde los exterminaron, aunque les costó bastante esfuerzo. Para empeorar las cosas, en los dos grupos había algunos magos de fuego, por eso, cuando por fin el ultimo bandido murió, varias empalizadas ya habían sido incendiadas y su contenido saqueado.

Los agotados mercenarios de Menlo comenzaron a recuperar el botín de los bandidos para regresarlo a sus respectivos lugares después de que apagasen el fuego. Por eso no fueron conscientes de que estaban siendo rodeados furtivamente por lo Cancerberos hasta que fue demasiado tarde.

Para ese momento, Trunks insistió en que cada uno de sus hombres utilizase un arma de Falce Segador. Y luego de matar a los sobrevivientes, ordenó quemar los cadáveres de los bandidos de tal modo que al día siguiente todos en la Casa Menlo pensasen que Sorin había orquestado el ataque.

Pero esta tarea resultó ser bastante ardua y por eso casi no detectaron a la patrulla de mercenarios veteranos que se aproximaban hasta que Bryan llegó.

****

- ¿Y de dónde salieron esos bandidos? Me parece un grupo demasiado grande para ser visitantes ocasionales. -

- A veces realmente es el caso de grupos que llegan aquí por casualidad, pero estos eran miembros de “Los Malditos de Gustav”. - Explicó Trunks: - Su líder tiene el apodo de “El Carnicero” -

- Suena como si lo conocieras. -

- Todos lo conocen en el Valle del Sol. -

Para entonces los primeros rayos del amanecer ya estaban tocando la cima de las montañas. Trunks, que conocía cada ruta o camino oculto que valiese la pena conocer, condujo rápidamente al grupo hasta que salieron del territorio de la Casa de Menlo. Entonces se detuvieron para recuperar el aliento y comer un poco.

Por seguridad, todos los Cancerberos se habían dividido en pequeñas secciones para escapar en diferentes direcciones. Los hombres que estaban con Bryan eran una fracción, pero ya le gustaba lo que veía: Cuatro combatientes que claramente eran Caballeros Veteranos o equivalentes, con mucha experiencia de combate en su haber; un Mago Adepto de la tierra que además parecía ser bueno con la ballesta; un Arquero profesional con Aura de Batalla equivalente al de un Caballero Sargento; cinco Guerreros armados con cuchillos largos para operaciones sigilosas.

Todos ellos eran combatientes muy curtidos, con los cuales no era imposible llegar a controlar el Valle del Sol.

Parece que los Cancerberos tienen mucho futuro.”  Se dijo Bryan.

- Alrededor del Valle del Sol hay varios grupos de bandidos seminómadas que pululan entre las montañas y asaltan a cualquier desafortunado que se cruce en su camino. - Comenzó a explicar Trunks: - Muchos comerciantes llegan todos los días para hacer tratos ilegales y se van casi de inmediato, por eso siempre hay alguien a quien asaltar.

Los “Malditos de Gustav” son los peores de todos. Un bandido normalmente te amenaza primero y te mata si te resistes, pero esos desgraciados siempre comienzan matando a cualquier desafortunado que se cruce con ellos, para luego saquear los cadáveres. ¡Es como si todos sus miembros fuesen puros monstruos! De hecho, la mayoría son criminales que han conseguido escapar del cadalso en sus respectivos países y terminaron juntándose.

Pero su líder es el peor. Gustav es infame por jugar con sus pobres victimas cuando tiene ocasión de capturarlas vivas:

Una vez hizo correr a unos niños por un camino, mientras hacía que sus hombres jugaran tiro al blanco con ellos.

Cuando capturó a un padre con su hijo, cocinó al pequeño en una especie de estofado y luego obligó al pobre anciano a comérselo a sabiendas, sólo porque lo había tenido encerrado durante una semana sin alimentos.

Hizo que todos sus bandidos violasen a una mujer en frente de su esposo, uno después de otro sin detenerse, hasta que la pobre desdichada murió. Luego despellejó al esposo y usó su piel como estandarte. -

- Entiendo que es una bestia con piel humana. - Comentó Bryan suspirando con manifiesto desagrado: - Pero me parece que lo odias por un motivo más personal. De otro modo no habrías usado a sus bandidos como carnada contra la Casa de Menlo tan fácilmente.

Yo sí lo haría, pero ese soy yo. -

- Ja. Pues tienes razón. - Respondió Trunks sonriendo, aunque luego su mirada se volvió gélida como la nieve que estaban pisando: - Reconocí a uno de los hombres de Gustav cuando me escondía entre los cadáveres, luego de que mataran al Capitán. ¡Esos malditos estaban entre los que apoyaron a Sorin el día en que mataron a mi segundo padre y la pequeña Anita desapareció! ¡También tendré que matarlos! -

- Y lo haremos, Trunks, no te preocupes. - Dijo Bryan: - ¿Quiénes son los otros bandidos? -

- Es la “Pandilla de Janet”. - Explicó Trunks: - Se llaman así porque son el único grupo liderado por una mujer. Tienen bastante tiempo aquí. El abuelo era un ladrón profesional retirado que llegó escapando con su hijo cuando las autoridades de su país finalmente descubrieron su identidad. El padre no tenía el talento para infiltrarse en secreto, pero era bueno peleando y finalmente reunió a la primera pandilla, que luego su hija heredó.

Ser una mujer bandida y liderar… es imposible sin carácter. ¡Pero Janet tiene carácter de sobra! Aun así, son lo más parecido a un grupo de bandidos decentes que hay por estos lares. Normalmente dejan ir ilesos a los comerciantes que asaltan, mientras que no se resistan y entreguen las cosas valiosas. -

- ¿Siempre? -

- Bueno… casi siempre. -

- Me imagino que por lo menos no violarán mujeres o niños. - Comentó Bryan.

- Eh… - Comenzó a responder Trunks con algo reticencia, como si algo le incomodase o le causase risa: - Bueno, los rumores dicen que Janet tiene gustos raros. -

- ¿Qué? - Exclamó Bryan sin comprender.

- Me refiero a que es “invertida”. -

- ¿Me estás diciendo lo que creo? - Preguntó Bryan alzando una ceja.

- Si, le gustan los mismos culos que a nosotros. - Respondió Trunks: - Bueno, eso es lo que se dice. Por lo menos sabemos que en más de una ocasión ha capturado a chicas de buen ver y se las lleva a su escondite. Luego de unos meses las deja ir, pero las muchachas nunca hablan sobre lo que les pasó, así que muchos suponen… -

- Que lleva la “confraternidad femenina” a un nuevo nivel. -

- Tal cual… -

- Ajá. - Comentó Bryan y luego preguntó: - ¿Y qué hay de los otros bandidos? -

 - Son grupos demasiado pequeños o poco importantes como para tenerlos en cuenta. Para empezar, sus líderes suelen ser asesinados por sus propios miembros constantemente, así que seguir el rastro de su cadena de mando es un dolor de cabeza.

Además, nunca representan una gran amenaza, porque casi siempre son exterminados por la horda de Orcos ocasional y son reemplazados lentamente por otros recién llegados. Luego de un tiempo vuelven a multiplicarse, pululando como cucarachas en las montañas, aunque se cuidan de evitar a los mercenarios; quienes a su vez los dejan vivir con tal de que no hagan nada demasiado vistoso. -

Mientras comían, Trunks siguió contándole detalles sobre los bandidos que usualmente operaban en los alrededores, así como sus métodos de actuar o sus áreas de influencia. Finalmente, Bryan asintió y entonces expuso sus conclusiones: - Imagino que se trata de una relación simbiótica. -

- ¿Simbiótica? ¿Qué significa esa palabra? -

- En un ecosistema, es cualquier tipo de asociación en el que sus miembros se beneficien… Bueno, por lo que me explicas sobre los bandidos, estos no tienen el poder como para amenazar a los mercenarios que trabajan en el Valle del Sol. En pocas palabras, solamente son peligrosos para las personas comunes. ¿Verdad? -

- Así es. -

- Si cualquiera de los grandes grupos como Falce Segador o la Casa de Menlo decidieran destruirlos… no, imagino que incluso si los grupos de rango medio se uniesen, bastaría para limpiar de bandidos estas montañas. Entonces solamente habría que defender el Valle de los Orcos o los grupos de recién llegados. -

Bryan continuó pensativo: - Pero si los bandidos desaparecen, los mercenarios no tendrían tanto trabajo. Digo, los Orcos vienen en hordas y de todos modos hay que pelear contra ellos o morir. No creo que nadie se ponga a cobrar por protección en ese momento.

Las rentas que pagan los vendedores locales no son demasiadas como para sustentar a grupos tan grandes de personas, sobre todo porque ellos proporcionan la mayor parte de la comida que los mercenarios consumen.

En resumen: Los mercenarios necesitan que existan los bandidos, para que los viajeros los contraten por protección. Del mismo modo, los bandidos saben que los mercenarios no harán nada para destruirlos, aunque sean criminales buscados en sus países, siempre y cuando no se pasen de la raya.

¿Tengo razón? -

- ¡Bravo, señor Bryan! - Dijo Trunks medio en broma: - El Capitán me lo tuvo que explicar muchas veces para que lo entendiera. Pero tú lo captaste a la primera. -

- Me sorprende que se atrevieran a unirse a Sorin en su conspiración. ¿No se arriesgaron ser completamente exterminados? -

- Los Malditos de Gustav son los únicos lo bastante locos como para hacer algo así. - Respondió Trunks con odio: - Pero deben haberles ofrecido algo bastante jugoso, porque en el peor de los casos tendrían que abandonar este lugar. Aunque no me imagino qué. -

- ¿Crudo y frío dinero? - Sugirió Bryan

Trunks negó con la cabeza: - No dinero, no. Demasiado dinero no le sirve mucho a un grupo en el que la mitad de sus miembros tienen recompensa por su cabeza. ¿En dónde lo gastarían? Más bien los haría objetivos del resto de bandidos... -

- Tal vez algún día lo sabremos. - Dijo Bryan asintiendo y entonces notó que la mañana ya estaba bien entrada: - Es tarde. Deberíamos regresar pronto. ¡Ya quiero ver los efectos que nuestras acciones han provocado! -

Pero antes que pudiera dar un paso, Bryan sintió algo que lo llamaba. Al principio creyó que se trataba del Pequeño Esqueleto, pidiéndole nuevamente ayuda desde el Inframundo. Después entendió que era algo diferente y enfocó aún más su concentración para discernir su verdadera naturaleza.

Finalmente logró identificar el origen de la llamada: El Bosque Oscuro.

Finalmente está listo.” Pensó Bryan mientras luchaba por contener su emoción.

En efecto, el Zombi Elite de Tierra había despertado.

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú, hoy es 24 de noviembre y han encontrado que el secretario del presidente castillo (el que llegó con fraude) estaba escondiendo 20,000 dólares en el inodoro de su oficina en Palacio de Gobierno. ¡Verdaderamente dinero sucio!

En este capítulo se repiten algunas de las manías de Ni Can Tian que yo creo son negativas. Todos sabemos que hay capítulos cuyo propósito no es servir a la trama sino hacer que avance. Justo como Episodio II el Ataque de los Clones.

El caso es que nuestro autor hace varios de estos capítulos seguidos, donde cuenta sin mucho detalle una serie de eventos en sucesión con el objetivo de llevarnos al punto que desea. Es por eso que hay tantos vacíos argumentales luego.

Otro problema que tenemos en esta historia es que Ni Can Tian no suele profundizar en la geografía. Por defecto todos los ambientes son bosques, algo que presenta problemas porque parece que siempre están en el Bosque Oscuro. Otro problema son las distancias, en el original el valle del sol está a unas horas del Bosque Oscuro y también Zajoski, la Capital, etc. Casi parece que todos vivieran en una isla.

En ciertas ocasiones el autor menciona cosas como cañón o montañas rocosas, pero no nos da más. Según capítulos anteriores el Valle del Sol estaba en un lugar hermoso lleno de vegetación… Pero ningún imperio lo controla y los mercenarios mandan. Ya. ¿Ustedes creen ese escenario? Es imposible que un valle próspero, donde la agricultura puede proporcionar riquezas, no esté controlado por alguien. Eso no existe en ningún mundo, real o ficticio.

La Casa de Menlo en el original está en un bosque lleno de minas… Naturalmente tuve que cambiar todo eso. No tenía sentido. Además, el territorio que gobiernan es demasiado extenso al igual que el de Sorin. Ya no parecen mercenarios sino terratenientes.

Tuve que cambiar todo eso. Primero me imaginé uno de los muchos escenarios del videojuego Shadow of War para las descripciones generales, luego decidí cambiar el estilo de narrativa para hacer la lectura más amena y finalmente cambié por completo el modo en que los acontecimientos se dan para que sean más creíbles. En el original toda la acción comienza exactamente cuándo Bryan llega y él es quien describe todo, pero me pareció que esa noche ya estaba durando el doble de lo que debería, por eso decidí cambiar a narrador omnisciente y contar todo en pasado, como un formato de recuerdo.

Agregué muchas descripciones a la banda de Gustav y les puse “Los malditos” porque es un título que muchos bandidos usan en mi país: “Los malditos de Villa Alejandro” por ejemplo. Los nombres de los bandidos no suelen ser muy elaborados y deben sonar burdos. Espero haber acertado. Agregué descripciones de las atrocidades que cometen para darles un mayor sentimiento de realismo. En realidad, muchos de esos actos fueron cometidos por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial y de forma masiva, cuando invadieron China. Ahora ellos dicen que no pasó, pero basta con ver las maldades que a veces hacen en sus animes para saber que son bien capaces de eso y de cosas aún peores.

Dudé un poco en revelar por adelantado la naturaleza de la sexualidad de Janet, pero no quería que la gente asumiese, bueno, no quería creyeran que iba a ser miembro del harem del prota. Es difícil hacer menciones al lesbianismo porque hoy en día todo tiene que ser “políticamente correcto” gracias a los disfóricos del lobby LGTBYETC. El problema es que yo vengo de la generación de Married With Children, cuando la gente todavía podía decir las cosas por su nombre, reírse de ello y un hombre no tenía que pedir perdón por serlo.

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Nos vemos en el siguiente capítulo.