230 ¡Tiene subordinados!

- ¿Uno de los nuestro? ¿No querrás decir uno de los tuyos? - Preguntó Bryan levantando una ceja con escepticismo mientras examinaba al delgado ejemplar de Guerrero Zombi. El Pequeño Esqueleto se puso a señalar a Bryan y así mismo varias veces, como si quisiese aclarar un poco su mensaje.

- Muy bien, uno de “nosotros” entonces. - Aceptó Bryan finalmente.

El Pequeño Esqueleto y el Zombi Élite de Terra se pusieron a asentir de un modo bastante alegre e incluso parecían orgullosos. Luego siguieron gesticulando mientras enviaban a Bryan tantos mensajes mentales, que casi se sentían como un bombardeo.

A veces uno escucha una conversación entre dos personas que hablan un idioma desconocido. Al principio puede parecer imposible de comprender, pero después de un tiempo el lenguaje corporal, el tono de las personas y algunos ademanes pueden ayudar a que uno comprenda el sentido general de lo que está sucediendo. Después de todo, una gran parte de toda la comunicación no es verbal sino corporal.

De un modo similar, Bryan comenzó sin poder entender nada, pero con el tiempo su cerebro empezó a encontrarle algo de sentido a las señales mentales de sus criaturas y finalmente preguntó con incredulidad: - ¿Estás diciendo que tienes subordinados? -

El Pequeño Esqueleto y el Zombi de Tierra asintieron vigorosamente.

- ¡Espera! ¡espera! ¡espera! ¿Sabes lo que significa “subordinados”? Me refiero a seguidores… ¿vasallos? - Dijo Bryan gesticulando confundido: - Puedo entender que seas conocido y creo recordar que los Guerreros Zombis te tenían miedo… ¿respeto? ¡Pero de ahí a que tengas una facción en el inframundo hay mucha diferencia! ¡¿Acaso te has vuelto alguna especie de caudillo militar de los no muertos?! -

El Pequeño Esqueleto y el Zombi Élite de Tierra asintieron decisivamente.

- ¡¿Cómo sucedió eso?! - Exclamó Bryan incrédulo.

El Pequeño Esqueleto y el Zombi Élite de Tierra se miraron un momento y luego ambos se encogieron de hombros al mismo tiempo.

- ¡¿Qué se supone que significa esa encogida de hombros?! -

Lo cierto es que Bryan debería haber sospechado de esto antes, pero estaba medio inconsciente y poseído por la Sed de Sangre cuando el Pequeño Esqueleto demostró su autoridad sobre los No Muertos y por eso sus recuerdos al respecto eran un poco nebulosos.

El Pequeño Esqueleto se cruzó de brazos y levanto la barbilla de un modo claramente presuntuoso, mientras que el Zombi Élite de Tierra sacó el pecho con orgullo.

- Veo que están bastante satisfechos. - Comentó Bryan un poco irritado por su comportamiento, aunque también se sentía complacido: - Ahora entiendo que han estado muy activos en el inframundo. ¿Puedo asumir que todo les va de maravillas?

Ambas criaturas asintieron muy ufanas.

- Pero creo recordar que en cierta ocasión saliste mal parado por enfrentarte a un Caballero del Mal. ¿No es cierto? -

El Pequeño Esqueleto se estremeció al escucharlo como si le hubiesen dado un golpe. Pero rápidamente hizo un gesto con la mano, como para restarle importancia al asunto. Sin embargo, Bryan notó que de repente rehuía su mirada e incluso estaba moviendo uno de sus pies para dibujar círculos en la tierra. El Zombi Élite de Tierra fue un poco más honesto y directamente agachó la cabeza.

Imagino que lo que haya pasado seguramente fue vergonzoso.” Se dijo Bryan sonriendo para sí mismo, pero luego habló con tono apacible: - Bueno, mientras estés a salvo y no exageres, estaré complacido contigo. -

Ambas criaturas recuperaron inmediatamente su ánimo al escuchar sus palabras.

Gracias a los documentos que había obtenido en el Cementerio de la Muerte y las memorias que absorbió del Necromante Fausto, sus conocimientos sobre el inframundo habían avanzado a grandes rasgos. Una de las cosas que confirmó fue que invocar Criaturas Oscuras no era parecido a la invocación de Elementales que usaban otros magos, los cuales empleaban la magia para crear una forma de vida artificial y temporal. Tampoco era lo mismo que llamar criaturas legendarias, que solían pertenecer a dimensiones superiores.

El inframundo era un punto intermedio universal entre el mundo de los muertos y el de los vivos. Un ser vivo solamente podía llegar a ese mundo en forma de espíritu, pero al hacerlo inevitablemente sería enviado al reino de los muertos, del cual no se podía regresar. Sin embargo, existían leyendas sobre algunos necromantes capaces de llegar al inframundo y mantenerse ahí, sin ser arrastrados. Incluso había referencias confusas a algo que sonaba como una serie de matrices que se podían utilizar para mantener abierto un camino entre el mundo mortal y el inframundo, permitiendo que las criaturas en el interior pudiesen ser invocadas en auténticas hordas.

Claro que los detalles de esto no estaban claros para Bryan y en ese momento apenas intuía el verdadero contenido de la información. Parecía que uno tenía que sobrepasar el grado de Gran Mago Necromante para comenzar a vislumbrar estas realidades. Pero si algún día conseguía llegar al nivel necesario como para visitar el Inframundo… las posibilidades que eso le brindaría eran inimaginables. ¿Qué misteriosos poderes, materiales y recursos podría encontrar en ese lugar?

Si llega el día en que descienda a ese sitio, sería de mucha ayuda que existiese una facción dominada por mi Pequeño Esqueleto que pudiese protegerme.” Pensó Bryan emocionado.

Mientras tanto el Pequeño Esqueleto y el Zombi Élite de Tierra parecían bastante felices por haber recibido la aprobación de su maestro e incluso saltaban con algarabía. Finalmente volvieron a empujar hacia adelante al delgado Guerrero Zombi que se habían traído del inframundo y señalaron el agujero principal de la matriz mágica.

- Esta bien. - Dijo Bryan asintiendo y extendió una mano para tomar control sobre la Criatura Oscura. Luego lo llevó hasta el sitio seleccionado donde sería refinado hasta transformarse en el nuevo Zombi Élite de Madera.

Una vez en el borde, el Pequeño Esqueleto se acercó por la espalda del Guerrero Zombi y saltó para darle una palmadita en la espalda, como si quisiese decirle “¡Tú mismo eres! ¡Ánimo!”. Lo divertido fue que la apariencia de ese cuerpo huesudo traslúcido, junto con el ominoso resplandor del ojo púrpura del Demonio… Lo hacían ver como un auténtico engendro maligno. Así que ese gesto ameno del Pequeño Esqueleto se veía bastante macabro.

El Guerrero Zombi se introdujo en el agujero y se sentó dócilmente con las piernas cruzadas. Viendo que todo iba bien, Bryan respiró hondo y extrajo dos gotas de su esencia de sangre, las cuales dejó caer sobre la cabeza del Guerrero Zombi. Antes de irse, le colocó la Marca Oscura que Fanny le había enseñado para asegurarse de fortalecer su conexión.

El siguiente paso era crucial. Anteriormente había preparado la poción mágica necesaria para el refinamiento y le costó bastante porque la improvisó. Sin embargo, en esta ocasión tenía un buen caldero de peltre en su Anillo espacial y todos los ingredientes listos de antemano. Usando el Fuego-Glacial Místico no le costó mucho tenerla hirviendo en poco tiempo.

La poción mágica servía como “conductor” para fusionar los efectos mágicos de todos los ingredientes. Naturalmente la matriz para el Zombi Élite de Madera tenía que ser diferente porque, a diferencia de la tierra, la madera era un elemento vivo y que siempre variaba en forma. Y por eso, cuando finalmente Bryan obtuvo la sustancia de la cual parecían emerger rostros humanos, notó con alivio que esta vez no era de color gris como la primera vez, sino de un tono verdoso enfermizo, lo cual significaba que su fórmula estaba bien preparada.

Como la poción tenía que reposar 80 minutos, Bryan tenía tiempo de acercarse a la matriz y revisar nuevamente que todo estuviese bien. El mínimo error podía arruinarlo todo y no tendría una segunda oportunidad, debido a esto estaba siendo extremadamente precavido. Además, era necesario agregarle los conjuros necrománticos al diseño de Chu Can Lan, para canalizar energía de muerte al Emplazamiento Extremo de Madera.

Cuando finalmente llegó el momento, Bryan ejerció todo su control sobre el Guerrero Zombi para obligarlo a quedarse quieto, mientras derramaba la poción burbujeante en el agujero hasta cubrirlo por completo. La criatura se resistió ferozmente, pero el poder necromántico se impuso y finalmente se resignó a soportar el inmenso dolor.

Entonces Bryan llamó a la Esencia Mágica y derramó su poder en la matriz para activarla. Esta vez le costó muy poco debido a lo mucho que sus poderes se habían incrementado después de los últimos acontecimientos. Los minerales e ingredientes mágicos en los agujeros comenzaron a disolverse y fluyeron hacia el agujero central para fusionarse con la poción conductora, hasta que finalmente un pilar de luz verdosa emergió del agujero atrayendo consigo nubes espantosas en el cielo.

Después de un buen rato, las señales de dolor por parte del Guerrero Zombi se detuvieron y la trasformación finalmente comenzó. Todo el poder del elemento madera estaba concentrándose lentamente en una vorágine de energía que se concentraba lentamente en su criatura. Al mismo tiempo, las plantas alrededor del Gran Árbol comenzaron a marchitarse a un ritmo visible al ojo humano, pues toda esa fuerza vital estaba siendo transferida al zombi. Poco después la velocidad del crecimiento de la vegetación en el pantano, que tan vertiginosa era inicialmente, comenzó a reducirse poco a poco hasta regresar a un grado normal.

- ¡Esto es increíble! ¡¿Cómo has logrado esto, Maestro Malvado?! - Exclamó Gilberto asombrado al observar los cambios en el pantano.

- Anteriormente el Gran Árbol absorbía la mayor parte de la energía, de ese modo creó una especie de reserva de poder que al desbordarse afectaba el crecimiento y desarrollo natural de todas las plantas de este pantano, las cuales al morir entregaban más nutrientes al Gran Árbol en una especie de ciclo interminable. En pocas palabras, el Gran Árbol creció tanto que se convirtió en una especie de gran depredador y el resto de plantas era su criadero de presas. Pero ahora mi Zombi es como un gran agujero que consume toda la vida vegetal del entorno gracias al poder de mi matriz y el Gran Árbol no puede competir. - Respondió Bryan sonriendo malévolamente: - Es la supervivencia del más apto. Simple selección natural. -

Gilberto miró a su alrededor, luego al Pequeño Esqueleto y finalmente preguntó: - ¿Qué haremos ahora, Maestro? -

- Hay algo que me preocupa. - Dijo Bryan repentinamente ceñudo: - No sé por qué no lo pensé antes, pero gracias a haber hecho este viaje me he dado cuenta de un grave defecto en mi planificación. Acompáñame a hablar con los Troll del Bosque. -

El Pequeño Esqueleto saltó al hombro de Bryan y este partió con Gilberto, aunque primero hicieron una parada rápida en el templo del Dios Datara. El Dragón fue obligado a esperar afuera para que no se volviese loco al ver todas esas riquezas que los troles reunían desde tiempos inmemorables. Ahí Bryan recogió algunos tesoros, pero de una clase bastante particular.

Luego se marcharon en dirección a la Aldea, donde los Troll los recibieron con autentica algarabía. Todavía creían que el Pequeño Esqueleto era su dios malvado del saqueo y su más reciente trasformación despertó aún más adoración en esas criaturas que naturalmente vivían pensando que uno era lo que aparentaba por fuera. Eso, sumado a la última incursión exitosa en la que Bryan los lideró y los numerosos víveres de invierno que les trajo, provocaron que los troles lo veneraran como un auténtico oráculo.

El Viejo Chamán se abrió paso entre sus congéneres y finalmente se puso de rodillas frente a Bryan con el Pequeño Esqueleto.

- ¿Cómo va todo, Viejo Chamán? - Preguntó Bryan.

- ¡Gracias a Adalid tribu comer mucho y engordar! ¡humanos no cruzan Bosque Oscuro en invierno, por eso normalmente tener hambre y luego comemos nuestros muertos cuando no hay comida. ¡Pero gracias a comida que Adalid trajo por orden de Gran Datara, pudimos comer! - Explicó el Viejo Chamán con respeto.

- Bien. Cuando la nieve desaparezca debes entrenar más Guerreros y Chamanes Troll. ¡Cuando llegue la primavera matarán y saquearán por orden del Gran Datara! -

- Nosotros seguir orden. Nosotros entrenar bien a niños. - Respondió el anciano trol.

- Quiero que envíes a los mejores Guerreros Troll a defender el territorio sagrado. El Gran Datara descansará en el interior durante un tiempo y no quiere ser interrumpido ni visto. ¡Nadie debe entrar al pantano si primero no lo ordeno! - Le advirtió Bryan al chamán severamente: - Además, puede que ocurran extraño sucesos en el interior, pero no es necesario tener miedo. Todo será realizado por el Gran Datara. -

Bryan sabía que mientras funcionase la matriz el pantano se comportaría de forma extraña. Y lo último que necesitaba era que algunos troles curiosos se acercasen al lugar so pretexto de averiguar algo. ¡Los muy idiotas tal vez tocarían algo, arruinando todo su esfuerzo!

- Escucho y obedezco la voluntad de dios muerto, oh adalid. - Respondió el Viejo Chamán y luego se volvió hacia los troles para gritarles algunas órdenes.

- Ahora voy a marcharme. Si hay más instrucciones del Gran Datara vendré a decírtelo yo mismo o enviaré a este sujeto en mi lugar, que espero no hayas olvidado. - Dijo Bryan señalando a Gilberto.

- Por supuesto. Este ser poderoso Dragón Negro que ser esclavo de Adalid. - Respondió inmediatamente el Viejo Chamán, que acompañó a Bryan en su viaje al Mundo Subterráneo. 

*****

Bryan se quedó en la Aldea Troll el tiempo suficiente como para asegurarse de que sus órdenes se ejecutasen correctamente y luego partió volando a lomos de Gilberto. Pero en lugar de dirigirse al interior del Bosque Oscuro como originalmente pensaba, le ordenó regresar al Cementerio de la Muerte.

- Voy a hacer preparativos, dragón. ¡Vigila el perímetro alrededor de la fortaleza y mata a cualquier intruso que veas! - Ordenó Bryan.

- Entendido, Maestro Malvado. -

En cuanto las poderosas puertas del bastión necromántico se cerraron, Bryan miró al Pequeño Esqueleto y le preguntó: - ¿Tienes muchos Guerreros Zombis bajo tu control? -

El Pequeño Esqueleto ladeo la cabeza como si no hubiese entendido la pregunta. Aparentemente el concepto de “muchos” todavía era demasiado complicado de comprender.

- Necesito 20 Guerreros Zombis. - Especificó entonces Bryan.

 Al oír esto, el Pequeño Esqueleto asintió y entonces Bryan lo envió de regreso al inframundo para que los reuniese. La tarea que tenía por delante tenía que hacerse rápidamente y era delicada, pero no podía hacerlo él solo.

Necesitaba ayuda. Sin embargo, aunque Bryan era muy bueno haciendo luchar a sus Criaturas Oscuras, hacer que hiciesen múltiples tareas delicadas era todavía bastante complicado. La dificultad aumentaba todavía más si tenían que hacerse al mismo tiempo. Sin embargo, era posible que el Pequeño Esqueleto pudiese ayudarlo a dirigirlos.

Bryan descendió hacia al laboratorio de Alquimia. Mientras tanto, meditaba en la tarea que tenía por delante.

El Emplazamiento Extremo de Tierra estaba aquí a la mano, en el Cementerio de la Muerte y el Emplazamiento Extremo de Madera estaba en la Aldea de los Troll del Bosque. En ambos casos tuve una suerte increíble para poder obtenerlos y de un modo tal, que nadie me interrumpió a la hora de realizar las matrices.

Pero el Emplazamiento Extremo de Agua tenía a dos Sanguisuga habitándolo. ¡Habría muerto si el Pequeño Esqueleto no me salvaba! ¿Qué me garantiza existe de que los siguientes lugares estarán en un lugar tranquilo o donde pueda sentirme lo bastante seguro como para tomarme el tiempo o si podré volver cuando quiera?

Ahora mismo no tengo todos los ingredientes para comenzar a refinar al Zombi Élite de Agua ni tampoco al Zombi Élite de Hierro. Pero eso cambiará en el futuro. El Emplazamiento Extremo de Agua está asegurado, así que no es un problema.

Eso me deja con el problema del Fuego y el Hierro. ¿Y si hay dragones en el Emplazamiento Extremo de Fuego? ¿O lava ardiente? ¿Y si el Emplazamiento Extremo de Hierro está en una caverna sin oxígeno? ¿Un pozo con ácido? ¿O un laberinto subterráneo? ¡Necesito hacer preparativos!

Para solucionar su predicamento Bryan pensaba hacer dos cosas. Primero usaría la Mesa de Transmutación para fabricar objetos que sirviesen a su propósitos. Con este objetivo en mente había sustraído una gran cantidad de rubíes y objetos de plata.

Lo siguiente eran las Pociones Mágicas. En un extremo del laboratorio se había instalado algo que definitivamente era la base de piedra para la fragua de un Alambique para fabricar pociones e incluso tenía las matrices mágicas. Pero no estaba el propio artefacto.

Esto no era extraño, porque para el proceso de destilar pociones era indispensable tener los instrumentos limpios y en el mejor estado. Ningún alquimista usaría un alambique viejo que podría haberse oxidado o deteriorado, arriesgándose a contaminar toda la poción.

Bryan le había pedido a Phoebe que le consiguiese un Alambique nuevo y anteriormente comenzó los trabajos para ensamblarlo, pero en ese momento se quedó sin tiempo así que lo dejo a medio terminar. Además, las piezas de bronce eran bastante pesadas y se necesitaba la ayuda de varias personas trabajando a la vez.

De ahí que necesitase a los Guerreros Zombis.

Tras dejar pasar un tiempo prudencial, Bryan susurró el conjuro invocó nuevamente al Pequeño Esqueleto junto con una veintena de zombis. Luego se acercó a su criatura y se sentó en frente suyo para, con mucho cuidado, ir transmitiéndole imágenes y descripciones de cómo se ensamblaban las piezas del Alambique. Tuvo que tener bastante cuidado porque la inteligencia del Pequeño Esqueleto todavía no estaba a un nivel humano y no podía entender CÓMO funcionaba algo o POR QUÉ lo hacía. Sin embargo, si le daba una secuencia de instrucciones (paso 1, paso 2, paso 3… etc.), era capaz de seguirlas. También sabía preguntar cuando algo no salía como se esperaba.

Después de varios minutos el Pequeño Esqueleto asintió, entonces Bryan usos sus poderes necrománticos para controlar a los Guerreros Zombis. La voluntad de su criatura se sentía como tener una segunda mente que lo estuviese ayudando a supervisar el trabajo y así las piezas más delicadas se ensamblaron sin dificultad.

Quedaba por hacer el trabajo más pesado pero sencillo, así que Bryan dejó a cargo de todo al Pequeño Esqueleto y comenzó a trabajar en la mesa de Trasmutación Alquímica. Finalmente, cuando el Alambique estuvo ensamblado, se puso a trabajar en la destilación de pociones.

*****

Pasaron algunos días y Bryan finalmente había tenido éxito.

Se ven bastante hermosas.

Tras muchos intentos de transmutar, finalmente condensó una gran cantidad de ingredientes y obtuvo como resultado 3 joyas mágicas. Cada una resplandecía respectivamente con los colores Morado, Carmesí y Amarillo, en función de la magia que contuviesen en su interior. La teoría era que, si Bryan activaba una, desataría una especie de barrera radial protectora específicamente diseñada para un propósito determinado.

Bueno, me costaron una pequeña montaña de rubíes, zafiros y diamantes… pero todo valdrá la pena si logro sobrevivir.” Pensó Bryan tratando de ignorar el dolor en su corazón por la cantidad de joyas invaluables que tuvo que sacrificar para tener éxito. “Realmente la Alquimia es capaz de sangrar a cualquier economía.

Y es que en cada una de estas tres joyas había tenido que emplear el equivalente a 50 piedras preciosas de cada tipo. Sin embargo, Bryan se consolaba pensando que había que vivir para que las riquezas tuviesen algún valor y esos artefactos tal vez sirviesen para salvarle la vida o a alguien más.

Su segundo gran logro fue fabricar una botella muy especial con doble compartimiento.

En el interior se colocaron dos pociones brillantes de distinto color y estas eran precisamente los “conductores” que se necesitaban para refinar al Zombi Élite de Fuego y también el de Hierro.

El objetivo de esta botella era servirle en caso de que los Emplazamientos Extremos que le faltaba encontrar estuviesen en lugares peligrosos u hostiles. De este modo podría activar la correspondiente matriz en muy poco tiempo, siempre y cuando tuviese el resto de materiales necesarios.

Por lo menos en teoría…” Se dijo Bryan suspirando.

*****

Con su preparativos finalmente terminados, Bryan abandonó el Cementerio de la Muerte volando a lomos de Gilberto. Esta vez fue mucho más lejos en dirección a lo profundo del Bosque Oscuro, hasta que llegó a un lugar extraño y misterioso.

Los siguientes días fueron muy interesantes para Bryan, que nunca habían visto árboles tan grandes, lluvias tan fuertes o contemplado animales tan extraños que en ocasiones no había palabras para describirlos. Y por supuesto que las que más se destacaban eran las Criaturas Mágicas extraordinariamente raras, las cuales solamente conocía por las leyendas.

También había todo tipo de importantes minerales e ingredientes invaluables, lo cual era bastante afortunado porque le daba una oportunidad de reponer la enorme cantidad que tuvo que gastar últimamente.

Luego de volar durante unos días para conocer el terreno, Gilberto se estremeció en pleno vuelo y le dijo con tono preocupado: - Maestro Malvado, algo está mal. Justo ahora sentí un escalofrío, como si alguna criatura me estuviese acechando cual si fuese una presa. ¡A mí, un Dragón Negro! -

- Si, yo también lo siento. - Respondió Bryan ceñudo: - Desde hace poco nos está siguiendo alguna especie de ser, pero no he podido detectarlo. Tiene que ser algo muy poderoso o tener habilidades bastante únicas para poder evadir mis sentidos. ¡Descenderemos ahora, Gilberto! Frente a un enemigo invisible lo peor que podemos hacer es exponernos volando. Esperemos poder usar el follaje del bosque para dejar atrás a nuestro perseguidor. -

En el momento en que sintió peligro, Bryan envió a sus Espectros Oscuros a vigilar todo el perímetro a su alrededor. De inmediato detectaron todo tipo de criaturas, pero ninguna de ellas era el origen de su mal presentimiento y esto inmediatamente lo alarmó.

Si bien el invierno ya estaba terminando, el clima debería seguir siendo bastante gélido en esta estación. Pero aparentemente las profundidades del Bosque Oscuro se resistían al cambio de las estaciones, porque la temperatura no había dejado de aumentar desde esa mañana, acercándose al punto de parecer tropical. A Bryan incluso le recordaba al fenómeno que vio en el Emplazamiento Extremo de Madera, solo que aquí el ciclo de la vida y muerte no estaban acelerados. En cambio, desde el momento en que aterrizaron, se maravillaron al verse rodeados por la majestuosa visión de tantos arboles altísimos, que parecían haber nacido cuando el mundo era joven.

A través de sus Espectros Oscuros podía ver todo tipo de seres deambulando en este entorno. Algunos de los más destacados fueron un cuarteto de Mantícoras que cazaban en equipo. También vio una Tortuga Gigante que fingía ser un montículo rocoso. En cierto momento un grupo de diez Centauros se abrieron paso entre la maleza, pero todos murieron casi instantáneamente por las llamas de una Quimera que se encontró con ellos de forma repentina y que desapareció casi igual de rápido entre la maleza.

¡Oh, este lugar definitivamente no es para aficionados!” Se dijo Bryan sonriendo nerviosamente mientras adoptaba la postura y maneras necesarias para pasar desapercibido en el Bosque Oscuro. Normalmente cualquiera de estas criaturas gobernaría un extenso territorio en las zonas periféricas y cualquier aventurero preferiría mil veces evitarlas antes que enfrentar a cualquiera de ellas. Pero en las profundidades parecían ser existencias casi comunes.

Y no solamente se trataba de la fauna. Con el tiempo Bryan comenzó a identificar varios tipos de plantas, raíces y hongos con propiedades mágicas extraordinarias. También encontró algunas que claramente poseían un gran poder, pero cuya naturaleza y nombre desconocía por completo.

Muchas también eran peligrosas. Bryan vio algunas flores que parecían ser Venus Atrapamoscas… solo que varias veces más grandes. De hecho, cuando un Toro Furibundo de acercó demasiado a una de ellas, las fauces se abalanzaron sobre la desafortunada criatura con la misma velocidad que una serpientes y el toro ni siquiera tuvo tiempo de lanzar un chillido lastimero antes de desaparecer para siempre.

- Gilberto, activa tu camuflaje. - Ordenó Bryan seriamente.

- ¿Qué es eso, Maestro Malvado? - Preguntó el Dragón inclinando la cabeza a un costado.

- Esa cosa con la que pareces fusionarte con las sombras. Debes mantenerte oculto y nunca revelarte a no ser que yo te lo ordene. ¡Y tampoco comas o bebas nada sin antes preguntarme! -  Aclaró Bryan: - Este lugar es mucho más peligroso de lo que creí al principio y si no tenemos cuidado, incluso tu y yo podríamos resultar heridos, muertos o algo peor. -

Trunks tenía razón. Es cierto que hay muchas recompensas por venir aquí, pero el peligro es tan alto que seguramente no lo compensa. Aunque eso es sólo para la mayoría.” Pensó Bryan recordando lo que su amigo había dicho cuando le preguntó al respecto. En ese momento se sentó para concentrarse completamente en lo que sus Espectros Oscuros veían. Su objetivo era adquirir una comprensión total del entorno para acostumbrarse lo antes posible al ritmo vital que tenía que asumir para sobrevivir en este territorio.

Cuando una persona vive en una zona residencial opulenta sabe que hay guardias, cámaras de seguridad y demás defensas en cada esquina; de modo que no teme salir despreocupadamente a caminar e incluso puede que deje abiertas las ventanas durante la noche. Lo mismo ocurriría en una tranquila zona campestre. En cambio, al mudarse a un distrito peligroso o cerca de un territorio de riesgo, mirará a sus espaldas cada cierto tiempo para prevenir que algún asaltante lo siga, antes de ir a dormir comprobará varias veces que todas las ventanas y puertas estén bien cerradas para que nadie entre, así como otras tantas costumbres de supervivencia. En pocas palabras, adaptará su ritmo de vida a la situación.

E ingresar en un entorno salvaje, sobre todo uno tan peligroso y extremo como este, requería que Bryan se tomase un tiempo para adaptarse.

- Muy bien, ya estoy listo. - Dijo Bryan en cuanto abrió los ojos: - Ahora quiero que me sigas con mucho cuidado, dragón. Avanzaremos muy despacio para no llamar la atención. -

Irónicamente, Bryan acababa de pronunciar esas palabras cuando de repente sus criaturas vieron algo y sus ojos se abrieron de un modo desproporcionado por la sorpresa. Entonces comenzó a correr entre la maleza con una expresión eufórica.

En lo profundo del Bosque Oscuro

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú, la tierra del Inca que el sol ilumina porque Dios lo manda. Hoy amanecí un poco poeta.

Esta capítulo me enfoqué en cambiar muchos diálogos para hacerlos más amenos y divertidos que los originales. Los personajes explicaban muchas cosas que deberían sobreentenderse y reiteraban demasiado al respecto.

También me gustó la idea de darle un mayor énfasis al funcionamiento de cosas como la matriz del zombi y especificar que cada una debería ser diferente, dado que sirven para crear una criatura distinta. Que el Gran Árbol fuese un depredador forestal fue una idea de último momento.

Un agregado completamente nuevo es el regreso al Cementerio de la Muerte por parte de Bryan, así como la fabricación de objetos y pociones. Y es que muy rara vez hemos visto a nuestro protagonista haciendo verdaderos preparativos antes de un viaje. Pero el motivo principal de este cambio se revelará más adelante y creo que será útil.

En el original nos dicen que el Bosque Oscuro tiene todo tipo de monstruos legendarios, pero el recurso del autor para intentar lograr este efecto es el de hacernos una lista de todas las criaturas que ya vimos con anterioridad, solo que incrementando el número. Por eso me tuve que inventar algunas nuevas. Espero que el detalle haya sido de su agrado.

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¡Nos vemos en el siguiente capítulo!