42 Erigió una pequeña tienda

- Eh... ¡Cofff! ¡Cof!... - Bryan escupió bocanadas de agua mientras su rostro se tornaba rojo como un tomate. Se apresuró a apartar las manos de Fanny de su cuello, fingió que no tenía idea de los que estaba pasando y preguntó apresuradamente con una expresión compungida: - ¿Qué estás haciendo, Maestra Fanny? Ya prácticamente soy carne molida ¿No puede ser más amable? -

En cuanto terminó de hablar alzó la mirada… y sus ojos casi salen de sus órbitas por la impresión. Fanny y Lisa estaban delante de él, prácticamente como vinieron al mundo. La parte superior de sus cuerpos estaba totalmente expuesta, revelando una extensión de piel blanca y pura como la nieve. Las hermosas cumbres gemelas de Fanny y los pechos ahora florecientes de Lisa desplegaban su belleza descaradamente ante sus ojos.

Una sola prenda delgada de ropa interior, húmeda, goteante y tan fina como las alas de una mariposa, era lo único que cubría el área más vital de las dos mujeres en la parte inferior del cuerpo. Aunque no podía verlas completamente, la tentación casi translúcida que implicaban era aún más estimulante. En todas sus vidas Bryan nunca había estado más consciente del sexo opuesto. Su miembro viril, que había estado a punto de desfallecer a causa de la impresión del ahorcamiento, recuperó su energía y se erigió de nuevo.

- ¡Sí! ¡Finalmente has despertado, Bryan!... Eh, maestra Fanny, ¿por qué lo estás tratando así? - Sentada a un costado, Lisa estaba igualmente perpleja y rápidamente se acercó.

- ¡Mira la parte inferior de su cuerpo! ¡Si realmente se hubiera desmayado no estaría reaccionado así! - Fanny estaba furiosa y hablaba con el rostro enrojecido. Inmediatamente comenzó a tomar represalias, pellizcando y retorciendo a Bryan en varias partes, mientras lo maldecía en voz baja.

Por su parte, Bryan estaba bastante pasmado por la reacción de Fanny y quedó momentáneamente mudo, aunque muy rápidamente se recuperó e intentó pensar en alguna excusa que darles. Pero no podía evitar que sus ojos continuaran vagando sobre los cuerpos de las dos mujeres. De repente tuvo un momento de inspiración y argumentó una improvisada defensa, sin tener en cuenta si su lógica era correcta: - Acabo de ser envenenado por esa serpiente, así que todo mi cuerpo se ha puesto rígido y pesado. ¡Eso incluye a la “parte inferior”! ¿Cómo puede ser culpa mía? -

Cuando termino de hablar, Fanny y Lisa se miraron… Pero entonces cayeron en cuenta de que todavía estaban desnudas. Esto desató una nueva oleada de chillidos, maldiciones y gritos de pánico.

- ¡Cállate! ¡Deja de poner excusas! Nunca me han contado sobre alguien con una erec… con la parte inferior del cuerpo endurecida por culpa del veneno de la Pitón Abisal Venenosa. ¡Eres un maldito degenerado! ¡Ya cierra los ojos y no te atrevas a mirar! ¡Lisa, pongámonos nuestra ropa antes de tratar con él! - Gruñó Fanny enojada y rápidamente abandonó la escena junto con Lisa.

Bryan inmediatamente guardó silencio y fingió obedecer. Pero bien que abrió sus brillantes ojos en cuanto las dos le dieron la espalda para posar una mirada ávida sobre el coqueto y bien redondeado culo de Fanny.

Después de un rato las chicas (ya completamente vestidas) se acercaron caminando furiosamente desde cierta distancia con las mejillas encendidas de color rojo. Fanny miró a Bryan con una expresión sombría, resoplando fríamente al cabo de un rato: - ¡¿Por qué de repente apareciste aquí de un modo tan conveniente?! -

-Eh... Yo me encontraba recogiendo leña para alimentar la hoguera, cuando de pronto me pareció escuchar unos gritos. Por eso vine corriendo para ayudarlas y no me detuve a pensar en nada más. Maestra Fanny, me han herido y no quise mirarlas. Todo mi cuerpo se siente entumecido y no puedo moverme. La cola de la Pitón también me golpeó desde el pecho hasta la mejilla derecha y ahora mismo me duele bastante. Lamento si las ofendí al tratar de salvarlas. - Bryan decía todo esto con una expresión demacrada mientras continuaba acostado en el suelo. Estaba manteniendo su cuerpo inmóvil deliberadamente, aparentando que sólo podía mover su boca y ojos, mientras el resto estaba tan tieso como un trozo de madera.

Lisa contemplaba a Bryan desde cierta distancia y le arrojó una mirada asesina cuando vio que la parte inferior de su cuerpo continuaba erecta. Dudó por un momento, pero acabó pidiendo misericordia: - Maestra Fanny, aunque la conducta de Bryan parece un poco sospechosa, también es cierto que acaba de salvarnos la vida y se ha lastimado. ¿No es mejor dejarlo así? -

- Pero… Lisa, yo... ¡he sido violada por él! - Cuando escuchó el argumento de Lisa, Fanny objetó apresuradamente y sin dejar de mirar enojada a Bryan tan indignada que se veían lágrimas en sus ojos.

Lisa se quedó sin palabras por un momento, pero finalmente le respondió a Fanny usando un tono tranquilizador: - Somos los únicos que sabemos lo que ha pasado aquí. Yo no pienso contárselo a nadie, Bryan ciertamente no se atreverá a decir nada, así que puedes fingir que esto nunca ocurrió. Eh… él también ha visto mi cuerpo desnudo y eso me molesta mucho, de hecho, lo detesto. ¡Pero no podemos matarlo! ¡No cuando acaba de arriesgar su vida para ayudarnos! -

- Yo no vi nada, y lo juraré ante cualquiera, se lo prometo. Por favor no me mates, Maestra Fanny... - El rostro de Bryan estaba lleno de pánico y movía sus ojos rápidamente de un lado a otro mientras soltaba cualquier excusa que se le ocurría a toda prisa.

- ¡Tú cállate! - gritó Fanny furiosamente. Pero al cabo de un rato su iracunda expresión fue reemplazada por una de resignación. Después pisoteó el suelo con fuerza y siguió pensando por un tiempo. Hasta que finalmente volvió a mirarlo con furia, apretando los dientes y le dijo: - Recuerda mis palabras, esto no se ha terminado todavía. Ahora estás lesionado, así que por el momento voy a dejarte ir. ¡Pero después voy a encargarme de ti, más tarde o más temprano! También tenemos que hablar del asunto de la última vez cuando me... eh. Nada. -

De repente, Fanny se dio cuenta de que estaba a punto de soltar la lengua de más y empeorarlo todo. Al ver que Lisa la miraba con una expresión de sospecha, cambió apresuradamente de tema para cubrir su desliz.

- Maestra Fanny, ¿Qué quisiste decir? ¿Acaso…? - Lisa los miró extrañada e iba a empezar un interrogatorio.

- ¡No! - Fanny inmediatamente la interrumpió y luego se rio de un modo encantador mientras decía. - Lo que pasa es que Bryan estuvo haciendo sus travesuras durante el experimento de la última vez, por eso quise decir que tengo que resondrarlo por eso. No tengas ideas extrañas. ¿No es así, Bryan? -

Con sus ojos moviéndose rápidamente, Bryan se apresuró a mostrarse de acuerdo: - Sí, sí, eso es correcto. -

- Eh, Lisa, tú cuida de Bryan por ahora. La Pitón Abisal Venenosa ya se murió, así que voy a extraer su núcleo mágico. ¡Ah, ahora que lo pienso ese es un núcleo de Nivel 3! Podremos caminar y presumir con orgullo cuando regresemos a la Academia. - Fanny tenía miedo de que algo más terminase por escapársele, así que se apresuró a alejarse como si estuviera escapando de algo y volvió a zambullirse en la laguna, aunque esta vez no se desvistió.

Después de que Fanny se hubo marchado, Lisa se acercó a Bryan soltando un suave suspiro. Luego le habló en voz baja: - Bryan, nunca hubiera pensado que serías tan tonto. Has arriesgado tu vida sólo para rescatarme de esa serpiente. La verdad es que yo solo te creía a medias cuando me confesaste tu amor en la trampa, pero ahora, después de ver como luchabas por mí, te creo completamente. ¡Pero Bryan, debes entender que en realidad soy una chica muy mala y no vale la pena que te esfuerces tanto sólo para protegerme! -

Bryan: -...-.

Lisa vio como Bryan se quedaba allí estupefacto y pensó que había adivinado correctamente los sentimientos de su corazón. Ella sacudió la cabeza y apretó los dientes: - Bryan, olvídate de mí mientras todavía estás a tiempo. No hay forma de que tú y yo podamos estar juntos, porque la brecha entre nuestros estatus y posición es simplemente demasiado grande. Mi familia nunca aprobaría una relación entre nosotros. ¡Lo siento mucho, Bryan! -

Bryan: -...-

- Bryan, ¿qué pasa, por qué no dices nada? ¿Estás triste? - Lisa mantenía una expresión cargada de triste condescendencia mientras le hablaba con nerviosismo, sintiéndose como una mujer fatal y descorazonada.

Por su parte, Bryan no sabía si reír o enojarse. Realmente no tenía idea de cómo responderle. Se quedó mirando estupefacto mientras Lisa seguía parloteando de un modo ridículo, sin prestarle atención a nada más que así misma. Y encima la chica había escogido unas palabras tan engreídas… realmente no sabía cómo reaccionar. 

Al principio quiso seguirle la corriente durante un rato, pero la perorata de la joven se extendió tanto que parecía no tener fin. Y Bryan se sentía bastante adolorido en ese momento. Las palabras de la joven siguieron resonando en sus oídos, aumentando su malestar.  Así que finalmente no pudo aguantar más y se le escapó un grito irritado: - ¡Ya deja de hablar! -

Después de una pausa, que dejó a Lisa bastante asustada. Su expresión hizo que Bryan recuperase un poco de serenidad, así que suspiró apresuradamente y habló comuna expresión que pretendía se desolada: - Yo lo entiendo en mi corazón. Para mí tú eres como el sol, inalcanzable, pero sin el cual no puedo vivir. Sólo te ruego que me permitas admirarte desde lejos y en silencio, porque jamás te causaré ningún problema.

Te quiero demasiado como para arrastrarte conmigo a una vida de miseria y nunca me interpondré entre tú y la felicidad. Porque eso es lo que el verdadero amor significa, incluso si no hay forma de que sea correspondido.

Algún día encontrarás a alguien más digno de ti y yo continuare viviendo feliz sabiendo tú lo eres. Así que Lisa, no tienes de que preocuparte, en serio. Para mí es suficiente vivir con el recuerdo de tu sonrisa, amándote en silencio y deseándote lo mejor. -

Bryan no recordaba exactamente a cuál de todas las telenovelas que alguna vez había visto junto a su abuelita cuando era niño pertenecía este estúpido y dramático monólogo, pero igual se le puso la piel de gallina mientras hablaba. Incluso él tenía que admitir que ya estaba siendo demasiado siniestro y desvergonzado con esta chica.

- ¡Oh, Bryan! Yo nunca había escuchado a nadie decir algo tan bonito… wah wah... ¡Por favor perdóname! -

En contra de todas sus expectativas, ese discurso cursi provocó que los ojos de Lisa se llenaran de lágrimas y comenzó a sollozar de forma entrecortada. Después de un rato sus lágrimas seguían corriendo por sus mejillas sin detenerse. Parecía que realmente la había afectado.

Finalmente, Fanny regresó de la laguna, con la ropa mojada y un poco desordenada. Cuando escuchó el llanto de Lisa, la expresión de su rostro volvió a oscurecerse mientras miraba enojada a Bryan. - ¿Acaso no nos has intimidado lo suficiente, Bryan? -

- Wah wah... No Maestra Fanny, esto no tiene nada que ver con Bryan. Es solo que sigo un poco asustada por todo lo que ha sucedido. ¡De verdad, no tiene nada que ver con él! - Lisa se apresuró a secar sus lágrimas y forzó una sonrisa en su rostro, mientras se explicaba para evitar que Fanny comenzara a reprender a Bryan de nuevo.

Fanny se quedó mirando a Lisa confundida, luego desvió su mirada hacia Bryan, que no se había movido ni un centímetro, todavía aparentemente paralizado. Entonces resopló con resignación y dijo: - Bueno, en ese estado no se atrevería a molestarte más. -

Las ropas de Fanny estaban apretadas contra su perfecto cuerpo por el agua de la laguna. Aunque ya no podía ver mucha piel, aquellas vívidas curvas seguían siendo un festín para sus ojos. En su interior Bryan estaba silbando impresionado. Fanny no solamente poseía los rasgos faciales más hermosos y llamativos, sino que todo su cuerpo era una cornucopia rebosante de sensualidad femenina tentadora.

- Pero es bastante extraño. Cuando revisé el cadáver de la Pitón Abisal Venenosa vi que toda la zona entre la boca y su cuello parecía carbonizada por dentro, era todo un desastre pegajoso de carne chamuscada mojada. Me pregunto ¿qué fue lo que pasó? Creo que mis ataques mágicos no fueron lo que realmente la mataron, sino esa horrible quemadura interna que se extendió hasta su cabeza. Y mis lanzas de hueso nunca podrían lograr un efecto tan asombroso como para quemar un cuerpo desde adentro hacia afuera. ¿Qué diablos está pasando, Bryan? - Preguntó Fanny intrigada mientras evaluaba sus reacciones.

Riendo con sequedad, Bryan se apresuró a contestar: - ¿Quién sabe? Yo sólo la apuñalé unas cuantas veces. No tengo ninguna clase de poder mágico o un Aura de Batalla que pueda quemar a alguien desde adentro. No tiene sentido preguntarme. -

- ¿En serio? ¿Entonces por qué me parece que luces muy sospechoso? - Fanny frunció el ceño y sus hermosos ojos le hicieron hincapié mientras le preguntaba con desconfianza.

- Eh, pues usted es libre de pensar lo que quiera, Maestra. ¡Diablos, me encantaría poseer una magia tan maravillosa! Pero me temo que eso es imposible para mí. - Respondió Bryan riéndose en voz alta y habló con un tono de auto desprecio. La magia que estaba practicando era algo que no debería existir en este mundo. Así que era un secreto que no pensaba revelarle a nadie, ni siquiera bajo amenaza de muerte.

En ese momento Lisa intervino: - Maestra Fanny, creo que estás pensando demasiado o quizá no has visto bien el cadáver. A veces tus ojos no funcionan muy bien y estamos en plena noche. Bryan nos salvó, así que ¿por qué nos mentiría? Además, si él fuera tan fuerte, hace mucho que habría dejado de ser un esclavo. -

- Quizá. - Fanny sonrió levemente, asintió con la cabeza y luego dijo alegremente: - Ya tengo el núcleo de la criatura mágica. Vámonos, podemos volver a las tiendas ahora. Este baño nocturno resultó ser demasiado emocionante, pero al menos nos las arreglamos para obtener un núcleo de nivel 3, justo como los grandes exploradores de las historias. -

- Bryan, ¿puedes moverte ahora? ¿Quieres que llame a algunos de los estudiantes varones? - Preguntó Lisa mirándolo con cierta preocupación.

- Pues según todo lo que he estudiado, el veneno paralizante de la Pitón Abisal sólo afecta a su víctima temporalmente para facilitarle su ingesta más tarde. Ya pasó mucho tiempo, Bryan ¿no deberías estar bien? - Resopló Fanny enfadada y volvió a mirarlo con malhumor.

Al oír sus palabras Bryan se sentó de golpe y exclamó sorprendido. - ¡Ah, es cierto! Ahora puedo moverme completamente. ¿No es maravilloso? Entonces… ¿No hay que darnos prisa y volver? -

Al principio Lisa se quedó sin habla, luego miró a Bryan y también le habló con un dejo de ira en la voz: - Bryan, hace mucho que puedes moverte. ¿Verdad? -

Pero Bryan contraatacó inmediatamente mirándolo con una expresión muy seria y un tono lleno de sinceridad: - No, no, para nada. Es sólo que no había notado que ya podía moverme hasta que la Maestra Fanny lo mencionó. ¡Vamos, vamos! Los demás se preocuparán si regresamos muy tarde. -

Claro que en cuanto terminó de hablar se levantó de golpe y se alejó caminando rápidamente, sin esperar las respuestas de Fanny o de Lisa. Estaba escapándose descaradamente hacia el campamento de los estudiantes, sin mirar atrás en ningún momento.

- ¡Maldita sea, estoy segura de que ha estado fingiendo desde el principio! Lo estaba probando para ponerlo en evidencia. ¡Bryan, detente justo allí! ¡No has oído el final de esto! - Fanny enfureció y se puso a perseguir a Bryan, arrastrando a Lisa consigo.

La Maestra Fanny en toda su gloria...

Nota del Traductor

Buenas a todos soy acabcor de Perú. Donde la luz roja del semáforo solamente es una referencia que cambia según la hora: A las 10 de la mañana puede significar “detente” pero a partir de las 11 de la noche significa “acelera que viene un loco”. Sin embargo, a pesar de la batalla campal que normalmente implica conducir en estos lares, siempre encontrarás gente solidaria. Si tu carro no enciende y necesitas que alguien te ayude a empujarlo para encenderlo, habrá gente dispuesta a ayudarte hasta en los peores barrios. Eso es solidaridad latinoamericana.

Bueno, este volumen ha sido reeditado el 18 de mayo del 2021. ¿Qué les pareció? A mí me mató de la risa. Pero (aunque no lo crean) tuve muchas dificultades para traducirlo. Y es que, aparte de tener que luchar nuevamente contra la redundancia de siempre, que a estas alturas considero como un terrorista que me acedia personalmente, tuve que lidiar con las referencias culturales.

Primero el “floro”, que en mi país significa básicamente fanfarronear o exagerar para convencer a alguien, que nuestro protagonista le suelta a Lisa suena muy raro en la versión que leí en inglés, así que saqué mi viejo librito de Pablo Neruda y básicamente parafraseé algunas de sus citas. Quedó curso, pero elegante… o eso creo. Ustedes juzgarán, pero creo que la intensión del autor era que dijera algo tan meloso que no quedasen dudas sobre si era una mentira, pero que no fuese lo bastante obvio como para creer que Lisa se lo creería.

Luego el prota menciona que escuchó sus frases en una especie de obra de teatro, cosa que no parecía calzar demasiado bien con un personaje semi-otaku, aunque en realidad no conozco casi nada de adolescentes chinos o jóvenes adultos. Como nota aparte aquí en Perú casi no existe la buena costumbre de ir al teatro, así que esa referencia nos suena totalmente alienígena. Pero hay otros países, como Argentina, en la que le dan a este magno arte el sitio que se merece y lo visitan a menudo. Así que ¿cómo arreglar esto para que todos los latinos lo entiendan? Respuesta: Las telenovelas.

No sé si les ha pasado, pero yo crecí viendo a mi abuelita viendo sus telenovelas. Era todo un suceso: a las 6:00 en punto empezaba la novela y mi abuelita, sus amigas, la vecina con la que no se llevaba bien y hasta la señora de la limpieza se juntaban para apoderarse de la sala, donde estaba el único televisor. ¡Pobre de aquel que intentase sacarlas de ahí! Las mujeres hacían un frente unido que ignoraba clases, familias o jerarquías. Simplemente atacaban a todo aquel que las interrumpiera. Los hombres teníamos que irnos por nuestra parte… “Macho que se respeta se va a ver el futbol en la tv del Chifa de la esquina con sus amigos, porque en su casa no lo dejan”.

Para mí yo con 5 o 7 años era peor; porque a las 5:30 daban Dragon Ball, mi programa favorito de toda la vida, así que en cuanto terminaba tenía que salir corriendo o corría el riesgo de que me atraparan y me obligasen a acompañarlas. Varias veces me faltó velocidad y tuve que sufrir el suplicio de ver como una chica pobre pero inexplicablemente bonita peleaba por el amor de un tal Rodrigo Alberto Francisco Armas de la Vega y Morales… esos nombres de los protagonistas hombres siempre eran demasiado largos e imposibles. Personalmente nunca entendí porque el prota masculino de las novelas no podía llamarse “Pepe”.

Al fin cumplí los 10 años y pude dejar todo eso atrás con un recuerdo infausto, pero que a veces regresaba a atormentarme, hasta que tuve edad para enamorarme. Y entonces… ¡Oh sorpresa! Esas frases ridículamente cursis me salvaron en más de una ocasión cuando estaba a punto de arruinarlo con una chica.

Quienes se han enamorado sabrán que el amor hace que uno empiece a pensar y actuar como… Bueno, como un imbécil. La buena noticia es que, en virtud de una extraña justicia divina, el amor también hace que su pareja actúe de un modo similar. De ahí viene el término “Embelesado de amor”. En ese momento decir cursilerías me funcionó.

Esta divertida experiencia me ayudó a extrapolar la situación del protagonista y Lisa. El chicho se inventa algo que vio en una telenovela, quizá una de esas coreanas que se pusieron de moda hace unos años.

Pero la idea del amor imposible entre un hombre que ama a una dama que jamás tendrá, aunque esta mujer se halle felizmente casada, es vieja. Esos eran los romances de los caballeros.

Ahora, quien ha estudiado a los caballeros medievales sabrán que ellos eran la cúspide de la virtud humana en su época e incluso después. Pero el fenómeno del que les hablo ocurrió a finales de la Edad Media, cuando el concepto de caballero se deformó y entró en decadencia, hasta que dejaron de ser los “defensores de la cristiandad” para volverse una ridícula forma de pretensión para la alta sociedad. Estos “caballeros”, que de caballeros ya no tenían más que el nombre, fueron satirizados magistralmente por Miguel de Cervantes en su obra célebre Don Quijote de la Mancha y sus “amores ficticios” con Dulcinea del Toboso.

Hay algunos que comentan que mi traducción es buena, les agradezco por supuesto estos comentarios que me animan a continuar. Pero la verdad es que lo único que hago es extrapolar las frases más convenientes de otros libros para adaptar mejor esta novela. El Castellano es un idioma magnífico y tienen recursos casi inagotables para crear todo tipo de situaciones ya sean serias, épicas, satíricas, etc. Lo que hice fue aventurarme a darle rienda suelta a nuestro idioma.

Gracias a todos por su apoyo, por favor dejen su opinión en los comentarios, compartan este trabajo con todos los que puedan y si pueden patrocínenme en mi Cuenta de Patreon.

Nos vemos en el siguiente capítulo.