94 Una extraordinaria capacidad de Fuerza Mental

Al día siguiente, en la Facultad de Magia Oscura.

Los Campos de Entrenamiento Principales eran mucho más grandes que los asignados a la Escuela Necromántica y no solo en tamaño, sino en equipamiento e infraestructura. A los necromantes les asignaban Salas, pero la Facultad Oscura contaba con tres antiteatros hechos de piedra reforzada con barreras mágicas e incluso cúpulas protectoras para prevenir que algún conjuro pudiera salir al exterior accidentalmente.

A parte de la Arena Principal cada anfiteatro poseía una serie de cámaras individuales para distintos tipos de prácticas y por supuesto toda la estructura estaba decorada con elegantes columnas de mármol o granito negro, incrustaciones de plata e incluso estatuas que representaban a magos ejecutando distintos tipos de magias y relieves elegantes que ilustraban combates mágicos o complicados hechizos.

Cuando Bryan se presentó dentro del estadio principal, no pudo evitar suspirar por la diferencia con las instalaciones de su escuela y decidió agregar esto a su lista de pendientes para cuando reconstruyese la gloria de la Magia Necromántica. Una vez en el interior fue directamente a la Arena principal, donde se realizaban los eventos de combate mágico, pero que ahora había sido habilitada para los exámenes.

Una multitud considerable ya se había reunido en este lugar, pero la mayoría eran simples espectadores que deseaban presenciar los exámenes de su familiares, parientes y amigos. Así que el bullicio era algo inevitable.

Fanny estaba sentada en uno de los palcos principales como representante de la Escuela Necromántica, junto a un grupo de profesores de la Facultad de Magia Oscura y se encontraba muy ocupada registrando la información de los estudiantes que iban a pasar la prueba. La bruja Camilla no estaba presente, pero Bryan la tenía bien vigilada con uno de sus Espectros Originales y sabía que estaba dentro de su despacho en la Facultad.

Viendo que todavía tenía tiempo, Bryan empezó a moverse entre los grupos de estudiantes. Muchos eran nuevos y nunca los había visto, pero entonces notó a Amy y Athena, que parecían ser las únicas estudiantes de Necromancia que se habían presentado para las pruebas. Como no conocía a nadie más, decidió caminar hacia ellas.

- ¡Hola Bryan! Eh, ¿también estas aquí para la prueba? - Amy agitó su mano amablemente para saludarlo en cuanto lo vio. Era una niña francamente adorable.

Bryan le devolvió el saludo sonriendo y asintió: - Si, a eso vine. Pero es la primera vez que hago un examen así y no estoy muy seguro de lo que debería esperar. ¿Quizá las señoritas puedan darme algunos concejos? -

Athena le dio un rápido vistazo y empezó a explicarle en detalle: - Oh, estas pruebas no son realmente muy difíciles. Lo primero que harán será medir tu Fuerza Mental y luego tendrás que realizar algunas magias básicas en frente de los jueces. Los necromantes también tenemos que demostrar nuestro control de las Criaturas Oscuras, pero no es nada terriblemente complicado. Las pruebas realmente difíciles son para los que quieren obtener el rango de Adepto. Ellos tienen que conocer un gran número de magias poderosas y responder varias preguntas complicadas sobre teoría mágica avanzada e incluso exponer sus propias investigaciones. También me dijeron que al final les asignan una especie de misión que tienen que completar en un tiempo determinado. Sólo después de cumplir con todos esos requisitos, se les considera titulados de la Academia. -

Bryan se quedó parado al lado de las dos chicas mientras observaba a los alumnos que pasaban la prueba. A cada uno los llamaban por su nombre y se les pedía que ejecutaran un Conjuro, un Hechizo y un Encantamiento, dependiendo de su propia disciplina. Luego los profesores comenzaban a hacerles preguntas sobre ciertos temas para ver cuánto conocían sobre teoría mágica y finalmente anunciaban el grado que habían obtenido en voz alta, basado en su desempeño.

Athena notó que Bryan se limitaba a mirar en silencio y pensó que estaba nervioso. Así que decidió decir algo para tranquilizarlo. - ¿Y bien, Bryan? ¿Te sientes listo para pasar las pruebas de Aprendiz Mágico? -

En realidad, Bryan estaba observando a Fanny disimuladamente y no prestó mucha atención a su compañera cuando respondió: - No, de hecho, estoy aquí para ver si puedo llegar al rango de Mago Principiante. -

Athena quedó tan sorprendida por la respuesta que no pudo evitar alzar la voz con incredulidad: - ¡¿Qué?! ¡¿Estás bromeando?! ¡Pero si hasta hace unos meses todavía eras un esclavo recadero de la escuela necromántica! ¡Perdóname, pero es imposible que alcances el grado de Principiante tan rápido! -

- ¿Hablas en serio, Bryan? ¿Estarás bien? - Exclamó Amy, que también estaba sorprendida.

Bryan les sonrió a las dos para tranquilizarlas y asintió con la cabeza mientras respondía con un tono muy sereno: - No se preocupen, señoritas. Es sólo la primera evaluación, así que no pasará nada incluso si no la supero. Voy a probar mi suerte y ver lo que ocurre. -

A pesar de su explicación, las dos chicas todavía no podían entender que Bryan intentase saltar directamente a las pruebas de Mago Principiante, pero al final lograron calmarse y comenzaron a repasar las posibles preguntas entre ellas para prepararse. Hasta que finalmente llegó el turno de Amy para ser examinada.

- ¡Buena suerte amiga! ¡Estoy segura de que esta vez lograrás convertirte en Maga Principiante! - Athena abrazo a Amy y le sonrió para animarla. Bryan también fue amable y le deseo buena suerte antes de que partiera.

La pequeña estudiante avanzo tímidamente entre la multitud hasta llegar en frente de los jueces y comenzó a probar el grado de su Fuerza Mental. Luego ejecutó las tres magias que un Necromante Principiante tenía que dominar: Agonía del Alma, Lanza de Hueso e Invocación de Guerrero Zombi.

Después le pidieron que manipulara a su Zombi entre algunos obstáculos para golpear con precisión un objetivo. Finalmente, la Maestra Fanny y algunos de los otros profesores le hicieron unas cuantas preguntas sobre la teoría mágica.

Poco después la Maestra Fanny se levantó y proclamó alegremente: - Muchas felicidades, Amy. Has pasado la prueba y desde este momento serás considerada una Maga Principiante. El Colegio de Magos recibirá tu evaluación este mismo día. -

Amy dio las gracias con entusiasmo y regresó muy alegre.

Poco después fue el turno de Athena. Pero, aunque normalmente era la más madura de las dos, en esta ocasión se puso muy nerviosa en frente de los jueces y su Lanza de Hueso se rompió a mitad de camino de ser arrojada. Al final también se confundió con algunas de las respuestas y finalmente le comunicaron que lamentablemente había fallado la prueba.

Athena regresó con los hombros caídos y una expresión muy deprimida hasta llegar al lado de Amy, que se apresuró a consolarla. Bryan también quería decirle unas palabras de ánimo, pero no tuvo tiempo de hacerlo porque su turno llegó de casi de inmediato.

Al oír su nombre, Bryan caminó tranquilo y sin prisas entre los estudiantes que se volteaban a mirarlo con atención. Y es que, aunque él no los recordaba, la mayoría de ellos eran estudiantes regulares de la Facultad de Magia Oscura y sabían que hasta hacia muy poco no era más que el esclavo recadero de los necromantes. Muchos comenzaron a susurrar cosas despectivas sobre él, otros en cambio lo miraban con sana curiosidad y se preguntaban qué sucedería.

- Je je. No te pongas nervioso Bryan. Solo tienes que hacer lo mismo que todos los demás. Creo en tu habilidad y sé cuánto de has esforzado. Estoy segura de que podrás alcanzar con éxito el grado de Mago Principiante. - Fanny le sonrió desde su estrado y le dedicó unas palabras de ánimo.

Bryan se paró sobre una matriz mágica tallada en el suelo de piedra en frente de los jueces. Poco después, uno de los profesores se le acercó sosteniendo un gran trozo de cristal de color negro. Los estudiantes solo tenían que tocar el cristal con la mano desnuda y concentrar su Fuerza Mental, entonces la superficie comenzaría a iluminarse poco a poco de forma intermitente, hasta alcanzar cierto grado de intensidad que podía ser medida.

Cuando los dedos de Bryan hicieron contacto con la fría superficie, sintió que su Fuerza Mental se reunía a una velocidad extremadamente acelerada y se apresuró a introducirla.

En menos de dos suspiros el cristal comenzó a resplandecer como un carbón incandescente y su brillo siguió aumentando hasta llegar al color blanco, que era el máximo de su capacidad. Luego se quedó así, sin descender en ningún momento. Todos los jueces mostraron expresiones asombradas y perplejas. Algunos incluso se levantaron de sus asientos para observar de cerca. Sólo por su reacción era evidente que lo que estaba sucediendo era algo inaudito para ellos.

Bryan se apresuró a retirar su Fuerza Mental, sintiéndose nervioso por primera vez. La sensación que le dio el cristal lo había confundido, haciéndole pensar que no estaba aplicando suficiente poder, y sin querer utilizó toda su fuerza de una sola vez. Sólo entonces entendió hasta qué punto superaba en velocidad de concentración a los otros magos, pues nadie de su edad era capaz de reunir toda su Magia en tan poco tiempo.

“Y eso que Fanny me lo advirtió específicamente el día de ayer. Esto puede traerme problemas.” Pensó Bryan con ironía y forzó una sonrisa para decir: - Tal vez este cristal está fallando. ¿Quizá debería intentar usar otro? -

- Este “cristal” como tú lo llamas, es un catalizador mágico desarrollado especialmente por los mejores magos para medir la Fuerza Mental y no puede “fallar”. Por favor no digas tonterías. - El profesor de Magia Oscura que sostenía el ‘Catalizador’ lo miró enojado antes de responder con firmeza.

La Maestra Fanny también estaba sorprendida, pero se recuperó muy rápido y luego sonrió forzadamente a los demás profesores mientras se apresuraba a explicarles: - Este estudiante sufrió un accidente mágico en el que se expuso a un poderoso ataque de necromancia. La Agonía del Alma impacto de lleno en su mente sin ninguna clase de protección e incluso lo sumió en un periodo de confusión que duró algunos meses. Es posible que esto afectase ligeramente su cerebro y el catalizador no ha sido diseñado para medir esa eventualidad. No creo que sea necesario prestarle mucha atención. -

Esta explicación fue aceptada por los jueces, aunque aún permanecieron hablando entre ellos por un rato. Fanny aprovechó la oportunidad para lanzarle una mirada feroz, como si creyera que Bryan había estado luciéndose a propósito.

El profesor que sostenía el cristal asintió con la cabeza mientras cavilaba en voz alta: - Ya veo. Ese podría ser caso. Realmente no recuerdo que alguien contemplara esa posibilidad y también recuerdo que me contaron algo acerca de ese incidente, aunque en su momento no le preste mucha atención. ¡Pero eso muy interesante! Si la Agonía del Alma de los Necromantes tuvo este efecto, ¿qué otras posibilidades podrían tener? ¡Es un tema que bien merece ser estudiado! -

- Bueno, Maestro Alejandro. Si tan interesado estás, puedo intentar echar esa maldición sobre ti. Je je. ¡Pero no garantizo que después no pierdas la cabeza! - Fanny sonrió alegremente mientras bromeaba.

- Gracias por la oferta, Maestra Fanny. Pero ni soy tan valiente ni tengo tanta curiosidad académica. ¡Bueno! Si bien su nivel no ha quedado claro, es un hecho que este estudiante posee Fuerza Mental y que esta funciona. ¿Por qué no asumimos que esta prueba ha sido superada y pasamos a lo siguiente? - El profesor sonrió en respuesta, luego decidió que era mejor no perder más el tiempo, así que aprobó a Bryan y los jueces se mostraron de acuerdo.

Las siguientes pruebas eran de práctica y teoría. Athena había cometido errores porque estaba nerviosa, pero Bryan había sobrevivido en el Bosque Oscuro, había matado asesinos y soportado los peores dolores. De modo que no estaba precisamente intimidado por quedar mal frente a unos jueces, que lo peor que podrían hacerle era reprobarlo.

Los tres hechizos básicos no solamente fueron realizados a la perfección, sino que los ejecutó con la familiaridad de quien los ha tenido que usar en distintos tipos de escenario. Luego le pidieron que invocase a un Zombi y lo manipuló con una precisión que superaba por mucho a lo que Amy consiguió, siendo que ella llevaba años practicando. Lo más increíble era que los movimientos de su zombi no solo eran efectivos, sino que hasta parecían gráciles.

La última prueba era la que todos los estudiantes temían, pero para Bryan fue la más fácil de todas. No mostró ninguna vacilación al responder a todas las preguntas que los jueces le hicieron y tuvo comentarios interesantes que aportar para cada caso. Los jueces estaban gratamente impresionados, sorprendidos e incluso sonreían cada vez que lo escuchaban contestar tan resueltamente. Fanny ya se esperaba esto porque conocía su nivel, pero se abstuvo de intervenir demasiado y apenas hizo unas pocas preguntas, para aumentar el impacto positivo sobre el resto de profesores, lo que demostró ser un acierto.

- Bryan, creo que usted no lleva ni un año siendo estudiante; sin embargo, sus respuestas son exactas y su criterio es claramente definido. - Dijo uno de los jueces con una sonrisa sincera.

Bryan inclinó la cabeza y respondió con humildad: - Gracias, Maestro. He dedicado cada momento que he tenido a mis estudios con el objetivo de estar a la altura de la confianza que me ha brindado esta prestigiosa Academia. -

La respuesta complació a los jueces. Era evidente que ya no lo veían como un advenedizo. En cambio, a sus ojos se había revelado como un potencial talento que debían cultivar incluso si sólo era un Necromante. Uno de ellos añadió: - Eso es excelente. Si continua así, definitivamente llegará lejos. Estamos sinceramente impresionados y será muy interesante observar sus futuros logros. -

Fanny estaba encantada. Durante meses había luchado contra toda clase de problemas para conseguir que el resto de profesores entendiese el potencial de Bryan y finalmente podía justificarlo. Así que sonrió y proclamo el veredicto unánime de los jueces: - Muchas Felicidades, estudiante Bryan. A partir de este momento ha obtenido el grado de Mago Principiante. Sus resultados serán enviados al Colegio de Magos hoy mismo.

Y permítame añadir que, si bien hay muchos Magos Principiantes en nuestro imperio, pocos hay que puedan jactarse de poseer un talento tan destacado. Estoy segura de que no le faltarán propuestas de trabajo. Pero creo que, con su potencial, el rango que ahora ostenta no es límite de su capacidad. -

Bryan abandonó los Campos Principales de Entrenamiento con el permiso de Fanny y las felicitaciones de todos los jueces. Luego se fue directamente hacia la Escuela de Caballeros para entregarle a Lawrence el trozo de Oricalco que tanto esfuerzo le había tomado conseguir y recibir su oro.

Mientras avanzaba pensaba en las memorias de Chu Cang Lan y los ingredientes que necesitaría para refinar sus Zombis Elementales. Por suerte para él, sabía de buena fuente que algunos de estos materiales existían en este mundo, pero también sabía que eran bastante caros y difíciles de obtener en grandes cantidades. Así que, si quería tener éxito, tendría que invertir grandes cantidades de crudo y frío dinero.

¡Necesitaba encontrar una forma efectiva de enriquecerse pronto!

En ese momento sintió la llamada de uno de sus Espectros Originales. Era el que tenía vigilando al Archimago Duke, que había permanecido sin moverse demasiado dentro de la Escuela de Magia de Viento. El anciano se estaba saliendo por primera vez en varios días y eso naturalmente despertó la curiosidad de Bryan. Así que dejo la reunión con Lawrence para después y en su lugar se concentró seguir al Archimago.

No tuvo que ir muy lejos, porque el destino de Duke era la parte trasera de la Escuela de Caballeros. Ahí estaba esperándolo Erick, el Caballero Veterano que siempre le acompañaba como escolta. Y junto a él había una tercera persona, que al principio le pareció un desconocido, pero entonces el sujeto se volvió para mirar al recién llegado y en seguida lo reconoció: Era Clark, el Caballero de la Tierra con quien se habían encontrado casualmente durante su excursión en el Bosque Oscuro.

“Sorpresa, sorpresa.” Pensó Bryan.