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Con el parche destruido, ya no había nada que pudiese contener el abrumador poder del Ojo del Demonio y este se desató con la misma furia de un furioso torbellino, que trataba de llevárselos al vacío. Un dolor desgarrador, que no lastimaba ni el cuerpo ni la mente, sino su mismísima alma, comenzó a invadirlos como una descarga eléctrica, sacudiendo tanto a Bryan como al Pequeño Esqueleto.
Y estaban completamente indefensos.
Deberían haber muerto o por lo menos tener sus egos destruidos en cuestión de segundos, pues la fuerza que los atacaba era mucho mayor a la que experimentaron en la aldea de los Troll, como si la entidad que la producía estuviese haciendo esfuerzos extras para asegurarse de poseerlos en esta oportunidad. Pero por algún motivo Bryan pudo mantener su conciencia a pesar del sufrimiento. Era como si hubiese un delgadísimo pero irrompible hilo que lo mantenía en el límite entre la cordura y la locura, impidiendo que el terrible poder lo succionase; pero gracias a ello fue capaz de pensar, en lugar de revolcarse en el suelo con impotencia, como la primera vez.
Entonces recordó lo que había sucedido con Fausto y extrapoló ese conocimiento. No podía detener esta fuerza que invadía su cuerpo, pero podía intentar dirigirla hacia un sitio determinado. De ese modo fue llevando ese alud de energía hacia el Infante Sanguinario en su interior, que inmediatamente despertó y comenzó a devorar la energía furiosamente.
De repente fue como si cada vena y circuito mágico dentro de su cuerpo se hubiese convertido en una especie de red, que canalizaba toda esa energía invasora hacia el Infante Sanguinario en su interior, que la devoraba con avidez como si fuese un agujero sin fondo. Por un instante que pareció eterno para Bryan, ambas fuerzas estuvieron igualadas en su interior, pero finalmente sintió que el Infante Sanguinario estaba a punto de alcanzar el límite de lo que podía absorber y todo podría haber terminado ahí.
Por primera vez Bryan realmente creyó que había llegado su final, pero la energía contenida dentro del Ojo del Demonio comenzó a menguar en mismo momento, llegando a un punto en que pudo expulsarla usando su fuerza de voluntad.
Bryan recuperó el control de su cuerpo y cayó de rodillas por el agotamiento, mientras un sudor helado discurría por su cuerpo entero. Entonces miró hacia el Pequeño Esqueleto, que continuaba revolcándose en el suelo por el dolor, de modo que se arrastró hacia la criatura y utilizó la Asimilación Vital.
El Pequeño Esqueleto era un no-muerto, así que no tenía ninguna vida que pudiese ser absorbida. Esa técnica demoníaca tan temida en el mundo de Chu Can Lan no representaba ningún peligro para las Criaturas Oscuras, pero sí podía absorber la energía que lo estaba atacando, la cual era menor en comparación a la que invadió el cuerpo de Bryan; gracias a esto, el Infante Sanguinario pudo digerirla con más facilidad. Entonces confirmó algo que había sospechado con anterioridad: El poder dentro del Ojo del Demonio era un fragmento de alma.
“Probablemente el tal Datara vino de un lugar parecido al del dios maligno Nécora, solo que tuvo tiempo de dejar un eco de su alma en este mundo.” Concluyó Bryan cuando el dolor finalmente remitió a un grado en que pudo volver a pensar. “Es una fortuna que haya podido traer aquí al Pequeño Esqueleto antes de que el parche se rompiese en el Inframundo o toda esa energía me habría atacado con la guardia baja.”
Era cierto. Este segundo ataque del Ojo del Demonio había sido mucho más fuerte que el primero, como si el fragmento de alma en su interior hubiese entendido que tenía darlo todo para lograr su objetivo. El principal motivo por el que sobrevivieron se debió a que ambos se habían fortalecido considerablemente y estuvieron juntos al momento del ataque. Si el parche se hubiese roto en el inframundo, todo el poder del Ojo del Demonio hubiese consumido fácilmente al Pequeño Esqueleto y luego hubiese podido concentrarse en Bryan, cuando este invocase a su criatura sin ser consciente del peligro.
Por supuesto que había un segundo factor, la casi imperceptible, pero poderosa defensa que permitió a Bryan mantenerse consciente en medio del ataque hasta que pudo idear un plan para librarse de la energía, aunque él lo atribuyó a su última trasformación.
Finalmente, Bryan pudo relajarse un momento y se dejó caer en el suelo respirando con dificultad. Pero el Infante Sanguinario estaba muy ocupado, pues era la primera vez desde su aparición que se encontraba completamente lleno de energía. Cuando Bryan lo examinó, le pareció que era tan brillante como un sol, pero también oscuro, casi como un eclipse. Cientos de rayos emergían violentamente de su pequeño cuerpo y su aura de había tornado caótica y malvada.
Entonces el Infante Sanguinario comenzó a hacer lo que mejor hacía: Transformar toda esa energía vital en Esencia Mágica. Bryan sintió que algún tipo de límite se rompía en su interior y supo entonces que un nuevo aumento de sus poderes estaba por ocurrir. Entonces se sentó con las piernas cruzadas e inmediatamente se sumergió en un estado de meditación intensa.
Mientras tanto, el Pequeño Esqueleto se levantó tambaleándose y miró a Bryan al mismo tiempo que se tocaba la cabeza, claramente confundido. El Ojo del Demonio había perdido el poder del fragmento del alma que tanto sufrimiento le estuvo causando, pero todavía resplandecía en su cuenca ocular y se movía en su interior, dándole a la criatura un aspecto sorprendentemente natural, como su fuese un ojo real.
Entonces el Pequeño Esqueleto se sentó en frente de Bryan, imitando su postura de piernas cruzadas, observando fijamente el rostro de su creador, como si quisiera memorizar cada uno de sus rasgos.
*****
- Pero… ¡¿qué sucedió aquí?! -
Emily y Gilberto se encontraron en la puerta de la Taberna cuando regresaban de sus respectivos asuntos. De inmediato se dieron cuenta de que algo anormal sucedía porque ambos eran sensibles a los poderes mágicos y sintieron que una extraña energía inundaba el área. Poco después encontraron a Bryan sentado en el suelo del patio junto a uno de los pilares de hueso y con el Pequeño Esqueleto en frente suyo, el cual se volvió para mirarlos en cuanto los escuchó acercarse.
Y se veía tan “vívido” con esa gema púrpura moviéndose como una extraña especie de pupila, que no pudieron evitar estremecerse e incluso retrocedieron un par de pasos, asustados.
El Pequeño Esqueleto los miró un momento con curiosidad y luego se llevó un dedo huesudo a la boca mientras señalaba a Bryan con su mano libre. Era evidente que intentaba decirles: “Silencio, no lo distraigan.”
Tanto el Dragón como la Archimaga se quedaron mirando con la boca abierta a esta pequeña Criatura Oscura que no solamente era única en apariencia, sino que además tenía la capacidad de comunicarse con ellos… Algo que debería ser imposible, porque según el conocimiento general estos seres no tenían conciencia.
Por suerte no era la primera vez que Emily tenía que lidiar con alguna de las extravagancias que ocurrían alrededor de Bryan, sobre todo este Pequeño Esqueleto con el que había luchado anteriormente y visto en acción en muchas oportunidades.
- Parece que tu maestro está a punto de llevar sus poderes mágicos a un nuevo nivel, Dragón. Lo mejor es que no interrumpamos su meditación. - Dijo Emily a Gilberto y luego miró al Pequeño Esqueleto para decirle: - Utilizaré una magia oscura muy especial para trasportar a Bryan hasta su dormitorio. No te preocupes, no lo despertará. -
El Pequeño Esqueleto asintió y permitió que Emily usase un encantamiento sobre el suelo donde Bryan se sentaba, para hacerlo levitar muy cuidadosamente, como si se tratase de mover un castillo de naipes. La pequeña Criatura Oscura los siguió hasta la habitación y no sólo entró primero que ellos, sino que, cuando Emily dejó suavemente a Bryan sobre su propia cama, el Pequeño Esqueleto les hizo señales para que se fueran y les cerró la puerta descaradamente.
- Esa Criatura Oscura no solamente nos entiende y se comunica con nosotros, sino que además nos ha dejado afuera, como si fuésemos un estorbo. - Dijo Gilberto, demasiado sorprendido como para sentirse ofendido.
- A estas alturas he aprendido a no sorprenderme demasiado cuando se trata de tu amo. - Respondió Emily encogiéndose de hombros.
- Supongo que es lo más sensato. - Comentó Gilberto mirando un momento hacia el cielo, mientras pensaba en el Zombi Élite de Tierra y tantos otros poderes misteriosos que Bryan había demostrado hasta el momento: - ¡Definitivamente no será aburrido seguir a este maestro! ¡Siempre hará cosas extraordinarias! -
- Estoy segura. - Comentó Emily y por primera vez lo miró con una sonrisa que no era despectiva, sino cordial. Aunque después añadió con algo de picardía: - Pero no deberías relajarte demasiado. Las Criaturas Oscuras de tu Maestro sólo se hacen más fuertes y si te descuidas… ¡Podría llegar el día en que ni siquiera tú puedas vencerlas! -
Gilberto estaba a punto de responder con un comentario despectivo, pero entonces recordó al Zombi Élite de Tierra que casi lo había aplastado anteriormente y la réplica murió en sus labios.
En cualquier caso, ambos entendieron que, si el Pequeño Esqueleto quería que dejasen solo a Bryan, tendría que haber algún motivo. Así que Emily y Gilberto se alejaron de la habitación.
Fue la elección correcta, no es que el Pequeño Esqueleto supiese exactamente lo que ocurría con Bryan, pero su conexión le permitía intuir hasta cierto punto la trasformación que estaba operando en su interior. Lo cierto es que, en comparación con los magos de este mundo, los poderes de Chu Can Lang funcionaban de un modo bastante particular. En ocasiones había momentos en los que un Mago Demoníaco debía sumergirse en trances prolongados, parecidos al Estado Mental Tenebroso Pasivo, durante el cual sus poderes podían incrementarse considerablemente. Pero si por algún motivo eran despertados o interrumpidos, todo su progreso se arruinaría inevitablemente e incluso era posible que sufrieran daños considerables.
Normalmente Bryan habría buscado un lugar tranquilo y colocado múltiples barreras defensivas antes de comenzar su meditación. Pero el poder que absorbió del Ojo del Demonio era demasiado grande y agresivo, motivo por el cual que no pudo esperar.
Así pues, este era un momento muy importante y al mismo tiempo peligroso para Bryan, que se encontraba digiriendo nada menos que el remanente de un Alma Divina. Si lo conseguía las recompensas serían grandes, pero si fallaba podría perderlo todo.
****
Pasaron algunos días y Bryan continuaba sentado en su habitación con los ojos cerrados, acompañado únicamente por el Pequeño Esqueleto. Mientras tanto Phoebe, Emily y Gilberto se turnaban para montar guardia cerca de su habitación para que ningún peligro o distracción pusiesen en peligro su meditación.
Trunks llegó luego de arreglar varios asuntos con los mercenarios y cuando se enteró de la situación de Bryan, logró vencer un poco de su miedo a la Taberna Maldita para entrar en la sala y ayudar con la vigilancia. Aunque aprovechaba la menor excusa para abandonar el lugar con una velocidad impresionante.
Era la hora del crepúsculo antes del anochecer y todos se habían reunido junto al fuego de la chimenea para discutir varios asuntos relacionados con el dinero, las nuevas misiones de los mercenarios y algunos movimientos que podían intentar para debilitar a sus enemigos… Cuando se escuchó el sonido de una piedra o algo parecido siendo arrojadas contra una de las paredes. Trunks se levantó de inmediato para ver de qué se trataba y regresó poco después con una expresión severa y sujetando lo que parecía ser un trozo de madera sobre el que alguien había escrito unas palabras con carbón.
- Es un mensaje de Dalibor, hay un grupo de personas en camino y deberían llegar en media hora, aproximadamente. - Explicó.
- Falce Segador, no hay duda de ello. - Respondió Emily: - Bryan no puede ser interrumpido en este momento, pero no tenemos idea de cuándo despertará. ¡Esta será una batalla difícil para nosotros! -
- Quien sea que venga, si se atreven a atacarnos los aplastaremos. - Exclamó Gilberto con una sonrisa despreocupada: - ¿Qué tan difícil podría ser? -
- Mucho, dado que ellos saben de nosotros, pero nosotros no sabemos quiénes están viniendo. - Respondió Phoebe mientras se ceñía el estoque en el cinturón: - Pero es cierto que no podemos evitar esta lucha, así que tendremos que darlo todo. -
- Sorin tiene muchos combatientes habilidosos en sus filas y estoy seguro de que el Templo de Idramón le habrá mandado refuerzos. - Comentó Trunks ceñudo mientas se ajustaba la armadura: - No te trasformes en Dragón por el momento, porque aumentar tu tamaño podría hacerles más fácil acertar sus ataques si están trayendo bastantes magos. -
- Cuida de ti mismo cazador, que yo sabré pelear como es debido. - Replicó Gilberto, pero en su interior tomó nota del consejo.
- La Criatura Oscura está junto a Bryan y además erigiré una poderosa barrera para protegerlo. - dijo Emily tomando el liderazgo: - No es necesario sacrificar nuestras vidas en esta pelea, porque ganaremos si hacemos tiempo suficiente como para que la Banda de Drakar tenga que interferir. -
- Ya están aquí. - Dijo Trunks levantándose de pronto.
- Si. - Comentó Phoebe: - Puedo oír los cascos de varios caballos. Supongo que han cubierto sus pezuñas con telas o algo así para amortiguar el sonido, pero no pueden engañarnos. -
- La barrera está lista. - Dijo entonces Emily que acababa de terminar su conjuro: - Nuestra prioridad es defender esta habitación… ¡Es hora de luchar! -
Nota del Traductor
Nota del Traductor
Hola a todos, soy acabcor de Perú, donde la vida es bella a pesar de que tenga el poder la izquierda. MUY a pesar.
Bueno, en este capítulo me dediqué a modificar los diálogos para hacerlos más claros y también cambié algunas explicaciones. Quité mucho texto que estaba ahí inútilmente o explicaba cosas que ya sabíamos de antemano e incluso redundaba en torno a ellas. También tuve que modificar muchas de las imágenes para que fuesen más acordes al contenido.
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Nos vemos en el siguiente capítulo.
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