244 Excavación

Durante siglos, la barrera que encerraba el monumento de Ascanio Ítalo se había mantenido en pie, atrapando en su interior a cualquier desafortunada criatura que acabase atravesando el muro de niebla. Al morir, la victima experimentaba intensos sentimientos de desesperación, pánico, desaliento y furia. Todos estas emociones dejaban un rastro de poder, el cual era absorbidos por la barrera para potenciar su funcionamiento y fue la causa principal de que se formase el espero manto de nubes negras en donde habitaban los espectros defensores, así como el misterioso poder que imitaba a la Fuerza del Caos.

Pero la Magia de Deimos se había alimentado de toda esta energía forjada en base a las emociones y el ciclo ininterrumpido que alimentaba la barrera hasta entonces ahora había desaparecido por completo. El poder resultante provocó que la Esencia Mágica de Bryan se desarrollase mucho más de lo que creyó posible, permitiendo que finalmente tomase el control de su cuerpo y transformándolo en un auténtico demonio.

Debería haber sido el fin, pero gracias a una misteriosa intervención, Bryan había obtenido un nuevo cuerpo y la energía en su interior estaba alimentándolo, aunque sin corromperlo.

Poco a poco Bryan consiguió entender cómo podía incrementar sus poderes demoníacos manteniendo siempre un margen de seguridad que lo equilibrase con la Fuerza Mental en su interior. No era nada sencillo. En cierto modo era como usar las manos para realizar una tarea diferente al mismo tiempo con cada una, pero se las arregló para obtener resultados: Un humo rojizo comenzó a brotar de su nueva piel y lo envolvió como un capullo, del cual comenzaron a brotar relámpagos de energía.

- ¡Oh, no de nuevo! -

Naturalmente el escándalo despertó al Dragón Dorado y al Cíclope de su merecido descanso e inmediatamente se levantaron alarmados. Ambos habían recuperado la mayor parte de sus poderes y aunque sus heridas todavía no sanaban, seguían estando entre las criaturas más poderosas del Bosque Oscuro. Pero a pesar de esto, tal era el miedo que experimentaron durante su breve enfrentamiento con el Bryan endemoniado, que incluso ahora reaccionaban con pánico.

- ¡Tranquilos! ¡¿No dijo el Maestro que no pensaba hacerles daño?! Además, no parece que estos rayos sean tan malos como los anteriores. - Dijo Gilberto, aunque no pudo disimular un cierto nerviosismo.

- ¡Di lo que quieras! ¡Yo no pienso arriesgarme a… -

El Dragón Dorado comenzó a reclamar y por su postura parecía que estaba comenzando a posicionarse para atacar el capullo de Bryan con su aliento. Pero ni siquiera había terminado de formular la idea en su mente, cuando el Zombi Élite de Tierra dio un pisotón en el suelo. Entonces innumerables rocas afiladas como lanzas brotaron alrededor del perímetro, rodeando con un círculo mortal a las Criaturas Oscuras junto con Bryan y Gilberto.

La velocidad de este conjuro fue increíble, superando incluso a lo que un Mago de Tierra era capaz de lograr.

Al mismo tiempo, el Pequeño Esqueleto comenzó a brillar ominosamente y las siete púas levitaron a su alrededor mientras se elevaba en el aire, aferrado su Daga de Hueso de un modo particularmente amenazante.

Era evidente que ambos pensaban atacar a la primera muestra de hostilidad.

Desde un principio el Cíclope y el Dragón Dorado asumieron que esas misteriosas Criaturas Oscuras podían ser un poco peligrosas por ser Bryan el invocador. Pero ahora comenzaron a creer que quizá habían subestimado bastante el poder de estos seres desconocidos.

Teóricamente debería ser relativamente sencillo vencer a Bryan ahora que la Supresión no los afectaba. Pero… ¿Y si estas Criaturas Oscuras resultaban ser mucho más terribles de lo que imaginaban? ¿Y qué ocurriría si se agregaba a Gilberto a la ecuación? Las dudas se arremolinaban una detrás de otra en la mente de los dos monstruos.

- Bueno, me encantaría quedarme más tiempo, pero tengo asuntos que atender. - Dijo el Cíclope de repente mientras frotaba sus manos con un gesto conciliador: - Por favor dile a ese humano que le agradezco por habernos sacado de ahí. Que los dioses lo guarden en sus batallas… ¡A quien engaño! ¡Ojalá nunca nos volvamos a encontrar! -

Y sin esperar más respuesta el Cíclope dio media vuelta para escapar con toda la velocidad que tenía, sin preocuparse por lo patético que se veía. Estaba tan nervioso que se tropezó varias veces y los sonidos estruendosos que provocaba su cuerpo cuando chocaba contra algo se escucharon por varios minutos luego que se marchó.

El Dragón Dorado tenía un mayor sentido de la dignidad, así que no se escapó de inmediato. Pero asumió su disfraz de humano para reducir su tamaño y así ser menos propenso a que le cayese alguno de los relámpagos que estaban saliendo de Bryan. Sin embargo, después de intentar aparentar indiferencia por unos minutos, finalmente no pudo más y se marchó luego de murmurar algunas palabras que no se llegaron a entender.

- ¡Jajajajaja! ¡Dos de los monstruos más poderosos del mundo están escapándose de mi Maestro! - Se burló Gilberto mientras también asumía su disfraz de humano: - ¡Sabía que eran unos cobardes perdedores! -

*****

Transcurrieron 8 días con sus noches hasta que finalmente los relámpagos se calmaron y el capullo de nubes carmesí desapareció. Bryan abrió entonces los ojos, sintiendo que su Esencia Mágica era más poderosa, aunque no había llegado a superar el Reino Sanguinario. Sin embargo, no había duda de que se había vuelto más fuerte.

Pero el auténtico beneficio de toda esta experiencia había sido para el Desgarrador Sombrío. Su arma mágica no había dejado de absorber poder y tampoco sufrió ningún tipo de penalidad por haberse expuesto a la energía que imitaba la Fuerza del Caos. Ahora emitía un aura de peligro que se podía sentir, algo que no tendría haber sucedido hasta muchos años después.

Creo que el alma artificial está a medio camino de formarse. Tal vez pueda utilizar el hechizo de Alecto.

Bryan sonrió y dio gracias en su mente al niño por haber tenido esta nueva oportunidad. Luego se dirigió hacia donde se escuchaba el sonido de agua y encontró un arroyo pequeño, pero con suficiente agua como para lavarse el cuerpo. Descubrió con alivio que su piel ya no era tan sensible como al principio y que muchos de sus reflejos se habían ajustado a su nueva realidad. Así que se tomó su tiempo limpiándose minuciosamente, para después sacar un nuevo conjunto de ropas negras.

- Honorable Maestro… ¡Finalmente has regresado! Tu sirviente estuvo esperándote durante demasiado tiempo. - Dijo una voz a la distancia cuando acababa de terminar de vestirse.

Bryan se dio la vuelta y se encontró con Gilberto en su forma humana. De inmediato experimentó un profundo sentimiento de gratitud al recordar la lealtad de este Dragón Negro y estuvo a punto de agradecerle, cuando reparó en su apariencia.

Como si se hubiese zambullido en una piscina de arena, el cuerpo de Gilberto estaba casi completamente cubierto de tierra. Además, se lo veía un poco maltrecho, agotado y su mirada de tristeza era tan ridícula que Bryan olvidó lo que quería decir e inmediatamente preguntó: - ¡¿Pero a ti qué te pasó?! -

Gilberto lo miró lastimosamente y miró a su alrededor como para asegurarse de que nadie escuchase. Luego susurró como si estuviese acusando a alguien: - Esos dos abusaron de mí e incluso se pusieron a profanar una tumba. ¡No tienen vergüenza! -

- ¿Qué dijiste? - Exclamó Bryan sorprendido.

El Dragón Negro comenzó a quejarse de un modo bastante patético: - ¡Mira tú mismo, Maestro Malvado! Me obligaron a mí, el gran dragón Gilberto, a que excavase la tumba de algún difunto. ¡Incluso me amenazaron con un cuchillo cuando protesté! -

De modo que Bryan lo siguió hasta donde estaba el enorme obelisco dejado como monumento a Ascanio Ítalo y descubrió que alguien había excavado un enorme agujero justo a unos diez o quince metros de la base, el cual se asemejaba a una caverna y alrededor del cual ahora había varios montículos de tierra y rocas.

Asombrado, Bryan descubrió pronto que la excavación era un auténtico túnel que descendía en diagonal. Y mientras caminada con cuidado ante cualquier posible derrumbe, escuchaba las quejas de Gilberto.

- Después de que pasó un día ese Zombi de Tierra se aburrió de esperar y se puso a juguetear por los alrededores, zambulléndose de vez en cuando debajo del suelo. De repente salió todo apresurado y se puso a saltar en frente de ese malvado Pequeño Esqueleto.

Los dos corrieron en frente del obelisco y el zombi comenzó a mover sus manos para retirar la tierra. Sin embargo, parece que alguien enterró una gran cantidad de esas rocas que absorben magia, porque el zombi no podía moverlas por más que lo intentaba.

¡Y entonces! Tu Pequeño Esqueleto vino frente a mí para exigirme que lo ayudase… Bueno, eso parecía por los saltos… ¡Pero quería que yo excavase! ¡Yo! ¡¿Acaso parezco un topo o tengo cara de pala! ¡¿Qué será de mi reputación si alguien se entera que me usaron como a un simple peón de construcción?!

Naturalmente lo mandé al cuerno, pero entonces sacó su daga y me amenazó. En ese momento todavía estaba bastante lastimado y el cobarde se aprovechó de eso, así que tuve que asumir mi verdadera forma para ponerme a retirar las rocas. -

- Ya veo. - Comentó Bryan: - Pero dime: ¿Cómo sabes que se trata de una tumba? -

- ¿Qué más podría ser? - Respondió Gilberto encogiéndose de hombros.

Finalmente salieron del túnel y ahí se encontraba el Pequeño Esqueleto junto con el Zombi Elite de Tierra. Pero Bryan no los vio, sino que se quedó asombrado por el entorno.

Estaba en lo que parecía ser una enrome cámara construida con roca tallada. Debía tener muchos siglos, porque el estilo constructivo recordaba a una versión mucho más primitiva del que empleaban los templos del Imperio Itálico.

Los pasillos subterráneos

Seguro por esto se confundió y creyó que es una tumba.

Al frente suyo se alzaban pilares tallados en granito, creciendo alrededor de un gran camino recto que terminaba en una ancha escalinata, al final de la cual había una enorme puerta de hierro forjado y protegida por varias matrices mágicas. Frente a ella se encontraba el Pequeño Esqueleto junto con el Zombi Élite de Tierra, desatando todo tipo de ataques sobre la superficie metálica con la clara intención de abrirla.

- ¡Hey, paren ahora mismo! - Gritó Bryan alarmado. Y es que, aunque estaba feliz de verlos y también de que hubiesen encontrado este secreto, tenía miedo de que existiesen otras defensas desconocidas en la puerta que pudiesen lastimar a sus criaturas.

El Pequeño Esqueleto se volvió de inmediato al escuchar su voz y rápidamente voló a su lado para ponerse a dar saltos de alegría. El Zombi Élite de Tierra llegó poco después y también dio muestras de estar feliz por el despertar de Bryan.

Después de un saludo efusivo, aunque silencioso, Bryan se aproximó a la enorme puerta de hierro. Entonces vio que había unas palabras talladas en la parte superior del marco y luego un segundo conjunto de instrucciones mucho más extensas gravadas en la superficie de metal de las batientes.

Ambos textos eran un poco confusos.

- Cuando no sabes qué soy, soy algo. Cuando averiguas qué soy, soy nada. - Susurró Bryan mirando primero las palabras encima de la puerta. Entonces se puso a pensar y rápidamente encontró una respuesta: - La respuesta es un Enigma. Seguramente las palabras en la puerta también son adivinanzas. -

- ¿Qué es una adivinanza? - Preguntó Gilberto mirándolo confundido.

- Es una frase que encierra un significado oculto. - Respondió Bryan sonriendo: - Déjame examinarlo. -

NO PUEDES VERLA NI SENTIRLA, OCUPA TODOS LOS ESPACIOS. NO PUEDES OLERLA NI OÍRLA, ESTÁ DETRÁS DE LOS ASTROS. YACE AL PIE DE LAS COLINAS. LLEGA PRIMERO Y SE QUEDA. MATA LAS RISAS Y ACABA CON LAS VIDAS.

Interesante.” Pensó Bryan: “En principio parece que hablar de alguna terrible maldición. Pero no creo que esa sea la respuesta… ¿Mm? Juraría que alguna vez leí o escuché algo parecido… ¿Dónde fue? ...

- ¡Ah, ya recuerdo…! - Exclamó finalmente: - La respuesta es Oscuridad. -

En cuanto pronunció las palabras, se escuchó un fuerte chirrido y las pesadas batientes se abrieron de par en par.

- ¡¿Qué sucedió?! - Preguntó Gilberto asustado.

- La respuesta del acertijo era la clave para poder entrar. - Respondió Bryan: - En realidad era un poco obvio, teniendo en cuenta que este lugar está dedicado a Ascanio Ítalo, el Mago Divino de la Magia Oscura. Y pude resolverlo porque el Cántico del Dominio de las Sombras que utilizó Egon es prácticamente el mismo. -

Acto seguido atravesaron la puerta y se encontraron a la entrada de un lugar muy extraño.

Quizá era una cueva o una cámara de piedra, repleta con una oscuridad tan profunda que tenía que ser sobrenatural. Hay que tener en cuenta que tanto Bryan como Gilberto poseían una visión nocturna, así que normalmente las sombras no podían ocultarles nada. Pero la oscuridad que había en el interior de este sitio estaba tan condensada que, ni siquiera ellos podían ver el interior. Por ese motivo era imposible saber que tan grande era realmente este lugar o adivinar su verdadera naturaleza.

Sin embargo, unos rayos de luz dorada descendían con intensidad de lo que debería ser el techo, partiendo las sombras igual que espadas para revelar una especie de ruta irregular, un camino iluminado para atravesar ese lugar. Al examinarlo uno podía ver distinguir un sendero de piedra que serpenteaba entre unos montículos ocultos por las sombras. Quizá fuesen lomas naturales o artificiales, porque de vez en cuando se venían escalones indicando que la ruta subía y bajaba en ciertos tramos.

- ¿Qué es este lugar, Maestro? -

- Pregúntaselo al que lo construyó. - Respondió Bryan con vaguedad y sin mirarlo, pues estaba tratando de entender lo que veían.

- ¡Veamos que hay al final de ese camino! ¡Quizá encontremos montones tesoros sobre los que pueda echarme a dormir! - Propuso Gilberto alegremente e intentó dar un paso hacia adelante, pero Bryan inmediatamente puso una mano en su pecho para detenerlo.

- Espera un momento, Dragón. - Dijo con una sonrisa astuta: - Mira lo que dice ahí. -

En el marco de la entrada, estaban gravadas las siguientes palabras: 

ÁLZATE POR ENCIMA DE TODO, PERO NO DEJES DE VIGILAR. SE AGRADECIDO CON LAS SOMBRAS Y BELIGERANTE CON EL BRILLO.

- ¿Otro enigma? - Preguntó Gilberto confundido: - No puedo leer lo que dice. -

- Dice que debemos tener cuidado. - Respondió Bryan: - Ahora averigüemos por qué. -

Inmediatamente pateó un trozo de roca hacia el camino iluminado por la luz dorada, pero no sucedió nada. Gilberto estaba a punto de volver a intentar abrirse paso, cuando Bryan invocó a un Guerrero Zombi regular y le ordenó recorrer la ruta iluminada.

En el instante en que el cuerpo de la Criatura Oscura se puso en contacto con la luz, comenzó a calcinarse y en muy poco tiempo se volvió cenizas.

- Lo sabía. - Murmuró Bryan: - Esa luz es un láser, si la tocamos nos quemará. -

Gilberto tragó saliva. Aunque tenía resistencia a la magia no estaba muy seguro de que pudiese salir ileso si se metía de lleno en ese rayo. Fue bueno que Bryan lo detuviese cuando lo hizo.

- ¿Y si seguimos la luz, pero manteniéndonos en las sombras? - Aventuró.

- Álzate por encima de todo, pero no dejes de vigilar. - Repitió Bryan sonriendo: - Dudo mucho que no haya alguna trampa oculta en esa terrible penumbra. -

- Entonces… ¿qué hacemos? -

- Esto. - Respondió Bryan y entonces invocó a más de 300 Guerreros Zombis. Después ordenó: - ¡A la carga! -

La horda comenzó a correr entre las sombras, siguiendo la ruta iluminada, pero evitando tocar la luz. Poco después comenzaron a escucharse una enrome cantidad de sonidos de explosiones, estruendos y filos cortantes. Ninguno podía ver lo que estaba pasando, pero era fácil imaginar que los Guerreros Zombis estaban siendo masacrados por todo tipo de artilugios mortales.

Bryan no podía ver lo que sucedía ni con la ayuda de sus Espectros Oscuros, pero la conexión mental que tenía con sus invocaciones sí estaba funcionando y través de ella podía hacerse una vaga idea del interior de ese lugar. Finalmente llegó el momento en que únicamente quedaban 2 Guerreros Zombis y estaba a punto de darse por vencido, cuando estos se detuvieron.

- Lo consiguieron. - Dijo Bryan y se volvió a mirarlos: - Ahora quiero que los 3 me sigan en todo momento. ¡No caminen por donde yo no haya pasado primero! ¿Entendido? Creo que pasará tiempo antes de que muchas de esas trampas funcionen de nuevo, pero no estoy seguro. ¡No se confíen! -

El Dragón Negro, el Pequeño Esqueleto y el Zombi Élite de Tierra asintieron al mismo tiempo. Entonces Bryan comenzó a caminar entre la oscuridad, siguiendo la ruta aproximada que los dos Zombis sobrevivientes habían tomado. Fue un recorrido muy curioso, porque tenían que intercalar entre ver la luz dorada que iluminaba el sendero, la cual era tan intensa que hacía doler los ojos, o concentrarse en la oscuridad que no les dejaba ver nada. Todo esto mientras intentaban no accionar ninguna de las trampas que estaban en el camino.

Después de una hora, finalmente llegaron a un arco de piedra que marcaba el final de la zona oscura y donde estaban esperando los Guerreros Zombis.

- Supongo que cuando construyeron esta trampa nadie pensó en detener a un necromante o tal vez esa rama de la magia no existía como tal en esos tiempos. - Comentó Bryan mientras enviaba a las 2 criaturas de regreso al inframundo.

Ahora se encontraban en un cuarto de piedra iluminado por antorchas, cuyo techo era sostenido por varios pilares tallados minuciosamente. Las paredes eran completamente lisas, sin ninguna saliente vano o puerta visible. Al fondo se encontraba una impresionante pintura mural, que medía más de cuatro metros de altura y representaba a un hombre encapuchado sin rostro, con un larguísimo manto que parecía capaz de cubrir al mundo entero con su sombra.

- ¡¿Será este el muerto para quien construyeron esta tumba, Maestro? -

EREBOS

- Esto no es una tumba, sino un templo. - Respondió Bryan: - Y ese no es ningún muerto, sino…Sí, creo que es Erebos. Por lo menos eso supongo. -

- ¿Erebos? -

- La personificación de la oscuridad y las sombras. Es uno de los dioses primigenios que adoran en los templos de Itálica. - Respondió Bryan examinando el diseño: - Esta pintura se parece a los relieves que he visto cuando visitaba la capital. -

- Ya veo… ¡Espera! ¡Mira Maestro! ¡Hay tesoros! - Exclamó Gilberto muy emocionado, señalando al pie de la pintura mural.

En efecto, había un pequeño altar sobre el cual resplandecía un enorme cofre lleno hasta rebozar con todo tipo de piedras preciosas. A la luz de las antorchas, la superficie brillante de estas gemas invaluables era una visión verdaderamente sorprendente.

Gilberto estaba a punto de lanzarse sobre las joyas como un hombre que llevase semanas sin comer y que de repente se encontrase con un trozo de carne a la parrilla. Pero Bryan inmediatamente lo detuvo mientras ponía los ojos en blanco debido a que el Dragón Negro todavía no hubiese comprendido cómo funcionaba este sitio.

Después se puso buscar alrededor y finalmente encontró una inscripción:

OFRECELE LO QUE ÉL MÁS DESEA Y SIEMPRE RECHAZA LO MATERIAL. PUES EL MAYOR VALOR SE ENCUENTRA EN LO QUE NO SE PUEDE VER, SENTIR NI LLEVAR.

- Básicamente las joyas son una trampa, así que no debemos tocarlas. - Explico Bryan después de haber meditado sobre el texto: - Lo que más desea… el texto me recuerda el acertijo del principio… Quizá sea eso. -

Después comenzó a mirar alrededor y señaló a las antorchas: - ¡Ayúdenme a apagar el fuego! -

Todos pusieron manos a la obra.

El Pequeño Esqueleto apagó rápidamente varias de las luces, cortando las antorchas con su daga de hueso. El Zombi de Tierra fue el más eficiente de todos porque usó la arena que cubría su cuerpo para cubrir las llamas. Y Gilberto no tuvo ningún problema, lo cual no era sorprendente si se considera que se trataba de un Dragón.

Al poco tiempo la penumbra imperó en la habitación. Entonces descubrieron que las joyas brillantes habían sido reemplazadas por un montón de piedras regulares, pero con matrices mágicas inscritas. Si las hubiesen tomado, probablemente habrían estallado o algo parecido, sepultándolos en las profundidades.

Una ilusión perversa y eficiente.” Se dijo Bryan.

Después de unos minutos en oscuridad, una luz fosforescente iluminó una de las paredes, dibujando lo que parecía el marco de una puerta. La pared era tan lisa que jamás habrían encontrado la entrada de otro modo, y cuando presionaron la superficie en ese punto una entrada se abrió revelando un largo pasillo.

El grupo continuó avanzando hasta que llegó a lo que parecía ser un larguísimo puente que se alzaba sobre un abismo profundo, tanto que no era posible ver el fondo y el techo también se encontraba en penumbras. Pese a todo, a la distancia podían distinguirse paredes de piedra bastante llanas que corrían en la misma dirección que el puente, así que seguían bajo tierra.

- Bueno, es evidente que esto es una trampa y el castigo por caer en ella es… pues caer al vacío. - Dedujo Bryan.

- Pero todos podemos volar. - Objetó Gilberto: - Bueno, ese Zombi de Tierra no puede… pero si quieres yo lo cargo. -

- ¿Ya olvidaste que hace poco estabas atrapado por una barrera que no te dejaba volar? ¿Queres apostar a que no habrá algo aquí que te lo impida ahora? - Le respondió Bryan con un suspiro: - Las mismas mentes que pusieron esa Supresión son las que construyeron este lugar. No creo que nos libremos tan fácil. -

Como siempre, Bryan se puso a buscar alguna inscripción, pero no encontró ninguna. De modo que suspiró resignado y comenzó a caminar por el puente, pero siempre buscando alguna señal de peligro o las instrucciones escritas.

Finalmente, cuando estaba a mitad de camino, encontró las siguientes palabras inscritas en el suelo del puente de piedra.

RECTO Y TORTUOSO. LA SENDA DE LA SALVACIÓN REQUIERE TAL SAGACIDAD QUE LA FORTUNA DA LA ESPALDA A LOS NECIOS.

Después de leer Bryan tragó saliva y dijo: - ¡Oh mierda! -

- ¿Qué pasa? - Preguntó Gilberto.

 - Hay que correr ahora mismo. - Exclamó Bryan: - ¡Ya! ¡Ni siquiera miren atrás! -

Luego comenzó a correr sin decir nada más.

Sus tres seguidores comprendieron de inmediato que algo muy serio ocurría y también corrieron. El Pequeño Esqueleto era el más rápido de todos, así que en menos de un par de segundos alcanzó a Bryan y se encaramó en su hombro.

Poco después se escuchó un terrible estruendo y del techo comenzó a caer una lluvia de enormes rocas aparentemente interminable, que destrozaron el puente detrás del grupo. De no haber corrido en ese mismo momento o si hubiesen intentado volar, todos ya estarían precipitándose al vacío. Pero consiguieron llegar al final del puente justo a tiempo.

- ¡Esas rocas eran enormes! ¡Ni siquiera en mi forma verdadera me habría librado de la muerte! - Exclamó Gilberto asustado, pues había sentido que su pie casi tropezaba cuando el puente se derrumbó.

Bryan sonrió y palmeó el hombro de Gilberto para tranquilizarlo un poco antes de continuar.

El grupo avanzó un poco más hasta llegar a unas escaleras que descendían hasta llegar a unas puertas de hierro que se parecían un poco a las de la entrada, aunque en menor escala. Sobre su superficie se podía leer las siguientes palabras.

EL VIAJE SE HA COMPLETADO, EL REY INVENCIBLE AGUARDA A LOS CAÍDOS. PROCLAMA SIN DUDAR TU DESAFÍO, SI REALMENTE ERES A QUIEN PERTENECE LA SUPREMA GLORIA DE LAS SOMBRAS.

Bryan supo inmediatamente lo que significaba este último acertijo y sonrió mientras exclamaba: - ¡Yo soy Ascanio Ítalo, el Mago Oscuro más poderoso! Si alguien quiere saber cuán grande soy y dónde descanso... ¡Que supere alguna de mis obras! -

En cuanto hubo pronunciado esas palabras, las puertas de hierro resplandecieron brevemente y desaparecieron, revelando lo que había al otro lado.

Las Puertas de Hierro

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú y hoy es miércoles 26 de mayo de 2022. ¡Han pasado tantas cosas que no las recuerdo todas!

Pero, si mi país logra salvarse de las garras necrófagas del Comunismo, será en gran parte por el periodista Phillip Butters y tendremos que construirle un monumento o incluso nombrarlo patrono de los periodistas. Porque mientras TODOS los canales se vendían al gobierno de turno, solamente Willax TV se atrevía a sacar la verdad.

Phillip Butters ha sacado unos audios grabados por un criminal especialista en seguridad, que ahora espera liberarse de la cárcel hablando… antes de que lo maten. En esos audios, aparece nada menos que el secretario del presidente del Perú vendiendo, escuchen esto, vendiendo los cargos en los ministerios, los puestos de general en la policía y muchas otras cosas.

Por supuesto que este secretario está prófugo en este momento y que todo el contenido de esos audios, que se grabaron antes incluso de que el nuevo gobierno tomase el poder, se han cumplido a rajatabla.

Sin embargo, como los jueces fueron copados por el genocida criminal Martín Vizcarra, hasta el momento nadie está investigando estos delitos oficialmente.

Pero todos los días Phillip Butters saca un nuevo audios, que revela más y más cosas. ¿Cuánto tiempo podrán seguir de ese modo?

Ya veremos, pero creo que todo el Perú debe orar para que no le suceda nada ni a Phillip Butters, ni a Milagros Leiva, Claudia Toro, Thorndike, Beto Ortiz… entre otros, que son los últimos periodistas peruanos y que se han portado como el Perú esperaba. Los otros en cambio… ya llegará su audio. Pero me consta que Canal 2 LATINA recibió 200 Millones en “Publicidad Estatal”.

Bueno, ahora si hablemos de los cambios.

Este capítulo se sintió corto en comparación al anterior ¿verdad? Pero pueden creerme cuando les digo que el original era todavía más reducido. Creo que si lo transcribiese tal cual apenas cabrían 2 hojas. Y si quitamos la redundancia, medio pliego.

Podría resumir el original de la siguiente manera: Bryan despierta y habla dos líneas con Gilberto, medita un rato y luego excava un tesoro. Fin.

Como saben, me encanta usar los “capítulos eslabón” como este para hacer todo tipo de cambios y aproveché para convertirlo en una autentica aventura de fantasía. Mi principal inspiración fue mi película favorita de Indiana Jones, que es “La última cruzada”. Sé que muchos la criticaron, pero la prefiero. De ahí es que saqué la idea de los acertijos o mensajes crípticos que tienen que resolverse para poder pasar por las diferentes habitaciones.

La segunda gran fuente de inspiración fue el viedojuego Skyirm, mi rpg favorito hasta el momento. Concretamente un nivel o misión conocida como “La Senda del Peregrino”, la cual prácticamente he descrito en algunas partes, como el camino de luz que quema.

Erebos es un término que significa tinieblas absolutas y viene de la deidad griega, nada menos que el dios de la oscuridad Érebos original, hijo de Caos en algunas versions y de urano en otras.

Muchas de las adivinanzas aparecen en el libro El Hobbit de Tolkien, el maestro de toda la fantasía moderna.

Pero déjame saber tu opinión en los comentarios. ¿Qué te parecieron los cambios? ¿Te gustó que haya convertido todo en una especie de búsqueda del tesoro? ¿Te dio gracia la salida del Cíclope y el Dragón o preferirías que Bryan los hubiese consumido? ¿Qué otros cambios habrías agregado? ¿Qué te pareció la forma en que Bryan solucionó los tres desafíos?

Como siempre espero que les haya gustado este capítulo. Puedes apoyarme financieramente mediante los enlaces de mi cuenta Patreon, compartiendo este proyecto con más personas o señalando algún error ortográfico que haya cometido para poder arreglarlo.

¡Nos vemos en el siguiente capítulo!