30 ¡Eres un Genio en la Magia!

“TOC, TOC, TOC” Bryan se detuvo frente a la puerta de la habitación de su profesora y llamó golpeando con la mano.

- Bryan, ¿eres tú? Entra. - La voz de Fanny sonó algo débil y aletargada desde el interior.

Cuando abrió la puerta, fue recibido con la visión del cabello púrpura y húmedo de Fanny pegado sobre su blanco cuello. Tenía un rastro de translúcidas gotas de agua que aún se aferraban a su encantadora piel. Obviamente se acababa de duchar. Ahora estaba envuelta en una suave bata de seda, pero un pequeño pedazo de piel blanca y cremosa como la leche podía apreciarse a la altura de su pecho mientras exprimía el agua de su pelo con sus manos de porcelana.

La habitación era sencilla pero bien decorada. Poseía una cama de madera con varias frazadas. Una pequeña chimenea donde ardían unos carbones que calentaban la estancia. Una piel de animal cubría una porción del suelo como si fuese una alfombra. Al lado de la cama había una mesa de noche y frente a ella un robusto ropero. Al final del cuarto había unas puertas de madera entreabiertas, de las que emanaban unas pocas nubes de vapor y que indicaban donde se encontraba la bañera. 

Fanny estaba sentada al lado de una mesa redonda, con las piernas y brazos cruzados mientras observaba a Bryan con manifiesto desagrado.

- Maestra Fanny, ¿Me necesitas para algo? - Preguntó Bryan después de haber observado la habitación para confirmar que estaban solos. Su corazón casi se detiene al ver lo fascinante que era la belleza de esta mujer, pero mantuvo una expresión tonta de sinceridad calculada e incluso un poco temerosa en su rostro.

- ¡¿Qué si te necesito para algo?! Hmph. Estoy segura de que eras tú el que hoy día estaba sentado en la grupa de ese caballo. Siempre he pensado que eras un chico tímido y cobarde. ¡Pero resulta que eres capaz de cometer los actos más desvergonzados cuando tus deseos lascivos se te suben a la cabeza! - Fanny miraba a Bryan como si lo viera por primera vez y soltó un ligero bufido con un ceño fruncido.

¡Y aquí vamos!” pensó Bryan mientras volvía su expresión aún más inocente. Se rascó la cabeza mientras contenía la respiración para que su cara se volviera roja a propósito, luego respiró hondo y bajó la cabeza: - Lo siento mucho, maestra Fanny. Eres tan hermosa, bonita… ¡y de repente estuviste tan cerca de mí! ¡No sé qué me sucedió!¡Pero de repente no pude controlar mi cuerpo! Sé que hice mal maestra, así que por favor no me castigues. -

“¡PLAP!”

Fanny de repente golpeó la mesa con rabia y Bryan retrocedió "en estado de shock", mirándola aterrorizado.

- ¡Maldita sea! ¡¿No entiendes que me violaste?! - Fanny miró furiosamente a Bryan mientras gritaba con voz ronca.

El aludido asintió sinceramente con la cabeza y dijo mirándola de frente: - ¡Actué mal Maestra Fanny, le prometo que asumiré la responsabilidad! -

- ¡¿Aaah?! ¡¿Tú vas a asumir la responsabilidad?! ¡¿Acaso puedes hacerlo?! - Fanny comenzó a reírse en medio de su ira al escuchar las palabras de Bryan. Pero, aunque sonreía mientras lo miraba, no había ni rastro de alegría en su rostro, sólo crueldad.

- Eh... entonces haré cualquier cosa que me pidas. - Bryan estaba seguro de que Fanny no tenía la maldad necesaria para hacerle algo muy terrible, así que suspiró con una cara de resignación y respondió genuinamente.

Y en efecto, lo cierto era que Fanny realmente no sabía qué hacer. Desde su perspectiva era muy probable que Bryan no hubiese cometido ese acto a propósito. Además, ella había sido la que le pidió que subieran al caballo juntos sin pensarlo demasiado porque quería librarse de viajar con Gene. Aunque era algo muy desagradable, viéndolo con objetividad no era como si Bryan hubiese cometido un crimen atroz. Era un mero esclavo, un ser de por sí miserable, lo que hacía un poco incómodo tratar de decidir cómo castigarlo.

Por supuesto que podía simplemente pedirle al capataz que lo castigase, pero entonces tendría que explicar lo que había sucedido, por lo menos en parte. Pero la pena que le darían por haber intentado propasarse con una maestra probablemente sería matarlo a latigazos, apedrearlo hasta morir o enterrarlo vivo. Si eran clementes tal vez lo enviasen a trabajar a las galeras, de donde nadie nunca regresaba vivo.

Bryan se dio cuenta de que las cejas de Fanny estaban temblando, evidencia de que parecía tener dificultades para emitir un veredicto, decidió utilizar el recurso que estaba guardando para un tiempo de grave necesidad y le dijo: - Maestra Fanny, ¿acaso no has dicho que soy tu sujeto experimental? En realidad, he sentido que algo extraño sucede con mi cuerpo últimamente y sobre todo dentro de mi cabeza. Hace unos días, mientras escuchaba como Lisa recitaba hechizo para el conjuro de Flecha de Hueso, traté de decirlo también… y sin querer lo activé. -

Fanny había estado profundamente hundida en la cólera, pero alcanzó a oír sus palabras e inmediatamente lo miró con asombro. Luego preguntó emocionada: - ¡¿Que dijiste?! ¡¿De verdad?! ¡¿En serio hiciste eso?! ¡¿Puedes intentar hacer el hechizo frente a mí?! -

Bryan sabía que Fanny era una mujer sumamente apasionada con la Magia Necromántica y no aguantaría la curiosidad si le revelaba un poco de sus poderes. También era consciente de que no podía seguir siendo un simple esclavo de la Academia por mucho más tiempo. Así que esta era una oportunidad perfecta para cazar dos linces en un mismo bosque: Saldría de su predicamento actual y cambiaría la imagen que Fanny tenía de él.

Y funcionó de maravilla. Porque tan pronto como la maestra escuchó que podía hacer magia, se olvidó por completo de castigarlo y concentró toda su atención en este asunto.

- ¡Pero por supuesto que puedo! - Bryan sonrió débilmente y alzó sus manos, luego dijo en voz baja: - ¡Oh, tinieblas infinitas, conviértanse en las letales flechas óseas y destruyan de acuerdo a mi voluntad! ¡Flecha de Hueso! -

Tan pronto como terminó su conjuro, una afilada púa de hueso apareció en el aire delante de Bryan e inmediatamente salió disparada hacia la pared de madera con un gesto de su mano, pero a mitad de camino comenzó a tambalearse y finalmente explotó con un agudo sonido de crujido.

- No, no, el encantamiento era correcto, pero los gestos que hiciste con tu mano fueron demasiado lentos. Además, tienes que levantar firmemente la mano derecha y la mano izquierda nunca debe estar al mismo nivel que la derecha. - Movida por la costumbre, Fanny comenzó a enseñarle como si fuese otro de sus alumnos, pero rápidamente se dio cuenta de lo que acababa de suceder y por un momento se quedó muda de asombro. Entonces miró a Bryan con una expresión de asombro e incredulidad, mientras que su hermoso cuerpo temblaba por la emoción. Al final gritó casi sin aliento: - ¡Oh, por todos los dioses! ¡Puedes hacerlo! ¡Realmente puedes conjurar Magia Necromántica! -

- Sí… Sí. Tampoco sé cómo pasó. Oh, bien, dime Maestra Fanny, ¿me puedes explicar cómo deben ser los gestos apropiados para lanzar la magia? - Bryan se reía por dentro, pero siguió mirando a Fanny con una mirada llena de aparente confusión e inocencia.

- ¡Por supuesto que puedo! - Fanny estaba realmente emocionada y tiró a un lado la toalla que sostenía en sus manos. Sus piernas flexibles caminaron rápidamente hacia al lado de Bryan para empezar a explicar en detalle.

- ¿Así? o ¿Así?, ¿es de esta manera? -

- Levanta esa mano un poco más arriba, luego concentra tu Fuerza Mental y no te desconcentres ni siquiera un poco. ¡Bien! ¡Bien! ¡Esa es la forma correcta de hacer el gesto! ¡Ah! Pero no muevas tan rápido la mano izquierda. ¡Ahora vuelve a intentarlo! -

- ¡Oh, tinieblas infinitas, conviértanse en las letales flechas óseas y destruyan de acuerdo a mi voluntad! ¡Flecha de Hueso! -

Cuando la flecha de hueso apareció esta vez, su dirección fue la correcta, pero repentinamente explotó en pedazos otra vez antes de que llegara a la pared de madera.

- Bryan, Fuerza Mental, ¡Fuerza Mental! Siempre hay que mantener la concentración y no descuidarse ni siquiera un segundo. Sólo te puedes relajar después de que la flecha ha alcanzado con éxito a tu objetivo. Cualquier otra cosa hará que tu conjuro explote a medio camino. ¡Inténtalo de nuevo! -

- ¡Oh, tinieblas infinitas, conviértanse en las letales flechas óseas y destruyan de acuerdo a mi voluntad! ¡Flecha de Hueso! -

Esta vez al finalizar el encantamiento, la Flecha de Hueso voló tan rápido como un rayo, sin cambiar de dirección en ningún momento y finalmente alcanzó la pared de madera, perforándola limpiamente con un fuerte sonido. Luego desapareció sin dejar rastro.

- ¡Oh no puedo creerlo! ¡Bryan, eres un genio! ¡Definitivamente eres un genio para la magia! Solo te corregí un par de veces y ya has logrado lanzar con éxito un conjuro ofensivo como la Flecha de Hueso. ¡Nunca he visto un estudiante que no requiera de dos o tres meses para dominar esta magia! ¡Eres increíble! - Fanny estaba completamente aturdida por la habilidad Bryan y empezó a dar saltitos por la emoción mientras exclamaba en voz alta. Se veía muy entusiasmada.

- ¡Maldita sea, ¿quién diablos está lanzando magia sin cuidado?! ¡Casi me golpeas idio…! ¡¿Eh?! ¡Bryan! ¡Maestra Fanny! ¿Pero por qué?... Bryan, ¡¿qué haces en la habitación de la Maestra Fanny?! - El grito asustado de Lisa provino de repente de la habitación de al lado, mientras uno de sus ojos los miraba desde el agujero en la pared.

- No pasa nada, simplemente usaba a Bryan para practicar un poco la Flecha de Hueso. Lisa, vuelve a dormir pronto, ya no vamos a molestarte. - Fanny caminó apresuradamente hacia el agujero en la pared y respondió con una voz encantadora. Cogió la toalla que antes había arrojado al suelo y tapó con ella el agujero antes de que Lisa tuviera la oportunidad de responderle.

Después se volvió y miró a Bryan con un poco de recelo, caminó rápidamente hacia él y dijo: - Quédate quieto y no te muevas, déjame ver ¿qué está pasando con tu cuerpo? -

- Como usted desee. - Bryan sonrió respondió débilmente. “Sin contar las interrupciones sólo me tomó unos diez días dominar completamente la Flecha de Hueso sin ayuda de nadie. Si lo que dice Fanny es cierto, quizá realmente tengo algún talento para la magia.

- Hmm? ¿Qué es ese olor extraño? - Fanny se había acercado y estaba a punto de extender la mano para inspeccionar el cuerpo de Bryan cuando su refinada nariz se arrugó y preguntó confundida.

Bryan se detuvo en seco, pero luego comprendió abruptamente. “¡Oh no! ¡Que perra suerte!” pensó mientras miraba hacia abajo con torpeza, diciendo irónicamente. - Mi habitación no tiene baño, así que no me duché. Por eso todavía queda un olor. -

El hermoso rostro de Fanny se ruborizó al instante y miró asqueada a Bryan, maldiciéndolo en voz baja: - ¡Despreciable! - Entonces señaló el cuarto de baño con las puertas entreabiertas, frunciendo el ceño mientras lo apresuraba: - El agua todavía estará caliente. ¡Lávate esa asquerosa porquería, ahora mismo! -

Realmente era "despreciable". Bryan todavía podía sentir un filamento del líquido pegajoso escapando por una rendija en la parte superior de su miembro. Las palabras de Fanny le recordaron sus inclinaciones actuales. Era bastante incómodo permanecer con el cuerpo pegajoso, así que caminó alegremente hacia el cuarto de baño que Fanny había ocupado.

En el interior había una sencilla bañera redonda de bronce. El agua que contenía todavía desprendía vapor y había varias prendas de la ropa interior sexy de Fanny tendidas sobre un estante cercano. Solo necesitó echar una ojeada a algunas de las prendas de seda para que una nueva oleada de excitación se elevara violentamente como una bola de fuego desde la parte inferior del cuerpo de Bryan.

Cuando ya empezaba a babear como un idiota, la maestra Fanny, acababa de cambiarse, cayó en cuenta y se precipitó al cuarto de baño para esconder rápidamente toda su lencería con la cara llena de vergüenza. Al darse vuelto la vuelta vio la lujurio brillando todavía en los ojos de Bryan e involuntariamente hizo un leve sonido, como si algo se le atragantase. Luego murmuró: - Eres despreciable. - Finalmente se fue caminando con un poco de pánico, pero no sin antes pellizcarle violentamente en el trasero.

Bryan se quitó la ropa y se metió dentro de la bañera, respirando profundamente el aroma cautivante que Fanny había dejado en el baño. Disfrutando en el agua en donde la maestra había sumergido su cuerpo desnudo. Bryan sentía que la perfección de este momento no podía describirse con palabras. Básicamente, no quería irse.

Se tomó mucho tiempo para limpiarse y lavó descuidadamente su ropa interior sólo después de que Fanny se asomó a comprobarlo un par de veces. Por último, salió del baño vistiendo su ropa humedecida.

- Se está haciendo tarde, así que no voy a inspeccionar su cuerpo por ahora. ¡Apresúrate y vete de aquí! - Fanny le habló desapasionadamente en cuanto salió del baño, actuando como si nada hubiera pasado.

Él asintió con una sonrisa sincera y caminó feliz hacia la puerta. Pero justo cuando estaba a punto de marcharse, Fanny lo llamó en voz baja: - ¡Bryan! -

Bryan se rascó la cabeza, dio media vuelta un poco confundido y preguntó: - ¿Sí? -

- ¡No, nada!... Es sólo que ya no me pareces alguien loco - Fanny lo miró de reojo y habló con curiosidad.

-No sé lo que me pasa cuando me duele la cabeza, pero el resto del tiempo estoy bien. -

El corazón de Bryan latió con fuerza y se marchó apresuradamente luego de responder.

Nota del Traductor

Buenas, este es un capítulo reeditado el 20 de abril del 2021.

Hola a todos, soy acabcor de Perú donde comemos rico incluso cuando el mundo se nos viene encima. Hoy en día estamos en la terrible crisis de la pandemia… Pero ¡qué importa! ¡Los peruanos sabemos sufrir y prosperar a pesar de todo! ¡emprendedores, eso es lo que somos!

En este capítulo lo que hice fue cambiar los diálogos para que tuvieran más coherencia, enriquecer las descripciones del entorno y sobre todo quitar la malvada redundancia, que se está convirtiendo en mi enemigo mortal. El resultado fue una narrativa mucho más concreta y creíble a mi parecer, pero como siempre ustedes deben ser los jueces.

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¡Nos vemos en el siguiente capítulo!