11 ¡Ahora tienes una Porra!

Hasta ese momento Lisa había estado completamente concentrada en dirigir al Guerrero Zombi, pero sus ojos se abrieron con incredulidad cuando vio que Bryan dejaba de esquivar los golpes para ponerse a correr hacia ella como un completo enloquecido. La impresión fue tan fuerte que por un instante se quedó paralizada, pero consiguió recuperarse y le ordenó a al Guerrero Zombi que corriera a golpear al esclavo justo antes de hacerse a un lado a toda prisa. En su interior, Lisa se sentía muy consternada. Y es que, aunque no podía distinguir directamente el rostro de Bryan, había algo en la forma de sus movimientos que le trasmitía un sentimiento de peligro, como si estuviese viendo no a una persona sino una espada afilada. Esto era completamente diferente a todo lo que el esclavo le había mostrado hasta el momento y la dejó consternada.

La otra cosa sorprendente era la velocidad del joven. Lisa podía ver claramente que su Guerrero Zombi se mantenía un paso atrás de Bryan y no conseguía alcanzarlo. Rápidamente se dio cuenta de que su criatura no llegaría a tiempo para ayudarla, así que en ese momento le era muy difícil mantener la compostura imperturbable de una aristócrata. Antes de que se diera cuenta Lisa estaba corriendo alocadamente de un lado a otro con el terror escrito en todo su rostro.

Y así una extraña escena se desarrolló en la sala de entrenamiento: El Guerrero Zombi perseguía a Bryan empuñando su garrote de madera, mientras que Bryan cargaba contra Lisa en silencio, la joven a su vez dirigía la carrera intentando serpentear entre los objetos a su alrededor como obstáculos. Lisa estaba tan asustada que incluso se olvidó de que podía hacer equipo con el Guerrero Zombi y luchar contra Bryan entre los dos.

- ¡Bryan, ¿te volviste loco?! ¡Ya deja de perseguirme! - gritó Lisa agudamente mientras corría y con un claro tono de alarma.

Mientras la perseguía, la mente de Bryan se sentía obnubilada y no era capaz de pensar con claridad. Sólo podía escuchar una voz que reverberaba en su cabeza, entrando y saliendo dentro de su mente: "¡Un mago demoníaco siempre obtiene lo que desea!"

Todo su sentido común le decía que tenía que evitar un enfrentamiento con Lisa a toda costa. De lo contrario, no sólo la Academia lo castigaría, sino que incluso la familia de Lisa pediría su cabeza. No importaba quien fuera, cualquiera sería suficiente para hacerle pagar caro por su osadía ya que él no era más que un esclavo sin derechos.

Sin embargo, la razón era la razón y el deseo era el deseo. Aunque sabía que no debía hacerlo, era como si hubiese perdido todas sus inhibiciones. Siguió corriendo implacablemente detrás de Lisa como un perro en pos de una presa, aplicando en carne propia la frase dentro de su mente.

De repente, Lisa se resbaló y con un suave - ¡Ah! - cayó pesadamente sobre el suelo. Bryan aprovechó la oportunidad para cerrar la distancia entre ellos y levantó un pie con la intención de descargar una terrible serie de patadas sobre la joven.

- ¡Ah! Bryan, ¡¿qué estás haciendo?! ¡Te juro que te mataré si te atreves a lastimarme! - Lisa notó que Bryan ya estaba de pie junto a ella antes de que tuviese la oportunidad de levantarse y comenzó a soltar amenazas de forma frenética.

El tono agudo de la joven despertó un poco a Bryan, que se detuvo con el pie en el aire. En su rostro se notaba que estaba luchando contra un intenso conflicto interno. Su razón quería evitar darle una patada a Lisa, pero después de escucharla decir "Te mataré", un rastro de crueldad llegó brilló en su mirada y descargó un certero puntapié en el hermoso trasero de la joven. En el último momento alcanzó a controlarse, así que no usó tanta fuerza como quería cuando su mente estaba obnubilada. Pero aun así Bryan sintió como si hubiera pateado una pelota de goma. Era una sensación de suave firmeza.

- ¡AUUUH...! -

Lisa lanzó un grito incontrolado mientras lo maldecía con vehemencia.

Al mismo tiempo la Esencia Mágica en su interior, que todo este tiempo estuvo concentrada en mantener bajo control el Aura de Batalla de Claude, se agitó repentinamente. Bryan sintió con claridad que la energía de color verde pálido estaba siendo disuelta en una extraña especie de remolino interno formado por la alta velocidad de la Esencia Mágica.

Antes de darse cuenta la terrible energía que había permanecido atrapada dentro de su cuerpo durante la mayor parte del día desapareció sin dejar el menor rastro en el lapso de unos meros instantes y en su lugar la Esencia Mágica se había vuelto mucho más fuerte. Era como si de algún modo hubiera asimilado por completo el Aura de Batalla para convertirla en alimento e incrementar su propio poder.

La Esencia Mágica dejó de concentrarse en su pecho para ponerse a circular por todo su cuerpo sin un rumbo fijo, justo como al principio. También sentía que todo el vigor agotado mientras esquivaba al Zombi y perseguía a Lisa se había recuperado por completo. Incluso su estado mental se sentía renovado, como si acabara de despertar tras una buena noche de sueño.

“¡Un Mago Demoníaco siempre obtiene lo que desea!

Fue entonces cuando lo comprendió completamente el significado de esas palabras. Parecía que la Esencia Mágica se desempeñaba mejor cada vez que decidía entregarse por completo a conseguir sus más fuertes deseos internos. Todos los obstáculos se volvían meros escalones en el camino a su supremacía. Incluso podía absorber y trasmutar poderes como el Aura de Batalla, volviéndolos ingredientes para hacerse más fuerte.

“Un Mago Demoníaco siempre lo que desea, y se beneficia a expensas de otros. ¡Así que incluso el entrenamiento debe cumplir esta condición!” La expresión de Bryan cambió varias veces mientras meditaba en este descubrimiento.

- ¡Waaaah... eso duele tanto! ¡Maldito seas Bryan, te voy a matar! ¡Me lastimaste! - Lisa se sujetaba el trasero mientras gritaba todo tipo de amenazas. Había destellos de lágrimas en sus ojos y parecía que el golpe le estaba doliendo bastante.

Los chillidos furiosos de la joven interrumpieron sus reflexiones y Bryan ahogó un grito por la consternación al darse cuenta de lo que acababa de hacer. Lisa era infame por nunca dejar pasar la más mínima ofensa y sus venganzas siempre eran bastante violentas. Seguramente le esperaba el infierno después de lo que acababa de hacerle. La cosa empeoraba porque Lisa había llorado. Parecía que su trasero sufrió mucho más que una lesión pequeña. Todo terminaría para él si la Academia se enteraba de esto.

En ese momento el Guerrero Zombi los alcanzó y de inmediato alzó su enorme garrote para descargar un terrible golpe sobre la cabeza de Bryan, que percibió la amenaza por el rabillo del ojo. El corazón le dio un vuelco por un momento, pero cuando se fijó bien le pareció que el ataque era ridículamente lento y apenas necesitó moverse para esquivarlo.

- ¡¿Eh?! - Bryan soltó una exclamación por la sorpresa. No entendía por qué la Criatura Oscura de pronto se movía tan despacio. El Zombi volvió a atacar, pero sus movimientos seguían pareciéndole muy toscos y predecibles. Hasta que lentamente entendió que la criatura no se había vuelto más lenta, en cambio era él quien había incrementado su velocidad y reflejos.

- ¡Jeje, todavía no me atrapas! - Después de reír extrañamente, Bryan decidió dejar sus preocupaciones para después y continuó evadiendo todos los ataques del Guerrero Zombi. Sentía que con cada movimiento se estaba volviendo más rápido e incluso podía darse el lujo de ridiculizar verbalmente a Lisa.

La joven bruja intentaba vengarse usando al Guerrero Zombi, pero nunca imaginó que el maldito esclavo se convertiría de pronto en una especie de hombre mono o al menos en algo tan ágil como uno. Evitaba todos los ataques saltando de aquí para allá e incluso la provocaba desvergonzadamente, como si estuviera burlándose de su incompetencia.

- ¡Maldito Bryan! ¡Te juro que no vas a salir de esto fácilmente! - Lisa nunca había estado tan enfadada en su vida y el dolor que sentía en el trasero interferían con su concentración. Viendo que su Guerrero Zombi no conseguía acertar ni un solo ataque, soltó una maldición y volvió a enviarlo al inframundo. Luego trató de levantarse, pero sus pies tropezaron causando que perdiese el equilibrio y con un: - ¡Ayyy! - volvió a derrumbarse en el suelo, quedándose sentada ahí.

Ahora que el Guerrero Zombi había desaparecido Bryan ya no se sentía presionado, así que sonrió tontamente mientras se acercaba a Lisa. Luego extendió una de sus manos desnutridas y le dijo con calma: - Déjame llevarte a la enfermería. -

- ¡Lárgate, maldito idiota! ¡Quiero que te mueras! - Aún había rastros de lágrimas descendiendo por el adorable rostro de Lisa cuando le respondió con un tono cargado de rencor. Era obvio que todavía estaba sintiendo dolor irradiando desde su trasero.

Bryan no sabía qué hacer, pero luego un destello travieso y maligno floreció lentamente en su mirada. Extendió la mano izquierda para tocar suavemente el trasero de Lisa y dijo con una estúpida mueca: - ¡Entonces, déjame frotarlo por ti! -

Aunque la joven bruja tenía un carácter vil ella seguía siendo una belleza. Y a pesar de que su pecho no estaba completamente desarrollado, sus caderas sí que lo estaban. El corazón de Bryan comenzó a latir con intensidad cuando la tocó, se sentía extremadamente tierno, pero también firme y deliciosamente desbordante.

Cuando sintió que le acariciaban el trasero, Lisa inmediatamente perdió la cabeza y gritó con toda su fuerza: - ¡Ah, vete al infierno Bryan! ¡No te acerques a mí! - Las lágrimas aun brillaban en su rostro, pero encontró nuevas energías en alguna parte y se puso a golpearlo con brazos y piernas. Una de sus patadas logró impactarle a Bryan en el tobillo, causando que perdiese el equilibrio y se estrellase contra Lisa con la mano izquierda todavía en su trasero.

La delicada fragancia de la muchacha se introdujo en su nariz, sacudiendo de nuevo su corazón. El cuerpo de Lisa se sentía muy suave debajo de él y su mano izquierda aún estaba amortiguando su trasero. Ambos se encontraban abrazados como un par de amantes, así que podía sentir muy claramente lo suave y exquisita que era la muchacha.

Pero mientras Bryan experimentaba un ensueño, Lisa por su lado sentía como si un relámpago la hubiese impactado en ese momento y se quedó ahí sin saber que hacer por unos segundos, mirándolo congelada y muda. Pero el aturdimiento le duró sólo unos instantes y cuando recuperó el sentido ya no se puso a gritar, sino que alzó ambas manos mientras recitaba un terrible conjuro con una mirada asesina:

- Oh tinieblas infinitas, conviértanse en las letales flechas óseas y destruyan de acuerdo a mi voluntad... -

El pánico y horror se apoderaron de Bryan porque sabía que ese era el inicio de una magia necromántica que materializaba múltiples púas de hueso gran velocidad para atravesar a su enemigo. A esa distancia tan corta no podría esquivar ninguno de los dardos y era muy posible que varias partes de su cuerpo terminasen como colador. Eso ya no sería divertido. Y la fría expresión en el rostro de Lisa era un claro indicador de que no estaba bromeando… ¡ella realmente quería matarlo!

Bryan decidió entonces que no iba a quedarse esperando como un idiota a que Lisa terminase de recitar su conjuro y en medio del pánico una idea repentina brilló en su mente. Rápidamente movió sus brazos para abrazar a Lisa con mucha fuerza, rodeando sus hombros y cintura. A continuación, acercó su rostro al de ella y cubrió sus hermosos labios rojos con los suyos.

- Destruye el... ¡mmph mmph…! –

Así fue como el encantamiento de Lisa fue interrumpido y no llegó a completarse. Las dos bocas se encontraron y una sensación suave y húmeda fluyó hasta el corazón de Bryan. Se sentía completamente fuera de sí y por una fracción de segundo sintió que se había elevado hasta las nubes. Todo su ser parecía un barco a la deriva, no tenía idea de lo que estaba pasando.

Jamás había besado a una chica, ni siquiera en su vida anterior antes de encarnar a Bryan. La dulce sensación sólo había existido en su imaginación hasta el momento y ahora que finalmente había ocurrido, su reacción inmediata fue quedarse aturdido por el asombro. Lo único que podía pensar era que esta sensación... resultó ser mucho más maravillosa de lo que había imaginado.

El rostro de Lisa se sonrojó intensamente mientras exhalaba de forma entrecortada. Sus ojos estaban llenos de confusión y parecía tan aturdida como Bryan. En ese mismo momento no se dio cuenta de que prácticamente estaba siendo violada por él.

Pero finalmente recuperó el sentido y lo empujó lejos con todas sus fuerzas. Luego lo señaló con un dedo tembloroso mientras trataba de elucubrar algo que decir: - ¡Estúpido Bryan!... ¿Por qué siempre llevas cosas extrañas en los pantalones?... ¡La última vez fueron rocas, esta vez es una porra[1]! -

Bryan: -...-.

[1] Porra: Palo con una bola o cabeza gruesa y redondeada en uno de sus extremos, que se usa como arma para golpear. Aunque obviamente eso no es lo que el protagonista lleva en sus pantalones.

El Beso de un malvado

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú, hogar de San Marcos ¡La universidad más antigua de América! Fundada por la iglesia católica y una de las mejores del mundo… hasta que se politizó. Ahora apenas cuenta, pero en su momento fue muy buena.

En este capítulo fue todo adaptación: cambias frases incoherentes por otras más apropiadas, quitar la redundancia e incluso modificar el orden. Hay ciertas cosas que son excesivamente descritas, así que las cambié por frases más claras y resumidas. Al final creo que quedó bastante bien, pero ustedes serán los jueces.

Por favor no dejen de escribir su opinión en los comentarios, porque me sirven para retroalimentar. Y si se sienten generosos por favor no dejen de patrocinar a este humilde adaptador usando el enlace al pie de la página.

Nos vemos en el siguiente capítulo.