266 La Captura

- ¿Qué has dicho? ¿Acaso eres un loco o sólo eres estúpido? - Preguntó Janet poniendo una expresión de despectiva incredulidad por las palabras de Trunks: - ¿Crees que estás en posición de negociar conmigo? ¡En el momento en que interrumpiste mi venganza fue tu sentencia de muerte! -

- Creo que dejé claro que no puedes rechazar. - Respondió Trunks con una expresión cargada de frialdad mientras avanzaba unos pasos y desenvainaba su espada: - Tengo cosas que preguntarte, Janet, y vas a decirme todo lo que sabes. -

- ¿De verdad crees que accederé a algo así? - Susurró Janet con una mirada amenazante mientras aferraba firmemente sus enormes espadas duales.

- Pues lo lamento. - Respondió Trunks completamente indiferente ante la ferocidad de la mujer bandida: - Pero no me interesa tu consentimiento. -

Acto seguido cambió el agarre de su espada al modo invertido y avanzó zigzagueando con una velocidad pasmosa. Janet abrió mucho los ojos, pero su mirada tenía problemas para seguir los movimiento irregulares de Trunks, refinados durante los años que pasó viviendo en el Bosque Oscuro y enfrentando todo tipo de bestias que eran mucho más rápidas o fuertes que él. De pronto Janet descubrió que el Cazador de Monstruos estaba a su costado, arrojando un corte hacia su antebrazo con todo el poder de un Maestro de Espadas y atinó a darle en la articulación, tal como Bryan había recomendado.

Janet soltó un grito de dolor y casi suelta el arma por la fuerza del golpe, pero a pesar de todo su poder, la espada bastarda del Cazador de Monstruos no consiguió cortar la piel de la mujer bandida y esta se apresuró a contraatacar con un corte vertical espantoso.

Con la fuerza sobrenatural de Janet incluso alguien como Trunks podría haber terminado con los brazos destrozados si intentaba resistir ese golpe directamente. Pero, aunque sí interceptó el ataque con su espada, el Cazador de Monstruos dejó que sus pies resbalaran en la “arena” oponiendo cero resistencia y permitiéndose ser impulsado hasta un pilar, el cual resultó estar hecho de tierra apisonada que se asemejaba a la roca y no era tan duro como parecía. Ahí Trunks usó una de sus piernas para detenerse hábilmente, luego corrió de lado a lado, retrocediendo con movimientos sinuosos entre los numerosos monolitos para alejarse de Janet con la velocidad de una gacela.

La mujer bandida lo maldijo e inmediatamente se inclinó para propulsarse con todo su poder detrás de Trunks, pero entonces sintió que su pie se hundía en el suelo inesperadamente, como si de la nada hubiese un agujero que no alcanzó a ver.

En realidad, se trataba puramente del terreno arenoso en el que estaba parada, el cual era muy diferente a la superficie rocosa sobre la que usualmente se movía. La tierra especialmente ablandada por el Zombi Élite de Tierra tenía la capacidad de absorber gran parte de la fuerza que Janet usualmente empleaba para impulsarse y la sensación desconocida le hizo perder el equilibrio.

Mientras Janet luchaba por recuperarse e intentaba comprender lo que sucedía, sus instintos gritaron peligro y apenas alcanzó a esquivar un flecha que Nía le arrojó por la espalda desde lo alto de uno de los pilares de tierra compactada.

Janet saltó a un costado y levantó la mirada, pero antes de que pudiese ver en donde se encontraba el arquero, escuchó un sonido y vio que Trunks se había aprovechado de los pilares para acercarse zigzagueando sin ser visto nuevamente. La mujer bandida volvió a saltar hacia a un costado al mismo tiempo que blandía sus armas para contraatacar, pero no alcanzó a evitar que dos golpes la alcanzasen en el antebrazo y uno de sus muslos.

- ¡Maldito! - Rugió Janet furiosa.

Pero el Cazador de Monstruos ya se había alejado y desapareció de su vista entre las formaciones rocosas como si fuese un fantasma. Cuando Janet quiso perseguirlo, Nía volvió a dispararle por la espalda desde lo alto de un pilar diferente al que acababa de saltar y esta vez su flecha la alcanzó en la nuca, desequilibrando a Janet nuevamente hasta que casi cae en el suelo.

La piel absurdamente dura de Janet junto con su armadura ligera evitaron que sufriese heridas de gravedad, pero el golpe la molestó casi tanto como el hecho de que la estuviesen acosando por la espalda y desde dese una posición elevada. Así que decidió cortar por lo sano e ignoró completamente a Trunks para ponerse a destruir los pilares usando su espada y la cadena, aún con el riesgo de exponerse a más ataques del Cazador de Monstruos.

El objetivo de Janet era dejar a Nía sin plataformas elevadas sobre las que disparar y para destruirlas tuvo que esforzarse más de lo esperado por culpa del terreno que le dificultaba correr y porque Trunks no desaprovechó la oportunidad de golpearla al menos cinco veces. Pese a todo, gracias al amplio rango que le daba su cadena, pudo destrozar varios pilares antes de que el Cazador de Monstruos pudiese hacerle demasiado daño.

Varios trozos de tierra compactada cayeron en el suelo y Janet alcanzó a ver la figura de Nía que se veía forzada a saltar. Pero la elfa ya no tenía otra formación de rocas sobre la que aterrizar, así que la mujer bandida estaba muy segura de que podría matarla cuando blandiese su espada una vez más. De modo que se volvió para atacar a Trunks con la intención de forzarlo a alejarse momentáneamente para luego asesinar a la arquera.

Pero entonces ocurrió algo que Janet nunca podría haber imaginado. Repentinamente un nuevo pilar de tierra compactada emergió del suelo justo a tiempo para recibir a Nía, quien al ver que tenía en frente suyo un punto de apoyo embozó una sonrisa y aún en el aire disparó una flecha contra Janet, justo antes de aterrizar. Poco tiempo después más montículos de tierra compactada aparecieron de la misma manera, permitiendo de que la elfa se retirase rápidamente saltando de plataforma en plataforma.

- ¡¿Qué…?! -

Janet gritó mientras bloqueaba la flecha, incapaz de comprender lo que había sucedido. Pero no tuvo tiempo de pensar porque Trunks ya estaba detrás suyo arrojando golpes dolorosos con su espada bastarda que no alcanzó a bloquear del todo.

Este había sido el plan de Trunks: atraer a su presa a un campo donde todas sus fortalezas se volviesen debilidades. Bryan le contó todo acerca del estilo de pelea de Janet, así que el Cazador de Monstruos decidió preparar un lugar lleno de obstáculos para la vista y un suelo arenoso que absorbiese gran parte de la fuerza que la mujer bandida siempre empleaba en sus pies para propulsarse cuando atacaba, cansándola y alterando su equilibrio.

En semejante terreno, hasta sus pesadas armas se convertían en un lastre que drenaba más su energía. Y cuando la mujer bandida conseguía atinar un golpe, Trunks simplemente se dejaba empujar, deslizándose sobre la arena, en lugar de resistirse con fuerza.

Así fue como continuó el combate contra Janet, que se prolongó durante varios minutos que resultaron casi insoportables para la mujer bandida.

Janet trataba constantemente de golpear a Trunks, pero este esquivaba rápidamente, moviéndose como un ciervo entre los pilares. Y encima estaba Nía acosándola como un molesto zancudo con sus flechas. La irritación y la impaciencia comenzaron a alterar el ánimo de Janet, hasta el punto en que comenzó a golpear todos los pilares que obstaculizaban su movimiento y su visión; pero estos reaparecían al poco tiempo de un modo misterioso, así que destruirlos sólo sirvió para mermar inútilmente sus fuerzas.

Por fin las posiciones comenzaron a invertirse. Janet se dio cuenta de que podía terminar perdiendo este combate y empezó a sentirse realmente presionada. Por eso después de intentar golpear a Trunks sin éxito un par de veces más, pareció decidir algo, tras lo cual desató de golpe toda su fuerza física, la cual generalmente no utilizaba salvo cuando se encontraba en grave peligro y no llegó a emplearla en su enfrentamiento con Bryan.

Fue como si un terremoto hubiese adquirido forma humana. Repentinamente la velocidad de Janet se incrementó y cada movimiento suyo desataba ondas expansivas de aire, que llenaron de polvo todo el ambiente. En cierto modo recordaba a una versión en miniatura del poder del Cíclope y ahora las flechas de Nía no podían alcanzarla.

Trunks alteró inmediatamente sus movimientos para parar de un estilo ofensivo a uno defensivo, pero aun así comenzó a tener serios problemas para esquivarla. Así que no tuvo más opción que usar toda su Aura de Batalla para fortalecer su cuerpo e incrementar al máximo la velocidad, aunque eso significaba que ya no podía atacar.

Y es que durante todo ese tiempo Trunks había estado luchando con una espada bastarda, la cual tenía la peculiaridad de tener el filo embotado y no servía para cortar, pero tenía una base bastante ancha, perfecta para desatar golpes que aturdieran a su oponente, hasta que finalmente los atravesaba con la punta. Este diseño particular la hacía perfecta para golpear o para interceptar los ataques de Janet hasta ese momento, siempre y cuando la hoja estuviese reforzada por el Aura de Batalla de un Maestro de Espada.

Espada Bastarda

Pero ahora que Trunks tenía que usar casi todos sus poderes para proteger su cuerpo, no podía reforzar su arma ni arriesgarse a que impactase contra las de Janet o quizá su espada bastarda se rompería.

Sin embargo, usando sus grandes habilidades para el sigilo, Trunks era capaz de mantenerse esquivando a Janet. Y si bien lo único que hacía era escapar, no había desesperación o miedo en su mirada. El Cazador de Monstruos continuó retrocediendo entre los pilares, que eran destruidos cada vez que Janet se acercaba, pero servían para retrasar sus golpes por una fracción de segundo, lo suficiente como para Trunks volviese a aumentar la distancia entre ambos.

Y con el pasar del tiempo, los ojos de Trunks comenzaron a acostumbrarse incluso a esa terrible fuerza y velocidad aumentadas. Todavía era incapaz de atacar, pero comenzó a llevar a Janet a los lugares que quería, obligando a la mujer bandida a seguir su ritmo.

Transcurrió un minuto entero, pero en los corazones de todos se sintió como una eternidad.

Uno pensaría que la mejor estrategia a seguir sería simplemente continuar esquivando a Jane hasta que agotase sus fuerzas, pero la situación era un poco diferente a la vez en que Bryan se enfrentó con ella, porque para participar en la emboscada contra la Casa de Menlo, Janet se había traído a casi toda su pandilla consigo y quizá los magos Afrodita y Bardo no podrían mantenerlos alejados mucho más tiempo.

Por fortuna aún quedaban piezas en el tablero.

Repentinamente el suelo debajo de Janet desapareció para dar paso a un agujero de cinco metros de profundidad en forma de embudo. La mujer bandida trató de saltar o trepar por las paredes arenosas, pero estas resbalaban demasiado. Y mientras intentaba salir, Janet sintió que algo se movía alrededor suyo, bajo la arena.

Zombi Élite de Tierra

Al igual que un tiburón rodeando a su presa, el Zombi Élite de Tierra navegaba por debajo la tierra blanda como si de un pez en el agua se tratase y repentinamente salió por la espalda de Janet para atacarla con sus manos armadas con garras afiladas como la obsidiana.

Y entonces algo inesperado sucedió. Janet soltó un grito mucho más agudo, pues las garras del Zombi no solamente atravesaron su armadura de cuero, sino que dejaron marcas de arañazos en su piel que hasta el momento ni siquiera las espadas habían podido atravesar. No eran heridas profundas, pero dolían. Janet se dio la vuelta para golpear al Zombi Élite de Tierra, pero este ya se había zambullido en la arena, desapareciendo de la vista.

Sintiendo que estaba en grave peligro, Janet levantó sus dos espadas y golpeó el suelo al mismo tiempo con ellas. La trampa de arena en la que estaba se desmoronó por la onda expansiva y así Janet consiguió escapar de ella, pero la criatura que se movía bajo la tierra seguía asechándola y en muy poco tiempo volvió a emerger del suelo repentinamente para atacarla con sus zarpas.

La mujer bandida no sabía qué era a lo que se enfrentaba, pero siendo una criatura principalmente instintiva, dejó que la fuerza hablase y comenzó a arrojar golpes con sus armas contra el Zombi Élite de Tierra, que tuvo que volver a enterrarse para evitarla. Janet comenzó afinar sus sentidos para detectarlo cuando saliese, pero no pudo hacerlo porque en ese mismo momento se reanudaron los ataques de Trunks y Nía.

La presión combinada era tan grande que Janet casi no podía reaccionar. Pese a tener una fuerza capaz de pulverizar huesos humanos no alcanzaba a arrojar un solo golpe sin recibir antes un golpe de Trunks, una flecha de Nía o un ataque sorpresa del Zombi Élite de Tierra, el cual no solamente golpeaba físicamente, sino que alteraba el terreno en donde ella estaba parada.

En cierta ocasión Janet se las arregló para girar lo bastante rápido como para golpear a la criatura misteriosa cuando emergió detrás suyo, pero el viento arenoso que rodeaba su cuerpo como un enjambre se pegó al No Muerto igual que si tuviese mente propia, formando una coraza dura que, aunque se rompió en pedazos por el impacto, consiguió rechazar buena parte del daño y el Zombi Élite de Tierra no sufrió severamente. Eso sí, su cuerpo salió despedido varios metros, pero antes de que Janet pudiese aprovechar la oportunidad para intentar golpearlo nuevamente, la Criatura Oscura desapareció en la tierra. Janet ni siquiera pudo intentar adivinar en que parte del suelo estaba antes de que Trunks cayese a su lado para atacarla.

- ¡Malditos cobardes! ¡Si eres hombre enfréntame tu solo! - Gritó la mujer bandida enfadada y respirando con dificultad por lo agotada que estaba.

- Si, no voy a pisar ese palito. - Respondió Trunks deteniéndose y apuntándole con su espada: - Eso deja a una mujer de la raza élfica y… una Criatura Oscura supongo. -

- ¿Y qué demonios es esa cosa? ¡Es como un maldito gusano de tierra con garras! -

- Honestamente, no tengo idea. Pero es increíble lo bien que se coordina con nosotros. Y además es muy llamativo, lo bastante como para mantenerte distraída verdad -

- ¡¿De qué hablas?! -

- Creo que ahora mismo vas a saberlo. - Constó Trunks mirando en una dirección en donde el Zombi Élite de Tierra acaba de emerger.

Por primera vez Janet pudo ver claramente a este ser misterioso, que le pareció aterrador con sus extremidades largas, sus garras oscuras, dientes afilados y la larga lengua roja como la sangre; todo eso envuelto en una especie de nube polvorosa que le daba una apariencia verdaderamente sobrenatural.

Entonces la criatura oscura abrió sus fauces y soltó un alarido que parecía venir de otro mundo, el cual era grave y agudo al mismo tiempo. Inmediatamente después todos los pilares de tierra alrededor de Janet se desplomaron, desatando una auténtica nube de polvo y arena que no dejaba ver a un metro de distancia. Esta comenzó a girar alrededor de la mujer bandida, formando un remolino que no se disipaba.

¡Maldita sea! ¡Conque este era su plan!

Janet podía adivinar que Trunks la atacaría aprovechando la cobertura, así que se preparó enfocándose en sus oídos en lugar de sus ojos. Y al poco tiempo sus sospechas se confirmaron al escuchar los pasos de alguien que avanzaba veloz como una centella desde su izquierda.

La mujer bandida inmediatamente asumió una postura en la que bloquearía con una de sus espadas como si fuese un escudo e inmediatamente después lanzaría un contraataque con su segunda arma. La situación era peligrosa, pero también era una oportunidad, porque Nía no sería capaz de dispararle con sus flechas por culpa de la misma arena que ahora bloqueaba su vista y parecía que el Zombi Élite de Tierra tampoco podía moverse mientras la mantenía.

Entonces la nube de arena se rompió y una afilada espada se dirigió a toda velocidad hacia su cuello. Janet bloqueó el ataque, pero el impacto fue mucho más débil de lo que esperaba y eso la sorprendió tanto que abrió los ojos con asombro. Entonces descubrió que, presionando la punta de su espada contra el cuerpo de su arma, se encontraba un joven adulto con el Aura de Batalla propia de un Espadachín Veterano.

- Hola que tal. ¡Es un gusto! Mi nombre es Odiseo - Dijo el joven sonriendo.

Por un segundo Janet no supo cómo reaccionar y parpadeó de un modo adorable. Pero inmediatamente después alzó su arma libre para desatar un ataque devastador, más en ese mismo momento percibió algo y apenas pudo reaccionar al ataque de Trunks que venía por su derecha.

Ahora ambas de sus manos estaban ocupadas bloqueando dos ataques, así que Janet supuso que muy pronto Nía haría un movimiento, porque podía distinguir la silueta del Zombi Élite de Tierra parado detrás del remolino de arena.

¡Vendrá desde arriba!” Pensó Janet enfocándose completamente en los pilares que podía ver a la distancia para esquivar la flecha que sabría que vendría.

Janet no había sido entrenada como guerrera en una escuela formal, pero tenía un instinto impresionante de supervivencia y unas habilidades únicas que la hacían formidable. Por fortuna para sus enemigos ella no era brillante ni tenía muchos recursos o podría haberse convertido en una auténtica potencia de este nuevo mundo. No tenía aliados hábiles que la siguiesen o artefactos poderosos que la sacasen de una situación complicada.

Por eso no vio venir el ataque de Bryan.

Naturalmente Bryan no estaba inconsciente y solo fingía. Gracias a sus espectros oscuros había estado dirigiendo cada uno de los movimientos del Zombi Élite de Tierra mientras estaba oculto, indicándole donde quería que apareciesen los pilares de tierra compactada para que Nía no se quedase sin espacios para saltar. Luego le informó mentalmente a su criatura sobre dónde se encontraba Janet en todo momento, para que este siempre pudiese atacarla por la espalda.

Y en el momento en que vio a Janet agotada y completamente concentrada en sus tres oponentes, se levantó en completo silencio para acercarse volando aprovechando el tornado de arena… con un trapo cubierto con el polvo somnífero en la mano.

Con la velocidad y precisión que lo caracterizaba, Bryan se aferró a la espalda de Janet, tapando su boca con la tela. Al mismo tiempo, Trunks y Odiseo se adelantaron para sujetarla con todas sus fuerzas.

La mujer bandida se sacudió con locura, empujando lejos a los espadachines. Bryan aguantó un poco más, pero finalmente también fue arrojado violentamente a un costado. Sin embargo, Janet lo consiguió demasiado tarde. Porque en ese corto tiempo no pudo evitar aspirar la sustancia.

Poco después, los ojos de Janet se desenfocaron y comenzó a moverse de forma errática, como si de pronto no pudiese soportar el peso de sus armas. Trunks se adelantó inmediatamente para seguir atacando, porque al moverse Janet ayudaba involuntariamente a que el somnífero se esparciese más rápido por su sistema.

Finalmente, las grandes espadas de la mujer bandida escaparon de sus dedos y poco después ella se desplomó dormida suavemente, como cae un árbol.

- Mierda, eso dolió. - Dijo Bryan que había sido lanzado con mucha fuerza y terminó impactando en uno de los numerosos montículos rocosos: - Eso me costó más que sujetarme a un maldito dragón. -

- Sabía que podías aguantarlo. - Le respondió Trunks sonriendo por un instante, pero inmediatamente se dirigió hacia Janet y comenzó a atarla para llevársela, como haría un jaguar con una presa recién abatida.

- Finalmente. ¡Creí que moriría! - Exclamó Odiseo sonriendo aliviado: - Por favor átala fuertemente. -

- Dudo mucho que esas cuerdas la retengan… pero supongo que es mejor que nada. - Comentó Bryan y luego llamó a viva voz: - ¡Ya la tenemos Nía! ¡Puedes bajar! -

- ¡Por fin! - Exclamó la Elfa cuando se reunió con ellos: - Ya no me quedaban muchas flechas ni lugares para saltar. -

- Si. - Asintió Bryan mirando al Zombi Élite de Tierra mientras pensaba: “Cuando comenzó a atacar a Janet se redujo el rango de sus ataques y ya no pudo crear pilares de tierra para que Nía disparase. Tengo que tener en cuenta ese factor en el futuro.

En ese momento Trunks terminó de atar a Janet y la cargó sobre su hombro. Cuando Bryan vio que todo estaba listo, invocó un poco de Fuego Glacial Místico carmesí en la palma de su mano y lo arrojó hacia el cielo, donde finalmente estalló.

Esta era la señal convenida y tras unos minutos escucharon pasos que se aproximaban. Entonces Bryan ordenó al Zombi que abriese la ruta sellada para que Bardo y Afrodita pudiesen reunirse con ellos.

- ¡Vienen detrás de nosotros! - Avisó Afrodita inmediatamente.

- Y no están nada contentos. - Añadió Bardo.

- Entonces no les impondremos nuestra compañía. - Se burló Bryan mirando a su criatura, la cual asintió y rápidamente provocó un nuevo derrumbe que volvió a cerrar el pasaje y esta vez de un modo definitivo.

Después de esto Bryan susurró un conjuro y envió al Zombi Élite de Tierra de vuelta al inframundo, donde ya lo esperaba el Pequeño Esqueleto, quien fue enviado primero porque esta misión no requería asesinar a su enemigo.

Luego se marcharon a toda prisa, aunque antes de irse Bryan se permitió escribir algo en el suelo arenoso.

Cuando algunos bandidos de la Pandilla de Janet finalmente consiguieron escalar las rocas para llegar al otro lado no encontraron rastros de nadie a excepción de un mensaje que decía: 

“NOS LLEVAMOS A SU LÍDER PARA TENER UNA CHARLA. DEBERÍA VOLVER EN UNOS DÍAS, AUNQUE SÓLO SI LA CONVERSACIÓN SALE BIEN.

Janet enfadada

Nota del Traductor

Hola amigos, soy acabcor de Perú, es 16 de noviembre del 2022.

Este capítulo fue interesante de escribir porque decidí cambiar todo el concepto del original. Ni Can Tian hace que Bran capture a Janet completamente solo y a pesar de la ayuda de toda su banda de ladrones. Pero me pareció que esto ya sería demasiado excesivo, así que decidí invertir las cosas y hacer que todos los demás tuviesen un papel protagónico y más bien Bryan fuese el secundario.

Algunos me sugirieron que hiciese participar al Zombi de Tierra. Y aunque al principio no quería hacerlo finalmente me convencí de que eso sería lo mejor, pero tenía que tener un papel principalmente de apoyo.

De este modo tenemos a Trunks como la mente maestra principal de la estrategia para vencer a Janet y esto se debe a su papel como Cazador. Si Bryan es el ejército de un solo hombre, entonces Trunks debería tener el papel de especialista.

Con todo, originalmente quería que el capítulo fuese más corto y menos descriptivo para que la acción no opacase a la batalla en la mina. Pero Jaime Beltrán, uno de los dos lectores beta, me aconsejó que lo alargase un poco porque le parecía que la narración estaba demasiado apresurada. Por ese motivo introduje a Odiseo en l abatalla y también incrementé algunas de las descripciones. Luego Gabriel Morffes me ayudó con los errores ortográficos.

Pero déjame saber tu opinión en los comentario: ¿Se entendió todo lo que sucede? ¿Te gustó la batalla? ¿Qué te pareció el desarrollo de los eventos? ¿Qué opinas de Janet? ¿Te pareció bien que introdujese a Odiseo? ¿Qué opinas de la conclusión?

Honestamente la situación está bastante mal en el Perú ahora mismo y cualquier donación me sería de gran ayuda. Puedes colaborar usando mis enlaces de cuenta Patreon, compartiendo esta novela con más personas para atraer más lectores y señalando cualquier error ortográfico que se me haya podido escapar.

¡Nos vemos en el siguiente capítulo!