53 Peligros en Drol

- ¡Que los magos comiencen el ataque! -

Todos los magos alrededor de Bryan comenzaron a recitar conjuros de diversa índole, que salieron disparados hacia los enemigos: Cientos de cuchillas hechas de viento, varias bolas de fuego, grandes cúmulos de hielo en forma de carámbanos, relámpagos que descendían de los cielos e incluso las espadas resplandecientes de los estudiantes de la magia Luminosa cayeron sobre los Jinetes Wargos.

Fanny y Gene también emplearon su magia para conjurar un pelotón de Guerreros Esqueletos y Zombis que avanzaron en fila escalonada, uno detrás de otro, hasta posicionarse junto a los primeros guerreros de las líneas de vanguardia para amortiguar un poco la primera embestida de los lobos.

El enorme bombardeo de ataques mágicos causó estragos inmediatos y brutales, sobre todo en los orcos que montaban a las bestias. Con el estruendo de terribles ventiscas, las cuchillas de viento causaron cortes terribles y amputaciones en los cuerpos de los orcos y los lobos gigantes. Cuando las bolas de fuego los tocaban estallaban de inmediato, derribando a grupos enteros y varios encontraron un horrible final como pasto de las llamas. Poco después cayeron los carámbanos de hielo y los relámpagos, que también causaron terribles impactos y se cobraron la vida de diez o más Jinetes Wargos.

Sin embargo, los enemigos eran una horda de más de quinientos jinetes y cuando la primera oleada de ataques terminó, fue evidente que solamente habían matado a unos treinta o cuarenta que avanzaban en el frente. El resto de los Jinetes Wargos no mostró el menor indicio de miedo o vacilación pese a la muerte de sus compañeros. Siguieron rugiendo emocionados mientras avanzaban cada vez más rápido, sin importarles un comino que pudieran morir. En verdad la suya era una locura sanguinaria que rayaba en el paroxismo.

Antes de que los magos pudiesen recitar una segunda ronda de conjuros ofensivos, los orcos ya habían sacado unas ballestas que guardaban en algún lado. Rápidamente las cargaron con virotes[1] letales y lanzaron una lluvia de proyectiles afilados que volaron como el viento por sobre las primeras líneas de Guerreros, en dirección a los magos y los arqueros.

- ¡Cuidado todo el mundo! - La elfa Blanche, era la que dirigía a los arqueros con su voz melodiosa e inmediatamente ordenó una ronda de contraataques.

Pero a diferencia de los demás, los magos necesitaban tiempo y concentración para usar la magia. Se habían preparado para atacar a los jinetes, pero al ver la lluvia de proyectiles que se les venía encima, cambiaron la dirección de sus ataques mágicos inmediatamente y lanzaron ondas de magia para interceptar los virotes en el aire, destruyéndolos antes de que pudieran alcanzar sus objetivos.

Sin embargo, no todos los virotes fueron destruidos por los ataques mágicos. Diez o más proyectiles lograron atravesar las defensas y atravesaron a dos magos principiantes de la escuela fulgórica[2], matándolos instantáneamente. Otros tres magos sufrieron heridas severas de algún tipo. De inmediato, tres sanadores entraron en acción y corrieron hacia los heridos recitando encantamientos curativos.

Aunque las bajas no fueron demasiadas, el daño ya estaba hecho. Porque debido a que los magos habían tenido que usar su magia para defenderse de las ballestas, los Jinetes Wargos se habían librado de toda una ronda de ataques y no sufrieron mucho daño. Así que aumentaron la velocidad de sus lobos. Las bestias mostraban una mirada extremadamente feroz y sanguinaria mientras corrían, como una jauría de chacales sobre un cachorro herido. En ese momento las Criaturas Oscuras de los necromantes atacaron, pero no causaron mucho efecto y los que no fueron barridos en la embestida inicial acabaron molidos a golpes en cuestión de segundos.

Bajo la furiosa carga de esos lobos gigantes, los Guerreros Esqueléticos de bajo nivel fueron pisoteados hasta quedar hechos pedazos y ni siquiera retrasaron el avance de las tropas enemigas. Los Guerreros Zombi lograron volver a ponerse de pie durante unos breves momentos, pero los cortes y estocadas de las armas de los orcos los rebanaron rápidamente. Antes de darse cuenta unos diez o más habían sido decapitados y ahora sus cabezas rodaban de aquí para allá en medio del campo de batalla.

- Hmph. ¡¿Acaso esos necromantes pueden ser más inútiles?! - Al ver el pobre desempeño de las Criaturas Oscuras, Irene y algunos otros estudiantes de la magia de la luz comenzaron a burlarse de ellos.

Bryan sostuvo firmemente la empuñadura de su daga. Sus ojos no dejaban de mirar a los Jinetes Wargos que se acercaban a lo lejos y no prestaba la más mínima atención a las estúpidas burlas de Irene.

Los jinetes volvieron a cargar sus ballestas para atacar y lanzaron otra lluvia de virotes. Nuevamente los magos en la retaguardia se vieron obligados a usar su magia para defenderse, descuidando la ofensiva. Pero un par de magos más experimentados se las arreglaron para destruir los virotes que volaban hacia ellos en el momento exacto y al mismo tiempo desataron un flujo continuo de ataques mágicos sobre lo Jinetes Wargos.

En ese momento unos cinco virotes afilados silbaron surcando el aire y fueron a caer directamente contra los estudiantes de necromancia. Fanny y Gene estaban alertas y notaron a tiempo el peligro. Con su magia combinada lograron interceptar a tres de los virotes con sus Flechas de Hueso, destruyéndolos de inmediato. También desviaron el curso de un cuarto virote haciendo que impactase en un rincón en donde no había nadie. Pero el último de ellos se dirigió certero y mortal hacia el cuerpo de Amy, quien no podía moverse bien debido al grupo que la rodeaba.

La joven maga notó el peligro demasiado tarde y entró en pánico, mientras intentaba recitar un conjuro mágico a la desesperada. Llenos de ansiedad, Gene y Fanny también intentaron usar su magia, pero la velocidad con la que recitaban era muy inferior a la del virote, que ya estaba por impactar en la estudiante.

Entonces una daga salió prácticamente disparada y surcó el aire dibujando un haz frío y repentino como un relámpago. Se oyó un fuerte ruido de resquebrajamiento cuando impactó directamente al virote que había estado a pinto de matar a Amy, destruyéndolo por completo. Un instante después el cuerpo de Bryan apareció súbitamente en frente de Amy y cogió su daga al vuelo antes de que aterrizase en el suelo.

- ¡Gracias Bryan! - Dijo Amy sonriéndole con gratitud por haberle salvado la vida.

- ¡De nada! - Bryan le hizo un gesto con la cabeza y volvió corriendo al lado de Fanny y Lisa, daga en mano, inspeccionando los alrededores con una expresión serena.

Finalmente, después de haber perdido unos setenta Jinetes Wargos entre heridos y muertos, los lobos superaron las oleadas constantes de ataques mágicos y entraron en combate directo con los guerreros de Drol. Así comenzó una gran batalla entre los Jinetes Wargos y los sesenta o setenta Guerreros armados hasta los dientes, manejando sus espadas largas y lanzas con gran habilidad. Incluso había diez o más Caballeros enteramente blindados que combatían montando sendos corceles de guerra.

Los magos y arqueros no estaban ociosos. Los primeros disparaban sus flechas mortíferas especialmente diseñadas para atravesar armaduras, mientras que los magos, ahora libres temporalmente de los ataques de las ballestas, recitaban una serie de magias ofensivas que resplandecían en medio de la batalla mientras derribaban a los orcos de sus monturas o actuaban como refuerzo para los guerreros. Toda la zona meridional de Drol estaba inundada por el fragor de la batalla en la que resonaban gritos agónicos, rugidos de combate y explosiones violentas.

Bryan, Fanny y los otros necrománticos se mantenían detrás de las líneas de Guerreros mientras lanzaban ráfagas constantes de lanzas y flechas de hueso contra los orcos. Pero a pesar de la lluvia de ataques que los magos liberaban sobre los enemigos, los Jinetes Wargos no dejaban de atacar. Cargaban contra las líneas de Guerreros, luego se retiraban rápidamente mientras los ballesteros lanzaban sus virotes y volvían a cargar. Estaban atacando distintos puntos para romper la formación defensiva.

Félix, que levitaba en el aire para dirigir a los hombres, se convirtió en el blanco principal de las ballestas de los Orcos. En una ocasión más de diez virotes afilados salieron disparados hacia él al mismo tiempo, pero el Archimago no mostró ningún rastro de pánico. Usando alguna magia de viento extremadamente avanzada invocó un tornado de diez metros en la retaguardia de los Jinetes Wargos y lo hizo perseguir a sus enemigos. Por donde quiera que el tornado pasara se oían los gritos y lamentos de dolor espantosos de orcos y bestias, que eran succionados por el vórtice para encontrar su final.

Pero el Archimago no se detuvo ahí, con un movimiento de su báculo invocó más de diez cuchillas de viento que brotaron instantáneamente alrededor de su cuerpo y derribaron a todos los virotes que volaban hacia él. Al mismo tiempo, un escudo mágico se materializó y lo protegió completamente. Los pocos proyectiles que lograron superar sus cuchillas de viento fueron bloqueados por el escudo mágico y Félix no sufrió ningún daño.

- ¡Cuan poderoso! ¡Esa es la fuerza de un Archimago! - Los estudiantes de la Magia Luminosa miraban fascinados el impresionante despliegue mágico de Félix, que con un porte sereno y controlado continuaba combatiendo. Para Bryan era obvio que los chicos lo adoraban, aunque no pudiese ver sus expresiones mientras suspiraban emocionados.

Justo cuando todos estaban pensando en lo impresionante que era Félix, el rostro sereno del Archimago se alteró de improviso y gritó: - ¡Atención, vienen refuerzos enemigos! ¡Una horda de Orcos se aproximan a lo lejos, junto con un escuadrón de Chamanes Orcos! ¡Tenemos que retirarnos! ¡Que todos se dispersen y corran a la ciudad de Zajoski! -

Las palabras de Félix tuvieron un impacto devastador en todos los que lo escucharon, pero la mayoría se demoraba en entender lo que estaba pasando. Bryan fue el primero en reaccionar y sabiendo que tenía que aprovechar esos preciosos momentos de confusión, agarró rápidamente la delicada mano de Fanny y le habló en voz baja: - ¡Sígueme y date prisa! -

Fanny se sobresaltó y lo miró enojada, pero al ver la expresión severa en el rostro de Bryan, todas sus quejas se desvanecieron: - Bien, pero ¿a dónde quieres ir? -

- ¡Directo a los establos! Tenemos que darnos prisa y coger los caballos. Sólo con ellos tendremos alguna oportunidad de escapar con vida. Los Wargos son más rápidos y se cansan menos. Sin caballos nos van a alcanzar en muy poco tiempo y moriremos. - La mente de Bryan ya había considerado rápidamente el mejor curso de acción, así que cuando habló lo hizo con decisión y una sombría determinación.

Fanny reaccionó inmediatamente de la misma manera en cuanto oyó sus explicaciones. Así que se volvió y gritó apresuradamente: - ¡Estudiantes, síganme de inmediato! -

Seguro de que Fanny estaba de acuerdo con su plan, Bryan se volvió y entonces descubrió que Lisa estaba mirándolo con avidez… y a la mano con la que sujetaba a Fanny. Bryan suspiró mientras hacía una mueca y luego extendió su otra mano para agarrar la de Lisa.

Entonces Bryan se puso a correr a toda velocidad, alejándose del campo de batalla y sin prestarle más atención a ninguna de las expresiones de las mujeres.

[1] Virote: El virote es una clase de saeta. Es uno de los proyectiles que las ballestas pueden utilizar. 

[2] Fúlgur: Latín para “Relámpago”, para no repetir Facultad de Magia de Luz por enésima vez asumo que es una escuela “dentro” de las magias luminosas, pero en la traducción las jerarquías no son claras.

Los Jinetes Wargo se abrieron paso....

Nota del Traductor

Buenas a todos soy acabcor de Perú. Donde todo lo que los conquistadores españoles trajeron consigo nos encanta, pero por algún motivo insistimos en decir que lo odiamos. ¿Hay algo más humano que la contradicción?

Por cierto, esta es una versión reeditada el 22 de mayo del 2021.

¿Qué les pareció este capítulo? Creo que me quedó bastante bien. Tuve que luchar mucho para entender cuáles eran los ataques mágicos y luego adaptarlos a términos más sencillos para que se pudiesen entender. Por cierto, un carámbano es un trozo de hielo alargado con punta, como una estalactita, por si no quedó claro. Fue el más difícil de todos.

Luego estuvo el asunto de darle contexto. ¿Cómo pueden lanzar una bola de fuego sobre toda una fila de tus propias tropas y apuntarles bien? Por eso hoce que los magos estuviesen separados de los guerreros por algunos metros. Quizá también debí agregarles algo que hacer a los arqueros, pero el autor prácticamente no los menciona atacando y yo no quise inventarme demasiadas cosas. Luego recordé que en la Edad Media los arqueros ya no arrojaban flechas a distancia, porque las armaduras las bloqueaban. Así que esperaban a que los enemigos se acercaran a 10 o 15 metros para soltarles ráfagas de saetas con puntas especialmente forjadas para atravesar el acero, que por cierto eran bastante caras, así que debían aprovecharlas.

Pero el párrafo más difícil de traducir fue el que describo cómo el protagonista salva a Amy. No se imaginan lo difícil que es de entender el original. A veces parece que la daga flota en el aire y otras que revolotea por ahí. Por cierto, que el autor gasta más esfuerzo en describir el brillo de los filos de las armas por la luz de la luna o lo que sea, antes que explicar cómo se están usando dichas armas.

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