250 Magia Espacial

Cameron era el desagradable Barón que Bryan había conocido en el Baile de la Mansión Egadas. Era famoso por haber cimentado su poder en base a actividades ilícitas y la adulación de individuos poderosos. Básicamente se dedicaba facilitarles los caprichos más depravados a los aristócratas corruptos.

Pese a todo, si tuviese algo de conciencia de sí mismo y de su verdadero valor, podría haber sido ignorado como una alimaña. Pero Cameron tenía el descaro de tener un concepto bastante elevado de sí mismo y una ambición desmedida. Era la clase de persona vil que en cualquier otra situación habría sido detectado y eliminado con facilidad en el instante en que sobresaliese un poco. Sin embargo, Cameron tuvo la diabólica suerte de prosperar debido a la inestable situación política que provocó la debilidad del Emperador junto con la mala disposición de los príncipes herederos.

Cameron el Barón

Por estos motivos Cameron se acostumbró a ser descarado. Su maestro le ordenó apoderarse del Gremio Mercante de Bootz, pero él deseó ir todavía más lejos que eso: Camerón quería tener a Phoebe como su esclava personal. Quería abusar de ella completamente.

Claro que esto se debía principalmente a que Cameron realmente no conocía gran cosa acerca de Phoebe y solamente la veía como un trofeo. Quizá si hubiese sabido que se trataba de una Maestra de Espadas se habría comportado de un modo más inteligente y se habría evitado muchos problemas.

Sin embargo, la persona que esta vez le había ordenado moverse en contra del Gremio Mercante de Bootz era muy distinto en su proceder y terrible de enfrentar si acaso fallaba. Por eso esta vez Cameron vino acompañado por toda una comitiva de personas bastante poderosas con el objetivo obligar a Phoebe a someterse y firmar el documento.

Pero, aunque no lo sabía, esta acción provocaría una serie de eventos bastante dolorosos. Tanto para él y como para los suyos.

Anteriormente Bryan lo había dejado pasar porque en ese momento no podía lidiar con el problema que desataría si lo enfrentaba. Además, el Cuestor Imperial Alan y el Senador Aurelio le habían dado una severa advertencia que debería haber sido suficiente para espantarlo de forma permanentemente.

Sin embargo, ahora Phoebe no era únicamente su amiga y socia… era SU mujer.

Y mientras su cuerpo avanzaba rápidamente de un modo casi automático, toda su mente estaba concentrada en pensamientos terribles de violencia y venganza.

*****

Tan solo unos minutos atrás Cameron y Phoebe se habían reunido. El Barón había venido con una gran cantidad de escoltas, los cuales en su mayoría se quedaron cuidando los carruajes, pero un grupo bastante nutrido ingresó en su oficina de forma prepotente, sin pedir permiso para entrar.

Entonces Cameron colocó un contrato sobre su escritorio y demandó que ella lo firmase así sin más, sin ningún tipo de preámbulo o incluso un saludo de por medio. Naturalmente Phoebe ni siquiera miró este papel, en su lugar se levantó de su asiento para protestar por la forma increíblemente descortés en que el Barón había ingresado, pero este no la dejó articular palabra y comenzó a gritarle que debía firmar inmediatamente al mismo tiempo que daba puñetazos sobre la mesa.

Si Cameron no hubiese sido un aristócrata a Phoebe le habría encantado ensartar su cabeza con la punta de su espada. Pero tuvo que contenerse porque temía las consecuencias que toda su familia, socios y clientes tendrían que sufrir si el conflicto con Cameron se volvía irreparable.

Sin embargo, cuando los guardias de Phoebe vieron esta conducta increíblemente irrespetuosa hacia su patrona, entraron en cólera y llevaron sus manos a la empuñadura de sus armas como advertencia. Aunque no llegaron a atacar porque no tenía el permiso de hacerlo. Pese a esto, y como si hubiesen estado esperando la más mínima excusa, los escoltas de Cameron desenvainaron directamente y atacaron a los guardias del Gremio Mercante de Bootz con la clara intención de matarlos.

Suficientes estupideces.” Se dijo Phoebe y activó su Aura de Batalla mientras invocaba su arma. Entonces arrojó una serie de contraataques contra los escoltas de Cameron evitando así que sus hombres fuesen lastimados. Por supuesto que no hizo nada en contra del propio Barón, pues no tenía intención de lastimar a un aristócrata, sino únicamente dejarle en claro que con la fuerza no conseguiría nada.

Mas fue entonces cuando descubrió algunas sorpresas desagradables.

Lo primero fue que los escoltas de Cameron eran Espadachines Veteranos extremadamente habilidosos. Tenían que ser parte de una fuerza de élite, porque consiguieron mantenerse en la lucha contra una Maestra de Espadas como ella e incluso se las arreglaron para obligarla a retroceder al intercambiar estocadas. Esto le indicó a Phoebe que los miembros de esta escolta no podían ser realmente hombres de Cameron sino de un individuo mucho más poderoso e influyente.

Aún no acababa de asimilar lo que esto implicaba cuando ocurrió la segunda sorpresa.

De repente Phoebe tuvo un presentimiento e invocó su daga para adoptar su postura de Defensa y Ataque con la que enfrentó a Marcus. Fue bueno que lo hiciera, porque repentinamente una serie de golpes llovió en su dirección como una violenta ráfaga que la habrían herido a ella o a sus hombres en el espacio cerrado de su oficina de no haber conseguido desviarlos todos. Poco después entendió que esos ataques no pertenecían a los Espadachines Veteranos, sino que eran los que ella misma acababa de arrojar y que de algún modo le habían sido devueltos como si hubiesen rebotado.

¡Mago Espacial!” Pensó Phoebe e inmediatamente gritó: - ¡Al exterior! -

Acto seguido lanzó un poderoso corte con su espada contra la pared detrás suyo, la cual parecía ser de piedra como el resto, pero en realidad era de madera contrachapada que había sido camuflada.

Se trataba precisamente de un método para salir de su oficina en caso de emergencia. Sus hombres ya lo sabían y entendieron sus instrucciones de inmediato, de modo que consiguieron escapar al jardín justo a tiempo para evitar ser atrapados por la magia del mago espacial.

La Magia que controlaba el Espacio era una de las más difíciles de dominar y no había muchos que tuviesen los talentos o la afinidad para usarla. Por eso no se solía ver muchos Magos Espaciales en los campos de batalla, pero cuando aparecían realmente podían resultar devastadores. Un ejemplo de ello era el conjuro de Maestro Eco, temido en todas las naciones, pues como su nombre lo indicaba podía devolver a modo de rebote cualquier ataque físico dirigido hacia ellos. La única desventaja de este conjuro era que solamente tenía efecto en una única dirección determinada y que no servía si el ataque en cuestión era de una naturaleza mucho más poderosa que la magia del propio mago. Pero por lo demás era como un muro de cristal inquebrantable que regresaba cualquier golpe que uno le arrojase.

Maestro Eco

El hecho de que este Maestro Eco pudiese devolver los ataques de una Maestra de Espadas tan poderosa como era Phoebe servía como prueba suficiente de que este Mago Espacial tenía que ser como mínimo un Archimago. Y sabiendo que sería una locura enfrentar a este tipo de enemigo en un espacio limitado, Phoebe inmediatamente eligió retirarse al jardín junto con sus guardias, los cuales ya se habían recuperado de la sorpresa y adoptaron una formación defensiva alrededor de su patrona de un modo muy eficiente.

Poco después la escolta de Cameron corrió detrás de ellos, pero nadie fue más rápido que el Archimago Espacial, pues se teletransportó con la velocidad de un destello utilizando su magia.

Con ese mago en el frente no puedo atacar directamente. Tampoco puedo mantenerlos a raya sin utilizar todo mi poder… ¡Pero entonces podría matar a Cameron y la situación se volverá insalvable!” Concluyó angustiada Phoebe en un instante.

Para entonces todo el Gremio Mercante de Bootz sabía lo que estaba ocurriendo y casi cincuenta guardias llegaron para proteger a su Señora. Pero Phoebe les indicó que no atacaran con un gesto y en cambio miró a Cameron para realizar un último intento de razonar con este hombre: - ¡¿Están locos?! ¡¿Creen que no habrá consecuencias si intentan un asalto en la capital imperial?! -

- ¡Cállate plebeya insolente! ¡Si te hubieses sometido como te corresponde no habría tenido que llegar a esto! ¡Ahora vas a firmar con tu sangre o derramaré la de todas las sabandijas que te acompañan! -

- ¡Estas loco! - Exclamó Phoebe sin poder creer lo que escuchaba: - ¡Cuando esto se sepa no quedarás sin castigo! ¡El emperador…! -

- El Emperador está acabado. - La interrumpió Cameron sonriendo de un modo despectivo y todos los hombres que lo rodeaban lo acompañaron con sus risas: - Un nuevo poder se está alzando. Si hubieses aceptado servirme en la cama unos cuantos meses podría haberte ayudado a llegar a la cima, pero ahora tendrás suerte si terminas como meretriz en un tugurio hasta que el Gran Duque decida cómo castigarte por tu insolencia. -

Phoebe estaba a punto de objetar, pero algo en lo que Cameron dijo le provocó un escalofrío: - ¡¿El Gran Duque?! -

- ¿Ahora comprendes a quién has provocado? - Se regodeó Cameron: - Nadie vendrá en tu ayuda esta vez, ni siquiera el viejo Aureliano. ¡¿Crees que alguien se atrevería a oponerse a mi voluntad ahora que soy uno de sus hombres?! -

- ¿Destriparte cuenta como <<oponerse a ti>>? - Dijo una voz repentinamente y cuando todos se volvieron en esa dirección vieron que Bryan estaba caminando hacia ellos.

De inmediato la expresión de Phoebe se iluminó con una brillante sonrisa y su alegría era tan palpable que contagiaba incluso a los guardias, quienes relejaron ligeramente su postura. Cameron en cambio lo miró de arriba abajo como si fuese una mancha en el suelo y murmuró: - Pero si es el juguetito que esta furcia utiliza para su diversión. ¿Quién quiere matarlo?... ¡Oh mejor captúrenlo para torturarlo en frente de esta plebeya! ¡Quizá eso la predisponga a cooperar! -

Uno de los espadachines de Cameron suspiró con desenfado y levantó un poco su espada de un modo ligeramente descuidado mientras se acercaba a Bryan con paso seguro. Entonces le dijo: - Lo siento joven mantenido, pero parece que tu dueña ahora se va a convertir en la perra de Cameron. ¡Simplemente tienes mala suerte de…! -

Antes de que pudiese terminar su frase, Bryan se adelantó hacia el espadachín con la velocidad de un relámpago para golpearlo justo en el medio de la garganta, utilizando los nudillos de sus dedos. Era un truco que había aprendido de los espadachines en el Valle del Sol, un movimiento de Destreza Vulgar que estuvo practicando durante meses en el Cementerio de la Muerte con la ayuda de su memoria eidética, la cual le permitía recordar todo lo que había visto como si estuviese experimentándolo en tiempo real.

El movimiento funcionó como se suponía y la tráquea del espadachín se hundió con absurda facilidad. Y es que el desafortunado hombre estaba tan confiado que ni siquiera había Activado su Aura de Batalla preventivamente.

Pero Bryan no había terminado, porque con un segundo movimiento apuñaló al espadachín con el Desgarrador Sombrío justo en ese lugar del bajo vientre, donde ninguna armadura puede proteger del todo. El filo de la espada penetró en las entrañas del espadachín y liberó el poder congelante del Conjuro de Fuego Glacial Místico que Bryan había preparado previamente. Entonces la barriga del espadachín se congeló, lo que permitió a Bryan destrozarla por completo cuando retiró su arma de un modo intencionalmente violento.

- ¿Qué fue eso que dijiste? - Le preguntó Bryan sonriendo de un modo despiadado mientras el espadachín se derrumbaba en el suelo, agonizando con los intestinos destrozados: - No puedo escucharte con ese agujero en tu estómago. -

El ataque de Bryan había sido complejo, pero con sus habilidades y velocidad sobre humana pareció durar menos de un parpadeo. Por eso Cameron no se dio cuenta de lo que sucedía hasta que el espadachín se desplomó en el suelo e incluso los Veteranos que lo acompañaban tuvieron problemas para entenderlo. Pero cuando finalmente lo hicieron, reaccionaron de distinta manera.

La mayoría de ellos se agrupó alrededor de Cameron, formando un perímetro defensivo contra Bryan y los hombres de Phoebe, pero un par de ellos se lanzaron al ataque con un rugido desgarrador. Quizá eran amigos cercanos del occiso o quizá familiares. El caso es que cargaron con sus espadas desenvainadas con la intención de matar a Bryan en el acto.

Pero el primero encontró su final cuando Bryan desvió su estocada con su arma mágica y luego lo golpeó con su fuerza sobre humana. El espadachín no solamente salió volando unos diez metros, sino que su defensa de Aura de Batalla fue atravesada con facilidad, así que su caja toráxica terminó destrozada.

El segundo acabó siendo golpeado por el cuerpo de su compañero cuando este salió disparado y perdió el equilibrio. Bryan se aprovechó de esto y le arrojó su arma mágica, la cual voló raudamente hasta atravesarle el cuello, para después regresar volando a la mano de su dueño.

Ningún Caballero o Espadachín podía cubrir su cuerpo completamente con el Aura de Batalla hasta que alcanzaba el rango de Maestro de Espadas o Caballero de la Tierra. Incluso entonces su protección podía debilitarse por un instante cuando atacaban o por agotamiento, razón por la cual las armaduras seguían siendo una necesidad.

Los Espadachines Veteranos no eran débiles, pero solamente podían proteger algunas partes de sus cuerpos mientras atacaban, usualmente las más expuestas al peligro. También podían concentrarse en fortalecer sus armas cuando adoptaban un estilo de lucha defensivo y compensar sus puntos débiles usando armadura de placas.

Pero en la ciudad era muy raro que alguien que no fuese un Caballero o un miembro activo de las Legiones estuviese todo el tiempo llevando una Armadura Pesada.  Si estos espadachines hubiesen llevado ese tipo de indumentaria, entonces todo el mundo habría sabido que algo extraño estaba sucediendo y que se dirigían al Gremio Mercante de Bootz para causar problemas. Así que simplemente llevaban un peto de cuero que se podía camuflar fácilmente debajo de su ropa.

Por eso al atacar de un modo tan imprudente, se volvieron presas fáciles para Bryan.

Ahora uno de ellos convulsionaba en el suelo con todas las cotillas destrozadas y los pulmones perforados, mientras que el otro llevaba sus manos al cuello y trataba inútilmente de impedir que la sangre escapara de sus venas. Su agonía duró unos segundos más hasta que finalmente la muerte vino a liberarlos.

Bryan se detuvo por un momento para acomodar su ropa, como si lo que acababa de hacer fuese tan simple y cotidiano como dar un paseo. Entonces habló con un tono de voz desprovisto de cualquier emoción: - ¿Y bien? ¿Algún otro voluntario? -

- ¡¿Qué demonios estaban haciendo los espadachines que dejé en la puerta?! - Exclamó Cameron enojado, aunque un leve temblor en su voz revelaba que ahora estaba asustado. Entonces el Barón se puso a llamar con viva voz: - ¡Hombres! ¡Vengan! ¡Un intruso me ataca! ¡Vengan aquí ahora mismo! ¡Ya…! -

- Deja de gastar saliva inútilmente. Nadie va a venir. - Lo cortó Bryan mirándolo con crueldad: - No quisieron dejarme pasar, así que los envié hacia su destino definitivo. -

Tanto el grupo de Phoebe como el de Cameron contuvieron la respiración por el asombro. Incluso la hermosa Maestra de Espadas, que ya tenía un gran entendimiento de las habilidades de Bryan, estaba impresionada de lo mucho que este se había fortalecido. No era que le sorprendiera que Bryan pudiese vencer, sino que lo hubiese hecho tan rápido y casi en silencio.

El único que no se veía preocupado era el Archimago Espacial, que se volvió hacia Cameron para tranquilizarlo con un gesto de la mano. Luego desapareció repentinamente para aparecer en el cielo a unos cinco metros por encima de la cabeza de Bryan y entonces numerosos círculos mágicos aparecieron alrededor del Archimago para desatar una serie de rayos llenos de poder gravitacional los cuales llevaban una gran fuerza y velocidad consigo, como si una lluvia de enormes rocas estuviese precipitándose sobre Bryan.

Sin embargo, Bryan había sobrevivido a los meteoros del Ifrit y aunque los rayos de energía del Mago Espacial no eran tan sencillos de ver, no eran demasiado difíciles de esquivar para él. Así que corrió zigzagueando a gran velocidad, mientras se preguntaba cuál sería la mejor forma de lidiar contra este nuevo tipo de enemigo.

En cierto modo parece tener la facilidad para moverse que un Mago de Viento y tiene un poco del poder destructivo de la Magia de la Luz.” Concluyó después de analizarlo por unos instantes y entonces usó la hoja de su Desgarrador Sombrío para interceptar uno de los ataques del Archimago Espacial, el cual se desvió de su curso con un poco de esfuerzo: “Aunque no es tan poderoso.

Entonces sonrió y saltó usando el Arte del Noveno Diagrama Celeste para apuñalar a su enemigo, mientras esquivaba las ráfagas de ataques. Pero cuando estaba a punto de alcanzarlo, el Archimago se teletransportó en un instante a varios metros de distancia y una altura aún más elevada, desde donde volvió a dispararle.

Si, esa movilidad que tiene es un fastidio. Y tampoco puedo atacar de un modo demasiado evidente o me regresará el daño con su Maestro Eco.” Pensó Bryan bufando mientras saltaba para esquivar una nueva ráfaga de disparos de energía: “Sería mucho más fácil si estuviésemos en otro lugar, pero tampoco quiero destruir el edificio del Gremio.

- ¡No puedes escapar para siempre, niño bonito! - Se burló el Archimago Espacial desde lo alto y sin dejar de dispararle ráfagas de energía.

- Tu puntería es tan mala que bien podría intentarlo. - Espetó Bryan mientras esquivaba todos los ataques.

- Con tiempo suficiente, acabaré golpeándote. - Respondió el Archimago: - Y hablando de tiempo… ¡Parece que se te acabó! -

En ese momento los instintos de Bryan le gritaron <<PELIGRO>>, así que comenzó a invocar una magia de ataque, pero entonces sintió que dejaba de moverse y su percepción de la realidad fallaba. Era parecido a la sensación de intentar correr cuando uno está completamente sumergido en el agua, solo que muchas veces peor.

Mierda, Dilatación Temporal.” Maldijo Bryan en su interior.

La Magia Espacial generalmente se apreciaba mejor en los Encantamientos sobre los Objetos Mágicos como los Báculos, las vitales Matrices de Transporte Mágico o los Anillos Espaciales. Pero también tenía un terrible potencial destructivo porque interfería con la propia realidad: Invertir la dirección de la fuerza de un ataque para que este rebotara contra el que lo arrojase, alterar la gravedad en puntos determinados para destrozar a un enemigo… Y generar espacios donde el tiempo se comportaba de distinta forma.

La Dilatación Temporal era una barrera semiesférica con 3 o 4 metros de diámetro que ralentizaba el tiempo de todo aquello que estuviese en su interior. El tamaño no podía extenderse sin el apoyo de matrices mágicas y consumía una gran cantidad de energía, que equivalía al Malestrom de Oscuridad de los Magos Oscuros, motivo por el cual generalmente no lo utilizaban a no ser que fuese contra un enemigo muy problemático.

Claramente el Archimago Espacial había decidido que Bryan era un oponente contra el que valía la pena utilizar esta magia.

- ¿De qué te sirve ser tan rápido cuando el espacio a tu alrededor está congelado? - Se burló el Archimago mientras acomodaba cada uno de los conjuros que desataban la andanada de ataques para que apuntasen hacia el ahora ralentizado Bryan, quien en ese momento ni siquiera podía parpadear. Cuando todos ellos lo golpearan al mismo tiempo el daño sería considerable, incluso en alguien tan fuerte como Bryan.

- ¡Excelente, Maestro Aubrey! ¡Tus poderes son realmente increíbles! - Exclamó Cameron mientras soltaba una carcajada eufórica.

- Por supuesto, el Duque Tiberio Claudio solamente trabaja con los mejores. - Respondió el Archimago Espacial mientras descendía a unos cinco metros del suelo, tanto para hacerse oír como para acercarse más Bryan e intensificar el daño de sus ataques: - Ahora voy a despedazar el cuerpo de este insolente para que todo el mundo sepa lo que ocurre cuando se oponen a la voluntad de Su Excelencia. -

- Eh… Este mocoso es conocido del Duque Aureliano. ¿No causará problemas si lo matas de un modo tan violento? - Preguntó Cameron dudando un poco, pues sabía que ya estaba rompiendo muchos límites desde que llegó.

Matar a una persona en la Ciudad Capital no era demasiado complicado siempre y cuando uno supiese lo que hacía. El principal problema era que la religión del Imperio tenía muchos reparos con derramar sangre impura en el interior del recinto de la ciudad. Es por eso que dentro de los muros se prefería la horca o la flagelación con palos, para no hacer sangrar a la víctima. Para las ejecuciones públicas en caso de decapitación, el desollamiento, la evisceración o la amputación de una extremidad, se solía armar un estrado de madera a mil pasos de la muralla principal. Se trataba de todo un evento que reunía a multitudes de ciudadanos.

Por supuesto que esta norma no se aplicaba a la defensa propia o los combates. Pero de todos modos Cameron estaba preocupado de que el Duque Aureliano pudiese presentar una severa protesta a los Censores o el Pontífice Máximo si el cadáver de Bryan era excesivamente destrozado.

- No te preocupes, Barón. - Respondió Aubrey sonriendo ufano: - La situación política ha cambiado e incluso la Facción Neutral no puede oponerse directamente. Antes bien terminemos rápido con estos plebeyos. Su Excelencia necesita que ya tengas a todos los Gremios Mercantes bajo control. -

- Ya veo. - Respondió Camero sonriendo: - Entonces procede… -

Pero en ese momento Phoebe activó su Aura de Batalla mientras apuntaba su espada directamente hacia Cameron y exclamó: - ¡Te mataré si te atreves a tocarlo! -

Durante un segundo tanto el Barón como el Archimago dudaron, pero luego sonrieron burlonamente. Entonces Cameron dijo: - No te atreverías. ¡Si matas a un miembro de la Facción Aristocrática tu gremio estará acabado! ¡Tu familia entera estará acabada! -

- Si me pones a prueba… ¡Será tu funeral! - Respondió Phoebe preparándose para cargar y los hombres que la rodeaban también asumieron una postura de ataque.

- ¡Estúpida mocosa! - Rugió Cameron furioso e intentó hacer una señal a sus hombres para que matasen a Phoebe. Seguramente el Barón estaba seguro de que no tendrían problemas incluso contra una Maestra de Espadas mientras tuviesen a un Archimago Espacial de su lado.

- ¡Deténganse! - Exclamó entonces Aubrey para sorpresa de todos: - ¡Si la matas, su maestro no se quedará en silencio y entonces de verdad tendremos problemas! Espera a que destruya a este mocoso. ¡Después la capturaremos! -

Sin embargo, antes de que cualquiera pudiera hacer o decir algo más, se escuchó un estruendo. Luego del suelo brotaron casi cincuenta Lanzas de Hueso y se precipitaron hacia el Archimago Espacial.

Aubrey había estado usando gran parte de su poder y concentración para mantener la Dilatación Temporal que ralentizaba a Bryan. También colocó rápidamente una serie de defensas invisibles en frente de Cameron, por si acaso Phoebe realmente se atreviese a atacarlo. Por ese motivo no tenía mucho margen de maniobra y tampoco pudo teletransportarse para evitar este ataque. Su única opción para salvarse fue utilizar un Objeto Mágico con una barrera defensiva, pero no consiguió evitar todo el daño y terminó cayendo de golpe en el suelo.

- Bueno, eso salió mejor de lo que esperaba. - Dijo Bryan liberado por fin de la Dilatación Temporal y complaciéndose al examinar los efectos de su magia. Había iniciado su conjuro de ataque antes de quedar atrapado, así que este no se activó inmediatamente. Pero gracias a su increíble velocidad de procesamiento mental pudo terminarlo incluso dentro de esa alteración temporal.

La Lanza de Hueso era un conjuro necromántico de nivel Aprendiz que solo llegaba a ser dominado en su totalidad en el grado de Licenciado. Era mucho más poderosa que su antecesora, la Flecha de Hueso, y tenía una velocidad de ataque similar, aunque un mayor poder de penetración.

Sin embargo, no era muy útil contra el Aura de Batalla, Armaduras Pesadas o las Defensas Mágicas. En resumen, apenas era un poco más fuerte que una jabalina ordinaria arrojada por un profesional, aunque sus objetivos no dejarían de sentir un fuerte golpe que podía causar una contusión incluso si se llevaba armadura.

Pero Bryan estuvo trabajando en mejorar sus propios conjuros aprovechando que sus modificaciones físicas habían mejorado su capacidad para ejecutar la magia. Así tuvo una idea que terminó convirtiendo a la Lanza de Hueso en un conjuro de nivel Archimago.

A unos diez metros del objetivo y rodeándolo por completo, cien lanzas de huesos aparecían repentinamente en un círculo mortal, para volar a toda velocidad contra el enemigo desprevenido en el centro. Incluso con la protección del Aura de Batalla en combinación con la Armadura esta gran cantidad de golpes deberían poder lastimar bastante incluso a un Caballero de la Tierra. El único problema era que estos proyectiles óseos no volaban inmediatamente hacia el objetivo cuando aparecían, así que un combatiente experimentado seguramente podría esquivarlos a tiempo.

Para solucionar ese problema, Bryan aplicó el mismo principio que la Prisión Ósea, consiguiendo así que todas esas Lanzas de Hueso aparecieran debajo de la tierra, ocultas de la mirada de sus enemigos hasta que era demasiado tarde.

Bryan se inspiró bastante en las memorias del Necromante Fausto, los escritos del Cementerio de la Muerte y sus propias vivencias para desarrollar esta magia. Ya había hecho algunos intentos para ejecutarla con anterioridad, aunque era la primera vez que le salía tan bien.

La llamaré Exterminio de Cien Lanzas Óseas.” Se dijo Bryan sonriendo: “Aunque todavía tengo que afinarlo, porque la mitad de ellas se destruyeron antes de salir de la tierra. Pero bueno, poco a poco iré mejorándolo.

Entonces miró al Archimago Aubrey que aún luchaba para levantarse del suelo y que estaba sufriendo tanto por el daño físico como por el contragolpe de su propia magia, pues la Dilatación Temporal no solamente era difícil de mantener, sino que también había que deshacerla de un modo determinado. Al interrumpirla repentinamente, Aubrey recibió una terrible reacción adversa. Era precisamente por esto que normalmente un Mago Espacial dudaría en utilizar este conjuro.

- No eres tan bueno con los ataques multidireccionales ¿eh? - Se burló Bryan con crueldad mientras agarraba el cuello de Aubrey para levantarlo mientras los ahorcaba. La capucha del Archimago se cayó y pudo ver un rostro enjuto y una cara llena de granos desagradables, así como una nariz un poco torcida, como si se la hubiese roto en su juventud. Entonces lo miró con odio y dijo: - Aún no termino de arrancarte las alas, mosca insolente. Te atreviste a atacar a mi mujer, así que espero que estés listo para las consecuencias. -

Acto seguido arrojó al Archimago de un modo violento, de modo que cayese directamente frente a los pies de Phoebe. Entonces le preguntó con una sonrisa: - ¿Qué quieres que haga con estos perros, querida? ¿Quieres que los queme? ¿Los congelo? ¿Hago que unos Gules los descuarticen? De antemano puedo decirte que no tengo ningún problema religioso o remilgo alguno para derramar la sangre de todos estos cerdos tanto como tú lo desees. -

Cameron y los que lo rodeaban contuvieron el aliento con pánico. Teóricamente seguían siendo una fuerza considerable de Espadachines Veteranos que representaban una severa amenaza y no tendrían muchos problemas para forzar una retirada. Pero el impacto psicológico de ver a un Archimago arrojado como un trapo viejo fue bastante fuerte y por eso no podían pensar con claridad ni se atrevieron a intentar escapar.

La expresión de Phoebe era de odio contenido, pero a pesar de todo seguía siendo ridículamente hermosa. Quizá era por su belleza que su estado enfadado era más aterrador que el de la mayoría de personas y al contemplarla así Cameron se sintió fascinado, pero al mismo tiempo se dio cuenta por primera vez de lo superior que era ella en comparación así mismo e incluso experimentó una pizca de vergüenza.

A pesar de todo, Phoebe suspiró con resignación después de unos segundos y finalmente dijo: - Dejaremos que se vayan. -

Bryan se volvió para mirar a Phoebe sorprendido e impactado de que ella estuviese dispuesta a tolerar semejante afrenta. Así que hizo una sugerencia: - Si te da miedo que alguien lo averigüe tengo un modo de desaparecer sus cadáveres. -

El Archimago Aubrey había aprovechado para arrastrarse de vuelta hacia el grupo de Cameron, pero casi se vuelve a caer al suelo por el terror, al igual que todos los acompañantes del Barón.

- Déjalos ir. - Repitió Phoebe con desgana: - Traería muchos problemas si muriesen aquí. -

Bryan estaba asombrado y no entendía por qué Phoebe se comportaba de esa forma, pero sabía lo inteligente que ella era, así que debía haber un motivo para que dudase de ese modo. Pensando en esto, Bryan examinó a los intrusos con más cuidado. Al principio había estado tan enojado con ellos que simplemente los mató sin fijarse bien en los detalles, pero ahora se daba cuenta de que los hombres que rodeaban a Cameron y el Archimago no podían ser parte de la fuerza de combate de un simple Barón.

Sus sospechas se confirmaron cuando Cameron, recuperando un poco de su arrogancia por la negativa de Phoebe a matarlo, se levantó de un modo altanero y proclamó: - ¡Estúpido mocoso! ¡Nosotros somos hombres del Duque Tiberio Claudio! ¡¿Te atreves a matarnos sabiendo esto?! ¡Hoy nos retiramos, pero ten la seguridad de que responderás por esto! -

Entonces el Barón ayudó al Archimago Aubrey a levantarse y todo su grupo comenzó a caminar hacia la salida del Gremio. Cameron era imprudente pero no era estúpido. Sabía que Aubrey había perdido contra Bryan porque su poder era mucho más fuerte del esperado y en gran parte fue tomado por sorpresa, pero aun así estaba claro que este misterioso joven tenía fuerza más que suficiente como para enfrentar y vencer a un Archimago. Y ahora que Aubrey estaba agotado y herido no había forma de que tuviesen éxito en coaccionar al Gremio Mercante de Bootz. Por eso eligió retirarse.

Sin embargo, estaba subestimando a Bryan.

- ¡¿Acaso te di mi permiso para irte?! - Exclamó Bryan furioso, mientras su cuerpo emitía una auténtica oleada de poder mágico aterradora, que llenó de miedo los corazones de todos los que lo observaban.

Bryan saltó hacia adelante antes de que nadie pudiese hacer nada. Luego comenzó a usar su Desgarrador Sombrío para matar o herir a todos los Espadachines Veteranos que intentaron detenerlo. En ese momento su fuerza física era tan fuerte, que las armas de sus enemigos se doblaban o rompían con cada impacto, en gran parte porque los espadachines no las estaban fortaleciendo con su Aura de Batalla dado que la estaban usando toda para proteger sus propios cuerpos.

¡Ninguno quería terminar como los primeros 3 desafortunados que subestimaron el poder de este monstruo!

- ¡Bryan, te lo suplico! - Exclamó Phoebe asustada: - ¡Este es el Gremio Mercante de Bootz! ¡No pueden morir aquí! -

La hermosa espadachina estaba muy feliz de que Bryan se hubiese vuelto tan poderoso. Uno de sus miedos más grandes era que su amado pudiese morir en un combate cuando ella no estuviese cerca para apoyarlo, pero ahora era evidente que tenía la fuerza suficiente para enfrentarse a la mayoría de potencias de este mundo y sobrevivir incluso si no conseguía ganar.

Sin embargo, por primera vez también tenía miedo de él. Bryan parecía estar perdiendo en control de sí mismo y no parecía tener el menor reparo en masacrar a cualquiera que odiase, sin pensar en las consecuencias que esto le pudiese traer tanto a él mismo como al Gremio. Por eso le suplico con una voz cargada de emociones en conflicto.

En ese momento Bryan se detuvo y se volvió parar mirar a Phoebe directamente, pese a que seguía rodeado por los Espadachines Veteranos. Pero la anteriormente fuerza de élite estaba bastante mermada y muy malherida, tanto física como psicológicamente.

Ninguno se atrevió a hacer otra cosa que alejarse lo más posible del monstruo.

Entonces Bryan mostró una expresión de frustración intensa y finalmente habló como si le costase pronunciar: - Muy bien querida, los dejaré vivir porque tú lo ordenas. -

Luego se dio la vuelta y se movió con una velocidad aterradora, sin que nadie pudiese detenerlo. De pronto estaba parado detrás de Cameron y el Archimago Aubrey, posando sus manos sobre los hombros de ambos, en un gesto que debería ser amistoso, pero en semejantes circunstancias era increíblemente amenazador.

- Tienen suerte, gusanos. Saldrán de aquí con sus vidas. - Les susurró sonriendo de un modo aterrador: - Pueden ir sus casas y llorar lágrimas de gratitud por la misericordia de Phoebe, que es más grande que la inmensidad del cielo. Pero si alguna vez me vuelvo a enterar que la han molestado, voy a ir por usted, Barón Cameron. No importa si te protegen todos los Duques del Imperio, los Príncipes o incluso los mismísimos dioses. ¿Has entendido? Voy a ir por usted. No por Tiberio Claudio o la Facción Aristocrática. ¡Por USTED! -

Entonces, mientras que ellos lo escuchaban aterrorizados y sin que se dieran cuenta, Bryan utilizó su Esencia Mágica para insertar una maldición dentro del cuerpo de ambos.

- En cuanto a usted, señor Aubrey. - Dijo Bryan mirando con un odio terrible al Archimago, que no pudo evitar tragar algo de saliva: - Ahora conozco tu cara y te recomiendo que no olvides la mía. Recuerda que todos aquellos que se atrevan a intentar algo contra mi mujer pagarán el precio tarde o temprano. -

Normalmente Aubrey se habría reído de una amenaza semejante, pero lo cierto era que este joven había podido atacarlo incluso a través de su Dilatación Temporal, la magia de supresión más fuerte que conocía. Además, lo había lastimado tanto que ni siquiera era capaz de llamar a sus poderes mágicos en ese momento y no podía concentrarse en otra cosa que esos ojos que parecían brillar con luces infernales. Lo cierto es que tampoco estaba seguro de que realmente pudiese derrotar a Bryan aun estando en su mejor condición y sabiendo todo lo que ahora sabía. Por eso no se atrevió a replicar, incluso cuando sintió que los dedos de Bryan le apretaban el hombro con tanta fuerza, que creyó que sus huesos estaban a punto de romperse.

Y fue también debido a todo esto, que no se dio cuenta del poder misterioso ingresando en el interior de su cuerpo.

Entonces Bryan los soltó a ambos y comenzó a caminar entre los espadachines con una seguridad absoluta, sabiendo que ninguno se atrevería a atacarlo por la espalda. Solamente se dio la vuelta cuando llegó al lado de Phoebe y entonces toda la furia desapareció de su expresión para dar paso a una sonrisa extremadamente cortés. El cambio fue tan radical que sorprendió a todo el mundo e incluso asustó todavía más al grupo de Cameron.

- Tienen mi permiso para irse, montón de bastardos. - Dijo Bryan de la misma forma en que respondería si le preguntaran la fecha del día: - ¿O quizá quieren que los acompañe hasta la salida? -

Cameron, Aubrey y los espadachines escaparon como si fueran perros de carrera, pese a que la mayoría de ellos estaban muy malheridos. Ni siquiera se detuvieron a recoger los cadáveres de sus hombres. El terror que sentían hacia Bryan se había gravado profundamente en sus corazones y ninguno quería quedarse un segundo más en su presencia.

- Lo siento. - Musitó Phoebe mirando a Bryan tímidamente: - Están bajo el mando del Duque Tiberio Claudio y si muriesen aquí sería muy difícil de resolver. -

- No te preocupes querida. - Le dijo Bryan sonriéndole con ternura: - No haré nada que pueda perjudicar al Gremio Mercante de Bootz. Sin embargo, ellos intentaron lastimarte. Te garantizo que haré que paguen el precio por ello más adelante. -

Phoebe lo miró sorprendida y exclamó: - ¡¿Estas planeando asesinarlos?! ¡No debes hacerlo! Si algo les sucede después de lo de hoy, todo el mundo sospechará de nosotros. -

- ¿Quién dijo algo de asesinarlos? - Respondió Bryan sonriendo misteriosamente.

Phoebe suspiró, pero finalmente se animó lo suficiente como para sonreír. Entonces se volvió hacia los guardias que la habían defendido en todo momento y les dijo: - Hombres, gracias por su lealtad. ¡Tengan por seguro que los recompensaré! - Después miró hacia un nuevo grupo de personas que se aproximaba y ordenó: - Ahora tengo que hablar con Bryan de asuntos privados. Mientras tanto asegúrense de deshacerse de los cuerpos y reparar los daños en los edificios. ¡Los negocios no deben detenerse! -

Los guardias vitorearon, porque las recompensan del Gremio Mercante de Bootz siempre eran generosas. Para entonces muchas personas del personal administrativo habían llegado y observaron todo lo que ocurría desde una distancia segura. Ahora que el peligro había pasado, se apresuraron a ocuparse de cumplir las órdenes de Phoebe con mucho profesionalismo y Fabián era el primero de ellos.

Por supuesto que todos eran personas de confianza para Phoebe y estaban al tanto de la relación que tenía con Bryan. Ese fue el motivo de que nadie objetase el hecho de que quisiera reunirse a solas con él.

*****

- Eso fue muy peligroso, Bryan. - Le dijo Phoebe en cuanto estuvieron solos en una sala privada: - Si los hubieses matado el Duque… -

- Conozco a Tiberio Claudio. - Respondió Bryan interrumpiéndola para tranquilizarla: - Lo vi el día de hoy en el juicio a los derrotados del desastre militar de hace meses. Tengo una buena idea del tipo de persona que es y entiendo lo peligroso que puede llegar a ser. -

Phoebe lo miró estupefacta por un momento, pero luego suspiró con alivio por saber que Bryan no era inconsciente como ella pensaba. Aun así, preguntó: - ¿Entonces por qué los atacaste así? -

- Si te hubiesen lastimado los habría matado a todos sin importar las consecuencias. - Respondió Bryan inmediatamente y se acercó para abrazarla con fuerza: - Pero estuvieron muy cerca de hacerlo. Demasiado cerca. ¡No permitiré que te hagan daño! Por eso tuve que actuar como lo hice. -

Phoebe suspiró y se dejó caer en los brazos fuertes de Bryan que le transmitían un profundo sentimiento de seguridad. Toda la tensión que había sentido hasta ese momento desapareció de repente y antes de darse cuenta estaba siendo prácticamente acunada mientras prestaba atención a sus palabras.

- Tiberio Claudio es el tipo de persona que no ve a las personas como humanos, sino como herramientas que pueden ser útiles o inútiles. Por eso la perdida de esos espadachines no lo molestará demasiado. La situación sería diferente si hubiese matado a Cameron o al Archimago Aubrey, porque son piezas difíciles de reemplazar. Pero los espadachines veteranos son meros peones para un Duque. -

- Aun así ¿no crees que intentará matarnos? - Preguntó Phoebe mientras acomodaba aún más su cabeza en el pecho de Bryan como si fuese una gatita.

- Quizá lo haría si no estuviese ocupado. - Respondió Bryan acariciando dulcemente los cabellos de Phoebe: - Pero ahora está concentrado en un juego mucho más importante: El trono del próximo emperador. Seguramente necesita el dinero, pero aún puede conseguirlo luego de que su Príncipe candidato obtenga el poder.

Al matar a los espadachines le he revelado mi existencia. Ahora sabrá que hay alguien lo bastante loco como para no temer matar a quienes envíe por el Gremio Mercante de Bootz, incluso si tu misma no lo deseas. Eso significa que atacar este lugar ahora mismo le costará más de lo que había esperado.

Pero también dejé ir a Cameron y Aubrey. También enfaticé bastante que mi pelea es con esos dos. Eso significa dos cosas para el Duque Tiberio Claudio: Que yo no le tengo miedo, pero tampoco quiero enfrentarlo. Y que no tenemos que ser enemigos “en este momento”. Seguramente preferirá matarme luego de tomar el poder, para no perder fuerzas inútilmente. -

Al escucharlo, el corazón de Phoebe saltó y dijo asustada: - ¡Eso significa que te harás enemigo del Duque! -

- ¿Estas dispuesta a entregarle tu Gremio y convertirte en su esclava? - Le preguntó Bryan, pero no esperó por su respuesta: - Pues yo no pienso permitirlo nunca y tampoco permitiré que estés en semejante situación. Incluso si tu misma me dices que te someterás, yo lucharé contra él. ¡Estábamos destinados a ser enemigos desde el momento en que puso sus ojos en las riquezas de tu Gremio! -

Por supuesto que mucho de lo que decía se basaba en el miedo que Bryan sentía por lo que el niño misterioso le había revelado en la Antecámara del Misterio: Que en el futuro donde él no estaba, Phoebe terminaba encarcelada por crímenes que no había cometido y al final elegía suicidarse antes de ser deshonrada por sus enemigos.

Por las palabras del niño misterioso y lo que había visto hasta ahora, Bryan podía deducir que el Duque Tiberio Claudio era la clave de la desgracia de sus seres queridos. Seguramente uno de sus muchos objetivos para obtener todo el poder en el Imperio Itálico era controlar la riqueza de los mercaderes y Cameron terminaría convenciéndolo de apoderarse por la fuerza el Gremio Mercante de Bootz, esto en gran parte porque estaba obsesionado con tener a Phoebe.

Bryan se había asegurado de asustar bastante a Cameron en esta ocasión precisamente por este motivo. Quería que entendiera que, incluso si el Duque Tiberio tenía éxito en obtener el poder, Bryan de todos modos mataría a Cameron. Así este desagradable hombre no insistiría tanto con la idea de tomar el Gremio Mercante de Bootz y se retrasaría un poco el conflicto de Phoebe con el Duque Tiberio.

En lo personal, Bryan preferiría no meterse en un conflicto con el Duque Tiberio, pero parecía que no había otra opción. Quisiera o no ahora tenía que elegir un bando. De otro modo, los futuros de Emily, Phoebe, Fanny e incluso Lisa podían terminar en desgracia.

Phoebe estaba increíblemente aliviada y también conmovida. Ahora entendía que Bryan no había perdido el control en realidad, sino que su crueldad había sido calculada. También tenía claro que Bryan estaba dispuesto a enfrentarse incluso al líder de la Facción Aristocrática por su bien y esto llenaba su corazón de ternura.

Sabiendo todo esto, Phoebe lo abrazó con mucha fuerza y le dijo: - Gracias por estar siempre a mi lado cuando me amenazan los peores peligros. -

Bryan sonrió y sujetó el mentón de Phoebe para acercar sus labios a los suyos. Y luego de besarla le susurró con amor mientras la miraba directamente a los ojos: - Te lo dije en ese momento: Desde ahora eres mi mujer. Viviremos o caeremos juntos, sin importar a quienes tengamos que enfrentar. -

Los dos volvieron a abrazarse y se besaron con ternura. Luego Phoebe le contó un resumen de todo lo que había sucedido durante el tiempo que estuvieron separados. Así se enteró que cuando Phoebe regresó del Valle del Sol, se dio con la desagradable sorpresa de que Cameron había aprovechado su larga ausencia para infiltrar a muchos de sus hombres entre los mercaderes que trabajan con ellos para crear problemas.

Pero el Barón no sabía los códigos secretos que utilizaba el Gremio Mercante de Bootz para identificar sus documentos, así que no le costó demasiado encontrar a todos estos infiltrados y así Phoebe fue purgando a su personal en muy poco tiempo.

Seguramente esto perjudicó muchos de los planes de Cameron, así que por eso se arriesgó a atacar el gremio con un grupo armado en esta ocasión, aprovechando que toda la ciudad estaba más concentrada en lo que ocurría durante el Juicio a los Derrotados. Y es que, a pesar de que Cameron había hablado con altanería acerca de no tener miedo de nadie por tener a una persona tan poderosa patrocinándolo, lo cierto es que la posición del Duque Tiberio Claudio no era tan segura como sus seguidores querían aparentar, ni tampoco las otras facciones eran tan débiles como para poder ser ignoradas completamente. De otro modo no habrían necesitado que Phoebe firmase nada.

- Ahora comprendo mejor toda la situación. - Dijo Bryan: - No creo que Cameron vuelva a buscar problemas contigo dentro de poco, pero aun así sería mejor que fingieras que vas a marcharte de la ciudad por unos días. No te preocupes por mí, sé lo que tengo que hacer.

Mientras tanto, quiero que bebas esto. -

Bryan sacó una botella del Elixir de Juventud y se lo entregó a Phoebe. Esta vez explicó claramente todos los síntomas que experimentaría, para que no lo confundiese con un Afrodisíaco.

Phoebe llamó entonces Fabián y le explicó que estaría completamente indispuesta durante unos 3 días y le encargó la vigilancia del Gremio Mercante de Bootz. Luego se dirigió a una mansión privada, en donde se bebió la poción mientras que Bryan vigilaba todo el proceso y la ayudaba a asimilarla.

Una vez que terminó, Bryan se despidió de Phoebe y se dirigió hacia la Orden del Manto Oscuro.

Pheoebe la Maestra de Espadas

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú y hoy es 13 de Julio de 2022.

Antes de empezar quiero agradecer la ayuda del estimado amigo y lector Gabriel Morffes, que me ayudó bastante al revisar el trabajo y señaló muchos errores que habría pasado por alto de otro modo.

Y es que actualmente estoy en Yauca, trabajando en el campo. La señal es mala, las condiciones son adversas y el trabajo agotador. Realmente he tenido que sufrir bastante para poder presentarles este capítulo y casi no lo consigo a tiempo. Por eso pedí algo de ayuda y afortunadamente me dieron una mano.

¡Gracias amigo Gabriel!

Bueno para este capítulo he modificado toda la pelea y el enfrentamiento, así como los diálogos de Bryan y su proceso de razonamiento. En el original la magia espacial básicamente encierra personas en otras dimensiones, pero Bryan puede romperlas con mucha facilidad y realmente no es una pelea. En verdad es un enfrentamiento bastante triste y el Archimago Espacial queda como un incompetente.

Para este combate yo elegí basarme en la batalla de Archer contra Caster de Fate Unlimited Blade Works, donde también aparece el concepto de la Dilatación Temporal. Para la magia de Maestro Eco me inspiré en el Cristal Wall de Mu de Aries.

Lo de Phoebe luchado y escapando por una pared falsa es completamente agregado. Me inspiré en un episodio de la serie Macgyver para esta parte. Y es que me pareció que Phoebe tenía que hacer algo, sobre todo después de haberle dado tanto protagonismo anteriormente.

Al principio tenía miedo de hacer que Bryan utilizase una nueva técnica inventada por él, pero decidí arriesgarme porque es algo que bien podría ser una simple aplicación a mayor escala de magia que ya utiliza. Para el Exterminio de las Cien Lanzas me basé en el ataque de Ainz en Overlord “Thousand Bone Lancer”

En el original Bryan hace muy poco y Phoebe tampoco intenta salvarlo cuando está en problemas, eso me molestaba porque no cuadra con su carácter, además hace parecer que el Gremio es lo más importante para ella y que está muy asustada del Duque como para atreverse a ayudar a Bryan. Eso tiene sentido, pero no me gusta, así que lo cambié.

La profecía del niño misterioso se comienza a entender en este punto. Si Bryan hubiese muerto, Phoebe al final habría tenido un terrible enfrentamiento con Cameron, que terminaría en su encierro tras la victoria del Duque Tiberio Claudio.

En el original, el nombre del Duque es Ashbur o algo así, pero el anterior villano ya se llamaba Ascher y además no tiene nombre, solo apellido. Eso no parece muy aristocrático, así que lo cambié por el de un general romano que derrotó a Asdrúbal Barca, el hermano de Aníbal y le cortó la cabeza.

La maldición que Bryan insertó en Cameron y Aubrey está en el original y se le llama Veneno de Fuego y Hielo, pero en este capítulo apenas es descrita, así que no me pareció coherente.

En cambio, el tema central fue la Magia Espacial, que apenas es explicada en toda la obra, pero yo quise darle aquí un papel protagonista. Para ello me puse a investigar muchas obras de Anime, Comics y otros medios en los que se utilicen magias relacionadas a la teletransportación ya sí fue como terminé armando el concepto.

En fin, esos son los cambios más importantes hasta ahora. Hay más, pero la verdad es que ya me estoy desmayando de sueño así que me voy a dormir.

Si te gustó este capítulo por favor déjame saber tu opinión en los comentarios. ¿Que te pareció la batalla entre Bryan y Aubrey? ¿Te gustó como presenté la magia espacial o lo harías de otro modo? ¿Te gustaron los diálogos? ¿Cuál fue tu parte favorita? ¿Se entendió toda la parte de la intriga al final? ¿Qué te pareció la Magia de Bryan?

Como siempre, si quiere apoyar este proyecto por faro usa los enlaces de mi cuenta Patreon. También puedes señalar cualquier error que se me haya podido pasar. Y sobre todo compartir este trabajo con mucha gente para aumentar el número de lectores.

Nos vemos en el siguiente capítulo.