251 Los Archivos Secretos del Manto Oscuro

Las Mil Cavernas del Monte Ordas era la sede principal del Manto Oscuro y el sitio más seguro en todo el Imperio Itálico. La fortaleza estaba excavada en el interior de un sistema natural de cuevas subterráneas que se extendían hacia el vientre de la montaña, las cuales habían sido ampliadas y modificadas para formar un bastión verdaderamente impenetrable.

Bryan ingresó por la mansión en donde Chester normalmente lo recibía. Pero el ladrón ya no se encontraba ahí. Y es que, gracias a su ayuda, Chester había sido ascendido y no le correspondía ese tipo de trabajo.

Me alegro por él, pero lamento que no esté aquí ahora.” Se dijo Bryan observando por el rabillo del ojo al joven desconocido que ahora se encargada de guiarlo: “Me habría servido bastante escuchar los rumores de lo que está sucediendo en el interior antes de entrar.” 

Después de usar la Matriz de Transporte Mágico, Bryan caminó por los pasillos de piedra labrada en busca de la entrada al despacho de Cándido, pero cuando llegó le dijeron que el Gran Maestre no se encontraba ahí. Aunque había dejado instrucciones muy claras para que Bryan lo esperase si llegaba a venir.

Que un superior dejara la orden “Cuando venga, que me espere hasta que regrese, porque tenemos que hablar” siempre era una mala señal. Que ese superior fuese uno de los Grandes Maestres… era mucho peor.

Pese a todo Bryan simplemente sonrió cuando escuchó las instrucciones y pidió permiso para dirigirse a otro sitio mientras esperaba la llegada de Cándido. El vigía no tuvo ninguna objeción, después de todo nadie podía dar un paso en la sede del Manto Oscuro sin que cientos de personas los supiesen. Así de alto era el nivel de vigilancia.

Lo que desconcertó al encargado de la Matriz de Cándido era la tranquilidad que sentía en el tono de voz de Bryan, que parecía muy fuera de lugar.

Camino a los Archivos Secretos

Con paso seguro y una sonrisa en el rostro Bryan pidió indicaciones para llegar a los Archivos del Manto Oscuro, una enorme biblioteca de piedra con múltiples niveles que contenía todos los documentos e información secreta de la orden. En el interior, los miembros podían obtener datos muy útiles que les sirvieran para sus misiones, dependiendo de su división y grado en la organización: Estrella Oscura, Luna Oscura y Sol Oscuro.

La entrada a los Archivos eran unas enormes puertas de bronce muy pulido, con relieves que representaban los rostros de los Quintos, el Primer Emperador… y Ascanio Ítalo.

Así que así se habría visto.” Pensó Bryan sonriendo: “Es un poco difícil hacerme una idea de sus rasgos porque la cara está de perfil… pero se ve imponente.

Cuando ingresó, Bryan se encontró otras puertas dobles, esta vez de plata, que tenían unas palabras grabadas en su brillante superficie.

EL CONOCIMIENTO ES PODER

PERO TEN MUCHO CUIDADO

PUES LA TRISTE REALIDAD ES

QUE CUANTOS MÁS SECRETOS CONOZCAS

MENOS VALDRÁ TU VIDA.

Ominoso… pero cierto.” Se dijo Bryan sonriendo e ingresó cuando las puertas se abrieron por sí solas debido a algún artilugio mágico desconocido.

Así llegó a un amplio vestíbulo de mármol donde un centenar de personas estaban sentadas en altos taburetes, detrás de un largo mostrador. Cada uno vestía con uniformes negros bien ceñidos y llevaban el cabello completamente rapado. Incluso sus cejas estaban depiladas y tenían las uñas bien cortadas, todo para reducir al máximo la posibilidad de que los documentos se dañasen cuando estas personas los transcribieran o que hubiese algún factor que redujera su velocidad para escribir.

Cada uno de ellos sin excepción llevaba una especie de marca tatuada en la frente.

Todas estas personas de apariencia curiosa se encontraban muy ocupados escribiendo en largos rollos de pergamino o examinando informes que les traían distintos mensajeros a través de puertas secundarias detrás de ellos, las cuales eran demasiadas para estar seguro de su número desde la posición de Bryan.

El Vestíbulo de los Archivos Secretos

Había otros miembros que se encargaban de guiar a los diferentes agentes a salas secundarias, que dependían de su nivel de autoridad en el Manto Oscuro. Uno de ellos se aproximó a Bryan y le preguntó: - ¿Nombre, división y grado? -

- Soy Bryan el Necromante, Estrella Oscura de Tercer Grado. - Respondió tratando de no revelar sorpresa alguna por la apariencia tan singular de estos miembros de la orden.

Lo cierto es que Bryan ya era un Agente de Luna Oscura en Primer Grado, pero su emblema no había sido correctamente actualizado porque únicamente su superior directo podía modificarlo. Era necesario que primero se pusiera en contacto con Cándido.

- Muy bien, entonces puedes usar la Sala Número 3 con puerta de Bronce. - Respondió el asistente de forma metódica: - En el interior encontraras a otros agentes de tu rango revisando documentos, así que intenta moderar el tono de tu voz para no molestarlos.

Todos los documentos a los que tendrás acceso son copias, pero aun así son muy valiosas. Debo pedirte que por favor no los dañes.

Habrá un asesor presente en todo momento, tanto para orientar e informar como para vigilar el comportamiento de los agentes en el interior.

Por favor no intentes ir a una sala que no te corresponde, porque lo sabremos de inmediato. Además, te advierto que si alguien no autorizado intenta entrar a las Bóvedas de los Archivos… las defensas mágicas entraran en funcionamiento. -

- ¿Cómo funcionan esas defensas? - Preguntó Bryan medio en broma, porque no esperaba ninguna respuesta.

Pero para su sorpresa el asistente contestó sin miramientos: - Serás succionado por las puertas y quedarás atrapado en una dimensión artificial, sin comida ni agua. -

- ¡Vaya! - Exclamó Bryan alzando las cejas: - ¿Cada cuánto tiempo comprueban que no haya alguien atrapado? -

- Más o menos cada diez años. - Respondió el asistente con una sonrisa malévola, pero luego volvió a adoptar un porte profesional: - ¿Tiene alguna otra pregunta? -

- Ninguna. -

- Muy bien, entonces tome la puerta de Bronce Número 3. -

Bryan siguió sus instrucciones y se encontró en una amplia sala muy bien iluminada por medio de candelabros de metal que colgaban del techo. Además, las paredes bloqueaban completamente los sonidos en el exterior, creando un ambiente que parecía aislado del resto del mundo.

En el centro se destacaba una gran mesa rectangular para poder leer documentos de tamaño considerable, como los mapas o de formato semejante y tan larga que muchas personas podían utilizarla al mismo tiempo sin molestar a otros. También había bastantes sillas cómodas y mullidas, donde muchas personas estaban sentadas en privado o en grupo, revisando documentos que apoyaban en una serie de atriles móviles que cualquier podía mover a placer para leer con mayor comodidad.

Apoyados contra una pared se podían ver una especie de pedestales con matrices mágicas resplandecientes, cuyo funcionamiento Bryan no conocía. Pero cuando se preguntaba por lo que tenía que hacer, vio a una mujer que parecía ser algún tipo de maga caminando hacia uno de los pedestales. Entonces la escuchó susurrar: - Necesito saber quiénes trafican con esclavos en la Provincia Imperial de Argento. -

Entonces el pedestal resplandeció y dos rollos de pergamino aparecieron.

Que práctico.” Pensó Bryan y se aproximó a uno de los pedestales, mientras pensaba en qué podía investigar. Finalmente tuvo una idea e hizo una solicitud: - Quiero información sobre Bryan el Necromante. -

Su pregunta fue por curiosidad, pero para su sorpresa aparecieron 3 rollos de pergamino bastante grandes. Estaba tan asombrado que no pudo evitar murmurar con un tono un poco alto: - ¡¿Hay tanto?! -

Una persona se acercó de inmediato. También llevaba los cabellos rapados como el resto, pero en su caso estaba vestido con traje y guantes blancos.

Seguramente era el supervisor que el asistente mencionó, porque inmediatamente comenzó a responder a su pregunta sin esperar que se dirigiesen a él: - El Necromante Bryan es un agente de la Estrella Oscura, así que por eso su información fue cuidadosamente guardada en la Orden. Cuando alcance un rango más alto, su registro pasará a otra sala, restringida a miembros de mayor nivel. -

- ¿Usted conoce esta información? - Le preguntó Bryan.

- Cada supervisor tiene que memorizar todos los documentos que estén asociados a su sala asignada. - Explicó el hombre.

- ¿Usted me conoce? - Inquirió Bryan ceñudo.

- Como he dicho, sé toda la información referente a esta sala. - Respondió el supervisor con una sonrisa: - He memorizado más de mil cuatrocientos tomos. Y en ellos está su descripción física y rasgos generales. -

- Eso es impresionante. - Comentó Bryan, pero su voz escondía una nota de peligro: - Ahora me viene a la mente el lema de la puerta. ¿Acaso no sabes demasiado? -

El hombre asintió y respondió con cuidado mientras señalaba la marca de su frente: - Todos los escribas asignados a los Archivos del Manto Oscuro tenemos que hacer contrato mágico vinculante para no revelar ninguna información fuera de este recinto. Basta con que pensemos en romperlo para que una maldición nos mate en el acto, así que ni siquiera la tortura puede obligarnos a revelar lo que sabemos a alguien del exterior.

Además, tenemos prohibido abandonar la Sede del Manto Oscuro hasta nuestra muerte. No se preocupe, su información no saldrá de la orden con facilidad. -

- ¡¿Toda su vida?! - Preguntó Bryan asombrado por las severas condiciones a las que se sometían estos supervisores.

- La recompensa vale la pena. - Aseguró el supervisor con tranquilidad: - Todos somos condenados a muerte que habríamos sido ejecutados si el Manto Oscuro no nos hubiese reclutado. Las vidas de nuestras familias y su prosperidad están aseguradas durante una generación. También disfrutamos de diversos placeres. Pierda cuidado. -

Bryan no dijo nada más y se retiró para leer el informe, aunque por dentro no pudo dejar de estremecerse un poco por el destino de ese hombre, que parecía encarnar la frase que leyó en las puertas de plata: “Cuanto más sepas… menos valdrá tu vida.

Luego de sentarse en una de las butacas comenzó a ojear los pergaminos. Contenían información sobre Bryan desde el momento en que fue adquirido como esclavo en la Academia Babilonia, con varios testimonios bastante vagos de terceros, donde se mencionaba que quizá sufría de problemas mentales, aunque los espías del Manto Oscuro concluyeron que era un genio incomprendido al considerar los resultados que obtuvo después en el estudio y dominio de la Magia Necromántica.

El primer rollo de pergamino terminaba relatando que viajó al Bosque Oscuro como recadero de los necromantes, pero solamente se mencionaban detalles muy escasos de su participación en la Batalla de Droll contra los Jinetes Wargos. Naturalmente esto se debía a que muy pocos estudiantes o profesores estarían dispuestos a admitir abiertamente que un esclavo fue el que los lideró.

Bueno, al final nadie se enteró del asunto de Claude.” Pensó Bryan aliviado de que esa espina en su costado finalmente hubiese desaparecido. Después de todo, si el Manto Oscuro no lo había averiguado era poco probable que alguien más lo supiese.

Bryan continuó leyendo los siguientes rollos. La información sobre su vida se volvía mucho más detallada desde el momento en que fue aceptado como Aprendiz en la Academia Babilonia y por primera vez apareció en los registros imperiales. Había un relato muy detallado sobre su cooperación con Phoebe, con varios testimonios acerca de las palabras que le dijo al viejo Grover cuando estuvo en la reunión del Gremio Mercante de Bootz, su conflicto con Sombra Fantasmal y el hecho de que terminó involucrado en una confrontación a gran escala que desencadenó una batalla de Archimagos de Viento y Tierra.

Los espías tenían bien claro que Bryan desaparecía por temporadas y nadie podía estar seguro de dónde estaba. Entonces recopilaron los testimonios de personas que aseguraban haber visto a alguien que encajaba con su descripción: Algunos afirmaban que vivía en los barrios más pobres, otros aseguraban que frecuentaba bares, prostíbulos e incluso había quienes decían haberlo visto trabajando en las minas de sal. Pero todos esos testimonios se basaban en descripciones poco claras e imposibles de confirmar. El segundo rollo de pergamino terminaba afirmando que estos últimos testimonios no eran confiables, pero habían sido registrados debido a que no se contaba con mejor información.

No tienen idea de que estuvo en el Bosque Oscuro o sobre el Cementerio de la Muerte.” Se dijo Bryan sonriendo: “Pero parece que tienen una especie de listado con descripciones de mis poderes, aunque parecen ser bastante genéricas: Necromancia avanzada, fuerza aumentada, fuego mágico misterioso, una habilidad tan buena con la espada que <<pareciera estar haciéndola volar>>, capacidad de… ¿precognición? ¿Dice precognición? ¡Creen que tengo poderes psíquicos por los Generales Espectrales! ¡Ja!

El tercer rollo de pergamino registraba las misiones que había cumplido para el Manto Oscuro, aunque sin entrar en detalles sobre sus métodos. Se recopiló toda la información sobre el espionaje de Duke y Erick, los espías del Imperio Kasi. También sobre la reunión de ellos con Claude Ascher. Luego había un informe muy bien redactado de sus invaluables contribuciones para el desenmascaramiento del traidor Odón Ascher, que evidentemente debió ser escrito por Emily, porque incluía la confirmación pendiente de su ascenso a la división de la Luna Oscura.

Finalmente se mencionaba la creación del grupo mercenario de los Cancerberos, que aparecían como parte de la fuerza de combate de Bryan el Necromante. También adjuntaron un dibujo y descripción de su apariencia física para que los agentes del Manto Oscuro pudiesen reconocerlo si tenían que encontrarse con él en una de sus misiones.

Me veo sorprendentemente bien… ¿Pero por qué los ojos parecen estar en llamas?

Luego de leer su propio informe Bryan tuvo una idea malévola y entonces regresó al pedestal donde obtuvo los rollos de pergamino para dejarlos encima de la matriz, la cual resplandeció por un instante e hizo desaparecer los documentos. Luego de unos momentos volvió a brillar indicando que estaba lista para una nueva petición.

- Quiero información sobre el Archimago Deo, Decano de la Facultad Oscura en la Academia Babilonia. - Susurró Bryan.

Pero la Matriz permaneció sin cambio alguno.

- ¿No está en los registros? - Preguntó Bryan.

- El Decano Deo es una figura pública importante y su información privada está restringida a los niveles más altos. - Respondió el supervisor.

- Ya veo. - Dijo Bryan desanimado: - Entonces quiero preguntar una cosa. ¿Puedo llevarme la información de este lugar? -

- Esta prohibido que ningún agente retire información del Archivo del Manto Oscuro. - Respondió inmediatamente el supervisor: - Como comprenderá, la información es un activo muy importante y somos muy celosos para mantenerla protegida… y limitada a unos pocos. El conocimiento solo tiene valor cuando nosotros somos los únicos que lo tienen. -

- Eso ultimo parece ser un estribillo. -

- No deja de ser verdad. -

- Entonces quiero preguntar: ¿Puedo escribir yo mismo parte de la información? -

- Lo lamento mucho, pero por el motivo anterior está terminantemente prohibido que escriba incluso una parte de la información en nuestros archivos. Sólo los agentes del Sol Oscuro pueden disponer de la información en físico y son ellos quienes deciden con qué agentes compartirla. -

- Comprendo. - Dijo Bryan cortésmente, aunque por dentro pensaba que no importaba en su caso, porque con su memoria eidética no necesitaba realmente escribir un registro de algo que había leído. Las palabras escritas aparecían en su mente con increíble claridad si cerraba los ojos.

Pensando en que no podía hacer nada más mientras esperaba a que Cándido regresara, Bryan se puso a pensar en si había alguna información al alcance de un Estrella Oscura de Nivel III que le interesase leer mientras tanto. En ese momento le encantaría averiguar cosas sobre el Duque Tiberio Claudio, pero seguramente todo esto estaría restringido.

Estaba pensando en el Duque cuando tuvo una idea que le pareció improbable, pero decidió preguntar: - Aquí no habrá información sobre el desastre militar de hacer tres meses. ¿Cierto? -

Pero para su sorpresa, el supervisor asintió: - Hasta ayer era información muy clasificada, pero después del Juicio a los Derrotados muchos de los detalles se hicieron públicos, así que el registro oficial se encuentra aquí. -

- ¿Qué? ¿Eso es verdad? - Preguntó una voz cerca de Bryan.

Cuando se volvió, vio que una joven maga estaba detrás suyo junto con alguien que parecía ser un espadachín bastante fornido. Bryan la había visto con anterioridad preguntado por información sobre contrabandistas.

- Perdón por interrumpir. - Dijo la maga sonriendo y con un tono bastante amistoso para un primer encuentro: - Mi nombre es Crisa y soy una Maga de Fuego. Actualmente soy un Estrella Oscura de Nivel III. Es un gusto. -

Era bastante bonita y llevaba el cabello corto. Sin embargo, también parecía algo parlanchina, así que probablemente nunca pasaría de la división de la Estrella Oscura teniendo en cuenta las características de la organización del Manto Oscuro. Pero podía ser que tuviese otros talentos que la hiciesen valiosa y además no había un motivo para antagonizarla, así que Bryan le sonrió y dijo: - Saludos, Crisa. Yo soy Bryan y también pertenezco a la división de la Estrella Oscura en tercer grado. -

Al menos hasta que Cándido actualice mi medalla.” Pensó para sí mismo.

- ¿En serio? ¡Eso interesante! ¿A qué superior estás siguiendo? Yo...-

- Por los divinos, Crisa. - Dijo el espadachín detrás suyo con tono burlón: - Solo porque tú no tengas misiones desde hace semanas no quiere decir que el resto no esté ocupado. Por lo menos no interrumpas a nuestro colega de ese modo. -

- Cállate Alberto, no le estoy haciendo daño a nadie. - Le respondió Crisa con un gruñido malhumorado. Luego habló con una sonrisa: - Además… ¿no quieres saber los detalles de ese desastre? ¿Por qué no lo leemos todos juntos para ahorrar tiempo? -

- No tengo problema con ello. - Respondió Bryan de inmediato.

- Bueno, admito que tengo curiosidad. - Confesó el espadachín Alberto encogiéndose de hombros: - También tenemos al supervisor aquí, que puede guiarnos para entender todo. -

El supervisor asintió y él mismo fue a buscar los documentos al pedestal. Regresó en muy poco tiempo con una bandeja llena de rollos de pergaminos y un mapa de la frontera.

Entonces procedió a explicar.

- El ataque fue en dos lugares. Aquí y Aquí. - Dijo señalando dos sectores del mapa que describían un bosque montañoso: - Era una expedición punitiva por la muerte de un recaudador de impuestos y sus hombres. Aparentemente una sola tribu se había declarado en rebelión, instigada por Odón Ascher. -

- ¿Cuál era la relación que el ex Duque tenía con esta tribu? -

- Aparentemente lo ayudaban con negocios ilegales, principalmente un intercambio de esclavos. - Respondió el Supervisor: - Como es ilegal que un Senador participe personalmente en actividades comerciales, el Duque usaba a la Tribu como fachada y les daba una parte de las ganancias, así que ellos se enriquecían prácticamente sin esfuerzo. De ahí que nadie encontrase sospechoso cuando buscó refugio entre ellos. -

- Pensarían que lo tenían atrapado. - Comentó Bryan mirando los documentos tratando de interpretar su contenido: - Aun así, me cuesta creer todavía que ese Procónsul realmente movilizase a seis Legiones para una mera expedición punitiva y de captura. -

- Es verdad, el difunto Varrón Terencio movilizó tres Legiones Imperiales de 15 000 hombres cada una y ordenó que se movilizase un número similar de Tropas Auxiliares. - Respondió el supervisor: - Sin embargo, esto no ocurrió al principio. Los testimonios de los sobrevivientes cuentan que comenzó movilizando solo una Legión, pero al poco tiempo sufrieron algunas bajas… Y entonces el Procónsul decidió llamar a todo el ejército en la frontera. No queda claro quien lo convenció de hacerlo. Pero introdujo a todos esos soldados en ese paraje montañoso, donde no podían maniobrar bien. -

- No soy de esa zona, pero nací bastante cerca. - Intervino el espadachín Alberto: - Estoy seguro de que había varias Tribus que eran leales al Imperio. ¿Qué pasó con ellos? -

- En la provincia hay varias tribus, pero en el sector de la batalla se destacaban 3, incluyendo a la que se rebeló primero. -

- ¿Qué ocurrió con las otras dos? - Preguntó Crisa con voz tímida.

- Nos traicionaron. - Sentenció Bryan, que estaba leyendo los pergaminos.

- Exactamente. - Asintió el supervisor, sorprendido por la velocidad con la que Bryan interpretaba los escritos: - Comenzaron actuando como guías de las legiones y atrajeron a nuestros hombres hasta lo profundo del bosque… Y entonces desaparecieron. -

- Hay algo que no comprendo. - Dijo el espadachín con frustración: - Esas tribus no están realmente unidas. Alguien tuvo que pensar en las consecuencias que traicionar al Imperio Itálico le traería a largo plazo. Debió haber algunos bárbaros con la capacidad para entender que puede tardar poco o mucho tiempo, pero al final nuestra venganza llegará. ¿Acaso nadie le avisó al Procónsul de esta trampa? ¿No fueron advertidos? -

- Si lo fueron… varias veces. - Respondió finalmente el supervisor.

- ¿Qué dijiste? - Preguntó Crisa incapaz de comprender semejante revelación.

El supervisor hizo una pausa antes de continuar: - Varios grupos de barbaros se presentaron ante el Procónsul para advertirle de la trampa. -

- ¡¿Pero entonces por qué…?! -

- El Procónsul ignoró las advertencias. - Dijo Bryan con una expresión ensombrecida, pues estaba leyendo los testimonios de los oficiales sobrevivientes al respecto.

- Así fue. - Confirmó el supervisor: - Hubo muchos avisos de que algo se estaba fraguando en las aldeas… pero el Procónsul Varrón las ignoró. -

- ¡Por los divinos! - Exclamó el espadachín mientras luchaba por asimilar semejante locura.

Varrón Terencio les ordenó marchar por un sendero estrecho en medio del bosque....

Bryan también estaba asqueado por esta información que daba luces sobre la estupidez de un general incompetente y el terrible destino que había provocado para sus soldados. Pero finalmente dijo suspirado: - Por favor continúe con el relato. -

- Varrón Terencio hizo que el ejército marchase por un camino en medio del bosque, sin destacar siquiera patrullas al frente o en los flancos. Naturalmente el avance era muy lento por culpa de la maleza… -

- Lo cual dio tiempo para que las tribus traidoras se posicionaran. - Completó Bryan mirando el mapa. Y los demás asintieron porque era evidente.

- En efecto. - Respondió el supervisor: - En cierto momento comenzó a llover. Los arcos se mojaron y los escudos se volvieron pesados. Los carros de suministro se atascaron en el barro… Y fue entonces cuando comenzó el ataque. Los legionarios casi no pudieron defenderse -

- Maldita sea. - Susurró el Espadachín meneando la cabeza. Había servido en el ejército imperial como Auxiliar y sabía lo que toda esta información implicaba.

- Así fue como todo nuestro ejército en la Frontera Sureste fue destruido. - Concluyó el supervisor: - Después confirmamos que toda la estrategia de los bárbaros fue planeada y sugerida por Odón Ascher... como pago para poder desertar al Imperio Kasi. -

- ¡¿Que?! - Exclamó Crisa con una expresión indignada.

Originalmente el Imperio Kasi y Odón Ascher tenían una relación de cooperación mutua. En ese momento era un poderoso Duque y Cónsul Vitalicio que tenía gran influencia dentro del ejército y planificaba un golpe de estado contra la Familia Imperial. Así que el Imperio Kasi estaba dispuesto a ayudarlo con la promesa de obtener buena parte del territorio que actualmente estaba bajo en control de Itálica cuando se volviese el nuevo emperador. Pero incluso si el intento de Odón Ascher fallaba, la guerra civil de igual modo debilitaría a Itálica, así que para el Imperio Kasi apoyarlo tenía mucho sentido.

Pero ahora el Duque Ascher se había convertido en un personaje infame. No solamente había perdido toda su autoridad y títulos de nobleza, sino que muy pronto las noticias de su traición se extenderían más allá del Imperio Itálico y cualquier nación que se atreviese a darle refugio sería condenada internacionalmente por ayudar a semejante criminal. Quizá el Imperio Itálico lo usase como excusa para declarar una guerra inmediatamente, sobre todo porque ahora tenían las pruebas que el Manto Oscuro recibió de Bryan y Emily.

Lo peor de todo era que Odón Ascher ya no tenía esperanzas de convertirse en un Supremo y únicamente se iría debilitando con el tiempo.

Así que cuando el ex Duque volvió a entrar en contacto con el Imperio Kasi después de su huida, las condiciones de su negociación eran muy diferentes. No solamente se negaron a tratarlo como un aliado, esta vez incluso tuvo que suplicar y solamente aceptaron ayudarlo a cambio de que les prometiese algo increíblemente valioso que justificase todos los problemas diplomáticos que tendrían que asumir.

Su propuesta consistió en destruir todas las fuerzas militares que había en la frontera entre los dos países, evitando así que el Imperio Itálico se atreviese a invadir al Imperio Kasi durante un año entero o quizá incluso dos, liberándose así de cualquier represalia.

- Después de perder el mando de la Fortaleza de Kerlan, el ex Duque no tenía ningún valor real para el Imperio Kasi. - Explicó Bryan: - Pero consiguió que le dieran asilo o, mejor dicho, compró una nueva vida… sacrificando las de todos esos hombres. -

-  En efecto, Odón Ascher actualmente se encuentra en el Imperio Kasi y ha sido nombrado oficial instructor en su ejército, principalmente por sus acciones al aniquilar esas legiones. - Confirmó el supervisor.

- ¡Loco malnacido! - Gritó Crisa indignada y horrorizada.

- Dime algo… ¿Los bárbaros hicieron prisioneros? - Preguntó Bryan, aunque adivinaba la respuesta, porque recordó que durante el Juicio a los Derrotados no se habló de pagar ningún rescate.

- Si, los hicieron. - Confirmó el supervisor: - Casi 25 000 legionarios. -

- ¿Y? -

El supervisor dudó un momento antes de responder, pero finalmente dijo: - Los bárbaros metieron a los legionarios capturados en unas grandes cestas de mimbre… y los quemaron vivos a todos. -

-…-

Los tres se quedaron sin palabras, pues no estaban seguros de cómo sentirse o lo que debían pensar. La vida en el Imperio Itálico le había parecido muy cruel a Bryan, pero ahora entendía que en el resto del mundo podía ser mucho peor. De pronto recordó las palabras del Archimago Felix antes de la Batalla de Droll: “El Imperio es la Luz, el Imperio es la Civilización…”

¡Cuánta razón tenías, anciano sabio!” Se dijo Bryan mientras intentaba sacar de su mente la imagen de esos hombres atrapados entre las llamas. Entonces un fragmento de testimonio llamó su atención: “¿Los árboles <<lloraban>>?

- ¿Qué significa esto? - Preguntó Bryan señalando ese fragmento al supervisor.

- Ah, eso. Se ha interpretado que los árboles estaban cortados en su base, pero no del todo, a la espera de derribarlos cuando las legiones estuvieran en medio del bosque. -

- Este es el testimonio de un legionario… -

- Seguramente no entendía lo que estaba viendo, pero nuestros agentes han deducido lo que sucedió. -

Curiosa táctica.” Pensó Bryan.

- ¡¿Qué pasó con el imbé…?! - Comenzó a preguntar Alberto, pero recordó que nunca era totalmente seguro insultar a un aristócrata, pues podía tener amigos en los lugares más inesperados. Así que se corrigió: - ¿Qué pasó con el Procónsul? -

- Al verlo todo perdido, él mismo se quitó la vida. -

- Pues hizo un pobre favor al Imperio. - Comentó Bryan sin piedad: - Quizá suicidarse fue lo honorable, pero habría salvado más vidas si hubiese luchado hasta el final. -

- No necesariamente. - Comentó Crisa sin el menor reparo: - No se me ocurre cómo alguien puede hacer algo peor que provocar la aniquilación de seis Legiones, pero el estúpido podría haber encontrado alguna forma de arruinarlo más si hubiese seguido con vida. -

- ¿Algo como lo que te sucedió a ti, cuando incendiaste la mitad del pueblo en tu última misión? - Preguntó Alberto en tono burlón.

- ¡Oh, ya cállate! - Respondió Crisa medio avergonzada: - ¿Cómo iba a saber que justo comenzaría a soplar un viento a esa hora y extendería las llamas hasta los tejados? -

- Ustedes los magos de fuego siempre son un peligro. Nuestro superior me estuvo regañando durante dos horas por tu culpa. -

- ¡Bah! Incluso si esa vez no hiciste nada, seguramente te lo merecías por alguna otra cosa. ¡Es tu culpa por enojar a los dioses! -

Claramente este par era bastante amigo y este intercambio era un modo de tratar de aligerar un poco el ánimo depresivo que los detalles del Desastre Militar habían provocado en todos. Bryan se dio cuenta de que lo estaban ignorando, pero no le dio importancia y más bien le hizo un gesto ligero al supervisor para pedirle que se llevase los documentos.

Lo cierto es que este Desastre Militar, aunque doloroso, no es lo peor que pudo haberle sucedido a Itálica. Si Odón Ascher hubiese mantenido su puesto como Cónsul un año más, su golpe de estado podría haber tenido éxito. Pero incluso si conseguían detenerlo el daño causado por una Guerra Civil habría sido mucho más desastroso y seguramente el Imperio Kasi habría invadido en toda regla. Perder 6 Legiones es un golpe terrible… pero es un buen precio a pagar para evitar lo primero.

Mientras la maga y el espadachín seguían bromeando Bryan solicitó al supervisor por información sobre el Valle del Sol. En muy poco tiempo el hombre le trajo un par de pergaminos que relataban una información bastante interesante: El statu quo de aparente paz entre las fuerzas se había vuelto prácticamente inexistente y las distintas facciones estaban en un estado de <<todos contra todos>> en el que se atacaban de forma encubierta y muchas veces también abierta.

Esto provocaba derramamientos de sangre casi a diario e incluso fuerzas que anteriormente habrían hecho de todo para pasar desapercibidos, por temor a provocar represalias de la Banda de Drakar, la Casa de Menlo, la Tribu de Katar o Falce Segador; ahora actuaban de forma rampante y asaltaban sin escrúpulos a los mercaderes, incluso dentro del Asentamiento Principal.

Crimen y Caos rampante en el Valle del Sol

Tal era el caso de grupos criminales como los Malditos de Gustave o la Pandilla de Jannet, que ahora se atrevían incluso a competir con los principales poderes para obtener más autoridad e incluso habían obtenido algo de territorio en la periferia.

Por supuesto que las actividades de los Cancerberos estaban bien registradas debido a que el Manto Oscuro los patrocinaba parcialmente. Aparentemente Trunks había aplicado mucho de su conocimiento en el Bosque Oscuro para hacer que los miembros adoptasen el sigilo como forma de proceder estándar y gracias a ello prácticamente habían sido ignorados por el resto de poderes.

También acabaron beneficiándose enormemente. Porque con el caos imperante muchos guerreros habilidosos que anteriormente podían darse el lujo de actuar de modo independiente, ahora temían por sus vidas casi todos los días. Los Cancerberos eran la única fuerza que permanecía relativamente en paz, trabajando sin involucrarse en los conflictos más encarnizados.

Además, pagaban muy bien.

De la noche a la mañana este grupo anteriormente pequeño se había vuelto extremadamente atractivo para muchos aspirantes a mercenarios, pero Trunks se aseguraba de levantar bastante alto los requisitos para unirse, siguiendo los criterios de “lealtad por encima de todo” que Bryan le había ordenado.

Mientras leía el documento con una sonrisa, Crisa terminó la discusión amistosa con su compañero. Luego la maga volvió a leer el informe sobre los contrabandistas hasta que estuvo satisfecha. Cuando terminó, reparó en que Bryan todavía seguía cerca de ellos y se dio cuenta de que lo había dejado de lado por completo después de enterarse de lo sucedido durante el Desastre Militar.

Sintiéndose un poco avergonzada, la maga de fuego fingió que no se había dado cuenta y le preguntó con un tono animado: - Entonces ¿Tú también tienes problemas con tu superior? Ah… Por cierto, ¿quién es tu superior? Yo estoy a cargo de un Agente de la Luna Oscura de Nivel IV. -

- Pues yo… ¿Será todavía un Sol Oscuro? ¿O tendrá otra denominación? Bueno, en cualquier caso, es el Gran Maestre Cándido. - Respondió Bryan sin prestarle mucha atención, porque estaba concentrado en los acontecimientos del Valle del Sol.

- ¡Ja! Seguro que te has confundido, joven. - Dijo el espadachín Alberto uniéndose a la conversación: - El Maestre Cándido nunca sería el encargado de un simple Estrella Oscura de Nivel III. La única excepción es Bryan el Necromante… Espera… ¿Qué?... ¡No puede ser! ¡Eres Ese Bryan! ¡El que destapó lo de Odón Ascher! -

Alberto estaba tan sorprendido que subió el volumen de su voz sin darse cuenta. Es preciso recordar que no eran los únicos en la estancia, sino que había otros grupos de personas en diferentes lugares de la sala examinando documentos. Algunos incluso se habían acercado con curiosidad para escuchar disimuladamente los detalles del Desastre Militar, pero no hicieron ningún comentario al respecto.

Sin embargo, en ese momento todas las conversaciones cesaron y se hizo el silencio, mientras que las miradas de los presentes se concentraban en Bryan.

- Si se parece al dibujo. - Dijo uno de ellos, que parecía ser un guerrero.

- ¡No puedo creer que sea tan joven! - Exclamó una maga.

- ¿Y por qué el Maestre Cándido lo habrá tomado bajo su protección? ¡Así cualquiera podría ascender! - Se quejó uno de ellos.

- No seas idiota. ¿Crees que el viejo zorro es estúpido o que le gustan los jóvenes? ¡Obviamente tiene poderes y habilidades que nadie más posee! De otro modo no podría haber hecho lo que hizo en la Ciudad de Valen. - Replicó su compañera.

- ¿Cuánto de eso será verdad? - Se preguntó un joven en voz alta.

- Incluso la mitad sería suficiente para pasar a la historia. - Comentó el guerrero que habló primero.

- Además, es aún más guapo que su retrato. - Dijo una mujer que era bastante atractiva: - Me encantaría hacer unas cuantas misiones nocturnas con él. -

- ¿Qué dicen si le hablamos? ¡Seguro que ascendemos rápido si nos volvemos amigos! - Aventuró uno de los magos.

Pero antes de que cualquiera de ellos pudiese acercarse, Bryan suspiró y dejó de ocultar parte de su poder mágico. No era ningún tipo de amenaza o ataca, sino una demostración de lo que era capaz de hacer.

Y funcionó de maravilla. Porque de inmediato los magos y combatientes contuvieron la respiración, al igual que había sucedido con los Inspectores Imperiales durante el examen en la Academia Babilonia. Entonces cualquier pensamiento de hablarle o intentar utilizarlo para ascender despareció de la mente de los presentes.

Bueno, de <<casi>> todos los presentes.

- ¡Vaya, no puedo creer que seas el legendario Bryan! ¡No me di cuenta para nada! ¡Y eres tan poderoso como dicen los informes! - Exclamó Crisa emocionada, sin darse cuenta del estado de ánimo.

- Estoy seguro de que te dije quién era cuando preguntaste mi nombre. - Respondió Bryan sonriendo y tratando de indicarle de un modo indirecto que no tenía ganas de seguir conversando.

Pero Crisa no se dio cuenta de nada y continuó chillando: - ¡Tengo mucha suerte de conocerte! Escucha Bryan, si tienes una misión que requiera más poder de ataque… ¿Puedes recomendarme? -

- No te conozco lo suficiente como para… -

- ¡Mis poderes sin duda valen la pena! ¡Una vez quemé un distrito entero sin siquiera proponérmelo! ¡Así de buena soy! -

- Vaya, eso suena… muy conspicuo. -

- ¡Exacto! - Respondió Crisa sin darse cuenta de que por su emoción también estaba dejando que la magnitud de su poder mágico se manifestara de forma inconsciente, provocando que subiese un poco la temperatura dentro de la sala: - No escuches las tonterías que dice Alberto. ¡Soy una excelente maga de fuego! -

- No sabes lo que significa <<conspicuo>>, ¿cierto? - Preguntó Bryan exasperado: - Para una organización de espionaje ser visible y sobresaliente no es… -

- ¡Definitivamente seré útil! ¡Así que llévame en una misión! -

- Ni siquiera me estás escuchando. ¿No es verdad? -

Pero en ese momento el espadachín Alberto se adelantó para obligar a Crisa a retroceder y le explicó: - ¡Lo siento mucho! Es cierto que normalmente es una maga bastante profesional, pero en raras ocasiones se pone así. -

- ¡Oye! ¡Alberto! -

- ¡Guarda silencio, que te estoy haciendo un favor! ¡No tienes idea del ridículo que estás haciendo! - Le espetó Alberto.

Finalmente, Crisa detuvo sus palabras y cayó en cuenta de que acaba de arruinar casi todos los aspectos positivos de la primera impresión que Bryan tenía de ella. Además, todos en la sala tenían sonrisas burlonas por contemplar su adorable insolencia. Incluso el supervisor, que tan profesional había sido hasta ese momento la estaba mirando como si fuese una persona bastante lamentable. Entonces el rostro de Crisa se puso colorado e inclinó la cabeza mientras musitaba: - ¡Perdóname! ¡Me emocioné mucho! -

- No te preocupes. - Respondió Bryan dividido entra la incomodidad y la risa: - Me doy cuenta que realmente eres una maga poderosa, a juzgar por la magia que desprendes en este momento. Pero actualmente no estoy en ninguna misión. Aunque te buscaré si me asignan alguna que requiera de tanto… talento. -

En ese preciso momento se abrió la puerta de la sala y un hombre desconocido entró buscando a alguien con la mirada. Cuando el recién llegado vio a Bryan se acercó a él con paso decidido y le dijo con un tono formal: - El Gran Maestre Cándido ha regresado. ¡Por favor diríjase cuanto antes a la matriz de transporte mágico! -

Gracias a los divinos.” Pensó Bryan levantándose de inmediato. Entonces se despidió lo más rápido posible del Espadachín Alberto que lo miraba con un rastro de disculpa en su rostro y de la maga Crisa, que estaba tratando apresuradamente de poner su magia bajo control.

Cada 10 años comprueban que no haya nadie atrapado dentro de la dimensión artificial

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú y hoy es 20 de Julio de 2022.

Mis estimados amigos sigo escribiendo como puedo desde el distrito de Yauca en el departamento de Arequipa, en unas condiciones francamente complicadas. Pero pronto debería regresar a Lima, por lo menos durante un mes.

En este capítulo ocurrían dos cosas bastante ligeras, Bryan buscaba información y luego se encontraba con Cándido. Ambas cosas eran descritas de un modo bastante pobre, sin muchos detalles y de un modo casi anecdótico.

Por lo tanto, decidí arriesgarme y centrarlo todo en el Archivo del Manto Oscuro e incluso cambié el nombre del capítulo, que estaba centrado en la popularidad de Bryan dentro de la orden. Ahora, que una organización de espías se ponga a hacer hurras como si fueran porristas… es patético, por eso decidí hacer que toda esa parte se convirtiese en un alivio cómico al final. En cambio, centré toda la historia en describir este lugar donde se guarda la información.

El original lo describe casi como una café biblioteca (en serio, hay personas tomando te) mientras que los documentos están por ahí en una mesa. No solamente cualquiera podría robárselos, sino que parece que no son muchos, porque Bryan encuentra lo que quiere en seguida. No hay asistentes, guardias ni nada por el estilo.

En la Edad Media solamente los más ricos podían tener libros, por el siemple hecho de que el papel era jodidamente caro y también la escritura, que tenía que ser a mano (no había imprenta). De hecho, en las iglesias los manuscritos más importantes estaban encadenados al Escritorio, que se llamaba así porque era ahí donde se fabricaban.

Para darles un ejemplo, 1 solo libro requería cien corderos, porque de su piel se obtenía el papel de pergamino, que era el único capaz de sobrevivir durante mucho tiempo antes de que se inventara el material prensado. En serio 100 ovejas… Solo para el papel. No incluyo la carátula, la carísima tinta o el trabajo de escribirlo a mano, que solo podía hacerlo quien tuviese el talento artístico y además supiese escribir.

Todo eso sólo para un libro regular… ¿Se imaginan cuanto costaban?

Ya se imaginarán lo que pensé cuando leía que los secretísimos documentos del Manto Oscuro estaban “por ahí”. Así que naturalmente decidí inventarme todo un sistema complejo, pero creíble, para acceder a la información. De hecho, me basé en mis propias experiencias en el Archivo Nacional, cuando necesité acceder a documentos escritos de la gloriosa época del Virreinato Peruano y tuve que pasar varios controles de seguridad.

Para las descripciones del personal me inspiré en esos esclavos calvos de juego de tronos que ni me acuerdo como se llaman. Quería que esos asistentes se viesen raros, en el sentido de que su apariencia no fuese la esperada, pero confiables y creíbles. En efecto las uñas o el cabello pueden terminar dañando los libros antiguos si uno no tiene cuidado, así que tenía sentido que tuviesen rapada la cabeza y las cejas.

Cuando tuve que describir el entorno inicial de los Archivos estuve tentado a usar la biblioteca de la orden Jedi como inspiración, pero al final me decidí por Gringotts, el banco de los magos en Harry Potter. Para la propia sala con los pedestales simplemente improvisé, recordando un poco mis tiempos como estudiante de arquitectura.

El desastre de las legiones descritas se basa en un evento real, el desastre de Teutoburgo, cuando 3 legiones romanas fueron emboscadas por los bárbaros germanos. Para las explicaciones me basé en la serie Yo Claudio.

Las descripciones de lo que sucede en el valle del sol están en el original, pero me aseguré de retocarlo todo para que tuviese más sentido.

Todos los detalles de la deserción de Odón Ascher son un invento mío, pero creo que queda bastante bien.

Cambié los nombres del espadachín y de la maga, además el hecho de que se juntasen con Bryan para saber las noticias del desastre fue agregado porque la forma en que se conocen originalmente era muy infantil.

Al final se convirtió en un capítulo principalmente informativo, como me señaló Gabriel Morffes, quien volvió a ayudarme con la ortografía y me dio una buena sugerencia para mejorar el capítulo en general.

Pero pro favor déjame saber tu opinión en los comentarios: ¿Qué te pareció la historia? ¿Te gustó la descripción e los archivos? ¿Qué tal la frase de la puerta? ¿Qué te parecieron los asistentes? ¿Qué opinas de la narración del Desastre Militar? ¿Te gustó el alivio cómico?

Como siempre, si quiere apoyar este proyecto por faro usa los enlaces de mi cuenta Patreon. También puedes señalar cualquier error que se me haya podido pasar. Y sobre todo compartir este trabajo con mucha gente para aumentar el número de lectores.

Nos vemos en el siguiente capítulo.