157 Absorbiendo los recuerdos del Alma

¿Cuál es la diferencia entre estar vivo y estar muerto? La respuesta es el ánima. Aquello que dota de vida a eso que normalmente estaría inanimado. Bryan entendía esto mucho mejor debido a sus estudios sobre necromancia, pero jamás en su vida había sido tan consciente de ello.

Atrapado por el hechizo del malvado Necromante se encontró a sí mismo en un misterioso estado en que podía verse desde una nueva perspectiva, una más completa. Entendió que su cuerpo físico era donde radicaban sus cinco sentidos, aquello que le permitía experimentar sensaciones. En su interior radicaba su espíritu, su auténtico yo, aquella chispa única e individual que lo hacía ser quien era, su propia esencia. Su libertad e interioridad.

Otros seres vivos de naturaleza inferior, como los animales o las bestias, también poseían un alma, pero no tenían un espíritu y por eso eran esclavos de sus instintos. El espíritu era la característica exclusiva de seres superiores que poseían albedrío. Y en el caso de los humanos el Alma servía como conexión entre el cuerpo físico y su espíritu interno.

Herida del Alma Humana

Sin embargo, Bryan notó de pronto al examinar su propia alma humana que existía una especie de herida dividiéndola en dos partes, una herida antinatural. No tenía idea de qué la había provocado o si el resto de almas humanas la tenía también, pero el resultado era evidente: Una parte de su alma se inclinaba más hacia su cuerpo físico y la otra hacia su espíritu.

Cuando examinó ambas partes se dio cuenta de una verdad sorprendente: Su alma inferior, aquella más cercana a su cuerpo físico, alojaba sus sentimientos, su memoria y su imaginación. En cambio, la parte que se inclinaba hacia su espíritu era donde radicaba su voluntad y su entendimiento; lo que le permitía tomar sus propias decisiones.

Si esto pasa con todas las personas, puedo entender por qué los humanos muchas veces no podemos controlar nuestras emociones.” Concluyó finalmente después de meditar sobre lo que estaba percibiendo. “Esta extraña herida impide que nuestra voluntad pueda dominar perfectamente nuestra memoria, lo que provocan los traumas. Los afectos descontrolados nos provocan las obsesiones… mmm, esto está resultando mejor que ir a cincuenta psicólogos, pero no me ayuda a liberarme del hechizo del Necromante.

Continuó su examen. No sabía cuánto tiempo estaba pasando, pero como no podía hacer nada al respecto pensó que no tenía sentido desesperarse. Aparentemente está herida en el alma se hacía más grande con el pasar de los años, así que era muy probable (a su parecer) que cuando el alma se rompiese ocurriese la muerte física natural de una forma sincronizada. “¿Las almas de elfos o dragones tendrán esta misma herida? ¿Quizá esta es la diferencia entre los mortales y los dioses? Tal vez las deidades no posean esta misteriosa herida en el alma y por eso no envejecen. Quizá por eso la presencia de Nécora fue tan impactante. Tal vez sentimos inconscientemente que su alma es muy superior. O quizá lo estoy pensando demasiado y simplemente nos intimidó su poder.

Mientras reflexionaba sobre estos asuntos, vio una especie de raíz oscura que se acercaba lentamente hacia la herida de su alma, aferrándose a la misteriosa llaga. Luego fue creciendo hacia la parte inferior, donde se alojaba su memoria e imaginación. Este debía ser el hechizo del Necromante que buscaba descubrir todos sus secretos. Seguramente el proceso terminaría por destruir su alma y causarle la muerte. Pero, aunque se trataba de una intrusión bastante molesta, tampoco parecía ser demasiado serio, incluso parecía un proceso muy torpe y lento.

Como mi cuerpo ha sido modificado, seguramente también mi alma se ha visto afectada. Quizá he adquirido un enlace más fuerte entre mi alma y mi cuerpo.” Dedujo Bryan sonriendo. “El encantamiento de ese Necromante no ha considerado ese factor y en su lugar está intentando erosionar mi alma como si fuera la de alguien regular. De ahí que se demore tanto para escarbar en mi memoria… ¡Ja! No se ha dado cuenta de que está usando un anzuelo de río contra un tiburón. Si esto fuera una pesca hace mucho que lo habrían jalado a él en vez de…” Y en ese momento se le ocurrió una idea tan brillante como macabra.

Empleando su voluntad, Bryan se concentró en el pequeño sarcillo negro que lo conectaba con el Necromante y con un poco de esfuerzo sintió la voluntad de su dueño que luchaba por imponerse. Pero cuando se trataba de fuerza de carácter, Bryan era demasiado abrumador. Poco a poco fue contrarrestando el deseo del intruso, hasta que finalmente consiguió revertir este extraño nexo, como si estuviera invirtiendo de golpe un flujo de agua. De pronto su visión cambió. Ya no estaba contemplando su propia alma sino la de otra persona… la del Necromante.

Usando el mismo conjuro en su contra, Bryan encontró rápidamente esa misteriosa llaga que todos los humanos poseen y lo hizo con una velocidad pasmosa. Sintió el terror del Necromante que intentaba revertir su hechizo, pero la conexión entre ellos ya estaba hecha. No había forma de que se separasen nuevamente. La única forma de liberación era que un alma destruyera a la otra.

Rápidamente Bryan comenzó a quebrar el alma del Necromante, que no tenía ninguna forma de oponerse. Esto no se trataba de un combate mágico sino uno puramente espiritual, una competencia de absoluta voluntad. Finalmente, algo se rompió.

El espíritu del Necromante, ahora separado de su cuerpo, se alejó sin rumbo. Nadie podía decir cuál sería su destino final. Pero su cuerpo permaneció y también la parte inferior de su Alma que contenía el registro de todos sus recuerdos y experiencias. Bryan comenzó a absorber todo lo que podía en ese momento. Desgraciadamente no conocía el hechizo de Erosión de Alma o cómo mantenerlo tras la desaparición del Necromante. Así que simplemente se concentró en adquirir todo el conocimiento que pudiera antes de que los restos del Alma del Necromante terminasen por desaparecer.

Aunque para Bryan estaban pasando horas, el tiempo de los espíritus es muy diferente al de los mortales. Para Emily simplemente trascurrieron unos segundos desde que el Necromante había gritado desesperado, pero de pronto se quedó parado con la mirada perdida. Después ella notó que un rastro de saliva comenzaba a caer de la comisura de los labios del Archimago, como si hubiese perdido el control de su rostro. A pesar de todavía estaba de pie, de algún modo este Necromante parecía más muerto que vivo. Al poco tiempo la matriz mágica dejó de brillar y finalmente desapareció por completo.

Bryan abrió los ojos. Su expresión parecía cansada, como si no hubiera dormido en mucho tiempo, pero una sonrisa triunfante daba vida a su semblante. De pronto miró al Necromante en frente suyo y su mirada pasó a ser una en la que convergían la ironía junto con la lástima e incluso algo de compasión. Sin decir una palabra Bryan extendió una de sus manos y el Desgarrador Sombrío voló raudo para incrustarse firmemente en el corazón del poderoso Necromante Archimago, quien no hizo absolutamente nada para defenderse.

 Peor aún, cuando el arma mágica lo atravesó, el cuerpo del Necromante comenzó a deshacerse rápidamente hasta convertirse en un puñado de cenizas que cayeron sobre el frío suelo rocoso y también sobre los restos de las personas que había sacrificado en su ritual. Solamente sus objetos permanecieron.

El cuerpo del Necromante Archimago se desintegra

- ¿Qué demonios? - Exclamó Emily, quien no entendía nada de lo que ocurría y quiso preguntar de inmediato. Pero cuando miró a Bryan descubrió que este se había sentado en el suelo con las piernas cruzadas y tenía los ojos cerrados.

Estaba en un profundo estado de meditación.

De pronto el báculo de hueso que usaba el difunto Necromante resplandeció y voló hasta llegar en frente a Bryan, quien por su parte no hizo nada. Tras unos momentos, un resplandor verde intenso comenzó a emanar del cuerpo de Bryan hacia el báculo, que a su vez se lo devolvió. Este proceso se repitió una y otra vez, de manera que alrededor de ambos se formó un complejo entretejido de magia, el cual estaba siendo absorbido poco a poco por Bryan.

Emily estaba completamente asombrada. Podía darse cuenta de que el hechizo del Necromante se había vuelto en su contra y que ahora era Bryan quien absorbía sus poderes, pero no entendía cómo era posible si había una diferencia tan grande entre el entendimiento que ambos tenían de la magia necromántica.

Después de unos minutos el intercambio mágico terminó y Bryan absorbió todos esos poderes. Pero sus ojos continuaron cerrados, mientras que su expresión cambiaba constantemente, oscilando entre distintas emociones. A veces sonreía, luego parecía triste y muchas veces asentía como si entendiera algo.

Por otra parte, el báculo de hueso levitó a su lado para luego descender con suavidad a la mano abierta de Bryan, que se cerró para recibirlo.

Mientras Emily se preguntaba qué hacer, escuchó un sonido que le hizo darse vuelta. Entonces vio que el Pequeño Esqueleto parecía haber despertado de su letargo y ahora estaba caminando tranquilamente hacia el centro de la cámara. Fue entonces cuando Emily notó que el altar del ritual seguía ahí a pesar de la explosión de los pilares.

Lo que el Pequeño Esqueleto parecía estar buscando era el líquido mágico misterioso usado por el Necromante para invocar al dios Nécora y que ahora yacía inmóvil en el envase de piedra.

- ¡Espera, no toques eso! - Gritó Emily asustada, pues sabía que esa misteriosa criatura tenía una conexión muy especial con Bryan y no quería ni imaginar los riesgos que podía implicar exponerlo a una sustancia tan espantosa. Después de todo, ese líquido fue preparado en su mayoría usando sangre y órganos humanos. Seguramente el Necromante le habría agregado muchas otras cosas peligrosas o desconocidas.

Pero Emily no era Bryan y el Pequeño Esqueleto ni siquiera pareció escuchar su voz. En lugar de eso saltó con su velocidad característica y se zambulló completamente en la vasija maldita.

- ¡Por el trueno! ¡¿Acaso estás tan desquiciado como tu maestro?! - Exclamó Emily exasperada mientras sentía que se iba a volver loca por la ansiedad.

Maldiciendo su mala suerte, la hermosa Archimaga comenzó a acercarse hacia el altar, pues a pesar de su ira tenía la intención de intentar ayudar al Pequeño Esqueleto. Pero cuando se asomó para ver lo que ocurría en el recipiente de piedra, se dio con la sorpresa de que la Criatura Oscura estaba chapoteando alegremente en ese líquido blasfemo como si fuera un niño que acaba de descubrir la alegría de nadar en una piscina nueva. Nada parecía afectarlo negativamente, aunque el líquido lo cubría hasta el cuello.

- Lo que me faltaba. Todos los órganos que tocaron el líquido acabaron completamente desintegrados y desaparecieron sin dejar rastro, pero de nuevo este Pequeño Esqueleto es la excepción a la regla. - Murmuró Emily mirando al techo: - No solamente está haciendo algo imposible, sino que encima parece estar pasándola bien. Ni siquiera puedo imaginar cómo es que Bryan conjuró a esta cosa. ¿Llegará el día en que me acostumbre a las ocurrencias alrededor de estos dos locos? ¿No pueden comportarse con normalidad, aunque sea por accidente? -

Como si el destino estuviese respondiéndole, algo increíble comenzó a suceder en ese momento: El misterioso líquido se fue reduciendo poco a poco. Cuando Emily examinó lo que ocurría se dio cuenta de que las siete púas de hueso que sobresalían en la espalda del Pequeño Esqueleto de algún modo estaban absolviendo esa misteriosa sustancia.

Finalmente, Emily no pudo aguantar más y exclamó: - ¡Ya no más! ¡Es ridículo! ¿¡Qué rayos es esta cosa!? ¡¿De qué agujero infernal ha salido este Pequeño Esqueleto?! -

*****

Pasaron treinta minutos

Lentamente toda la misteriosa sustancia fue absorbida por las siete púas. Entonces todo el cuerpo de la criatura comenzó a brillar con intensidad, como si una vorágine de magia estuviera naciendo en su interior. De pronto las púas parecieron alargarse, las puntas se tornaron de un color carmesí sangriento y una especie de articulaciones nacieron en su superficie, asemejándolas a las macabras patas de una araña. Todo su cuerpo parecía poseer una luminiscencia propia.

La apariencia del Pequeño Esqueleto era verdaderamente aterradora en ese momento.

Emily parecía haberse recuperado de la impresión o por lo menos se había resignado. Su atención estaba principalmente en proteger a Bryan, aunque de vez en cuando le echaba un rápido vistazo a la Criatura Oscura. Entonces notó que el Pequeño Esqueleto estaba caminando nuevamente, aunque sus pasos se veían un poco vacilantes, como si estuviese agotado. Lo vio tratar de salir del recipiente de piedra, pero la superficie estaba muy pulida y sus pequeños pies se resbalaron de inmediato. Entonces el Pequeño Esqueleto se quedó un momento moviendo la cabeza de lado a lado, aparentemente confundido y finalmente miró a Emily como si esperase algún consejo.

- ¿Al fin te quedaste sin ideas? - Comentó Emily resoplando con ironía. Luego se levantó mientras pensaba en crear una cuerda para sacarlo, pero entonces…

Las siete púas de hueso, que ahora más bien caían en la categoría de extremidades, resplandecieron de pronto y se pusieron a temblar. Entonces el Pequeño Esqueleto comenzó a levitar en su sitio, para luego volar rápidamente como si estuviera planeando y finalmente aterrizó junto a Bryan sin volver a darle otro vistazo a Emily.

- ¡No sé para qué me molesto! ¡Eres tan irritante como tu maestro! - Gruñó Emily enojada, porque sentía claramente que, aunque la criatura era inexpresiva, de algún modo estaba adoptando una actitud presumida y no pudo evitar maldecirlo.

Después permaneció en silencio mientras vigilaba a Bryan, aunque de vez en cuando sus ojos seguían el resplandor carmesí de las púas en la espalda del Pequeño Esqueleto mientras este practicaba cómo volar. Al principio sus movimientos en el aire se veían bastante torpes, pero con el tiempo fue mejorando hasta que su desplazamiento fue constante y también incrementó su velocidad. Llegó al punto en que incluso ella tenía problemas para seguirlo con su mirada.

Fue en ese momento que Bryan exhaló con fuerza y abrió los ojos: - ¡Por fin! Me costó más de lo esperado, pero lo conseguí. -

Emily se volvió hacia él sorprendida y sonrió con gran alivio. Entonces corrió a abrazarlo mientras se olvidaba de todo lo demás y ambos se entregaron a un beso apasionado ahí mismo, desentendiéndose por completo de todo cuanto los rodeaba.

Cuando finalmente terminaron de confirmar su amor, Emily notó que la mirada de Bryan resplandecía debido al gran poder mágico que en ese momento poseía. Eso hacía que se viese más misterioso y atractivo que nunca.

Antes de darse cuenta, la hermosa Archimaga había quedado completamente embelesada, casi como si hubiese vuelto a ser una niña pequeña y experimentase su primer amor.

- ¡¿Qué ocurre?! - Preguntó Bryan cuando se dio cuenta de que la cara de Emily estaba completamente colorada y le acarició una mejilla dulcemente con preocupación.

- No… Nada. - Murmuró Emily nerviosa mientras evadía su mirada con timidez: - Solo que tus ojos son más brillantes. Y también pareces más viril. Más poderoso. -

- Ah, debe ser un beneficio secundario de haber absorbido el alma de ese Necromante. - Respondió Bryan sonriendo: - Aunque no podría decirlo con seguridad. -

- ¡Date prisa y explícame qué fue lo que ocurrió! - Exigió Emily que se había recuperado de la impresión y ahora volvía a sentir una inmensa curiosidad.

- Ja, ja, ja. Está bien. - Respondió Bryan abrazándola: - El hechizo que usó ese Necromante servía para enlazar nuestras almas y provocar una especie de destrucción del puente entre mi espíritu y mi cuerpo, lo cual me mataría inevitablemente. Al mismo tiempo le permitiría al Necromante absorber todo mi poder y conocimiento.

Sin embargo, es una técnica muy peligrosa que sólo debe utilizarse en magos con un poder inferior e incluso así puede salir mal. Después de todo, el mundo espiritual es demasiado complejo e impredecible, con reglas muy complicadas. Además, en ese plano la voluntad pura es mucho más importante que el poder.

Normalmente un Necromante Archimago no tendría problemas para imponer su voluntad sobre la mía, pero las otras artes que practico implican realizar ciertos cambios graduales en mi cuerpo para fortalecerlo. Con el tiempo pueden llegar incluso a fortalecer el nexo que existe entre mi carne y mi alma.

El Necromante no tenía forma de saber eso, así que usó el mismo método que utilizaría sobre una persona normal. Para usar una analogía: fue como si el Necromante se hubiera puesto a nadar pensando que entraba en una piscina, pero en realidad se introdujo en un lago. Por eso tuve bastante tiempo para revertir su conjuro a pesar de no saber nada sobre su funcionamiento. -

- ¡No puedo creerlo! Incluso si no fue magia es impresionante que hayas podido superar en voluntad pura a un Necromante que te superaba en conocimiento y poder. - Dijo Emily asombrada y luego sonrió: - Lástima que no tuviera idea de cuán tenaz es el hombre que amo. -

- Mejor él que yo. - Comentó Bryan contento: - Gracias a su arrogancia pude obtener una enorme cantidad de información y conocimientos, tanto sobre la necromancia como sobre su vida. -

- ¡Eres increíble! - Exclamó Emily abrazándolo con fuerza.

- Está mal que yo lo diga, pero ¡sí que lo soy! - Dijo Bryan riéndose y luego preguntó señalando al Pequeño Esqueleto que seguía revoloteando alrededor de ellos: - Por cierto ¿qué pasó con él? -

- Se metió en el misterioso brebaje con el que invocaron al dios Nécora. - Respondió Emily apresuradamente: - Traté de detenerlo, pero fue inútil. Después absorbió completamente la sustancia y sufrió algún tipo de trasformación misteriosa. -

- Bueno, no es la primera vez que hace algo como eso. - Comentó Bryan encogiéndose de hombros. Luego le gritó a la criatura: - ¡Oye, mocoso! ¡Baja de una vez y ven aquí! -

El Pequeño Esqueleto respondió a su llamada inmediatamente. Mientras aterrizaba a su lado con la misma actitud que un niño buscando a su padre, Bryan se puso a examinarlo para ver cuánto había cambiado y sin darse cuenta comenzó a acariciarlo en la cabeza huesuda.

Emily aún estaba tiernamente acurrucada entre sus brazos, mirándolo con ternura y preguntándose cuán grande llegaría a ser este misterioso joven que había capturado completamente su corazón: Bryan era capaz de esgrimir poderes misteriosos, comandaba criaturas únicas de poder incalculable y poseía una voluntad tan férrea e inquebrantable como una fuerza de la naturaleza.

- ¿Qué piensas? - Preguntó Bryan.

- En lo maravilloso que eres. En cuanto te quiero. Y cuán lejos podrías llegar algún día, cuando finalmente desarrolles tu potencial. - Contestó Emily sonriendo dulcemente, pero entonces su expresión se entristeció un poco: - Cuando ese momento llegue necesitarás una mujer a tu altura, una lo bastante noble como para mantenerse a tu lado. ¿Entonces dejarás a esta pobre viuda? -

- No seas tonta. -

- Solo digo lo que es cierto. - Dijo Emily acariciando su mejilla: - No pasará mucho tiempo para que tus poderes superen a los míos y eventualmente construirás tu propia influencia política. Entonces mi utilidad no será suficiente para… -

Bryan la silenció inmediatamente con un beso profundo, luego la sostuvo por la barbilla de un modo delicado pero firme: - Me gusta lo inteligente que eres, tu lealtad y tu magnífico cuerpo. Amo la forma en que me amas. Pero por encima de todo te amo a ti, Emily Asturias. ¿Entiendes lo que eso significa? -

Emily lo miraba embelesada por la intensidad de sus ojos y simplemente negó con la cabeza.

- Significa que ya eres mía. - Respondió Bryan sonriendo desafiante: - Yo quiero tenerte conmigo y así será. Me importa muy poco lo que cualquiera piense sobre ello. Si alguien se interpone lo venceré. Si el imperio se interpone, lo someteré. Y si el mundo entero quiere interponerse, entonces derrotaré al mundo entero. Tú eres mía. Nada más importa. ¿Entendiste? -

Este discurso imponente y tiránico la dejó abrumada, incluso le pareció absurdo. Pero algo en su interior le decía que Bryan algún día sería capaz de hacer lo que decía. Y cuando llegó a esta conclusión se aferró a esa esperanza para no dejarla ir.

Finalmente, Bryan se levantó y el Pequeño Esqueleto se encaramó sobre su hombro. Emily continuaba sentada en el suelo, mirándolo enamorada. Entonces él le tendió la mano firmemente mientras decía: - No pienso soltarte incluso si dices que me odias. Nunca podrás librarte de mí, amada mía. Así que mejor asúmelo. -

- Malvado demonio. - Contestó Emily sonriendo con alegría y tomado su mano: - Supongo que no tengo más remedio que seguirte hasta el final. -

- Así es, querida. - Dijo Bryan: - Y puedes comenzar siguiéndome afuera de este mugriento lugar. No tenemos nada más que hacer aquí y ya conseguimos lo buscábamos. ¿Cierto? -

- Buena idea. -

Y tomados de la mano ascendieron nuevamente por los escalones hasta que volvieron a la superficie. Después abandonaron fácilmente el mercado de esclavos usando los mismos métodos con los que habían entrado, no sin antes recoger todas las pertenencias valiosas del difunto Archimago Necromante.

Cuando finalmente llegó el siguiente turno de guardia hubo un espantoso escándalo en la Ciudad de Valen. Y en lugar de los enemigos que buscaba, Odón Ascher recibió la terrible noticia de que había perdido la principal fuente de ingresos ilegales con la que llenaba sus arcas, de modo que pronto enfrentaría serios problemas económicos.

Su ira era tan grande como los pilares que sostenían el cielo, pero esta vez ni siquiera tenía gente a la que castigar, pues todo su personal asignado había sido asesinado. Así que de inmediato ordenó a sus soldados que revisaran la ciudad con una exhaustividad aún más violenta que la primera.

Pero para cuando sus órdenes llegaron, Bryan, Emily y Chester hacía mucho que habían dejado la Ciudad de Valen.

La Legión Grifón

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú, donde la vida es bella sin importar donde veas a pesar de toda la tensión política. Hoy en día es 27 de noviembre del 2020 y hay una serie de marchas que generan un clima de inestabilidad. Yo personalmente no voy a marchar porque no encuentro motivo para hacerlo.

Luchar por lo que crees es bueno, pero cuando lo hagas debes hacerlo con conocimiento. Debes tener un plan y un objetivo claros. Sólo de este modo se han conseguido cambios. De otro modo, solamente estas rompiendo la sociedad.

Por ejemplo, si quieres luchar contra la corrupción debes tener primero muy claro QUÉ ES la corrupción, luego QUÉ LA PROVOCA y finalmente un plan o al menos una IDEA para solucionarlo. Entonces puedes luchar para implementar ese plan, salir a marchar, etc. Hay tantos que hoy gritan que “¡hay que cambiar la constitución!” pero nunca la han LEÍDO o resultan incapaces de explicar claramente qué partes tienen que cambiarse y por qué.

Bueno, ahora los cambios.

¡Que capítulo! Algunos pueden pensar que la parte inicial espiritual tiene que ver con la filosofía oriental, pero la verdad es que no tiene nada de eso. La forma en que describo el alma y la herida que posee es Teología Católica muy básica; y la relación del alma y el cuerpo es psicología aristotélica, también en un grado bastante elemental.

Muchos creen que los chinos son los más profundos en cuanto a espiritualidad e interioridad, pero me temo que no es cierto. Yo estudié la filosofía y religión oriental, el camino de Buda, durante unos 7 años y al final concluí que todo eso de la reencarnación, el Karma y el Samsara estaba casi un 80 % equivocado. En cambio, es el Occidente donde encontré el sentido de la vida, aunque me costó otros 5 años de estudio de Filosofía, historia y teología. Ahí está el contenido, el problema es que pocos lo estudian.

En este capítulo aproveché un poco de ese conocimiento para explicar cómo funcionaría el hechizo de Erosión de Alma y cómo fue que Bryan, con un acto de voluntad pura, logra invertirlo. En la novela no se nos explica, simplemente nos dice que lo logró porque su cerebro es superior.

Sin embargo, el hechizo no se llama “erosión de la mente” sino del “alma”, algo que parece más apropiado para un Necromante. De ahí que me decidiese a asumir el reto de explicarlo. ¿Qué tal quedó? ¿Creen que fue acertado o debía dejarlo así nomás?

Es muy difícil escribir sobre cosas como el espíritu porque requiere explicar muchas cosas complicadas de por sí, muchas de las cuales van más allá de nuestro entendimiento. Sin embargo, Platón y Aristóteles han creado una serie de palabras, términos y sobre todo conceptos muy útiles para explicar esta realidad. Yo pienso usar mucho la filosofía platónica para darle contexto a los distintos eventos que aparecerán en el futuro.

Comprenderán que las imágenes para este capítulo fueron ridículamente difíciles de conseguir, así que espero que las disfruten. Muchas veces tengo que pasar horas retocándolas con Photoshop para que muestren exactamente lo que quiero.

También agregué nuevos diálogos y por supuesto omití la malvada redundancia que tanto pulula en estas novelas ligeras. En serio, no necesitamos que nos escriban las cosas como si fuéramos párvulos. Creo que decir algo una sola vez es suficiente.

La reacción violenta del Duque también me la inventé, porque he leído mucho de historia de Roma y eso es exactamente lo que haría una persona poderosa y malvada. En el original, Bryan y Emily regresan a un escondite dentro de la ciudad, pero eso me pareció muy ridículo dado que hay soldados por todas partes.

Ya verán en el próximo capítulo la modificación que le doy.

Pero por favor déjenme saber que les pareció en los comentarios. ¿Cuál fue tu parte favorita? ¿Te pareció que la explicación se dejaba entender? ¿Qué piensas de los nuevos diálogos de Emily sobre el Pequeño Esqueleto y sus cambios?

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Nos vemos en el siguiente capítulo.