29 El sentimiento de desprecio

El grupo de estudiantes y Bryan se quedaron atónitos al contemplar las imponentes murallas de la ciudad de Zajoski que convergían en un gran bastión defensivo con tres murallas circundantes, una enorme torre de piedra blanca y las gigantescas puertas que eran el único acceso a la ciudad. El pórtico estaba construido con bloques de la piedra más dura, pero también estaban exquisitamente labrados. Las puertas de madera reforzada con placas de hierro eran elegantes y funcionales, pero su color era inquietantemente similar al de la sangre seca, el cual se debía a los muchos enemigos que habían derramado la suya al intentar capturar la ciudad sin éxito.

Numerosos guardias, completamente equipados con armaduras pesadas, patrullaban por las almenas de las murallas a varios metros por encima del suelo. Aparte de los defensores los muros también contaban con torreones, atalayas, matacanes y troneras tras los cuales había trabuquetes, balistas, catapultas, ollas para el aceite hirviendo y todo tipo de medidas defensivas.

Desde lejos, todo el conjunto de las murallas, el bastión y los portones se asemejaban a una sanguinaria criatura capaz de devorar a todo bajo el sol. Varias picas de metal, afiladas y frías, emergían de las almenas dando al espectador la impresión de que estaba dentro de la boca de un gigantesco tiburón. La fría luz proyectada por las superficies metálicas creaba una sensación increíblemente disuasiva y espectacular. Zajoski era en verdad una ciudad inexpugnable, siempre que contara con suficientes guerreros para defenderla.

Las dos gigantescas puertas, labradas por quien-sabe-quién, estaban abiertas de par en par. El espacio entre ambas era lo suficientemente amplio como para que diez caballos la atravesasen al mismo tiempo. Un gran flujo de personas, carretas y extrañas criaturas mágicas pasaban constantemente entrando y saliendo de la ciudad, llevando consigo todo tipo de objetos y pertenencias exóticas.

Lo que más llamó su atención fueron las enormes bestias, más grandes que ningún animal terrestre que Bryan hubiese conocido hasta la fecha. Tendrían unos cinco metros de altura y diez metros aproximados de largo. Su piel era de color marrón oscuro, sus cabezas eran similares a las de un paquidermo, con arrugas y cuatro colmillos curvos de color blancos que sobresalían de sus mejillas. Estos colmillos medían un metro de largo.

- A esas bestias se les llama dragones de tierra, un tipo de criatura mágica que generalmente es pacífico. Por eso es fácil domesticarlos. Aunque realmente no están emparentados con los legendarios Dragones y ni siquiera son una subespecie. - Explicó Fanny con una sonrisa cuando vio que muchos de los estudiantes miraban asombrados a las grandes bestias: - Aunque se mueven lentamente, pueden soportar cargas muy pesadas. Son un medio de trasporte común dentro del Imperio para los comerciantes que necesitan trasportar objetos muy pesados a lugares lejanos. -

- Maestra Fanny, por favor cuide al grupo mientras voy a registrarnos en el cuartel de la guardia. También pediré nos preparen unos cuantos corceles, de lo contrario nunca llegaremos a Drol antes del anochecer… - Gene miraba a Fanny con ojos brillantes y todo el tiempo habló con una gran sonrisa. Su mirada se posó en el hermoso rostro de la Maestra y le costó bastante dejar de mirarla.

Todos en la escuela necromántica sabían de los sentimientos románticos que Gene tenía por la maestra. Ella también era consciente de ello, aunque nunca le dio a entender que estuviese interesada. Pero Gene no era de los que se apresuran en el amor y parecía que su estrategia era vencer la reticencia de Fanny con pura constancia. A menudo buscaba oportunidades para expresar sus sentimientos o mirarla apasionadamente por largos períodos de tiempo como en esta ocasión.

Bryan maldijo en su interior al ver la mirada desenfrenada de Gene. En su mente la Maestra Fanny ya se había convertido desde hacía tiempo en su propiedad privada y obviamente no le hacía ninguna gracia que otros hombres la estuvieran mirando. Pero sabía que en ese momento él no era más que un mero esclavo y faltaba mucho para que pudiese manifestar su poder. Por lo tanto, aunque le daban ganas de patearlo ahí mismo, tenía que mantenerse a raya.

- Mm. Pues adelante Maestro, yo vigilaré a los estudiantes. - Fanny se mostró de acuerdo con una sonrisa neutra y dio una respuesta ambivalente, evitando en todo momento la mirada ardiente de Gene. Luego volvió el rostro hacia las imponentes murallas de la ciudad y comenzó a hablar con emoción: - ¿Saben? Aunque ya las he visto muchas veces, siempre siento orgullo cuando visito la ciudad de Zajoski y contemplo sus murallas. Es gracias a estas increíbles defensas que todos los ataques de los orcos han sido rechazados sin importar cuan cruentos o feroces sean. Es un testimonio a la grandeza de nuestra gran nación y… -

Bryan estaba cargando con todo tipo de artículos pesados y empezaba a sentirse algo ahogado por eso. Por eso al ver que todo el mundo se detenía, decidió inclinarse un poco y estirar las piernas.

- Bryan, ¿qué estás haciendo? - Amy estaba de pie junto a Bryan y vio como los montones de paquetes se movían de manera extraña siguiendo sus movimientos. Naturalmente le llamó la atención y preguntó intrigada.

Al escucharla, todos los alumnos también cayeron en cuenta y concentraron su atención en él con expresiones de perplejidad en el rostro.

- ¡No es nada, señorita! ¡Simplemente estoy un poco adolorido, así que flexiono las articulaciones para aliviarme! - Respondió Bryan con calma y una expresión calculada para verse especialmente estúpido mientras hablaba.

Al oírlo Bella frunció el ceño y le habló con hastío: - ¡Ten más cuidado, esclavo idiota! Estas llevando objetos valiosos. Si rompes algo por accidente no podríamos recuperar las pérdidas ni aunque te vendiésemos. -

- Tú eres la idiota, Bella. Todas esas cosas son muy resistentes y no se romperán con facilidad. ¿Acaso crees que alguien traería algo frágil o valioso a una excursión al bosque? - Lisa lanzó una mirada de desdén hacia Bella y respondió sarcásticamente.

- ¿Ustedes siempre tienen que estar discutiendo señoritas?... ya paren con eso. Sepan que siempre que nos aventuramos al exterior corremos el riesgo de encontrarnos con algún peligro, ya sea grande o pequeño. Es mejor que empiecen a trabajar en equipo o vamos a tener problemas más adelante. - Fanny frunció el ceño cuando vio que Lisa y Bella estaban a punto de pelear de nuevo y se apresuró a detenerlas.

Bryan ignoró completamente los comentarios despectivos de Bella y continuó repitiendo esos aburridos movimientos. No estaba haciendo nada que hubiese visto en las memorias de Chu Cang Lan, simplemente eran ejercicios de relajación muscular que había visto en la televisión. A él le parecía bueno intentar cualquier método con tal de acelerar su dominio en el "Reino Sólido” y aprovechaba cada oportunidad para entrenar.

Después de un rato, Gene regresó, pero llevaba en su rostro una expresión de extremo disgusto… y las manos vacías. Cuando se acercó a Fanny, empezó a hablar con un tono cargado de indignación: - ¡Maldita sea! ¡Esos miserables me pidieron dinero! -

Las elegantes cejas de Fanny se juntaron y habló sorprendida al oír esas palabras: - Pero si nuestra Academia Babilonia es la cuna de los mejores caballeros, guerreros y magos del Imperio. Cada año desarrollamos a cientos de estudiantes talentosos que después sirven al estado de una u otra manera. Incluso hay muchos de los oficiales de la guardia o magos asignados a la ciudad de Zajoski que se graduaron de nuestra Academia. Hay acuerdos antiguos ratificados por el Imperio para apoyarnos en la formación de estudiantes. ¿Cómo se atreven negarnos unos cuantos caballos? -

- El oficial de guardia estaba dispuesto a entregarnos los animales cuando le dije que era profesor de la Academia. Pero se burló de mí en cuanto vio mi identificación y supo que enseñaba en la escuela necromántica. Luego me exigió cincuenta monedas de plata, añadiendo que no recibiríamos ningún caballo hasta que le pagáramos. Añadió que nuestra disciplina nunca había producido ningún talento que el Imperio pudiese aprovechar, así que no teníamos derecho a recibir beneficios gratuitos. - Gene parecía enloquecido mientras escupía esas palabras.

En cuanto los estudiantes oyeron esto, unieron filas contra el enemigo común y empezaron a gritar airadamente, pidiendo venganza contra el oficial de guardia. Parecía que el sentimiento de desprecio les era difícil de tragar. Para empezar, ellos ya sufrían bastantes agravios en la escuela por practicar una rama de la magia impopular y no estaban muy dispuestos a contener su ira cuando un simple oficial de guardia los ignoraba.

- Olvídalo, sólo saca cincuenta monedas de plata de nuestros fondos. Estos guardias han vivido aquí por mucho tiempo y sería difícil lograr que acepten nuestro reclamo. Añade a eso que nuestra escuela realmente ha estado declinando y ahora ocupa una posición inferior en la Academia. No es extraño que piensen menos de nosotros. Pero voy a informar de esto al decano de la Facultad Oscura en cuanto regresemos. Ahora no es momento de entrar en una pelea con ellos. - Fanny sacudió la cabeza con abatimiento y pronunció algunas palabras conciliadoras después de hacer esa propuesta.

A pesar de estar enamorado, Gene se mostró abiertamente en desacuerdo al principio y argumentó que no podían permitir que unos soldados tan arrogantes hiciesen lo que les diera la gana. Pero al final suspiró y sacudió la cabeza después de escuchar algunas palabras apaciguadoras de Fanny. Después tomó la plata que la profesora le alcanzaba con una expresión sombría y volvió a dirigirse hacia el puesto de control de la guardia.

Bryan observó cómo se desarrollaba toda la escena, miró los rostros de los estudiantes y a la desanimada Fanny. Luego lanzó una mirada con cólera fría hacia el oficial de Guardia estacionado a lo lejos y juró en su interior que algún día les haría pagar por avergonzar a la mujer que deseaba. También que se encargaría de que la escuela necromántica recuperase todo el poder y la gloria que había tenido en el pasado, hasta que el mundo temblase con miedo ante la sola mención de la presencia de un Necromante.

- Estudiantes, no permitan que esto los deprima. Nadie se hubiese atrevido a menospreciarnos cuando la necromancia estaba en su apogeo. Es sólo que en el pasado ocurrió una terrible catástrofe que durante un tiempo nos condenó al ostracismo entre el resto de las escuelas mágicas. De acuerdo a las leyendas se desató una gran guerra mágica en la que muchos Necromantes murieron y con ellos se perdió una enorme cantidad de hechizos y encantamientos increíblemente poderosos. Esto es lo que ha causado la disminución de la necromancia.

En esta ocasión viajaremos al Bosque Oscuro y hace tiempo hubo rumores de que en medio de la espesura se encuentra el legendario Cementerio de la Muerte, una poderosa fortaleza para los más poderosos Necromantes de antaño. 

Se dice que un mago sabio se encontró con este lugar cuando estaba perdido, aunque los detalles no están claros. Si podemos encontrar ese lugar legendario y hallamos los libros o grimorios mágicos ancestrales en su interior, entonces tal vez podamos cambiar la situación actual en la que se encuentra la escuela necromántica. - Fanny dijo esto último solamente para consolar a los estudiantes que mostraban expresiones melancólicas.

Muchos se alegraron al oír sus palabras y las expresiones de sus rostros se llenaron de alegría. Parecía que todos querían dar lo mejor de sí en la excursión que estaban a punto de emprender.

Al ver la emoción en las caras de todos, Fanny soltó involuntariamente un silencioso suspiro: - Si bien es cierto que hay rumores del Cementerio de la Muerte, también es verdad que el mago que lo encontró se murió poco después de salir de ahí. -

El Bosque Oscuro era gigantesco y hasta encontrar un edificio en su interior sería como buscar una aguja en un pajar. Fanny ni siquiera tenía esperanzas de toparse con el sitio por accidente. Además, si alguien descubriese un lugar tan legendario como ese, inevitablemente atraería una horda de aventureros, muchos de los cuales simplemente saquearían el lugar. Sería demasiado idealista pensar que su pequeño grupo de doce Necromantes fuese capaz de recuperar los conocimientos que necesitaban para revivir su escuela en ese viaje. Lo único que Fanny buscaba era motivar a todos con sus palabras. 

El propósito principal de esta excursión era probar hasta qué punto los estudiantes podían aplicar sus conocimientos mágicos en situaciones reales y ayudarles a tener experiencia en el mundo real.

- ¿Eh? ¿Acaso no son los chicos de la escuela necromántica? ¿También piensan aventurarse? Jeje, ¿Para qué los han traído a ustedes aquí? - Una dulce voz con un dejo de burla se escuchó a lo lejos mientras los estudiantes de necromancia aún estaban sumidos en sus propios pensamientos.

Se trataba de Irene, la alumna de la Facultad de la Luz que fue atacada por el Pequeño Esqueleto, junto con algunos otros estudiantes y maestros de la Facultad de la Luz, todos a caballo. Su ardiente pretendiente, Claude Ascher, también los acompañaba montado en un enorme Corcel de Batalla con el que avanzaba trotando a cierta distancia.

- No es asunto tuyo. Y mejor presta atención, no te vayas a caer de tu caballo. - Respondió Lisa mirando a Irene con irritación.

- Jeje. ¿Estamos de mal humor? ¡Ya sé! Seguramente no han querido darles caballos ¿no es verdad? Ah, pero no te enfades por eso, era algo inevitable. ¡Tú escuela de magia no ha dado ninguna contribución al Imperio! ¿No te parece poco apropiado aprovecharse de los recursos del estado sin haber hecho ninguna contribución? - Irene era toda sonrisas mientras la burla y el sarcasmo se sumaban a sus divinas facciones.

Aunque Lisa y sus compañeras estaban enfurecidas, no encontraron palabras para replicar porque Irene decía la verdad. Sólo podían apretar los dientes y fingir que no la escuchaban mientras se tragaban la ira.

- Hola, maestra Fanny. - Un profesor de la Facultad de la Luz llamado Beacher estaba montando en un recio caballo de carga y saludó a la maestra con una sonrisa.

- Hola Maestro Beacher. ¿También se dirigen al Bosque Oscuro para ir de aventuras? - Fanny le sonrió en respuesta y habló con amabilidad.

- Sí, los pueblos circundantes han denunciado la amenaza de criaturas mágicas y planeamos cazarlas. Vamos a poner a prueba el dominio de la magia de nuestros estudiantes mientras contribuimos con el Imperio. Bueno, ya nos tenemos que ir. ¡Nos veremos más tarde! - La respuesta de Beacher sonaba educada, pero solo en apariencia. Bryan aún pudo discernir un rastro de desdén en su mirada cuando miró a los estudiantes de necromancia.

Gene finalmente trajo seis caballos cuando Beacher y los alumnos de la Facultad de la Luz ya se habían marchado en sus grandes y saludables corceles. Pero al final eso fue bueno, porque las bestias famélicas que le dieron al profesor eran muy inferiores en comparación a los finos y saludables caballos que tenían los estudiantes de la Facultad de la Luz, tanto en físico como en número. Aparentemente la escuela necromántica no podía recibir un buen trato incluso después de haber pagado cincuenta monedas de plata extra.

Y el problema no terminaba ahí porque, aunque el grupo tenía doce integrantes solo tenían seis caballos, lo que significaba que cada animal tendría que cargar el doble de peso. Los estudiantes se miraron y rápidamente se emparejaron para compartir un caballo, dejando a Bryan, Fanny, Gene y Bach sin pareja.

- Muy bien, Bach. Tú y Bryan pueden compartir un caballo mientras yo voy con la maestra Fanny. - Los ojos de Gene se iluminaron rápidamente por la alegría mientras imaginaba su suerte. Sonrió felizmente a Bach… Pero.

- ¡No! ¡Definitivamente no voy a compartir un caballo con este asqueroso esclavo recadero! - Bach no era conocido por su capacidad de perdonar y seguía guardando un fuerte rencor contra Bryan, así que de inmediato gritó con insatisfacción.

Todo el mundo podía notar las intenciones de Gene. Esta era una oportunidad de oro para acercarse a Fanny y el profesor estaba a punto de responder enojado a los gritos de Bach cuando la maestra sonrió de repente. - Ya que Bach no está dispuesto, entonces yo iré con Bryan. -

- Jeje, muchas gracias Maestra Fanny. ¡Voy en un momento! - Bryan se llenó de alegría e inmediatamente se dirigió hacia el caballo antes de que el entristecido maestro pudiera objetar. 

El legendario Cementerio de la Muerte

Nota del Traductor

Buenas, este es un capítulo reeditado el 20 de abril del 2021.

Saludos a todos, especialmente a mis mecenas Johan Trujillo Mar, el Gran Mecenas El Chuck y El Gran Mecenas León Cranell gracias a los cuales podré comer carne esta semana.

En este capítulo agregué muchas cosas que no se encuentran en el original, sobre todo la descripción de las murallas de Zajoski. Como soy un gran amante de la arquitectura medieval militar no pude resistirme a enriquecer un poco la novela para darles un mayor énfasis a las defensas de la ciudad.

Quizá me excedí, pero yo creo que me quedó genial. ¿Qué es un mundo fantasía sin una adecuada ambientación? Me gusta mucho la idea de una construcción ancestral inexpugnable. Aquí en Perú tenemos Machu Picchu, una ciudad construida en granito en un lugar casi imposible de alcanzar para un ejército. Y eso que ni siquiera es una fortaleza militar. En el medioevo estaba la poderosa Constantinopla de fines del Imperio romano, que resistió 1000 años sin ser conquistada hasta que perfeccionaron los cañones. ¿cuándo volveremos a ver algo que dure 1000 años? No en esta época al menos, donde todo dura 5 como máximo.

El Autor de esta novela no presta mucha atención a los detalles. Y eso es algo perfectamente entendible. Ni Can Tian es chino, no tiene por qué conocerlos. Pero como yo sí sé algo al respecto decidía aprovechar para “darle una mano” en ese sentido y colocar los nombres correctos cada vez que pueda sin afectar demasiado la historia.

En el original mencionan que todos montan Corceles de Batalla para adentrarse en el bosque. Eso es algo que nadie haría en la edad media porque los caballos de guerra eran extremadamente caros, de gran tamaño, musculosos, fuertes y entrenados durante años para las cargas de caballería. Excelentes para los campos de batalla, pero inútiles en un bosque llenos de árboles que solían evitarse durante las guerras porque no permitían maniobrar bien ni a hombres ni a bestias.

Para viajar los medievales usarían un caballo más robusto, de tamaño mediano, que soportase viajes largos, tuviese un andar relajado, con fuerza para cargar el equipaje, que pudiese comer cualquier cosa y adentrarse fácilmente en terrenos escabrosos. En realidad, lo ideal sería un animal más parecido a un Poni robusto. Por eso cambié el término para todos, menos al de Claude, que al ser un caballero no sería extraño que su familia le regalase uno.

En fin, espero que los cambios les gustasen. Por favor no dejen de comentar y su quieren colaborar con este humilde traductor les suplico que me ayuden en mi Patreon.

Nos vemos en el siguiente capítulo.