204 Mi propio poder

El puño de Dalibor avanzó inexorable como si llevase detrás suyo suficiente poder como para pulverizar una montaña. El golpe fue tan veloz y brutal, que provocó un estruendo semejante al del mar cuando se estrella contra los peñascos.

Y, sin embargo, frente a las opciones de quedarse quieto e impotente o avanzar y atacar, Bryan eligió lo segundo sin ningún asomo de duda. Su cuerpo forjado en los entrenamientos más crueles de la Magia Demoníaca se movió de acuerdo a su voluntad, su mente llena hasta rebosar de Fuerza Mental hizo que su percepción se incrementase inmensamente, de modo que el mismo tiempo pareció pasar más despacio.

Los puños de ambos contactaron, produciendo una explosión atronadora que los obligó a retroceder varios pasos.

Bryan terminó cayendo en el suelo, con el brazo entero temblando y el hombro a punto de dislocársele, pero se las arregló para levantarse rápidamente. Dalibor en cambio consiguió mantenerse en pie, pero cuando trató de mover el brazo, descubrió que su mano entera estaba entumecida, como si la hubiese mantenido enterrada dentro de un bloque de hielo por varias horas, y en cuestión de segundos una dolorosa sensación comenzó a extenderse desde sus nudillos hasta su hombro.

Una mirada asesina brillaba en los ojos de ambos. En ese momento ambos eran como un par de escorpiones que han encontrado un oponente digno en el contrario y no piensan detenerse hasta que sólo quede uno. La euforia homicida de Dalibor era el complemento perfecto para la cólera fría de Bryan, de modo que ambos dieron el paso siguiente para comenzar con un espantoso combate a muerte.

- ¡Bryan, alto! - Gritó Trunks.

- ¡Capitán Dálibor! - Gritó también Blaz.

El grito de esas dos personas despertó a ambos del estado en que se encontraban. De repente se dieron cuenta de que estaban a punto de matarse mutuamente sin motivo alguno, así que los dos retrocedieron tres pasos y comenzaron a respirar para tranquilizarse.

Dalibor era un Berserker, un usuario de Magia Antigua que se sometía a unos entrenamientos extremadamente crueles y sanguinarios, pero lo hacía con el apoyo de sustancias tóxicas y extremadamente adictivas. Esto mejoraba sus habilidades físicas y mágicas a pasos acelerador, pero cambio afectaba su racionalidad.

La mayoría de los que intentaban convertirse en Berserker se volvían dementes irremediables. Dalibor había tenido bastante éxito convirtiéndose en uno, pero aun así había ocasiones en que perdía la cabeza y ésta había sido una de ellas.

Esta intención asesina de Dalibor fue tan fuerte, que despertó al monstruo durmiente en el interior de Bryan, esa parte de él que usualmente salía a la luz cuando quería sobrevivir a cualquier costo. Y tan agresivo fue este despertar, que Dalibor enloqueció todavía más.

En medio de semejante estado, las únicas voces que podrían haber llegado ellos eran las de personas similares, aquellos quienes también habían tenido que pasar por innumerables situaciones de vida y muerte. Afortunadamente, tanto Trunks como Blaz cumplían con estas características, así que sus gritos lograron despertarlos a ambos.

- ¡¿Estás bien?! - Preguntó Emily, que había levitado hasta llegar a su lado y lo ayudó a mantenerse de pie. El tono dulce de su voz y el aroma de su cuerpo femenino, ayudó a que Bryan lograse liberarse de los últimos rastros de ira despiadada que todavía estaba sintiendo. De modo que acarició la mano de Emily mientras concentraba su Esencia Mágica en su articulación dañada para regenerarse rápidamente.

- Ya estoy bien, querida. - Respondió, ya completamente tranquilo.

Mientras tanto, Dalibor estaba sacudiendo fuertemente su cabeza para despertarse. Blaz estaba parado al costado suyo, mirándolo de soslayo, al mismo tiempo que les hacía señales a los guardias de la Banda de Drakar para que se marchasen, pues se habían acercado espada en mano, alarmados por el estruendo.

- Parece que tu fuerza se ha incrementado bastante, capitán Dalibor. - Comentó Trunks en ese momento: - Me he dado cuenta de que te contuviste. Ahora realmente creo que la leyenda es cierta y un nuevo Berserker de tres trasformaciones ha nacido. -

Bryan se estremeció inconscientemente por el comentario de Trunks. Su brazo reforzado con todo su poder casi terminó dislocado con ese único golpe de Dalibor, pero aparentemente el gigante berserker ni siquiera fue con todo. La única otra persona que le había dado una sensación de peligro tan apremiante, en cuanto a fuerza física, había sido su difunto enemigo Clark Ascher, cuando se enfrentaron en el dormitorio de la Academia Babilonia. El golpe que Dalibor le acababa de dar tenía el poder aproximado al de un Gran Caballero e incluso podría ser un poco más fuerte. ¡Eso quería decir que su verdadera fuerza quizá superase a la del Gran Maestro de Espadas Marcus!

Debí imaginarlo.” Pensó Bryan: “Tenía que haber un buen motivo para que Sorin, con todo su poder y el apoyo detrás de escena que tiene, no haya podido hasta ahora derrotar a la Banda de Drakar. El Fuego-Glacial Místico debió haberle congelado el brazo instantáneamente, pero no parece haberle hecho demasiado daño.

Cuando Bryan estaba preparándose para lo peor, escuchó un crujido. Se trataba de varios trozos de hielo que se estaban desprendiendo del brazo de Dalibor en ese mismo momento y se estrellaban contra el suelo. El berserker aparentaba estar perfectamente bien, pero los ojos de Bryan captaron un pequeño estremecimiento, imperceptible para todos los demás, pero que le reveló que en realidad estaba lastimado.

Esto alivió bastante los miedos de Bryan, y al estar más tranquilo recordó que otro de los motivos por los cuales la Magia Salvaje se practicaba cada día menos, era porque resultaba muy difícil abarcar una gran cantidad de habilidades con ella. Con excepción de algunos seres como los Druidas, que se demoraban siglos en desarrollarse, la mayoría de los usuarios de Magia Salvaje tenían que enfrentarse a muchas consecuencias negativas por el uso de su poder. Y, además, fuera de su especialidad, eran bastante débiles.

Era posible que Dalibor pudiese matar fácilmente a Clark Ascher si se enfrentaban usando únicamente fuerza física, pero posiblemente un Caballero de la Tierra pudiese superarlo sin mucha dificultad, aplicando alguna técnica profesional junto con su Aura de Batalla.

Dalibor es más fuerte que yo actualmente y lo mejor es que no busque problemas con él. Pero no es tan peligroso como otros de mis enemigos.” Concluyó Bryan finalmente: “Seguramente lo más terrorífico de él sea su trasformación, que lo haría inmune a casi cualquier tipo de daño por un corto tiempo. La estrategia ideal para luchar contra él sería enfrentarlo en un lugar aislado, completamente sólo. Entonces hay que dejar que use su Frenesí Berserker y escapar de él durante un tiempo, hasta que se termine. Sólo de ese modo habría formas de asesinarlo con relativa calma. El problema es que, si Trunks tiene razón, este tipo puede volverse loco unas tres veces… Eso sí que es problemático.

Mientras tanto, Dalibor parecía estar examinando a Bryan del mismo modo, pues algo en su expresión revelaba que también estaba preguntándose cuál sería la mejor forma de matarlo. Finalmente, no pudo contener un temblor involuntario por causa del frío y preguntó: - ¿Qué diablos fue lo que hiciste? No sentí magia, ni Aura de Batalla… ¡Pero ese fuego tenía el poder combinado de ambos! -

- Que curioso, me estaba preguntando lo mismo. - Respondió Bryan socarronamente: - No había ningún Hechizo de Fortalecimiento ni Aura de Batalla, pero tu fuerza física está al mismo nivel que el de Gran Maestro de Espadas.

Dalibor se sacudió el brazo congelado antes de responder: - Los berserker sumergimos nuestros cuerpos en pociones mágicas hechas con sangre de muchas bestias, para templar nuestro cuerpo. Y también consumimos muchas cosas que modifican nuestra estructura muscular constantemente, mientras nos sometemos a un entrenamiento infernal. Pero no parece que tú seas como nosotros, así que… ¿Qué se supone que eres? -

Irónico, la descripción de su entrenamiento se parece mucho al de la Magia Demoníaca de Chu Can Lan. Sólo que la mía es interna gracias la Esencia Mágica, mientras que la de Dalibor parece ser externa y mucho más artificial.” Pensó Bryan para sí mismo, pero al final respondió con un tono relajado: - Dudo mucho que mi método de entrenamiento te sea de utilidad. Y tampoco creo que sea el motivo por el cual me invitaste a venir. -

La tensión de Emily y Trunks también se desvaneció cuando notaron que Bryan estaba adoptando una actitud cordial. Dalibor entonces sonrió con aprobación, aunque sin mirar a nadie en particular y los invitó a sentarse en una de las gradas.

- Infórmame Blaz. ¿Qué dicen nuestros espías sobre la condición de Sorin? - Preguntó Dalibor mientras se sentaba en frente de ellos.

- Informando a mi capitán. - Respondió Blaz adoptando un tono formal: - Sorin fue llevado por sus hombres al baluarte controlado por Falce Segador, como si fuese una pequeña perra, si se me permite agregar. -

- Lo permito. - Respondió Dalibor sonriendo.

- Luego de encerrarse no ha vuelto a salir. Y todas las noticias confirman que se encuentra inconsciente hasta ahora, ni tampoco despertará pronto. Aparentemente ha sufrido una Sobrecarga de Fuerza Mental. No sé muy bien que significa eso, pero parece ser algo que sufren los magos cuando se agotan en exceso. -

Dalibor asintió y entonces permaneció en silencio durante unos momentos, como si estuviese considerando algo. Luego miró a Bryan y dijo: - Eres bastante fuerte y me gustaría que te unieses a nuestra Banda de Drakar, pero dudo que lo hagas teniendo en cuenta la forma en que pareces ser amigo de Trunks y de la señora aquí presente. Aun así, eres enemigo de Sorin, eso de por sí es suficiente para que te considere, sino un amigo, por lo menos un huésped estimado. Pero antes de que podamos conversar más, quisiera preguntare algo. Un aprueba de tu buena voluntad, podríamos decir. -

- Pregunta, Capitán Dalibor. - Contestó Bryan lacónicamente.

La mirada de Dalibor se volvió de pronto aguda y su expresión era bastante difícil de leer en ese momento: Finalmente dijo: - Conozco muy bien a Sorin. Conozco su fuerza. Conozco sus métodos. Y ahora, gracias a ese golpe que te di, tengo una buena idea de cuán poderoso eres, señor Bryan. No quiero ofenderte, pero no eres lo bastante fuerte como para haber dejado en semejante estado a ese maldito Archimago, que tiene tantos tesoros salvavidas consigo. ¿Cómo entonces te las arreglaste para lastimarlo así? -

Por un momento las expresiones de Bryan y Emily vacilaron. También el vicecapitán Blaz palideció en ese mismo momento y había buenos motivos.

’Blaz debió haberle informado a Dálibor sobre la presencia de Egon en cuanto regresó. ¿Por qué no lo hizo?” Se preguntó Bryan, pensando a toda velocidad, pero en ese momento tenía que responder rápidamente y con la verdad si quería tener alguna esperanza de tener a Dalibor de su lado, así que contestó: - Pedí prestada la fuerza de otra persona. -

- ¿Oh? ¿De quién se trata? -

- Egon, un Gran Mago de Oscuridad. - Respondió Bryan: - Parece que es un enemigo jurado del abuelo de Sorin. También es mi enemigo, pero definitivamente odia más al nieto de su rival. Los dos se enfrentaron primero y yo simplemente me aproveché de la situación. -

- ¿Qué pasó con ese Gran Mago? -

- Entró al Valle del Sol, pero no sé qué rumbo tomó. - Respondió Bryan.

- Y el vicecapitán Blaz, aquí presente… ¿Estaba ahí cuando eso sucedió? - Preguntó Dalibor con una peligrosa mirada.

Bryan sintió que acababa de llegar a un punto de inflexión importante, pero no sabía cómo maniobrar en ese momento. Algo le decía que Dalibor ya sabía la respuesta a su pregunta, así que vacilar podía ser interpretado de mala manera. De modo que dijo lo único que podía decir: - Si. -

- ¡¿Así que uno de esos monstruos del Culto de Caelos está en mi ciudad y tú ni siquiera me lo informaste, Blaz?! - Exclamó Dalibor levantándose de pronto y mirando al mercenario con una mirada despiadada.

- ¡Capitán, yo quise informarle personalmente! ¡Pero pensé…! -

- ¡¿Pensaste?! - Lo interrumpió Dalibor caminado hacia él: - ¿Ahora piensas en lugar de seguir ordenes? -

- ¡No, yo mismo…! –

- ¡O quizá! - Lo cortó Dalibor mientras lo miraba como una serpiente: - ¿Quieres ser tú quien dé las ordenes ahora? ¿Quieres probarme, vicecapitán? ¡Adelante, pues! -

Dalibor entonces dio un terrible pisotón que hizo a la tierra estremecerse. Blaz retrocedió por acto reflejo y desenvainó su mandoble. Pero el Berserker no atacó, sino que caminó subiendo las gradas hacia Blaz, mientras extendía sus enormes brazos y sonreía: -¿Por qué dudas? Estoy aquí frente a ti, vicecapitán, completamente desarmado. Tú tienes tu espada. ¡¿Por qué no lo intentas ahora?! -

La tensión era tan fuerte que se sentía en el aire. Varios mercenarios de Drakar habían llegado atraídos por el estruendo y se quedaron congelados viendo lo que estaba pasando. Su capitán estaba desafiando a su vicecapitán a atacarlo en ese mismo momento. Pero a pesar de estar desarmado, Dalibor se veía mucho más peligroso en ese momento que Blaz, a pesar de que este llevaba un montante en la mano y vestía su armadura.

Finalmente, Blaz arrojó su arma a los pies de Dalibor y se arrodilló diciendo: - ¡Nunca me rebelaré contra ti! ¡si quieres matarme, adelante! ¡Pero antes quiero decir que no he intentado traicionarte! -

Dalibor lo miró en silencio por un minuto entero antes de bajar sus brazos y decir: - Levanta tu mandoble, de nada me sirve un vicecapitán desarmado. Esta vez tu lealtad te ha salvado. ¡Pero si se vuelve a repetir algo así, te arrancaré la cabeza! ¡Ahora retírate! ¡No cobrarás la paga de este mes! -

Blaz saludó militarmente y se retiró, no sin antes mirar a Bryan con desagrado por un momento. El resto de mercenarios también se retiraron.

- Ese viejo monstruo y la mujer con el rostro cubierto que lo acompañan son un problema muy serio. ¿Y dices que son tus enemigos? - Pregunto Dálibor a Bryan luego de sentarse como si nada hubiese pasado.

Él ya sabía perfectamente que ellos estaban aquí.” Confirmo Bryan en ese momento, pero antes de que pudiese responder, Trunks se dirigió al berserker.

- ¡Quién lo diría! ¡Yo que pensaba que nada ni nadie podía asustar al gran Dalibor! ¿En serio le tienes miedo a lo que puede hacer ese viejo fantasma? -

- No necesariamente le tengo miedo a él, sino al maldito Culto de Caelos que representa. ¿Crees que soy tan estúpido como para enemistarme con esos locos cultistas que tiene a la mitad del mundo aterrorizado? ¡Son la pesadilla de todo el continente! ¡Y no descansarán hasta destruirnos a todos si los provocamos! -

- Ayudarlos tampoco garantiza que no sufrirás un destino trágico. - Dijo Emily interviniendo de pronto: - Para el Culto de Caelos no existe tal cosa como los “aliados”, sino que todos son vasallos útiles a sus ojos o estorbos de los que quieren deshacerse. ¿Sabes lo último que hicieron hace tan solo unas semanas? ¡Para deshacerse de un solo enemigo, asesinaron a más de mil personas y los usaron como sacrificios para invocar a Nécora el Putrefacto! ¿Te suena el nombre de ese dios malvado? -

La expresión de Dalibor se ensombreció de inmediato y también la de Trunks. Los dioses del caos despertaban la repulsión de todos aquellos que no eran lo suficientemente depravados como para rendirles culto.

- Los más curioso es que no hicieron esto para destruir a su enemigo, sino la ciudad que gobernaba. ¿Entiendes lo que digo? - Continuó Emily: - Ni siquiera era necesario que lo hiciesen, pues tenían a todo un grupo de especialistas listos para el asesinato, pero prefirieron emplear el método que causase más muertes colaterales a propósito. ¡Solo por el placer que sienten al llevar a cabo las absurdas exigencias de sus deidades malignas! ¿Te imaginas cuánto vale la palabra de estos sujetos?

¡Oh si! Quizá Egon venga un día y te prometa muchas cosas, Capitán Dalibor, como ayudarte a exterminar a Sorin, darte un país e incluso un ejército propio. Pero con la misma facilidad que se les antoja una comida podrían conjurar una ruina mucho peor que la muerte sobre todos los que habitan en el Valle del Sol.

E incluso si por algún milagro deciden no hacerte daño… ¿Crees que se quedarán aquí para protegerte cuando el mundo entero escuche que ayudaste al Culto de Caelos y vengan buscando justicia? ¿Crees que el Templo de Idramón tolerará que hayas sido enemigo de Sorin y además un aliado de su peor enemigo? -

Emily expuso todos esos puntos con un tono seguro y perfectamente calculado para producir el mayor efecto, incluso en alguien tan feroz como Dalibor. Finalmente remató con un susurro: - ¿Crees que las legiones del Imperio Itálico no apuntarán todas sus espadas en esta dirección si llegan a sospechar que tuviste algo que ver con esos sujetos? -

Por primera vez el berserker mostró una expresión amarga. Era evidente que había estado considerando brindarle asistencia a Egon a cambio de su ayuda contra Sorin, pero ahora que Emily le había expuesto la situación tan claramente, la posibilidad de que lo hiciese se había reducido mucho. Dalibor resopló por unos momentos y dijo: - Señora, no entiendo nada de lo que dices. ¡Ni se me pasó por la cabeza ayudar a un miembro del Culto de Caelos! ¡Ni siquiera sabía que ellos estaban aquí hasta hace unos momentos! -

- Estoy segura de ello. - Respondió Emily sonriendo: - Simplemente dije algunas cosas al azar en voz alta. Por favor no me prestes atención. -

Dalibor sonrió sin mirar a nadie en particular y luego volvió a fijarse en Bryan: - Hace poco escuché que una señorita del Gremio Mercante de Bootz está tratando de comprar una… propiedad bastante particular. Como eres enemigo de Sorin, me gustaría mucho que fueses un residente permanente en el Valle del Sol. Pero no puedo entender por qué querrías comprar ese lugar maldito en el sector nordeste. ¿Puedes explicarme la razón? -

- Capitán Dalibor. - Respondió Bryan mirándolo con una sonrisa seca: - Vivo bajo la creencia de que, “si buscas al enemigo de tu enemigo, encontrarás a un amigo”. Sorin es un enemigo mortal del que tengo que deshacerse, así que nada me gustaría más que ser amigo tuyo y de todos los mercenarios de la Banda de Drakar.

Pero hace poco me pediste sinceridad y te la di. A cambio tuve que presenciar un asunto que claramente no era de mi incumbencia entre tú y tu subordinado. ¿Entiendes que ahora sea receloso en revelar mis motivos personales? Me interesa comprar esa tienda y nadie más la quiere. ¿No es suficiente motivo? -

- No se trata de eso. - Dijo Dalibor alzando una ceja: - Ese sitio está maldito desde hace mucho y dicen que los demonios se pasean por el interior. ¡Morirás si te quedas! -

- ¿Hablas de esa vieja cantina maldita? - Intervino Trunks con recelo: - Recuerdo claramente las historias. Todos los que viven ahí terminan muertos. ¿Por qué la quieres, Bryan? -

- Sinceramente. - Dijo Bryan suspirando: - No tengo miedo de ser enemigo del Culto de Caelos. ¡Mucho menos temeré a unas historias sobre maldiciones! -

- Bryan, yo también he escuchado algunos rumores al respecto. - Dijo Emily mirándolo sorprendida, pues él no había tenido tiempo de contarle sobre ese lugar: - ¡Lo mejor es no correr riesgos innecesarios! -

- Además… - Continuó Dalibor mirándolo con curiosidad:  - Si se trata de hacer negocios aquí, hay otros lugares. Comprenderás entonces por qué quiero saber los detalles. ¿Qué motivos puedes tener para querer comprar ese lugar? -

A juzgar por sus palabras, este desgraciado está pensando que hay algo valioso dentro de la cantina que él no conoce. No le importa un comino mi seguridad, solamente quiere saber si puede obtener algún tipo de beneficio. Seguramente por eso Phoebe vino a buscarme en la mañana. Debió querer decirme que las negociaciones salieron mal.” Se dijo Bryan maldiciendo a Dalibor en su interior. Pero exteriormente sonrió y dijo: - Yo soy un mago, Capitán Dalibor. Me interesan todo tipo de fenómenos mágicos y no soy ajeno a las maldiciones. Quiero comprar ese lugar para poder hacerla mi residencia mientras realizo diversos experimentos privados. Pero si no quieres vendérmela…

Sinceramente pensé que les estaba haciendo un favor a todos comprando una propiedad que nadie quiere. Pero tampoco es que vaya a rasgarme las vestiduras sin no consigo obtener este capricho mío. -

- Que curioso que hables de ese modo. - Respondió Dalibor sonriendo más profusamente que antes: - Hace unos instantes me pareció que diste a entender que las historias sobre la maldición en ese lugar no te importaban. ¡Ahora resulta que estás interesado en realizar experimentos ahí! -

- Capitán, todos somos personas razonables. - Dijo Bryan encogiéndose de hombros: - Soy la bastante rico como para usar mi dinero como mejor me plazca. Pero si te resulto incómodo, no insistiré más en este asunto. De hecho, creo que no tengo mucho más por hacer en el Valle del Sol, así que te dejaré con mis mejores deseos y la esperanza de que puedas tener éxito matando a Sorin. -

- Es una lástima que tengas que irte. - Dijo Dalibor suspirando como si realmente lo sintiera, pero al final comentó con un tono casual: - Aunque algo me dice que Trunks no piensa irse de aquí por el momento y que tú tampoco estarás muy lejos de donde él esté. ¿No es cierto, pequeño Trunks? ¡Después de todo, así son los amigos! -

¡¿Es que este hijo de puta nunca se queda sin trucos?!” Pensó Bryan iracundo. Necesitaba desesperadamente obtener el Emplazamiento Extremo de Agua y no tenía ninguna intención de irse en realidad. Solo quería engañar a Dalibor para que no le pidiese un precio exorbitante por el lugar, pero ese gigante había visto su farol y encima lo contrarrestó rápidamente exponiendo la debilidad que representaba su amistad con Trunks.

El Cazador de Monstruos también estaba lívido, pues se dio cuenta de que Dalibor lo estaba utilizando para poner a Bryan en evidencia y miró furibundo al Berserker. Pero este simplemente seguía sonriendo con indiferencia suprema.

Emily también estaba enojada. Ahora se daba cuenta de que Bryan realmente quería ese lugar por algún motivo y no era un simple capricho. En ese momento podría haber insinuado que el Manto Oscuro deseaba tener ese lugar para presionar a Dalibor, pero su comentario anterior había arruinado esa posibilidad. Su preocupación por la seguridad de Bryan había jugado en su contra por primera vez.

El silencio se prolongó entre ambos por unos aterradores instantes que parecieron eternos. Finalmente, Bryan dijo sonriendo: - Bien jugado, capitán Dalibor. -

- ¿Ahora vas a decirme lo que hay en ese lugar? -

- No. - Respondió Bryan con sequedad: - Porque lo que hay ahí solamente es valioso para mí y para nadie más. Además, si no tengo absoluto control sobre ese sitio, no lo necesito. Pero hay algo más que tampoco necesito. ¿Sabes de que se trata? -

- ¿Oh? ¿Qué podría ser? -

- Destruir a Sorin yo mismo. - Respondió Bryan: - Es cierto que deseo matarlo, pero tampoco es que tenga prisa por hacerlo. Más pronto que tarde ese bastardo se enfrentará con ustedes por el control del Valle del Sol. Tal vez tú lo mates, y en ese caso, celebraré. Tal vez él te mate, entonces me enfrentaré a un enemigo debilitado. ¿No es ese acaso el mejor curso de acción para un forastero como yo? -

- Esa taberna podría ser destruida en el curso de los acontecimientos. -

- Cierto, pero su integridad física me tiene sin cuidado. - Respondió Bryan sonriendo: - Como dije, ahora no tengo prisa. Y si no puedo convencerte de que me vendas ese lugar, simplemente negociaré con la persona que tenga la autoridad el día de mañana. ¡Tampoco es que Falce Segador y la Banda de Drakar sean los únicos poderes en el Valle del Sol! -

La sonrisa de Dalibor desapareció por primera vez y susurró: - ¿Es eso una amenaza? -

- ¡Nada tan burdo! - Respondió Bryan también sin sonreír: - Si quisiera ser enemigo tuyo, Capitán Dalibor, no te cabría la menor duda. Pero lo diré de todos modos, no quiero tener ningún conflicto contigo. Lo que hago ahora es la simple constatación de un hecho: Como no tengo nada que me ate a este lugar, nunca seré yo el que salga peor parado durante la lucha entre los poderes del Valle del Sol.

Las cosas podrían cambiar si obtuviese ese lugar, pues tendría un especial interés por proteger mi residencia. También me interesaría que quienes ostenten el poder aquí fuesen aliados míos, a quienes hubiese ayudado. -

- ¿Acaso insinúas que me has ayudado en algún modo? - Preguntó Dalibor alzando una ceja.

- ¿No acabas de utilizarme para amenazar a tu subordinado en frente de todos? - Respondió Bryan con frialdad: - ¿Parezco alguien que puedes aprovechar a tu antojo? ¿De verdad crees que no pienso cobrarme eso? -

Dalibor ya no sonreía. Bryan no había conseguido voltear las tornas por completo, pero sí se las arregló para sacar un poco de ventaja al berserker. Ahora todo dependía de Dalibor.

Si el capitán de Drakar se negaba a darle la tienda, Bryan tomaría todo lo sucedido durante su encuentro como una ofensa y actuaría para perjudicar a la Banda de Drakar en su Guerra contra Sorin, aunque sin volverse su enemigo en ningún momento. Trunks y Emily seguramente lo apoyarían y eso era algo que no podía ignorar fácilmente. A cambio de esa molesta situación, Dalibor podría conservar en su poder ese misterioso tesoro que Bryan claramente deseaba. El problema era que no sabía de qué se trataba y tampoco estaba enterado de que Bryan ya había destruido la maldición de esa taberna maldita.

En cambio, si le entregaba el control de la Tienda, Bryan tomaría todo lo sucedido como un favor hacia él. Oficialmente serían aliados contra un enemigo común y Bryan no esperaría hasta después del enfrentamiento entre los poderes para actuar contra Sorin, sino que lo haría mucho antes.

El único factor incierto en este peligroso tablero era Egon del Culto de Caelos. Si fuesen un poco menos desquiciados, a Dalibor le hubiese encantado vender a Bryan para asegurar su apoyo contra Sorin. Pero era poco probable que pudiese hacerlo sin arriesgarse a sufrir terribles consecuencias.

El propio Bryan no se sentía tan seguro como aparentaba. Ya estaba enemistado con Egon, Belinda y Sorin. Lo ultimo que deseaba sería tener que ser enemigo también de este aterrador Berserker. Sabía que las amenazas jamás funcionarían con un tipo como Dalibor, por eso había tergiversado un poco los hechos para hacerle creer que perdería más siendo su enemigo de lo que ganaría al ser su aliado.

- Seamos amigos, señor Bryan. - Dijo Dalibor finalmente y volviendo a sonreír: - Te daré la tienda gratuitamente, sin impuesto alguno. También te proporcionaré información que consigamos reunir sobre el Falce Segador. Lo único que te pido cambio es que aproveches cualquier oportunidad para debilitar a nuestros enemigos comunes. -

 - Eres muy generoso, Capitán Dalibor. - Respondió Bryan también sonriendo: - Estoy seguro de que todos prosperaremos en el Valle del Sol bajo tu liderazgo. También quisiera pedirte que me proporciones algunos hombres para proteger mi propiedad en caso de que Egon venga a buscar problemas o perturbar el orden. -

- Eso tengo que negarlo. - Contestó Dalibor tajante: - Una cosa es “no ayudar” al Culto de Caelos y otra muy diferente es interponernos en su camino. Tus asuntos con ellos son problema tuyo y tú mismo tendrás que encontrar cómo salir de ello. -

- Eso… Tienes razón, Capitán Dalibor. - Dijo Bryan mirándolo con una expresión de frustración reprimida: - Haré como dices e intentaré resolver esos asuntos yo mismo. -

- Si averiguamos en dónde está ese Gran Mago, podemos decírtelo como un favor. Pero no haremos más. - Agregó Dalibor con indiferencia.

Bryan ya sabía desde un principio que Dalibor nunca aceptaría esa propuesta. Solo lo pidió para darle el gusto de negarles algo al final de sus negociaciones, porque la relación entre ellos ya era bastante tensa y no convenía que el Berserker sintiese que había perdido.

Este encuentro en realidad había sido un empate desastroso para ambas partes, pero la última petición calculada de Bryan y la respectiva negativa de Dalibor, causaría que el berserker asumiera que él había sido el ganador. En pocas palabras, confundiría una “victoria simbólica” con una real. Y lo cierto era que Bryan no quería iniciar por nada del mundo una guerra en tres frentes al mismo tiempo contra Egon, Sorin y también Dalibor.

Tengo que agradecer los consejos de Lawrence durante nuestros juegos.” Pensó Bryan recordando al joven aristócrata que le había enseñado tantas cosas hasta ese momento. Bryan supo que había tenido éxito en cuanto notó que la sombra de una sonrisa petulante volvía a insinuarse en la expresión del Berserker, pero se guardó muy bien de revelarlo y en su lugar adoptó una expresión de profunda frustración contenida.

- Sea pues. En cualquier caso, estoy agradecido. Pido entonces tu permiso para retirarme. -

Bryan, Emily y Trunks abandonaron la Sala y regresaron al asentamiento del Valle del Sol. Dalibor se quedó sólo y en silencio durante mucho tiempo y no permitió que nadie lo interrumpiese mientras organizaba sus propios pensamientos.

Luego de varios minutos susurró algo para sí mismo:

- Bien jugado, señor Bryan. ¡Estaba seguro de que ya lo tenía atrapado, pero consiguió evadirse al final! ¡Parece la clase de maldito que nunca se queda sin trucos! -

*****

- Jamás la frase “no juzgues al libro por su cubierta” estuvo mejor empleada. ¡Ese gigante parece tan bruto, pero es más astuto que la peor de las serpientes! - Exclamó Bryan cuando estuvieron solos.

Se habían reunido en una taberna particularmente aislada que sólo Trunks conocía. Estaba construida en el sótano de una tienda de abarrotes, así que había mucho ruido de personas en el primer piso. Lo cual significaba que no sería tan fácil que alguien indiscreto los escuchase, incluso si Emily no hubiese puesto su barrera de aislamiento.

- Nos utilizó para humillar a Blaz delante de todos sus hombres. Así que, incluso si este realmente planeaba traicionarlo, nadie lo seguirá desde ahora. - Comento Emily con el ceño ligeramente fruncido: - También destruyó cualquier buena relación que pudiéramos haber tenido con Blaz, que ahora nos responsabiliza indirectamente por lo ocurrido. -

- Fue culpa suya por no reportarlo. - Comentó Trunks: - Quizá realmente quería confabularse con el Culto de Caelos para reemplazar a Dalibor. -

- Irrelevante. - Respondió Emily casualmente: - La gente tiende a odiar más a los que tienen razón que a los que están equivocados. Blaz había construido alguna clase de compañerismo con Bryan por el asunto de Sorin. Ahora esa relación a muerto. -

- En cambio, Dalibor tiene a Blaz bien sujeto y en la palma de su mano, sus hombres le temen más que nunca y nosotros terminamos siendo unos aliados que, en parte, dependemos de él. - Dijo Bryan comprendiendo finalmente todas las motivaciones internas que el berserker tenía desde el primer momento en que hablaron.

- Claramente sabe cómo ser un líder. - Dijo Emily suspirando.

- Sabe cómo controlar a sus hombres. - Intervino Trunks: - Eso no lo hace un buen líder. -

- En cualquier caso, ahora no puedo desentenderme por completo de Dalibor. Tengo que incluirlo en mis planes si deseo mantener el control de ese lugar. - Exclamó Bryan sincerando su frustración por primera vez: - Egon, Belinda, Sorin y el Falce Segador… ¡Son demasiados factores que no puedo controlar! Y ahora encima tengo que estar atento a los movimientos de la Banda de Drakar para cooperar con ellos. -

- No es que realmente sean tus aliados. No les debes nada. - Intervino Trunks.

 - Tengo muy claro que me traicionarían a la primera oportunidad si eso les aportase un beneficio. - Respondió Bryan sonriendo tristemente: - Pero no puedo estar en muchos sitios al mismo tiempo y también tengo que estar atento a cualquier inminente intervención del Templo de Idramón, “Señor de la Luz dorada”, un poder que todavía no conozco. -

Se quedaron en silencio por unos momentos, compartiendo unos tragos de vino mientras pensaban en lo que podían hacer. Emily tenía que liderar en el Manto Oscuro y Trunks tenía su propia vendetta pendiente contra Sorin, pero aun así estaban escuchándolo en ese momento. Este sentimiento de camaradería era una experiencia completamente nueva para Bryan, quien normalmente guardaba todas sus preocupaciones en su interior. No sabía por qué motivo se había decidido a confiar de repente, pero agradecía haberlo hecho.

- Hay algo que se me ocurre. - Comentó Trunks de repente: - Dalibor dijo algo… ¿Acaso conoces a la Señorita Phoebe, del Gremio Mercante de Bootz? -

- Si, ellos tienen una excelente relación. - Respondió Emily masticando cada palabra.

 Naturalmente Trunks se dio cuenta de que la hermosa Archimaga estaba bastante enojada y miró rápidamente a Bryan para pedirle una explicación, pero este simplemente le dijo:

- Phoebe también es mi novia. Por favor no preguntes más y tampoco me juzgues. -

- Ajá. - Respondió Trunks con una expresión perpleja al principio, pero que poco a poco se fue convirtiendo en una sonrisa socarrona. Sin embargo, antes de que pudiera soltar una carcajada, captó una mirada asesina que venía por parte de Emily y perdió de golpe cualquier deseo de reír. En lugar de eso se concentró en beber su vino. Ni siquiera el legendario Cazador de Monstruos era capaz de hacerle frente a una mujer celosa.

- Cof. En cualquier caso… - Continuó Trunks luego de que hubieron pasado unos incómodos minutos. - Creo que esto te ofrece una interesante serie de posibilidades. -

- ¿Como cuáles? - Preguntó Bryan alzando una ceja.

- El Valle del Sol es un sitio caótico para la mayoría, pero representa un abanico de oportunidades para una persona decidida y con suficiente habilidad. Tú ya tienes todas esas cosas características. Y si además puedes conseguir el suficiente flujo de capital…. Podrías convertir este lugar en el primer escalón para construir tu propio poder. -

Bryan se inclinó hacia adelante y preguntó con un tono muy bajo, como para confirmar si estaba entendiendo lo que Trunks quería decir: - ¿Te refieres a que construya y además mantenga una facción? -

- Exacto. - Respondió Trunks: - Piénsalo un momento. En cualquier sitio civilizado tendrías que rendir cuentas para mover grandes cantidades de dinero, habría inspectores controlando si decidieras comprar armamento y definitivamente necesitarías someterte a muchas regulaciones. Pero el Valle del Sol no tiene otra ley que la necesidad y la fuerza. No hablo de un gran ejercito porque en este lugar no hay recursos para mantener a tantos, pero si hablamos de una pequeña fuerza de élite… -

- Mercenarios de élite. - Aportó Emily que estaba escuchando con atención: - Podrías comandar una pequeña fuerza armada que solamente respondiera ante ti y que operaría relativamente libre en este lugar fronterizo. Podrían ir haciéndose fuertes en este lugar, combatiendo con las otras facciones o aceptando misiones, hasta que llegue el momento en que consigas obtener un territorio propio. Incluso entonces hay muchas ventajas en controlar el Valle del Sol, porque aquí puedes tener acceso a productos prohibidos en la mayoría de las naciones. -

- Yo conozco personalmente a muchos mercenarios independientes, que son de carácter leal y estarían felices de unirse a una nueva facción. - Dijo Trunks con una sonrisa: - Además, conozco todas las rutas secretas para llegar hasta el Bosque Oscuro desde aquí, lo cual nos daría acceso a muchos más recursos únicos y oportunidades de entrenamiento. También soy el mejor explorador que hay por estos lares y sé muy bien cómo aprovechar cada centímetro de terreno mucho mejor que Dalibor, la puta de Sorin o cualquiera de los otros poderes locales. -

- A nuestros amigos en el Imperio... - Intervino Emily sonriendo, y Bryan supo de inmediato que la hermosa Archimaga estaba hablando del Manto Oscuro: - Les interesará mucho ayudarte, porque sentirán que puedes ser más útil a sus intereses si controlas una facción militar por derecho propio. Estoy segura de que puedo convencerlos para que te den apoyo ocultando tus movimientos o brindándote información de primera mano, cosas que ni siquiera Dalibor sabría y tal vez incluso con recursos únicos bastante útiles. -

- El único punto débil para comenzar bien este proyecto sería el dinero. Los poderes actuales en el Valle del Sol han acumulado una riqueza considerable, de modo que es casi imposible ponerse al día con ellos, para un recién llegado. - Explicó Trunks: - Pero si la Señorita Phoebe es tu “amiga”, ni siquiera necesitaríamos su dinero en realidad. ¡Sólo el nombre del Gremio Mercante de Bootz nos valdría una inmensa cantidad de crédito!

Hablando claramente, Dalibor no le tiene miedo a Egon, porque con el poder que tiene su Banda Mercenaria no es imposible que maten a un Gran Mago si este no está protegido por un ejército propio. A lo que le tiene miedo es al Culto de Caelos.  También tiene miedo de los mercenarios del Falce Segador, más que del propio Sorin. Lo mismo ocurre con nosotros.

No importa lo poderosa que sea una persona individualmente, si no tiene personas detrás suyo que lo apoyen, no serán una gran amenaza. Dalibor ahora mismo no tiene miedo de lo que puedas hacer por ese motivo. -

- Llevas razón, por supuesto. - Respondió Bryan: - Pero eso también es algo que me preocupa. Ahora mismo conseguimos salir vivos de la base de Dalibor precisamente porque sabe que puede matarnos. Pero si comenzamos a construir una facción en este momento ¿No nos verá como una amenaza? -

- Eventualmente lo hará. - Respondió Trunks: - Pero no creo que lo haga de inmediato. Al principio se confiará pensando que puede utilizarnos como una piedra más para arrojarle a Sorin y cuando la pelea entre los poderes del Valle del Sol empeore, no podrá prestarnos tanta atención. Creo que en ese momento podremos aprovechar para fortalecernos en secreto y cuando Dalibor finalmente se dé cuenta del peligro que representamos, ya estaremos perfectamente establecidos. -

 - Lo sugieres se parece un poco a lo que Sorin hizo con el Falce Segador, sólo que sin la parte de la traición. - Comentó Bryan alzando una ceja.

- Es estúpido no aprender de tus rivales. - Respondió Trunks sonriendo para demostrar que la comparación no le molestaba: - Sorin es una puta traidora, pero no es estúpido. Tampoco lo es Dalibor. Ni los otros poderes que dominan el valle.

No me estoy haciendo ilusiones. Si decidimos hacer esto, tendremos que caminar con pies de plomo, sabiendo que en cualquier momento nuestros enemigos podrían aliarse para matarnos. Pero creo que tú y yo tenemos las habilidades necesarias para lograr construir una facción a la velocidad del rayo y hacerla lo bastante fuerte como salir victoriosos. -

Las palabras de Trunks encendieron una llama de interés en el corazón de Bryan, exactamente igual que el día en que Phoebe despertó su ambición.

Que tu fuerza no solo seas tú, sino la de aquellos dispuestos a caminar a tu lado.

- “Si” hacemos esto. - Pregunto Bryan sonriendo maquiavélicamente: - ¿A quiénes reclutaríamos primero? -

- Tengo muchos amigos que originalmente pertenecían a Falce Segador y que en su momento se unieron conmigo para tratar de vengarnos de Sorin. Sólo tengo que decir una palabra y estoy seguro de que vendrán, porque, aunque son poderosos, la vida debe haber sido muy difícil para ellos ahora que son independientes. Te garantizo que su fuerza no es nada desdeñable. -

- La propuesta de Trunks es bastante razonable. - Comentó Emily.

- ¿Y su equipamiento? ¿Estará a la altura de nuestras necesidades? - Preguntó Bryan todavía sin aceptar claramente.

- Aún no. - Respondió Trunks: - Pero he conseguido acumular una pequeña fortuna durante mis años recorriendo el Bosque Oscuro. Creo que alcanza para comprar armas, armaduras y los recursos suficientes para un grupo poco numeroso durante los primeros meses. Durante ese tiempo, si consigues el apoyo de la Señorita Phoebe, podríamos realizar nuestras operaciones el tiempo suficiente como para ganar nuestro propio dinero, haciendo misiones. No necesariamente tenemos que unirnos a las legiones o participar en las guerras. Los aristócratas constantemente se meten en pequeños conflictos internos, así que una espada de alquiler siempre es bien recibida.  -

- Muy bien, hablaremos de esto con más detalle. - Respondió Bryan mirando a Trunks con una sonrisa mientras ponderaba todas las posibilidades: - Tus compañeros serán miembros de seguro, porque los conoces y confío en tu criterio. Pero antes de decidir nada más quiero que haya algo en lo que estemos de acuerdo. -

- ¿Qué cosa? -

- Si bien es evidente que preferiría tener personas hábiles y poderosas en nuestra facción, eso debe ser secundario. - Explicó Bryan enigmáticamente: - Dejaremos muy claro a todos los candidatos que, incluso si no son muy fuertes o les faltase talento, eso no importa. Porque yo mismo me encargaré de encontrar nuevas formas de hacerlos útiles y también les aseguraré un futuro próspero. Habrá muchas oportunidades, porque este grupo de mercenarios bien podría terminar articulándose con otros planes que estoy realizando a largo plazo en el Imperio Itálico, para obtener más poder.

En cambio, la cualidad más importante para unirse a nosotros debe ser una sola. -

- ¿Cuál? - Preguntó Trunks, aunque el brillo en su mirada indicaba que ya sabía la respuesta.

- Lealtad. - Dijo Bryan poniendo énfasis en cada sílaba: - Lealtad a nosotros por encima de todo y de cualquier otra cosa. Sin eso, hasta cien Archimagos nos resultan inútiles. -

- Estoy de acuerdo. - Contestó Trunks.

- Entonces está decidido. - Dijo Bryan dándole la mano.

Mercenarios de Élite

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú, es agosto del 2021 y nuestro presidente sigue siendo ilegal e ilegítimo.

El primer encuentro entre Dálibor y Bryan ha sido modificado ligeramente para hacerlo un poco más intenso e impactante. Quería que ambos se viesen como criaturas agresivas con tendencia a asesinar y disfrutar con ello. En cierto sentido, Bryan es como un Berserker, por lo menos en ocasiones.

El intercambio de negociaciones entre Dalibor y Bryan fue completamente inventado por mí. Originalmente Dalibor no es más que un simple bandido poco brillante con algunos destellos de lucidez, pero yo quise cambiar esto porque Sorin, con el apoyo del Templo de Idramón, ha estado ahí durante años y no se entendería que hasta ese momento todavía no pueda volverse el primer poder.

Fue bastante difícil. Tuve que pensar cada frase durante muchos días para asegurarme de que quedase lo mejor posible. De hecho, mientras escribo este comentario ya retoqué algunas cosas. El resultado final debe sentirse como una auténtica Guerra de Palabras entra ambos, que contrasta de forma irónica con su primer enfrentamiento de fuerza bruta, pero que, en cierto modo, es un espejo de este. La frase final de Dalibor, semejante a la de Bryan, nos da a entender que el berserker se siente igual de intimidado por la inteligencia del protagonista, aunque en ese momento él mismo no lo sepa.

¡Por favor díganme que quedó bien! Fue un gran riesgo que espero termine valiendo la pena.

La siguiente parte fue cambiar la discusión de Trunks con Bryan sobre formar un grupo de mercenarios. Originalmente esto lo conversan en el camino, peor me pareció ridículamente peligroso, así que lo cambié a una especie de taberna. Cambié muchas cosas sobre los diálogos y la estructura de la banda e intenté incrementar el sarcasmo en las partes graciosas.

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Nos vemos en el siguiente capítulo.