127 Combatiendo Fuerza con Inteligencia

Bryan no se inmutó en lo más mínimo por la desdeñosa mirada de Deo y se limitó a permanecer en silencio sin dejar de observar a su Maestra. En ese momento la Rectora Dean Emma se aproximó y lo miró con benevolencia mientras preguntaba sonriente: - Te llamas Bryan ¿verdad? -

- Así es, me siento honrado por conocerla suprema Rectora. - Respondió Bryan apresuradamente y sorprendido de que la mayor autoridad de la Academia se dirigiese a él con tanta amabilidad.

- No he dejado de escuchar sobre las grandes contribuciones que hiciste para la Escuela Necromántica durante su excursión en el Bosque Oscuro. - Le explicó Emma sin dejar de sonreír de un modo divertido: - Tus méritos son extraordinarios. Deseo que tengas un excelente torneo, pero no vayas a excederte, porque algo me dice que eres un chico problemático. -

Bryan sintió que había algunos significados ocultos en las palabras de la Rectora, pero no podía definir exactamente de qué se trataba, aunque era evidente que la Gran Maga era capaz de ver por encima de su disfraz mucho mejor que cualquier otra persona que hubiese conocido. Sin embargo, no era el momento para deducciones, de modo que realizó una educada reverencia para despedirse de Dean Emma y se dirigió a la Arena.

Tras un toque de trompetas que anunciaban el inicio del combate, la barrera fue abierta y los grupos ingresaron. Bryan notó como el sonido de los espectadores desaparecía repentinamente, así como la visión de las gradas. El ambiente era mucho más oscuro de lo que parecía en el exterior e incluso podía ver algunos rastros de neblina flotando alrededor. Grandes rocas, algunos árboles secos, montañas y quebradas componían el terreno, volviéndolo accidentado.

Aunque al principio lo pensó, Bryan decidió no liberar a sus Espectros Originales mientras estuviera en el interior de la barrera. Con tantos magos poderosos observando el espectáculo no quiso correr el riesgo de ser descubierto, sobre todo teniendo en cuenta que no conocía el alcance de los poderes de Dean Emma.

Además, con sus sentidos recientemente amplificados, las sombras y la niebla no representaban un desafío. Ningún estudiante por talentoso que fuese tendría la oportunidad de esconderse en su presencia o notar cualquier obstáculo antes de que él lo hiciese. De hecho, ya había descubierto la ubicación aproximada del equipo contrario únicamente gracias a sus oídos.

Cuando se concentró un poco pudo escuchar la voz de Markas entre sus compañeros, que cuchicheaban entre ellos en ese momento. Parecía que recién estaban planificando lo que realmente iban a hacer y al darse cuenta de ello, Bryan sonrió con desdén por la ingenuidad de los jóvenes mientras pensaba que, si fuese él, habría aprovechado el tiempo en que los profesores discutían para definir una estrategia efectiva que les permitiese atacar inmediatamente.

Estos mocosos ni siquiera entienden el principio básico que da ventaja al que inicia la batalla porque fuerza al oponente a reaccionar a sus acciones.” Pensó Bryan con sorna. “Bueno, la mayoría nunca ha visto un combate real en su vida y por lo que alcanzo a escuchar solamente Markas es un oponente apenas competente.”

Luego volvió la vista para mirar al equipo de magos oscuros y los encontró cabizbajos, deprimidos y arrastrando los pies. No era extraño, todos alcanzaron a escuchar la discusión de los profesores y entendían que el Decano Deo se había rendido con ellos.

Como únicamente estaban luchando por compromiso, pensaban que no tenía sentido planificar nada. Pero a pesar de todo, tampoco podían desobedecer las órdenes de sus profesores, así que comenzaron a prepararse para combatir. Sin embargo, no tenían ninguna moral o espíritu. Ni uno solo tuvo la iniciativa de liderar al grupo o mencionar algún tipo de estrategia, en cambio iban a limitarse a resistir lo suficiente como para no quedar demasiado mal.

Más vale solo que mal acompañado” Pensó Bryan e inmediatamente comenzó a caminar sin mirar atrás mientras cavilaba una estrategia, lo cual no le tomó mucho tiempo. Entonces susurró unos conjuros para invocar a un nutrido grupo de Guerreros Zombis y Guerreros Esqueletos que se materializaron a una velocidad impresionante, listos para seguir sus órdenes.

- ¡La velocidad de sus conjuros es impresionante! Por lo menos no recuerdo la última vez que vi a aun Necromante invocar a tantas criaturas en tan poco tiempo. -

En las gradas, todos los maestros y estudiantes podían ver con claridad lo que estaba pasando. Naturalmente los primeros tenían vastos conocimientos en distintas formas de aplicar la magia y sabían cómo funcionaba la Fuerza Mental. Los Guerreros Zombis y los Esqueletos eran distintos tipos de criaturas, así que convocarlas requería de dos conjuros independientes que tardaban un tiempo diferente. Para juzgar el poder de un invocador uno podía medir estos dos factores: El tiempo que les tomaba conjurar una criatura y la duración del intervalo que necesitaban antes de convocar otra.

Ahora mismo Bryan había materializado a estos dos grupos con tal velocidad, que a simple vista parecía que aparecieron instantáneamente. Incluso Dean Emma dejó entrever un brillo de asombro cuando observó esto y parecía bastante interesada en lo que sucedería después.

Pero a pesar de esta demostración de poder, no todos los maestros dejaron de lado su desdén e incluso hubo uno entre los profesores de la Facultad de Magia Oscura que se burló de las acciones de Bryan diciendo: - ¡Pero qué joven iluso! Cualquiera sabe que las Criaturas Oscuras no pueden soportar ningún ataque promedio de la Magia de Luz. Por lo menos debió reservar su Fuerza Mental para apoyar a su grupo con otras magias necrománticas en lugar de desperdiciarla de ese modo. -

Varios profesores comenzaron a reírse al escuchar esas palabras y miraron con mayor o menor disimulo a la Maestra Fanny. Esta sabía perfectamente que el insidioso comentario estaba dirigido a ella, pero consiguió controlar su furia y no dijo nada.

En la Arena, Bryan sonreía viendo los resultados de su magia, pues ahora confirmaba que tras su última trasformación su gasto de Fuerza Mental era mucho menor y en cambio la velocidad con que sus poderes se restauraban era bastante superior. Así que rápidamente comenzó a invocar sin vacilación a más Guerreros Zombis y Esqueletos hasta que prácticamente tuvo un pelotón completo.

Entonces se puso a caminar con su escolta de no-muertos hasta llegar a un sector que ya había seleccionado cuando analizaba el terreno. Se trataba de una pequeña depresión llena de agujeros naturales y grietas rocosas, rodeada de árboles marchitos. Ya fuesen los competidores de la Facultad Oscura o de la Luz, ninguno podía ver este lugar claramente.

Bryan sonrió mientras daba órdenes a sus criaturas que inmediatamente se pusieron a trabajar. Los Esqueletos comenzaron a cavar en el suelo para hacer aún más profundos los agujeros, mientras que los Zombis arrancaron ramas de los árboles y movieron rocas. De este modo todo el sitio se llenó de trampas ocultas en muy poco tiempo.

Mientras las obras progresaban, Bryan dirigía todo para asegurarse de que todo quedase exactamente como deseaba y también se preocupó de movilizar suficientes escombros para bloquear cualquier otra ruta de acceso, de modo que todo aquel que ingresase en la depresión no tuviese otra opción que dirigirse exactamente a donde él quería.

Así fue como todo un sector de la Arena de Combate se trasformó en una peligrosa zona de emboscada. Al igual que un cazador en pos de una presa, Bryan se esmeró bastante con los detalles poniendo especial énfasis en el más grande de los agujeros naturales, que fue modificado rápidamente para convertirse en un verdadero foso de al menos cinco metros de profundidad con muros reforzados con palos de madera y cubierto con ramas mezcladas con tierra. Un trabajo como ese requeriría de al menos de cuatro a cinco horas para unos jornaleros, pero fue completado en minutos gracias a la fuerza y la incansable resistencia de las Criaturas Oscuras.

Todo esto ocurrió bajo la mirada de los espectadores, que al principio se burlaban de estos esfuerzos como si fuese una ridiculez. Pero cuando vieron cómo se configuraba esta ingeniosa emboscada, las sonrisas desaparecieron para ser reemplazadas por miradas serias e incluso admiradas.

Dean Emma observaba todo esto con una sonrisa y cuando vio que finalizaban las obras se volvió un momento hacia Deo para comentar: - Las Criaturas Oscuras tienen una resistencia ilimitada, poseen fuerza física superior y son insensibles al dolor, por eso no tienen rival cuando se trata de realizar trabajos manuales. Mientras un Necromante tenga suficiente Fuerza Mental, no hay un límite claro en el número de criaturas que puede invocar y controlar. He ahí una ventaja que ninguna otra rama de la magia posee y que ha sido magistralmente aprovechada por este estudiante. Es admirable la capacidad que tiene para tomar decisiones inmediatas y osadas, a pesar de que ha sido incluido en este torneo de forma inesperada. Será interesante ver cómo termina todo esto. -

Deo simplemente soltó un resoplido mientras respondía con una expresión hosca: - Todos estos esfuerzos serán inútiles si no es capaz de atraer a sus enemigos hasta sus trampas. No puedo imaginar cómo podría hacer eso sin exponerse y cuando sufra la primera oleada de ataques mágicos no tendrá ningún modo de oponer resistencia. -

El Decano dijo esto sin inmutarse, pero la verdad era que, en cuanto terminó de hablar, comenzó a sentirse bastante frustrado y un poco arrepentido. No podía dejar de pensar en que, de haber instruido a los estudiantes para que trabajasen con Bryan, su equipo podría haber hecho bastante daño a la Facultad de la Luz he incluso ganar el torneo gracias al elemento sorpresa. Pero la batalla ya había comenzado oficialmente y Deo no podía hacer nada para comunicarse con los participantes.

Por otro lado, Fanny estaba observando la Arena de Combate con ojos resplandecientes y no se perdía ni una sola de las acciones de Bryan. En ese momento ya ni siquiera le importaban las burlas de los profesores o las palabras de Deo, porque toda su atención estaba puesta en su estudiante.

Se ha dicho y no sin razón, que un hombre realmente muestra todo su atractivo cuando está totalmente concentrado en realizar una misión. Bryan parecía un general de ejército o un director de orquesta, completamente enfocado en sus preparativos. Y no mostraba el menor indicio de pánico, inseguridad o vacilación. Que todo este esfuerzo fuese en última instancia para defender su honor, solo podía aumentar aún más las emociones de la hermosa profesora.

Tras finalizar sus trampas, Bryan ordenó a sus criaturas ocupar sus posiciones fuera de la vista o camuflarse enterrándose directamente bajo la tierra. Entonces comenzó a caminar lentamente en dirección al grupo de estudiantes de la Facultad de la Luz, quienes ya habían terminado de discutir sus planes y ahora avanzaban con bastante parsimonia en dirección al centro de la Arena. Su objetivo parecía ser posicionarse en el terreno más elevado para controlar la batalla, pero su ritmo era bastante mesurado, cautelosos y poniendo especial atención a sus alrededores, sobre todo los lugares donde las sombras eran más profundas. Era evidente que no habían bajado la guardia a pesar de que Filipo no estaba participando.

Sin embargo, todo superviviente sabe que la visibilidad no depende necesariamente de la oscuridad de un sector, en cambio un factor más importante es el de la ubicación. Bryan continuó avanzando sin ninguna prisa aparente, pero en realidad estaba desplazándose de un modo calculado para ocultar su presencia como un espectro, hasta que finalmente estuvo a pocos metros del grupo de Magos de la Luz. Era una habilidad puramente física y no mágica, pero no dejaba de tener su mérito ni era en contra de las reglas.

Los asombrados espectadores no podían entender lo que ocurría, porque desde las gradas parecía como si Bryan simplemente estuviese caminando hacia el equipo contrario, pero estos no hacían nada para detenerlo o atacarlo. Esta extraña situación era algo completamente inesperado.

En cambio, los familiares que acompañaban a los Caballeros mostraban otro tipo de expresión. La mayoría estaban bastante versados en técnicas de combate y se daban cuenta de que el joven Necromante tenía que haber experimentado muchos viajes peligrosos para aprender a tener semejante dominio del entorno. Los magos más poderosos también se dieron cuenta de que Bryan estaba exhibiendo una extraordinaria serie de talentos en esa aparente caminata relajada.

En la Tribuna Principal la Rectora Dean Emma sonrió claramente al observar lo que ocurría y muchos jueces comenzaron a susurrar cosas entre ellos, sobre todos los Decanos de las Magias Elementales del Viento y Tierra.

 - Ese joven a memorizado perfectamente el terreno de combate y está aprovechándose de su disposición para mantenerse fuera de la vista del equipo contrario en todo momento sin dejar de tener bien clara cuál será la posición de su adversario en todo momento. ¿No es impresionante como siempre se mantiene cerca de alguna sombra para poder ocultarse rápidamente si es necesario? -

- ¿Y notaste lo que hace al caminar? Está sincronizando sus pasos con los sonidos que producen los estudiantes de la Facultad de la Luz, para que ninguno pueda escuchar cómo se acerca hacia ellos. También está poniendo atención en desplazarse donde el suelo es más rocoso para minimizar aún más el sonido, pero lo hace de tal modo que no emplea casi nada de fuerza física. -

La expresión de Deo se ensombreció aún más, pues nunca consideró la posibilidad de que Bryan tuviese una capacidad estratégica tan grande ni unas habilidades tan desarrolladas. Sin darse cuenta comenzó a mirar a la Maestra Fanny, preguntándose si tales destrezas provenían de su enseñanza.

Bryan por su parte continuó avanzando hasta que llegó exactamente a donde quería: Un montículo de rocas polvorientas que proyectaban unas sombras particularmente largas. Entonces se puso en cuclillas con las manos aferrando sus rodillas, mientras que agachaba la cabeza para que la capucha de su túnica ocultase su rostro.

Los espectadores suspiraron asombrados, pues incluso a ellos les pareció que Bryan se había fusionado con las sombras de las rocas y tenían dificultades para notarlo en su escondrijo a pesar de haber visto claramente en dónde se ocultaba.

En ese momento el grupo de Magos de la Luz llegó al centro de la Arena. Rápidamente comenzaron a dispersarse por el accidentado terreno para buscar las mejores posiciones y enfrentarse a sus rivales con cierta ventaja. Era una estrategia evidente y básica para los magos, quienes preferían atacar a distancia.

Por su parte los Magos Oscuros recién comenzaron a desplazarse lenta y perezosamente por el campo de batalla sin ninguna precaución, quejándose constantemente, con expresiones abatidas. En ese estado era evidente que serían derrotados tras las primeras ráfagas de ataques mágicos.

Justo en ese momento, uno de los estudiantes de la Facultad de la Luz comenzó caminar muy cerca del escondite de Bryan mientras buscaba un buen lugar desde el cual atacar, pero su atención estaba completamente enfocada en la dirección por donde debían aparecer los Magos Oscuros y no se dio cuenta del peligro que se cernía sobre él.

No podía ser totalmente culpado. Aunque era un mago capaz, el joven se había acostumbrado demasiado al método más común para combatir a otros magos. Si la batalla hubiese sido contra un grupo de estudiantes de la Facultad de Artes Militares, quizá hubiese estado más atento a sus alrededores.

Bryan en cambio había pasado mucho tiempo cazando en el Bosque Oscuro y conocía muy bien el significado de la paciencia. Su respiración se detuvo por completo cuando el joven mago estuvo a diez pasos de su escondite y su cuerpo no emitió ni el más mínimo sonido.

Al ver lo que ocurría, el público también contuvo la respiración por la emoción, de modo que todo el anfiteatro se quedó anormalmente silencioso mientras observaban como el Mago de la Luz avanzaba sin saberlo hacia el depredador oculto.

Cuando llegó el momento, Bryan se movió tan rápido como una mantis religiosa y sujetó al estudiante con el brazo izquierdo mientras le tapaba la boca con la mano. Al mismo tiempo usó su mano derecha para aferrar la cabeza de su presa y la golpeó contra la roca de un modo certero para desmayarlo, pero controló su fuerza para no lastimarlo demasiado. Luego arrastró su cuerpo rápidamente hacia su escondite.

El estudiante nunca supo lo que ocurrió, simplemente sintió que algo lo detenía justo antes de perder el conocimiento y ni siquiera llegó a procesar el dolor del golpe. Para los espectadores fue como si Bryan se hubiese trasformado de repente en un monstruo de las tinieblas. Su velocidad fue tal que muchos no habían terminado de entender claramente lo que estaban viendo, pero el estudiante ya estaba inconsciente y su cuerpo estaba siendo arrastrado hacia la oscuridad.

- ¡Ese Necromante acaba de golpear salvajemente a uno de mis estudiantes! - Gritó el Decano de la Facultad de la Magia de la Luz al mismo tiempo que se levantaba indignado del asiento.

- No exagere maestro Eldar. - Dijo la Rectora Emma con un tono tranquilizador mientras lo invitaba a sentarse nuevamente con la mirada. - Gracias a las matrices bajo la Arena podemos saber todo lo que ocurre en su interior. El golpe no le causará más daño que una contusión leve y fue apenas suficiente para que perdiese el sentido. -

- ¡Pero aun así! ¡Usar ese tipo de violencia contra un mago! ¡Habría que considerar!...  -

- Maestro Eldar. No hay ninguna regla que prohíba el contacto físico durante los combates oficiales en la Arena. De hecho, el principal objetivo de estos enfrentamientos es preparar a los estudiantes para las situaciones de combate real y si realmente intentásemos prohibirlo. ¿Cómo aplicaríamos eso a la Facultad de Artes Militares? -

- Entiendo lo que dice, Rectora. Pero las competiciones mágicas no requieren el uso de… -

- Los magos somos “razón de estado”. - Lo interrumpió la Rectora de un modo tajante. - La nación espera que siempre estemos dispuestos a colaborar con la defensa de nuestro Imperio. Usted sabe lo que eso significa. Definitivamente llegará el día en que nuestros estudiantes tendrán que participar en un verdadero conflicto armado, incluso si no están interesados en participar en la política. Ese es el deber de aquellos que nacimos con el poder de usar la magia. -

Las palabras de Dean Emma fueron suficientes para que el Decano Eldar dejase de hablar, pues todos a su alrededor entendían a lo que se refería su Rectora. De pronto la multitud a su alrededor contuvo el aliento y los jueces volvieron centrar su atención en la Arena.

Frente a los asombrados espectadores, Bryan le quitó la túnica blanca al estudiante y se vistió con ella, mientras que ocultaba al joven desmayado con sus propias ropas oscuras, de modo que nadie pudiese descubrirlo durante el combate. Luego caminó tranquilamente hacia el resto de los estudiantes de la Magia de la Luz, como si nada hubiese pasado.

El uniforme de los magos era una túnica con capa y capucha, que ya de por sí ocultaba los rasgos de quienes las usaban. Y por ser invierno las ropas eran más gruesas de lo normal. Además, los magos de la luz se habían dispersado intencionalmente por el campo de batalla para esperar a sus oponentes, de modo que no estaban vigilando atentamente a sus propios miembros. Simplemente vieron que una persona vestida de blanco se acercaba a ellos y asumieron naturalmente que era uno de los suyos. Nadie notó que su altura era diferente, ni prestaron atención a su forma de caminar.

Pero los estudiantes, maestros e invitados que observaban desde las gradas estaban bien consientes de todo lo que acontecía y también podían imaginar lo que iba a suceder. Toda la audiencia era un hervidero de conversaciones, expresiones emocionadas o miradas expectantes. De la nada, la siempre despreciada Escuela Necromántica se había convertido en el centro de atención en la competencia y los gritos eufóricos de Lisa junto a sus compañeras se destacaban por encima del bullicio general.

- ¡Viste eso! ¡No puedo creer lo rápido que derribó a ese estudiante! ¡¿Cómo lo hizo?! -

- ¡Yo quiero saber cómo diablos se acercó a los magos de la luz sin que lo descubrieran! ¡¿Por qué no lo vieron si es obvio que todos estaban prestando atención a sus alrededores?! ¡¿Acaso los Necromantes pueden hacerse invisibles?! -

- Ahora los magos de la luz están en problemas. ¡Ninguno se ha dado cuenta de que tienen un infiltrado entre sus filas! ¡Esto es emocionante! -

- Tú lo has dicho. ¡Ya quiero ver cómo terminará esto! -

Por todo el estadio se escuchaban declaraciones similares de los espectadores, muchos de los cuales todavía tenían problemas para creer lo que veían a pesar de que estaba ocurriendo frente a ellos.

- ¡Tienes un estudiante bastante talentoso, Maestra Fanny! - Admitió finalmente el Decano Deo mientras se volvía hacia la hermosa profesora con un gesto que pretendía ser amable y sereno, aunque el sutil temblor en sus cejas dejaba ver lo mucho que le costaba mantener la compostura por la emoción.

Una poderosa sensación de satisfacción embargó a Fanny, pero consiguió reprimirla con astucia femenina y simplemente le devolvió al decano un gesto frío e indiferente mientras le respondía con ironía: - Usted bromea, maestro Deo. Lo único que Bryan hace es completar los números de la Facultad Oscura. No necesita halagarlo. -

Deo cerró la boca y se volvió con nerviosismo. Era la primera vez en mucho tiempo que otro docente le hablaba de ese modo sin que él pudiera hacer nada para contradecirlo, pero tenía suficiente sentido común como para entender que tenía las de perder en ese momento, así que fingió no darse cuenta de la ironía a la vez que volvía a poner su atención a la competencia.

Por su parte Fanny se sentía eufórica. ¡Tantas veces había sido objeto de burlas y menosprecio porque la necromancia era considerada inútil por todos los miembros de la Facultad Oscura! Ahora, gracias a las acciones de Bryan, todo el desdén de sus colegas se estaba convirtiendo en asombro e incredulidad. Su corazón no cabía en sí por la alegría.

No importa cuán trascendentes sean las aspiraciones de una persona, siempre habrá una parte de ella que se complazca en la vana gloria y la hermosa maestra no era la excepción que confirma la regla. Sintiendo que finalmente era capaz de mirar hacia abajo a todos aquellos que constantemente intentaban avasallarla, Fanny comenzó sentirse muy orgullosa y su mirada al contemplar a Bryan resplandecía especialmente, a la vez que una encantadora, pero inconsciente sonrisa, se asomaba en sus hermosos labios.

Mientras tanto, en la Arena, Bryan era completamente inconsciente del alboroto que sus acciones estaban desatando en la multitud debido a la barrera. En cambio, se limitaba a caminar tranquilamente entre los otros estudiantes de la magia de la luz, asegurándose de no llamar la atención.

Finalmente, tras una espera que se les hizo eterna a todos, los estudiantes de la Magia Oscura llegaron caminando, pero rápidamente notaron que sus oponentes ya eran dueños del campo y habían ocupado el terreno más alto. Así que se detuvieron de un modo abrupto para después comenzar a extenderse lo más posible mientras buscaban rocas, árboles o cualquier tipo de obstáculo natural que les sirviera de cobertura, a la vez que desplegaban sus mejores barreras mágicas.

El primer aluvión de ataques cayó inmediatamente sobre los estudiantes oscuros. La principal ventaja de la Magia Lumínica era el gran poder destructivo que poseían hasta sus conjuros más elementales, también estaba el hecho de que sus ataques resplandecían naturalmente, cegando parcialmente a sus blancos. Aun así, tenían la desventaja de ser muy unidireccionales y perder en cuanto a versatilidad, pero como los estudiantes de la Facultad de la Luz llegaron primero al centro de la Arena ya habían ocupado posiciones ventajosas y no tenían que preocuparse por eso. En cambio, los estudiantes de la Facultad Oscura estaban desanimados desde un principio y tampoco tenían ninguna estrategia.

En una batalla grupal entre magos la táctica básica era conseguir que el enemigo agotase antes sus reservas de Fuerza Mental, lo cual se podía lograr atacando directamente las barreras mágicas del adversario, que debía invertir mucho de su poder para mantenerlas de forma constante. Antes de que cualquiera de los Estudiantes de la Facultad Oscura pudiese responder a un solo ataque, ya sentían que habían empleado casi la mitad de sus reservas mágicas sólo para defenderse.

A pesar de todo eran los mejores estudiantes de su disciplina y no podían pasar por la vergüenza de ser derrotados tan fácilmente frente a toda la Academia, así que comenzaron a arrojar ataques concentrados sobre ciertos magos de la Luz, con la esperanza de poder derrotar al menos a uno antes de perder la contienda. De inmediato conjuraron magias económicas en cuestión de poder, pero efectivas para un combate rápido, como el Brazo de la Oscuridad que creaba una larga mano negra hecha con las sombras circundantes, capaz de inmovilizar al enemigo, o el Hálito Negro, un hechizo en forma de un viento oscuro que confundía todos los sentidos al mismo tiempo si daba en el blanco, hasta que la víctima perdía el conocimiento.

El intercambio de conjuros y contra conjuros se dio durante unos momentos, pero era claro para todos los espectadores que los Magos Oscuros llevaban las de perder. Markas controlaba todo el desarrollo de la batalla con una mirada calculadora, pero cuando atacaba, sus ataques siempre daban en el blanco. Además, tenía una gran libertad para moverse porque ni un solo ataque oscuro había sido enviado contra él, pues todos sabían que el poder del capitán era muy superior y la mayoría de magias no serían efectivas en su contra.

Bryan se mantenía detrás de los magos de la luz, esperando el momento de atacar. Como la mayoría de sus poderes revelarían su identidad inmediatamente, sus posibilidades eran limitadas, pero aun así conservó la calma mientras esquivaba los ataques de magia oscura. Poco a poco fue acercándose a uno de los estudiantes que se encontraba concentrado en atinar a su oponente.

En cierto momento uno de los estudiantes oscuros atacó con un Brazo de Oscuridad y Bryan vio una oportunidad. El mago de la Luz conjuró rápidamente una barrera para defenderse mientras juntaba fuerzas para contratacar, cuando de pronto una Lanza de Hueso se materializó justo encima de su cabeza y salió disparada contra él. El joven inmediatamente enfocó su barrera para defenderse del ataque inesperado, pero puso tanta atención en bloquear el proyectil que viajaba hacia su rostro que no vio la segunda lanza que apareció a su izquierda e impactó directamente contra su barrera mágica en el punto en que era más delicada. La defensa del mago de la luz cayó de golpe y el joven asustado comenzó a mirar a su alrededor para encontrar a su atacante, cuando en ese momento el Brazo de la Oscuridad que originalmente habría tenido que bloquear lo atrapó. Todo el ataque de Bryan había sido una distracción.

El joven estudiante de la Facultad de la Luz comenzó a retorcerse inútilmente para liberarse, mientras que, al otro lado del campo, el Mago Oscuro parecía un poco estupefacto de que su ataque hubiese conseguido dar en el blanco a pesar de su desventaja inicial, pero rápidamente sonrió ufano y atacó enviando un hechizo de Hálito Negro que dio en el blanco.

Bryan entonces fingió que se retiraba asustado, lo cual atrajo la atención de otro Mago de la Luz, que al ver a su compañero desmayado se acercó para auxiliarlo. Entonces recibió una Agonía del Alma arrojada a traición por la espalda.

El estudiante cayó de rodillas, pero la defensa natural de los magos de la luz contra la necromancia hizo que resistiera un poco antes de perder el conocimiento y en ese momento se dio cuenta de que quién había sido su atacante. De inmediato quiso soltar un grito de advertencia, pero tuvo la mala fortuna de ser atrapado por un Brazo de Oscuridad antes de poder pronunciar una palabra y luego recibió de lleno una segunda Agonía del Alma cortesía de Bryan.

- ¡Tiberio! ¡Claudio! - Gritó Markas enfurecido, pues finalmente había notado que algo extraño pasaba, pero se quedó sin palabras al ver que uno de sus compañeros ya estaba desmayado y el otro apenas podía mantenerse consiente. Rápidamente corrió para auxiliar a su compañero convaleciente y Bryan hizo lo mismo, fingiendo que quería ayudar.

- ¡Resiste Claudio! - Dijo Markas mientras se arrodillaba junto a su compañero, pero este apenas podía moverse porque el Brazo de la Oscuridad aún lo tenía sometido y su conciencia desaparecía por momentos. El estudiante llamado Claudio trató de advertirle a Markas sobre Bryan desesperadamente, pero en ese momento el Mago Oscuro que lo tenía atrapado se apresuró a apretar con fuerza su mano, lo cual desató todo el poder de su conjuro y lo dejó inconsciente.

A pesar de haber perdido a dos de sus miembros, los Magos de la Luz se habían posicionado tan bien en el terreno, que bastaban unos pocos para mantener a raya al resto de los Magos Oscuros, así que Markas se desentendió un momento del combate para tratar de ayudar a Claudio.

El capitán acababa de agacharse y estaba a punto de examinar a su compañero para ver si tenía heridas, cuando tres Lanzas de Hueso se precipitaron hacia él, seguidas por dos Flechas de Hueso y una Agonía del Alma.

Markas se levantó con brusquedad para hacerse a un lado y entonces pudo ver el rostro de Bryan, tras lo cual soltó un grito involuntario: - ¡Mierda! -

Pero no era el mejor estudiante de la Facultad de la Luz por nada, pues incluso al esquivar contraatacó casi por instinto y una hoja afilada hecha de luz destruyó las Lanzas de Hueso al mismo tiempo que se retiraba. Luego Markas formó un semicírculo con sus manos frente a su pecho y una barrera resplandeciente detuvo por completo a las Flechas y la Agonía del Alma.

Sin embargo, justo cuando Markas pensaba que podría respirar, una andanada de Flechas de Hueso comenzó a caer sobre él una tras otra sin darle un momento de descanso. Bryan estaba disparándole sin parar directamente con una precisión malvada, apuntando siempre primero a la cara para forzarlo a bloquear el mismo sitio y luego inmediatamente disparaba contra lugares difíciles de prever, como los pies, los testículos o las rodillas; cuando Markas se concentraba en proteger estos puntos, Bryan volvía a dispararle al rostro, lo más cerca posible de los ojos.

Cuanto más complejo fuese un conjuro, más poder mágico gastaba y se necesitaba una mayor cantidad de Fuerza Mental para controlarlo. Las Flechas de Hueso eran el conjuro más elemental de un Necromante y apenas consumían energía, aunque por su propia naturaleza era muy fácil bloquearlas con cualquier barrera mágica. Sin embargo, Bryan las estaba disparando con una velocidad pasmosa, sin darle a tiempo a Markas para terminar de erigir su barrera por completo.

Debido al ataque sorpresa inicial, Markas había respondido con un conjuro innecesariamente poderoso al enviar una espada de luz a toda velocidad, por ese motivo se vio forzado a conjurar una barrera de bajo nivel para bloquear la Agonía del Alma. Esa barrera cumplió su función y el siguiente objetivo del mago era crear una nueva protección para mantenerse a salvo antes de enfrentarse a su enemigo, pero por más que lo intentaba, los ataques sucesivos de Bryan no le dejaban terminar.

En su desesperación por alejarse un poco, Markas retrocedió descuidadamente y tropezó, entonces Bryan conjuró rápidamente unas Flechas de Hueso, pero las hizo aparecer en la espalda de su enemigo, que no alcanzó a cubrirse a tiempo y una de las púas se le incrustó firmemente en el trasero. Markas gritó adolorido y finalmente bajó sus defensas, entonces Bryan se preparó para terminarlo, cuando sintió que alguien se le acercaba por detrás.

Eran los otros dos competidores de la Facultad de la Luz.

Bryan no podía creerlo. Había estado seguro de que los otros cinco magos oscuros podrían ganar contra los dos oponentes que quedaban o por lo menos mantenerlos bajo control un rato más. Pero parecía que ni siquiera la ventaja que acababa de darles fue suficiente para que recuperasen la iniciativa en la batalla.

¡Inútiles!” Maldijo Bryan en su interior, pero inmediatamente comenzó a retirarse aprovechando que los recién llegados todavía no estaban seguros de lo que estaba ocurriendo. Solamente habían escuchado el grito de su líder y se apresuraron a socorrerlo.

- ¡Ese tipo es un impostor que se hace pasar por Tito! ¡El maldito Necromante es más peligroso que los otros cinco juntos! ¡Hay que acabarlo primero! - Gritó Markas mientras se arrancaba la púa del adolorido trasero.

Al principio sus compañeros lo miraron extrañado, pero rápidamente cayeron en cuenta y comenzaron a conjurar una lluvia de ataques contra Bryan, quien escapó a toda velocidad, pero se detuvo un momento tras una gran roca para gritar: - ¡Tres fuera y solo quedan tres! ¡¿Ahora cómo van a ganarnos a nosotros seis? -

Luego de esto comenzó a correr rápidamente entre las rocas, pero no lo bastante como para dejar a sus enemigos atrás, puesto que su objetivo era llevarlos a la zona en donde su ejército de no-muertos había preparado las trampas. Markas estaba tan enojado por el engaño y la humillación de haber sido herido en el trasero, que comenzó a seguirlo sin pensar en nada más mientras le arrojaba varios ataques. Los otros dos dudaron al principio, pero al recordar que los cinco Magos Oscuros habían mostrado un pésimo desempeño y estaban desanimados, pensaron que su líder tenía razón al querer deshacerse de ese peligroso estudiante, así que se unieron a la persecución.

Al otro lado del campo, los Magos Oscuros que observaron lo ocurrido se miraron avergonzados, pero entonces uno de ellos se dio cuenta y gritó eufórico: - ¡Somos cinco y ellos tres! ¿Qué más hay que pensar? ¡A por ellos! -

De este modo comenzó a desarrollarse una extraña escena frente a todos los espectadores, en la que Bryan era perseguido a la carrera por los magos de la luz, quienes a su vez eran perseguidos por los magos oscuros.

La multitud estaba enardecida. Al principio hubo varios diciendo que Bryan sólo había tenido suerte cuando logró emboscar a uno de los Magos de la Luz, pero entonces vieron cómo se deshizo astutamente de los otros dos e inmediatamente después se involucró en un combate directo contra el competidor favorito de la Facultad de la Luz, donde desplegó conjuros con una asombrosa velocidad e incluso llegó a herir de un modo humillante a su enemigo.

Ahora, como culminación para este extraordinario espectáculo, veían como Bryan estaba conduciendo maquiavélicamente a los Magos de la Luz restantes directamente hacia las trampas que había colocado cuidadosamente.

- ¡Pero ¿cómo es posible que ocurra esto?! - Masculló el Decano Eldar con impotencia. Cuando la competencia comenzó había estado sonriendo con suficiencia, seguro de que la victoria para su facultad estaba asegurada, pero todas sus expectativas habían sido completamente trastocadas.

- ¡Maestra Fanny ¡tú estudiante es increíblemente talentoso! -

- ¡Pensar que la escuela necromántica estaba formando a un genio tan destacado! -

Una lluvia de elogios comenzó a lloverle a la Maestra Fanny por parte de todos los profesores que la rodeaban. Su actitud había dado un giro de 180° y ahora de pronto todos querían adelantarse para felicitarla. Este fue el momento de mayor orgullo que había tenido durante toda su carrera como profesora en la Academia Babilonia y naturalmente se sentía loca de alegría, pero aun así Fanny consiguió mantener el control para responder de un modo casi indiferente: - Gracias por sus palabras, pero no deben sorprenderse por esto. Nuestra Escuela Necromántica siempre ha tenido grandes talentos entre sus filas, es sólo que preferimos mantener un perfil bajo. ¿Quizá ahora entiendan lo superficial que han sido las opiniones de tantos maestros poco informados? -

Todos los profesores se miraron de reojo y se quedaron sin palabras. Ninguno podría haber anticipado cuánto aumentaría el prestigio de Fanny gracias a las hazañas de Bryan.

El poder de un Necromante

Nota del Traductor

Cómo están amigos, soy acabcor de Perú. Es 16 de febrero del 2020 y el verano ha llegado con toda su gloria y horror.


En este capítulo hubo muchos cambios, incluso el título del capítulo. Primero que nada, los nombres, que como ustedes saben siempre son muy vagos en estas novelas. Tuve que elegir algunos más apropiados, porque no creo que ningún aristócrata se llame Will o Pepe.


Luego también tuve que cambiar un poco toda la estrategia de batalla, aunque el esquema general se mantiene. En el original Bryan convoca sus criaturas y las pone a fabricar cuerdas, si cuerdas. Si ustedes han visto El Náufrago sabrán que es imposible producir varios metros de cuerda en menos de una hora a no ser que tengas a varios especialistas trabajando al mismo tiempo y los zombis se supone que son torpes.


Luego el autor hace que cojan piedras para hacerlas rodas colina abajo…. Lo cual estaría bien si luchasen en un cañón, pero el autor no especificó esto y si era así…. ¿Por qué los mejores magos estudiantes cometerían el error de meterse en un cañón? Eso prácticamente grita ¡TRAMPA!


Por eso decidí modificar las cosas para hacerlas más creíbles, pero también más emocionantes: Bryan usa la fuerza bruta de sus criaturas para modificar rápidamente un terreno que ya de por sí servía a sus propósitos.


Que Bryan camine de cierta forma para acercarse sin ser visto tiene más sentido que el avanzar teniendo suerte de no ser visto. Que los Zombis se entierren directamente también le da más coherencia a la trampa, pues son no muertos y no necesitan respirar a moverse.


La idea del original era que los No muertos usaban maderas para protegerse de los ataques mágicos, pero no están peleando en un bosque o una selva, así que no se explica de dónde sacaron estos materiales o el por qué nadie escuchó cuando los árboles eran cortados.


El original también presenta un combate poco detallado a lo Harry Potter en el cual los estudiantes se arrojan luces de colores sin ningún efecto definitivo, eso me pareció infantil así que modifiqué toda esta pelea e incluso inventé versiones más sencillas de conjuros que se muestran más adelante por magos más poderosos y que era más creíble de unos estudiantes de élite. Creo que me quedó muy bien.


Para el enfrentamiento entre Bryan y Markas, me inspiré en el villano Boris de Hombres de Negro 3, que arrojaba púas a velocidad. Ese fue el efecto que quise trasmitir con las palabras.


También agregué varios diálogos de profesores y alumnos para enriquecer más toda la escena. El momento en que Bryan noquea al estudiante por sorpresa está inspirado en una escena de la serie Hannibal, en la que el doctor Lecter noquea a una investigadora por sorpresa y con un solo golpe. Espero que el resultado sea satisfactorio.


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Nos vemos en el siguiente capítulo.