275 Gran Maestra de Espadas

Al día siguiente Bryan descubrió que había dormido mucho más de lo que pretendía originalmente, porque ya era bien entrada la tarde. Y es que había pasado bastante tiempo desde que tuvo un descanso libre de preocupaciones, así que decidió quedarse de largo un día más, aprovechando la hospitalidad de Lawrence y la disponibilidad de sus criadas, las cuales se encargaron de lavar o remendar sus ropas hasta dejarlas como nuevas.

La Mansión de Lawrence

Mientras tanto se enteró de que el Duque Tiberio Claudio había caído en una serie de embrollos legales por parte de sus enemigos en el senado y muy pronto recibiría una auditoría, por lo que era poco probable que pudiese hacer un gran movimiento contra ellos en los próximos meses. Y al finalizar el día se enteró de que los planos ya estaban en manos del Prefecto Voreno, así que el caso del robo podía darse finalmente por terminado.

- ¿Está bien asumir que las cosas estarán tranquilas por un tiempo? - Preguntó Bryan.

- Creo que si, por lo menos hasta que termine la auditoría. - Respondió Lawrence.

Sin embargo, esa misma noche una figura encapuchada totalmente vestida con un traje ceñido de cuero negro y con una máscara de tela que ocultaba sus facciones, se puso a observar desde lo alto de los tejado vecinos hacia la mansión de Lawrence, donde las ultimas luces se habían apagado después de que los últimos criados se fuesen a dormir.

"Una figura encapuchada totalmente vestida con un traje ceñido de cuero negro y con una máscara de tela que ocultaba sus facciones, se puso a observar desde lo alto de los tejado vecinos hacia la mansión de Lawrence..."

Cuando llegó el momento, el desconocido saltó desde una altura impresionante hasta un arbusto bastante tupido, que ocultó completamente su caída, aunque también tendría que haberle impedido aterrizar con seguridad. Sin embargo, el individuo no solamente cayó perfectamente, sino que lo hizo sin provocar ningún sonido, como si estuviese de las mismas sombras que imperaban a esa hora.

Después el comenzó a desplazarse ágilmente por el jardín, con movimientos extraños y casi al ras del suelo. De vez en cuando apoyaba sus manos en puños para usar las cuatro extremidades al mismo tiempo, de manera que parecía más una extraña criatura reptante en lugar de una persona.

¿Cuál era el motivo de unos movimientos tan únicos? La respuesta se dio a conocer muy pronto, porque de vez en cuando el intruso llevaba una de sus manos a sus bolsillos, donde tenía una gran cantidad de pequeños trozos de cristal roto y los arrojaba con una gran precisión a su alrededor. El cristal tenía la curiosa propiedad de activar temporalmente las matrices mágicas y las barreras, pero sólo durante un segundo, pues estas se desactivaban inmediatamente al no detectar la fuerza vital de un invasor.

Esto solo funcionaba con cristales muy pequeños y no tenía ningún uso práctico, salvo el de revelar la presencia de las defensas mágicas. Este conocimiento era inútil cuando se trataba de la residencia de un aristócrata, porque todos sabían que estaban bien protegidas, sobre todo por la noche. Pero este intruso era tan habilidoso que le bastaba ese breve instante en que las matrices del suelo brillaban para recordar en dónde se encontraban y así colocar sus pies justo en los lugares donde era posible desplazarse sin activar ninguna.

El intruso arrojó cuatro cristales y reveló una serie de inscripciones circulares que procedió a evitar. Un par de trozos más fueron arrojados en esa dirección y explotaron al rebotar contra una barrera mágica circular que normalmente activaba una alarma, pero esto no llegó a suceder, así que el intruso consiguió atravesarla avanzando muy agachado para no tocarla.

¡Estaba esquivando todas las defensas con una facilidad absurda!

Paso a paso, segundo a segundo, el intruso fue acercándose a su objetivo: La Matriz principal que alimentaba de magia a todas las defensas en ese sector, mediante un artefacto con la forma de un pequeño cubo, no mayor que un dado, pero que estaba hecho con el núcleo de una Criatura de Nivel III. El objeto en cuestión estaba en un pedestal de piedra sobre una de las fuentes que camuflaba su verdadera función al confundir las inscripciones mágicas con los gravados decorativos.

Una vez que el intruso retirase esta pequeña pieza, el jardín quedaría completamente vulnerable a un ataque.

El individuo continuó avanzando con movimientos circulares y gráciles para evitar las ultimas defensas, hasta que finalmente llegó a su destino. No había nadie a su alrededor, no lo habían escuchado e ignoraban por completo su presencia.

- Un juego de niños. - Se permitió susurrar el intruso, ufanándose por su hazaña, mientras extendía su mano para retirar el artefacto del pedestal.

Y en ese mismo momento su mano fue atravesada por un dardo misterioso, el cual traía consigo tal fuerza que empujó todo el cuerpo del intruso violentamente hacia atrás, provocando que se cayese dentro de la fuente. El dolor era terrible, pero el intruso era un profesional y se abstuvo de gritar instintivamente mientras trataba de levantarse a toda prisa, pero descubrió que su mano había quedado calvada en el suelo de mármol por lo que parecía ser una larga y afilada jabalina de tres metros de largo.

Era una Lanza de Hueso.

Entonces el intruso alzó la vista y vio que había una figura levitando en el cielo a pocos metros del techo de la mansión dónde vivía su objetivo. Tenía la luna detrás suyo y por eso era difícil distinguir sus facciones, pero vestía una túnica negra con hermosos adornos de plata, mientras aferraba un majestuoso báculo mágico.

Y era evidente que lo estaba observando.

"Entonces el intruso alzó la vista y vio que había una figura levitando en el cielo a pocos metros del techo de la mansión dónde vivía su objetivo."

¡Es un Archimago! ¡Nadie nos dijo que nada de esto!” Pensó asustado el intruso, mientras trataba de liberar su mano ensartada, pero la misteriosa jabalina era mucho más fuerte de lo que parecía y no conseguía romperla.

- Bueno, supongo hasta aquí llegó la “tranquilidad”. - Dijo Bryan sonriendo con ironía mientras observaba al intruso debajo suyo: - Pero quiero agradecerte por ser el primer sujeto de pruebas para mi nueva magia. ¡Y este báculo realmente potencia bastante el efecto de mis conjuros! -

El intruso trató de sacar una daga que llevaba consigo, pero antes de que pudiese hacer nada más, sus piernas y el brazo que le quedaban fueron atravesados por otras Lanzas de Hueso. Entonces levantó la mirada y vio que alrededor de Bryan estaban flotando al menos diez de estos letales dardos, listos para salir disparados y todos ellos apuntándole.

- ¡Pues muchas gracias! - Dijo Bryan: - No te preocupes, pronto tendrás compañía. -

Y eso fue lo último que escuchó el intruso antes de morir.

¡Bueno, ahora me encargaré de sus amigos!

Bryan comenzó a volar hacia la entrada trasera de la mansión. Nadie había notado la presencia del intruso excepto él, porque sus oídos sobrehumanos escucharon el imperceptible sonido que hizo al arrojar los cristales. Entonces mandó sus Espectros Oscuros a investigar el perímetro y descubrió a todo un equipo de por lo menos quince asesinos, sin contar el que acababa de matar, esperando para infiltrarse en la mansión.

Además, todos parecían Espadachines Veteranos y aparentemente no esperaban que su experto en desactivar las barreras fallase, porque ya estaban comenzando a moverse entre los árboles del jardín. Sin embargo, uno de ellos soltó un grito cuando pisó una de las matrices y esta desató un ataque de relámpago que lo fulminó.

- ¡Las defensas aún funcionan! - Dijo uno de ellos, que parecía servir de líder: - ¡Retirada! -

Inmediatamente dieron media vuelta, pero volvieron a detenerse de súbito casi de inmediato por un extraño fenómeno: Una especie de viento de color verdoso estaba discurriendo entre los árboles en frente suyo.

Antes de que pudiesen entender lo que sucedía, se escucharon nuevos gritos y dos hombres de desplomaron en el suelo, con unos dardos misteriosos atravesándoles las espaldas. Como todos llevaban armadura ligera que favorecía la movilidad y ninguno activó su Aura de Batalla para no ser vistos en la oscuridad, estaban desprotegidos ante un ataque por la espalda y los dos hombres murieron rápidamente.

Los asesinos asumieron inmediatamente que habían sido descubiertos y ahora estaban siendo atacados por arqueros en la retaguardia. Pero eran profesionales, así que inmediatamente corrieron en silencio hacia los árboles con los ojos bien abiertos para detectar a cualquier enemigo oculto en frente suyo, mientras se separaban para despistar a los perseguidores. Esa era su forma de proceder cuando sus emboscadas fallaban y habría funcionado si sus perseguidores fueran guardias ordinarios.

Lo que ninguno esperaba era que de pronto todos los árboles a los que no prestaban mucha atención cobraran vida repentinamente y sus ramas crecieron para entrelazarse, primero delante de ellos cortándoles el paso, pero luego a su alrededor, inmovilizándolos como serpientes constrictoras. Antes de que pudiesen entender lo que sucedía, las cabezas de cuatro asesinos fueron atravesadas y otros tres fueron decapitados por el Desgarrador Sombrío, que volaba alrededor de ellos, cortando todo lo que se interponía a su paso.

- Bueno, ahora quedan cinco. - Dijo Bryan descendiendo en frente de los inmovilizados asesinos y poco después el Zombi Élite de Madera emergió del interior de uno de los árboles cercanos, con su cuerpo cubierto de hojas: - ¡Cuánto tiempo sin vernos, estimados amigos de Sombra Fantasmal! -

- ¡Bryan! ¡Maldito Necromante! ¡Tuvimos la misericordia de dejarte escapar con tu asquerosa vida y ahora vuelves a interponerte en nuestro camino? ¡Esta vez nadie podrá salvarte de nuestra ira! - Gritó el líder de los asesinos mientras trataba de liberarse con todas sus fuerzas, pero como el resto de sus compañeros era incapaz de moverse por la presión de las ramas. Ni siquiera el Aura de Batalla podía ayudarlo ahora, porque no tenía espacio para mover su cuerpo y generar la fuerza necesaria para usarla.

- Entonces sí son Sombra Fantasmal. - Respondió Bryan mirando con sorna al asesino que había revelado la identidad de su grupo en un momento de ira: - No estaba seguro, pero gracias por confirmarlo. -

- ¡Hijo de…! - Intentó gritar otro de los asesinos, pero antes de que terminase de hablar su boca abierta fue atravesada por una Flecha de Hueso con una velocidad pasmosa.

Todos los asesinos se quedaron asombrados por la increíble velocidad, precisión y letalidad del ataque de Bryan. El asesino muerto tenía el poder de un Espadachín Veterano, pero la energía de color verde oscura que debía proteger su cuerpo no consiguió reunirse a tiempo para detener el dardo o quizá simplemente no fue capaz de detenerlo. ¡Todo sucedió demasiado rápido como para que pudiesen entender correctamente lo que sucedió!

Pero de una cosa sí estaban seguros: De pronto uno de los conjuros más simples que había en el repertorio de la magia necromántica se había vuelto increíblemente aterrador en manos de Bryan.

Solo entonces se dieron cuenta de que el joven en frente suyo ya no era el mismo que habían conocido anteriormente.

- Tu pequeño grupo de asesinos no me “dejó escapar” sino que fui yo el que no quería molestarme en cazarlos. Pero cometieron el error de volver a cruzarse en mi camino e incluso apuntaron a uno de mis aliados. ¡¿Quién les dio el valor de intentar meterse en la alta política imperial?! - Exclamó Bryan mirándolos como si fuesen cerdos camino al matadero: - Lo máximo que ustedes habrán hecho es asesinar para nobles de bajo rango o burgueses adinerados. ¿Por qué de pronto se unieron a la competencia por la sucesión? -

- ¿La sucesión? ¡No sabemos de qué hablas! - Dijo uno de los asesinos con desprecio: - Lo único que hicimos fue venir a matar al Cuestor por un asunto de dinero. -

- Estás mintiendo. - Dijo Bryan y agitó su mano para arrojar otra Flecha de Hueso, la cual atravesó la frente del que había hablado, a pesar de que este estaba prevenido y reforzó su cuerpo de antemano: - Puedo saber que mienten por el sonido de los latidos de su corazón, el pulso, el tono de su voz, la dirección en que sus ojos miran… ¡No pierdan mi tiempo! ¿Quién les ordenó matar a Lawrence? ¿Si quiera lo saben? Es una pregunta retórica, por supuesto. Yo ya puedo deducir quién fue, es solo que me gustaría su confirmación. -

Los asesinos restantes tragaron saliva y cualquier esperanza de liberarse desapareció por completo de sus mentes. Entonces el líder pareció tomar una decisión y asintió con la cabeza a sus compañeros para darles una señal, al mismo tiempo que cerraba sus dientes con furia.

Bryan no entendía lo que sucedía, pero entonces escuchó un extraño crujido y abrió los ojos con sorpresa. Luego dio un pisotón en el suelo para correr hacia uno de los asesinos con toda la velocidad que pudo y lo sujetó con fuerza en la boca, introduciendo sus dedos para obligarlo a separar sus encías. El golpe de su movimiento fue tan fuerte, que casi rompe sin querer la mandíbula de su objetivo, pero afortunadamente solo perdió el conocimiento.

Bryan suspiró aliviado y entonces se volvió para mirar a los otros asesinos, solo para confirmar que estaban muertos. Se habían suicidado usando un veneno que ocultaban dentro de una de sus muelas, la cual era falsa, y se rompía cuando cerraban la boca muy fuerte. Era un recurso extremo para evitar que los interrogasen.

- No puedo creer que me olvidé de eso. ¡Que maldito descuido! - Se reprendió Bryan.

Su plan había sido dejar vivos a los últimos tres para entregárselos a Lawrence, pero ahora solo tenían uno y encima ni siquiera era el líder. Cualquier información que obtuviesen no podría cotejarse.

- Bueno, lo hecho, hecho está. - Se dijo Bryan y le ordenó al Zombi Élite de Madera que devolviese los árboles del jardín lo más cerca posible de su estado original.

Después lo devolvió al inframundo y se llevó al asesino con Lawrence, que ya estaba en camino junto con un grupo nutrido de guardias.

******

- No te preocupes, aunque la información de Sombra Fantasmal sea en sí valiosa, no es que la necesitemos en este momento. - Le dijo Lawrence mientras desayunaban.

- Si, pero con un par más podrían declarar ante los tribunales. - Objetó Bryan.

- Nunca llegarían vivos al juicio, los matarían los propios miembros de Sombra Fantasmal o sus clientes más paranoicos, temerosos de que sus secretos pudiesen salir a la luz. - Respondió Lawrence sonriendo.

- ¿Qué hay de la información sobre su empleador? -

- Irrelevante. Estoy completamente convencido de que Tiberio Claudio no tiene nada que ver con esto. No porque no quiera verme muerto, sino porque no es su estilo. - Declaró Lawrence categóricamente: - Pero en cierto modo esto podría tener que ver con la situación actual. Seguramente su ausencia temporal por todo el asunto de la auditoría ha hecho que no pueda vigilar a mis queridos hermanos. Estoy convencido de que alguno de ellos aprovechó que el Duque no estaba para controlarlos y contrató a Sombra Fantasmal. -

- “Cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta”. - Canturreó Bryan antes de comer otro bollo con mermelada de la mesa que los sirvientes habían preparado para ellos.

- Exacto. Y mis hermanos son unas ratas particularmente atrevidas. - Dijo Lawrence: - Aun así, haré que mis hombres le saquen toda la información posible al asesino que capturaste y después lo despellejaré como advertencia para otros grupos de avezados que quieran congraciarse con los príncipes. -

- Lo entiendo. - Dijo Bryan: - Es solo que estoy frustrado. -

- ¿Por qué? -

- Porque desde hace mucho lo único que puedo hacer es reaccionar a lo que nuestros enemigos hacen. Detesto tener un rol pasivo cuando debería estar atacando. -

- Te entiendo perfectamente, pero por ahora es todo lo que podemos hacer. ¡Deja que las ruedas del Senado giren un poco para que podamos hacer una buena jugada! -

- Lo sé, pero sigue sin gustarme. -

- ¡Paciencia y buen humor! Solo has estado aquí por cuatro días y en el primero recuperaste unos planos robados en tiempo récord. Lucio Voreno está tan contento que te ha dejado tomarte dos semanas más de permiso. ¡Y en el tercer día me has salvado la vida, mataste a los asesinos y capturaste a uno! Yo diría que eso es un triunfo. - Dijo Lawrence alegremente mientras enumeraba los logros de su amigo.

- Supongo que tienes razón. Haré lo que dices y seguiré esperando. - Dijo Bryan levantándose de la mesa: - Pero mientras tanto me ocuparé de unas cuantas cosas. ¡Es tiempo que deje de abusar de tu hospitalidad! -

- ¿Qué piensas hacer? - Preguntó Lawrence curioso.

- Iré al Gremio Mercante de Bootz a arreglar unos asuntos. - Respondió Bryan: - Necesito materiales, recursos y dinero. Luego visitaré el Colegio de Magos. Me debes un nombramiento como Tribuno Militar y algo me dice que te será más sencillo otorgármelo si primero obtengo el rango de Archimago. -

- ¡¿Archimago?! - Exclamó Lawrence abriendo mucho los ojos por la impresión: - Pero… ¿cómo planeas…? ¡Tan pronto es imposible! Bryan, por favor explícame… -

- Paciencia y buen humor, amigo Lawrence. - Dijo Bryan sonriendo misteriosamente: - Aún tengo que obtener el título, luego podemos hablar de cómo lo obtuve. -

Y tras decir esas palabras, Bryan se despidió de su amigo. En su camino agradeció a los sirvientes que lo habían atendido durante esos días y luego tomó un carruaje hacia el Gremio Mercante de Bootz.

******

Cuando Bryan llegó de inmediato se dio cuenta de que el ambiente era completamente diferente en el interior del gremio. Para empezar, había mucho personal nuevo, sobre todo adultos jóvenes que iban y venían a velocidad, llevando documentos, cuentas y productos por todo el lugar. Y sin embargo no había caos, porque todos seguían rutas predeterminadas según el lugar al que se desplazasen y además había muchos empleados veteranos controlando el flujo de personas en todo momento.

- ¿Qué pasó aquí? - Preguntó Bryan.

- ¡Joven amigo! - Dijo el gordo Fabián saludándolo alegremente: - ¿Sorprendido? -

- ¡Bastante! ¡Este lugar parece una fábrica! -

- ¿Una qué? -

- Una fa… olvídalo, yo me entiendo. ¿Qué sucedió? -

El obeso mercader lo llevó a una sala privada y comenzó a explicarle lo ocurrido mientras esperaban la confirmación para que la Maestra del Gremio lo recibiese.

Resulta que la corrupción de Grover, el malvado tío de Phoebe, era mucho peor de lo que imaginaban. Los gremios eran organizaciones de mercaderes a las que se les permitía una independencia casi completa para administrarse y regularse; pero a cambio el Emperador exigía que estuviesen al día con sus impuestos, que la calidad de los productos fuese aceptable y sobre todo que no hubiese un sobreprecio. Por eso, incluso en tiempos de mala cosecha en que la harina subía de precio, el gremio de panaderos seguía vendiendo el mismo número de panes por la misma cantidad de monedas, aunque lo compensaba reduciendo el tamaño de las hogazas.

Y resultó que cuando Phoebe y Fabián revisaron los registros… Había una gran cantidad de productos cuyo costo no correspondía con lo declarado al imperio. ¡Y lo peor era que esto había estado sucediendo durante años!

Si algo así salía a la luz, no solamente el Gremio perdería su licencia, sino que todos podrían terminar juzgados y ejecutados.

Phoebe no podía sincerar los precios inmediatamente, porque las autoridades podrían haberse dado cuenta, así que necesitó trabajar largo y tendido junto con el anciano Don Andrés para hacer los ajustes en los meses siguientes.

Sin embargo, Grover les había dejado otra desagradable sorpresa en el mismísimo corazón del gremio. Resulta que muchos empleados tenían una especie de contrato en el que trabajaban solamente dos horas al día, pero se les pagaba una jornada completa. A cambio, le entregaban al anciano Grover la mitad de ese salario inmerecido por diversos canales. ¡Y había miles de estos empleados “fantasmas” repartidos entre las distintas sedes del gremio, que cobraban sueldos elevadísimos!

Además, existían cargos ridículos, como inspectores que vigilaban cosas innecesarias. El más descarado de todos era el “inspector que vigilaba el estado de las ruedas de los carruajes”, algo completamente inútil porque el cochero y el director de las caballerías ya se encargaban de hacer eso. Pero ese inspector cobraba casi quinientas monedas de oro al mes y tenía a su cargo varios asistentes para “ayudarle en su tarea”, los cuales también cobraban.

En pocas palabras, Grover había permitido que una lacra de empelados corruptos y desleales se enquistase en el Gremio para poder robar de sus arcas a placer. Todo el mundo sabía esto, pero nadie se atrevía a denunciarlo por miedo a la venganza del terrible anciano.

Ahora el viejo estaba muerto y muy pocos lo lamentaban, pero quedaban muchos de los viejos fundadores coludidos con él, siempre sentados a su izquierda y dispuestos a hacer la vista gorda para obtener una tajada del botín.

Por eso Phoebe junto con los fundadores leales tuvieron que unir fuerzas, usando el chantaje y la intimidación para obligar a esos viejos a que se jubilasen voluntariamente, porque solamente entonces se podrían hacer los cambios necesarios. Y recientemente los últimos acabaron cediendo por temor a la ira de la nueva Maestra del Gremio.

Inmediatamente Phoebe seleccionó a los mejores empelados veteranos y les ordenó que comenzasen a capacitar a un personal nuevo, todos ellos elegidos cuidadosamente por sus méritos y discriminando constantemente a todos aquellos que demostrasen tener un mal rendimiento. Afortunadamente, su viejo amigo Jack se encontraba entre los pocos elegidos que se desempeñaron excelentemente y Bryan recibió esas noticias con alivio.

Y cuando finalmente llegó el esperado momento en que desapareció el riesgo de quedarse sin empleados útiles… comenzó la purga.

- La manzana podrida no mejora cuando la colocas en un lote nuevo. Más bien termina extendiendo su podredumbre entre las demás. ¡Desháganse de las manzanas podridas! -

Esta era la frase que Phoebe había empleado cuando instaló su nueva política de meritocracia.

Por supuesto que hubo protestas al principio e incluso amenazas de violencia, pero la inteligente Maestra del Gremio se aprovechó de que la guardia de la ciudad había estado patrullando la zona con mayor frecuencia y denunció a los cabecillas como criminales comunes. De este modo todos fueron arrestados casi de inmediato. Y luego de ver cómo los primero revoltosos acabaron en el calabozo, el resto no se atrevió a alzar la voz.

Una vez que se calmaron las cosas, Phoebe habló con sus empleados empleando una franqueza casi brutal.

- ¡Sepan que voy a despedir a un montón de personas en cada sector del Gremio! ¡Todo aquel que no rinda lo suficiente se irá! ¡Si hay diez empleados trabajando en una tarea donde sólo se necesitan cinco, entonces echaré a cinco! ¡No me importa quiénes sean o cuánto tiempo llevan aquí! ¡Pienso deshacerme de todas las piezas inútiles en este Gremio dentro de un mes!

Así que tienen dos opciones: La primera es renunciar voluntariamente a su contrato y entonces, por pura generosidad, les entregaré a cada uno un pago de cien monedas de plata para que sobrevivan mientras buscan otro empleo o tal vez puedan poner su propia tienda. ¡De ustedes depende!

La segunda es quedarse aquí. Y si son los mejores en su trabajo, no tienen nada que temer. Pero si están de sobra o son incompetentes, serán despedidos inmediatamente. Entonces no les pienso dar ni las palabras de despedida habituales. ¡Se irán sin nada! Pueden intentar llevarme a los tribunales si quieren, pero les advierto que soy muy buena amiga del Cuestor Imperial y lo más seguro es que, cuando todo haya terminado, los que me denuncien acabarán debiéndome dinero. -

Y tal como dijo sucedió.

Muchos eligieron no creerle y terminaron siendo echados sin ninguna misericordia. Y como eran pésimos trabajando, tampoco no tenían la costumbre disciplinada de ahorrar, así que acabaron perdiendo todo lo que les quedaba en muy poco tiempo. De modo que ahora engrosaban las filas de los mendigos o aprovecharon la última leva e intentaron unirse al ejército por desesperación. Ni siquiera consiguieron denunciar a Phoebe ante los Tribunos Civiles, pues para esto se necesita un abogado y esos siempre eran bastante caros.

Otros fueron más inteligentes y eligieron recibir la plata a cambio de renunciar. Entonces pusieron sus propios negocios, algunos de los cuales quebraron por incompetencia, pero otros consiguieron tener un éxito relativo y fueron recibidos nuevamente en el Gremio Mercante de Bootz, ya no como empleados inútiles, sino como asociados que aportaban cuotas de beneficios.

Mejora de la economía por las reformas de Phoebe

Así fue como Phoebe consiguió deshacerse de la mayoría de la lacra que su tío Grover había mantenido durante tanto tiempo y los resultados se hicieron notar de inmediato: El Gremio funcionaba a una velocidad sin precedentes, ahora producía siete veces más en ganancias, el Imperio recibía sus impuestos a tiempo y los consumidores eran los más beneficiados, porque tenían acceso a un mayor número de productos por un precio justo.

- En el último mes generamos tanto dinero que hemos comenzado a financiar obras públicas, lo cual ha aumentado mucho nuestro prestigio ante el pueblo y los aristócratas. También abrimos más sedes y nunca nos faltan profesionales que suplican trabajar con nosotros. - Dijo Fabián terminando su historia.

- Me alegra oírlo, aunque me sorprende eso último. - Respondió Bryan bebiendo el café que le habían servido: - Por supuesto que apruebo todo lo que se hizo, pero imagino que Phoebe habrá tenido que lidiar con un poco de mala fama por haber despedido tanta gente en un periodo tan corto de tiempo. -

- Al principio hubo un poco de eso. - Dijo Fabián: - Porque la plebe tiene una mente mezquina y no le importan otros problemas que los suyos. -

- “Solamente quieren una primavera que nunca se acabe y un invierno que nunca llegue.” - Canturreó Bryan sonriendo: - Muy pocos en el mundo tienen la inteligencia para ver por debajo de las apariencias. ¡Pero son menos los que pueden hacerlo y entender lo que están viendo! -

- Bien dicho. - Asintió el mercader y luego añadió: - Aunque esa característica del populacho nos ayudó bastante en esta ocasión. -

- ¿Cómo es que sucedió esto? -

- Pues porque de la noche a la mañana la señorita Phoebe hizo lo que parecía ser imposible: volverse todavía más hermosa. Aún no sé cómo sucedió, pero de repente adquirió una belleza trascendental que encantó a todos en la ciudad. ¡Los rumores sobre su apariencia divina rápidamente reemplazaron a los de su carácter aparentemente intransigente! -

- Ya veo. - Dijo Bryan sonriendo, pero luego pensó en algo y su expresión se ensombreció de un modo casi imperceptible: - ¿Esto no le provocó problemas? No quisiera enterarme de que algún rico idiota o algún aristócrata presumido intenten algo con ella. -

- No creo que tengas que preocuparte de eso. Por lo menos ya no. -

- ¿A qué te refieres? - Preguntó Bryan, pues creyó escuchar un significado oculto en las palabras del mercader.

Pero en ese momento una criada abrió la puerta y susurró unas palabras en el oído de Fabián. Este sonrió y dijo: - Precisamente vas a verlo tú mismo. ¡La señorita te espera en sus aposentos privados! -

*****

- Cuando Fabián dijo que querías verme en tus “aposentos privados” me emocioné por un instante e imaginé algo más… intimo. - Se quejó Bryan malhumorado.

- Eres el primero que he invitado aquí. - Respondió Phoebe sonriendo coquetamente.

- Eso tiene que ser mentira… ¡No imagino que tú sola preparases este espacio! -

Se encontraban en una gran habitación subterránea que había sido adaptada para ser la sala de entrenamiento más impresionante que Bryan pudiese haber imaginado en una residencia privada. No era tan grande como las de la Academia Babilonia, pero estaba llena de elementos impresionantes, incluidos artefactos y matrices mágicas que podían modificar ligeramente el entorno. Además, todo el espacio estaba perfectamente iluminado y ventilado, pese a que los muros eran de piedra sólida.

En el centro de la cámara se destacaba un espacio plano de piedra pulida perfectamente plana, donde alguien había tallado con mucha habilidad el símbolo de los “Círculos sobre Círculos” que Cyrano Constantino tenía en su propio lugar.

Sala de entrenamiento de Phoebe

Ahí se encontraba Phoebe, vistiendo un ajustado traje de entrenamiento de cuero blanco y practicando sus movimientos con la agilidad de una gacela. Su rostro era más hermoso que nunca, sin el menor defecto y sus cabellos parecían flotar con cada uno de sus movimientos. El sudor que caía por su frente, lejos de reducir su hermosura, la hacía resplandecer aún más como el rocío de la mañana sobre las flores de primavera.

- Me preguntaba cómo era posible que te mantuvieses en forma y aun así tu difunto tío no supiese que eras una espadachina. - Comentó Bryan mirando a su alrededor.

- Fue un regalo de mi padre. - Respondió Phoebe sonriendo tristemente: - Fue lo último que compartimos antes de que falleciera. Y después de su muerte no quise volver a usar esta sala por la nostalgia. -

- Lamento haberte hecho recordar algo tan triste. - Se disculpó Bryan apenado.

- Está bien, quería compartir este lugar contigo. - Lo tranquilizó Phoebe sonriendo: - Y también quería mostrarte esto. Ha llegado el momento de que este lugar vuelva a utilizarse como se suponía. -

Tras decir esas palabras, Phoebe activó su Aura de Batalla y toda la habitación se inundó con un maravilloso brillo plateado. Su poder era tan grande que Bryan prácticamente podía sentirla como una hoguera incandescente.

- ¡Alcanzaste el grado de Gran Maestra de Espadas! - Exclamó Bryan sonriendo admirado.

- Mi Maestro dijo que lo conseguiría, aunque tanto él como yo estábamos seguros de que pasarían otros veinte años antes de que sucediera. - Respondió Phoebe con alegría: - Pero gracias a tu elixir todo ha cambiado. Muchas heridas internas con las que tenía que lidiar se han curado, mis músculos y piel han sido reforzados, toda mi estructura interna ha sido prácticamente reconstruida para ser mucho más eficiente. ¡Todo esto es gracias a ti! -

Tras decir esas palabras, Phoebe saltó hacia Bryan y le dio un fuerte abrazo. Luego se levantó en la punta de sus pies para acercar sus labios, de manera que ambos compartieron un largo y apasionado beso.

Luego de varios minutos se separaron. Entonces Phoebe caminó hacia el centro de la sala y le preguntó: - Mi Maestro dice que entrenaste con él durante un mes. ¿Es cierto? -

- Sí, me enseñó los fundamentos de la Verdadera Destreza. - Respondió Bryan: - Pero como no era discípulo suyo decidió omitir su técnica principal. -

- ¿Es cierto que llegaste al tercer círculo de la Rueda Maestra en tan sólo un mes? - Inquirió Phoebe con una sonrisa astuta.

- Así es, el último día conseguí al antepenúltimo. - Confirmó Bryan.

- Entonces… - Dijo Phoebe desenvainando su espada, apuntando hacia el suelo en gesto que en el lenguaje de los duelistas invitaba a un combate: - ¿Quieres que bailemos? -

Bryan la miró sorprendido por un momento, pero al ver que hablaba en serio lo pensó rápidamente y sonrió asintiendo mientras se quitaba la túnica de mago para ponerse su armadura del Manto Oscuro, que favorecía la agilidad: - Muy bien. He tenido un repentino aumento de poder y deseaba un oponente para ponerlo a prueba. -

- Mis pensamientos exactos. - Dijo Phoebe alegremente: - Pierde el que se rinda o acabe demasiado herido. Nada de contenerse. -

- No te ofendería de ese modo. - Respondió Bryan y avanzó hacia el centro de la sala de piedra, a diez pasos de Phoebe, en medio de los círculos del duelista.

Phoebe usó un objeto mágico para activar la magia de la sala, que inmediatamente los dejó aislados en un espacio sin obstáculos, de modo que nadie los interrumpiese o estorbase.

- ¿Me concede esta danza, caballero? - Preguntó entonces desenvainando tanto su estoque como su daga y colocándose en posición de combate.

- Sus deseos son órdenes, Señorita Phoebe. - Contestó Bryan haciendo una reverencia elegante antes de invocar a su Desgarrador Sombrío.

El combate de práctica dio inicio.

Phoebe avanzó directamente hacia él con la velocidad de una centella, dirigiendo la punta de su estoque hacia su rostro de tal modo, que le era imposible medir bien el rango de su arma. Bryan esquivó a un lado mientras activaba directamente todo el poder su Esencia Mágica, la cual potenció todos sus sentidos y capacidades físicas al máximo. El tiempo pareció detenerse debido al alto grado de percepción que adquirió, pero la velocidad de Phoebe no lo hacía. O más bien tendría que decirse que la hermosa espadachina estaba aumentando aún más su velocidad, hasta el punto en que los sentidos de Bryan tenían problemas para percibirla con la misma claridad que el resto del entorno.

Bryan inmediatamente agitó su mano libre y arrojó tres Flechas de Hueso en sucesión, pero la distancia entre ellas no era mucha. Esta era una técnica que había pensado para aprovechar la nueva velocidad de sus conjuros, creando en su oponente el efecto visual de que solamente había un solo dardo. La idea era que descubriesen al último momento que en realidad eran tres y se distrajesen bloqueando las lanzas jabalinas inesperadas. Pero sorprendentemente los ojos de Phoebe no mostraron vacilación alguna y esperó con la espada preparada, sin moverse, incluso cuando la primera de las lanzas estaba tan solo centímetros de su rostro. Bryan empezó a preocuparse, pero entonces vio como la espadachina blandía su espada con una precisión impresionante y cortaba de un solo tajo las tres Flechas de Hueso.

- Es un truco interesante, pero si realmente esperas que eso funcione conmigo, tendré que llamarte ingenuo, Bryan. - Dijo Phoebe mirándolo con una sonrisa encantadora, pero sus ojos no sonreían, sino que eran intensos, precisos y estaban muy atentos a cada uno de sus movimientos: - ¡Espero que no me estés subestimando! -

- ¿Subestimando? - Contestó Bryan mientras su expresión se volvía tan fría como los ojos de Phoebe: - Tú tienes tu forma de pelear y yo la mía. Jamás empiezo dándolo todo desde el principio para que mi oponente se confíe. Pero supongo que no tiene caso hacer eso contigo, que tantas veces me has visto en acción. Así que, justo como lo pides, iré en serio desde este momento. -

Acto seguido agitó su espada y el Fuego Glacial Místico estalló desde su filo con una llama púrpura tan intensa, que bajó la temperatura en toda la sala. Un instante después Bryan desapareció de la vista de Phoebe, quien abrió los ojos por la sorpresa, pero inmediatamente activó su aura de batalla al máximo, justo a tiempo para bloquear un tajo vertical de Bryan, el cual venía desde su costado.

La fuerza sobrehumana de su cuerpo reforzado por la magia demoníaca obligó a la espadachina a retroceder varios pasos, y aunque el Aura de Batalla la protegía, el frío se trasmitió hacia su mano a través de su estoque, causando que se le entumeciesen los dedos. Phoebe soltó un rugido e incrementó la defensa del Aura en sus puños, pero Bryan ya estaba persiguiéndola y arrojando varios tajos que la habrían vuelto a mandar lejos de no haber aplicado la defensa que le enseñó su maestro.

Seis golpes de Bryan fueron rechazados fácilmente por la combinación de espada y daga que Tiberio Constantino había enseñado a su discípula. Casi al mismo tiempo Phoebe contratacó, lanzado varias patadas bajas al mismo tiempo que Bryan intentaba cortarla, y empleando una fuerza más que suficiente para destrozar un fémur humano.

- Siempre he querido saber qué es exactamente ese fuego y cómo es que las llamas pueden congelar. - Comentó Phoebe haciendo una pausa.

- Tienes una defensa impresionante. - Reconoció Bryan adolorido después de que lo forzaron a retroceder: - Entonces intentemos otra cosa. -

Con un gesto de su mano, más de veinte Guerreros Zombis aparecieron y cargaron contra Phoebe, quien de inmediato adoptó una postura de ataque y lanzó una lluvia de estocadas, las cuales pulverizaron a las Criaturas Oscuras antes de que pudieran rodearla. Sin embargo, la espadachina no se detuvo ahí, sino que se agachó con sus armas listas para bloquear encima suyo y mostrando una sonrisa inteligente.

En efecto, Bryan estaba en el aire, volando con el Arte del Noveno Diagrama Celeste, y preparándose para lanzar un tajo vertical desde lo que debería haber sido un punto ciego, pero Phoebe había adivinado su movimiento y consiguió desviarlo con sus dos armas, usando una técnica especial para transferir toda la fuerza del ataque de Bryan hacia sus dos piernas.

El golpe fue tan terrible, que el suelo de piedra pisado por Phoebe se agrietó. Pero ella consiguió salir ilesa y acto seguido soltó una terrible patada al estómago de Bryan, quien apenas consiguió torcer el cuerpo para bloquearlo con sus brazos. Pero aun así salió disparado contra la pared de la cámara de entrenamiento.

- Esto es una molestia. - Comentó Bryan cuando se levantó.

Su regeneración ya estaba curando sus heridas, pero el problema persistía. Gracias al Aura de Batalla, Phoebe podía hacer muchas cosas que ignoraban la lógica de un físico humano y además su cuerpo estaba protegido completamente por este campo de energía permanente, como una segunda piel, que también reforzaba sus armas e incrementaba su poder. El cuerpo de Bryan podía hacer un daño similar y ejercer una fuerza superior, pero no tenía forma de ignorar el dolor o evitar que el estoque de Phoebe lo hiriese. Normalmente en este punto lo que haría sería una retirada táctica o fingiría estar siendo derrotado para que el rival se confiase, aunque esto nunca funcionaría con la espadachina.

Ella era demasiado talentosa.

- Entonces… ¡Haremos esto! - Dijo Bryan sonriendo malévolamente.

Con un conjuro, el Pequeño Esqueleto se materializó en frente suyo. Bryan vio como los ojos de Phoebe se entrecerraban y su expresión se volvía tensa inmediatamente, pero la espadachina no vaciló en lo más mínimo.

Como esperaba de ella.” Pensó Bryan mientras invocaba más Criaturas Oscuras, entre Guerreros Zombis, Esqueletos y Gules, casi veinte en total.

- Es sólo una pelea de práctica… - Le susurró Bryan a su criatura y esperó hasta que este asintió con la cabeza antes de ordenar: - ¡Ahora, ve por ella! -

El Pequeño Esqueleto cargó con una velocidad impresionante, deslizándose por el aire con sus púas apuntando hacia los puntos vitales de Phoebe y su daga de Hueso firmemente aferrada. Phoebe también se movió, bloqueando cada ataque de las púas voladoras, así como el tajo de la criatura, pero mientras hacía esto fue rodeada por el resto de Criaturas Oscuras y ahora tenía una multitud de garras, garrotes y espadas oxidadas listas para caer sobre ella.

Sin embargo, las armas de Phoebe comenzaron a resplandecer intensamente. Bryan se dio cuenta de que la espadachina había hecho algo que normalmente no se haría: Renunciar por completo a defender su cuerpo con Aura de Batalla, para concentrarla completamente en su espada y su daga.

Sorprendentemente la velocidad de Phoebe, que ya era tan rápida como la de Bryan, se incrementó todavía más y desató una combinación mortal de más de ciento veinte cortes seguidos por estocadas a su alrededor. Cada golpe que arrojaban las Criaturas Oscuras no solamente encontró un desvío o bloqueo, sino que era devuelto por lo que parecía ser un auténtico torbellino de espadas, el cual generaba un espacio protector similar a un domo resplandeciente.

Solo que no era una barrera mágica, sino el brillo resplandeciente de las armas.

Las Criaturas Oscuras fueron destruidas con facilidad. Pero lejos de amilanarse, el Pequeño Esqueleto volvió a atacar casi con alegría, como si estuviese feliz de poder emplearse afondo. Al igual una monstruosa araña de cristal, la pequeña criatura atacó salvajemente con sus armas afiladas, tratando de encontrar una grieta en la defensa de Phoebe, la cual no cedía en lo más mínimo, pese a que el Pequeño Esqueleto tenía siete púas y una daga de su lado. Ambos parecían haber comenzado una pelea propia de armas punzo cortantes, las chispas volaban por doquier y el suelo se cubrió de marcas de cortes y agujeros.

Pero esta pelea no era con el Pequeño Esqueleto. Bryan ya estaba listo y arrojó al Desgarrador Sombrío, que había sido imbuido con la llama carmesí del Fuego Glacial. El arma mágica avanzó girando tan rápido que parecía un disco cortante, y cuando toco por un breve momento el suelo, dejó un rastro de piedra fundida, como prueba de lo caliente que estaba.

Phoebe lo vio venir por el rabillo del ojo mientras se defendía del esqueleto e inmediatamente juzgó que no debía intentar bloquear al Desgarrador Sombrío directamente, así que intentó moverse. Pero naturalmente los ataques del Pequeño Esqueleto, que la seguía como un perro de caza, eran un estorbo, así que Phoebe golpeó ambos filos de sus armas para provocar una ráfaga de energía que obligó a retroceder a la criatura por un instante, justo el tiempo suficiente para que Phoebe pudiese saltar hacia atrás y esquivar la hoja cortante.

Sin embargo, el arma mágica era controlada por la mente de Bryan y regresaría para un segundo ataque. Phoebe lo tenía claro, así que, en lugar de esperar, comenzó a correr a toda velocidad, seguida de cerca por el Pequeño Esqueleto, que no dejaba pasar una oportunidad para atacarla.

El Desgarrador Sombrío volvió al ataque justo por su espalda, pero en el último momento Phoebe consiguió esquivarlo sin dejar de defenderse del Pequeño Esqueleto. Bryan estaba preguntándose si ella tenía ojos en la nuca, cuando se dio cuenta.

Ya veo. Así que también se puede hacer algo así… ¡Está usando la superficie pulida de su espada y su daga como un espejo para poder ver los ataques que vengan por su retaguardia! ¡Eso es brillante!

Phoebe siguió corriendo mientras se defendía y finalmente llegó hasta la pared de la cámara, de ese modo limitaba las direcciones por los que podía ser atacada. Entonces dio un salto y su cuerpo se iluminó con el Aura de Batalla.

Sus armas seguían brillando sobrenaturalmente, pero la intensidad de su luz se había reducido a un grado normal. Eso significaba que ya no podía seguir moviendo la espada y la daga tan rápido, pero en cambio su cuerpo volvía a ser resistente y sobre todo era nuevamente capaz de hacer cosas físicamente imposibles. Y en ese mismo instante lo demostró cuando comenzó a correr por la pared para rodear el campo de entrenamiento.

El cambio repentino sorprendió al Pequeño Esqueleto que solo podía volar planeando, así que no podía alcanzarla de inmediato sin primero corregir su postura. El Desgarrador Sombrío acababa de pasar y necesitaba un instante antes de regresar. Ese tiempo fue todo lo que Phoebe necesitó para lanzarse como una flecha hacia Bryan.

- Bien jugado. - Exclamó Bryan sonriendo y extendiendo ambas manos.

Cuatro bolas de Fuego Glacial Místico en su versión congelante aparecieron alrededor suyo y salieron disparadas contra Phoebe, quien rápidamente blandió su espada para soltar varios tajos de luz que alteraron el curso de los conjuros, aunque a cambio la velocidad de su desplazamiento se redujo un poco. Pero sabiendo que Bryan estaba desarmado en ese momento y que el Pequeño Esqueleto aún tardaría tres respiraciones en alcanzarla, Phoebe sonrió confiada mientras arrojaba una estocada. Después de todo, no importa lo bueno que fuese el mago, se necesitaba tiempo para conjurar una barrera.

Entonces, de forma inesperada, Bryan levantó su propio brazo para recibir el golpe y por primera vez Phoebe abrió los ojos sorprendida. La fuerza que tenía la punta del arma esgrimida por una Gran Maestra de Espadas era lo bastante fuerte como para atravesar a un hombre como si fuese de agua. No importaba que tan fuerte fuese, era una locura oponerse directamente a esa estocada.

O así debería haber sido, porque en lugar de carne o armadura, la espada quedó clavada en algo duro y se escuchó un fuerte crujido. Phoebe no entendía lo que pasaba, pero cuando se fijó bien, vio que sobre el antebrazo de Bryan se había hincado de repente hasta volverse cuatro veces más grueso… ¡No! No era su brazo. Sino que una especie de exoesqueleto de color blanco y lleno de púas afiladas había crecido de la nada sobre el antebrazo de Bryan, como una especie de armadura.

- Escudo de Hueso. - Murmuró Bryan sin dejar de sonreír: - Activación parcial. -

- ¿Qué?... - Exclamó Phoebe sorprendida por un instante, pero inmediatamente reaccionó y aún en el aire consiguió impulsarse con el Aura de Batalla para girar su cuerpo y atacar usando su daga.

Pero para entonces el Desgarrador Sombrío ya estaba ahí, listo para llegar a la mano libre de Bryan, que de inmediato se defendió con un tajo lateral. Luego retrocedió al mismo tiempo que arrojaba Flechas de Hueso y Phoebe tuvo que moverse a un lado para poder bloquearlas.

- El Escudo de Hueso es una defensa de rango medio, que además toma demasiado tiempo en aparecer y no puede bloquear todos los daños. - Explicó Bryan sacudiendo su brazo, donde la coraza ósea tenía un agujero dejado por la punta del estoque: - Pero se me ocurrió que, si solamente lo hago aparecer directamente sobre mi cuerpo y en un área reducida, en lugar de a mi alrededor, puedo disminuir el tiempo de ejecución considerablemente.

Además, cuando experimenté con esto me di cuenta de que es posible incrementar aún más su densidad de este modo, haciendo que sea una defensa mucho más dura, porque toda su masa se concentra en este pequeño espacio. -

- El Escudo de Hueso debería ser una especie de coraza que cubre al mago como una caparazón, ¿verdad? - Dijo Phoebe sonriendo: - ¿Dices que se te ocurrió hacerlo aparecer en tu antebrazo y que además ese trozo tiene toda la densidad concentrada del original? -

- Exactamente. -

- Eres el mago más brillante que he conocido. ¿Cómo haces para imaginar tantas formas de usar tus poderes? -

Bryan tragó saliva inconscientemente, porque la inspiración había venido al recordar su combate con ese extraño alter ego suyo, en el castillo de Nécora. Y esa era una experiencia que realmente no quería en su memoria, aunque en este caso demostró tener beneficios inesperados. De modo que aprovechó que el Pequeño Esqueleto saltó a su costado, para darle algunas palmaditas en la espalda y enviarlo de vuelta a su dimensión de origen. De este modo evitó el tema por completo.

- ¿Continuamos? - Preguntó Bryan.

- Definitivamente. - Respondió Phoebe.

Esta vez el combate se dio de un modo menos intenso, aunque fue más rápido. Phoebe revoloteaba alrededor, tratando de acertar estocadas mientras bloqueaba al Desgarrador Sombrío con su estoque o las Flechas de Hueso empleando su daga. Por su parte Bryan experimentaba con el Escudo de Hueso en su mano libre, usándolo para defenderse y al mismo tiempo cambiaba constantemente su forma para dificultar que Phoebe se aproximara, mientras que soltaba tajos y estocadas para mantener a la espadachina lo más lejos posible, con el objetivo de arrojarle bolas de Fuego Glacial Místico.

El suelo del campo de entrenamiento, que era originalmente liso, se había vuelto escombros para cuando ambos finalmente se detuvieron. Phoebe había conseguido finalmente romper las defensas de Bryan y llevar la punta de su espada hacia su cuello, pero justo en ese momento descubrió que estaba rodeada por varias bolas de Fuego Glacial Místico concentrado, que se mantenían bajo control por la voluntad de su invocador. Si Bryan era herido y perdía la concentración, todas ellas estallarían, matándolos a ambos.

- Es un empate, supongo. - Susurró Phoebe retirando su arma con una sonrisa.

- Llamémoslo así. - Respondió Bryan alegremente.

Pero por dentro se sentía increíblemente eufórico. La batalla había servido mucho para que practicase al máximo sus técnicas de espada y también para afinar sus nuevos tiempos de reacción cuando las combinaba con su magia. Pese a su juventud Phoebe se había vuelto increíblemente poderosa, mucho más que Marcus quien la superaba en experiencia. Definitivamente ella era una genio inigualable en el arte de la espada y aún tenía mucho espacio para crecer, pero Bryan estaba seguro que, de haber sido enemigos y si hubiesen estado luchando en un espacio abierto, podría haberla matado de distintas maneras, primero abrumándola con números y luego desatando auténticas ráfagas de Fuego Glacial en lugar de bolas de fuego. Ambos se habían contenido bastante para esta pelea, porque realmente no querían lastimarse, pero Bryan intuía que él había reprimido su mano mucho más que ella. Quizá no podría evitar que Phoebe escapase, pero estaba seguro de que podía enfrentarla con relativa seguridad.

Phoebe suspiró agotada y lo miró agradecida. En sus ojos había un brillo de inteligencia bastante particular. Quizá en el fondo ella también tenía el mismo presentimiento que Bryan, pero no dijo nada al respecto y simplemente guardó sus armas.

- Es una pena lo del campo entrenamiento. - Dijo Bryan mirando alrededor al espacio destruido.

- No te preocupes, está diseñado para repararse con magia. - Respondió Phoebe sacando el artefacto que controlaba el entorno y quitando las barreras mágicas. Al poco tiempo una sirvienta llegó con una toalla y dos vasos de agua helada.

- ¡Hace mucho que no sudaba tanto! - Exclamó Phoebe bebiendo el agua con gran placer y limpiándose el sudor de la frente: - ¡Gracias por el ejercicio! Aunque la suciedad es un problema. -

Bryan se bebió el agua de un solo trago, pero el comentario de Phoebe le hizo darse cuenta de que estaba cubierto de hollín y tierra por culpa de la intensidad de su enfrentamiento.

- Llama a los magos para que reparen este sitio. - Ordenó Phoebe a la sirvienta mientras le entregaba el vaso vacío junto con la toalla: - Y prepara el baño de inmediato. -

- Los magos están en camino, Señorita Phoebe. - Respondió la sirvienta haciendo una elegante reverencia: - Y el agua caliente ya está preparada para usted. -

- ¡Excelente! - La alabó Phoebe: - Puedes dejarnos. -

La criada parecía bastante feliz de que su señora le hubiese dado un cumplido y se retiró con una sonrisa en el rostro. Bryan adivinó que la generosidad de Phoebe debía ser bastante grande con sus sirvientes, sobre todo cuando se trataba de pagar.

- Espérame en el jardín. Regresaré cuando termine de bañarme… - Comenzó a decir Phoebe, pero entonces miró la apariencia sucia de Bryan y pareció cambiar de opinión: - ¿Sabes algo? Mejor entra conmigo. ¡Hoy nos bañaremos juntos! -

Phoebe en un conjunto de armadura sexy

Nota del Traductor

Hola amigos, soy acabcor de Perú, es miércoles 18 de enero del 2023 y seguimos luchando contra los terroristas, que han unido fuerzas con los mineros ilegales y un grupo de infiltrados de la izquierda que ingresan por la frontera con Bolivia, por órdenes de Evo morales. Eso quiere decir que hay como 10 grupos diferentes, algunos más criminales que otros, tratando de destruir a nuestro Estado.

La primera parte del capítulo está principalmente basado en una escena de Fate Zero, donde Gilgamesh mata a al servant True Assasin, o por lo menos una de sus sombras. Estuvo concebido para ser visto como un fracaso por parte de Bryan para humanizarlo, porque a pesar de todo su poder puede no estar en control de la situación. Esto forma una curiosa dualidad, porque anteriormente Sombra Fantasmal fue un oponente temible, pero ahora Bryan es increíblemente más poderoso. Y sin embargo, igual no consigue el resultado que desea y está muy frustrado, de modo que al final es Lawrence quien tiene que poner las cosas en perspectiva.

La segunda parte corresponde a los cambios económicos que Phoebe hizo para salvar al Gremio Mercante de Bootz. En realidad, esta parte la basé en la historia de Perú, pues muchos se preguntan hoy en día cómo es posible que nuestra economía no colapse a pesar de todas las crisis que hemos tenido y la respuesta se debe a nuestra constitución, que permite al peruano no depender de la ayuda del estado para prosperar.

Ahora yo no soy fujimorista y también tengo en cuenta las cosas malas que hizo: Fue un dictador que acosaba constantemente a la oposición usando al estado; permitió que un corrupto se apoderase del Servicio de Inteligencia; destruyó muchas leyes que protegían a los partidos políticos e hizo de todo para perpetuarse en el poder. Pero eso no puede ni debe borrar las buenas cosas que hizo: El sistema económico que actualmente nos permite crecer, la constitución que protege nuestras libertades fundamentales, la derrota del Terrorismo Genocida de Sendero Luminoso y el MRTA.

Esta parte del capítulo es en parte un tributo a sus medidas económicas.

Lo que Phoebe hace en el Gremio es una versión en miniatura de lo que Fujimori hizo en el Perú cuando cerró ministerios, sinceró los precios y despidió a mucha gente. Fue algo que se sintió terrible en su momento, pero era tan necesario como amputar una pierna gangrenosa para salvar el resto del cuerpo. Y finalmente se demostró que tenía razón. Si la hermana tierra de Argentina quiere saber cómo solucionar el problema de la inflación, esa es la manera que conocemos: Tienen que sincerar los precios (0 subsidios), despedir gente y sufrir las consecuencias; será doloroso durante años, pero es la única forma de hacerlo.

Esa parte también fue muy importante porque hasta este momento la única chica que ha brillado por su inteligencia es Emily, así que quería darle a Phoebe un momento en que se demostrase lo excelente que es como líder de un grupo de comerciantes.

La tercera parte es el entrenamiento. Quería hacer una pelea con Phoebe y Bryan desde hacía mucho porque me parecía genial el concepto, sobre todo porque no hemos visto a nuestro protagonista enfrentando a un espadachín capaz desde hace mucho. Fue muy difícil encontrar el equilibrio adecuado, porque muchas de las técnicas de Bryan son demasiado letales y también las de Phoebe, pero creo que salió bastante bien.

Me basé en muchas escenas de anime para describir las escenas, pero sobre todo en… bueno, supongo que tengo que admitirlo… Tensei Shitara Slime Datta Ken. ¡Pero no le cuenten a nadie! Lo siento, es que ese anime ha provocado muchas discusiones entre mi círculo de amigos, que no pueden ponerse de acuerdo si lo odian o si lo detestan. Y no me hagan hablar de Isekai wa Smartphone. En pocas palabras, por aquí tenemos muchos prejuicios contra los protagonistas demasiado poderosos a los que todo les sale bien SIEMPRE. Pero en el anime del Slime hay algunas peleas que me gustaron en la forma que fueron concebidas, particularmente las de los Ogros/Kijin.

(Por cierto, si les gusta ese anime me parece excelente. Los gustos no tienen reglas al final y sé que tiene sus seguidores. Además, puede que nos quejemos bastante, pero de seguro vamos a terminar viendo su nueva temporada al final.)

Por supuesto que también me inspiré en cortos de Matrix y algunos videojuegos para complementar cada segmento de la batalla.

Pero déjame saber tu opinión en los comentarios: ¿Te gustó la forma en que Bryan lidió con los asesinos? ¿Qué tal los diálogos? ¿Te gustaron las medidas que tomó Phoebe y el cambio en el Gremio? ¿Se notó lo despiadada pero buena comerciante que es? ¿Qué opinas de la pelea? ¿Estuvo bien escrita o lo habrías hecho de otro modo?

Si deseas colaborar con este humilde adaptador, por favor usa los enlaces de mi cuenta Patreon, porque hasta un dólar es de gran ayuda. También puedes identificar cualquier error ortográfico que se me haya podido pasar. Y sobre todo compartir este trabajo para que más gente lo conozca.

¡Nos vemos en el siguiente capítulo!