88 ¡Pero me siento culpable!

Después del encuentro nocturno en la biblioteca, la mayor preocupación de Bryan era que Duke o Erick pudieran reconocer su apariencia al verlo, pero todos sus temores desaparecieron en cuanto se acercó a la Escuela Necromántica.

Y es que nada más llegar se topó con Borg y Carey, que estaban ocupados limpiando los monumentos de los ex alumnos eminentes que flanqueaban el camino de entrada. Al verlos decidió saludarlos, pero los dos sirvientes lo miraron confundidos y se quedaron paralizados por un momento, sin saber muy bien qué hacer. Después dejaron de lado todo lo que estaban haciendo y procedieron a realizar una reverencia frente a él, con profundo respeto y humildad.

“¿Me están confundiendo con un aristócrata?”

Cuando finalmente se recuperó de la impresión y les aclaro su verdadera identidad, Carey y Borg no le creyeron de inmediato, pero luego reaccionaron asustándose todavía más. Bryan ya no era un esclavo, ahora se había convertido en un estudiante y su estatus era muy superior al de estos dos sirvientes. Asimismo, había que añadir los rumores que circulaban sobre él. Y es que su actuación cuando fueron al Bosque Oscuro era un tema de conversación recurrente para los alumnos de necromancia. Como siempre ocurre con los rumores, estos habían ido exagerando poco a poco la realidad, hasta que las hazañas de Bryan se elevaron a la categoría de “Épicas”.  Por eso, estos antiguos enemigos suyos vivían temiendo el día en que él volviese a buscarlos para vengarse.

Pero Bryan ni siquiera les prestó atención, en cambio sacó un pequeño espejo de bronce pulido y examino sus rasgos por primera vez en varios meses. ¡Estaba totalmente cambiado! Su cuerpo delgado ahora era claramente fornido, esbelto e incluso había crecido dos tallas.  Sus rasgos se habían vuelto mucho más pronunciados, confiriéndole un aire maduro, intenso y reflexivo, que se veía reforzado por la seguridad en sí mismo obtenida tras tantas experiencias cercanas a la muerte. El niño lamentable se había convertido en un joven adulto, atrevido y encantador en menos de un año.

“Es natural que estos dos idiotas no me pudiesen reconocer a pesar de haber vivido conmigo durante años. ¡Entonces no me tengo que preocupar de Duke o Erick me descubran! Y si el señor Cándido cumple con su palabra de sacar de mi camino a los sicarios de “Sombra Fantasmal”, no hay motivos para seguir ocultándome.” Pensó Bryan y se sintió completamente relajado por primera vez en varios días. Así que caminó con paso seguro e ingresó directamente por la puerta principal.

Nada más llegar se topó con Amy, una estudiante de necromancia, que en ese momento se dirigía al aula. Cuando le dijo su nombre, ella lanzó una alegre exclamación: - ¡Eh, Bryan! ¡Te vez muy diferente! ¡Cuánto tiempo sin verte! ¡Como hace mucho que no te vemos en la Academia, pensé que te había sucedido algo! -

- Hola señorita Amy. - Bryan sonrió mientras la saludaba y caminaron juntos hacia los edificios de la Facultad de Magia Oscura.

Cuando Bryan llegó al salón donde se impartían las clases de necromancia, se sintió confundido por un momento. Tiempo atrás, lo único que podía hacer era escuchar las lecciones del profesor a escondidas, mientras sujetaba una escoba para pretender que barría el pasillo. Ahora en cambio era un estudiante en pleno derecho, un mago ni más ni menos, y estaba a punto de entrar en el aula con los otros estudiantes.

- ¡No te quedes ahí parado, la segunda clase está a punto de comenzar, entra! - La voz de Amy lo sacó repentinamente de su ensimismamiento.

Bryan reaccionó de inmediato y sonrió gentilmente a su compañera de clase mientras entraba en el aula. Tan pronto como atravesó el umbral se encontró con las miradas de todos los estudiantes, que dejaron lo que estaban haciendo para fijarse en él.

La mirada de Lisa era particularmente intensa. Hasta hace unos momentos, la hermosa bruja había estado cerrando sus ojos perezosamente, pero se despertó de inmediato al ver a Bryan y su mirada pareció brillar mientras se levantaba del asiento y lo saludaba con la mano: - ¡Aquí, aquí! -

Las expresiones de Bach, Bella y algunos de los otros estudiantes eran bastante extrañas. Todos ellos eran antagónicos hacia él, así que no le sorprendía su desagrado, pero ahora había una extraña mezcla de curiosidad e intriga en la forma en que lo observaban. Algunos de ellos empezaron a murmuran con disimulo.

- ¡Bryan está de vuelta! ¡Oye, oye Amy, ¿crees que los rumores son ciertos?! - De pronto Athena hizo una pregunta en voz baja a su amiga luego de que esta se sentó a su lado.

- Yo no lo creo, Athena. A mí nunca me ha parecido que ocurriese algo entre la Maestra Fanny y Bryan. Además, la Maestra Camilla es una vieja malintencionada y siempre está inventándose rumores a la primera oportunidad. ¿Cómo podemos creer cualquier cosa que diga? - Amy hizo un adorable gesto de disgusto y negó con la cabeza.

No eran solo estas dos estudiantes. Mientras Bryan se dirigía junto a Lisa, se dio cuenta de que todos los estudiantes estaban hablando de él y de Fanny. Todos comentaban que Camilla los encontró a ambos juntos en la cama, con tantos detalles, que parecían haber estado ahí. Para todos, Fanny y Bryan se habían convertido en una pareja de amantes atrapados en pleno acto.

Bryan se sintió conmocionado, nunca se imaginó que la maestra Camilla sería tan descarada como para que incluso los estudiantes de necromancia se enterasen del asunto. “Si ellos saben esto, eso significa que esa vieja maldita se aseguró de contárselo a todos los profesores.”

La expresión alegre de Lisa se trasformó de inmediato en la de una interrogadora en cuanto Bryan se sentó a su lado. La muchacha lo miró de arriba abajo examinando su rostro y su físico, claramente maravillada por los cambios que había sufrido, pero luego su expresión se congeló y le habló con frialdad: - ¿Es cierto lo que dicen? ¿Hay algo entre tú y la Maestra Fanny? -

- Entiendo que los demás se crean eso, ¿pero tú, Lisa? Incluso si yo fuese lo bastante descarado como para intentar hacer algo como eso en la Academia, la Maestra Fanny nunca lo permitiría. ¡Ella es una persona noble, digna y jamás accedería a algo así! ¡Sinceramente tendría que haber un límite para las cosas estúpidas que la gente cree! - Bryan le respondió suavemente con una expresión desagradable, pero su tono fue lo bastante alto como para que el resto alcanzase a escucharlo. De inmediato muchos estudiantes dejaron de mirarlo.

Lisa soltó un pequeño suspiro de alivio y su expresión también se relajó, pero todavía le preguntó con algo de recelo: - Dicen que donde hay humo hay fuego. Así que algo debe haber pasado en la habitación de la Maestra Fanny. ¿Por qué fuiste ahí en medio de la noche? Aunque a esa vieja bruja le encante soltar tonterías, debe haber visto algo que provocó que abriese la boca, ¿verdad? -

Encogiéndose de hombros, Bryan respondió: - Solamente me acerqué a la Maestra Fanny para preguntarle un asunto privado sobre mis nuevos derechos ahora que soy libre y también sobre el conocimiento mágico esencial. Esa vieja nos vio hablando e hizo un océano de un vaso con agua. ¿Pero qué importa? Deja que la gente hable si quiere. A mí me resbalan las palabras y no me importa en lo absoluto lo que otros piensen de mí. -

- Tal vez a ti no te moleste. Pero esos rumores pueden afectar terriblemente la reputación de la Maestra Fanny. ¡Todo el mundo va a estar pensando que es una persona sucia e inmoral, sobre todo porque tú eres su estudiante y ella fue la que te recomendó! Tal vez las autoridades de la Academia decidan ponerla bajo vigilancia o algo así. -  Lisa frunció el ceño mientras le recordaba esto.

Bryan sintió que un martillo le había golpeado la cabeza. “¡Maldición, es cierto! ¡Soy un estúpido, debí haber pensado en eso! ¡No puedo creer que fui tan egoísta como para olvidarme de la situación de Fanny!”

Justo cuando Bryan estaba reprendiéndose interiormente el maestro Gene entró en la clase cargando una gruesa pila de libros y documentos de magia. Pasó la mirada por el salón y lo vio sentado con Lisa en la última fila. Su expresión se enfrió de forma inmediata.

En ese momento sonó la campana que anunciaba el inicio de las clases, así que Gene se detuvo en medio del aula y lo miró con una sonrisa desagradable: - ¡Pero si es Bryan! ¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Seguro que te conviene entrar directamente a este curso? Es cierto que ahora eres un estudiante, pero no recuerdo que hayas asistido a una sola de mis clases. ¿No crees que las lecciones que doy podrían ser demasiado avanzadas para ti? Quién sabe, tal vez incluso tengas problemas para entender lo que estoy por explicar. -

Después de haber viajado tanto tiempo con el profesor en el Bosque Oscuro, Bryan entendía que Gene era algo hipócrita, pero definitivamente no era mala persona. Solamente se estaba metiendo con él porque escuchó el rumor sobre Fanny y estaba “celosamente indignado”[1], pero seguía siendo una persona culta y educada. El sarcasmo que utilizaba estaba bien disimulado y no era del todo malintencionado, así que Bryan no pudo enojarse de verdad con el profesor.

“Imagino que, por los rumores, el pobre Maestro Gene lo habrá tenido difícil. Si yo fuese él tampoco resistiría la tentación de avergonzarme.”

Bryan se reclinó en su asiento y respondió con una leve sonrisa: - Muchas gracias por su preocupación, Maestro Gene, pero pierda cuidado, ya he revisado la mayoría del material bibliográfico sobre las lecciones que se han impartido y en su mayoría he comprendido lo esencial. Así que no debería tener demasiadas dificultades para entender las lecciones, por favor no dude en proceder. -

- Oh, ¿en serio? Pero si uno pudiese comprender todas las teorías mágicas únicamente a través de la lectura de los libros, ¿cuál sería el motivo para la existencia de la Academia Babilonia de Artes Mágicas y Militares? Je je. Pero bueno, ya que estás tan seguro, supongo que no te importará decirme el número de formas convencionales en que se puede ejecutar la magia. -

- Existen cuatro formas principales para ejecutar la magia: Las Palabras de Poder, Objetos Mágicos, los Movimientos Rituales con las manos y las Matrices o Diagramas Mágicos. Cualquiera de estos métodos puede emplearse para liberar la magia en mayor o menor medida, dependiendo del tipo y complejidad de la misma, también pueden combinarse para desatar efectos más poderosos.

Hechizos, encantamientos y conjuros pueden ser ejecutados por palabras de poder determinadas que sirven para encausar los elementos mágicos de una forma determinada y así se pueden realizar una amplia variedad de magias que usualmente duran un corto periodo de tiempo, pero tienen efecto más rápido o, mejor dicho, inmediato.

Los objetos mágicos en cambio, ya sean naturales o artificiales, son complejos de crear y por lo tanto muy escasos, ergo toma más tiempo poder utilizarlos. Pero los efectos de su magia permanecen activos por más tiempo, de hecho, los más poderosos pueden seguir funcionando durante milenios de acuerdo con las leyendas.

Por supuesto, el número las magias que pueden desatar al mismo tiempo no suelen ser demasiadas, pero en cambio son mucho más complejas que las que se podrían ejecutar únicamente con Palabras de Poder y no consumen tanta Fuerza Mental. Es importante diferenciarlos de los objetos encantados: los primeros son artículos o elementos ordinarios que han sido imbuidos con propiedades mágicas por el encantamiento de un mago y sus efectos normalmente tienen un límite de usos; en cambio un objeto mágico obtiene su poder de los elementos o materiales que se emplearon para crearlo, es decir que han sido concebidos para realizar magia y poseen su propia reserva de poder. Los Objetos Mágicos varían mucho en forma, variedad e intensidad de sus efectos; pero entre ellos los más usuales son los pergaminos mágicos, talismanes, reliquias, joyas, cetros, artefactos de… -

Bryan mantuvo su actitud relajada y empezó a recitar una serie de definiciones bastante exactas, que incluían algunas de sus propias reflexiones. Gene estaba verdaderamente sorprendido y se quedó sin palabras por un momento, luego asintió mientras forzaba una sonrisa y dijo: - Todo eso es correcto. Parece que en efecto dominas el conocimiento básico sobre las artes mágicas. Entonces te haré más preguntas. -

Con el ceño fruncido por la frustración, el Maestro continuó probando los conocimientos de Bryan con una serie de cuestiones que recibieron una respuesta inmediata. Esto lo desconcertó aún más y se empecino en seguir preguntando. Comenzó con los conocimientos mágicos fundamentales, luego pregunto sobre una serie de puntos que sólo los Magos Principiantes estudiaban, pero Bryan le respondió con exactitud en cada ocasión.

Para entonces no solo Gene, sino que todos los otros estudiantes estaban mirando a Bryan con expresiones de sorpresa y consternación. Ninguno podía creer que un antiguo esclavo pudiese haberse aprendido tantas leyes y principios mágicos complicados en cuestión de meses. Se podían ver rastros de sudor brillando en la frente del Maestro Gene y su respiración parecía bastante agitada. Finalmente inhaló profundamente y volvió a intentar.

- ¡Lo siento Maestro, no sé cómo contestar eso! - La última pregunta dejo a Bryan en silencio por unos momentos y al final admitió honestamente que no conocía la respuesta. Esa pregunta excedía los conocimientos que un Mago Licenciado podía dominar, así que no tenía forma de entenderlo.

Gene finalmente sonrió y estaba a punto de decir algunas palabras para recuperar su ego perdido, cuando Lisa lo interrumpió con impaciencia: - ¡En verdad, Maestro Gene! Si él supiese todas las respuestas, ¿para qué tendría que venir a su clase? -

Esas palabras dejaron mudo al profesor y lo ayudaron a recobrar el sentido. Cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, se sintió un poco incómodo, pero rápidamente recuperó la compostura. Luego dio una palmada sobre la mesa y forzó una sonrisa: - Muy bien, creo que ya fueron suficientes preguntas. Continuemos con la clase. -

- ¿Cómo es que de repente sabes tanto? - Lisa inclinó su cabeza a un lado de modo adorable mientras le preguntaba en voz baja.

- ¿No te lo dije antes? Estuve estudiando con la Maestra Fanny sobre los principios mágicos y como era mucho lo que me faltaba aprender, hubo una ocasión en que me quedé hasta muy tarde sin darme cuenta. Esa vieja arpía entró esa vez y nos vio conversando, desde entonces parece que ha estado contándole estupideces a todo el mundo. -  Bryan respondió rápidamente y luego se concentró en escuchar la clase. En ese momento el Maestro Gene estaba explicando varios detalles importantes que los Magos Licenciados debían conocer y eso era algo que él todavía no dominaba, así que no le tenía mala voluntad al profesor a pesar de sus celos.

Lisa todavía quería seguir hablando con Bryan y estaba pendiente del final de la clase, pero él no le dio la oportunidad e inmediatamente salió del salón a toda prisa para dirigirse al laboratorio de Fanny en el momento en que sonó la campana.

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- ¡Fitch, ya he explicado esta teoría muchas veces! Sé que eres inteligente y con tus habilidades deberías haber dominado estos conjuros hace mucho tiempo. ¿Por qué todavía no puedes ejecutarlos con éxito? - Los oídos sensibles de Bryan le permitieron oír claramente la conversación de dos personas en el interior del laboratorio, aunque las puertas estaban cerradas.

- Maestra Fanny, sabes que he estado enamorado de ti desde hace tanto tiempo y sin embargo nunca me has dado una oportunidad. ¡¿Cómo es posible que prefieras estar junto a ese inmundo esclavo en vez de con un noble como yo?! ¡¿Qué puede ofrecerte esa chusma?! - Los airados reclamos de un hombre resonaron en respuesta. Bryan entreabrió la puerta con cuidado y pudo ver claramente a Fitch, que miraba a la maestra con el rostro colorado por la indignación.

La Maestra Fanny llevaba puesto sus anteojos negros y vestía una túnica mágica regular. Como siempre era tan bella como una obra de arte, pero incluso su hermoso rostro se oscureció un poco por la expresión de resignación que mostró al oír esas palabras. Si embargo, Fanny consiguió recuperar un poco de autocontrol para responderle con un suspiró: - Fitch, cada día te las arreglas para que esté más decepcionada contigo. En primer lugar, Bryan ya no es un esclavo, ahora es un estudiante igual que tú y el imperio lo ha reconocido como mago. Eso implica que su estatus ya es el de un hidalgo o por lo menos un noble incipiente, algo que consiguió únicamente gracias a sus méritos por salvar a tus compañeros de escuela de muchos peligros. Así que tus palabras despectivas son completamente inapropiadas y también desleales.

En segundo lugar, tú no eres el más sobresaliente entre los estudiantes, así que no tienes motivos para sentirte tan superior: Nunca le prestas atención a mis lecciones, siempre estas con la cabeza en las nubes y no tengo idea de lo que estás pensando. Así que de hecho estás por debajo de Bryan en cuanto a aptitudes como mago se refiere. -

- ¡Bryan, Bryan, Bryan de nuevo! ¡¿Qué tiene ese maldito esclavo que lo haga mejor que yo?! ¡¿Cómo puedes despreciarme a mí para estar con un mugriento bastardo como él?! ¡¿Acaso no tienes vergüenza?! ¡Seguro que Camilla tiene razón! ¡¿Cómo fuiste capaz de revolcarte con él?! ¡Eres peor que una mujerzuela! - La furia y la tensión en el rostro de Fitch eran intensas y, aunque lo intentaba, no podía suprimir el rugido de su voz.

“¡PLAP!”

Fanny le lanzó una bofetada tan fuerte a Fitch que prácticamente le volteó el rostro de lado. Estaba realmente enojada y eso no era algo que ocurriese fácilmente. Cuando el iracundo joven se recuperó del golpe, ella le lanzó una mirada gélida y gritó: - ¡No más! ¡No más! ¡Esta es la gota que colmó el vaso, Fitch! ¡No pienso tolerar que un estudiante esté cuestionándome de ese modo y menos aún que me insulte! Antes te dije que hablaríamos de los asuntos del corazón si conseguías llegar a ser Mago Adepto… ¡Porque quería motivarte para que te superaras! Pero ahora veo que fue una terrible equivocación. Así que en este momento voy a decirte claramente lo que pienso: ¡Nunca habrá nada entre nosotros dos! ¡Aunque fueses el mismísimo príncipe imperial! Así que ya puedes dejar de lado tus pretensiones y sobre todo ¡deja de elucubrar sobre mi vida privada! Si todavía tiene preguntas sobre la magia, estudiante Fitch, entonces a partir de ahora por favor haga sus consultas en los salones de clase o en los campos de entrenamiento. Usted ya no es bienvenido en mi laboratorio. ¡Retírese inmediatamente! -

- ¡Hipócrita! ¡Me dijiste eso a mí, pero haces excepciones para ese esclavo recadero, ¿no es verdad?! ¡Todo este tiempo estuviste burlándote de mis sentimientos! ¡¿Yo tengo que llegar a Mago Adepto para poder hablar contigo, pero al sirviente lo invitas a tu cuarto y lo metes en tu cama?! ¡Ja! ¡Eres una ramera desvergonzada! ¡Nunca más voy a volver a creer en ti! - Fitch fue alejándose hacia la puerta mientras se agarraba la cara e insultaba a la maestra con una expresión realmente espantosa.

Bryan retrocedió unos pasos y se escondió en una esquina hasta que Fitch se fue. Entonces miró fríamente la espalda del estudiante, mientras luchaba con el impulso de asesinarlo en ese mismo momento. Al final decidió que eso sería peor para Fanny, así que ingresó en el laboratorio con una expresión neutral.

La hermosa maestra parecía un poco perdida en sus pensamientos y no notó que alguien se le acercaba. Ella estaba apoyada con sus dos manos sobre una mesa redonda de forma apacible, suspirando suavemente de vez en cuando y con la cabeza baja. En algún momento murmuró con un tono muy débil: - Tal vez Fitch tiene razón. Quizá he sido una mujer hipócrita y desvergonzada. De hecho, no he sido muy fiel a mis propios principios últimamente… -

Bryan oyó claramente todos los murmullos de Fanny, pero no entendía el significado de sus palabras y tampoco estaba seguro de qué podía decir o hacer para consolarla. Después de pensar durante unos momentos, Bryan usó uno de sus dedos para golpear la superficie de la mesa redonda.

- ¡Dije que te largues! - Fanny se levantó de un salto con el brazo en alto y el rostro iracundo, pero se quedó congelada al ver que el que estaba a su lado ya no era Fitch.

Cuando reconoció a Bryan, la expresión de la maestra se volvió muy extraña: Primero pareció entrar en una especie de ensueño, luego pasó a un estado de conmoción y al final entró en una fase de aturdimiento con sus ojos moviéndose de un lado a otro como si quisiese esconder algo. Finalmente volvió a la normalidad y puso los ojos en blanco, gesto claro de su mal humor, mientras preguntaba irritada: - ¿Qué estás haciendo aquí? -

- Acabo de regresar Maestra y tenía algunas preguntas que hacerle. - Bryan miro a Fanny con ternura y respondió.

- ¡¿Escuchaste eso?! ¡¿Viste lo que acaba de pasar?! - El hermoso rostro de la maestra se distorsionó un poco por la ira cuando lo miró: - ¡Seguramente has escuchado todo con esos malvados oídos tuyos! ¡¿Acaso no sabes que escuchar a escondidas es muy grosero?! -

- Eh... Lo siento mucho Maestra, yo no quería escuchar. ¿Pero cómo podría no hacerlo? - Bryan respondió sonriendo como un pícaro, pero había calidez en sus gestos. De pronto su expresión se volvió seria y fría cuando dijo: - Esa Camilla es una verdadera alimaña. No me importa lo que nadie piense o diga de mí, pero no voy permitir que alguien la difame a usted. ¡Voy a hacer que pague caro por esto! -

- Sólo déjalo pasar. Esa vieja bruja ha sido así desde el día en que llegó a la Academia y más de un profesor ha sufrido por su lengua insidiosa. Supongo que ya era tiempo de que me tocara a mí. No hay nada entre nosotros de todos modos, así que los rumores de los demás no tienen por qué afectarnos. En cambio, si buscamos pelea, sólo daríamos pie a más habladurías. Es mejor ignorarlos, porque las personas sin culpa en la conciencia no se inmutan por las calumnias. - Fanny suspiró suavemente y pronuncio palabras conciliadoras, pero su expresión dejaba entrever que estaba muy preocupada.

- ¡Pero yo tengo una conciencia culpable! - Dijo Bryan con una expresión irónica.

- Q… ¿Qué? ¿Acaso tú ya has…? ¡Maldita sea, ¿de qué te sientes culpable?! - Las mejillas de Fanny se sonrojaron de repente y bajó la cabeza para maldecirlo en voz baja con el ceño fruncido.

- Me siento culpable por usted, Maestra. Me siento culpable porque debido a mi estúpido comportamiento estas siendo tratada injustamente. Me duele saber que te he hecho daño y no puedo tolerarlo. - Bryan dijo esto con una expresión imperturbable y enigmática.

Fanny se quedó sin palabras por un momento, pero luego reaccionó y le contestó enfadada: - Así que eso querías decir con “conciencia culpable”. ¡Pensé que hablabas de otra cosa! -

- ¿Qué otro significado podría haber? - Preguntó Bryan.

- ¡No, nada! - Fanny respondió apresuradamente como si quisiera ocultar algo e inmediatamente cambió el tema: - ¿Qué preguntas tienes para mí esta vez? -

Bryan estaba a punto de responderle, cuando sintió que alguien se aproximaba, así que decidió esperar hasta saber de quién se trataba. Luego de unos instantes la puerta se abrió… ¡Y el Archimago de Viento Duke entro en el laboratorio con su típica sonrisa benevolente!

- Maestra Fanny, ¿tiene un momento? Quisiera hacerle algunas preguntas. - Duke saludó a Fanny con un tono que indicaba que ya se conocían de antemano. Luego frunció el ceño cuando notó que había alguien más y se volvió para mirar a Bryan.

Bryan se sobresaltó al instante, pero logró ejercer su autocontrol a tiempo. De inmediato fingió una expresión de sorpresa y curiosidad, como si fuese la primera vez que se veían y no tuviese la menor idea acerca de su identidad y origen.