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- Quizá me sea posible conseguir un poco de Oricalco, pero requerirá de un gran esfuerzo por mi parte. Ya sabe lo difícil que puede ser encontrarlo, así que… ¿Cuántas monedas de oro estaría dispuesto a gastar para obtenerlo? - Bryan dijo esto con un tono muy tranquilo, pero por dentro no dejaba de considerar todas las posibilidades y consecuencias que podría desatar si aceptaba la propuesta.
La expresión de Lawrence cambió por completo. De pronto su mirada era aguda como la de un águila y su voz temblaba un poco por la emoción: - ¡Entonces de verdad puedes conseguirlo! Sea pues, sólo necesito el tamaño aproximado de un puño para forjar mi arma. Los vendedores oficiales ya han agotado sus reservas y hasta el mercado negro anda escaso de minerales. Dígame su precio, señor Bryan, y yo lo pagaré… -
Bryan sonrió y se frotó la barbilla mientras recordaba una conversación que tuvo con Phoebe anteriormente, en la que hablaron sobre el valor de los minerales. “El precio es irrelevante, más importante es forjar la conexión. Y si además consigo que me deba un favor… Pero si mis intenciones son muy evidentes me ganaré su enemistad, es mejor ser precavido.” Pensó Bryan vacilante y finalmente se arriesgó a decir: - ¿Qué opina de esto? Quedemos en cinco mil monedas de oro y yo tratare de conseguir una pieza para usted. -
- Acepto. Es cierto que el Mineral de Oro Negro es aún más difícil de conseguir, pero el Oricalco no abunda en el mundo y realmente vale ese precio. No tengo planes de dejar la Academia por ahora, así que puedes encontrarme en la Escuela de Caballeros, si logras conseguirlo. Tendré el dinero listo para entonces. - Respondió Lawrence con alegría.
Mientras asentía con la cabeza, Bryan recordó la primera vez que se encontró con Lawrence, meses atrás y en la paliza que terminó recibiendo. Alzó las cejas mientras reía con ganas y dijo: - Le traeré el Oricalco dentro de unos diez días, aproximadamente… Entonces, buen señor, ¿qué opina de entablar ese combate de práctica ahora mismo? Un poco de ejercicio no viene mal después de hacer un buen negocio. -
Lawrence hizo una reverencia respetuosa y se dispuso a luchar inmediatamente: - ¡Muy bien! Entonces comencemos. Veamos si realmente es tan habilidoso como escuché a Phoebe afirmar en más de una ocasión. Sepa que no hay muchas personas que sean dignas de los elogios de mi joven hermana, así que estoy bastante intrigado por comprobar cuan fuerte es usted, señor Bryan. -
****
Era mediodía, la mayoría de los estudiantes en el patio ya estaban terminando de recoger sus cosas y se preparaban para ir a almorzar. Sólo quedaban dos o tres rezagados que seguramente se habrían quedado dormidos mientras descansaban bajo la sombra de los árboles a cierta distancia. Bryan echó un rápido vistazo a sus alrededores y sonrió: - Vamos a un sitio más alejado, no sea que molestemos a alguien sin querer. -
Después de eso alzó la cabeza con orgullo en un claro gesto de desafío y se dirigió hacia un espacio vació que había entre los árboles del jardín más cercano. Lawrence aceptó el reto y sonrió entre dientes mientras apretaba los puños, luego lo siguió.
De inmediato se colocaron frente a frente. Bryan hizo circular Esencia Mágica por todo su cuerpo y comenzó a ajustar su postura. Lawrence apenas estaba preparándose… ¡Cuando Bryan se lanzó al ataque tan rápido como un relámpago y con los puños alzados, sin darle tiempo de reaccionar!
Lawrence no se esperaba una velocidad tan pasmosa, pero lo peor para él era el presentimiento de que la fuerza tras ese golpe era aún más aterradora. El instinto forjado por durante sus años de entrenamiento entró en acción de inmediato y el cuerpo del joven caballero se movió automáticamente. Primero retrocedió un paso mientras giraba el torso para evitar el puñetazo, luego alzó los antebrazos a la altura de su nariz para proteger su cara.
Casi no lo hizo a tiempo. Con un silbido el golpe de Bryan pasó muy cerca de su cara antes de que sus brazos terminasen de defenderlo y apenas falló en darle a la quijada. Lawrence sintió entonces que un viento helado de algún modo emanaba de todo el brazo izquierdo de Bryan y sintió un poco de miedo por primera vez.
Pero todavía no había terminado. Bryan dio un paso adelante para cerrar la distancia entre ambos al mismo tiempo que flexionaba el brazo con el que acababa de golpear hasta que el hueso de su codo sobresalió. Entonces también giró su torso y lanzó un segundo golpe diagonal hacia el pecho de Lawrence.
Todo esto sucedió de un modo casi instantáneo y el joven aristócrata no tuvo tiempo de reaccionar. Como sus antebrazos estaban alzados para defender su rostro, el golpe de codo logró abrirse paso con contundencia.
Lawrence soltó un gruñido bajo de dolor y tuvo que retroceder varios pasos. Su rostro enrojeció un poco por la tensión y su mirada estaba firmemente concentrada.
- ¡Vamos, vamos, mi buen señor! ¡¿No dicen que uno siempre hay que estar alerta para sobrevivir en la guerra?! - Bryan podría haber continuado si ataque, pero decidió detenerse y retroceder unos cuantos pasos en su lugar mientras sonreía y se burlaba un poco de Lawrence.
Después de todo, esto era una práctica de combate y no una lucha a muerte, así que no había utilizado toda su fuerza en ese golpe. Apenas se permitió utilizar una pequeña muestra del Conjuro de Fuego-Glacial Místico, de ahí el aire frio que emanaba de su brazo. Lawrence era un Sargento Caballero y su cuerpo estaba protegido naturalmente por el Aura de Batalla, incluso de forma inconsciente. De tal modo que, aunque lo hubiese golpeado, no sufriría secuelas serias.
- Es muy fácil decir eso cuando eres tú el que me embosca, señor Bryan, así que ese golpe no cuenta. Ya me cobraré un tanto en represalia, ahora ¡continuemos con este pugilato! - Lawrence no estaba enojado y hasta sonrió mientras argumentaba. Luego avanzo unos pasos, inclinó un poco su frente hacia adelante para no exponer la nariz, levanto la guardia y se lanzó al ataque a toda velocidad.
El Aura de Batalla emergió repentinamente del cuerpo de Lawrence conforme aceleraba, concentrándose en sus puños fuertemente apretados, sobre todo en sus nudillos. Ahora parecía como si tuviese un par de cuchillas hechas de pura luz verde sobresaliendo de sus brazos.
Sus pies también resplandecieron sutilmente y la velocidad de Lawrence se incrementó con cada paso. El joven noble ya había entendido que la fuerza de su oponente no tenía nada que ver con la que había sido la primera vez que se enfrentaron, así que no pensaba contenerse. Por ese motivo había desplegado su Aura de Batalla sin vacilar, pero sus movimientos eran bastante cautelosos. Lawrence decidió atacar al rostro de Bryan con el brazo izquierdo primero para desestabilizarlo o forzarlo a esquivar y luego lo remataría con un rápido golpe lateral derecho en cuanto expusiese la quijada.
Bryan sonrió disimuladamente al observar el movimiento de Lawrence, luego estimó la fuerza del Aura de Batalla y decidió no esquivar ese golpe. En cambio, hizo circular el poder del Conjuro de Fuego-Glacial Místico en su mano derecha hasta que esta resplandeció sutilmente con un brillo rojizo, para después lanzar un poderoso contra golpe directamente sobre el puño izquierdo de Lawrence.
Cuando ambos golpes se enfrentaron, hubo poderoso estruendo cuando la luz Verde y el resplandor Carmesí lucharon por un momento.
“¡BAM!”
Después del estallido ambos poderes se dispersaron y los dos se vieron forzados a retroceder varios pasos. Bryan sintió una oleada de dolor junto con un ligero adormecimiento en su mano derecha, pero Lawrence no parecía estar mucho mejor.
- ¿Puedo saber cuánto poder de Aura usaste para reforzar ese golpe punzante? - Preguntó Bryan con una mirada intensa como la de un depredador que ha encontrado un rival digno.
- ¡Sesenta por ciento, aproximadamente! - Respondió Lawrence y le devolvió una mirada muy similar. - Tu fuerza, poder y capacidad de reacción… ¡Todos son superlativamente diferentes a cuando nos enfrentamos por primera vez! Nadie puede hacerse así de fuerte tan rápido. Lo único que puedo deducir es que en ese entonces estabas ocultando deliberadamente tus habilidades por algún motivo. ¿Pero por qué te dejarías golpear de ese modo por sólo cinco monedas de oro? -
La verdad era otra, Bryan realmente había sido un novato hasta hace unos meses y su magia demoníaca estaba tan sólo en los primeros peldaños del Reino Sólido. Aceptó recibir esa paliza, no por el oro, sino porque necesitaba lastimarse para acelerar su desarrollo y definitivamente no se había contenido al luchar. Pero no había modo de que Lawrence supiera eso.
“Así que el sesenta por ciento de su Aura de Batalla. No parece que Lawrence este mintiendo, por lo menos no en este momento. Y yo solo usé el cuarenta por ciento de mi Esencia Mágica en mi golpe. Eso quiere decir que mi poder puro ya ha superado al de Lawrence, aunque no sea por un gran margen.” Pensó Bryan, aunque se guardó muy bien de mencionarlo. “El poder no es para demostrarlo ni para alardear. El poder se ejerce y de ser posible en silencio. Cuanto menos sepan otros de mis habilidades, menos oportunidades tendrán de matarme.”
Después de esa reflexión, Bryan no volvió a intentar otro choque directo de fuerzas contra Lawrence y su lugar se concentró en utilizar su velocidad y agilidad para enfrentarlo de un modo mucho más eficiente.
Ambos continuaron intercambiando golpes en ese lugar apartado y recibieron una cuota de daño. Esto le sirvió para confirmar que su cuerpo era mucho más resistente que el de Lawrence a juzgar por las involuntarias muecas de dolor que soltaba el joven caballero cuando recibía un tanto.
El cuerpo de Bryan había sido trasformado continuamente por su magia demoníaca y ya era de una constitución superior a la de un humano normal. Cabe mencionar que las etapas iniciales de su entrenamiento lo habían forzado a someterse a una especie de tortura auto infligida de forma regular, así que estaba acostumbrado a soportar todo tipo de tormentos físicos. Su mente prácticamente pasaba por alto el dolor de los puñetazos cuando Lawrence tenía la suerte de acertarle un golpe.
El combate continuó hasta que el sol abandonó su cenit, cuando finalmente Lawrence bajó los puños voluntariamente y sonrió con ironía: - Creo que ya es suficiente. Es usted una persona desconcertante, señor Bryan. No puedo sentir ningún tipo de Aura de Batalla en usted. Ninguna en absoluto. Y sin embargo tanto tu fuerza como tu resistencia son mucho mayores que las mías. ¡Hasta me parece que estoy golpeando un muro de roca sólida! ¡¿Acaso no sientes ningún dolor?! -
Bryan rio por lo bajo y respondió: - No es nada especial, mi señor Lawrence. Simplemente nací con huesos resistentes, no creo que sea para tanto. -
- ¡¿Qué no es para tanto?! ¡Tú debes ser algún descendiente de todas las tribus bárbaras que habitan en el norte o posees la habilidad de esos Guerreros Berserker, que entran en un estado psicótico de furor guerrero! Ja ja ja Por los divinos, Phoebe tenía razón al decir que no es posible medirte con los estándares comunes. ¡Realmente eres alguien extraordinario! - Respondió Lawrence con asombro.
Bryan sonrió, pero por dentro estaba meditando: “Este combate me ha servido bien para comprobar mis deficiencias. Mi cuerpo es muy fuerte y ahora mi mente me permite reaccionar más rápido que nunca. Si a eso le sumo las maravillosas propiedades de la Esencia Mágica, definitivamente soy poderoso. Pero Lawrence ha estado entrenando sus habilidades de combate durante mucho tiempo y puede compensar la disparidad de fuerzas fácilmente con acciones evasivas y golpes precisos. Podría llegar a vencerme en una pelea limpia solamente por su experiencia. Tengo que hacer algo al respecto.”
La verdad era que él nunca había aprendido las artes marciales chinas, salvo por el breve entrenamiento militar obligatorio en su universidad. Tampoco practicaba ningún deporte en su vida anterior. Había aprendido por fuerza a pelear en este nuevo mundo, hasta el punto en que podía derrotar individuos más poderosos; pero la verdad era que sus ataques eran demasiado simples y carecía de métodos eficaces para aprovechar al máximo sus habilidades, a diferencia de Lawrence. Por lo tanto, tomó nota de esta deficiencia y decidió que más tarde meditaría en los recuerdos de Chu Cang Lan para ver si el malvado conocía alguna forma de combate marcial que pudiera practicar.
- Muchas gracias por el pugilato, mi señor Lawrence. Creo que también prefiero dejarlo aquí por esta vez. Al menos pude redimirme por mi desempeño anterior. Vendré a buscarlo a la Escuela de Caballeros cuando obtenga el Oricalco. - Bryan hizo una educada reverencia y se despidió de Lawrence con una sonrisa amable. Pero su ceño se frunció por la preocupación en cuanto le dio la espalda para regresar a la Escuela Necromántica.
Lawrence por su parte no mostró ninguna señal de estar enojado con Bryan por haber salido peor parado de la pelea, incluso después de que este se marchó. En lugar de eso mostró una sonrisa enigmática al principio y luego regresó a la Escuela de Caballeros.
Cuando estuvo seguro de que nadie lo escuchaba, se permitió murmurar: - Un sujeto extraño, en verdad. ¡Si no fuera porque se ve como un humano, hubiera jurado que estaba luchando con un Guerrero Orco! -
****
Bryan continuó sumido en sus pensamientos mientras sus pasos lo llevaban hacia la Escuela Necromántica. Phoebe necesitaría algún tiempo para preparar las raciones de comida que él les había prometido a los enanos y no era necesario que volviese al Cementerio de la Muerte por el momento. Además, quedaba el asunto de Duke, que actualmente residía dentro de la Academia. Sus nuevos patrones del Manto Oscuro le habían dado una misión peligrosa y aún no estaba muy seguro de cómo podía hacer para averiguar los objetivos del Archimago, pero por el momento parecía conveniente permanecer cerca.
Fanny le había procurado unas habitaciones propias que todavía no había utilizado. Ahora que tenía que quedarse a vivir por un tiempo en la Academia, parecía un buen momento para estrenarlas.
La Academia Babilonia de Artes Mágicas y Militares era la institución educativa más prestigiosa dentro del Imperio y sus instalaciones estaban entre las mejores. Eso incluía las lujosas habitaciones privadas para los hijos de la nobleza. No era de extrañar que la matrícula para cada estudiante fuese considerable.
Sus aposentos se encontraban en una esquina del segundo piso y abarcaban entre ciento veinte a ciento cincuenta metros cuadrados aproximadamente. Tenía una sala con mesa y muebles para invitados, un escritorio con estantería para libros junto con un armario, tres cofres con cerradura para sus artículos privados, dos mesas de noche e incluso un biombo de madera de cedro, tras el cual se destacaba una gran cama con dosel, colchón de plumas y sábanas de seda.
Una puerta lateral le daba acceso a su propio baño privado con paredes revestidas de azulejos. Además, tenía un gran espejo de cristal, una bañera de bronce que los esclavos se aseguraban de llenar con agua caliente limpia mezclada con sales y hierbas aromáticas. También un conjunto de instrumentos de limpieza, como piedras pómez, esponjas de mar, aceite de oliva para proteger su cuerpo cuando hiciera deportes, jabones con olor a flores e incluso una hermosa botella de cerámica con varios agujeros en la base y una tapa cerrada a presión para depositar agua caliente y luego derramarla sobre su cabeza como una ducha.
En el escritorio encontró tres elegantes plumas de ave para escribir, unas tijeras de bronce, dos frascos de tinta y uno de cal en polvo para secarla rápidamente después de escribir. Lo más increíble era que tenía cuatro rollos de papel papiro para documentos oficiales y un folio de precioso papel pergamino para su uso personal.
Tras revisar el armario encontró varias prendas diseñadas para las diferentes estaciones, tres pares de zapatos de cuero, dos bastones para caminar, un peine de madera y algunos artículos que no pudo identificar pero que debían servir para acomodar su ropa.
Las mesas de noche estaban mayormente vacías para depositar sus artículos, pero encontró un tablero de madera con varias piezas de piedra hermosamente talladas, que resultaron ser un juego de ajedrez; en los muebles para invitados tenía cuatro botellas de vino, así como recipientes donde podía guardar el té o café si deseaba procurarse de algún tipo particular que no tuviesen las cocinas de la academia.
Bryan se paseó por la habitación con la boca abierta. Era la diferencia entre el cielo y la tierra si la comparaba con el mugriento almacén de sus principios. Tenía una elegante chimenea de piedra para calentarse durante el invierno, con cómodos sofás para descansar viendo el fuego. Luces que se encendían mágicamente. Y ventanas de cristal con una hermosa vista exterior… ¡Incluso tenía una alfombra de al menos 5 metros hecha con las pieles de alguna criatura mágica!
Finalmente se recuperó de la impresión y procedió a abrir las ventanas para ventilar la estancia. El color del cielo le confirmó que la tarde ya estaba avanzada. Entonces se sentó frente a la mesa y extrajo un poco de comida que había almacenado en su Anillo Espacial para almorzar, pues no quería llamar a ningún esclavo que luego se pusiese a cuchichear sobre su persona.
Cuando termino su merienda, se acercó a la puerta y corrió el pestillo para asegurarse de que nadie lo interrumpiera. Luego se sentó en la cama para empezar a meditar aprovechando que disponía de un momento de tranquilidad. La Esencia Mágica comenzó a circular por su cuerpo hasta que poco a poco fue concentrándose en su cabeza e inició la coalescencia mágica que modificaría su mente. Una especie de sensación clara y ligeramente fría lo inundó, como si su cerebro estuviese sumergido en un refrescante charco de agua helada en medio de un tórrido verano.
Sin embargo, esta sensación placentera sólo duró unos momentos. De inmediato fue reemplazada por un dolor desgarrador que parecía querer destruir hasta su mismo espíritu. El entrenamiento del "Reino del Espíritu Moldeado" hacía que su cerebro alternase constantemente entre un estado placentero a uno de agonía. En un momento se sentía tan a gusto como si estuviese flotando en una nube y luego parecía que alguien les estuviese clavando un cuchillo afilado en la cabeza.
Lo que más le inquietaba era que su mente parecía asombrosamente despejada cada vez que sufría una oleada de dolor, lo que aumentaba al menos diez veces su sufrimiento. Parecía que esto era algo que el creador de este método mágico había diseñado específicamente para aumentar su tormento y Bryan no paraba de maldecir a ese perverso masoquista.
Después de un tiempo que le pareció especialmente largo, Bryan respiro profundamente y detuvo su entrenamiento. Su cuerpo estaba caliente, lleno de sudor, pero sentía una curiosa sensación de virilidad.
Se levantó y hecho un vistazo a las ventanas, entonces confirmó que el sol se había retirado hacía mucho y ahora la luna triunfaba en las nubes. El exterior estaba silencioso, con la excepción de una briza refrescante ocasional, y no parecía haber ni un alma en los alrededores. Así que decidió que era un buen momento para tomar un baño.
La temperatura de la bañera se mantenía constante gracias a alguna matriz mágica elemental de calor, así que solamente tuvo que desnudarse para sumergirse en el reparador abrazo del agua caliente. Bryan disfrutó de este extraño momento de comodidad sin preocupaciones e incluso se permitió tararear una pequeña melodía mientras masajeaba sus adoloridos pies.
Pero la oscuridad es también el momento perfecto para que aquellos con motivos ocultos comiencen a intrigar y esa noche no fue la excepción. Justo cuando Bryan estaba relajándose, sus oídos percibieron dos sonidos sutiles. Uno provenía del interior del edificio y el otro se escuchaba en el exterior cerca de su ventana.
Los tres Espectros Originales de Bryan salieron de inmediato y comenzaron a vigilar los alrededores. Uno permaneció junto a la ventana para detectar a cualquier intruso, el segundo salió por la ventana para explorar el jardín y el tercero atravesó la puerta de su habitación para vigilar los pasillos en busca de la fuente del sonido.
Su criatura en el exterior detecto de inmediato al Archimago Duke que estaba levitando muy subrepticiamente alrededor de los edificios. Era obvio que no esperaba ser visto, pero tampoco estaba llevando las ropas oscuras que utilizó la primera vez que se infiltró en la Biblioteca. Simplemente estaba flotando entre los edificios de la Facultad de Magia Oscura como un fantasma en la oscuridad, sin detenerse ni un momento, como si supiese exactamente a donde se estaba dirigiendo.
Casi al mismo tiempo el demonio original dentro del pasillo descubrió que una de las puertas de las habitaciones de estudiantes se estaba abriendo muy suavemente. Luego Fitch salió en silencio y comenzó a caminar prácticamente de puntitas para no hacer ningún ruido y con una expresión siniestra. Estaba dirigiéndose hacia las habitaciones de Bryan y solamente había que ver su sonrisa macabra para deducir que no estaba planeando nada bueno.
“Bueno, hasta aquí llegó mi descanso.” Pensó Bryan e inmediatamente saltó de la bañera y se secó rápidamente. Luego se vistió por debajo de la cintura y se costó en la cama con la espalda apuntando hacia la puerta. Finalmente comenzó a adecuar su respiración para simular que estaba durmiendo.
NOTA DEL TRADUCTOR
NOTA DEL TRADUCTOR
Que tal amigos, soy acabcor de Perú, hogar del ceviche, la comida perfecta. ¿No me creen? No tiene grasa o carbohidratos, sólo puede hacerse con ingredientes frescos y encima de todo es exquisito. ¿Quién puede pedir más?
Estimados lectores, lamento mucho la tardanza, pero como ustedes saben yo soy profesor en una academia y la semana pasada llegaron las temibles horas de los exámenes finales de ciclo. Los alumnos siempre creen que ellos sufren la peor parte… ¡Bah! Soy yo el que tiene que hacer los exámenes para ellos de forma meticulosa y justa, controlar los tiempos, asegurarme de que no hagan trampa, preparar los repasos y planificarlo todo. Los superiores están sobre mí para que les entregue las notas de inmediato y por cada alumno que falla yo tengo que responder a la dirección y explicarles por qué… ¡como si hubiera realmente otra causa que la de “no estudió”!
Toda una semana para planificar 6 exámenes ¿pero eso es todo? ¡No señores! ¡Porque la mitad de mis alumnos se sintieron lo bastante valientes como para faltar la semana de exámenes finales! ¿Pueden creerlo? Oh, sin duda después me dijeron de todo: ¡Profesor estuve trabajando y no me di cuenta! ¡Profesor, tuve que llevar a mi madre al hospital! ¡Profesor mi cabello empezó a dolerme y tuve que irme al médico! ¡Profesor mi gatita dio a luz a perritos! ¡Profesor, me salió otra uña en el pie! ¡Profesor!… etc. ¿Ustedes creerían eso?
Luego tienen el descaro de pedirme otro examen para la siguiente semana ¿Acaso no saben nada de la justicia? ¿Por qué deberían tener más tiempo para estudiar que sus compañeros que SI vinieron el día del examen? Pero lo más chistoso es que ninguno piensa en que YO tengo que hacer ese nuevo examen, luego YO tengo que coordinar con dirección y llenar los formularios para conseguir un aula nueva, tiempo etc. Por último, YO tengo que viajar hasta el instituto (me toma 3 horas en ómnibus) y luego quedarme dos horas más para verlos mientras dan la prueba…
¡¿Y quién me va a paga por mí tiempo?! Nadie ¿Alguien ha pensado en que quizá yo tengo compromisos u otros trabajos que hacer en ese momento o cosas mejores que hacer con mi vida, como para perder mi tiempo examinándolos a último momento? Nop. Lo más triste es que me animaría más a ayudarlos si supiera que van a aprobar, pero como son los vagos de siempre casi seguro que jalarán la prueba de todas formas.
Por supuesto tuve que rendirme y hacer 3 nuevos exámenes de cursos distintos y quedarme esas 3 horas mirando sus rostros consternados. ¿Creen que ellos estudiaron esos días extra que tuvieron? Nop.
Pero lo peor vino después. Si amigos, porque luego vinieron los padres a quejarse conmigo: ¡Que por qué había jalado a su hijito! ¡Que si podía darles trabajos para aprobar! ¡Que por qué me atrevo a hacer mi trabajo de evaluarlos! ¡Que es mi culpa por no enseñarles bien! ¡Que soy un tal por cual!… etc. Amigos, no saben lo triste que es ver a un manganzón de 25 años trayéndome a su mamá histérica para convencerme de cambiar su nota. ¿Es que ya no hay dignidad? ¿Recuerdan que había algo llamado “hombre” y otra cosa llamada “virilidad” en el mundo?
Parece que no, porque tuve que vérmelas con no menos de 7 madres de hijos irresponsables que nunca vienen a clase, jamás hacen una tarea, faltan el día del examen… ¡Y tienen el descaro de pretender aprobar con buena nota!
Tuve que pasarme días enteros lidiando con ellos y con la administración, que encima se ha retrasado otra vez con mis pagos, para finalmente llegar a mi casa, arrojarme sobre mi cama y tratar de olvidarme de que todo esto ha sido tiempo de mi vida que nunca voy a recuperar.
Lamento desahogarme aquí, pero quiero que entiendan porqué me demore tanto en seguir traduciendo. Realmente necesitaba descansar y no podía continuar. Sé lo que es esperar que salga el siguiente capítulo de algo que quieres leer y que este no llegue.
Bueno, es suficiente de quejas.
Para este episodio modifiqué un poco la pelea entre Lawrence y Han Shuo para hacerla un poco más creíble que la original, yo sé que una historia de fantasía no tiene que ser realista, pero las movidas espectaculares que pueden verse muy bien en una película no tienen mucho sentido en un libro. Recuerdo que una vez hable con un experto en técnicas militares antiguas y artes marciales, me dijo que en una pelea real siempre es mejor hacer movimientos efectivos y simples, dejando de lado cualquier cosa vistosa.
Cuando los aristócratas entrenaban, en realidad se preparaban para ir a la guerra, así que sus torneos no eran para impresionar, sino una preparación para matar. Incontables expertos han comparado a todas las artes marciales del mundo, tanto en oriente como occidente y han llegado a la misma conclusión: El golpe más poderoso es el de pugilato o Boxeo. Ni siquiera el famoso golpe de garra de tigre puede igualar su potencia. Y eso que los expertos de esa corriente marcial golpean la punta de sus dedos contantemente hasta romperlos, de modo que se formen “callos de hueso” para aumentar la dureza.
Por eso modifique la pelea para que se pareciese un poco más a un estilo de pelea occidental. Creo que no fue malo porque el mismo protagonista afirma que no conoce artes marciales chinas en el original y me pareció apropiado.
La descripción de las habitaciones de la Academia me pareció errada. Según el original eran demasiado pequeñas y simplonas, así que agregué algunas cosas que vi en el palacio de Versalles para darle mayor realismo.
En cuanto al detalle de todos los baños en esta historia, en realidad muchos son reales. Solamente estoy replicando lo que era el servicio de baños públicos medievales franceses. Y es que la idea de que los medievales eran personas poco higiénicas es un error grave histórico.
En Francia existía la costumbre (heredada del Imperio Romano) de bañarse todos los días, al contrario que ahora. Había servicios de baños de lujo, con agua caliente y muchos servicios diversos. Lo que ocurrió fue la Peste Negra, la más devastadora enfermedad que ha sufrido la humanidad y que mató a una de cada tres personas en Europa. Hoy sabemos que la trasmitían las pulgas de las ratas, que llegaron de oriente por medio del comercio. Pero en aquellos días, uno simplemente se enfermaba un día de lo que parecía un refriado, pero luego te esperaban semanas de agonía que culminaban en una muerte inevitable.
En su desesperación por evitar morir, los franceses adoptaron medidas extremas, como adquirir la costumbre no bañarse y usar perfume en su lugar. Pero esto sucedió al final de la era medieval y no era un rasgo característico. Hoy en día, todavía no se recuperan del trauma y siguen prolongando la hora del baño.
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Nos vemos en el siguiente Volumen
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