141 Oráculo de un dios

La multitud de troles continuaban con sus alegres griteríos sin prestarle atención a nada más, por ese motivo el Viejo Chamán tuvo que esforzarse bastante para poder llegar junto a Bryan. Cuando finalmente lo consiguió, se arrodilló en el suelo llorando mientras proclamaba: - ¡Grande y poderoso Datara regresado con Adalid! ¡Finalmente regresado! -

Mirando la alegría ferviente en los ojos de todos los troles, desde los poderosos guerreros hasta los ancianos, niños y mujeres, Bryan comenzó a sentirse un poco conmovido por el modo en que lo adoraban ciegamente sin cuestionar en ningún momento que sus palabras fuesen la voluntad de su deidad; era casi como si se estuviese encariñando un poco con ellos e incluso llegó a pensar que no eran tan malos.

Si bien es cierto que llevan el saqueo en la sangre, eso realmente no es muy distinto al modo en que se comporta la gran mayoría de criaturas dentro del Bosque Oscuro. Bueno, lo cierto es que cuando se trata de comer o ser comido lo que estos troles hacen es el método más efectivo. Además, ¿en dónde voy a encontrar otro grupo de monstruos tan fáciles de manipular y que estén dispuestos a cumplir todas mis órdenes? Definitivamente son útiles, así que (si ignoro su mal olor y aspecto desagradable) supongo que puedo comenzar a considerarlos… como mis subordinados. Si, voy a hacer eso. Los cuidaré un poco más en el futuro.” Se dijo Bryan a sí mismo, mientras observaba las expresiones fanáticas de los troles, que parecían dispuestos a matarse ahí a mismo si él les decía que lo hicieran.

- ¡El Gran Datara, el dios muerto, señor del oro y del saqueo proclama que no deben temer! ¡Nunca abandonará a su pueblo leal! - Gritó Bryan luego de permanecer en silencio por unos momentos como si estuviese escuchado instrucciones del Pequeño Esqueleto.

Sus palabras desataron una nueva ronda de gritos llenos de alegría. Los troles comenzaron a agitar los sacos de cuero que siempre llevaban consigo para sus robos, mientras que los chamanes derramaban lágrimas y clamaban levantando tierra con sus manos para arrojarla sobre sus cabezas.

Bryan suspiró y entonces activo su Anillo Espacial para sacar todas las raciones de alimento que había traído, mientras interiormente alababa a Phoebe por haber reunido una mayor cantidad de la que solicitó en un principio. Entonces se desató un peligroso incidente debido al gran hambre que tenían los troles, pues al ver de pronto aparecer tanta comida, varios perdieron el juicio por un instante y se abalanzaron sobre los paquetes sin pensar. Toda la comida estuvo a punto de convertirse en desechos aplastados por una multitud de cuerpos deformes y voluminosos.

- El Gran Datara reunió esta comida y tiene que durarles todo el invierno. ¡No la desperdicien! ¡Tampoco tienen que asustarse, porque hay más que suficiente para que todos coman bien y no tengan que salir a buscar fuera de su aldea! - Explicó Bryan enojado después de golpear a varios troles en la cabeza para conseguir que se detuvieran.

El Viejo Chamán todavía estaba llorando agradecido, pero rápidamente dio órdenes al jefe de los guerreros para que asegurase la comida y la dividiera entre el resto de los troles, mientras que una gran parte era almacenada en una cueva excavada en la ladera montañosa.

Luego los troles comenzaron a celebrar danzando al son de una música estridente, mientras cantaban en su grotesca lengua natal. Mientras tanto Bryan se dirigió al Templo de Datara escoltado por el Viejo Chamán y ahí descubrió que habían erigido unos grandes tótems de madera y huesos que representaban al Pequeño Esqueleto y a otro que no pudo identificar al principio porque los rasgos estaban mal hechos, pero por la ropa de la efigie supo que era el propio Bryan.

Esto lo hizo tragar saliva mientras reafirmaba su decisión de poner un poco más de atención en el cuidado de los troles, así que le preguntó al anciano mientras controlaba al Pequeño Esqueleto para que se sentase sobre sus hombros: - Cuando venía hacia aquí vi los rastros de una terrible batalla. ¿Acaso los molestos elfos los atacaron? -

- ¡Oh Adalid de gran Datara! Elfos comenzar guerra todos los años, pero esta vez reunir gran ejército. ¡Mucho más grande! Gran Datara supo. Gran Datara siempre supo. Seguro por eso decirte que no debíamos salir. -

- ¿Los Elfos encontraron esta aldea? -

- No encontraron. Pero muchos troles venir de aldeas cercanas al escuchar noticias de Gran Datara y decirnos que vieron a los molestos elfos buscando y rebuscando. Por eso ocultarnos bien, no salimos y pasamos hambre, pero no cazamos. Y elfos seguir rastros, acercándose, pero entonces seguramente Gran Datara ordenar, porque los ruidosos Orcos invadir Bosque Oscuro. -

- ¡¿Los Orcos?! -

- Si Orcos ruidosos y chillones. ¡Eran tantos como hormigas! ¡Gran horda! Yo no saber por qué estar aquí, pero chocaron con Elfos. Gran batalla ocurrir cerca de aquí y al final Elfos ganar usando espadas brillantes y obligarlos a escapar de Bosque. Pero perdieron muchos. Después se fueron. Nosotros hambrientos, pero ahora más guerreros, más chamanes ¡Podemos derrotar Elfos y matarlos a todos! Por eso nos preparamos para hacer guerra. ¡Molestos Elfos morirán! -

Era difícil entender al Viejo Chamán, pero Bryan tenía una buena idea de lo ocurrido. Los Elfos del Bosque eran una especie poderosa pero muy escasa, así que por seguridad siempre atacaban a los troles cuando el invierno caía porque en ese momento estaban más hambrientos y menos armados. De ese modo mantenían la ventaja a pesar de ser tan pocos.

Pero en esta campaña los Elfos procedieron de un modo distinto y se propusieron reunir a un gran ejército para exterminar de un solo golpe la Aldea de los Troll en lugar de simplemente diezmar su población. De modo que convocaron a sus hermanos de otros pueblos, quienes enviaron a sus guerreros, hasta que reunieron el asombroso número de cinco mil elfos, el mayor contingente que se había visto en el Bosque Oscuro desde hacía muchas generaciones.

Este fabuloso ejército solo necesitaba encontrar la guarida de los Troll del Bosque para aplastarlos por completo con facilidad, pero además estaba reforzado con varios aliados que los elfos tenían.

La victoria parecía una cuestión de tiempo, pero ocurrió un evento inesperado.

Los Orcos eran una especie extremadamente cruel, sanguinaria y sobre todo numerosa, pues se reproducían muy rápidamente, hasta el punto que muchos los comparaban con cucarachas. También eran inteligentes, pero demasiado egoístas, por eso normalmente se encontraban inmersos en espantosas luchas internas por el poder. Debido a esto era muy raro que sus líderes se mantuviesen con vida por más de un mes luego de alcanzar el rango.

Como siempre estaban matándose, lo usual era que los orcos se mantuviesen ocultos en las profundidades donde vivían. Pero a veces emergía entre ellos algún caudillo que lograba imponerse sobre el resto por más de un año y entonces lideraba a los ejércitos orcos contra el resto del mundo, destruyendo todo lo encontraban a su paso.

Un Caudillo debía haber aparecido en los últimos meses, porque un ejército de setenta y cinco mil orcos invadió de pronto el Bosque Oscuro. Seguramente su objetivo era atacar algún reino humano por sorpresa y eligieron esa ruta para ocultarse el mayor tiempo posible, pero en su camino se toparon accidentalmente con el ejército de los Elfos, quienes a su vez estaban siguiendo los rastros de los Troll del Bosque. Sin embargo, al reconocer a los orcos, decidieron enfrentarlos inmediatamente ya que eran enemigos naturales.

Y a pesar de ser mucho menores en número, los Elfos del Bosque tenían la disciplina, la experiencia de siglos, armas mágicas extremadamente poderosas, así como el terreno de su lado. El ejército élfico consiguió una aplastante victoria sobre los Orcos, quienes escaparon desesperadamente, sin líderes, orden u organización. Y seguramente la mayoría terminó siendo el alimento de las innumerables bestias que siempre estaban al acecho.

Pero este triunfo también se cobró su precio y al final los Elfos eligieron retirarse y disolver su ejército, porque ya no estaban seguros de tener suficientes guerreros para proseguir con su campaña militar contra los Troll. Si hubiesen sabido que la guarida de estos infames saqueadores estaba a tan solo unas horas de distancia quizá habrían atacado igualmente e incluso era probable que obtuviesen una segunda gran victoria. En cambio, los elfos asumieron que aún les quedaban varias semanas de búsqueda hasta encontrar la Aldea de los Troll y con el invierno ya sobre ellos la perspectiva no era agradable.

De modo que los elfos escogieron llevarse a sus muertos para darles una honorable sepultura, sin saber que su presa había estado tan cerca. Así fue como los Troll del Bosque se salvaron de la que probablemente había sido la mayor amenaza de sus vidas.

Ahora los troles querían vengarse de los Elfos. Y sabiendo que su ya mermado ejército iba a reducirse aún más durante los próximos días, porque la mayoría de sus aliados regresaría a sus lejanos hogares, los troles se envalentonaron y decidieron convocar a sus propios parientes para atacar el asentamiento elfo más cercano, que era el que había convocado la expedición en su contra.

Los troles usualmente se movían por el Bosque Oscuro en pequeñas bandas independientes, compuestas por entre cinco a diez miembros. Durante el día permanecían ocultos en cuevas y saqueaban durante la noche a los desafortunados que se encontraban con ellos. A veces tres o cuatro grupos se juntaban para realizar grandes atracos, pero se separaban casi inmediatamente después. La única excepción era la Aldea Oculta donde se encontraba el Templo de Datara, que tenía un numeroso contingente defendiéndolo todo el tiempo y eso les daba una cierta autoridad sobre el resto.

Muchos troles oyeron la convocatoria del Viejo Chamán para ir a la guerra contra los Elfos del Bosque, así que viajaron desde muy lejos para formar el ejército que Bryan había visto al llegar, aunque esto también provocó que las ya escasas raciones de alimento que aún conservaban se les acabasen más rápido por el aumento tan drástico de su número.

Ah, aunque son útiles también pueden ser muy estúpidos. La sola idea de atacar a los Elfos ya es bastante ridícula, pero estos salvajes ni siquiera consideraron que ahora estamos en pleno invierno y no hay comida fuera de aquí para sostener a tantos troles durante un asedio. ¡El hambre iba a matarlos mucho antes que las flechas de sus enemigos!!

- ¡Escucha bien la voluntad del dios muerto! - Dijo Bryan gravemente: - El poderoso Datara te ordena que no ataques a los Elfos del Bosque. En lugar de eso harás que los Troles se dividan en varios grupos compuestos por dos Chamanes, cinco Cazadores y quince Guerreros. Con ellos atacarás únicamente a los grupos de Elfos que viajen desprotegidos, sólo por la noche, con golpes rápidos y certeros. Luego te retirarás inmediatamente. Repetirán esto una y otra vez durante algunos días, pero después dispersarás a los que vinieron desde lejos. -

- ¿Gran Datara no quiere guerra contra molestos Elfos? ¿Por qué, Adalid? ¡Ellos siempre interfiriendo con nosotros! ¿Por qué no matar? - Preguntó el Viejo Chamán asombrado y confuso.

- Porque Datara el Grande necesita vivos a los Elfos. Ellos hacen joyas brillantes y preciosas ¿no es verdad? Si todos se murieran ¿quién las haría? Los Troll del Bosque son saqueadores, Datara es el dios de los saqueadores. Reuniremos un gran ejército cuando haya una gran presa a la que robarle mucho oro reluciente, en cambio por ahora Datara quiere usar a los Elfos como esclavos para que le fabriquen tesoros para robar. - Respondió Bryan

- ¡Oh Gran Datara! - Exclamó el Viejo Chamán eufórico: - ¡Poderoso Gran Datara! ¡Adalid habla con voz del dios muerto! ¡Datara incluso es amo de los elfos molestos y asquerosos! ¡Viven para ser usados por Gran Datara! -

Bryan suspiró con alivio al ver que el Viejo Chamán se había creído su excusa. Realmente necesitaba que los troles dispersaran su gran ejército rápidamente por otros motivos: En principio si eran demasiados sería mucho más difícil controlarlos. Pero la principal razón era que no podía dejarlos atacar a los Elfos. Porque si bien era cierto que esta raza fabricaba muchas joyas de incalculable valor, no era por eso que Bryan quería evitar meterse en problemas con ellos. 

*****

Durante su tiempo en la Academia Babilonia había aprovechado para leer todo lo que pudo sobre el nuevo mundo. Y aunque el conocimiento contenido en los libros no era particularmente abundante, le bastó para hacerse una buena idea del auténtico poder de los Elfos del Bosque.

Esta raza vivía dividida en cientos de asentamientos construidos sobre grandes conjuntos de gigantescos árboles inmortales, altos como auténticas torres vivientes, cuyos troncos eran tan rectos que muchos los describían como un “bosque de columnas”. La corteza de estos colosos del reino vegetal era lisa y plateada. Sus hojas no se marchitaban en otoño (aunque si se amarilleaban) y solamente caían cuando los nuevos brotes nacían junto con unas hermosas flores amarillas.

Los libros contaban que las ramas de estos árboles crecían verticalmente al principio, pero que luego se curvaban formando una especie de corona sobre la cual los Elfos construían auténticas mansiones llenas de lujo y esplendor, iluminadas con bellísimas linternas de plata que colgaban sobre sus ramas. También había palacios, salones de reuniones e incluso templos importantes.

Todos estos edificios estaban unidos con escalas de cuerdas doradas que se hacían con los cabellos de doncellas, así como hermosos puentes de madera blanca y decorados con gemas verdes, amarillas y plateadas.

Uno de los grandes misterios acerca de estos asentamientos era la obtención del agua, pues muchos autores describían sus hermosas fuentes de agua tan pura y cristalina, que no solamente se usaban para las necesidades diarias, sino que servían a los elfos como espejos naturales que les ayudaban a interpretar el movimiento de las estrellas. Pero nadie estaba seguro del método con el cual las surtían.

Estos grandes conjuntos eran auténticas “ciudades sobre los árboles” y su belleza era legendaria, aunque muy pocos humanos las habían llegado a contemplar.

Las personas poco informadas creerían que sería relativamente fácil conquistar estos pueblos, pero la verdad era que esas hermosas ciudades colgantes estaban mejor protegidas que el nido de un dragón. Había historias espantosas de los terribles encantamientos antiguos que podían destruir al instante a cualquier enemigo que intentase entrar por la fuerza. También se rumoreaba que existían poderosísimos guerreros élficos ancestrales, cuya edad se remontaba a los mitos de los orígenes, esperando ocultos para defenderlos si era necesario. No por nada esas ciudades se mantenían en su sitio a pesar de haber pasado miles de años.

*****

Era posible vencer a los Elfos cuando no eran muchos y estaban lejos de sus dominios, pero atacarlos en sus hogares era un suicidio si uno no poseía por lo menos el poder de un Gran Mago o el de un Caballero Supremo e incluso así no era seguro sobrevivir. Que en este momento los troles superasen en número a los Elfos no representaba ninguna ventaja.

Claro que Bryan no podía decirles eso a los troles sin dañar su orgullo o hacer que dudasen del poder de su “Gran Datara”. En cambio, les ofreció un objetivo más seguro para satisfacer sus ansias de violencia. Así se marcharían contentos e incluso era posible que lo hiciesen con algún botín.

- El Gran Datara también quiere que envíes a vender con los comerciantes esos raros artefactos de madera y hierro que obtuvimos de los humanos. Debes hacerlo secretamente, sin pedir demasiado, pero hazlo rápido. Luego ordena que, a parte de los viajeros que regresen, ningún Troll debe abandonar esta aldea o aventurarse afuera si yo no los acompaño. La comida que les di alcanzará para todo el invierno, así que no necesitarán salir y solo lo haremos cuando el Gran Datara quiera recorrer el Bosque Oscuro. -

El viejo Chamán no lo cuestionó más e inmediatamente se arrodilló. Luego se marchó para darle sus instrucciones al resto de troles, mientras que Bryan suspiraba pensando en que todo este asunto le tomaría mucho más tiempo de lo que originalmente había pensado.

*****

Pasaron algunos días y los Troll del Bosque habían salido muchas veces en busca de sangre élfica. Bryan pasó gran parte de ese tiempo cargado de preocupaciones, porque estaba seguro de que en algún momento los Elfos comenzarían a enviar guerreros poderosos para contraatacar y entonces seguramente serían los troles quienes se llevarían la peor parte de los combates, pero sorprendentemente esto no ocurrió.

Los Troll del Bosque estaban tan emocionados de pelear por orden de su dios, que combatían con una ferocidad nunca antes vista. En cambio, los Elfos habían perdido muchos soldados en su enfrentamiento inesperado con los Orcos y no podían reponerlos rápidamente, así que la pasaron muy mal en cada uno de sus encuentros con los Troll del Bosque a pesar de la superioridad de sus armas. Y después de sufrir varios reveces en las primeras escaramuzas, los Elfos adoptaron la estrategia de encerrarse en sus asentamientos y no recorrer ninguno de los caminos hasta que terminase el invierno.

Para incrementar aún más esta inesperada fortuna, un grupo de Cazadores Troll vino a informar que vieron una pequeña columna de soldados humanos viajando por el bosque. Al principio Bryan pensó que se trataba de una trampa, porque ninguna nación humana comerciaba o viajaba por las tierras salvajes en pleno invierno, pero al final resultaron ser un grupo de desertores del ejército imperial que estaban escapando a toda prisa hacia alguna nación vecina y con ellos llevaban varios cajones repletos de armas robadas que seguramente pensaban vender para obtener dinero. Tras matarlos a todos, los troles obtuvieron mucho material para remendar sus harapientos equipos.

Bryan constantemente suspiraba con ironía o se frotaba la cabeza mientras pensaba: “Estaba tan preocupado por estos Troll, pero al final resulta que los que tenían que temer eran los Elfos.

- ¿Pasa algo malo, Adalid?... - Preguntó el Viejo Chamán al verlo tan ofuscado.

- No pasa nada. - Respondió Bryan con tono resignado.

Durante los últimos días había invertido la mitad de su valioso tiempo saliendo de cacería con los Troll del Bosque para enseñarles varios métodos de Guerra de Guerrillas. La otra mitad se lo pasaba encerrado en el Templo de Datara, practicando en secreto el Arte del Noveno Diagrama Celeste. Por fin comenzó a conseguir resultados en ambos casos: Ahora podía levitar hasta un metro sin moverse de su sitio y los troles aprendieron muchas nuevas formas de emboscar.

Sin embargo, estas grotescas criaturas también le enseñaron mucho a Bryan sobre el Área Intermedia del Bosque Oscuro, sus secretos, peligros y tesoros. Pero lo más valioso era el propio conocimiento del territorio, pues hasta ese entonces nadie había podido cartografiar esta inmensa e indómita selva, así que conocer las rutas, aunque fuese en parte, era muy valioso en sí mismo.

 - Prepárense para salir. Imagino que una compañía de trescientos será suficiente para explorar. Quiero familiarizarme más con toda el Área Intermedia y encontrar alguna presa que merezca la pena. - 

Cazador Troll

Nota del Traductor

Hola amigos, soy Acabcor del Perú. Es 24 de mayo del 2020 y todavía sigo con vida a pesar de todo. Lamentablemente estoy con un humor de perros porque la tensión me está provocando muchos malestares.

Hace poco el país de Sudáfrica sufría por la espantosa epidemia de SIDA que tenían soportando por muchos años. El principal problema era que todas las medicinas contra esta enfermedad costaban un dineral y ninguna farmacéutica era lo bastante generosa como para entregarla barata. Entonces el presidente Nelson Mandela dio la inaudita orden de que su ministerio de salud comenzase a fabricar el medicamento y lo entregase gratuitamente a la población.

Las farmacéuticas se enteraron y pegaron un grito que llegó hasta el cielo: ¡Cómo se había atrevido alguien a violar la sagrada ley de “Derechos de Autor”! Pero Mandela contestó que su pueblo estaba muriendo y ninguna ley podía estar por encima de la vida, también dijo que todas las leyes prohíben “lucrar” u obtener dinero con la propiedad intelectual de otros, pero como su gobierno estaba regalando las pastillas, no podía ser acusado de infringir la famosa Ley de Derechos de Autor. Al final las farmacéuticas, que tanto poder tienen en el mundo, tuvieron que callarse la boca.

Hoy en día ocurre una pandemia mundial y el coronavirus puede ser combatido, aunque no curado, con Hidroxicloroquina y Aspirinas, junto a otros remedios. Pero cada vez que voy a una farmacia, me dicen que el medicamento se ha agotado y su precio ha subido. Lo mismo dicen de otros productos importantes como las mascarillas o el Alcohol en gel. Ayer me llamaron del hospital para pedirnos medicinas para mi padre, porque simplemente ellos ya no tienen.

Hay una pandemia mundial, la gente está muriendo por la falta de medicinas. ¿No puede el gobierno fajarse por una vez y simplemente ordenar que los laboratorios fabriquen las medicinas para luego entregarlas gratis? ¿Cuántas facultades de Química hay en las Universidades Públicas? ¡Ahora mismo podrían estar trabajando en hacer Aspirinas! ¡No es difícil! ¡Hay gente que lo hace en su propia casa! O por lo menos podrían estar haciendo Alcohol en Gel o pidiéndole a los cientos de trabajadores de Gamarra que hagan mascarillas. De hecho, ni siquiera tienen que invertir, sólo díganles a esos empresarios emprendedores cómo se hacen las dichosas mascarillas, denle los permisos y estoy 100 % seguro de que mañana hay suficientes para que todos los doctores estén tranquilos.

En lugar de eso, el imbécil de Vizcarrita prefiere aumentar el tiempo de cuarentena, fastidiando aún más nuestros bolsillos so pretexto de detener un contagio masivo… ¡Que ya ocurrió hace meses por su culpa! Pero lo que más me indigna es que me he enterado de algo llamado Directiva Sanitaria N° 094- MINSA/2020/DGIESP, un lindo documento de 15 páginas firmado por él y publicado por su ministerio de salud y ahí ordena la compra por millones de soles de la Píldora del Día Siguiente, para que sea repartida sin receta médica. ¡Así es amigos! Mientras en el Perú están muriendo miles de personas, incluidos médicos y policías, por no contar con lo mínimo necesario para combatir al Covid-19, el gobierno de Vizcarra gastó millones de soles en promover la agenda abortista. ¡Bravo Vizcarrita!

Qué… ¿No me creen? Visiten el siguiente link oficial de nuestro gobierno: https://cdn.www.gob.pe/uploads/document/file/607318/RM_217-2020-MINSA_Y_ANEXOS.PDF

En ese decreto pueden leer Píldora del día siguiente numeral 6.4.2-3 y Aborto numeral 6.3.14

Muy bien, como ya me desahogué ahora si hablemos de los cambios. En esta novela ocurría lo siguiente: Bryan descubría que los Troll y los elfos habían peleado pero los troles consiguieron hacerlos escapar. Luego nuestro protagonista decide robarles a los elfos y por eso ordena que no ataquen porque según él “nuestra raza está hecha para el robo y el saqueo”. Después de eso salen y tienen muchos combates contra los elfos, del cual salen victoriosos.

¿Cuál es el problema de esto? Que son demasiados eventos narrados muy rápidamente, sin mucha coherencia y sin considerar el tiempo. Una batalla no es un evento que pueda suceder así nomás, es todo un acontecimiento. También menciona que los Elfos poseen “guerreros casi divinos” entre sus filas, pero aun así son derrotados por los troles… No tenía sentido.

Creo que esta historia se está convirtiendo en la narración de una sucesión de eventos y cada vez importa menos lo que ocurre, para dar preferencia a los diálogos. El autor menciona a muchas razas fantásticas, pero solamente describe su apariencia general y nada más, después son utilizados como cualquier otro tipo de personajes, sin ningún rasgo característico. No hay mucha diferencia de habilidades entre los Troles, los humanos, los enanos o los elfos. Algo similar ocurrió con la Gorgona, que al final fue tratada como un simple jefe de nivel medio antes de que decidiese hacerle los cambios a su batalla.

Por eso en este capítulo me arriesgué un poco y decidí modificar los hechos para poder presentar una historia que a mi parecer es más creíble: El ejército Elfo es mucho más grande y poderoso porque esta vez no van a simplemente cazar troles, sino que buscan exterminarlos. Como Bryan hizo lo que hizo con su pequeño esqueleto, muchos troles viajan al Templo de Datara para escuchar sobre su dios y los elfos siguen estos rastros hasta estar cerca de encontrar la famosa aldea escondida. Pero entonces tienen la mala fortuna de cruzarse con un ejército Orco que simplemente estaba dirigiéndose a otro lugar. Esto los lleva a un combate épico del cual salen victoriosos pero heridos. Ahora los Troles quieren aprovechar para atacar a los elfos.

Este tipo de encuentros casuales era muy común en tiempos antiguos, cuando era más fácil que un gran grupo de soldados pasase desapercibido cuando elegían viajar por un bosque para evitar ser detectados.

Pero ¿por qué hice esto? El motivo es que anteriormente el ejército Troll era de 600 ejemplares aproximadamente cuando atacaron al Gremio Mc. Grady y el autor dijo que todos los troles salieron. Es una fuerza considerable, pero no es invencible si consideramos que los Elfos son arqueros que pueden matar a distancia y el autor también nos dice que los troles no tienen buenas armaduras. Además, los troles son una raza de ladrones, no son buenos estrategas militares, así que ¿Cómo ganaron? ¿Al final los elfos son una raza muy débil?

El autor no nos dice cuál es la fuerza de los Elfos con la excepción de la Flecha Mágica de Eragon, pero no puede ser baja o nunca habrían sobrevivido en el Bosque Oscuro. Tampoco les da muchas habilidades a los Troll que justifique el que puedan derrotar a los Elfos, pues muchos de los detalles en los combates que han leído hasta ahora son agregados míos pensando para este momento.

Para colmo tengo otro problema: La Escala. En la Antigua China siempre han valorado mucho la fuerza del número, pues sus ejércitos siempre estaban compuestos por al menos 45,000 soldados y para campañas grandes movilizaban a 300,000 aproximadamente. Por supuesto que la calidad de esos soldados no era la mejor, pues muchos eran campesinos conscriptos reclutados a la fuerza.

Algo de esto debe quedarle hasta hoy a los autores, porque a veces describen ejércitos integrados por millones de millones en sus novelas ligeras, como si los pueblos tuviesen máquinas fotocopiadoras de solados y se olvidan de los problemas de Logística, Comida, Armas, Desplazamiento, ETC. A veces el autor dice que una banda de ladrones va a asaltar una ciudad, ¡pero la cantidad que le asigna es excesiva y prácticamente ya pueden ser considerados una nación!

Por ese motivo decidí meter la cuchara y aprovechar mis conocimientos de la guerra en el Mundo Antiguo para hacer la historia más emocionante, fortaleciendo a los pueblos y razas, pero reduciendo un poco la escala. De ese modo hice con los Elfos, también les he dado un contexto más creíble y las descripciones de su pueblo se inspiran obviamente en El Señor de los Anillos.

También hice que Bryan fuese consciente de este peligro e hiciese a los Troles emplear las Guerras de Guerrillas, pues tiene más sentido que esta raza de bandidos sea más apropiada para este tipo de combate. Los pensamientos de Bryan fueron modificados para ser más chistosos, porque en el original el protagonista se enternece con los troles de un modo similar a como le ocurre con los enanos anteriormente, pero eso no va mucho con su personaje. Bryan debería entender claramente que los troles simplemente lo siguen porque los ha engañado y seguramente lo matarían si alguna vez descubren la verdad. Por eso quise cambiar ese “enternece” por un “encariñar”, de un modo similar a cuando tenemos una mascota molesta en casa, pero al final la toleramos.

Por último, mencionaré que varios términos fueron modificados para ser más apropiados. Por ejemplo, en el original los troles construyen estatuas de Bryan y el Esqueleto, pero eso no parece cuadrar con su habilidad, así que los reemplacé por Tótems de madera, algo más creíble dado que tienen “Chamanes”.

En fin, espero que les haya gustado y nos vemos en el siguiente capítulo.