58 La utilidad de los Guerreros Esqueleto

- ¡Almas de los guerreros caídos, escuchen la llamada del heraldo oscuro y revelen su existencia! - Bryan recitó un conjuro mágico mientras corría cuesta abajo y un Guerrero Esqueleto ordinario se materializó en el desfiladero.

En cuanto su criatura oscura estuvo lista, Bryan concentró su Fuerza Mental y le dio una sola orden: “Saquea”.

Este Guerrero Esqueleto no era el mismo que había refinado con su Esencia Mágica. Su fuerza y velocidad palidecían en comparación, por no mencionar que todas sus articulaciones crujían cuando se movía. Pero no le quedaba más remedio que utilizarlo.

Su Pequeño Esqueleto ya había causado una gran conmoción en la Academia Babilonia de Artes Mágicas y Militares. Además, su cuerpo negro como la tinta y las siete púas de hueso en la espalda lo hacían inconfundible. Si alguien descubría que él lo había invocado, era posible que se metiese en una serie de problemas inesperados. La voz de la prudencia le decía que era mejor esconderlo de los estudiantes por ahora.

Pero los necromantes no eran los únicos que se habían quedado. Algunos de la Facultad de la Magia de Luz, como Irene, no se habían unido a la persecución. Cuando la joven maga se dio cuenta de lo que Bryan estaba haciendo, se levantó de inmediato y comenzó a bajar por la ladera mientras gritaba: - ¡Van a apoderarse de todos los tesoros! ¡Apúrense o nos quedaremos sin nada! -

Por su parte, Fanny, Lisa y el resto de los necromantes se sorprendieron mucho al principio, pero en poco tiempo se recuperaron de la impresión y también se pusieron a invocar. En poco tiempo habían reunido a más de diez Guerreros Esqueléticos que pusieron sus huesudas manos a la obra y comenzaron a apoderarse de los enormes y abultados sacos junto a los cadáveres de los Wargos.

Los tesoros en los sacos no solamente eran el saqueo de Drol, sino que contenían valiosos objetos que los orcos habían obtenido en incursiones anteriores, así que no había modo de saber quiénes eran los dueños originales. Y ahora que todos los Jinetes Wargos estaban muertos, estos sacos y su contenido le pertenecían al primero que los reclamase. 

Los Guerreros Esqueléticos, que siempre eran menospreciados por su bajo poder de combate finalmente mostraban su utilidad. Aunque no se movían muy rápido, cada uno podía cargar un saco en cada mano con relativa facilidad.

Y naturalmente sus invocadores no se quedaron ociosos. Fanny, Lisa y el resto de necromantes se habían apoderado de un saco cada uno. Bryan se las arregló para cargar cuatro sacos en total, igual que un sabueso con un zorro recién capturado.

En total se apoderaron del ochenta por ciento del botín que los Jinetes Wargos dejaron en el desfiladero. Los recién llegados y los otros estudiantes reclamaron el otro veinte por ciento. Cuando empezaron a revisar los sacos, vieron que contenían artículos muy valiosos de la Ciudad de Drol. Había armas, armaduras, pociones y algunas joyas. Si los llevaban a los mercaderes en las ciudades del Imperio era seguro que se las comprarían por un alto precio y obtendrían jugosas recompensas.

Mientras organizaba a los Guerreros Esqueletos para que se alinearan en filas ordenadas, Bryan se volvió para mirar a Fanny con una sonrisa: - Maestra Fanny, creo que estos artículos más los que obtuvimos en el Bosque Oscuro serán suficientes para que todos miren con otros ojos a la Escuela Necromántica cuando volvamos a la Academia. -

En esos momentos Fanny se sentía henchida de júbilo y alegría, hasta el punto en que se había olvidado por completo de la anterior insolencia de Bryan. Le devolvió la sonrisa cuando lo miró, pero habló con prudencia: - Es posible, pero todavía no es seguro. Muchas de estas cosas pertenecen legalmente a las tiendas de la ciudad de Drol. Y aunque la mayoría de sus propietarios ahora estén muertos o se hayan dado a la fuga, las autoridades imperiales tomarán cartas en el asunto si se enteran de su procedencia. Seguramente lo confiscarán todo en el acto y empezarán una larga investigación. -

Las preocupaciones de Fanny no carecían de fundamento. Bryan lo pensó durante un rato y de repente se acordó del mercader Fabián, a quien había conocido en el Bosque Oscuro. Cuando los dos se despidieron, le había dejado una dirección para que pudiera encontrarlo si quería hacer algún negocio. Fabián pertenecía al Gremio Mercante de los Boozt y seguro tendría los medios para “legalizar” artículos de procedencia dudosa si lo encontraban.

Cuando sus pensamientos llegaron hasta este punto, Bryan le sonrió a Fanny con confianza y dijo: - No se preocupe por nada, Maestra Fanny. Tengo una forma de disponer de esos artículos sin llamar la atención, siempre y cuando regresemos al Imperio en una sola pieza. -

Fanny lo miró de reojo por un momento y luego sacudió la cabeza: - ¿Sabes algo, Bryan? Me parece que cada vez me cuesta más comprenderte. ¿Cuántos secretos nos estarás ocultando? ¿Y exactamente cómo obtuviste una forma para vender estos artículos? -

Riendo entre dientes, Bryan respondió: - Podemos discutir esos asuntos más adelante. Creo que nuestra prioridad debería ser encontrar una forma para salir de este lugar y regresar al Imperio rápidamente. -

Justo cuando Bryan y Fanny terminaban su conversación, vieron a lo lejos que Beacher y los otros, incluyendo al maestro Gene, Bach y los necromantes que se habían unido a la persecución, ya estaban regresando por donde vinieron. A juzgar por las expresiones aliviadas en sus rostros, Bryan supo que lo más seguro era que todos los últimos orcos terminar como fertilizante para el campo.

Y en efecto, lo primero que hizo el Maestro Beacher en cuanto él y su grupo estuvieron lo suficientemente cerca fue hacer una orgullosa proclamación: - ¡Ya no hay nada que temer, todos los orcos han perecido! ¡Por fin podemos estar tranquilos! Al menos por el momento-

Pero se detuvo a mitad de su discurso, porque de repente miró sorprendido a su alrededor y lanzó otro tipo de exclamación: - Eh, ¿qué está pasando? -

Todos los cadáveres de Orcos y Wargos habían sido completamente desvalijados de sus objetos de valor y los sacos llenos de tesoros ya habían sido divididos entre el resto de personas. Los que más se destacaban eran los necromantes, que tenían dos columnas de Guerreros Esqueletos cargando la mayor parte de los sacos.

Fanny se sentía bastante incómoda y abrió la boca, pero no supo qué decir, así que la volvió a cerrar. Finalmente, en su desesperación, no pudo evitar lanzarle una mirada a Bryan para pedirle que respondiera por ella.

Bryan caminó frente al grupo como si nada hubiera pasado, con una expresión segura en sí mismo. Dejó en el suelo dos de los sacos que estaba cargando y les hizo un gesto con la cabeza a los guerreros y magos desconocidos, para que se acercaran. Luego sonrió mientras decía:

- Aquí está el botín del campo de batalla. ¡Que todos los valientes que han luchado contra esa horda infernal se acerquen sin vacilar! ¡Por favor tomen algo y con confianza! Muy pronto nos separaremos y cada uno de nosotros partirá por su propio camino. Pero hoy hemos luchado juntos contra los Orcos… ¡Y les hemos vencido! ¡Que estos artículos se conviertan en nuestros trofeos de guerra! -

- ¡Bien dicho! -

- ¡Eso es lo que yo llamo ser un camarada! -

- ¡Hurra por nosotros! -

- ¡El chico si sabe cómo ser justo! -

Los diez o más aventureros que acababan de regresar aplaudieron al mismo tiempo y corrieron emocionados a repartirse los artículos de los dos sacos. Beacher y algunos de los otros estudiantes de la magia luminosa habían estado a punto de unirse a sus filas, cuando vieron a Irene y el resto de los suyos que también sostenían sacos bien repletos en sus manos. Así que naturalmente tuvieron que irse caminando hacia ellos.

- ¡Pero sí que eres un gran amigo, muchacho! Si alguna vez necesitas los servicios de un grupo de mercenarios, no dudes en acudir a los “Lobos de Batalla” que sin duda te ayudaremos. -

- Je je, tenemos suerte de habernos conocido. Siempre conviene tener buenos amigos. Si necesitas algún fármaco en el futuro, puedes venir a buscarme. -

Todos los aventureros charlaban y reían con muy buen humor en cuanto seleccionaban un artículo y no dejaban de agradecerle a Bryan o darle su información de contacto.

- Maestra Fanny, ¿qué le pasa a Bryan? ¿Por qué les está regalando todos esos artículos? - Una estudiante de necromancia, Athena, estaba mirando las bolsas abiertas que Bryan había ofrecido con una mirada de dolor mientras preguntaba enojada.

- Shhh. ¡Guarda silencio! Lo que está haciendo Bryan es lo mejor. Si tratamos de quedarnos con todo el botín para nosotros, esas personas van a guardarnos rencor y seguramente reportarán esto al Imperio para que nos confisquen los artículos. Quizá incluso les gane la ira y decidan asaltarnos. Entonces estaríamos en apuros.

Bryan sólo está regalándoles una pequeña porción y al hacerlos elegir artículo por artículo los está dividiendo sin que lo noten. Al mismo tiempo los está involucrando, así que ninguno abrirá la boca después.

Como no tienen Anillos Espaciales y tampoco pueden invocar Criaturas Oscuras como nosotros, no van a poder llevarse demasiadas cosas. Al final seguimos siendo los más beneficiados y él se ha ganado el aprecio y hasta la amistad de esos aventureros. ¡Ah, realmente no puedo creer lo cambiado que está! ¡Bryan se está haciendo más y más fuerte! - Los bellos ojos de Fanny estaban enfocados en la figura de Bryan, que en ese momento continuaba hablando y riendo con los aventureros, mientras le explicaba las cosas a la perpleja Athena.

- ¡Se ha convertido en un hombre tan misterioso! Me pregunto cuándo y dónde ha aprendido sobre tantas cosas. ¡Es como si supiera un poco de todo! - Lisa también estaba mirando a Bryan y susurró emocionada, mientras recordaba el método secreto que le había enseñado para hacer crecer sus pechos.

- ¡Muy bien amigos! Si todo el mundo ya está satisfecho con lo que tiene, llegó el triste momento de separarnos. ¡Que la buena fortuna os sonría a todos! ¡Pero si volvemos a vernos, beberemos en la taberna para celebrarlo! ¡Y no seré tímido para pedirles su apoyo si alguna vez necesito ayuda! ¡Jajajaja! -  Bryan se despidió charlando alegremente, con un aire de familiaridad. Los cuatro sacos enormes que había estado cargando, ahora estaban prácticamente vacíos.

Los mercenarios y aventureros se veían muy felices. Todos se sentían beneficiados y algunos incluso habían obtenido artículos ratos que buscaban desde hacía mucho tiempo. Por eso estaban agradecidos con Bryan. Uno por uno se fue despidiendo efusivamente sin dejar de manifestare su aprecio en medio de una ronda de bromas y exclamaciones. El grupo de magos de la Escuela de la Luz también se retiró un poco menos contento, pero agradecidos de seguir vivos.

En cuanto los aventureros se fueron, el Maestro Gene finalmente se atrevió a hablar con algo de pesar: - Si lo hubiera sabido me habría quedado aquí. De haber estado todos juntos también tendríamos en nuestras manos los sacos que se han quedado los de la Facultad de Magia Luminosa. -

¡Tonto! Si lo hubieras hecho nos meteríamos en un gran conflicto con la Facultad de la Luz. ¿Acaso no eres consciente de que forzosamente tendremos que convivir durante años con ellos?” Pensó Fanny exasperada. Y aunque no hizo ningún comentario sobre las quejas de Gene, ese momento sintió que, a pesar de ser un hombre mayor, la inteligencia del Maestro era muy inferior a la de Bryan. Por primera vez sintió una oleada involuntaria de desdén e irritación hacia su colega en su corazón.

- Muy bien, Bryan ¿qué debemos hacer ahora? - Los ojos de Fanny miraron a Bryan y la pregunta salió naturalmente de su boca.

Alzando la mirada para examinar el vasto río Nirolan, Bryan se quedó pensando por un momento antes de contestar: - Veo que hay unos cuantos árboles grandes río abajo. Tenemos muchas armas afiladas en los sacos y algunos royos de cuerda que pertenecieron a los Orcos. Podemos improvisar unas balsas de madera muy rápidamente si hacemos que los Guerreros Esqueletos nos ayuden con lo pesado. De ese modo podremos cruzar el rio y dirigirnos a la ciudad de Baltazar. -

- Ya veo… pero entonces, ¿por qué no se lo dijiste a los aventureros antes de que se fueran? Pudimos haber cruzado juntos y quizá nos hubieran ayudado con su experiencia. - Gene estaba intrigado por la forma de proceder de Bryan hasta el momento.

- Porque no voy a confiar nuestra seguridad a alguien que acabo de conocer. Lo que les pase o a dónde planeen ir esos aventureros no es asunto mío. - Explicó Bryan sonriendo tranquilamente como si fuese lo más natural del mundo: - Además, nos conviene que vayan andando por su cuenta. Si hay más Jinetes Wargos en las proximidades, ellos llamaran su atención y los mantendrán ocupados por nosotros. Sobre todo, ahora, que tienen que avanzar más despacio por el peso de lo que se han llevado. ¿No le parece? -

Fanny, Gene y los demás se quedaron atónitos al escuchar sus palabras y en secreto pensaban en cuan diferente se había vuelto “Bryan”. Ahora sabían que era perfectamente capaz de conversar y reír alegremente con otras personas mientras que en secreto intrigaba para destruirlos. Era una persona temible, fuerte, inteligente e implacable.

Gene, Bach y Bella se miraron de repente y recordaron todas las maldades que le habían hecho a este joven esclavo. Entonces un escalofrío se apoderó de sus corazones.

Ahora sabían que era perfectamente capaz de conversar y reír alegremente con otras personas mientras que en secreto intrigaba para destruirlos.

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú donde cualquier cosa puede suceder.

Este episodio fue reeditado el 24 de mayo del 2021 y espero que les haya gustado. Principalmente modifiqué las frases y le agregué detalles para que fuese más creíble.

Pero déjame saber tu opinión en los comentarios. ¿Cuál fue tu parte favorita? ¿Te gustó la explicación del accionar del protagonista? ¿Crees que la situación fue creíble? ¿Habrías cambiado algo?

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Nos vemos en el siguiente capítulo.