36 La calma del chico de los recados

Los Ogros Devora-Hombres avanzaban de un modo bastante perturbador, haciendo sonidos extraños con la boca o relamiéndose los labios. De pronto el más grande y fuerte de ellos hizo una señal con su garrote y todo el grupo se abalanzó corriendo hacia los estudiantes.

Una ronda de encantamientos mágicos se disparó en respuesta antes de que los monstruos pudieran cubrir la mitad de la distancia. Docenas de Flechas de Hueso volaron hacia los enemigos y aquellos que sobrepasaban el nivel de Aprendiz Mágico usaron magias ofensivas más poderosas, las Lanzas de Hueso.

Las Lanzas del Hueso eran similares a las Flechas del Hueso, pero uno tenía que poseer como mínimo el nivel de un Mago Principiante para dominarla. Este conjuro materializaba una jabalina ósea de un metro y medio de largo, que naturalmente hacían mucho más daño. Pronto el aire se llenó de afilados proyectiles que se desplazaban a toda velocidad directamente contra los Ogros Devora-Hombres.

Aunque estas criaturas no eran muy veloces, su gran tamaño les permitía recorrer distancias rápidamente y aunque muchos fueron atravesados por las púas de hueso, ninguno dejó de avanzar.

El problema era que sus cuerpos eran extremadamente duros. Si bien los monstruos chillaban de dolor cuando recibían un dardo, muy pocas púas llegaron abrirse paso lo suficiente entre la piel o los músculos con suficiente profundidad como para dañarles algún órgano. Así que, a no ser que atinasen a darles en un ojo, no lograban causar daños significativos. Sólo las Lanzas de Hueso eran lo bastante contundentes como para perforar de lleno su piel y hacerles heridas de las que manaba una apestosa sangre verdosa.

A pesar de sus heridas, los ocho ogros continuaron su avance inexorable. Finalmente se estrellaron contra el perímetro defensivo de Criaturas Oscuras y comenzaron a forzar su entrada hacia los estudiantes.

En el centro del círculo defensivo, Bryan se mantuvo tranquilo e inmóvil. Su rostro estaba completamente calmado y miraba con frialdad a los monstruos que se acercaban, analizando su fuerza de combate para reaccionar bien cuando llegase el momento.

- ¡Que las Criaturas Oscuras ataquen! - Al ver que los Ogros Devora-Hombres se acercaban, Fanny comenzó a gritar instrucciones a los estudiantes mientras se concentraba totalmente en protegerlos del peligro.

Todos comenzaron a usar su magia para controlar a sus invocaciones y las dirigieron en el combate tal y como la Maestra les decía. Los Gules, Guerreros Esqueléticos, Guerreros Zombis y Abominaciones adoptaron una posición defensiva cerrada, sin que ninguno se adelantase o rompiese la formación y solo atacaban cuando alguno de los monstruos se les acercaba. Cómo las Criaturas Oscuras no se agotaban físicamente, este era el modo más elemental de aprovechar esta ventaja.

Pero los Ogros Devora-Hombres eran altos y resistentes, sus músculos les proporcionaban una sólida defensa. Y aparte se las Abominaciones, que podían hacerles daño con sus garrotes de metal, ninguna de las criaturas oscuras poseía la fuerza suficiente como para detenerlos.

Los Gules y los Guerreros Esqueléticos demostraron ser particularmente ineficaces para una batalla defensiva y fueron los primeros en quedar hechos pedazos cuando los monstruos los atacaron con sus propios garrotes, quedando reducidos a una masa sanguinolenta de huesos destrozados o carne putrefacta. Los Guerreros Zombis eran más resistentes y pudieron aguantar bien los primeros golpes, pero después un rato de castigo también ellos comenzaron a tambalearse con debilidad.

- ¡Estos malditos son difíciles de manejar! - Gene empezó a preocuparse cuando vio que el perímetro defensivo de Criaturas Oscuras empezaba a derrumbarse, sin embargo, los Ogros Devora-Hombres persistían incluso a pesar de estar heridos y sangrando por los ataques mágicos.

- ¡Mantengan la posición! ¡No los dejen avanzar! ¡Si nos alcanzan tendremos que pelear cuerpo a cuerpo y entonces estaremos condenados! - Fanny daba órdenes en voz alta, pero su tono no ocultaba del todo lo angustiada que se sentía.

La Maestra continuó recitando sus conjuros y varias rondas de Lanzas de Hueso se materializaron y salieron disparadas en sucesión. Estaba concentrando sus ataques en un monstruo en particular, hasta que finalmente se las arregló para acertarle un golpe contundente en uno de sus ojos, perforándole limpiamente la cabeza. El Ogro Devora-Hombres se tambaleó y luego cayó al suelo sin vida.

En lugar de amedrentarse por la muerte de uno de los suyos, los otros siete monstruos restantes parecieron entrar en una especie de frenesí violento. Uno de ellos, loco de ira, se arrancó de cuajo dos Lanzas de Hueso que se habían incrustado en su cuerpo y las arrojó con furia. Las lanzas silbaron mientras surcaban el aire y se incrustaron profundamente en las Abominaciones.

Las Abominaciones eran los escudos de carne más fuertes en el perímetro exterior. Aunque no perdieron de inmediato su capacidad para defenderse o combatir, era inevitable que sus movimientos se hiciesen más lentos con sus cuerpos empalados.  Al final se volvieron bastante ineficaces cuando dos Devora-Hombres comenzaron a concentrarse en atacarlos.

En este momento, sólo las dos Abominaciones y seis Guerreros Zombis eran todo lo que se interponía entre los monstruos y los estudiantes. Los Zombis eran inferiores en todo sentido a sus atacantes y la presión sobre el perímetro aumentó cuando las Abominaciones fueron empaladas. En un instante, dos de los Guerreros Zombis cayeron con sus cráneos destrozados.

- ¡¿Qué hacemos?! ¡¿Qué hacemos?! ¡Esos malditos monstruos nos van comer si no hacemos algo! ¡Que alguien haga algo! -

- ¡Por los dioses! ¿Por qué sus cuerpos son tan duros? ¡Las Flechas de Hueso no les hacen nada! -

- ¡Perdidos, estamos perdidos! Deberíamos haber vuelto ayer, wah... wah... -

Rondas de quejas deprimidas y sollozos temerosos comenzaron a salir de las bocas de los estudiantes, afectando sus hechizos por momentos y empeorando la situación.

- ¡Maestro Gene, vamos a usar el hechizo de Explosión Cadáveres, rápido! - Gritó Fanny de repente al ver que todos los alumnos habían perdido la esperanza.

- ¡Oh alma fenecida, obedecerás mi voluntad! ¡Me rendirás tus despojos y te inmolarás con gran violencia! ¡Explosión de Cadáveres! - Los Maestros recitaron al mismo tiempo. Luego Fanny señaló al Monstruo Devora-Hombres que había matado al perforarle la cabeza, Gene por su parte señaló a uno de los Guerreros Zombi caídos.

De pronto, ambos cuerpos produjeron una terrible explosión. La intensidad fue tal que los cuatro Ogros Devora-Hombres y dos Guerreros Zombis que peleaban cerca de ellos, salieron despedidos con fuerza por el aire y sus cuerpos fueron completamente destrozados hasta quedar irreconocibles. Obviamente no se movieron más.

Los ojos de Bryan brillaron mientras contemplaba a Fanny. La magia de Explosión de Cadáveres lo había dejado asombrado. Sus afinados sentidos le permitieron ver con gran detalle el momento en que los cuerpos de los monstruos estallaron bruscamente, desatando una fuerza aterradora. Podía asegurar que, de los cuatro monstruos derrotados, tres habían muerto únicamente por la potencia de la magia de Fanny.

Ya había escuchado algo sobre la Magia de Explosión de Cadáveres. Era un hechizo que sólo un Necromante de rango Adepto podía desatar y su intensidad variaba dependiendo de la habilidad y el poder del mago. Ahora podía apreciar hasta qué punto el poder mágico de Fanny era superior al de Gene. Aunque quizá también influyó el hecho de que ella utilizó el enorme cadáver de un Monstruo Devora-Hombres como material explosivo.

Sin embargo, parecía que esa magia drenaba significativamente su Fuerza Mental, porque después de lanzar el hechizo las caras de Fanny y Gene se habían vuelto pálidas y ahora estaban respirando de forma entrecortada.

De los ocho Ogros Devora-Hombres que los atacaron al principio, Fanny mató a uno con su Lanza de Hueso y la doble Explosión de Cadáveres se había encargado de otros cuatro. Ahora sólo quedaban tres. Y aunque las dos Abominaciones seguían empaladas por las Lanzas de Hueso todavía se mantenían firmes y atacaban incansablemente a dos de los monstruos que quedaban.

Pero eso dejaba libre a uno de ellos, que no solo era el más fuerte, sino que hasta el momento no había sido herido seriamente. Ahora empuñaba su enorme garrote tachonado con púas de hierro y corría de un lado a otro como un loco, haciendo ruidos extraños e incluso gritando unas frases que sonaban parecidas a un: - ¡Yo!... ¡matar! -

- ¡Corran estudiantes! ¡El hechizo que usamos ha drenado casi toda nuestra Fuerza Mental y de momento no podremos usar ninguna magia poderosa! ¡Tienen que ponerse a salvo! - El rostro de Gene evidenciaba su pánico y el agotamiento que sentía mientras gritaba sus instrucciones.

Fanny miró a su alrededor y exclamó: - ¡Todos retírense ahora, huyan por sus vidas! ¡No se dejen atrapar por estos monstruos! -

Esas palabras acabaron por desatar el pánico que ya se arremolinaba en el corazón de los estudiantes. Todo su equipaje y los objetos que habían recolectado fueron dejados de lado mientras trataban desesperadamente de alejarse del Ogro que ahora corría en pos de ellos. El problema era que, debido al miedo, los estudiantes no dejaban de tropezarse con los restos de sus criaturas invocadas en su desorganizado intento por escapar. El resultado fue evidente y en poco tiempo el monstruo los estaba alcanzando.

Fanny estaba completamente concentrada en que los estudiantes escaparan, instando a los últimos rezagados a que se fueran. Pero el Ogro Devora-Hombres líder pareció reconocerla como la que había desatado el hechizo que mató a sus tres compañeros, así que se dirigió directamente hacia ella sin pensarlo dos veces. En cuanto la tuvo al alcance, levantó su terrible arma y descargó un pesado golpe contra la Maestra.

- ¡Maestra Fanny, ten cuidado! -

- ¡Cuidado Fanny! ¡Detrás de ti! -

Lisa, Gene y varios estudiantes vieron como el monstruo se le acercaba por detrás y gritaron aterrorizados. Fanny se sobresaltó al escucharlos y se volvió sólo para descubrir que el pesado garrote ya estaba cayendo con fuerza directamente sobre ella. Las afiladas púas de hierro resplandecían fríamente a la luz de la luna y el sonido que acompañaba el movimiento del arma era testimonio de la fuerza que se encontraba detrás de ese golpe.

El rostro encantador de la Maestra palideció hasta quedar desprovisto por completo de todo color a causa del terror y sus hermosas piernas repentinamente se quedaron sin fuerzas. Una sensación de lúgubre desamparo se apoderó de su mirada, mientras el garrote repleto de púas se hacía cada vez más grande ante sus ojos, hasta que ya no pudo aguantar la visión y los cerró.

Un sonido metálico resonó en medio de la noche y las chispas volaron en toda dirección.

Los hermosos ojos de Fanny se abrieron lentamente. Estaba un poco confundida, sin saber si aún seguía viva o si ya estaba muerta. En cuanto enfocó la mirada vio algo que la dejó aún más sorprendida: Dos enormes garrotes tachonados con púas de hierro se hallaban enzarzados en un violento combate frente a ella.

En algún momento desconocido una segunda arma equivalente a la que estuvo a punto de matarla se había interpuesto para defenderla. Ambos garrotes chocaron con tanta fuerza que muchas de las púas acabaron dobladas por el impacto. Otras todavía seguían desprendiéndose por la fuerza del contacto entre los metales.

Fanny siguió la dirección del garrote que la defendía con la mirada y descubrió que Bryan había aparecido a su izquierda. Estaba sujetando con ambas manos la enorme arma que era completamente desproporcionada para su contextura. Las venas de su frente y de sus brazos estaban profusamente marcadas y en su rostro exhibía una mueca torcida mientras miraba fijamente al Monstruo Devora-Hombres.

Ogro Devora-Hombres líder

Nota del Traductor

Buenas, soy acabcor de Perú y este capítulo fue reeditado el 15 de mayo del 2021.

Quizá se hayan dado cuenta, pero la imagen del final es un villano de Hulk que me pareció muy apropiado para representar a los Ogros Devora-Hombres. Un detalle en especial es que cambié el nombre de estas criaturas, pues el original era Monstruos Devora Hombres. Pero era demasiado genérico, así que pensé en qué tipo de monstruo antropófago podría remplazarlo. Al principio pensé en los cíclopes, pero eran demasiado grandes y legendarios para cumplir el rol. Al final me decidí por los ogros.

Espero que les hay gustado, por favor dejen su opinión en los comentarios, compartan este trabajo para que más personas lo conozcan y si quieren colaborar con este proyecto por favor patrocínenme en mi cuenta de Patreon.

Nos vemos en el siguiente capítulo.