189 No tienes oportunidad

La oferta de Lawrence era casi demasiado generosa y Candice vaciló por un momento, pero finalmente negó con la cabeza: - ¡Esto ya no se trata solamente del dinero! ¡Esta maldita tiene que pagar! ¡Nuestras vidas no son poca cosa para que las desechen de ese modo! -

La situación estaba claramente a favor de los iracundos mercenarios. Era evidente que tanto Belinda como Taquión estaban al final del camino y lo sabían. Pero habían sido miembros del Culto de Caelos durante muchos años, donde se acostumbraron a ser ellos quienes sembrasen el terror en los demás. A pesar de tener todo en contra, esa idea estaba tan profundamente arraigada en su mente que no podían pensar con claridad.

El primero en resolver sus dudas fue Taquión. El Malvado Caballero comenzó a mover sus pies disimuladamente para corregir su postura más fácilmente y sus ojos sin vida aparente se fijaron en Bryan.

Pero lamentablemente para él, nadie reconoce mejor lo que está pensando un monstruo que otro monstruo. Bryan le devolvió una mirada gélida como la muerte y le dijo: - No tienes oportunidad. -

- Tal vez. - Respondió riendo el Caballero Malvado sabiéndose descubierto y desenvainando su espada: - Pero ya no importa ¿verdad?

Además, tú eres como yo. Podrás pararte junto a estos estúpidos mercenarios o fingir que tienes amigos. Pero lo que realmente eres es un asesino. Somos el mismo tipo de mierda, la diferencia es que yo soy más rápido y fuerte. -

- Pero yo soy más ágil y astuto. - Respondió Bryan avanzando unos pasos con una sonrisa que en realidad no lo era.

Algo en su mirada provocó un escalofrío en todos los presentes. Hasta el momento habían estado completamente enfocados en su querella con Belinda, pero ahora hasta los mercenarios guardaron silencio mientras veían a estos dos sujetos acercándose lentamente, como un par criaturas poderosas y terribles.

La mano de Taquión en su espada temblaba, pero no de miedo o indecisión, sino que luchaba con las ganas casi incontenibles de ponerse a matar ahí mismo. De hecho, la cicatriz en su cara se veía mucho más profunda que de costumbre por la enorme tensión que estaba sintiendo. En comparación, Bryan era la frialdad personificada. Parecía que no estuviese viendo a un ser humano en frente suyo, sino a una mancha que tenía que limpiar del piso.

- Te daré un último consejo. - Dijo de pronto Bryan deteniéndose a diez pasos de Taquión mientras que este hacía lo mismo: - Nunca olvides que sin importar cuantas cicatrices tengas… ¡Siempre hay espacio para una más! -

- ¡Hijo de perra! - Respondió Taquión iracundo porque le recordaran su deformidad - ¡Tal vez no pueda con todos, pero al menos puedo matarte primero! -

- Todos tus subordinados murieron. Te dispararon en el culo. Y al final tuviste que huir con el rabo entre las piernas sin cumplir tu objetivo. - Le dijo Bryan con sorna: - Pero si de pronto te sientes con suerte… ¿Por qué no lo intentas? -

Taquión soltó un suspiro y relajó sus hombros. Por un segundo pareció que iba a retroceder, pero en cambio se lanzó hacia adelante revelando todo el poder de sus relámpagos mientras avanzaba hacia Bryan. Su velocidad estaba fuera de la imaginación para cualquiera e incluso Emily no alcanzó a reaccionar más que para gritar: - ¡Cuidado! -

¿Cómo era posible que un herido Taquión pudiese de pronto atacar con una velocidad muy superior a todo lo que había mostrado hasta el momento? Ocurrió que, a pesar de toda su irracionalidad, el instinto del Caballero Malvado era bastante afinado. Taquión supo que estaban perdidos desde el momento en que fueron rodeados por los mercenarios, así que decidió llevarse consigo a Bryan en un ataque sorpresa, pero fue descubierto.

Con sus intenciones reveladas su única opción era poner absolutamente todo su poder en una carga frontal, usando Magia, Aura de Batalla y hasta su propia fuerza vital como combustible para este último ataque desesperado.

“¡Por favor! ¿De verdad crees que eres el único que puede hacer eso?

Bryan siguió sonriendo hasta el último momento. Quizá para los demás el movimiento de Taquión fuese imperceptible, pero para sus sentidos desarrollados no lo era. De inmediato activó de golpe todo el poder de su Esencia Mágica y el Infante Sangriento en su interior despertó para incrementar aún más sus poderes. Bryan dio un salto hacia adelante mientras contraatacaba con el Desgarrador Sombrío.

Si esto hubiese ocurrido cuando ambos se encontraron por primera vez, quizá el resultado hubiese sido diferente. Pero esta vez los poderes de Bryan estaban al máximo y no presentaba ninguna herida. También su experiencia era otra, porque en lugar de recibir de frente la espada de Taquión, lo que Bryan hizo en ese momento fue imitar la técnica que el Gran Maestro de Espadas Marcus usó contra él para casi sacarle un ojo.

Por supuesto que no salió exactamente igual porque el tamaño de su arma era diferente y se trataba de su primer intento. Tuvo éxito al desviar el golpe, pero la punta de su arma no llegó a rozar la cara del Caballero, que lo esquivó echando el rostro hacia atrás.

Pero no fue necesario.

Taquión estaba sonriendo por haber esquivado el arma de Bryan, cuando esta de pronto expulsó una ráfaga del Conjuro de Fuego Glacial Mítico. Antes de que el Caballero Malvado supiera lo que pasaba, la llamas carmesís se habían pegado a la mitad de su cara, causándole un dolor espantoso.

- ¡Aaaaarrgg! -

La cara quemada de Taquión

El Caballero Malvado se había abalanzado con toda su fuerza y ahora el dolor intenso le hizo perder el equilibrio con facilidad, hasta que terminó estrellándose estruendosamente contra una pared de la cueva. Luego comenzó a rodar desesperadamente tratando de apagar las llamas. Cuando finalmente se detuvo, todos vieron que su rostro ahora estaba irremediablemente deforme y en carne viva.

- ¡Te dije que había espacio para otra cicatriz! - Comentó Bryan con un dejo de crueldad.

Taquión no respondió, mejor dicho, le era imposible responder. Su cara le dolía como el infierno y ya no tenía control de sus músculos faciales. Además, había usado casi todas las fuerzas que pudo reunir en ese ataque definitivo que terminó en fracaso.

Aun así, seguía siendo un miembro del Culto de Caelos, y consiguió levantarse de algún modo, pero entonces recibió una terrible patada de Phoebe que lo mandó volando nuevamente contra la pared.

- ¡Perro desgraciado! - Murmuró Phoebe mientras le atravesaba la garganta con su estoque.

Bryan entonces se volvió para mirar a Belinda, que de pronto pareció cobrar conciencia de que estaba rodeada e intentaba retroceder hacia el fondo de la cueva. Luego se volvió para mirar a Lawrence y le preguntó sonriendo: - ¿Seguro que quieres ayudarlos? -

Lawrence extendió ambas manos diplomáticamente y respondió tranquilamente: - Claro que no. Admito que estaba interesado en obtener el método para construir un Gólem Blindado, pero no creo que eso sea posible en este momento. -

- Muchas gracias. - Dijo Bryan cortésmente: - No te preocupes amigo, te aseguro que es mejor así. Teniendo en cuenta cómo suelen operar en ese culto maldito, no me extrañaría nada que empleasen rituales inhumanos en la creación de ese Gólem. -

- ¡Malditos! ¡Todos morirán! - Grito Belinda de pronto y levantó su pergamino. Parecía que ya no le importaba si la cueva se derrumbaba encima de todo el mundo, ella incluida.  Solamente quería liberar a su gigante de metal para que los matase a todos.

- Tú tampoco tendrás la oportunidad. - Dijo Bryan descuidadamente mientras enfocaba su concentración en la pequeña marca de sangre que le había dejado a Belinda en el cuello sin que lo supiese. De inmediato el poder congelante en su interior se liberó en el torrente sanguíneo de la Alquimista e inmediatamente la hizo caer inconsciente.

- ¡¿Qué le pasó?! - Preguntó Candice viéndola en el suelo.

- Gajes del oficio. - Respondió Bryan misteriosamente y luego se dirigió hacia donde se encontraba Taquión, que aún agonizaba. Entonces lo sujetó por el cuello sangrante como si quisiera acabar con su sufrimiento, pero en realidad uso la Asimilación Vital para absorber el alma del Caballero Malvado mientras observaba como los últimos rastros de vida desaparecían de sus ojos aterrorizados.

Así que si limito la cantidad de energía que absorbo puedo evitar que el cadáver se desintegre. Es bueno saberlo, porque no quisiera asustar a todos los presentes o hacerles creer que soy un vampiro.” Pensó Bryan mientras miraba el cadáver del Caballero Malvado.

En ese momento Phoebe se acercó caminado hacia él preocupada y comenzó a revisarlo para ver que no tuviese heridas. Emily hizo una mueca disimulada, pero se marchó hacia la entrada sin decir una palabra, para no tener que verlos.

Luego de confirmar que estaba bien, Phoebe se acercó al cadáver de Taquión para examinarlo con ojo crítico.

- Nunca me dijiste que habías aprendido esgrima. Yo pensé que te limitabas a los ataques mágicos y furtivos. - Dijo la Maestra de Espadas finalmente.

- Jamás he aprendido esgrima. - Respondió Bryan encogiéndose de hombros.

- ¿No acabas de hacer un Libramiento Inferior con una Enarcada? - Preguntó Phoebe mirándolo sorprendida: - Ese movimiento es bastante avanzado, aunque fallaste al final porque tu arma es demasiado corta. -

- ¿Así es como se llama ese contraataque? No tenía idea. Simplemente usé la misma técnica con la que Marcus casi me quita un ojo. -

- ¿Dices que solamente imitaste lo que recuerdas? ¡Creo que serías un buen espadachín! -

- No creo, no tengo Aura de Batalla. -

- Sí, es cierto. Pero algo me dice que también podrías encontrar una solución para eso. - Respondió Phoebe pensativa: - ¿Pero dices que Marcus usó ese movimiento para intentar quitarte un ojo? Eso es bastante arrogante por su parte. Lo más seguro durante una Enarcada es apuntar al cuello o al pecho del enemigo, para asegurarse de no fallar. Sólo se apunta al ojo si se está mal posicionado o para presumir la habilidad. -

- Seguramente me estaba subestimando. En tal caso esa arrogancia me fue muy útil. Ojalá siga siéndolo si alguna vez nos volvemos a enfrentar. - Respondió Bryan sonriendo, pero en su interior pensaba que quizá le convendría aprender más de la esgrima en ese mundo.

En ese momento sintió una agitación en su interior. Supo entonces que la Esencia Mágica estaba fortaleciéndose.

- Tengo que meditar para recuperar mis poderes. - Dijo Bryan a todo el grupo y se retiró a un lado donde se sentó con las piernas cruzadas y los ojos cerrados.

*****

Aunque los perseguidores se habían marchado no convenía correr riesgos innecesarios, sobre todo teniendo en cuenta que podría haber Grifos volando a cierta distancia. De modo que todo el grupo tomó la decisión de permanecer en la cueva durante otros tres días.

Con Taquión muerto y Belinda inconsciente, los ánimos se habían calmado considerablemente. Así que el ambiente en el interior se había tornado bastante ameno.

Mientras Bryan meditaba en silencio, algunos mercenarios salieron de cacería y consiguieron capturar un par de liebres desnutridas, pero con suficiente carne para hacer un guiso más o menos decente. El Druida Caspian hizo aparecer algo de madera seca que Divac encendió rápidamente. Muy pronto el interior de la caverna se llenó del cálido aroma de la comida, la leña quemándose y las conversaciones animadas.

Candice era la más conversadora. Parecía que ver a Belinda amarrada en el suelo había sido suficiente para tranquilizarla y ya no estaba pidiendo compensaciones, sino que charlaba alegremente con Phoebe, Emily, Elena o Adelaida. Cuando uno de los mercenarios comenzó a tararear una canción muy conocida sin darse cuenta, Candice se levantó y les exigió a todos que cantasen. Entonces algunos de sus hombres sacaron sus flautas para poner música.

¡No me arrepiento de nada! ¡Sufrí lo malo y disfruté lo bueno! ¡Con fuego quemé mis recuerdos, sobre dolores y placeres pasados! ¡¿Quién los necesita?! ¡Frente a mí está el camino! ¡Detrás quedan mis hazañas! ¡Mercenarios somos, que luchamos por buen oro y libertad! ¡No me arrepiento de nada!

La melodía era bastante pegajosa y hasta los hombres de Lawrence estaban uniéndose al canto, mientras que la pequeña Angélica daba saltitos intentando bailar.

Mientras tanto Phoebe y Lawrence se retiraron a un lado para conversar sobre temas serios acerca de la política imperial. Por otro lado, Emily hablaba con Elena sobre sus operaciones futuras.

Y durante todo ese tiempo solamente Bryan continuaba sentado en silencio, sin hacer, decir o comer nada, para no interrumpir su concentración. Pero al amanecer del cuarto día abrió los ojos y se levantó con tanta rapidez que llamó inmediatamente la atención de todos. Entonces lo vieron llevarse un dedo a los labios mientras susurraba: - ¡Silencio! -

Adelaida inmediatamente uso su magia para extinguir las llamas de su fogata sin producir nada de humo, mientras que el resto ocultaban las raciones de comida para que su olor no atrajera a nadie. Entonces se colocaron cerca de la entrada con las armas listas para pelear, mitras que Emily y Caspian levantaban sus respectivas defensas mágicas.

Unos minutos después se escucharon unas voces atenuadas por la distancia.

- ¡Búsqueda ayer, búsqueda hoy y me parta un rayo si no nos tienen buscando mañana también! ¡Hasta cuándo seguiremos con esto! -

- ¿Quieres callarte? ¡Esto ya es bastante jodido sin tener que escuchar tus quejas? ¡Limítate a cumplir las órdenes! -

- ¡Esta puta cordillera es enorme! ¿Qué posibilidades crees que tenemos de encontrar a los asesinos en este laberinto? Respuesta: Pocas o ninguna. Nos tienen cazando un perro negro en la oscuridad. Seguramente ya se escaparon al Imperio Kasi o al Bosque Oscuro. -

- ¿Crees que no lo sé? Pero el Cónsul no va a dar su brazo a torcer. Primero su hijo menor desaparece sin dejar rastro en la ciudad de Drol, lo que significa que podemos darlo por muerto. Luego su primogénito es asesinado en lo que sería la capital de su ducado. ¡Y ahora incluso intentan matarlo en nuestro propio bastión! Lo peor es que no solamente lograron escapar, sino que también liberaron a ese Druida que tanto trabajo nos costó capturar. ¿Tú no estarías loco de ira? -

- ¡Pues si tanto le molesta debería estar aquí o por lo menos no haberse llevado a los grifos de vuelta a la fortaleza! ¡¿De qué sirve tenernos a nosotros buscando?! -

- Seguramente también cree que los asesinos ya regresaron a su lugar de origen. Además, no puede tener a tantos hombres lejos de sus dominios o en la capital se enterarán. -

- ¡Al cuerno con la capital! ¡Ahí no hay nada más que un montón de senadores viejos liderados por un emperador débil! ¡¿Por qué tendríamos que tenerles miedo?! ¡Deberíamos marchar hoy mismo y tomar la ciudad, en lugar perder el tiempo entre estas rocas! -

- ¿Ya olvidaste que entre esos viejos está el Duque Aurelio? ¿No te contaron acerca de los Supremos que viven en Itálica? ¿Y crees que el Cónsul Esteban se quedaría quieto si hacemos esa movida? ¡Deja de decir estupideces y mejor sigue buscando! Recuerda que en este momento “no encontrar a los asesinos” es casi lo mismo que “dejar escapar a los asesinos”. ¡No quiero que mi cabeza termine en una pica! -

- Entonces vámonos por ahí, que en este lugar no hay nada. -

El sonido de los soldados comenzó a alejarse, hasta que finalmente desaparecieron. Gracias a las barreras mágicas ninguno de ellos vio nada extraño.

- Ya se fueron. - Dijo Bryan sonriendo: - Además, parece que el Duque ya no nos está buscando con todos sus recursos. Yo digo que esperemos al anochecer y entonces nos marchemos. -

Todos respiraron aliviados y volvieron a descansar tranquilamente, durmiendo todo lo que pudieran. Por último, empacaron bien todas sus pertenencias antes del crepúsculo y finalmente salieron cuando los últimos rayos del sol se perdían en el horizonte.

Cordillera de Kerlan por la noche

Nota del Traductor

Hola amigos, soy acabcor de Perú, hoy es 10 de mayo del 2021 y estoy en una terrible encrucijada porque el dólar ha subido demasiado por culpa del candidato Pedro Castillo. El motivo es el siguiente, sus propuestas económicas son tan desastrosas que las personas temen que nuestra moneda pierda su valor si llega a ganar. Por ese motivo compran una moneda más estable: El dólar. Eso hace que escasee.

Mi país tiene mucha variedad de climas y podemos producir muchos tipos diferentes de alimentos. El problema es la cantidad. Todo estaba bien cuando sólo éramos millón y medio de habitantes, pero ahora somos más de 30 millones de peruanos. Nuestro país no posee terreno plano suficiente para producir el grano, como por ejemplo trigo, soya, arroz o cebada, suficiente para todos nosotros. Por eso tenemos que importarlos.

¿A quién le compramos? A los grandes países graneros que son Brasil, Argentina y EE.UU. Naturalmente ninguno de esos países acepta nuestra moneda, sino que piden dólares. Si el dólar sube, sube el precio del grano y todos los productos derivados. El aceite que se hace con soya, el pan que se hace con trigo, el pollo que come trigo, la cerveza que se hace con cebada… Pero es sólo el principio. Todos los productos comenzarán a subir muy pronto.

Keiko Fujimori, la candidata opositora a Castillo, nunca me cayó demasiado bien. No porque creyera todo lo que la prensa dijo de ella, porque es ridículo. Sino porque insistía en ser candidata de su partido a pesar de que nadie la prefiere. Me parecía soberbia y arrogante. Sin embargo, es cierto que ella se quedó a dar la cara cuando su propio padre escapó del país, es una mujer valiente, eso no lo dudo. A pesar de ello jamás se me habría ocurrido votar por ella… hasta ahora.

Mis amigos me preguntan “¿De verdad votarías por el fujimorismo?”. Pero esa pregunta no es correcta. La pregunta debería ser “¿Prefieres al fujimorismo en lugar del Comunismo?”. En ese sentido puedo contestarles. Soy historiador, sé reconocer a un comunista cuando lo escucho, sé lo que hace el comunismo en los países.

Lo que voy a decir a continuación puede herir sensibilidades, puede hacer que algunos de ustedes crean que estoy loco o que soy mala persona. Les pido mil disculpas por adelantado, porque este no debería ser un espacio donde se hable de política. Pero mi país pasa por un momento decisivo y quiero pronunciarme. Por favor perdónenme.

Una vez dadas las disculpas del caso… ¡cualquier cosa es mejor que el comunismo!

Seré más claro. Preferiría al mismísimo Vladimiro Montesinos antes que a un comunista. Preferiría que Al Capone fuese mi presidente antes que un comunista. Preferiría a un asesino serial en el poder antes que a un comunista.

¿Por qué? Porque seguramente un asesino me matará horriblemente, pero terminará ahí conmigo. El dolor que un comunista puede causar en un país seguirá torturando a mis hijos, mis nietos, mis bisnietos y hasta mis tataranietos.

Ese pensamiento político comenzó recién a mitad del siglo 20… ¡Pero ya va matando a más de 100 millones de personas! (Y contando)

Olvídense de las Invasiones Bárbaras, de los Vikingos, de las Hordas del Islam, las Cruzadas o hasta la Peste Negra. ¡Nada a matado más personas en la historia del planeta que el Comunismo! Es cierto que gran parte de ello se debe a que antes no vivían tantas personas, pero eso no cambia la realidad.

Algunos me dirán que estoy exagerando. ¡Que estoy loco! Lo comprendo. Es difícil de entender que un grupo de personas que vienen “luchando por los más desamparados” puedan hacer tanto mal, pero el motivo de ello es que para su lucha siempre usan el mismo recurso: Exacerbar el Odio. Y por eso terminan volviéndose lo mismo que fueron los Nazis o “Partido Nacional Socialista” como se llamaban.

Es cierto que Pedro Castillo no es un terrorista, en el sentido de que no ha puesto ninguna bomba. Pero en su grupo de congresistas hay 4 condenados por pertenecer a Sendero Luminoso. ¡Responsables del asesinado de más de 74,000 peruanos! Ya los llevó al congreso. Están ahí. ¿Se imaginan a cuántos llevará en ese “Equipo técnico” que hasta ahora no quiere decir sus nombres?

Perdón, me estoy dejando llevar. Pero Sendero Luminoso mató a mis familiares. Ninguno era militar. Simplemente civiles empresarios que no quisieron pagarles cupo o hacer huelga cuando ellos ordenaban. Mi tío Felipe comenzó a trabajar siendo adolescente parchando llantas, luego reunió suficiente dinero para montar un pequeño taller donde reparaba carros. Un día llegó Sendero Luminoso y le pidió que le entregase dinero por el “bien del pueblo”. Mi tío se negó.

Al día siguiente alguien le disparó cuando estaba reparando un carro. Lo mataron de inmediato. Pero no contentos con ello le dejaron una granada que explotó su cuerpo hasta no dejar más que algunos pedazos.

Según Sendero Luminoso, matar a mí tío Felipe en su pequeño taller fue por el “bien del pueblo”. Dejar huérfanas a sus hijas y viuda a su esposa fue por el “Bien del Pueblo”.  Yo les pregunto ahora ¿creen que hay alguna excusa, teoría económica o justificación que explique claramente por qué era correcto que mi tío fuese asesinado de ese modo?

Esa es la gente que Pedro Castillo ya ha llevado al congreso, esa es la gente con quien se rodea, esa es la gente que lo educó. ¿Creen en serio que no lo han influenciado en nada? Yo pienso que el dicho: “Dime con quién andas y te diré quién eres” se cumple en este caso.

Quiero volver a pedirles disculpas. Respeto su libertad y no pensaré mal de ninguno de mis hermanos peruanos, incluso si votan por Pedro Castillo. Pero quería que al menos alguien escuchara mis pensamientos al respecto, mi miedo y sí, también mi dolor.

Nos vemos en el siguiente capítulo.