Cuando la competencia por la sucesión se hace más violenta y las intrigas se multiplican en la política imperial, Bryan tendrá que navegar entre las aguas turbias, sorteando varios obstáculos e intentando mantenerse por encima de todo tipo de peligros y perseguido constantemente tanto por el Templo de Idramón como por el Culto de Caelos.

Sin embargo, el momento ha llegado. Sus poderes están listos. Y la sangre de sus enemigos muy pronto alimentará el poder del nuevo Señor Oscuro.