27 ¡Maldita sea soy asombroso!

- Pues muy bien, partiremos dentro de dos días. Asegúrate de usar el tiempo para prepararte. En cuanto a tus tareas… les pediré a las autoridades de la escuela que se las asignen temporalmente a los otros tres sirvientes, así que no te preocupes. - Fanny sonrió encantada al ver que Bryan estaba de acuerdo. Su hermoso rostro era aún más tentador y conmovedor cuando sonreía e hizo que su corazón se sacudiera ligeramente.

Antes de llegar a este mundo, la vida de Bryan podía ser categorizada como un completo fracaso y eso no se limitaba al plano profesional. Su vida amorosa también había sido una ruina, por eso nunca había intimado con una mujer hasta el día de hoy.

“¿Tu controlas el poder o el poder te controla a ti?”

Por algún motivo esas palabras resonaban en su interior constantemente. Y es que desde el primer momento se dedicó a entrenar su Magia Demoníaca porque la necesitaba para sobrevivir, pero eso había ido reduciendo su autocontrol. Al mismo tiempo sus diversos deseos se veían incrementados. 

Bryan era alguien que ya había muerto una vez. El pantano deprimente y sin sentido que había sido su existencia original lo mantuvo maniatado por completo en el pasado. A eso podía sumársele el peso de que su familia no esperaba mucho de él y su personalidad tímida. Esa suma de factores siempre le impidió intentar alguna de las ideas con las que había soñado, fuesen buenas… o perversas.

Ahora, en este mundo completamente extraño, y armado con el creciente poder que obtenía de su entrenamiento en la magia, muchas de sus limitaciones anteriores parecían menos importantes. Lo que más deseaba era vivir sin arrepentimientos y materializar plenamente todos los ensueños que siempre habían estado enterrados en su interior.

¡Y las mujeres! ¡Las mujeres hermosas siempre habían sido un anhelo incontrolable en el corazón de Bryan!

Fanny no sólo era increíblemente hermosa, también era la única persona que le había mostrado amabilidad al difunto esclavo. También era la mujer más deseada por todos en la Academia, ya fuesen nobles o plebeyos. Esto la volvía un premio irresistible en el momento en que su cuerpo pasaba por la edad en que deseaba el sexo con mayor intensidad. Obviamente sentía deseo por el cuerpo de la Maestra y la veía como la principal presa de sus afectos. Y más aun teniendo en cuenta que los principios de la Magia Demoníaca exigían que un aprendiz se entregase a sus impulsos para buscar el poder a toda costa.

- Maestra Fanny, ¿podría saber si las Criaturas Oscuras que un Necromante invoca son siempre diferentes? ¿O acaso es posible invocar de nuevo al mismo ser después de enviarlo a su dimensión? -

Desde el momento en que Bryan le prometió a Fanny que los acompañaría en su excursión, comenzó a pensar en todos los preparativos que tendría que hacer. Una de las cosas que más le preocupaba era dejar solo a su Pequeño Esqueleto, que se había vuelto más valioso para él que cualquier otra de sus posesiones.

El tiempo y el espacio eran factores muy importantes a la hora de hacer magia. Y a pesar de que todavía podía ponerse en contacto con el esqueleto dentro de un cierto rango, era probable que con su nivel actual de Fuerza Mental le fuera muy difícil mantener el control de su criatura una vez que abandonase el recinto de la Academia y estuviesen separados por una gran distancia. Si el Pequeño Esqueleto se metía en algún problema cuando él no estuviera para controlarlo, entonces las cosas se pondrían peliagudas.

Claro que podía enviarlo a su dimensión de origen, pero no sabía si luego podría convocarlo de nuevo. Esa era una interrogante que le convenía resolver antes de salir y la Maestra Fanny era la persona ideal para responderla. ¿Quién mejor para ello que una de los dos únicos maestros de la magia necromántica de la Academia Babilonia? Seguramente ella sabría muchas cosas que no estaban en los libros. E incluso si no lo sabía, tendría más oportunidades que él para resolver el enigma. Así que decidió aprovechar y preguntarle directamente.

Fanny miró a Bryan con una expresión confundida y sólo después de un buen rato sensuales labios se movieron para preguntar: - Eh, Bryan, ¿por qué te interesa eso? Los conocimientos arcanos competen únicamente a los estudiantes. ¡No es algo por lo que tendrías que preocuparte! -

- ¡Oh, esa es una pregunta de la señorita Lisa! Simplemente estaba preguntando por ella. - Respondió Bryan con una expresión perfecta de buen samaritano.

Todas las sospechas de Fanny se desvanecieron. Lisa era una de las más talentosas estudiantes de necromancia y a menudo usaba a Bryan para practicar su magia. Tenía sentido que también se aprovechase del esclavo para hacer preguntas. Luego de pensarlo por un momento, Fanny dijo: - Ya veo, en ese caso… No es que no se pueda volver a invocar la misma criatura, es que nadie tiene la necesidad de hacerlo.

Verás, cada vez que una o varias Criaturas Oscuras son llamadas del inframundo, suelen ser escogidas completamente al azar dentro de una multitud de la misma clase. Todo esto depende de cuánta Fuerza Mental haya usado el necromante para realizar su invocación, el tipo de conjuro y la calidad del mismo. Y es que hasta el mejor mago puede llegar a cometer algún que otro error a la hora de recitar. Pero como todas esas criaturas suelen tener más o menos la misma fuerza y producen el mismo resultado, a nadie le importa realmente de cuál criatura se trate sino de la clase. -

- Entonces Maestra, ¿hay una forma de re-invocar a la misma Criatura Oscura después de devolverla? - Bryan sopesó rápidamente la información e hizo la siguiente pregunta.

Fanny guardó cuidadosamente los rollos mágicos que había preparado en el pedestal. Luego paseó sus hermosos dedos por encima de su superficie mientras recordaba, hasta que finalmente sonrió para responder: - Si un mago realmente quisiera volver a utilizar a la misma Criatura Oscura, primero tendría que grabar un signo mágico en su cuerpo.

Si Lisa quiere intentarlo, dile que la próxima vez detenga los movimientos de la criatura que quiera re invocar y le grave este símbolo mágico en alguna parte de su cuerpo. Esto la ayudará a encontrar a esa criatura específica cuando vuelva a realizar la invocación. -

El corazón de Bryan se llenó de alegría en el instante en que terminó de escuchar las palabras de Fanny, pero mantuvo arrugada su frente con el ceño fruncido hábilmente para mantener el engaño y fingió murmurar para sí mismo: - Así que ese es el caso, pero me pregunto si la señorita sabe cómo dejar una marca mágica en una criatura oscura convocada. -

Al escucharlo Fanny le lanzó una mirada confusa, pero luego sonrió algo conmovida y dijo cálidamente: - Bryan, realmente eres una persona muy amable. Sé que Lisa nunca se ha portado muy bien contigo y que los problemas que sufre tu cuerpo fueron causados por su Agonía del Alma. Sin embargo, no sólo no le guardas rencor, sino que constantemente piensas en ella. Hay pocos hombres tan puros y bondadosos como tú en estos días. -

¡Puro! ¡Y además bondadoso! Realmente eres una mala psicóloga, querida Maestra.” Bryan casi se quedó sin palabras, pero mantuvo una sonrisa sincera en su rostro. Luego se rascó la cabeza y dijo con cierta vergüenza calculada: - No creo que sea bueno estar guardando rencores, no importa la razón. Creo que si tratamos a las personas con amabilidad acabarán por entenderse y llevarse bien. Je je. -

Fanny rio suavemente al escuchar las palabras de Bryan sin decir nada más. Después sacó un pedazo de papel pergamino que guardaba en un gabinete cercano, cogió una pluma con sus delgados dedos, la sumergió en tinta y rápidamente garabateó algo.

Cuando terminó, Bryan vio que la maestra había llenado el delgado papel con palabras y dibujos. La hermosa profesora enrolló el papel cuidadosamente antes de entregárselo con una sonrisa: - Este es el encantamiento y el método explicado para dejar una marca mágica en las Criaturas Oscuras. Dáselo a Lisa, creo que con su nivel sabrá que hacer. -

Eufórico, la mano de Bryan casi tembló mientras recibía el valioso rollo. Luego asintió con una sonrisa tonta y dijo con entusiasmo: - Gracias Maestra, me iré inmediatamente. Seguro que la señorita Lisa estará muy feliz. -

En cuanto terminó de hablar abandonó el laboratorio a un ritmo apresurado, sujetando con fuerza el delgado papel que tenía en sus manos.

- ¡Qué niño tan inocente! Espero que Lisa le cause menos problemas en el futuro gracias a esto. - Comentó Fanny para sí misma sin dejar de sonreír con cierta ternura al ver cómo Bryan se iba con tanta emoción.

*****

Era la medianoche, en el cementerio detrás de la Academia Babilonia de Magia y Artes Militares.

- ¡Oh, tinieblas infinitas, conviértanse en las letales flechas óseas y destruyan de acuerdo a mi voluntad! ¡Flecha de Hueso! - Una larga y afilada espina de hueso se materializó en el aire en cuanto terminó de recitar el conjuro, luego salió disparada con un estridente silbido y se clavó profundamente en un saco lleno de paja que había colocado a unos metros de distancia.

- Jajajajaja ¡Finalmente! ¡Al fin logré lanzar una Flecha de Hueso! - Bryan se rio en voz alta y gritó con orgullo después de confirmar que la púa no se había roto a mitad del camino o se había desviado de su curso.

Habían pasado varios días desde que fue atacado en el cementerio, así que Bryan decidió reanudar su entrenamiento en la magia necromántica ofensiva en ese sitio, donde esperaba no volver a encontrarse con nadie.

Durante todo este tiempo su Fuerza Mental había aumentado a un ritmo acelerado, sobre todo después del contacto con la extraña esfera verde. Luego de sobrevivir a esa horrible tortura psíquica Bryan se había vuelto más y más poderoso, hasta que finalmente logró ejecutar a la perfección las magias necrománticas de bajo nivel como la Flecha de Hueso sin cometer errores.

El Pequeño Esqueleto observaba desde lejos. Sus vacías cavidades oculares estaban en guardia para detectar a cualquier intruso y de vez en cuando giraba la cabeza para vigilar los alrededores. En su mano derecha sujetaba con fuerza su diminuta pero afilada daga de hueso, cuyo filo resplandecía con una luz fría bajo la luz de la luna, que en aquel momento triunfaba en las nubes.

A partir de mañana dejaría temporalmente la Academia para visitar por primera vez el mundo exterior acompañando a Fanny y sus estudiantes. Nadie supo nunca que había usado el nombre de Lisa para hacerle a la profesora algunas preguntas sobre magia. Después de todo, para la mayoría sería un asunto insignificante y Fanny no era el tipo de persona que haría preguntas por cada pequeño detalle. Después de un día o dos ya se había olvidado de todo el asunto como algo que ocurrió casualmente.

Así que, durante las últimas noches, Bryan se dedicó al estudió profundo de los libros sobre "Los Fundamentos de la Necromancia" y "Descripciones de las Criaturas Oscuras". Al mismo tiempo leyó y estudió las instrucciones que la Maestra Fanny había escrito en el pergamino hasta el cansancio. Ahora estaba seguro de que sería capaz de dejar una marca mágica en el Pequeño Esqueleto y lo había preparado todo para hacerlo antes de partir al día siguiente.

Bryan entonces decidió que ya era un buen momento y repasó por última vez todas las instrucciones antes de comenzar.

Con un golpe de Fuerza Mental el Pequeño Esqueleto que patrullaba la zona se acercó corriendo hasta Bryan. Las siete púas de hueso que tenía en la espalda revoloteaban ligeramente en el aire y parecían añadirle un poco de energía a la vez que ayudaban a que se elevara por encima del suelo a intervalos mientras corría. Esto sorprendió a Bryan que pensó satisfecho en como todos sus esfuerzos por refinar al Pequeño Esqueleto habían valido la pena. Era evidente que su fuerza había seguido aumentando a la par que la suya.

Cuando el Pequeño Esqueleto se detuvo junto a Bryan, este alzó los dedos y reunió su concentración con una intensidad que nunca había empleado antes. Entonces comenzó a recitar suavemente el encantamiento que había aprendido de las notas de Fanny.

- Mi siervo leal, en el nombre del invocador, dejo sobre ti mi marca eterna. ¡El Signo de la Oscuridad! -

En cuando terminó de recitar el encantamiento Bryan sintió que su Fuerza Mental se agotaba a toda velocidad y un aura negra del tamaño de un puño se formó entre sus manos.

La cantidad de magia que necesitaba este sello oscuro era muy superior a la que había previsto. Fue entonces cuando recordó algo que había pasado por alto: Lisa ya tenía el nivel de Maga Principiante, mientras que él apenas era un Aprendiz de magia. Probablemente el método que Fanny le había dado estaba adaptado para alguien con la Fuerza Mental de Lisa, por eso ni siquiera había considerado la posibilidad de que un Aprendiz sería el que lo intentase.

El dolor en su cabeza aumentó con ferocidad a medida que su Fuerza Mental se agotaba rápidamente. La desagradable sensación de estar siendo drenado lo había dejado conmocionado.

Entonces el aura entre sus manos se deslizó bruscamente hacia afuera, hundiéndose en el cuerpo del esqueleto a través de sus órbitas vacías. Poco después un debilitado Bryan se cayó sentado pesadamente en el suelo, jadeando con dificultad mientras trataba de estabilizarse.

Y en ese preciso momento sintió que un conocimiento brotaba en su interior. Era como si alguien acabase de contarle un secreto que ya sabía de antemano o al menos intuía, pero que había olvidado con el tiempo. Se acababan de revelar una nueva serie de recuerdos dejados por Chu Cang Lan y una porción de sus encantamientos finalmente se hizo clara.

En su mente apareció algo que ver con la “Asimilación de Tesoros Mágicos” y la "Ley de Eficiencia para Objetos Encantados". Aparentemente había adquirido una mejor comprensión de algunos de los confusos recuerdos del vejestorio bajo circunstancias algo extrañas.

Un extraño sonido interrumpió bruscamente sus pensamientos. Bryan alzó la cabeza instintivamente para buscar la fuente y el asombro lo embargó.

Por un instante le pareció que el Pequeño Esqueleto estaba bailando rítmicamente, pero luego notó que la pequeña daga estaba levitando en el aire alrededor de la criatura. La fría luz de la luna se reflejaba en el filo del arma, arrojando destellos ominosos con cada giro que realizaba. De pronto el Pequeño Esqueleto apunto con su mano al saco de paja como si quisiera imitar a su invocador y la daga de hueso voló en esa dirección, clavándose profundamente en la tela hasta que el contenido acabó desparramado por el suelo [1].

Bryan se quedó atónito por un instante, pero luego volvió en sí con el rostro lleno de alegría. Lanzó una mirada hacia el cielo y rugió: - ¡Maldita sea, soy asombroso! -

Objetivo a largo plazo

[1] Para quienes tengan dudas: Bryan obtuvo una memoria sobre cómo controlar armas mágicas, pero el Pequeño Esqueleto ha sido quien ejecutó esta técnica, como si el también tuviera acceso a estas memorias.

Nota del Traductor

Buenas, soy acabcor de Perú y este es un capítulo reeditado el 17 de abr. de 21

¿Cómo va a esta el momento? ¿Están disfrutando la reedición? Espero que les esté gustando. Verán, al principio me limitaba a traducir casi al pie de la letra y por eso encontraban expresiones excesivamente descriptivas y que no eran necesarias. En esta versión les presento una narrativa más suelta que creo se lee mejor y deja entender con mayor claridad todo lo que está pasando.

Nos vemos en el siguiente capítulo.