236 Alianza Temporal

“Es casi dos veces más grande que Gilberto.” Pensó Bryan bastante impactado.

El Dragón Dorado se elevó varios metros con tan solo batir sus alas un par de veces y luego comenzó a volar hacia el límite de la barrera, como si estuviese buscando un modo de salir. Bryan estaba pensando que quizá convendría seguirlo, cuando de pronto el Gorila Plateado soltó un espantoso rugido bestial y comenzó a moverse rápidamente hacia el Ifrit.

“Mejor veo de cerca lo que pasa ahí.” Se dijo Bryan y envió a dos de sus Espectros Oscuros detrás del simio.

El pelaje metálico del Gorila brillaba cuando entraba en contacto con la lava, así que algo de daño sentiría. Quizá por eso eligió avanzar saltando de roca en roca, en lugar de moverse directamente sobre el magma. Pero aun así su velocidad era impresionante, pues en menos de un segundo había llegado a un gran peñasco que se resistía a la lava, justo en frente de donde los gigantes luchaban.

Los Arcontes Ígneos, que hasta el momento habían esperado detrás de su amo, reaccionaron de repente y arrojaron bolas de lava contra el enorme Gorila Plateado. Pero este ni siquiera se molestó con ellos e inmediatamente dio un impresionante salto y con tanta fuerza, que rompió parte de la roca sobre la que había estado parado.

El brinco del enorme simio lo llevó casi encima del Ifrit, al mismo tiempo que levantaba la enorme quijada que utilizaba como arma, usando sus dos manos para descargar un terrible golpe. El demonio de fuego notó el peligro, así que dejó un momento al Cíclope para darse la vuelta. Entonces abrió sus terribles fauces y escupió un poderoso rayo de energía de color rojo hacia el Gorila que estaba cayendo en su dirección.

Pero el gorila, aún en el aire, blandió la quijada interceptando con ella el ataque del Ifrit.

Un hueso ordinario debería haber sido reducido a cenizas, pero la quijada simplemente resplandeció intensamente mientras que absorbía todo el poder del ataque. Poco después el gorila cayó sobre Ifrit, a la vez que descargaba un espantoso golpe en la quijada abierta del demonio.

Se escuchó un sonido similar a una explosión y el humo se extendió por todas partes, impidiendo que nadie pudiese ver claramente lo que sucedía a excepción de Bryan gracias a los ojos sobrenaturales de sus Espectros Oscuros. El golpe del simio fue tan fuerte que volteó la cabeza del Ifrit al límite de su capacidad, provocando que se desplomase en el suelo de lava, como si hubiese perdido el conocimiento. Pero el daño no terminó ahí. Porque la quijada del Gorila Plateado liberó de golpe todo el poder que había absorbido, provocando una onda expansiva que desató un auténtico maremoto de lava. Los Arcontes Ígneos fueron destruidos por la explosión y no volvieron a regenerarse.

- ¡Cuidado con el impacto! - Gritó Bryan alarmado, entendiendo antes que nadie lo que estaba por suceder.

Al escuchar su advertencia, Cabiria reaccionó por instinto e hizo más resistente la barrera esférica que los protegía, hasta el punto en que se volvió visible. Un segundo después la poderosa oleada de energía expulsada por el arma del Gorila Plateado los sacudió a todos de un modo espantoso e incluso los mandó volando varios metros.

- ¿Cómo supiste…? - Comenzó a preguntar Cabiria luego de recuperar el equilibrio, pero Bryan la interrumpió.

- ¡No se ha terminado! - Exclamó señalando hacia adelante y todos vieron que una enorme ola de lava estaba avanzando en su dirección.

No había tiempo para que la Gran Maga los elevase por encima de ella.

Antes de que nadie pudiese reaccionar, el cuerpo de Sofía brilló con un resplandor de color blanco puro y un poderoso escudo redondo apareció en su mano izquierda. Era lo bastante grande como para cubrir a la paladín desde el mentón hasta la rodilla y tenía una correa en el centro para sujetarlo también con el antebrazo, en lugar de usar solo la mano. A primera vista, debía pesar unos 10 o 12 Kilos.

Sin embargo, Sofía avanzó como si el trozo de metal fuese tan liviano para ella como el papel y en lugar de bloquear hizo un rápido movimiento como si estuviese golpeando. Esto provocó una nueva onda de energía que avanzó hacia la ola de lava con tal poder, que parte de esta se detuvo como si hubiese chocado contra un muro invisible, perdiendo el impulso que la hacía avanzar.

Con el mismo movimiento con el que Sofía había detenido la ola de lava, dio un único paso hacia adelante, aún dentro de la barrera. De repente el escudo circular había desaparecido y ahora paladín sujetaba una brillante espada larga, que inmediatamente blandió con la velocidad de un destello, cortando en dos la enorme pared de magma en frente suyo, de modo que este fluyó a ambos lados de ellos, sin siquiera llegar a tocar la barrera de Cabiria.

“¡Wow, esta mujer es rápida!” Pensó Bryan impresionado, pues todo el movimiento de defenza y ataque se había terminado en menos de un parpadeo. Al principio pensó que lo más peligroso de Sofía era la bestia legendaria que montaba, pero parecía que ella misma era una auténtica amenaza.

Sofía era una Caballero de la Tierra, de un nivel superior al de Clark Ascher. Con ese único movimiento Bryan podía saber que era una combatiente más experimentada que Phoebe e incluso superior en velocidad. Sin embargo, su vista sobrehumana le permitía ver detalles que un humano normal pasaría por alto y no pudo dejar de notar que los hermosos labios de Sofía dejaron escapar un leve suspiro de cansancio.

“Su estilo se basa en una defensa formidable que combina con cortes increíblemente veloces, precisos y poderosos… pero parece que realizarlos consume demasiado de su energía física. Probablemente no pueda sostener un combate muy prolongado, así que supongo que su modo de luchar será moverse rápidamente, esquivando los ataques, bloqueando lo mínimo necesario y cortando sólo cuando está segura de hacer daño. En eso se parece a mí.”

En efecto, todo el ataque de Sofía había sido espectacular, pero en realidad solo había avanzado un par de pasos. La doncella se volvió para mirar a Bryan con curiosidad, como si quisiese preguntarle cómo hizo para saber que la onda expansiva estaba en camino antes de que sucediese. Pero al final prefirió guardar silencio.

La Gran Maga los miró a ambos con interés, luego sonrió y simplemente dijo: - Parece que tenía razón en buscar vuestra cooperación. -

Una serie de rugidos e impactos resonaron a la distancia, atrayendo la atención de todos. Cabiria movió su báculo para elevar la barrera que los protegía, llevándolos a todos un poco más alto, donde estarían a salvo de otra oleada de lava.

El Gorila había estado aprovechando el Ifrit estaba en el suelo para golpearlo salvajemente con su quijada. Pero finalmente una explosión de energía emergió del cuerpo del demonio, expulsando al mono unos metros atrás. El Ifrit aprovechó para levantarse e intentó abalanzarse sobre el Gorila Plateado, pero este ya estaba saltando hacia atrás para tomar algo de impulso y luego volver a la carga.

A primera vista el demonio de fuego era mucho más fuerte, pero el Gorila compensaba esto con su velocidad y lo inesperado de sus ataques, pues la forma en que se movía era muy difícil de anticipar. Lo que más le impresionó a Bryan fue un momento en el que el Gorila pareció tropezar y el Ifrit se adelantó para tratar de arrojarle un terrible mordisco, pero de repente el simio lo pateó en el cuello, aferrándolo después con los dedos de sus pies, como si fuese otra mano.

Realmente el Gorila Plateado estaba luchando casi al límite de su capacidad, esquivando por muy poco margen. Pero de algún modo (fuese o no voluntario) también parecía estar burlándose del Ifrit.

“¿De dónde habrá mutado esta cosa y de qué bestia habrá obtenido esa quijada?” Se preguntaba Bryan sin poder evitar sonreír con admiración.

- El Simio Plateado en realidad no es tan fuerte como el Cíclope, pero su agilidad y capacidad innata para pelear son aterradoras. - Comentó la anciana Cabiria: - Una vez lo vi destrozar a una pareja de Dragones Bicéfalos los cuales, aunque no son tan fuertes como un verdadero dragón, suelen ser complicados de vencer por su veneno y ataques imprevisibles.

Habré visto a este unas tres veces mientras exploraba este valle. En cada ocasión siempre se cuidaba de no hacer nada para despertar al Ifrit de su letargo. ¡Cuesta creer que ahora se halla adelantado para pelear directamente contra el demonio de fuego! -

“Bueno, eso confirma que la anciana no está aquí por casualidad. Pero aún no me queda claro lo que busca.” Se dijo Bryan, aunque se guardó muy bien de mostrar cualquier expresión que delatase sus dudas.

Gracias al ataque del Gorila Plateado, el Cíclope tuvo una oportunidad de respirar y ahora estaba gateando entre la lava para alejarse. Su cuerpo parecía lleno heridas, moretones e incluso cortes profundos, pero de algún modo todavía podía moverse con cierta velocidad. Sin embargo, era evidente que no duraría demasiado.

En ese momento se escuchó un fuerte bramido cuando el Dragón Dorado comenzó a resplandecer intensamente. Luego abrió sus fauces y echó atrás la cabeza para soltar un ataque de aliento.

- Venerable, recomiendo… - Comenzó a advertir Bryan con cautela

- Ya estoy en eso. - Respondió Cabiria blandiendo su cetro y recitando un conjuro para fortalecer aún más el escudo. Emily podría haberlo hecho casi de inmediato, pero la Magia de Fuego se demoraba un poco más cuando se trataba de defender y por un instante Bryan temió que no lo lograría a tiempo.

El ataque del Dragón Dorado era exactamente como si todos los rayos del sol se concentrasen en un único punto. Por un momento hubo un destello cegador, pero luego una onda expansiva más terrible que las que provocaba el Ifrit los sacudió a todos.

Poco después Bryan abrió los ojos asombrado, pues el ataque del Dragón Dorado no sólo había atravesado el remolino de fuego que los rodeaba, sino que incluso terminó abriendo un agujero con un radio de diez metros… en la barrera dimensional. Al otro lado brillaba la verdadera luz del sol, la temperatura era templada y se veía el verde del Bosque Oscuro.

- ¡No puedo creerlo! - Exclamo Bryan sonriendo: - ¡Que tal despliegue de poder! -

- Si actuamos rápido, quizá podamos seguir al Dragón Dorado. - Propuso Sofía.

- No será tan sencillo. - Respondió Cabiria negando con la cabeza.

Y en efecto, así fue. Porque un segundo después se escuchó una terrible explosión cuando el Ifrit mandó a volar al Simio Plateado, usando un golpe de pura energía mágica. Luego se volvió hacia el Dragón Dorada que se retiraba y lo señaló con una de sus manos, para luego apuntar al cielo.

En respuesta al deseo del demonio ardiente, una auténtica lluvia bolas de fuego descendieron de las alturas como meteoritos. El Dragón Dorado notó el peligro e intentó voltear, pero los proyectiles cayeron mucho más rápido e impactaron sobre su espalda para después explotar. Las bolas de fuego seguían cayendo en ráfagas sin detenerse, arrojando al Dragón Dorado contra la lava ardiente, hasta que el magma cubrió por completo su cuerpo.

Casi al mismo tiempo el agujero que se había abierto en la barrera dimensional se cerró rápidamente y poco después el huracán de fuego que los rodeaba a todos también se regeneró. Así despareció el camino que el Dragón Dorado acababa de crear tan majestuosamente y el Ifrit rugió hacia los cielos, como si estuviese proclamando que nadie iba a escapar vivo de sus dominios.

Sin embargo, inmediatamente después se escuchó un terrible bramido de respuesta. Luego la lava era expulsada y el cuerpo del Dragón Dorado emergió del magma mientras expulsaba una extraña luz de color amarillo por todo su cuerpo. Este resplandor era muy diferente al que había usado en el principio, pues trasmitía una especie de sensación divina. La lluvia de bolas de fuego que continuaban cayendo en su dirección desaparecieron entonces, como si hubiesen sido una ilusión de humo barridas por un viento repentido.

- Destrucción Mágica. - Dijo la Gran Maga.

- ¿Qué es eso? - Preguntó Bryan.

- Una habilidad que solamente pueden usar los magos más poderosos y únicamente cuando combinan fuerzas en una Matriz, pues hacerlo individualmente es bastante peligroso. - Explicó Cabiria: - Permite negar cualquier tipo de conjuro ofensivo dirigido hacia el usuario, siempre y cuando sea dentro de un corto rango. Sólo he leído al respecto, pero este Dragón Dorado puede hacerlo de forma natural. ¡Que formidable movimiento defensivo! -

- Espero que no sea capaz de ejecutarlo indefinidamente. - Comentó Bryan preocupado.

- No le creo, de otro modo realmente serían una raza invencible. - Respondió Cabiria

Como si los hubiese escuchado y quisiese argumentar lo poderoso que era, el Dragón Dorado se volvió majestuosamente hacia el Ifrit e hizo una declaración: - ¡Demonio insolente! ¡¿Te atreves a desafiar a un noble dragón?! ¡Ya que tanto quieres morir te prometo que ahora mismo voy a enterrarte para siempre en este infierno abrasador que tú has creado! -

Considerando que era miembro de la especie más orgullosa del mundo, podía decirse que realmente este Dragón Dorado realmente había sido bastante respetuoso con el Ifrit al intentar retirarse sin buscar una confrontación.

Pero parecía que eso no le importaba en lo más mínimo al Ifrit, quien de hecho cerró aún más la barrera defensiva que los tenía atrapados a todos. Esto provocó inmediatamente la ira del Dragón Dorado, que ahora ignoró por completo al Cíclope que originalmente quería matar y atravesó los cielos rápidamente para caer sobre el demonio ardiente.

El Dragón Dorado comenzó a usar sus poderosas patas armadas con garras para acuchillar a su nueva presa. El Ifrit contratacó, pero ni sus dientes o sus uñas podían hacer mella en la armadura de escamas, mientras que los colmillos del Dragón no encontraron dificultad para atravesar la carne del demonio ardiente. Además, cuando el Ifrit trataba de rodearlo para cambiar su ángulo de ataque, se encontraba con la poderosa cola del Dragón Dorado, agitándose como un látigo o una serpiente enojada.

Sin embargo, esto solo fue al principio. El Ifrit comenzó a usar su magia para reforzar sus ataques, particularmente aumentando la contundencia de sus golpes. El Dragón Dorado comenzó a sentir el daño, pero también contraatacó con ataques de aliento o habilidades de refuerzo propias para compensar.

- ¿Quién crees que gane esto? - Preguntó Sofía a la Gran Maga.

- Ese Dragón Dorado debe haber evolucionado 3 veces, pero creo que Ifrit aún tiene la ventaja porque está peleando en su mundo. Por eso el Dragón Dorado intentó retirarse primero sin combatir. - Respondió Cabiria.

- Pues yo pienso que dentro de poco alguien va a equilibrar las cosas un poco. - Dijo Bryan sonriendo mientras señalaba en una dirección.

El Gorila Plateado había regresado en algún momento de donde lo arrojaron, pero se mantuvo escondido al principio mientras que el Ifrit y el Dragón Dorado combatían. Mas cuando vio una oportunidad, inmediatamente saltó para golpear al Ifrit con la quijada de hueso que podía absorber los ataques mágicos.

Uno podría haber pensado que el Dragón y el Gorila se aliarían en contra del Ifrit, pero para sorpresa de todos el simio también trató de golpear al Dragón Dorado y este respondió enviándolo a volar con un golpe de su cola. Pero entonces el Ifrit volvió a atacar al Dragón, así que tuvo que cuidarse de ello y el Gorila Plateado saltó nuevamente para unirse a esta terrible contienda de Todos contra Todos.

- Al final son simples bestias. - Exclamó Bryan suspirando por la frustración, pues el Gorila y el Dragón Dorado juntos eran más que suficientes para abrumar al Ifrit. Sin embargo, parecía que aliarse ni siquiera pasó por sus mentes.

“¡Podrían haberlo matado primero y luego atacarse después de haber salido de aquí! ¡Pero NO! ¡Tenían que elegir la opción más peligrosa e inevitablemente inútil de todas!”

- Tal vez sean bestias… ¡Pero lo que están haciendo nos brinda una valiosísima oportunidad para obtener beneficios! - Dijo de pronto Cabiria con una sonrisa emocionada.

“Parece que finalmente esta vieja va a decirnos lo que se trae entre manos.” Pensó Bryan burlándose en su interior, pero mostró una expresión de ingenua curiosidad que había preparado de antemano y preguntó: - ¿A qué se refiere, venerable? -

- Toda esta dimensión oscura junto con el torbellino de fuego que nos restringe han sido colocados por el Ifrit para ocultar un lugar muy especial, que se encuentra en el subsuelo. Ahí debe haber algún recurso valiosísimo del elemento fuego, que es el motivo de que este demonio intangible haya podido tomar forma física tan rápido y sin alertar a nadie. -

- Entonces… ¿La existencia de este Ifrit no es normal? -

- ¡Claro que no! Normalmente les toma siglos manifestarse y casi siempre lo hacen en los desiertos más calurosos, con explosiones de fuego ininterrumpidas que duran meses. Medio mundo se entera cuando un Ifrit está por aparecer y corren a exterminarlos inmediatamente antes de que tomen forma.

Pero de algún modo este consiguió hacerlo sin llamar la atención, como si ya tuviese una enorme cantidad de energía de fuego a su disposición.

Yo misma me enteré por casualidad de este lugar, cuando estaba haciendo unos estudios para desarrollar un nuevo tipo de Conjuro que funcionase contra la Magia de Tierra. Mis artefactos detectaron un poder extraño que fluía muy por debajo del suelo hasta aquí y desde entonces lo estuve buscando. -

- Pero ¿cómo sabes que ese tesoro o tesoros, siguen aquí? Tal vez ya fueron consumidos. -

- No, puedo sentir que están ahí. Además, ese Ifrit todavía no ha terminado de tomar forma física. -

- ¿Cómo? -

- Si el Ifrit hubiese estado completamente formado habría salido inmediatamente cuando invadieron su territorio. Pero se mantuvo oculto mientras el Cíclope excavaba y prefirió enviar a sus Arcontes Ígneos en su lugar. Solamente se mostró cuando no le quedaba más opción. ¿Qué les dice eso? -

- Que no quería arriesgarse a pelear por miedo a perder. Eso prueba que todavía no se ha manifestado por completo. - Respondió Bryan.

- ¡Exacto! Pero ahora de pronto está peleando con todas sus fuerzas y encima nos ha atrapado aquí. ¿No les parece contradictorio? ¡Los tesoros tienen que seguir ahí abajo! -

- ¡¿Quieres decir que el Ifrit hace todo esto para mantener oculto algo?! - Exclamó Bryan como si se acabase de dar cuenta, pero por dentro estaba seguro de que Cabiria estaba hablando del Emplazamiento Extremo de Fuego.

“Esto es un problema. Ya es complicado tener que encontrar un modo de librarme del Ifrit antes de refinar a mi Zombi. ¡¿También voy a tener que matar a Cabiria para mantener a salvo el secreto?! ¡¿Y qué hay de Sofía?! ¡La dificultad no deja de aumentar!”

- Aunque haya un escondite con tesoros en el interior de la tierra, ahora mismo estamos atrapados en otra dimensión. ¿Cómo podríamos encontrarlos? - Preguntó Sofia de pronto.

- Tengo una forma de llegar ahí desde aquí. -

“¡¿Qué?!” Exclamó Bryan en su interior y puso mucha atención: “¡Si realmente puedo alcanzar al Emplazamiento Extremo de Fuego, mientras esos monstruos están ocupados peleando, eso resolvería la mitad de mis problemas!”

- Dado que el Ifrit no salió hasta que esta dimensión estuvo completamente formada, deduzco que la conjuró desde su refugio. - Comenzó a explicar Cabiria

“Tiene sentido.” Pensó Bryan en silencio: “De ese modo, si siente que está por ser derrotado, tendría la opción de terminar con la interferencia dimensional y escapar directamente a su guarida, mientras que nosotros aparecemos en la superficie.”

- He traído conmigo un Pergamino Antiguo que contiene un poderoso encantamiento de Magia Espacial, el cual nos permitirá atravesar esta dimensión artificial y aparecer en el refugio del Ifrit. Ahí podemos apoderarnos de cualquier tesoro que encontremos. Luego simplemente nos abriremos paso hasta la superficie. -

“Suena conveniente. DEMASIADO conveniente.” Se dijo Bryan e iba a hacer un comentario, pero Sofía intervino primero.

- Venerable Cabiria, por lo que dices parece que has hecho preparativos de ante mano con este objetivo en mente. Eso quiere decir que ya tenías conocimiento de todo esto. En tal caso debo preguntar el motivo de que quieras llevarnos. ¿Para qué nos necesitas? -

“Esta chica es bastante aguda.” Pensó Bryan impresionado.

Cabiria simplemente sonrió mientras señalaba a los monstruos que luchaban antes de responder: - El tiempo que tendremos dependerá de cuanto dure el enfrentamiento de esos tres. Además, estoy segura de que encontraremos algún tipo de resistencia en la guarida del Ifrit. Cuantos más seamos, mayor será la posibilidad de que superemos los obstáculos y nos apoderemos de un mayor número de tesoros. También habrá más oportunidades de que podamos escapar. ¿Qué les parece mi propuesta? -

La Gran Maga los miró expectantes. Se había esforzado bastante para pretender que estaba haciendo algo que los beneficiaría a todos y quizá su estrategia hubiese engañado a otras personas en la misma situación desesperante. Pero Bryan la había visto completamente indiferente ante la muerte de sus asistentes, así que estaba seguro de que Cabiria solamente quería usarlos como escudo.

Sin embargo, esta era una oportunidad de oro para llegar al Emplazamiento Extremo de Fuego. Bryan no tenía problemas en pretender ser manipulado por ella, si así conseguía refinar al Zombi Elemental que más dificultades planteaba.

Y es que, aunque los elementos mágicos del fuego estaban en todas partes, la concentración física de energía de fuego fusionada con la tierra era increíblemente rara salvo en el interior del mundo, que era muy difícil de alcanzar. De todos los Emplazamientos Extremos, este era el más improbable de todos.

Bryan estaba sonriendo maléficamente en su interior, pero exteriormente fingió estar ponderando los pro y los contra, pues si aceptaba demasiado rápido Cabiria podría sospechar. De modo que se tomó un poco de tiempo mientras llamaba de regreso a sus Espectros Oscuros para que se ocultasen en su interior, antes de asentir con una expresión calculada de emoción.

- ¡Estoy de acuerdo en ayudar! -

- ¡Excelente! - Exclamó Cabiria sonriendo amicalmente: - ¡Estoy segura de que saldremos de aquí y también obtendremos tesoros invaluables! -

La hermosa Sofía había venido originalmente para cazar al Cíclope y su expresión enigmática era difícil de leer, pero su demora en responder revelaba que dudaba en acceder a la sugerencia de Cabiria. Cuando Bryan aceptó, ella se volvió para mirarlo durante unos momentos y finalmente asintió despacio con la cabeza.

Al ver que ambos estaban de acuerdo, Cabiria sonrió con alegría y extrajo un royo de pergamino, cuyas letras resplandecían con poder mágico. Entonces se arrodilló para comenzar a desatar el poderoso encantamiento que había en el interior, el cual no era sencillo de controlar.

En ese momento Sofía se acercó discretamente detrás de Bryan y le susurró con algo de preocupación: - ¡Ten cuidado! ¡No confío en esta persona! -

Bryan la miró por un momento con auténtico reconocimiento. Parecía que esta mujer caballero realmente era muy amable por debajo de esa frialdad exterior o por lo menos lo bastante generosa como para darle una advertencia sincera a una persona que acababa de conocer.

- No se preocupe, doncella Sofía. - Respondió sonriendo: - Yo no confío en nadie. -

En ese momento el Pergamino Antiguo se puso en funcionamiento y las letras resplandecientes en su interior comenzaron a danzar por la superficie. Entonces la Gran Maga hizo descender la esfera defensiva que los envolvía, hasta que esta comenzó a sumergirse en el magma. Por un instante pareció como si fuera a destruirse, pero Cabiria sabía lo que hacía y con su magia consiguió desviar ese intenso calor de algún modo.

Así fue como continuaron descendiendo hacia las profundidades de la roca fundida.

El calor era casi insoportable, el resplandor de la lava era segador y Bryan no sabía si estaban avanzando, descendiendo o subiendo, debido a que no podía usar a sus Espectros Oscuros en estas condiciones. Pese a todo, continuaron moviéndose lentamente gracias a los esfuerzos de Cabiria, quien de algún modo se mantenía tranquila a pesar de un pequeño error suyo los condenaría a una muerte segura. En verdad semejante hazaña solo podía realizarla alguien que tuviese una absoluta maestría en el dominio del elemento fuego.

Sin embargo, el oxígeno no les duraría para siempre y tampoco el agua en el interior de sus cuerpos. Aunque el 99.9 % del calor estaba siendo bloqueado por la Gran Maga, ese 0,1 % restante ya estaba más allá de lo que cualquier ser vivo ordinario podría resistir. Los tres estaban vivos solamente porque eran poderosos tanto en Magia como en Aura de Batalla.

Finalmente, cuando Bryan ya comenzaba a sentir que ni siquiera su físico superior podría aguantar por más tiempo, Cabiria levantó el Pergamino Antiguo con las dos manos.

- ¡Aquí está la entrada! ¡Llévanos al lugar que deseamos! -

De la nada apareció un círculo de energía poderosa que los envolvió a todos y en su interior se abrió lo que parecía ser un agujero de color oscuro, que succionó a los tres como si se tratase de un túnel repentinamente abierto en lo profundo del mar de lava.