87 Uniéndose a la Orden del Manto Oscuro

Después de separarse de Phoebe, Bryan se dirigió directamente hacia la Academia Babilonia. Pero todavía no le parecía prudente ingresar por la puerta principal, pues alguien podría terminar sospechando de su participación en el escándalo que seguramente se había originado por la pelea contra los sicarios de Grover. De modo que decidió dar un rodeo por el sendero de las montañas y utilizar una de las puertas traseras destinadas a los sirvientes.


Precisamente se encontraba atravesando el pequeño bosque donde días atrás tuvo esa “excitante” experiencia con Phoebe por culpa del afrodisíaco, cuando de repente un extraño presentimiento lo asaltó, junto con una inexplicable sensación de alarma que brotaba de su interior. Bryan se detuvo y tensó el cuerpo preparándose para un posible ataque, al mismo tiempo que liberaba a sus tres Espectros Originales. Estos salieron del interior de su cuerpo y comenzaron a vigilar todo a su alrededor, pero no encontraron nada.


Y sin embargo esa sensación de que “algo extraño ocurría” no desapareció en lo más mínimo. De hecho, la ausencia de peligro solamente aumentó las sospechas de Bryan, volviéndolo increíblemente cauteloso.

 

El Desgarrador Sombrío se materializó en su mano. Bryan respiró profundamente y relajó la expresión de su rostro para no revelar ninguna emoción, luego concentró sus sentidos al máximo para detectar cualquier anomalía en las proximidades y gritó: - ¡Sé que estás ahí! ¡Sal ahora mismo! -


Bryan había lanzado esta advertencia por precaución, ya que si el ser oculto no era un enemigo como él creía, entonces existía la diminuta posibilidad de que se revelase a sí mismo. Pero esto le parecía demasiado improbable.


Sin embargo, lo inesperado ocurrió. En respuesta a sus palabras una risa fría y espeluznante resonó en medio de la espesura del bosque y poco después una figura humana comenzó a materializarse lentamente bajo la sombra de los árboles en frente Bryan.


- No está mal, joven. Nada mal en verdad. Tiene usted muy buenos instintos ¿verdad? ¿Cómo descubrió mi presencia? - Un hombre emergió de las sombras. Era alto e increíblemente delgado y sus vestiduras eran mayormente grises. El color de su barba era similar al de sus ropas, sus ojos tenían el mismo color de las cenizas y eran tan inexpresivos que parecían no tener vida. Todo su rostro parecía completamente desprovisto de piedad o misericordia.


- Vos los habéis dicho señor, tengo muy buenos instintos. Pero creo que aún no he escuchado su nombre. - Bryan aferraba su arma con fuerza y observaba al anciano que se acercaba con una mirada llena de hostilidad, listo para hacer un movimiento en cualquier momento.


- Tranquilo joven, que no quiero hacerle ningún daño. Estoy familiarizado con el maestro de esa señorita Phoebe y no tengo malas intenciones hacia tu persona. De hecho, estoy aquí para ofrecerle la oportunidad de tu vida. -


Bryan no sabía qué hacer. Su intuición le decía que ese hombre era increíblemente peligroso. ¡Quizá fuese el individuo más poderoso con el que se había encontrado desde su llegada a este mundo! Lo que más le aterraba era que ninguno de sus sentidos detectaba algún poder en esa persona, pero aun así tenía el presentimiento de que no debía enfrentarse a él. Era muy probable que ni siquiera tuviese la oportunidad de escapar si este hombre se proponía a detenerlo.


- ¿Ha dicho Phoebe? ¿Acaso ella lo envió a buscarme? ¿Quién es usted exactamente y porqué ella nunca lo mencionó? - Bryan empleó toda su fuerza de voluntad para resistir el impulso de tratar de huir y preguntó con una expresión ensombrecida.


El anciano se detuvo a una distancia prudencial y no volvió a avanzar. En cambio, se quedó en silencio, sin responder y examinó a Bryan como si estuviese tasando un artículo bastante valioso, que luego pudiese vender por una buena cantidad de dinero. Después de un rato asintió con la cabeza y su expresión se iluminó con una sonrisa. Pero esto solo hizo que el rostro despiadado del anciano se volviese aún más aterrador y siniestro.


- La Señorita Phoebe no me conoce, de hecho, dudo que sepa de mi existencia. Pero yo si la conozco a ella y por extensión a usted; “TODO” sobre usted de hecho, incluidas sus actividades recientes. Da la casualidad de que pude escuchar esa conversación que ambos tuvieron hace unos momentos y por eso tengo una propuesta que puede interesarle. No pienso mentirle: si acepta podría morir y bastante pronto. Pero si tiene éxito, bien podría obtener todo lo que desea. - El anciano dijo esto muy lentamente, sin dejar de mirarlo a los ojos.


- ¿Quién eres? - Bryan estaba un poco perdido y no tenía ni idea de lo que el viejo quería, así que volvió a preguntar.


- Usted se llama Bryan... sus progenitores murieron cuando apenas llevaba unos meses de nacido y luego sus tíos lo vendieron como un esclavo para deshacerse del problema. Luego fue adquirido por la Academia Babilonia de Artes Mágicas y Militares, donde paso seis años como sirviente recadero para la Escuela Necromántica. Sin embargo, comenzó a mostrar habilidades extraordinarias durante una excursión estudiantil en el Bosque Oscuro y también parece haber obtenido alguna forma de arte arcano completamente desconocido. También vastos conocimientos teóricos y prácticos sobre la Magia Necromántica…-


Bryan sentía que las entrañas se le retorcían cada vez que el anciano enumeraba más y más detalles personales. Con la excepción de algunos secretos que tenían que ver con el Pequeño Esqueleto y el Cementerio de la Muerte, casi todos los hechos de su vida le fueron expuestos con total claridad y lujo de detalles. Era como si todo este tiempo hubiese tenido a un maldito par de ojos fijos en él. Alguien lo había estado observando muy de cerca y ni siquiera fue consciente de ello. Una sensación de terror comenzó a apoderarse de su interior.


- ¿Quién eres? - Esta fue la tercera vez que le preguntó su nombre al anciano.


- Me llamo Cándido y pertenezco a la Orden Imperial del Manto Oscuro, que responde directamente a su majestad el emperador. Nos ocupamos de averiguar cosas y solucionar discretamente los problemas de nuestra gran nación, antes de que se conviertan en una molestia.  Je, je. Soy consciente de tu inteligencia, joven, así que no voy a insultarte explicándote los motivos por los que una orden como la nuestra es necesaria.


Los Sicarios de Sombra Fantasmal han estado causando bastantes estragos en el Gremio Mercante de Boozt últimamente; y su pequeña lucha por el poder terminó desencadenando una auténtica batalla campal en uno de los distritos más opulentos de la capital, hace tan solo unos momentos. Dígame, ¿de verdad pensó que nadie lo notaría? - El viejo Cándido miró a Bryan con una vaga sonrisa mientras le hablaba.


Bryan se sobresaltó al principio, pero luego lanzó un suspiro silencioso. Finalmente había entendido quien era el anciano y también supo que había sido demasiado ingenuo. En verdad nunca había escuchado a nadie mencionar a este “Manto Oscuro”, pero era obvio que se trataba de una organización similar a la KGB de la era soviética o a la CIA norteamericana. Todos los países tenían que tener grupos así, ya fuesen los “Ojos y oídos del Gran Rey” de los antiguos persas o los espías de la dinastía Ming: eran grupos que se encargaban de recolectar la información, contraespionaje, misiones encubiertas, asesinatos y realizar muchas actividades del tipo encubierto.


- Ahora entiendo. Sea pues, ¿qué quiere de mí? -


- Lo quiero es reclutarte en nuestra orden. He investigado cuidadosamente tus antecedentes desde el día en que naciste, también he mantenido un ojo sobre ti últimamente: Sabes pensar rápidamente, no dudas en tomar acción cuando hay que hacerlo, no temes ensuciarte las manos y posees una amplia gama de talentos muy útiles.


Creo que eres perfecto para ocuparte del tipo de misiones que el Manto Oscuro necesita ver realizadas y puedes tener la seguridad de que, si te unes a nosotros y logras destacar, obtendrás todo lo que deseas y también mucho más. - Cándido miró a Bryan con una mirada seria mientras ofrecía esta invitación. - Piénsalo un poco. Nosotros sólo le respondemos al emperador y cualquier hazaña que consigas llegará directamente a sus oídos, sin filtros. ¿Se te ocurre una mejor forma de superar la barrera de tu origen? En nuestra orden no importa si naciste esclavo o en cuna de plata, lo único que cuentan son los resultados que puedas obtener para asegurar la supremacía de nuestra nación. -


Bryan frunció el ceño mientras consideraba cuidadosamente la propuesta de Cándido. Era lo bastante inteligente como para darse cuenta de que esa invitación no era tan simple como aparentaba en la superficie, pero también era cierto que su estatus de liberto lo estaba manteniendo estancado. Y si una organización tan enorme y poderosa como el Manto Oscuro lo reconocía como una amenaza y decidía eliminarlo, sólo la muerte le esperaba en el futuro.


¿Por qué no tomar al toro por las astas y unirme a ellos directamente? Es la mejor forma de evitar enfrentarme con el Manto Oscuro el día de mañana y quizá realmente pueda aprovechar sus recursos.


Ante él yacía un camino. Ahora se veía peligroso y no era capaz de saber dónde terminaría, pero también era cierto que podía ser una gran oportunidad. Su ambición había sido despertada por las palabras de Phoebe y era inevitable que sintiera la tentación de dar pasos significativos para volverse poderoso. Después de considerar las posibles ganancias y pérdidas, Bryan sintió que su elección no podía ser más clara.

 

- Acepto, mi señor[1]. -  Dijo humildemente mientras asentía con firmeza.


- ¡Excelente! Como ya te he dicho, es muy posible que acabes en situaciones muy peligrosas mientras lleves a cabo nuestras misiones, pero si consigues resultados, ascenderás rápidamente. Y si llegas lo bastante lejos, tendrás acceso a recursos que la mayoría de las personas no soñarían con ver en toda su vida. - Cándido soltó una suave carcajada, luego extrajo una insignia de hierro de uno de sus bolsillos y se le entregó a Bryan. - Esta insignia simboliza nuestro estatus dentro del Manto Oscuro. ¡Guárdala con cuidado! Es única para cada miembro y no puede ser imitada. Desde este día tú estás bajo mis órdenes y solamente aceptarás las misiones que yo te asigne. 


Y tú primer encargo ya está decidido: Debes mantener vigilado a Duke, el Archimago de viento que salió volando de esa casa a la que “casualmente” atrajiste a los sicarios de Sombra Fantasmal. Quiero saber todo lo que puedas descubrir de él, cuáles son sus objetivos y con quién se encuentra. -


La insignia era una pequeña placa de color negro inusualmente pesada, con las palabras “Manto Oscuro” talladas muy finamente en una de las caras. El reverso mostraba el emblema de la familia imperial: un agila coronada sobre las nubes.


- ¿Quién es realmente el Archimago Duke?, ¿dónde está ahora? ¡Y cómo desea que lo mantenga vigilado? - Aunque se esforzaba por no demostrarlo, Bryan estaba bastante conmocionado por su primera misión. Había un gran riesgo de que Duke descubriese que lo estaban vigilando e incluso podría reconocerlo. Y si por casualidad adivinaba o siquiera suponía que él tenía el “Ojo de la Oscuridad” … La situación podía acabar de forma terrible.


Cándido pareció dudar al principio, pero al final respondió: - Duke no pertenece al Imperio Itálico. Es un ciudadano de nuestro vecino y rival por la supremacía, el Imperio Kasi. Oficialmente está aquí como un representante de la Escuela Maya de Artes Mágicas, la más prestigiosa de su nación. El motivo principal de su visita es promover las buenas relaciones internacionales y fomentar la paz entre nuestras dos naciones, al realizar un importante intercambio cultural de conocimientos mágicos con tu Academia Babilonia. Por supuesto, todo lo anterior no es más que una tapadera.


El Imperio Kasi lleva años tratando de infiltrarse en nuestras fronteras para buscar algo. Todavía no lo han conseguido, aunque han sido magistralmente hábiles ocultando sus intenciones. Duke no es más que una última jugada, en mi opinión desesperada, para obtener lo que quieren. Nosotros le hemos permitido entrar para poder mantenerlo vigilado y averiguar qué es eso que buscan con tanto empeño.


Para mantener su fachada, y quizá por otros motivos, él va a hacer una visita oficial a tu Academia dentro de muy poco. Por supuesto que tenemos a otros espías vigilándolo, pero nadie está tan bien posicionado como un estudiante reconocido y oficialmente aceptado tanto por maestros como por otros estudiantes.


Así pues, manos a la obra. ¡Ah, casi lo olvido! Ya no tendrás que preocuparte de los asesinos de Sombra Fantasmal. Ahora eres miembro de nuestra orden y me encargaré de que no vuelvan a molestarte. -


Asintiendo, Bryan dijo: - Entendido mi señor. Mis órdenes son mantener vigilados los movimientos de Duke y descubrir sus objetivos de ser posible. ¿Cómo puedo ponerme en contacto con usted si me entero de algo? -


- Éstas son las direcciones de nuestros tres bastiones principales dentro del Imperio. ¡Memorízalas y después destrúyelas! Confío en que no tengo que decirte que, cuanto más te demores, menos valdrá tu vida.


Esta insignia representa tu identidad y puedes utilizarla para intercambiar información con otros miembros de la orden en cualquiera de nuestras fortalezas. Sin embargo, tu nivel inicial todavía es bajo, así que aún no tienes derecho a preguntar sobre muchas cosas. Si logras ser promovido a un grado más alto, entonces tendrás acceso a utilizar un mayor número de recursos, información e incluso podrías obtener “Imperium[2]” sobre parte de las legiones, lo que te daría la autoridad de desplegar al ejército a tu antojo y sin que nadie te haga preguntas. Las recompensas están ahí para cualquiera lo bastante determinado. -


Una delicada hoja de papel de papiro aterrizó sobre la palma de Bryan, a quien le bastó un breve vistazo para memorizar su contenido, así que la partió en pedazos inmediatamente delante de Cándido. Luego dijo: - Se hará como dices. Ahora le pido permiso para retirarme. Han pasado muchas cosas y necesito tiempo para procesarlas, así como mis siguientes movimientos. Te informaré si Duke hace algo fuera de lo común. -


- Mmm. Sea pues, también tengo que retirarme. Pero antes debes saber que los miembros de la Orden del Manto Oscuro tienen derecho a moverse con mucha libertad, algo necesario por las diversas naturalezas de sus misiones. Nosotros no interferiremos nunca con tus asuntos personales, tampoco vamos a involucrarnos con ninguno de tus conocidos. Únicamente nos pondremos en contacto si hay alguna misión que debas llevar a cabo. No vamos a afectar tu vida en cualquier otra circunstancia. Adiós. - El cuerpo de Cándido comenzó a rodearse de una neblina oscura y su figura se difuminó entre las sombras. Luego se sintió un pulso de magia y desapareció como si nunca hubiera existido.


Las palabras persuasivas de Phoebe lo habían ayudado a tener más claro sus objetivos y ahora, como por obra del destino, le habían extendido una rama de olivo apenas unos instantes después de su conversación. Era un miembro oficial de la orden del Manto Oscuro, completamente al servicio del emperador. Parecía demasiada coincidencia y Bryan no podía dejar de sentir que había gato encerrado. Incluso empezó a sospechar que Phoebe era de algún modo responsable de todo esto.


Sin embargo, incluso si esos dos se conocen, eso no necesariamente es algo significativo. El viejo Grover no habría podido hacer nada ante el enorme poder de Cándido y si Phoebe tuviera algún tipo de influencia sobre él, no hubiera tenido tantos problemas para hacerse con el control de su gremio.” Concluyo Bryan, aunque eso sólo aumentaba su confusión.


Al final se quedó un buen rato en el bosque analizando minuciosamente todos los acontecimientos que le habían ocurrido recientemente. Finalmente se levantó y comenzó a dirigirse a la Academia con una mirada de resolución.

[1] Bryan lo está tratando como a un aristócrata por ser su superior.

[2] Imperium: Autoridad, el derecho a darle órdenes a otros y exigir que estas órdenes sean obedecidas.

Después de un rato asintió con la cabeza y su expresión se iluminó con una sonrisa. Pero esto solo hizo que el rostro despiadado del anciano se volviese aún más aterrador y siniestro.

NOTA DEL TRADUCTOR

Que tal amigos, soy acabcor de Perú. Hogar de más de 96 zonas naturales diferentes divididas en 11 grandes Ecorregiones.


Aquí estamos con un nuevo capítulo. Como siempre hubo muchos cambios y textos agregados para aumentar el drama o dar un buen contexto. Pero creo que el más importante fue cambiar de “Organización Manto Oscuro” y ponerle la Orden del Manto Oscuro.


La palabra organización suena demasiado moderna y es muy vaga para el contexto, así que decidí que había que modificarla. En un principio pende en llamarle “La Cofradía del Manto Oscuro”, pero esa palabra se acercaba demasiado a la religión cristiana y yo no quiero ni siquiera arriesgarme a ofenderla, así soy y es lo que hago. Como saben el 80 % del Perú es católico romano y resto son cristianos protestantes junto con un 3 % de politeístas tradiciones. Casi no hay ateos y nos tomamos las tradiciones sagradas bastante en serio.


Aunque el término Orden también tiene connotaciones religiosas, hubo muchos casos de sociedades secretas o grupos militares antiguos que se consideraban órdenes. Hoy en día se entregan premios como la “Orden del Sol” a los héroes. Así que me pareció más apropiado.


Otra cosa que cambié fue el emblema del Imperio. En la novela me dicen que es una corona sobre las nubes… ¿Acaso no les parece muy cursi y algo tonto? Decidí que mejor era imitar el emblema del Imperio Ruso: Águila bicéfala coronada.


En cuanto a la palabra “Imperium” es de los antiguos romanos. Para ellos, era como una palabra mágica, un poderoso conjuro y también era lo que más deseaban.


Verán, en Roma no existía el cargo de “General”. El poder era ostentado por dos magistrados llamados Cónsules que, cuando iban a la guerra, recibían el “Imperium Consular” sobre las legiones. Tener Imperium significa tener la autoridad de dar órdenes y hacer que estas sean obedecidas.


Con el tiempo llegó Julio César y después Octavio. Ellos fueron efectivamente los nuevos reyes de roma, pero jamás lo admitieron. Los romanos odiaban la idea de tener un rey, así que ellos se presentaron como “Imperator” alguien con Imperium sobre todas las legiones. De ahí nació el término Imperio o Emperador. - “No soy rey” - Decía Octavio - “Solamente soy IMPERATOR (jefe del ejército), también soy PRINCEPS (primer ciudadano con autoridad suprema dentro de Roma), ya de paso soy SUMO PONTÍFICE (viene de -sumo hacedor de puentes- sacerdote supremo) y para obtener un número par soy TRIBUNO DEL PUEBLO (único con derecho a vetar al senado) … Pero NO SOY REY.” -


Los romanos antiguos eran los peores hipócritas, pero igual son fascinantes.


Como podrán deducir, a mí me encanta esa palabra y no podía esperar a una oportunidad para usarla. Espero me perdonen, pero no negarán que los términos romanos suenan geniales y voy a seguir usándolos en el futuro.


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Nos vemos en el siguiente capítulo.