223 Invitación

- ¡Bienvenido, Señor Odiseo! ¡A los años! - Dijo Bryan saliendo a la entrada de la Taberna para recibirlos.

Los seis se sorprendieron al principio, pero en cuanto lo reconocieron todos aplaudieron y lo saludaron efusivamente. Gordon incluso se adelantó para darle un abrazo a pesar de que al principio era el que más recelaba de su amistad.

- ¡Realmente eres tú! ¿Cómo fue que terminaste en el Valle del Sol? - Preguntó Gordon sonriendo después de soltarlo.

- Jajajá. Estuve dando más saltos que un caballo cabrioleo y terminé llegando aquí. - Respondió Bryan riendo de buena gana: - ¡Pero adelante! ¡Pasen! ¡No es bueno que hablemos de estos temas aquí afuera! -

- Eh, señor Bryan. No estuve mucho tiempo en el Valle del Sol, pero me han contado unas cosas terribles de este lugar al que nos invitas. ¡Parece un compendio de todas las maldiciones habidas y por haber! - Comentó Odiseo un poco nervioso.

- Supersticiones absurdas. - Respondió Bryan riendo y liderando la marcha para demostrar que no había nada que temer: - Sinceramente ninguna maldición se compara a las locuras que ocurren todos los días en este lugar olvidado por los dioses. Quizá alguno de ustedes sienta un pulso de magia, pero no se preocupen, se trata de una matriz defensiva que coloqué hace unos días y no les causará ningún daño. -

Viéndolo tan seguro, el grupo de aventureros dejó de lado sus dudas y lo siguieron al interior de la Taberna, donde saludaron a Trunks mientras que Bryan habría una botella de vino para compartir con sus amigos.

Bryan se había encontrado con estos aventureros cuando viajaba por el Bosque Oscuro. Aunque en su momento eran un poco ingenuos, lo cierto era que tenían mucho potencial y unas capacidades sobresalientes. De hecho, durante su aventura las habilidades de cada uno crecieron considerablemente.

El líder se llamaba Odiseo, un espadachín muy capaz que era capaz de desatar letales estocadas, incluso a largas distancias, para dar el golpe de gracia a los monstruos que el grupo derrotaba. El momento de matar era siempre el más peligroso, porque las bestias podían terminar dando un último ataque desesperado; por eso el que Odiseo siempre fuese el encargado de hacerlo no solo era prueba de su valor, sino de lo mucho que estimaba a todos sus compañeros, deseando reservar para sí mismo las actividades más peligrosas. Además, se trataba de un líder confiable, con buen juicio y un carácter intachable.  

A su lado siempre se encontraba Gordon, un Guerrero Experimentado que se especializaba en el uso del Mandoble, una larga espada de casi un metro y medio de largo. Originalmente era miembro de las Tropas Auxiliares en las legiones del Imperio Itálico, donde aprendió a mantener el combate con varios adversarios al mismo tiempo. Como resultado de su entrenamiento, Gordon era capaz de sostener enfrentamientos prolongados con los monstruos, dando así oportunidad a sus compañeros de recuperar fuerzas. Por eso, aunque no poseía ataques devastadores, resultaba ser un compañero valeroso, confiable y muy útil.

El otro Guerrero Experimentado del grupo era un Piquero llamado Eneas, que blandía una Lanza Larga o Pica de casi seis metros con la que era sorprendentemente preciso. Sus ataques no eran particularmente poderosos contra enemigos no humanos, pero era muy hábil para enfrentarse a oponentes con los que era necesario mantener una distancia prudencial. Esto lo volvía un importante combatiente que podía llegar a ser vital para el éxito en la supresión de ciertos tipos de monstruos únicos.

Afrodita era la maga más poderosa del grupo y se especializaba en el dominio del agua. Tenía un talento extraordinario para adaptar sus conjuros para que fuesen útiles en distintos tipos de escenarios y los usaba de formas muy inesperadas. Cuando los dejó ella aún era una Maga Licenciada, pero Bryan se dio cuenta cuando la miró de que ya se encontraba en los escalones medios del rango Adepto.

Lo mismo sucedía con el otro mago, que se llamaba Bardo. Era un maestro de la magia del relámpago, la cual era muy difícil de controlar y tomaba mucho tiempo en ejecutarse, pero producía resultados devastadores, sobre todo cuando se combinaba con el agua de Afrodita. Por la naturaleza de su magia era el que menos intervenía en los combates, pero cuando lo hacía, les aportaba ese empuje de poder ofensivo que podía llegar a hacer falta en un momento decisivo.

El último miembro del equipo era Nía, una arquera elfa tan prodigiosa como lo eran todos los de su especie y también muy hermosa. No hablaba mucho, pero donde ponía el ojo era capaz de golpear con su flecha, sin importar las distancias. Las puntas de sus dardos eran increíblemente letales y muchas veces poseían atributos únicos para matar criaturas que poseyesen una impresionante defensa. Nía era también la exploradora y médico del grupo cuando no estaban combatiendo y pocas cosas podían pasar desapercibidas a sus agudos sentidos de elfo.

- ¿Cómo has estado, Señor Bryan? - Preguntó Odiseo cuando terminaron de brindar y se bebieron la primera ronda: - ¿Tus heridas han sanado bien? -

- Si, estoy mejor que nunca. - Respondió Bryan con un gesto de la mano: - Ahora les contaré mi último proyecto, pero primero tengo mucha curiosidad… ¿Cómo terminaron aquí? -

- Es una larga historia, así que trataré de resumirla. - Respondió Odiseo: - Después de nuestra despedida nos dirigimos a la Ciudad de Zajoski para vender nuestra parte del botín. ¡Obtuvimos una buena suma, más que suficiente para vivir unos años con comodidades!

Pero como sabíamos que eventualmente tendríamos que salir de nuevo, decidimos invertir comprar equipos de calidad. Luego nos dividimos lo que quedaba del botín en partes iguales y nos separamos por unos meses para mejorar nuestras fuerzas individualmente aprovechando la Matriz de Trasporte. -

- Sí, noté que los magos eran más poderosos. - Comentó Bryan: - Pero ahora que los veo con atención, puedo decir que Eneas y Gordon también han incrementado sus poderes. -

- Volvimos a la Legión temporalmente, esta vez como instructores. - Respondió Gordon sonriendo de buena gana: - Uno de los beneficios es la autorización para participar en torneos del ejército imperial y tuvimos bastantes duelos, donde aprendimos mucho. -

- Bardo y yo fuimos al Colegio de Magos para realizar una nueva evaluación. - Aportó Afrodita: - Ahí nos confirmaron con el Rango de Adepto en nuestras respectivas disciplinas y conseguimos un acceso temporal a la Academia Babilonia para una capacitación. -

- ¡Y pensar que han estado en Itálica! - Exclamó Bryan sorprendido: - Que lástima que no haya podido ofrecerles mi hospitalidad. -

- La capacitación no fue larga, apenas tres semanas. No habría muchas oportunidades para que nuestros caminos se cruzasen por azar. - Aclaró Bardo sonriendo.

- De todos modos, quizá ocurrió cuando me encontraba lejos. - Respondió Bryan pensando en el tiempo que permaneció en la Ciudad de Valen.

- Cuando nos reunimos, decidimos cambiar un poco de rubro y hacer misiones para escoltar mercaderes o nobles que quisieran viajar por los márgenes del Bosque Oscuro. - Dijo Odiseo continuando su historia: - Estuvimos en eso un tiempo y ganamos mucho dinero. Pero entonces algo terrible sucedió.

En la frontera sur, cerca de la ciudad de Baltazar, existe una torre defensiva que es propiedad de la familia Meras. Son nobles antiguos, pero su economía ha ido mal desde hace unas generaciones, aunque son muy honorables y famosos por educar gratuitamente en las artes del combate a muchos jóvenes sin recursos, enseñándoles a sobrevivir, defenderse y ganarse el pan con algo de honor.

De hecho, el anciano patriarca fue quien me entrenó a mí. El Barón Meras me sacó de las calles, me alimentó, entrenó y finalmente me ayudó a encontrar mi primer trabajo. -

- Ya veo. - Comentó Bryan asombrado por la generosidad de este aristócrata.

- Un día estábamos celebrando cuando escuchamos de una convocatoria hecha por el hijo mayor de mi maestro, junto con sus hermanas y la señora… - Contó Odiseo y entonces su expresión se ensombreció: - Eran los últimos sobrevivientes de la familia. -

La expresión de Bryan anteriormente amena inmediatamente se volvió seria: - ¿Qué le sucedió a tu maestro? -

- Las luchas políticas dentro del imperio. No sé exactamente qué sucedió, pero uno de los enemigos del Señor Meras, un tal Ortel, que había sido enjuiciado y condenado por cometer saqueos, terminó saliendo de la cárcel. - Explicó Odiseo apretando los puños: - El desgraciado se unió a la facción de alguno de los príncipes herederos y aprovechó su recién adquirido poder para fabricar cargos falsos contra el Barón Meras. Luego asaltó su torre en la oscuridad de la noche, listo para asesinar a toda la familia antes de que las noticias llegasen a la capital y el Barón fuese declarado inocente.

Pero, aunque era anciano, el Barón Meras era un Caballero de la Tierra que fue considerado invencible en su juventud. Sus habilidades no disminuyeron a pesar de su avanzada edad y logró vender cara su vida, resistiendo valientemente a pesar de haber sido herido a traición con dos flechas envenenadas, hasta que su esposa, hijas e hijo consiguieron escapar. -

- Entonces se vengaron. - Dijo Bryan.

No era una pregunta.

- Por supuesto. - Respondió Odiseo: - No tienes idea de cuántos jóvenes espadachines originalmente eran jóvenes marginados que fueron entrenados por el Barón Meras. Y cuando el hijo del Maestro, que ahora es el actual Barón de Meras, hizo esta convocatoria para vengar a su padre, se reunió un pequeño ejército a su alrededor.

Yo asistí y mis amigos también vinieron. -

- No íbamos a dejarlo solo. - Dijo Afrodita sonriendo.

- Matar a un perro rabioso es hacerle un favor al mundo. - Comentó Gordon.

El resto asintió sonriendo.

- Hicieron bien. - Aprobó Bryan: - Justo ahora la situación política es tensa. Ya no es un secreto que el Emperador está viviendo sus últimos días así que, mientras no haya un claro heredero al trono de Itálica, muchos crímenes se cometerán sin que nadie pueda hacer algo al respecto. Lo mejor era matar a esa sanguijuela de una vez, en lugar de esperar una justicia que nunca llegará. Quién sabe… quizá hasta el príncipe de su facción te lo agradezca, porque dudo que alguien quisiese tener bajo sus órdenes a un tipo tan ruin y traidor una vez que termine la sucesión. -

- El aire que ese miserable Ortel respiraba era un insulto. - Agregó Trunks: - Algunos rumores me han llegado sobre el Barón Meras y todos ellos cuentan que era una persona de honor, que jamás hizo mal o fue injusto con nadie sin importar su clase. -

Odiseo y sus compañeros suspiraron aliviados de que ni Bryan ni Trunks condenaban sus acciones.

- En cualquier caso, hicimos correr la noticia de que los sobrevivientes de la familia Meras se ocultaban en un bosque que nosotros elegimos. Ortel no pudo resistir la tentación de aniquilar por completo a los últimos descendientes de su enemigo y acudió con todos sus hombres e incluso su único hijo… Pero estábamos esperándolo con una cuidadosa emboscada bien planeada. - Contó Odiseo sonriendo: - Eran muchos y poderosos. No fue para nada una tarea sencilla. Sin embargo, al final los matamos a todos y luego, con la familia Meras como testigo, ofrecimos un sacrificio a los dioses ofreciendo los cadáveres de nuestros enemigos para que le concedieran eterno descanso al espíritu del maestro.

Después de eso partimos hacia la torre para recuperar la propiedad de la Familia Meras. El nuevo Barón nos ofreció quedarnos y algunos lo hicieron. Pero sabíamos que no tendrían dinero para pagar el estipendio de muchos hombres, de modo que la mayoría decidió partir de inmediato.

Al final no dejamos testigos ni prueba alguna. Aun así, creímos que lo mejor que podíamos hacer por seguridad era desaparecer durante un tiempo por si al príncipe le daba por desquitarse con nosotros. Por eso aceptamos escoltar a un mercader que se dirigía aquí para ocultarnos en el Valle del Sol. -

- Fue un movimiento inteligente. - Dijo Bryan: - Ni siquiera el fantasma de ese tal Ortel podría descubrirlos aquí, entre tantos criminales y proscritos.

Su historia es realmente conmovedora. ¡De haber estado ahí, me habría encantado unirme a ustedes para castigar a esa sanguijuela! Brindemos a la salud de ese noble Señor y de todo el bien que hizo durante su vida, para que tantos valientes se uniesen cuando llegó el día de hacerle justicia. ¡Salud!  -

- ¡Salud! - Respondió Trunks: - Por mi parte ahora mismo prometo, con todos los dioses como testigos, que si un día me encuentro con algún descendiente de ese tal Ortel que haya sobrevivido y que también demuestre ser una mala semilla… ¡No escatimaré en esfuerzos para matarlo! ¡Salud! -

- Salud. - Respondieron los aventureros y todos vaciaron sus vasos.

 - Bueno, Señor Bryan. - Dijo Odiseo después de un buen rato: - Lamento haber acaparado la conversación por tanto tiempo. El Señor Trunks dijo que tenías una propuesta para nosotros y naturalmente queremos oírla. -

- Bueno, recientemente he formado una organización de mercenarios. - Dijo Bryan con ligereza, como si no fuese nada del otro mundo: - Tenemos nombre oficial y todo. Si ustedes quieren unirse estaríamos más que felices de recibirlos. -

- ¿Formaste un grupo de mercenarios? - Preguntó Gordon asombrado: - Eso sí que no me lo esperaba. -

- ¿Es algo tan raro? -

- Dejando de lado el problema de los fondos… - Agregó Eneas sonriendo: - La impresión que teníamos de ti era la de un lobo solitario. -

- Pues si eso les sorprende, imagino que se quedarán boquiabiertos cuando les diga que Trunks aquí presente es el segundo al mando. - Dijo Bryan sonriendo.

El Cazador de Monstruos asintió y todos abrieron la boca.

- Que les dije… -

- ¡Espera! ¡Espera! ¡Espera! - Exclamó Odiseo alzando las manos: - Por favor explícanos los detalles para que podamos entender. -

- Es una larga historia. - Respondió Bryan: - Pero dado que podemos considerarnos amigos, voy a ser todo lo honesto que me sea posible. Verán, lo que ocurrió fue… -

Una hora después… Todos tenían una expresión de estupefacción.

Afrodita: - ¿Ese Archimago Sorin quería matarte por una mujer? ¿Pero luego casi lo matas y por eso ahora eres enemigo de Falce Segador? -

Bardo: - ¿En menos de un mes conseguiste el dinero y además el permiso oficial para formar una organización mercenaria? ¿Y encima ya tienes miembros? -

Odiseo: - ¿Estás colaborando con Dalibor, pero sabes que te traicionará? -

Eneas: - ¿El Culto de Caelos quiere tus poderes? -

Nía: - ¿El Templo de Idramón teme tus poderes? -

¡Vaya, les pegó bastante fuerte! Y eso que aún falta contarles la parte en la que Trunks quiere vengarse. Tampoco he mencionado que la Familia Ascher también quiere matarme.” Pensó Bryan sonriendo irónicamente.

- ¡Y yo pensé que había tenido problemas! - Exclamó Odiseo suspirando después de meditar en toda la información que Bryan le había dado.

- Mis asuntos nunca son aburridos, Señor Odiseo. ¡Eso tienes que admitirlo! - Dijo Bryan sonriendo con ironía: - Pero recuerden que la mayor gloria se obtiene superando los peores obstáculos. Y si deciden unirse, les garantizo que habrá grandes recompensas. -

- Nunca es aburrido, eso es cierto. - Asintió Odiseo suspirando mientras miraba de reojo a sus compañeros que seguían con la mirada perdida: - Pero habíamos venido aquí para evitar los problemas y no a buscarlos. Sin embargo, es cierto que ir contigo siempre termina valiendo la pena. -

- Bueno, prométeme que lo pensarás. - Dijo Bryan sonriendo: - Tampoco espero que lo decidas de inmediato. Tendrán que conversarlo juntos y también meditarlo en solitario. -

- Entonces lo pensaremos y te diré nuestra respuesta dentro de unos días. -

Luego de eso Bryan dejó de hablar de asuntos serios y desvió hábilmente la conversación, recordando algunas cosas divertidas que le sucedieron cuando estuvieron de aventuras en el Bosque Oscuro, arrancando varias rondas de carcajadas a los aventureros. Hasta el naturalmente adusto de Trunks se animó a contar un par de historias que merecieron aplausos de todos los presentes.

Pero el dragón Gilberto estaba claramente aburrido y encima luchaba en contra de sus instintos. Porque más de una vez comenzó a lanzar miradas lascivas hacia Nía o Afrodita, aunque en cada ocasión descubrió un destello iracundo en los ojos de Bryan que claramente eran una advertencia del castigo que le esperaba si les faltaba el respeto a esas mujeres.

*****

Finalmente, los aventureros se marcharon cuando llegó el mediodía.

- Salgamos a estirar las piernas. - Dijo Bryan a Trunks y Gilberto en cuanto estuvieron solos.

- ¿A dónde vamos? - Preguntó el Cazador de Monstruos.

- Ahora que las aguas han tenido tiempo de volver a asentarse, creo que deberíamos averiguar cuál es la situación en el Valle del Sol después de nuestros últimos enfrentamientos. - Respondió Bryan con calma: - Además, deberíamos visitar a Dalibor para contarle sobre la presencia de Costel. -

- Si es que no lo sabe ya. - Comentó Trunks.

- Quizá. - Dijo Bryan: - Pero incluso si ese es el caso, quedaremos bien con él si tomamos la iniciativa de intentar informarle. Además, tendrá ocasión de presumirnos sus habilidades para obtener información y sentirse complacido consigo mismo. Entonces puede que revele un poco más de lo que le conviene. -

Pero cuando llegaron a La Gran Caverna se encontraron con un auténtico pandemonio de personas que entraban y salían a toda prisa, llevando cubos con agua o sacando lo que parecían ser escombros.

Al principio tuvieron que esperar porque había una fila entera de mercenarios bloqueando el paso con actitud agresiva. Uno no tenía que ser muy inteligente para saber que algo muy malo había sucedido en el interior.

Finalmente los dejaron entrar y comprobaron que uno de los edificios de piedra estaba derruido, pero no había colapsado, no, sino que era evidente por el radio de los escombros que alguien había provocado una terrible explosión en el interior. Además, los trozos salieron disparados con tanta fuerza, que dañaron las estructuras y a las personas alrededor.

En ese mismo momento había muchos esclavos y sirvientes de la Banda de Drakar entregados a la tarea de retirar los escombros, apagar los fuegos y abrir el camino para que los mercenarios sacaran a los heridos o muertos, sobre todo estos últimos. Esto no se debía al fervor religioso o la solidaridad con sus camaradas, sino al temor omnipresente de que los cadáveres se pudrieran y provocasen una infección que bien podría terminar matando más gente que el propio incidente.

Dalibor se encontraba parado en la cima de un pequeño montículo de escombros, gritando ordenes o instrucciones a diestra y siniestra. No es que fuese necesario que se colocase ahí, porque el Berserker era tan alto que destacaba fácilmente sobre cualquier multitud. Pero en ese momento nadie se atrevería a cuestionarlo, porque el bárbaro estaba poseído por una furia que era casi palpable y parecía dispuesto a descuartizar con sus propias manos al primero que se atreviese a provocarlo. Sinceramente no había mucha diferencia entre su estado actual y el que adoptaba cuando se sumergía en el frenesí sanguinario de su trasformación Berserker.

Blaz estaba parado a pocos metros de su capitán. Su expresión no era mucho mejor que la de Dalibor solo que, a diferencia de su capitán, llevaba su ira por dentro. Pero cualquiera que lo viese a los ojos sentiría la piel de gallina, como si no estuviese ante un ser humano sino frente a algún tipo de reptil hambriento. Su expresión solo variaba cuando se fijaba su atención en los cadáveres que eran apilados en el suelo uno por uno y entonces un destello de profunda congoja y culpabilidad se dejaba ver en su mirada.

El mercenario ni siquiera les dio una mirada cuando Trunks y Bryan llegaron.

- Parece que llegamos en mal momento. - Susurró Bryan a Trunks después de confirmar que no había enemigos a su alrededor e intentando no sonar demasiado irónico: - Pero ¿cómo es posible que ocurriese semejante explosión en un asentamiento tan pequeño y que ninguno de nosotros escuchase el escándalo? -

- Lo único que se me ocurre es que la caverna debe haber amortiguado el sonido. - Respondió Trunks del mismo modo: - Quizá posee defensas mágicas de algún tipo… En cualquier caso, Dálibor ya nos ha visto. -

- Entonces mejor vamos poniendo cara de estar tristes. - Dijo Bryan e inmediatamente asumió una actitud de preocupación sincera… que era completamente fingida.

- Blaz, dirige todo mientras atiendo a nuestros visitantes. - Exclamó Dalibor mientras luchaba por contener su ira: - Cuando termines de quitar los escombros debes enterrar correctamente a nuestros camaradas. Ya habrá tiempo de averiguar quién es el responsable. ¡Entonces le arrancaremos la carne de los huesos! -

Blaz asintió sin decir nada y se retiró para supervisar a los diferentes grupos.

- Síganme. - Masculló Dalibor sin saludar o hacer cualquier ademán similar. Simplemente comenzó a caminar hacia el edificio principal para llevarlos a una habitación de piedra que aparentemente servía como despacho. El Berserker les hizo un gesto con la cabeza para indicarles que eligieran una silla para sentarse y entonces comenzó a contar lo ocurrido.

- Intentaron matarme con algún tipo de encantamiento explosivo. El edificio derrumbado era un simple almacén, pero yo también lo utilizaba en secreto para reunirme con algunas putas que me gustaban. Justo ocurrió un incidente que hizo que me retrasase y cuando todavía estaba a una cuadra del lugar, sentí un enorme pulso de magia, así que escapé en la dirección contraria. Si hubiese estado ahí dentro, tal vez hubiese muerto o por lo menos quedado bastante herido. -

- Si traías putas a ese lugar eso es lo mismo que anunciárselo al mundo entero. No tengo que decirte que las mujeres, sobre todo las fáciles, siempre terminan hablando. - Dijo Bryan ceñudo: - Hace poco la Casa de Menlo y Falce Segador sufrieron muchas perdidas, así que seguramente atacaron para debilitarte, evitando así que puedas mantener la ventaja. -

- Sí, se comenta que Sorin envió un grupo de asesinos para saquear los almacenes de la Casa de Menlo y que su líder casi se sube a las paredes por la ira. Esa misma noche hubo un terrible enfrentamiento en el Bastión de Falce Segador. - Comentó Dalibor.

Bien, conoce los eventos, pero no el orden correcto. Lo mismo deben pensar en el resto del Valle del Sol: Seguramente todos asumirán que Sorin atacó la Casa de Menlo y que ellos se vengaron asediando su bastión. Eso es mucho más creíble que mencionar al Culto de Caelos o a nosotros. No seré yo quien los saque de su error.” Pensó Bryan sonriendo para sí mismo, pero exteriormente fingió una expresión de serenidad mientras decía: - Cuando estaba a punto de matar a Sorin y la elfa lo salvó yo ya tenía mis sospechas. Incluso si pudiese volar, esa asesina nunca tendría que haber llegado tan rápido… a no ser que ya estuviese observando lo que sucedía en los muros. -

- ¿Qué intentas decir? - Preguntó Dalibor ceñudo y Trunks también lo miró con curiosidad.

- En ese momento tus hombres eran los únicos que tenían el control de las murallas. Teóricamente debería ser imposible que esa elfa estuviese ahí sin que alguno de ustedes la detectase. La única explicación es que hay algunos de tus hombres que no son realmente tuyos, sino de Sorin.

Lo que ocurrió hoy lo confirma. Las putas seguramente se fueron de la lengua y le dijeron a alguien sobre el lugar donde te divertías con ellas, pero lo que sucedió después solo se explica si tu enemigo tiene ayuda del interior. -

La expresión de Dalibor era terrible en ese momento. Al Berserker le habría gustado callar a Bryan en el acto, después de todo a nadie le gustaba escuchar que sus camaradas podían ser traidores. Pero él había expuesto todo tan claramente y sobre todo rápidamente. Si ahora Dalibor se empecinaba en negarlo, quedaría como un idiota.

En ese mundo no existían las bombas propiamente dichas a pesar de que algunos elementos combustibles eran conocidos por los alquimistas. Esto se debía a que no era necesario porque tenían encantamientos.

En teoría casi cualquier objeto podía ser encantado para explotar y ni siquiera tendría que hacerlo un mago particularmente poderoso o habilidoso. La explosión podía suceder por el simple hecho de que se cometiera un error durante el proceso de imbuir cualidades mágicas en la materia. Pero controlar la intensidad de dicha explosión, configurarlo todo para que sucediese en un momento determinado y encima ocultar los rastros de la magia para que no la detectaran hasta que fuese demasiado tarde era algo completamente distinto.

Era imposible hacerlo si el mago en persona no encantaba el objeto en el sitio en que se deseaba que explotase. Y el único modo de que un mago enemigo hubiese llegado hasta ese edificio, era que alguien lo hubiese dejado entrar.

 - No me dices nada nuevo. - Gruñó finalmente Dalibor: - Si yo soy capaz de arreglar que algunos de mis hombres se infiltren en la base de Sorin y la de Menlo, es obvio que ellos también pueden hacerlo. Lo que necesito saber es cuál de los dos tuvo las pelotas para intentar matarme en este momento. -

- Tu conoces a tus hombres y seguramente tendrás una buena idea de quienes pueden ser. Te recomiendo que hagas limpieza rápidamente porque hace poco llegué a ver un Gran Mago de la Luz, que me imagino será el abuelo de Sorin. - Dijo Bryan como si le estuviese haciendo un favor. Estaba tratando de engañar a Dalibor, pero el Berserker era extremadamente inteligente y la única forma de lograrlo era presentando las cosas de tal modo que la idea pareciese ser suya y no de Bryan.

- Ya me han dicho que Costel está aquí desde hace una semana. - Respondió Dalibor como si no fuese la gran cosa, pero un brillo asesino en su mirada hizo saber a Bryan que había tenido éxito y ahora el Berserker creía que un ataque de Sorin era inminente.

Seguramente lo que más desea Falce Segador después de los últimos acontecimientos es un tiempo de paz para recuperar el aliento y reponer sus fuerzas. Dalibor seguramente preferiría que ellos y la Casa de Menlo se enfrentasen para luego cosechar fácilmente los beneficios. ¡Pero eso me parece tan injusto! ¡No, señor Berserker usted tiene que intervenir cuanto antes para hacer las cosas aún más caóticas!” Se dijo Bryan maléficamente.

- Dado que tienes información privilegiada, me gustaría pedirte que me ayudes a encontrar el paradero actual de Sorin. - Dijo Bryan fingiendo que estaba preocupado: - Por más que pregunto sigo encontrando información contradictoria y me gustaría trabajar en un modo de asesinarlo cuanto antes. -

- Es muy poco realista atacarlo ahora que su abuelo está aquí, señor Bryan. - Respondió Dalibor con un gesto de indiferencia: - Ni siquiera podrás acercarte lo suficiente para hacerlo. -

Tú tal vez no puedas, pero yo tengo otros medios.” Se dijo Bryan pensando en sus Espectros Oscuros y el Zombi Élite de Tierra: - Nunca se sabe cuándo aparecerá una buena oportunidad. Por favor averigua dónde se encuentra esa molesta rata. -

Dalibor lo miró y por primera vez falló en ocultar una mirada de desdén. Era evidente que el Berserker creía que Bryan se estaba extralimitando por completo, porque en su imaginación no había un modo en que pudiese hacerle algo a Sorin.

Parece que caí por completo de su gracia. Ahora piensa que soy un imbécil que se cree demasiado y seguramente no vivirá mucho.” Dedujo Bryan de inmediato.

Y mucha razón tenía, porque cuando Dálibor volvió a dirigirles la palabra su voz ya no llevaba consigo el mismo respeto de antes.

- Muy bien, estaré atento. Y no es necesario que regresen aquí, porque enviaré a alguien a informarles. - Dijo Dálibor con un dejo de impaciencia: - Ahora tengo cosas que hacer. -

Y les indicó la puerta con un gesto de la mano. Esta vez no los acompañó.

******

- ¡Humano insignificante! ¡Se atreve a menospreciarnos cuando le estamos haciendo un favor! - Exclamó Gilberto enojado en cuanto estuvieron lejos de la Gran Caverna.

- Muy bien hecho, Gilberto. - Dijo Bryan sonriendo.

- ¿Qué cosa? - Preguntó el Dragón curioso.

- Has recordado mi advertencia de nunca expresar tus verdaderos pensamientos en presencia de extraños. - Respondió Bryan.

En ese momento estaban caminando por un sendero rocoso y no había nadie alrededor que pudiese escucharlos. Además, los Espectros Oscuros levitaban sobre ellos en constante estado de alerta.

- Dalibor estaba bastante afectado hoy. - Intervino Trunks mirando a Gilberto: - Tu también dejarías escapar irritación si hubieses estado a punto de coger con un par de mujeres y de repente alguien hiciese explotar un edificio en tu propia base. -

- Sí, el estado mental de ese Berserker tuvo mucho que ver en nuestro éxito de hoy. - Comentó Bryan: - Porque ha sido un gran triunfo, Gilberto. Que de eso no te quepa la menor duda. -

- No comprendo, Maestro Malvado. -

- Emily y Phoebe me han enseñado bastante sobre cómo funciona el poder y cómo piensan las personas que lo desean. - Explicó Bryan lentamente: - Dalibor ha bajado la guardia debido al intento de asesinato y por eso he podido meterle algunas cosas en la cabeza.

Lo primero de todo ha sido que Sorin es el responsable del ataque. La Casa de Menlo también tiene magos, pero Costel es una figura demasiado poderosa y cualquier evento mágico que ocurra le será atribuido inconscientemente. Es por eso que lo mencioné de ese modo. Ese recelo anulará cualquier pensamiento de Dalibor acerca de forjar una alianza con Falce Segador, incluso si sólo es temporal. -

- Ya veo. - Comentó Trunks con un gesto de entendimiento: - Tenías miedo de que Dalibor eligiese hacer las paces mientras Costel estuviese aquí. Pero si sospecha que el Gran Mago tuvo algo que ver en la explosión, no creerá ninguna promesa que puedan hacerle. -

- Exacto. -

- Pero realmente no estás seguro de que Falce Segador sea el responsable. -

- Eso no importa. - Respondió Bryan con una carcajada: - Dalibor es desconfiado por naturaleza y la sola sospecha de una traición será suficiente para hacerla realidad. -

- ¿Qué otra cosa conseguiste? -

- Tiene relación con lo primero. En cuanto sembré la idea de que Costel era el artífice de este intento de asesinato, también lo he motivado a matar todos los espías que Falce Segador y la Casa de Menlo han sembrado en su organización. -

- ¿Pero eso no es algo bueno para ellos, Maestro Malvado? - Preguntó Gilberto confundido.

- No lo es para nada. - Respondió Bryan con una mirada divertida: - Para empezar, no tiene sentido matar a un espía cuando el enemigo tiene recursos, porque simplemente los reemplazarán por otros. Lo correcto es identificarlos y luego arreglarlo todo para que solo tengan la información que tú quieres que se sepa. -

- Eso suena retorcido. -

- Los dos ya saben que soy un miembro del Manto Oscuro. Es imposible serlo durante tanto tiempo y no aprender algunas mañas. - Dijo Bryan encogiéndose de hombros: - Lo sensato es mantener cerca a los amigos, pero aún más cerca a nuestros enemigos. -

- ¿Para qué? - Preguntó Gilberto confundido.

- Para poder vigilarlos. - Explicó Trunks sonriendo.

- No comprendo. -

- En cualquier caso, uno sólo mata a los espías del enemigo cuando está apunto de realizar un gran ataque decisivo para exterminarlo. - Continuó explicando Bryan: - Dalibor los matará por su nerviosismo, pero esto también enviará el mensaje a los otros poderes de que la Banda de Drakar está a punto de actuar y se prepararán en consecuencia. -

- Más conflicto. - Exclamó Gilberto comprendiendo finalmente.

- ¡Exacto! - Respondió Bryan sonriendo de modo maquiavélico: - Pronto iba a suceder un enfrentamiento entre los poderes de todos modos. Pero ahora, gracias a nuestras últimas acciones, esta guerra será mucho más intensa de lo que ninguno esperaba. -

- Además, Bryan ha quedado como un tonto presumido en frente de Dalibor. - Agregó Trunks con una sonrisa cruel: - Eso quiere decir que nos subestimará y es posible que incluso deje de vigilarnos por completo mientras dure la guerra. -

- Dalibor es listo, pero sigue siendo un Berserker. - Dijo Bryan riendo entre dientes: - Dudo mucho que pueda mantenerse tranquilo durante mucho tiempo. Pero quizá todavía necesite un pequeño empujón. Creo que tendré que modificar nuestros planes y acelerar las cosas para incrementar aún más el caos en el Valle del Sol. -

La Furia de un Berserker

Nota del Traductor

Hola a todos, soy acabcor de Perú, hoy es 30 de diciembre del 2021 y espero que todos hayan pasado unas felices navidades. Lamento mucho haberme retrasado en publicar, pero debido a lo ajetreado de estas fechas no pude escribir con el mismo ritmo de siempre. Además, creo que todos ustedes prefieren esperar un poco y tener un capítulo de calidad, que simplemente un trabajo apresurado para cumplir con la fecha. Ese fue uno de los tantos terribles errores que se cometieron con las Secuelas de Star Wars.

Y creo que con este capítulo he cumplido con mi compromiso. Para empezar, me dediqué a enriquecer la conversación de los aventureros y Bryan. Toda la historia de la venganza del maestro es un agregado mío que se me ocurrió al mirar uno de los videos que pueden encontrar en mi página de Facebook y YouTube, La Ultima Melodía en el Bosque Negro, representado magistralmente por la Akademia Szermierzy.

Por supuesto también agregué más datos sobre todos los aventureros para hacerlos personajes con mejor trasfondo y volví la última parte de su conversación algo cómica.

La parte de la explosión de Dalibor ocurre inmediatamente después en el original, pero me pareció que el líder de la Banda de Drakar no debería tomarse el tiempo de hablar con Bryan y Trunks tan tranquilamente cuando acababa de sufrir un evento semejante. Lo lógico era que hubiese pasado algo de tiempo primero, por eso inventé algunas cosas, como que una explosión dentro de la caverna podía sonar mitigada. Esto por supuesto no es real.

Donde realmente me esforcé fue en la conversación entre Dalibor y Bryan. El original es apenas unas frases y luego ellos se iban. Yo en cambio lo convertí en lo que esperaba fuese un juego de ajedrez de conspiraciones maquiavélicas. Espero haber tenido éxito.

Si les gustó, por favor dejen su opinión en los comentarios. Si quieren colaborar con este proyecto pueden usar los enlaces de mi cuenta Patreon, compartirlo con otras personas y señalar cualquier error de ortografía que se me haya pasado.  ¡Nos vemos en el siguiente capítulo!