155 Nécora el dios demonio

Tras bajar unos tétricos escalones los ojos de Bryan contemplaron una escena verdaderamente repugnante. Originalmente ese sitio debió haber sido una segunda cámara de piedra rectangular con muchos aparatos de tortura, pero el Archimago había estado muy ocupado remodelándola por completo. El tamaño general se había incrementado de un modo impresionante y las paredes habían sido alisadas con algún tipo de sustancia corrosiva, para transformarla en un espacio casi esférico que recordaba a una caverna o la guarida de algún tipo de criatura. Seis grandes pilares se alzaban imponentes hasta llegar al techo, lo cual no habría sido demasiado impactante si no hubiesen estado hechos con huesos humanos (aparentemente varios fémures) unidos con alguna clase de resina asquerosa hecha con las vísceras molidas de las víctimas.

Todo el techo estaba cubierto de una gran cantidad cráneos humanos incrustados que miraban hacia el suelo. Muchos todavía mostraban rastros de la carne que originalmente los cubría. En su interior habría alguna clase de mineral fosforescente, porque de las cuencas oculares emanaba un resplandor verdoso.  

En el suelo estaban clavadas una gran cantidad de estacas con extraños adornos, que al principio parecían máscaras rudimentarias, pero al mirarlos de cerca uno podía darse cuenta de que eran auténticos rostros humanos que habían sido despellejados y que probablemente les pertenecían a los dueños de los cráneos en el techo. El suelo no era visible a primera vista ya que una misteriosa niebla blanca lo cubría por completo, pero seguramente ocultaba algún espantoso secreto, porque al tantear con el pie no se sentía como si fuera piedra.

De inmediato Bryan sujetó a Emily por un brazo y la obligó a retirarse. La hermosa Archimaga quiso protestar, pero al notar la seriedad en su actitud decidió seguirlo. Una vez que estuvieron a una distancia prudencial, Bryan comenzó a explicarle que ocurría para prepararla mentalmente. La hermosa Archimaga no había tenido tiempo de distinguir con claridad esa inmunda visión y por algún motivo desconocido no existía ningún olor a podredumbre de los cadáveres que pudiese dar luces a lo que sucedía. Pero Bryan lo había visto todo en menos de una fracción de segundo gracias a sus ojos sobrehumanos y su alta velocidad de percepción.

Cuando Emily comprendió lo que estaba por ver, sus ojos se abrieron completamente mientras que luchaba por contener el asco. Finalmente consiguió recuperar su resolución, pero cuando volvieron a descender y contempló claramente el terrorífico escenario, la barrera mágica que estaba manteniendo para mantenerlos ocultos vaciló y necesitó de todo su temple para no vomitar o perder su concentración.

Ambos continuaron avanzando sigilosamente hacia el centro de esta repugnante cámara. Ahí resplandecía una extraña matriz mágica que había sido inscrita alrededor de un altar tallado en piedra. Encima de este se veía un extraño recipiente (también de piedra) y del tamaño aproximado de una tina, que estaba lleno a rebosar con un misterioso líquido que giraba sobre sí mismo de una forma antinatural, igual que una criatura viviente. De vez en cuando unas figuras emergían de su superficie, como si hubiera personas ahogándose que trataban de salir, pero la sustancia volvía a jalarlas a su interior y nunca llegaban a distinguirse con claridad.

El Necromante Archimago estaba parado frente al altar, murmurando intrincados encantamientos y moviendo sus manos de forma ritual. Con cada movimiento la extraña sustancia reaccionaba como si estuviera bailando a su ritmo.

Al costado del mago había cuatro recipientes de cerámica negra que contenían todo tipo de órganos. Cada cierto tiempo el Archimago se detenía y arrojaba un corazón, un hígado o un cerebro al recipiente y cuando los órganos caían en la poción, esta reaccionaba furiosamente, expulsando nubes de niebla blanquecina.

- Pero… ¿¡Qué está haciendo este maldito monstruo!? - Susurró Emily aterrorizada: - Jamás había visto un ceremonial tan abyecto en mi vida. -

- No lo sé. - Respondió Bryan con un gesto asqueado: - Ni siquiera estoy seguro de que eso sea Necromancia propiamente dicha. Escuché sobre la reanimación de los cadáveres, absorción de almas e incluso la concentración de miasma negativo, pero nunca he leído o escuchado que se necesiten sacrificios de partes humanas para realizar un encantamiento. Y la cantidad es espantosa. Debe haber descuartizado a más de quinientas personas, seguramente a todos los esclavos de aquí junto con sus carceleros. -

Había algo más que no se atrevía a decir. La Esencia Mágica estaba reaccionando en su interior, revelándole una verdad espantosa: Parecía que una parte importante del ritual que realizaba el Archimago requería que sus víctimas sufrieran terriblemente antes de morir, de modo que su rencor fuese absorbido por la sustancia. Eso significaba que probablemente todos los sacrificados habían estado conscientes cuando les arrancaron la piel del rostro y les extrajeron los órganos. Todo esto podía deducirlo porque su Magia Demoníaca era de naturaleza malvada, permitiéndole darse cuenta o intuir un poco lo que hacía el Archimago, pero realmente no le haría bien a nadie revelando esto.

Lo cierto era que, aunque él mismo estaba dispuesto a realizar actos bastante despreciables en su búsqueda de poder, lo que estaba viendo parecía ser demasiado hasta para él.

  “¡Quién sabe cuántas reglas o principios está rompiendo en este momento! ¡¿Cuáles serán las consecuencias?! Pensó Bryan alarmado al recordar algunos de los registros que leyó en la Biblioteca de la Academia Babilonia acerca de la Fuerza del Caos.

La Magia podía hacer muchas cosas extraordinarias que alteraban las leyes del mundo mortal. Sin embargo, era extremadamente importante que los magos tuvieran mucho cuidado de no romper estas leyes o desatarían fuerzas que luego no podrían controlar. Toda acción generaba una reacción y siempre existía el riesgo de sufrir un peligroso contragolpe.

Entre los ejemplos más famosos o mejor dicho infames, se encontraba una crónica imperial que registraba el trágico final de un poderoso Mago de Agua que intentó crear una gigantesca matriz para controlar los mares, de modo que la flota de su país fuese invencible.

 Originalmente esta nación se ubicaba en un archipiélago que dominaba una enorme cantidad de rutas comerciales.

Pero a diferencia de ríos o lagos, la existencia de los mares estaba unida a su naturaleza ingobernable. El Mago de Agua terminó provocando la ruina de su nación, pues el contragolpe de su gigantesco hechizo la destruyó por completo y donde antes había muchas islas ahora solo existía un inmenso remolino que se tragaba cualquier barco lo bastante descuidado como para acercarse. Todavía seguía ahí, a pesar de que habían trascurrido unos quinientos años.

El inmenso y eterno remolino fue el contragolpe por tratar de controlar los mares

Historias similares podían encontrarse por toda la historia de las diversas Escuelas de Magia. Bryan sintió un escalofrío al imaginar la terrible calamidad que podría estar por desatar el Necromante Archimago, pues las fuerzas que estaba manipulando involucraban el mismísimo nexo entre el mundo de los muertos y los vivos. Su primer impulso fue atacar inmediatamente empleando todo su poder para detener el ceremonial, pero algo en su interior lo detuvo. Era evidente que esa extraña matriz estaba concentrando poderes extremadamente complejos e intrincados. Si no tenía cuidado al atacar, podía terminar desatando la misma tragedia que estaba intentando evitar. Bryan maldijo al darse cuenta de que lo único que podía hacer de momento era esperar a que el maligno ceremonial terminase sin que se produjera algún desastre cataclísmico.

De pronto el Archimago lanzó un espantoso grito. Luego comenzó a cantar en un idioma desconocido, mientras sus pupilas se tornaban blancas, como si estuviese en trance.

Las luces de los cráneos en el techo brillaron intensamente y por un instante la magia necromántica fue prácticamente visible como corrientes de energía verdosa que inundaban toda la habitación.

- ¡MAE ALKARAHIAT SA'AKUN QAWIANA! -

Se escuchó un estruendo cuando la sustancia misteriosa en el altar comenzó a girar sobre si misma a una enorme velocidad, hasta que se asemejó a una esfera. El misterioso conjuro estaba dotándola de nueva vitalidad y energía, haciendo que adoptase diferentes formas.

- ¡EINDAMA 'AKUN QAWIAAN SA'UHQIQ ALNISR! -

Con los siguientes cánticos del Necromante, la sustancia parecía haberse trasformado en tres espantosas serpientes líquidas que comenzaron a moverse una detrás de la otra, tratando de morder sus respectivas colas. Con el tiempo este combate se hizo más y más rápido, hasta que toda la sustancia se asemejó a un anillo giratorio que concentraba en su interior a toda la energía en la habitación.

- ¡EINDAMA 'ANTASIR, SAWF TUNKISUR RAWABTI! -

En este punto el suelo comenzó a temblar levemente, pero ni Bryan ni Emily lo notaron. Toda su atención estaba concentrada en la inmensa cantidad de magia que se estaba reuniendo en ese momento. Sorpresivamente, el altar dejó escapar una inmensa cantidad de vapor blanco que dificultaba ver nada con claridad, pero de algún modo sus sentidos mágicos les permitían saber lo que estaba pasando.

- ¡Ese demente está usando Fuerza del Caos para crear una especie de grieta dimensional! - Susurró Emily aterrada: - ¡Su magia ahora se parece a una maldición que corroe la mismísima realidad dentro de esta habitación! -

Bryan miró a su alrededor. La niebla se había vuelto demasiado espesa, pero él aún podía ver a través de ella. Sin embargo, le costaba mucho entender lo que estaba sucediendo. A veces veía las paredes de la cámara de torturas, pero cuando la niebla danzaba sus ojos distinguían algo completamente diferente, al aire libre, pero al mismo tiempo cerrado. Se trataba de un lugar misterioso, indefinible. No sabía lo que era, pero le daba miedo. Era como si en ese momento estuvieran coexistiendo dos mundos al mismo tiempo, intercalándose mutuamente. Pero lo peor era que no estaban solos en ninguno de ellos. Porque entre la niebla Bryan distinguía a veces unas figuras oscuras que no podía identificar. Lo que si sentía era el enorme poder que poseían, muy superior a nada de lo que hubiera imaginado nunca. Y eran decenas de ellas a su alrededor.

Eran decenas de terribles entidades desconocidas a su alrededor

Por suerte parecía que esos seres solo existían en ese otro mundo desconocido, así que no podían verlo. Sin embargo, debían ser conscientes de lo que estaba ocurriendo. Porque, aunque no podía distinguir su apariencia con claridad, notó que esas sombras comenzaban a danzar alrededor del altar, como si estuvieran complementando el ceremonial del Archimago. Un nuevo pulso de magia volvió a desbordarse y esta vez la sustancia expulsó una llamarada verde e intensa, de la cual emanó una inmensa columna de humo que era muy diferente al vapor blanco inicial. No se mezclaba con el entorno, sino que simplemente subía hacia los cielos. Esto debería ser imposible porque estaban bajo tierra, pero parecía que la grieta dimensional era mucho más fuerte cerca del altar, así que estaba más próximo al mundo desconocido que a este.

Finalmente, el Archimago detuvo sus cánticos y salió del trance. Una sonrisa lunática adornaba su rostro malvado mientras caía de rodillas frente al altar para luego soltar un grito de euforia.

- ¡SÓLO EL PUTREFACTO PUEDE LIBERARNOS DE NUESTRO DESTINO Y ENSEÑARNOS LA ALEGRÍA DE MATAR Y ENLOQUECER! -

Bryan entendió que el ceremonial había terminado. Entonces invocó su Desgarrador Sombrío para matar rápidamente a ese maldito antes de que los dejase atrapados en una dimensión desconocida. Pero justo cuando iba a dar un paso… también cayó de rodillas.

Su corazón comenzó a latir a toda prisa y experimentó una emoción que había olvidado hacía tanto tiempo, pero que de repente parecía explotar en su interior. Era auténtico terror. Un pánico impotente. Una sensación de que estaba completamente indefenso. Sintió que Emily también caía de rodillas detrás suyo. Una parte de él quería protegerla, pero su cuerpo no le obedecía. Ni siquiera el Infante Sangriento parecía capaz de hacer algo en ese momento excepto temblar aterrorizado.

En el interior de la columna de humo verdoso pudo distinguir un movimiento. Supo que había algo tratando de manifestarse. Un ser poderoso y terrible. Vio algo que al principio le parecieron cuatro extraños pilares curvados, pero entonces comenzaron a moverse. Eran parte de un cuerpo gigantesco y colosal. La entidad siguió moviéndose, luchando por liberarse del humo verde, como si quisiera abrirse paso contra algo que lo repelía.

De entre las tinieblas, como salido de los pozos más aterradores en toda la existencia, emergió una enorme criatura esquelética. Vestía una armadura oscura como la noche, pero que de algún modo resplandecía como si tuviera una luz propia. Su rostro era una aterradora calavera con tres cuencas oculares, sobre la cual llevaba una corona que también parecía un casco de guerra. En su barbilla tenía incrustada una especie de barba postiza.

Al contemplarlo a Bryan le vinieron a la mente algunos recuerdos de los libros y películas que había visto en su vida anterior, donde representaban a los faraones egipcios. Todo aquello era en efecto una espantosa visión retorcida y malvada de las creencias de ese pueblo que tanta importancia daba a la vida de ultratumba.

Todo aquello era en efecto una espantosa visión retorcida y malvada de las creencias de ese pueblo que tanta importancia daba a la vida de ultratumba

La monstruosa criatura sostenía un gran cetro tan aterrador como digno, apropiado para un rey tiránico. En su cinto portaba una espada, que aún enfundada trasmitía la sensación de peligro o letalidad infinita. Y de su espalda brotaban seis esquirlas curvas hechas con cientos de huesos, como columnas vertebrales que terminaban en punta.

Pero aún más aterrador que su apariencia era la opresión inconmensurable que ejercía sobre el entorno. Bryan sintió su mente confusa, pesada, como si estuviera mirando directamente a lo profundo de un abismo infinito y este a su vez le estuviera devolviendo la mirada. Sintió que su razón comenzaba a flaquear, como si la locura quisiera apoderarse de él y supo que esos eran sus últimos momentos.

- ¡Que todos los divinos nos protejan! - Susurró Emily tartamudeando con terror: - ¡Es Nécora el Maldito! ¡Un dios maligno del caos primordial! ¡Nécora, el demonio de la muerte que devora todo lo que existe! ¡¿Cómo es que está aquí?! ¡No puede ser! ¡No puede ser! -

- Es un dios, un auténtico dios demonio. - Murmuró Bryan que nunca había escuchado el nombre de Nécora el Maldito, pero de algún modo parecía capaz de entender la alusión.

Durante su estancia en este nuevo mundo, Bryan se había topado con muchas figuras de mitos conocidos como la Gorgona, la Mantícora, los gigantes y los dragones, así como sus estremecedores congéneres. Pero lo que estaba viendo ahora mismo era totalmente diferente. Un ser de existencia ilimitada, no un mero habitante del espacio continuo, sino algo que era parte de la realidad misma, una Ley del Mundo. Nécora no compartía los mismos límites que los vivos y estaba más allá de cualquier explicación.

Según los mitos de ese mundo existían muchos dioses diferentes, tanto en clase como en poder y dignidad, todos los cuales recibían adoración por encargarse de mantener la existencia. Pero había un segundo grupo que deseaba la completa destrucción de todo aquello que estuviese vivo y constantemente tramaban para deshacerse de toda la vida, con el objetivo de recrear un nuevo mundo completamente a su antojo, donde todo estuviese sometido a su voluntad.

Por su osadía, las primeras generaciones de dioses lucharon contra ellos y finalmente los expulsaron fuera de la existencia, en un sitio descrito como el Vacío Intemporal.

Es por eso que eran conocidos como Los Dioses del Vacío.

Muy poco se sabía de los dioses del vacío, pues la mayor parte no era más que leyendas subterráneas, oscuras y furtivas. Nécora era conocido como el horror oscuro y putrefacto o el que yace en la tumba. Era un dios primordial, una de las superpotencias originales que combatieron por el dominio de todo lo que existía cuando las Fuerzas del Caos y el Orden se enfrentaron. No había victoria posible en su contra. El único destino para todo aquel mortal que se encontrase en su presencia era postrarse y padecer un eterno tormento.

¡Cálmate Bryan! ¡Piensa! ¡El no puede estar realmente ahí!

Repentinamente una voz infantil pareció brotar desde su inconsciente. En ese momento el estado mental de Bryan estaba tan alterado que realmente no podía preguntarse quién le había hablado o de dónde venía. De hecho, la voz era tan sutil que bien podría tratarse de la suya propia, pues hasta sus pensamientos le parecían extraños en ese momento. Pero tal era su desesperación por encontrar alguna salida de la muerte segura que representaba el dios Nécora, que se aferró a esa posibilidad sin cuestionarla.

¡No! ¡Espera! ¡Es imposible que realmente esté aquí! ¡Tiene que haber un truco! “Pensó Bryan furiosamente, concentrándose en lo que había dicho la voz desconocida y obligándose a reunir toda la lucidez que era capaz en ese momento. Entonces recordó algo que había leído muy vagamente en una ocasión. Existían muchos tipos de dioses, cuyo poder aumentaba conforme más antigüedad tenían. Aquellos que pertenecían a las primeras cinco generaciones eran seres tan poderosos que únicamente podían habitar en los planos superiores de los inmortales, pues de otro modo su mera presencia podía terminar destrozando por completo los cimientos de la creación. Por eso los primeros dioses erigieron barreras que impedían entrar directamente a cualquier deidad dentro de un mundo mortal salvo muy raras excepciones.

Si esto era verdad para las deidades más poderosas, entonces los dioses del vacío debían tener todavía más restricciones. Después de todo, fueron expulsados de la propia existencia. Lo cual significaba…

- ¡Él no está aquí! - Exclamó Bryan cuando comprendió lo que ocurría. Inmediatamente se volvió para mirar a Emily y la encontró temblando con la mirada perdida. Rápidamente la sostuvo entre sus brazos mientras intentaba de despertarla: - ¡Emily! ¡Despierta! ¡Nécora no está realmente aquí, no puede salir de esta habitación! ¡Eso es una proyección! -

Pero por más que la llamaba, Emily no respondía. Bryan la abrazó con mucha fuerza mientras trataba de pensar desesperadamente en alguna solución, pero justo en ese momento vio por el rabillo del ojo que el Archimago Necromante se levantaba y comenzaba a mirar a su alrededor mientras murmuraba: - Revelar Vida. -

¡Maldita sea!” Gritó Bryan en su interior. Tanto impacto había tenido sobre él la poderosa presencia del dios Nécora, que ni siquiera había reparado en que la barrera de asilamiento de Emily se había desvanecido por completo. De inmediato trató de pararse para escapar junto con su mujer, pero el hechizo del Archimago los encontró más rápido.

Guerreros Zombis con armadura aparecieron a su alrededor en un instante y apuntaron sus armas hacia a la pareja. Bryan sujetó a Emily y rodó hacia un lado evitando un golpe terrible por muy poco margen. Entonces usó el Arte del Noveno Diagrama Celeste para alejarse rápidamente, pero sentía que su cerebro estaba sobrecargado y muy pronto estaría como Emily, incapaz de moverse.

Sin tiempo para pensar en nada más, Bryan decidió arriesgarse e inmediatamente forzó toda la Esencia Mágica que pudo a desplazarse hacia su Desgarrador Sombrío. Después, con un grito feroz arrojó su arma contra uno de los pilares de huesos que sostenían el techo. El arma mágica se abrió paso rápidamente hasta el centro de la estructura y luego expulsó el Fuego-Glacial Místico con una terrible explosión.

- ¡NOOOOO…! -

El Archimago soltó un grito donde convergían una ira indescriptible y una locura frenética, pero este fue rápidamente opacado por el rugido del dios Nécora, el cual parecía capaz de calar hasta el mismísimo centro de sus huesos. Todos se quedaron sobrecogidos por el terror incapaces de moverse, pero acto seguido el pilar de hueso se derrumbó y el resto de ellos comenzaron a colapsar estruendosamente en una reacción en cadena, que desató una fuerte explosión de magia y dejó a todos aturdidos. El fuego verde se apagó y el humo que producía desapareció junto con el cuerpo del dios maligno, como si nunca hubiese existido.

*****

Después de unos minutos Bryan abrió sus ojos. Estaba cubierto de escombros, la cabeza le dolía y tenía algo de tierra en su boca. Pero sentía que la Esencia Mágica volvía a fluir libremente dentro de su cuerpo restaurando sus poderes y que su mente entumecida por la terrible influencia de la malvada deidad estaba regresando rápidamente a la normalidad. Emily estaba inconsciente a su lado, aún segura entre sus brazos. A su alrededor solo podía ver la cámara excavada en roca junto con varias calaveras que se habían caído del techo. Ya no existía la neblina blanca que los conectaba a ese otro mundo desconocido, ni sentía las poderosas presencias de sus extraños habitantes.

Sin soltar a su amante, Bryan luchó por ponerse de pie mientras retiraba a un lado los escombros. Luego comenzó a examinar a Emily para ver si estaba herida. “Parece que está bien físicamente, pero es posible que el impacto mental que esa maldita deidad tuvo sobre ella haya sido demasiado fuerte.” Concluyó mientras la besaba tiernamente en la mejilla y susurraba en su oído: - Emily, despierta. ¡tienes que despertar! -

- ¿Mmm…? -

Para gran alivio de Bryan, la hermosa Archimaga abrió los ojos. Su mirada estuvo perdida por unos momentos, pero luego sus ojos se abrieron asustados mientras miraba a su alrededor como un animal desesperado por escapar.

- ¡Está bien! - Le dijo Bryan abrazándola: - Conseguí destruir su Matriz y detener el ceremonial. Se fue. Nécora se fue. Ya no puede hacerte daño. -

Emily lo abrazó con mucha fuerza, incapaz de contener los escalofríos que sentía. Bryan la acarició tiernamente, mientras que agradecía a los cielos que no tuviera daños permanentes. Si su novia no fuese una Archimaga poderosa con gran control sobre su Fuerza Mental, probablemente hubiera enloquecido ante la mera presencia del dios maligno Nécora, incluso si solamente era una proyección suya. Pero Emily ya se estaba tranquilizando al sentir que volvía a ser dueña de sus pensamientos.

- ¡Malditos! -

El sonido de unos escombros desplazándose fue seguido por la furiosa voz de un hombre. Con un pulso de su magia el Archimago emergió rodeado de varias Criaturas Oscuras que apartaron los obstáculos de su camino. Luego miró a su alrededor como un perro de caza y cuando los localizó gritó con puro odio: - ¡Miserables! ¡¿Cómo se atreven a interrumpir mi ritual sagrado?! -

El sonido de esa voz particular provocó que Emily recordase la espantosa experiencia que acababa de sufrir y su cuerpo se estremeció con terror mientras buscaba desesperadamente una salida con su mirada. Pero los ojos de Bryan eran mucho más perspicaces y no dejaron de notar un leve temblor en el Archimago cuando se levantó.

- No tengas miedo, querida. - Dijo Bryan sonriendo: - Nécora se ha desvanecido y nadie puede ayudarlo. Además, parece haber gastado gran parte de sus poderes en ese ritual e incluso es posible que esté herido. ¡Podemos derrotarlo juntos! -

Emily lo miró sorprendida, pero cuando cayó en cuenta de que Bryan estaba en lo cierto recuperó su temple. Entonces volvió a irradiar su poderosa Aura Oscura mientras miraba al Archimago con profundo desprecio: - ¡Desgraciado! ¡Has profanado todo lo que es digno al usar esa maldita Fuerza del Caos! ¿Quién eres tú? ¿Y cómo te atreves a tratar de invocar al maligno y putrefacto Nécora en el glorioso suelo de nuestro Imperio Itálico? ¡Te someterás ahora mismo o libraremos al mundo de tu existencia! -

- ¡Los únicos destruidos serán ustedes! - Respondió el Archimago con sorna: - ¡Espectros Encadenados! -

Una espantosa oleada de más de cincuenta fantasmas apareció alrededor del Necromante y rápidamente volaron hacia Emily y Bryan. Tenían una apariencia bastante extraña: Sus cabezas eran calaveras con colmillos, como pertenecientes a algún tipo de animal felino. Donde debería estar el cuello simplemente brotaba una especie de columna vertebral que los asemejaba a las serpientes o gusanos. Pero lo más bizarro era que la mayoría brotaba de las fauces abiertas de otro, como si nacieran en sucesión. También se movían coordinadamente entre sí al igual que un extraño y agresivo cardumen de peces en el mar.

Emily sonrió mientras construía una barrera de oscuridad, pero Bryan la tomó un momento del hombro para advertirle. No podía entender claramente los poderes del Archimago porque eran mucho más avanzados que los suyos, pero su conocimiento le alcanzaba para hacerse una idea general: - No son entes físicos, sino puramente espirituales. Dañarán nuestras almas directamente si nos tocan. -

Al escucharlo Emily lo miró alarmada y detuvo su conjuro, pues sabía que una barrera mágica regular no serviría para protegerlos. Los ataques espirituales eran muy difíciles de contrarrestar, pero normalmente no eran una gran amenaza debido a que casi nunca eran demasiado potentes y podían ser resistidos con Fuerza Mental pura, como ocurría con la Agonía del Alma. Pero este numeroso ejército de fantasmas abalanzándose sobre ellos era algo que jamás había visto. Sin embargo, su título de Archimaga Oscura no era simplemente decorativo.

Emily extendió una de sus manos con los dedos flexionados como si estuviera sujetando algo y un auténtico vórtice de magia comenzó a concentrarse para formar una diminuta esfera perfecta, completamente negra, que dejaba escapar relámpagos de color morado. La frente de Emily se cubrió de sudor, como si estuviera haciendo un gran esfuerzo.

Maelstron de Oscuridad

- ¡Maelstrom de la Oscuridad! -

El orbe avanzó flotando hasta la mitad de la habitación y a su alrededor todo parecía deformarse, como si la propia luz estuviera siendo alterada a su paso. Después se trasformó en una auténtica vorágine, similar a un agujero negro en miniatura que absorbía todo a su alrededor.

La legión entera de fantasmas fue absorbida por completo a pesar de que varios se resistieron durante unos momentos. Al poco tiempo la esfera desapareció, pero la amenaza de los fantasmas se fue con ella.

- ¡Mierda, una Archimaga Oscura! - Masculló el Necromante, pero inmediatamente realizó otro conjuro que invocó una horda de Criaturas Oscuras que se abalanzaron contra ellos.

Al mismo tiempo Emily casi se desplomó por el enorme esfuerzo que acababa de realizar. Su Maelstrom de Oscuridad era una técnica muy compleja de por sí, pero además se necesitó mucha energía adicional para ejecutarla tan rápidamente y sobre todo para controlar su poder de tal modo que no se los tragase a ellos también. Ni siquiera tuvo tiempo de aprovechar ese mismo hechizo y matar de una sola vez a su enemigo, que ahora estaba al tanto de sus habilidades.

Los Guerreros Zombis extremadamente fortalecidos por algún artilugio del Necromante cargaron sobre ellos. Pero Bryan avanzó de inmediato e invoco dos bolas de fuego carmesí y las hizo explotar en una poderosa onda que carbonizó inmediatamente a todas las Criaturas Oscuras. El Archimago se fijó en él con cautela, pero gracias a ello Bryan consiguió un tiempo precioso para que Emily se recuperase.

La Archimaga Oscura invocó dos enormes manos de sombras con dedos que terminaban en garras afiladas, las cuales se abalanzaron contra el Necromante. Este alcanzó a reaccionar e invocó su Escudo de Hueso para defenderse. Las garras se aferraron salvajemente alrededor de la coraza ósea con un estruendo y comenzaron a apretar con fuerza, abriéndose paso para llegar hasta el Necromante de un modo lento pero inevitable. Sin embargo, a pesar de que su defensa estaba resquebrajándose, el Necromante simplemente sonreía ufano.

Entonces Bryan tuvo un presentimiento e inmediatamente realizó un conjuro. Unos segundos después la tierra tembló y desde el suelo brotaron al menos quinientas Lanzas de Hueso que se habían materializado bajo la tierra secretamente, formando un círculo mortal alrededor de Emily. Las afiladas púas volaron con una velocidad pasmosa y seguramente habrían matado a la Archimaga Oscura o por lo menos la habrían herido de gravedad. Pero un grupo de Guerreros Zombis apareció a su alrededor con una velocidad inconcebible y sus robustos cuerpos recibieron todos los ataques. Aunque las lanzas destruyeron a todos los zombis, consiguieron salvar la vida de Emily, quien de inmediato conjuró una barrera más poderosa a su alrededor. Esto la obligó a detener el ataque de sus Garras Sombrías y el Escudo de Hueso consiguió repelerlas.

- Que curioso. - Comento el Necromante entornando la mirada hacia Bryan: - No esperaba encontrar a otro mago de mi clase en este lugar. -

- No es nuestra primera reunión. - Respondió Bryan tranquilamente: - La noche anterior coincidimos para asesinar a Clark Ascher. Pero después nos atacaste sin ningún motivo. Así que ahora pienso cobrarme esa pequeña deuda. -

El Necromante abrió mucho los ojos y luego sonrió: - ¡Así que eres tú! Tus facciones estaban ocultas y por eso no te reconocí. Mostraste unos poderes bastante peculiares y por eso quería diseccionarte para descubrir el origen de tu magia. ¡Ahora me pareces mucho más interesante! Veamos que tanto dominas la necromancia, muchacho. -

De pronto Bryan se había vuelto su principal objetivo.

Necromante Archimago

Nota del Traductor

Hola amigos, soy Acabcor de Perú, hoy es 15 de noviembre del 2022 y finalmente nos dejan ir a los templos para rezar en medio de esta terrible Pandemia.

Hace años mi abuelo me resumió lo que significaba ser un auténtico demócrata con una frase: “Puede que tu opinión me desagrade, puede que te deteste, puede que hasta te odie; pero estoy dispuesto a morir para que puedas expresar lo que piensas”. Con eso en mente ahí les va mi opinión sobre los últimos acontecimientos en Perú.

Bueno, hace unos días finalmente vacaron al presidente interino Vizcarra, que fue el vicepresidente de PPK. Hay sentimientos encontrados. Por un lado, hay quienes dicen que el congreso es corrupto e intenta dar un golpe de estado… Bueno, un Golpe de Estado se define como “el acto de apoderarse del poder usando medios inconstitucionales”, algo que nuestro congreso no hizo, pues la vacancia es un recurso que está bien registrado en la Constitución Política del Perú desde su concepción y no depende de que el mandatario sea declarado culpable de algo ilegal. No es una sentencia judicial, sino un juicio político. Es la primera vez que pasa tan seguido, porque también es la primera vez que tenemos presidente sin partido político que le dé suficientes congresistas como para impedir que alguien pueda reunir esos votos. ¿Ven que si era necesario tener uno?

Adiós Vizcarra, siempre recordaré tu último gran emprendimiento: Hacer que el ministerio de Transportes diera CURSOS DE FORMACIÓN ESTATAL PARA DESARROLLO DE IRRIGACIÓN DESDE UNA PERSPECTIVA FEMINISTA Y DE IGUALDAD DE GÉNERO. Gracias a Vizcarra podías tomar un lindo curso donde te explicaban la compleja relación que hay entre instalar agua potable y la igualdad de género... En tiempos de pandemia, nada menos. ¿Y saben cuánto dinero invirtió para pagarles a esos supuestos profesores de género? Nada menos que 22 millones de nuestro dinero. En dólares.

¡Ah, me olvidaba de sus importantes avances normativos! Un decreto firmado el 6 de noviembre que obliga a las distintas congregaciones religiosas a dar sus oficios usando "Lenguaje Inclusivo". Yo sé que la gente se muere de COVID en la calle... ¡Pero hacer que los curas digan “TODES” en lugar de “todos” es lo importante! ¡Eso es progreso!

Y no nos olvidemos de su mayor logro, digo, yo sé que Vizcarra nunca construyó ni una sola vereda en dos años cuando el finado Alan García consiguió hacer 90 hospitales en el mismo tiempo, pero el expresidente Vizcarra estaba ocupado con cosas MÁS importantes. Por ejemplo, defendiendo a la pobre empresa de construcción Odebretch que nos construyó esos más que bienvenidos peajes y que iban a cerrar por culpa del virus.... ¡Algo tenía que hacerse! Así que les permitió abrir antes que ningún otro negocio. Vizcarra también consiguió que el Perú alcanzase el record mundial de más muertos por Coronavirus. Mi padre fue uno de ellos. Por cierto “Per Cápita” quiere decir “por cabeza” o sea que mueren 101 peruanos por cada 100,000 habitantes (recordemos que en Perú hay o mejor dicho “habían” como 30 millones de personas). Por cierto, que el Reino Unido ni Bélgica declararon cuarentenas. Esto no lo digo yo, esto es información de la BBC. El mundo entero se ríe por la ridícula forma en que Perú ha combatido la epidemia, pero el expresidente cree que ha hecho un buen trabajo.

Y es que Vizcarrita ya era un hombre de gran trayectoria, cuyos logros lo hicieron merecedor de más 100 investigaciones judiciales desde los tiempos en que era gobernador de Moquegua. Y nunca debemos olvidar la Carretera Interoceánica que costó 600 millones de dólares y que se construyó cuando ÉL era el Ministro de Trasportes y Comunicaciones. Hoy en día esa carretera revolucionaria permite que... 11 vehículos la usen por día. Los monos de la selva baja han sido los más beneficiados, pues tienen una ruta segura que les permite desplazarse.

Bueno, algunos dicen que combatió la corrupción… no tengo idea de cómo porque no hay ni una sola ley, norma o procedimiento concreto que me puedan indicar eso. ¿Saben de alguno? ¿Algún plan? ¿Alguna medida? ¿Algo aparte de pelearse estúpidamente con un congreso que él mismo formó hace menos de un año? Lo que sí sé es que le pagó 400 millones de dólares anuales sólo a Canal 2 (Latina) para que hablasen bien de él todo este tiempo, la excusa es que es “publicidad estatal”. Ahora ya saben por qué todos los canales hablaban tan bien de él y por qué ahora llaman “marchas multitudinarias” a 200 tipos que protestan esperando que haya algún muerto para después echarle la culpa a la policía.

Bueno, adiós Vizcarra, siempre te recordaré por el gran logro de convertirte en el peor Presidente de toda la Historia Peruana, y lo conseguiste en menos de 3 años.

Te extrañaré como a la tuberculosis.

En fin, ahora los cambios en la novela.

Primero el nombre original del dios malvado es Ansidesi, pero… bueno, me pareció que sonaba un poco afeminado ¿“Desi”?… vamos. Me quemé las pestañas hasta que se me ocurrió hacer un anagrama con la palabra Cráneo. Creo que ese nombre queda mejor. Para su apariencia me basé en la de Nagash, un Liche de Total Warhamer creo y tomé mucha inspiración de las obras de HP Lovecraft, el cual en mi opinión tiene excelentes conceptos, pero es muy malo escribiendo en prosa. Sin embargo, el terror cósmico, la idea de que hay cosas tan aterradoras que el solo conocerlas puede volvernos locos, es genial. Me basé en una obra llamada “El ceremonial” para las descripciones.

En el original todo el ritual del Necromante era descrito como una ceremonia con un caldero con sangre y el dios tenía la forma de un cráneo grande con tres ojos… Era demasiado genérico. Me pareció que si algo llamado “dios demonio” entraba en escena debía ser más imponente. Espero que la alternativa que propongo les haya gustado a todos.

El conjuro que pronuncia el Necromante para invocar a Nécora también me lo inventé. Estuve buscando entre varios idiomas uno que sonara chévere y al mismo tiempo malvado. Al final me decidí por el árabe porque me recuerda un poco a cómo hablaba Imoteph de “La Momia”, muy parecido al egipcio. Me inspiré un poco en algunas descripciones de la novelización de la película Alien II sobre el nido de la Reina para describir cómo es que el Necromante ha modificado el entorno.

Después cambié todo el combate entre los magos para darle un mayor protagonismo al Archimago.

En fin, creo que es uno de mis mejores trabajos. Pero déjame saber tu opinión, estimado lector ¿cuál fue tu parte favorita? ¿Te gustaron los cambios? ¿Crees que fue bueno cambiarle el nombre al dios demonio? ¿Te gustó que usase elementos lovecraftianos? ¿Puedes adivinar de dónde proviene el conjuro en árabe que dice el Necromante?

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Nos vemos en el siguiente capítulo.